Escribir el cielo

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ESCRIBIR EL CIELO

CUADERNO DE INSPIRACIÓN ASTROPOÉTICA

ESCRIBIR EL CIELO

CUADERNO DE INSPIRACIÓN ASTROPOÉTICA

Victoria Herrera y Maga Cervellera

Herrera, Victoria

Escribir el cielo : cuaderno de inspiración astropoética / Victoria Herrera ; Maga Cervellera ; ilustrado por Luli Adano. - 1a ed. - Ciudad Autónoma de Buenos Aires : FERA, 2023.

136 p. : il. ; 14 x 20 cm.

ISBN 978-987-48890-8-9

1. Astrología. 2. Poesía. 3. Creatividad. I. Cervellera, Maga. II. Adano, Luli, ilus. III. Título.

CDD 133.501

© Victoria Herrera, 2023

© Maga Cervellera, 2023

© Fera, 2023

Av. Callao 1660

1024, Ciudad Autónoma de Buenos Aires

www.fera.com.ar

Primera edición

Edición: Mara Parra

Curaduría: Victoria Benaim

Ilustración: Luli Adano

Diseño editorial: Belén Rigou

Impreso en Argentina en junio de 2023

No está permitida la reproducción total o parcial de este libro en cualquier forma o por cualquier medio, idéntica o modificada, sea electrónica o mecánicamente; mediante fotocopias, digitalización u otros métodos sin previo permiso expreso de la editora.

Hecho el depósito que marca la Ley 11.723.

Cuenta la leyenda que un día Vicky y Maga se juntaron para dictar un taller de astrología y escritura. Las chispas de luz que salieron de ese encuentro viajaron hasta nosotras, editoras de Fera, que sin entender demasiado dijimos a todo que sí.

De esa forma nació Escribir el cielo, un libro que parece a dos voces pero que, en verdad, tiene muchas más. En sus epígrafes hay grandes artistas que susurran cosas pequeñas; en la sección de “Estímulo y ejercicios para sumergirte en la escritura” hay anécdotas de personajes icónicos de la historia y retazos de sus obras maestras; también están las canciones y los guiones de películas increíbles y todo esto aplicado a la energía de cada uno de los doce signos.

Pero lo más, más hermoso de este libro es su capacidad de hacer reír. Ahí aparecen las voces de los testimonios, personas consultadas o emboscadas –nunca lo sabremos– que destilan energía zodiacal en sus gestos y discursos. Arianas que desatan una escena de ira en el mostrador de una farmacia, taurinas que comen chocolate a escondidas de sus hijos, geminianas que aprenden frases en chino para hablar hasta con el cajero del supermercado, piscianos que le abren los registros akáshicos a su gato. La lista parece absurda, aunque seguramente, querida lectora, vos también tengas alguna anécdota que te vuelva inconfundiblemente de un signo.

Que la inspiración astropoética te encuentre y puedas contarla en las páginas de este libro.

PRÓLOGO
ÍNDICE Hola . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .9 I. Aries . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 11 II. Tauro . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 21 III. Géminis . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 31 IV. Cáncer . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 41 V. Leo . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 51 VI. Virgo . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 61 VII. Libra . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 71 VIII. Escorpio . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 81 IX. Sagitario . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 91 X. Capricornio . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 101 XI. Acuario . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 111 XII. Piscis . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 121 Fin de fiesta . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 131 El cielo de esta noche . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 132 Créditos . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 134

Somos Maga Cervellera y Victoria Herrera y este libro es un cocktail de dos cabezas y dos disciplinas. Que la escritura y la astrología son hermosamente mezclables siempre lo supimos, pero fue durante un taller que dictamos juntas cuando nos dimos cuenta que una alimentaba a la otra infinitamente. El taller se llamó “Escribir el cielo de un domingo”. La experiencia fue increíble, quedamos con ganas de más, de seguir convidando esta posibilidad creativa. De ese entusiasmo nació este libro escrito a dos manos con todo el caos y toda la diversión que trae lo múltiple. Encontrarán poemas firmados por cada una, pero el resto de los textos es producto de la más absoluta cooperación. Ojalá lo disfruten.

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¡HOLA!

I. ARIES

Tres estrellas indican el camino. No hace falta más si sabemos a dónde queremos ir. Un lugar con la textura de la furia, azul como el fuego, veloz como el silencio que se escucha entre cada una de tus pulsaciones.

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— Maga Cervellera

Este ardor hace fuego mis cenizas.

Voy.

Asoma un instante mi cobardía.

Le niego el paso.

Voy.

Porque si no voy me extingo.

Porque si no voy no soy.

• 13
— Victoria Herrera

¿Has actuado conforme al deseo que te habita?

SACUDÓN ARIANO

• Canciones

Bailar como como si no hubiera mañana:

“Don’t Stop Me Now”, Queen

“Green Hornet”, Al Hirt (Soundtrack de Kill Bill)

“Demoliendo hoteles”, Charly García

• Películas

Ver una tras otra, sin parar:

Lola Rennt (1998), de Tom Tykwer

True Lies (1994), de James Cameron

Rocky (1976), de Sylvester Stallone y John G. Avildsen

• Un plan

¿Sabías que hay lugares donde se va a romper cosas por diversión? No desestimes los beneficios del bate en la mano. Si no hay ninguno de estos sitios cerca de tu casa, también podés armar vos el kit de destrucción. Un par de cosas que no sirvan, el palo de amasar pizza y estás.

14 •

Estímulo y ejercicios para sumergirse en la escritura ariana

“Pienso que en el momento en que mis piernas comienzan a moverse, mis pensamientos comienzan a fluir”, decía Henry David Thoreau. Virginia Woolf recitaba sus borradores en voz alta durante sus caminatas diarias como parte de su proceso de escritura. Einstein craneaba sus teorías durante sus paseos.

La caminata es un recurso que, a lo largo de los siglos, muchos artistas han usado para inspirarse. Sócrates y Aristóteles usaban este mismo método para procesar sus ideas, enseñar y aprender. Tanto es así que este último creó la Escuela Peripatética. Peripatêín en griego significa “dar vueltas”. Tenía un jardín por el que paseaba con sus discípulos, reflexionando sobre la vida.

Ejercicio 1

Para empezar, te vamos a proponer un plan y, antes de que te lo contemos, tenés que decir: sí, quiero. Recomendación: sacá tus zapatillas deportivas del fondo del placard.

a. Te invitamos a dar una vuelta a la manzana, lápiz en mano, durante tres minutos y a hacer una lista de todas las palabras que encuentres en ese paseo: el nombre de una calle, un grafiti, un folleto que encontrás en el piso, algo que diga una vecina, etc.

b. Una vez que termines esa vuelta, te pedimos que corras hasta la esquina lo más rápido que te den las piernas y, con el latido del corazón aún agitado, te sientes a escribir lo que te surja, usando las palabritas que juntaste en el ejercicio anterior.

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Bonustrack

Me fui de mochilero al Norte de Argentina. Estábamos paseando por Salta y pasamos por un lugar donde te ponían unas cosas en los pies y te tirabas a un lago: bungee jumping. Me llamaba la atención y solo fui a preguntar de qué trataba. Yo no me quería tirar, solo quería saber cuánto salía. La cuestión es que cuando me iban contando, me fueron poniendo esas cosas en las piernas y cuando me di cuenta, ya me estaba subiendo al lugar para tirarse. Me terminé tirando. Todo sin pensar, con una adrenalina muy hermosa. − Toto

Me casé con el chico de Tinder a los cinco meses de conocerlo y me vine a vivir afuera.

Cuando le dije a mi papá “me caso”, me pregunto “¿con quién?”. El video del casamiento eran las reacciones de la gente cuando les contábamos que nos casábamos. − Julieta

Un día fui a la farmacia y, después de haber hecho una cola en la obra social de mil quinientos años, el chabón que atendía me empezó a tratar mal. Yo le respondí –también– medio mal y cuando me estaba yendo escuché que dijo “¡pelotuda!” en voz baja. Ahí me di vuelta y empecé a tirarle todas las cosas que tenía en el mostrador: las canastitas con los caramelos de menta, las cremas, las cosas de las góndolas… Después pagué y me fui.

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− Luciana
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