Reportaje
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MADRES EN PIE DE GUERRA
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¿Quién dice que las buenas madres son las que pasan 24 horas al día pegadas a sus retoños para colmarles de atenciones? El tabú de la maternidad se rompe en mil pedazos: tener hijos y alcanzar el éxito profesional no es tarea fácil, pero tampoco imposible.
É
rase una vez una mujer independiente, dispuesta a labrarse una carrera profesional de éxito, sin renunciar a su derecho de tener familia propia. Sin embargo, cuando el universo le concedió estos deseos, se dio cuenta de que ambos venían con trampa… La palabra “conciliación” se convirtió en una aventura llena de obstáculos, mientras que su capacidad multitask, –ese don que se suponía exclusivo de su género– no fue más que fuente de estrés e infelicidad. ¡Dejémonos de cuentos! La vida de las mujeres que eligen trabajar y cuidar de sus niños (o de sus mayores) no resulta nada fácil. Lo dicen las estadísticas: el 58% de las trabajadoras renuncian a sus carreras para poder atender cargas familiares, frente al 6% de sus parejas (Fuente: Estudio Malasmadres y Yo No Renuncio); del total de trabajadores que piden reducción de jornada en nuestro país, el 96% son mujeres, y por cada dos millones de trabajadoras que no tienen empleo ni lo buscan por razones familiares, solo hay 130.000 hombres en su misma situación (Fuente: Federación Española de Mujeres Directivas, Ejecutivas, Profesionales y Empresarias, FEDEPE). Reunimos
“SIEMPRE HAY ALGO A LO QUE NO LLEGAS, PERO NUNCA HE SENTIDO QUE, COMO MADRE, ESTÉ HACIENDO ALGO MAL” Carolina Gómez
a Laura Baena –creadora del Club de Malasmadres, comunidad virtual que se ha convertido en un auténtico movimiento social–, Carolina Gómez –CEO digital, social media y socia de Globally Group– y Ana Bujaldón –socia fundadora de Azul Comunicación, y presidenta de FEDEPE– para descubrir cómo llegar a (casi) todo sin complejo de culpa.
POR ROSA ALVARES FOTOS LUIS RUBIO
Izda.: Laura Baena, creadora del Club de Malasmadres, que cuenta con 500.000 socias y muchísimas simpatizantes más. clubdemalasmadres.com.
CUANDO MAMÁ NO HACE CROQUETAS Todas coinciden: la maternidad elegida es una experiencia única. Aunque venga con un equipaje no tan romántico como nos han hecho creer. “A las mujeres de mi generación nos vendieron que llegaríamos donde quisiéramos, pero era mentira”, confiesa Laura Baena, madre de dos niñas de cinco y dos años. “Nos habían vendido una maternidad idealizada: nadie nos dijo que, en esta sociedad patriarcal, es un techo de cristal. Y si no te ajustas a lo que se espera de ti, si no bordas la mantita del niño y no haces croquetas, ya no eres una buena madre. Por eso, hace tres años, creé el Club de Malasmadres, una comunidad que, desde el humor, diera voz a ese tabú”. Ana Bujaldón –madre de dos hijos de 25 y 21 años– está de acuerdo con que, en la maternidad, no es todo color de rosa: supone un cambio de vida absoluto que no debería repercutir solo en las madres, aunque la sociedad se resista a cambiar este patrón. “Debemos repartir esa mochila que llevamos a nuestra espalda, ya desde las primeras etapas de los niños, aunque para eso tengamos que presionar a nuestro entorno. La maternidad es muy importante, pero eso no significa que nuestro compromiso con la empresa sea menor. Debemos transmitir que la mujer se compromete con un proyecto de por vida, como es tener un hijo, pero también es capaz de comprometerse con un proyecto empresarial, aportando otra visión muy necesaria en la empresa actual”.
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Centro: Carolina Gómez, CEO digital y socia de Globally Group, empresa que celebra su 20 aniversario.
Dcha.: Además de dirigir Azul Comunicación, Ana Bujaldón preside la Federación Española de Mujeres Directivas, Ejecutivas, Profesionales y Empresarias.
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Conciliación, maternidad, techo de cristal… ¡Hay mucho de qué hablar! Nuestras invitadas posan en el Hotel Indigo, de Madrid.
¿Renunciar a una u otra faceta? Por supuesto, esa no es la solución; porque, además, como apunta Carolina Gómez –que tiene una hija de 20 años y un hijo de 17–, ambas resultan igualmente enriquecedoras: “Ante cualquier cambio en mi profesión, siempre he pensado en mis hijos, pero nunca he tenido que elegir, porque para mí trabajar es fundamental en mi desarrollo como persona. De hecho, creo que soy muchísimo mejor madre realizada profesionalmente que si lo hubiera vivido como realidades excluyentes”.
¡NO SOY SUPERWOMAN!
“LAS MADRES SOMOS EL ESLABÓN MENOS FUERTE DEL MERCADO LABORAL. TENEMOS DERECHO A CONCILIAR, PERO CON LA CORRESPONSABILIDAD DE LOS HOMBRES” Laura Baena
mucho por conquistar. Tengo esperanza de que las próximas generaciones hagan el camino más rápido”. Desde FEDEPE, la federación que preside Ana Bujaldón, se trabaja por visibilizar modelos profesionales de éxito en femenino: “Es una forma de decir a la sociedad que hay mujeres que ocupan puestos de responsabilidad y lo están haciendo bien. Muchas de ellas, además, tienen hijos; o sea que triunfar en el ámbito laboral es absolutamente compatible con la vida familiar. Otra cuestión es prestigiar el papel de la mujer en la empresa, siendo conscientes de que existen esas barreras invisibles, ese techo de cristal, y de que las propuestas para solucionarlo tienen que ver con un cambio cultural, con educación”. Desde FEDEPE, proponen que unas mujeres tiren de otras, “sobre todo, para que no avancemos tan lentamente, porque no queremos esperar otros 170 años, como predice algún foro económico, para conseguir la igualdad de género. Queremos acabar con la brecha salarial, repartir tareas domésticas, elegir si deseamos ser madres o no, decidir nuestra promoción profesional, y que no lo hagan otros por nosotras”, añade.
YO DELEGO… ¿TÚ DELEGAS? Tras el término “conciliación”, se esconde otra estafa para las mujeres, si no ¿por qué nunca se les interroga a ellos sobre cómo la hacen posible? “Cuando tienes dos hijas y éxito profesional, la gente se sorprende y te pregunta cómo lo haces. Es injusto y discriminatorio”, dice Laura. “Es cierto que el cuidado familiar –sea de niños o ancianos– recae sobre la mujer. Pero es preciso romper eso, hacer que el hombre se implique. Porque nosotras hemos salido fuera de casa a trabajar, pero ellos no han entrado en casa a trabajar. Y que
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“LAS MUJERES TENEMOS VALORES MUY POSITIVOS EN LA EMPRESA: GESTIÓN DE EQUIPOS, RENTABILIDAD DE PROYECTOS… ¡ES HORA DE APOSTAR POR NOSOTRAS!” Ana Bujaldón
conste que no se trata de que nos ayuden, sino de que sean cien por cien corresponsables”. Hay que conseguir que las llamadas “medidas de conciliación” dispuestas por gobiernos y empresas se apliquen tanto a mujeres como a hombres. “Y perder, de una vez por todas, el sentimiento de culpa que muchas seguimos llevando dentro”, puntualiza Ana. “Vivimos pensando que debemos más tiempo a nuestros hijos, a nuestra pareja, a nuestro entorno. Estamos en una continua autoexigencia y no nos damos cuenta de que, con nuestra forma de ser, actuar, estar, ya estamos dando mucho. Creo que, para los hijos, también es bueno verte en ese otro papel de mujer profesional que tiene otras dificultades, cuya actividad fuera de casa le hace estar al día. Amplía el diálogo con ellos y mejora la comunicación”. Al final, como sostiene Carolina, delegar es la clave, “empezando por tus propios hijos, porque ellos mismos son capaces de hacer por sí mismos muchas más cosas de las que todas las madres pensamos”.
Agradecimientos: Hotel Indigo, C/ Silva, 6, Madrid (www.indigomadrid.com).
La imagen de una mujer, con mil y un brazos, meciendo a un bebé, sosteniendo las bolsas de la compra, escribiendo en el ordenador, llevando a un crío al médico, preparando la comida, o pintándose los labios, suele provocar más de una sonrisa. Claro, las chicas somos multitask y podemos llegar a todo… O no. A Laura Baena, ese chiste no le hace ninguna gracia (¡y mira que tiene sentido del humor!): “Etiquetas como esa nos han hecho mucho daño. Porque no somos Superwoman, por más que sea una realidad que tenemos que atender todo. No nos pueden vender la moto de ser multitarea, eso hay que combatirlo. Aunque luego, seguramente, acabaremos por llegar a todo: pero igual que nuestros maridos. Tengamos hijos o no”. Como directiva, Carolina Gómez nunca se ha sentido perjudicada por el hecho de ser madre. En su empresa, Globally Group (que este año celebra su 20 aniversario), el 90% de la plantilla son mujeres y, desde sus inicios, se apostó por horarios adaptables, teletrabajo o programas de compensación a través de cheques guardería, lo que ha contribuido, por un lado, a la retención del talento; por otro, a potenciar el perfil propio de las trabajadoras. “Sé que lo que ocurre en Globally, por desgracia, no es extrapolable a otras empresas. Fuera de esa realidad nuestra, aún queda