Los niños y sus imaginarios del agua

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Premios Emisión 2012 Categoría: Trabajo de Grado

Los niños y sus imaginarios del agua: una realidad compartida

Estudio de caso: Grupo Ambiental de Básica Primaria De la Institución Educativa María Jesús Mejía

Lina María Velilla Restrepo Carlos Guillermo Mora Aucú

Asesor temático Jaime López Castro

Asesora metodológica Ana Lucía Mesa Franco

Universidad de Antioquia Facultad de Comunicaciones Pregrado en Comunicaciones Medellín, 2012

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Contenido Resumen ............................................................................................................................................................. 4 Introducción ....................................................................................................................................................... 5 Capítulo 1 El agua: una realidad en la que aprenden e intervienen los niños ................................................... 8 1.1 El problema líquido: la relación del ser humano con el agua .................................................................. 8 1.2 Contribución positiva al medio ambiente .............................................................................................. 10 1.3 Los niños y su aprehensión y comprensión de la realidad ..................................................................... 13 Capítulo 2 Los niños y las situaciones comunicativas ...................................................................................... 16 2.1 Comunicación, infancia y medio ambiente ............................................................................................ 16 2.2 Espacios comunicativos.......................................................................................................................... 18 2.3 Momentos comunicativos ...................................................................................................................... 20 2.4 Actores comunicativos ........................................................................................................................... 23 2.5 Medios de comunicación ....................................................................................................................... 27 Capítulo 3 El agua entre percepciones y mediaciones ..................................................................................... 29 3.1 Influencia de la familia ........................................................................................................................... 29 3.2 Influencia de la escuela .......................................................................................................................... 32 3.3 Influencia de los medios de comunicación ........................................................................................... 33 3.4 Percepciones y posturas críticas de los niños frente a la situación del agua ......................................... 35 3.5 Las percepciones como insumos de los imaginarios .............................................................................. 38 Capítulo 4 Imaginarios de los niños: búsqueda de alternativas para el futuro que se aproxima .................... 41 4.1 Problemas del agua desde la mirada del infante ................................................................................... 42 4.2 La construcción de una consciencia ambiental desde las experiencias cotidianas ................................ 44 4.3 El pronóstico del agua según los niños del Grupo Ambiental ................................................................ 46 4.4 ¿Por qué son entonces imaginarios? ..................................................................................................... 47 Conclusiones ..................................................................................................................................................... 49 Recomendaciones ............................................................................................................................................ 51 Noticiero H2O ................................................................................................................................................... 53 Bibliografía........................................................................................................................................................ 53 Anexo 1. Taller de Dibujo ................................................................................................................................. 58 Anexo 2.cartografía social ................................................................................................................................ 60 Anexo3. Sociodrama ......................................................................................................................................... 61 Anexo 4. Entrevistas ......................................................................................................................................... 62

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Resumen Investigar acerca de los imaginarios del agua cobra mayor importancia, ya que cada vez es más evidente cómo la problemática de la escasez de este elemento tiene más impacto ahora, y mucho más en próximos años que tiende agudizarse si no cambiamos nuestra forma de pensar y de comportarnos frentes a este recurso natural. Por consiguiente, son los niños a través de las interacciones que tienen en sus familias, en la escuela y en los medios de comunicación, quienes forman estructuras mentales de lo que es el agua y la relación de ésta en nuestras vidas; y es a partir de ese pensamiento que se despliegan una serie de actitudes y comportamientos que se van volviendo legítimos en la medida en que son practicados socialmente. Es así como, el objetivo al que le apuntó dicho trabajo de investigación fue dar cuenta de los imaginarios que los estudiantes del Grupo Ambiental de Básica Primaria de la Institución Educativa María Jesús Mejía adquieren en sus principales situaciones comunicativas de su vida cotidiana. Palabras claves: agua, medio ambiente, instituciones socializadoras básicas, percepciones, comunicación, imaginarios.

Abstract Researching about water imaginaries is more important with the passing of time because every day is becoming more evident how the lack of this element has a huge impact in present societies now and even bigger in the close future because this problem would become worst if we do not change our water use and practices. Consequently, the interactions of children with their families, the school and the mass media contribute to form those mental structures about what water is and its importance in our lives. Starting with this thought, the attitudes and behavior become real with the social practice. Therefore, the goal of this research is to find out the ideas that the students of the environmental group of the María Jesús Mejía elementary school have in their everyday communicational situations. Key words: water, environment, ideas, basic social institutions, perceptions, communication, imaginaries.

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Introducción Desde el siglo VI a.C. en la Grecia Antigua, filósofos como Parménides y Tales de Mileto hablaban del agua, junto con el fuego, el aire y la tierra como elementos donde surgió la vida (Capra, 1998:98). También nuestras comunidades ancestrales tienen un pensamiento frente al mundo material, en donde existen diversos elementos, entre ellos, el aire, el fuego, el agua y el hombre. Los cuales “existieron primero en espíritu, eran como personas, tenían la misma esencia o principio” (Donato, Escobar, Escobar, et al, 2007:102). Esto ratifica la importancia y el valor que desde siempre ha tenido el agua; sin embargo, desde la intervención antrópica y más aún desde la Revolución Industrial, las consecuencias que emergen por la escasez de este elemento es una de las problemáticas que más causan atención en ámbitos locales como internacionales. Esta realidad no es ajena a los infantes, quienes después de realizar un proceso cognitivo por medio de las relaciones que surgen en las situaciones comunicativas de su vida diaria, y los procesos de percepción, surgen en ellos imaginarios que le dan sentido a lo que sucede alrededor de esta temática. Concretamente, éstos son “la concepción colectiva que hace posible las prácticas comunes y un sentimiento ampliamente compartido de la realidad (Pintos citado en Gómez, 2001: 204) Estos imaginarios que surgen de la situación del agua no se presenta igual para todos, ya que cada persona tiene una manera de interpretar la realidad, la cual varía de acuerdo al contexto cultural; además, no es lo mismo el imaginario en el adulto, que goza de más experiencias y ha participado en más procesos de socialización, que en los pequeños que empiezan a conocer el mundo. De este modo, fue a partir de las interacciones cotidianas que los niños establecen en un contexto determinado que surgió el siguiente cuestionamiento: ¿Cuáles son los imaginarios del agua que los niños construyen a partir de sus situaciones comunicativas alrededor de su familia, la escuela y los medios de comunicación? Otra de las razones que motivó a realizar esta investigación fue la pertinencia que tiene para la sociedad actual, como para las generaciones futuras: primero, porque “El agua es el máximo común denominador del medio ambiente”( Jaramillo,2009:76) y hay un problema frente a ella, que es la escasez; segundo, porque los niños son los que estarán en un futuro, y es en esta etapa que el infante aprende los elementos más importantes para defenderse y vivir en sociedad;

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tercero, porque es el lenguaje el que materializa los imaginarios, y éstos a su vez son los que condicionan los comportamientos; por otra parte, la comunicación es el eje transversal porque es con las interacciones donde se entretejen los imaginarios frente a la situación del agua. Y lo más importante, como lo dice Daniela Bruno (2007), al conocer profundamente una realidad existe menos riesgo de caer en manos de la improvisación. Es entonces cómo al dar cuenta de los imaginarios que tienen los niños respecto al agua, conocemos su realidad, su contexto y por tanto sus prácticas frente a ella en sus interacciones diarias. Desde una perspectiva interpretativa, se abordaron teorías, que tienen que ver con Comunicación y Psicología, entre ellos el Construccionismo y el Interaccionismo Simbólico, los cuales sirvieron de fondo para la fundamentación del análisis que se realizó. Así se pudo dar cuenta de los imaginarios del agua que los estudiantes de 2° a 5° de Básica Primaria que pertenecen al Grupo Ambiental de la Institución Educativa María Jesús Mejía de Itagüí, han adquirido en sus principales situaciones comunicativas de su vida cotidiana. Es así como esta investigación es un estudio de caso, ya que se focalizó en un grupo concreto: el Grupo Ambiental de dicha institución, dejando la opción de realizar posteriores estudios con públicos más amplios. Cabe aclarar que se hace énfasis en El Grupo Ambiental de la sede que se ocupa de los niveles de Preescolar y Básica Primaria, y más específicamente en los niños de 2° a 5° grado, quienes están entre las edades de los 7 a los 12 años, muestra selectiva de la investigación, la cual se resolvió en consenso con la Coordinadora de Básica Primaria Luz Marina Arango Montoya y la Coordinadora del Grupo Ambiental Sirley Velásquez, teniendo como criterio que los niños de 7 a 12 años tienen sus procesos cognitivos más estructurados y que los niños de prescolar y primero aún no han adquirido del todo las bases de lectura y escritura. Porque como lo dice Riviére, los “conocimientos que el individuo tiene sobre el mundo físico y natural, no se da de una vez y para siempre sino que es fruto de un procesos evolutivo” (Riviére, citado en Crespo, 2000: 99). Fue entonces como con la cartografía social, el taller de dibujo y el sociodrama, sirvieron como instrumentos para la recolección de información con los niños. Estas técnicas hacen parte del DRP (Diagnóstico Rápido Participativo), método que permite recopilar y analizar información en un tiempo más corto; además la información es producida por grupos poblacionales sobre su cotidianidad (Visión consultores, 2010); también se aplicaron entrevistas semiestructuradas a las coordinadoras del Grupo Ambiental, las dos profesoras de Ciencias Naturales, así como 6 padres

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de familia y a 19 niños y niñas del grupo ambiental, las cuales se realizaron el 4, 5 y 6 de julio de 2012 en la Institución Educativa María Jesús Mejía. Cabe a aclarar que tanto a padres como a niños se les cambió el nombre con el fin de mantener la privacidad de sus opiniones. En este informe, en su primer capítulo, “El agua: una realidad en la que aprenden e intervienen los niños”, se abordó desde una mirada global la importancia y problemática del agua: las causas y consecuencias que se avecinan si no hay una conciencia ambiental; después se describe cómo el Grupo Ambiental de la Institución Educativa María Jesús Mejía, toma acciones para aportar a la solución de la situación, y cómo estos niños entre los 7 y los 12 años de edad, desde la psicología y la comunicación conocen y aprehenden su realidad y el entorno que los rodea. Posteriormente, en el segundo capítulo, “Los niños y las situaciones comunicativas”, se caracterizan cada uno de los elementos que hacen parte de éstas: espacios, momentos, actores y medios comunicativos, los cuales se conjugan para darle sentido a la vida cotidiana del niño. Seguidamente se continúa con el capítulo tres, “El agua entre percepciones y mediaciones”; aquí se evidencian las percepciones que tienen los niños de este líquido a partir de la influencia que ejercen las instituciones socializadoras básicas como la familia, los medios de comunicación y la escuela; cómo éstas son mediadoras de dichos procesos cognitivos, y cómo las percepciones son el puente para la construcción de imaginarios. Finalmente, en el capítulo cuarto, “Imaginarios de los niños: búsqueda de alternativas para el futuro que se aproxima”, se da cuenta de los imaginarios que tienen los niños respecto a este elemento, cuáles son los problemas que los niños identifican, cómo miran su futuro y cómo son las prácticas en pro de una construcción de la consciencia ambiental. Para los niños, el futuro tiene una mirada catastrófica, pero esto no impide que ellos asuman una postura proactiva y de esperanza cuando realizan instintivamente actos en pro del cuidado del medio ambiente. Ya no se trata solamente de que el niño imite al adulto, sino también que adulto imite al niño, así él sentirá gran motivación al ver que sus buenas prácticas son apoyadas por los demás. Es por ello que se hace indispensable un mayor compromiso por parte de las tres instituciones: familia, escuela y medios de comunicación, en crear estrategias mancomunadas que tengan que ver con educación-comunicación para el fortalecimiento de una conciencia ambiental; de este modo, esos imaginarios positivos para el cuidado del medio ambiente marcarán las conductas de más y más personas.

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Capítulo 1 El agua: una realidad en la que aprenden e intervienen los niños 1.1 El problema líquido: la relación del ser humano con el agua Nuestro planeta es un organismo vivo provisto de diversos elementos que garantizan las distintas formas de vida, por esta razón hablar de ella nos remite hablar de todo el medio ambiente en general, en el que está incluido el ser humano, quien se ha convertido en el administrador de los recursos naturales; así desde inicios de nuestra cultura, e incluso mucho antes, generamos comportamientos que dependen del agua y de sus ciclos. Aunque

es cierto

que el agua abunda en nuestro planeta, en la actualidad existe una

problemática: la escasez, puesto que el 97% es salada y sólo el 3% de su totalidad es agua dulce, pero la mayor parte de ésta se encuentra en forma de hielo (Toharia, 2006:220-221), sumándole también que el acelerado crecimiento demográfico y el mal uso y desperdicio del recurso y la contaminación causada por el desarrollo industrial y tecnológico ha alterado el ciclo natural del planeta, manifestándose en signos como el efecto invernadero, el calentamiento global, el fenómeno del Niño y la Niña, entre otros fenómenos con los que la naturaleza “apela a su poder creativo para resistir y dar signos de que inevitablemente reorganiza sus fuerzas vitales” (Useche, 2011:28). UNICEF “ha informado que por lo menos 1.200 millones de habitantes carecen en la actualidad de agua potable. Se prevé que para el 2025, si no hay corrección en los malos manejos que se da al potencial hídrico, dos de cada tres personas en el planeta tendrán carencia de agua. (…) Hoy existen 25 países que sufren el llamado “estrés del agua”, gastan más de lo que poseen y dan cambio a sus tierras por desiertos, precipitando una catástrofe ecológica (Jaramillo, 2009: 77).

Entre las malas prácticas que dan cuenta de la mala relación que ha tenido el hombre con los recursos dados por la naturaleza se puede nombrar el uso y abuso del consumo del agua: del 100% del agua que es utilizada por el ser humano, el 80% es para el uso agrícola, el 20% para el uso doméstico, y de este último porcentaje menos de la mitad para procesos industriales. Pero las aguas que no son utilizadas son afectadas por las aguas residuales con o sin tratamiento. También

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se encuentra el mal uso de suelos y laderas, las malas técnicas agrícolas y de pastoreo que causan erosión de los suelos; y los cultivos comerciales que conllevan al uso de fertilizantes y pesticidas, así como los procesos “artificiales” del hombre como: la ganadería, la agricultura, la explotación de bosques, la excavación de canteras y la construcción de estructuras artificiales, entre otras, las cuales han afectado la hidrodinámica tanto en ámbitos locales como globales (Ávila, 2003: 18). En Colombia se desperdician diariamente 4.000 metros cúbicos de agua, y según el Ministerio de Medio Ambiente se pronostica que para el 2016, el 64% de la población urbana tendrá carencia en el suministro de agua. (Jaramillo, 2009: 82). Colombia es el cuarto país entre los de mayor riqueza hidráulica en el mundo, después de Rusia, Canadá y Brasil, se corre los riesgos de la escasez ante un futuro incierto. Si se descuidan las 743.000 cuencas hidrográficas que se han registrado en el inventario nacional del agua, cada día será menos fácil sobrevivir y como en el resto del planeta estaremos muriendo de sed. (Jaramillo, 2009: 80).

Según el informe de Andrés Etter (citado en Jaramillo, 2009: 78), la deforestación en Colombia supera el 35% del área territorial que equivale aproximadamente a 4.000 kilómetros cuadrados. A esto se suma la designación de grandes territorios para los cultivos ilícitos; solos con relación a la destrucción de bosques y zonas selváticas se calcula que entre el 2000 y el 2008 fueron 158.000 hectáreas destruidas para intensificar dichos cultivos. Esto demuestra que Colombia además de ser víctima, es agente del cambio climático; ya que todos estos efectos de deforestación se reflejan en la pérdida de biodiversidad, la alteración de ciclos hidrológicos, su reducción y la pérdida de especies en la vida silvestre (Jaramillo, 2009: 78). El maltrato a la naturaleza y el uso abusivo del agua, así como la falta de “la cultura del agua”, plantean el riesgo de que por lo menos en 800 pueblos de Colombia la disponibilidad del líquido pueda perderse en los próximos 12 años (Jaramillo, 2009: 80). Por eso entre los estudios que se adelantan para buscar solución al problema, se destaca la reunión de expertos de la ONU llevada a cabo en París en febrero del 2007 para estudiar el cambio climático que se viene presentando, que relacionan con los problemas del agua, determinaron que solo quedan 10 años para frenar la catástrofe ambiental y climática que se avecina; porque tanto el aumento de la población, como el mal manejo de los recursos hídricos, desperdicio y contaminación de todo tipo (basuras, desechos

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químicos, entre otros.), incluyendo las reservas subterráneas y el calentamiento del planeta, amenazan el suministro de agua para generaciones futuras. (Jaramillo, 2009: 82). Las que se han mencionado anteriormente solo son algunas de las innumerables causas que conllevan al deterioro del medio ambiente, el cual se manifiesta en efectos negativos que repercuten en la realidad de los organismos vivientes y lleva al hombre a reflexionar sobre la mala administración que ha hecho de uno de los recursos naturales esenciales para la vida: el agua. Es por ello, que esta situación se ha convertido en una preocupación de carácter global, en donde gobiernos internacionales, nacionales y locales promuevan acciones que ayuden a resarcir el daño causado a la naturaleza. Solo asumiendo comportamientos distintos con el agua y la forma que la usamos, la crítica situación que se vive en el presente y la que se pronostica para el futuro quizá cambie, pero esto demanda un esfuerzo colectivo que incremente de manera positiva la relación con la naturaleza y la protección al fundamento de la vida que es el agua (Jaramillo, 2009: 82). Desde la mirada de Jaramillo, “es necesario y urgente crear conciencia ciudadana sobre la importancia y el valor del agua, algo que debe iniciarse desde los primeros niveles educativos” para conservar y proteger las fuentes hídricas y adiestrar a la comunidad en el mejor uso del líquido. También, la Constitución Nacional en su Capítulo III, consigna los principios que debe regir para los derechos colectivos y del ambiente, admitiendo que, “es deber del Estado proteger la diversidad e integridad del ambiente, conservar las áreas de especial importancia ecológica y fomentar la educación en el logro de estos fines”. De esta manera, este autor justifica la creación de la Cátedra Ambiental para incluirla en el área curricular de la educación Primaria, Secundaria y Superior.

1.2 Contribución positiva al medio ambiente La Institución Educativa María Jesús Mejía fue fundada el 16 de marzo de 1983 y está ubicada municipio de Itagüí. Ésta cuenta con dos sedes: una de ellas ubicada en el barrio Los Naranjos, en la que se ofrecen los niveles de Básica Secundaria, Media Académica y Media Técnica; la otra se encuentra ubicada en el barrio Las Acacias, en la comuna cuatro, en la cual se encuentra la sede Preescolar y Básica Primaria. Por uno de sus costados pasa la quebrada Doña María, la más importante del municipio, que recorre a Itagüí de occidente a oriente. Según Luz Marina Naranjo

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Montoya, coordinadora de Básica Primaria de la Institución, los estudiantes de Preescolar y Básica Primaria que allí convergen son en promedio 580, quienes viven con sus familias en los barrios aledaños a la Institución: Las Acacias, Villa Paula, El Tablazo, Calatrava, la Cruz, entre otros, los cuales hacen parte de los estratos 1, 2 y 3. Estos niños asisten a clase de la siguiente manera: en la jornada de mañana van los grados de Preescolar, 1°, 4° y 5°; y en la jornada de la tarde los de Preescolar, 1°, 2° y 3°. El Grupo Ambiental de la sede de Preescolar y Básica Primaria, cuenta con 30 estudiantes, ya que hacen parte dos niños por cada salón, los cuales ingresan por voluntad propia; es decir, que allí se encuentran los niños desde el nivel de Preescolar a 5° de primaria entre los 5 y 12 años aproximadamente; sin embargo hay niños que quieren hacer parte del Grupo Ambiental pero se quedan por fuera debido a que solo se admite un número limitado. Así, la Institución Educativa María Jesús Mejía se acoge a la norma PRAES (Programas Ambientales Educativos), el marco legal sobre los que se fundamentan los proyectos ambientales escolares, los cuales “incorporan la problemática ambiental local al quehacer de las instituciones educativas, teniendo en cuenta la dinámica natural y socio-cultural del contexto”1. Es importante describir cómo funciona El Grupo Ambiental: la Coordinadora delega a una profesora de cada jornada para que se encarguen de liderar este proyecto además de las clases que dictan; dicho cargo tiene una duración de uno a tres años, y depende de su voluntad para seguirlo haciéndolo. Entre las dos profesoras planean actividades y campañas para que el Grupo Ambiental realice las actividades respectivas durante todo el año, dentro de un cronograma que refuerza el tema del medio ambiente, en las cuales involucran a padres y estudiantes. Otro aspecto que hay que resaltar es el Punto Ecológico, donde los estudiantes almacenan el reciclaje que resulta de la separación de basuras para posteriormente venderlo y destinar los recursos que están relacionados con el medio ambiente. De este modo, la Institución implementa el PRAES como una estrategia pedagógica que le permite fortalecer el aspecto ecológico desde lo teórico-práctico, ya que no solo se enseña, sino que se

delegan unas funciones

a los

integrantes del Grupo, entre las cuales se encuentran:

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http://www.cam.gov.co/c/document_library/get_file?uuid=cdd62756-22d2-4701-a288b922e99f2c42&groupId=10128

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Ser supervisores en las campañas que se emprendan con el Proyecto del Medio Ambiente.

Motivar y corregir a sus compañeros de clase para que hagan una correcta separación de los residuos del salón y tengan acciones en favor del medio ambiente.

Revisar periódicamente las canecas del salón para verificar que se esté haciendo una correcta separación de los residuos. A su vez, sacar las canecas del salón los viernes para vaciar los desechos en canecas o bolsas de basuras de almacenamiento

Demostrar sentido de pertenencia manteniendo limpia la escuela y sus alrededores.

Además, el Capítulo X del Manual de Convivencia de esta institución educativa refuerza y legitima dichas funciones mediante normas contempladas en dos de sus secciones. En la Sección A se hace referencia a las normas de higiene general para la prevención y salud pública; la Sección B a las normas de comportamiento en relación con el cuidado del medio ambiente. Según las coordinadoras del Grupo Ambiental, profesoras de la jornada de la mañana y de la tarde, respectivamente, como distintivo del Grupo Ambiental se crearon unos delantales y unas gorras con el nombre de Medio Ambiente, posteriormente se implementaron unas pañoletas, pero debido al deterioro y a que los miembros del grupo ha ido variando, son muy pocos los niños los que conservan alguno de los distintivos. En cuanto a la forma de trabajar, las coordinadoras del Grupo Ambiental, las profesoras Sirley Velásquez y Aydeé Delgado, planean unas actividades para todo el año escolar. La primera, consiste en la presentación frente a toda la población estudiantil de los integrantes del Grupo y de las funciones que cada uno de ellos tendrá durante el año; la segunda, es un trabajo formativo con los padres de familia con el fin de fomentar la conciencia ecológica en toda la Institución; la tercera, se llama “Reciclar sí paga”, está se realizó el 23 de mayo y el primero de agosto, y consistió en darle el dinero de todo lo que se vendió al grupo que mayor reciclaje había recolectado. Además, se asigna un miércoles para que cada uno de los proyectos que tiene la Institución realice una actividad con los estudiantes, entre ellos el proyecto del Medio Ambiente. Por otro lado existen las actividades macro, las cuales tienen asignadas unas fechas en el año y en ellas participa toda la Institución. Es decir, son los actos cívicos en los que participan no solo el Grupo Ambiental, sino otros proyectos que tienen que ver con Educación Sexual, Democracia y

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Bullying2. El Grupo Ambiental normalmente se reúne cada mes, pero debido a que las actividades se redujeron a cuatro este año 2012, se vienen reuniendo cada dos meses o cada mes y medio. Todo lo anterior da cuenta de cómo la escuela juega un papel fundamental en la educación ambiental, ya que ésta es un espacio en el que confluyen diversos actores sociales: estudiantes, padres de familia, docentes, administrativos a los cuales se les denomina en su conjunto como comunidad educativa. (Guzmán, s.f., párr.1.) Estos actores están rodeados por un entorno en común y se relacionan por medio del lenguaje que les permite intercambiar ideas y construir el sentido de las situaciones sociales de la vida cotidiana. Es la interacción con el entorno y el lenguaje lo que les permiten a los niños aprehender la complejidad del mundo que los rodea, interpretándolo y tomando partido de las diversas temáticas sociales que allí se manifiestan, entre ellas el medio ambiente.

1.3 Los niños y su aprehensión y comprensión de la realidad Toda persona vive en un entorno en el que se ponen de manifiesto diferentes formas de vida, sistemas de normas, significados y una cultura que moldea la vida y la mente humana. Allí desde diferentes dimensiones se manifiestan las temáticas sociales; es decir un mundo circundante de divergentes realidades que desde etapas muy tempranas exploramos, comprendemos e interpretamos. Es el mundo circundante el que nos da la posibilidad de comprender mundos particulares que las personas elaboran a partir de lo que interpretan, lo cual permite construir la relación fundamental de lo exterior y lo interior. De este modo el individuo no está determinado pasivamente por las fuerzas sociales que lo rodean, sino que es un miembro activo y suscita su mundo interior mediante su experiencia y su capacidad para crear y transformar la realidad (Amar & Abello, 1998:27). Teniendo en cuenta que el mundo del niño cobra sentido a partir de su vida cotidiana y su cultura, es importante mencionar dos elementos determinantes en el desarrollo humano: la individualización y la socialización, las cuales están en permanente interacción. La individualización

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Término que hace referencia a la problemática en las escuelas que consiste en la agresividad verbal entre estudiantes.

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implica darle un significado particular a la manera de construir, experimentar y valorar y proyectar la propia existencia de la persona. La socialización por su parte, “se da dentro del ámbito de la cultura de una sociedad y que está constituida por los sistemas de representación, normatividad y de expresión” (Gaitán, citado en Amar & Abello, 1998:36). De esta manera, se puede decir que la individualización se puede alcanzar a través de los procesos de socialización. Desde el Construccionismo de Berger y Luckmann (Alsina, 2001:174-180) la realidad de la vida cotidiana se aprehende y construye a partir de la interacción social. Desde esta teoría se describen tres momentos mediante los cuales el sujeto se enlaza al mundo social y construye nuevas formas y caminos mediante procesos dialécticos. Esos tres momentos son: Internalización, el cual constituye la base de la comprensión y aprehensión de la realidad; el segundo momento es el de la objetivación, en el que se hace la interpretación de lo que se ha recibido de la sociedad, en éste la interpretación es diferente, debido a la subjetividad de cada persona; el tercer momento es el de la externalización, donde el sujeto expresa lo que le ha sido transmitido y cómo lo ha interpretado. De este modo los procesos de socialización jamás se terminan y configuran constantemente su mundo interior; además, la realidad de la vida cotidiana del niño es un mundo compartido con otros, el cual se entiende a partir de la comprensión del lenguaje cotidiano, “el lenguaje es entonces un medio para aproximarse a la comprensión del niño, basándose en la exploración de los conceptos que el mismo niño relieva como elementos para mostrarnos su realidad circundante e interior” (Gaitán, 1997, citado en Amar & Abello, 1998:36) La familia juega un papel importante en los procesos de socialización, pues no solo responden a las demandas físicas y psicológicas de sus hijos, sino que mediante la interacción transmiten unas serie de conocimientos que tienen que ver con los esquemas sociales existentes, dando origen a la gran diversidad de las personas y la forma como se construyen los estilos de vida. Aprendizajes tan penetrantes de la vida familiar que muchos rasgos básicos de la conducta como valores y actitudes, perduran a través del tiempo como ningún otro aprendizaje. (Amar & Abello, 1998: 182) Se dicen entonces que el aprendizaje de la realidad se da mediante un constante intercambio no solo con la familia, sino con los distintos actores sociales, quienes también contribuyen en el crecimiento y en desarrollo de los niños. A partir de los tres años, en la interacción cotidiana con otros niños se crean vínculos emocionales que no solo sirven de apoyo, sino también de

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intercambio de aprendizajes, que se llevan a cabo a través del lenguaje y el juego, así es “como el niño continuamente ordena y vuelve a ordenar los símbolos que le permiten incrementar su comprensión del mundo” (Amar & Abello, 1998:184). Haciendo énfasis en los niños de las de las edades de los siete a los doce años, que involucra al grupo de niños de la presente investigación, en quienes la escolaridad marca un hito decisivo en el desarrollo mental, ya sea la inteligencia, la vida afectiva, las relaciones sociales o la actividad propiamente individual. Una etapa en la que aparecen nuevas formas de organización, moldeando así, las construcciones anteriores, asegurando un equilibrio más estable e inaugurando nuevas construcciones (Piaget, 1998: 61). Se puede decir que los niños entre esas edades van desarrollando una postura más consciente de las distintas realidades a las que se enfrentan, y en la medida que avanzan sus aprendizajes y sus experiencias, aumentan sus roles e interactúan con diferentes grupos de personas con quienes discuten de asuntos comunes y se permite lanzar juicios, resultado de una deliberación interior. Como lo afirma Amar y Abello (1998: 179): “Gran parte de la vida es relación con los demás. Así es como se construye y comprende el mundo social y como el niño se integra a este mundo”. La relación con el mundo circundante resulta de las tareas fundamentales de la educación, donde la tarea de transmisión cultural y el desarrollo de la mente humana, de la razón se vuelven prioritarios. Allí los procesos de enseñanza, aprendizaje y desarrollo se articulan para garantizar un “aprendizaje significativo”, y, como señalan los autores cognitivos, enfatizan en la importancia del diálogo, la mediación y la negación de significados como base de la producción de aprendizajes y del desarrollo de la mente. Por esto la educación infantil, mediante la relación del niño con lo que lo rodea, implica intereses y conocimientos de los objetos, las relaciones causales y las representaciones de la realidad (Amar & Abello, 1998: 179).

El niño de nuestra época no solo está expuesto a las relaciones cara a cara sino también a distintos medios de comunicación, los cuales juegan un papel muy importante en la forma como el niño comprende la realidad. Morduchowicz (2003:36) afirma que “los medios son el corazón de la vida política y cultural de las sociedades modernas, y, en este sentido, modifican y afectan la manera en que las personas perciben y comprenden la realidad”. Así los niños interiorizan sobre cómo son los hechos del mundo que los rodea a través de sus experiencias, de lo que escuchan y discuten con otras personas o lo que conocen por los medios de comunicación (Cubero, 1993: 8).

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Podemos decir, que desde la llegada del ser humano a un mundo culturalizado encuentra múltiples formas de expresión y de sentidos sociales (Castillo & Naranjo, 2003-2004: 148) que nacen de diversos temas que interesan a la sociedad. Así los mundos, circundante e interior, resultan complejos, pero la construcción de sentido es posible a esa complejidad

(Pintos,

2005:43). En relación a los imaginarios que los niños del Grupo Ambiental tienen del agua, desde un sentido individual le dan significado a todo lo que escuchan y observan en la familia, la escuela y los medios de comunicación, y mediante procesos de internalización clasifican lo que ellos consideran importe para su vida y lo externalizan; es decir, expresan su pensamiento particular mediante palabra o acciones, el cual, pasa a ser compartido en la medida en que modifique la forma de pensar y de actuar de las personas de un grupo social determinado; es así como se gestan los imaginarios, parten de una realidad individual y otra social, que interactúan y se transforman constantemente. Por eso la realidad del agua no se presenta igual para todos, debido a que cada persona tiene una manera diferente de interpretarla; ésta depende del contexto en el que los niños se mueven, de sus relaciones cotidianas con sus pares, de la escuela, de la familia, de la información que reciben y aceptan de los medios de comunicación y de la interacción que tengan con este elemento. Así, ellos estructuran unas ideas acerca del agua, permitiéndoles conocer, interpretar y comprender la dimensión de esa realidad.

Capítulo 2 Los niños y las situaciones comunicativas 2.1 Comunicación, infancia y medio ambiente Desde temprana edad el niño establece contacto con la naturaleza, descubre el mundo a partir de su interacción con el ambiente que lo rodea, explora y confirma su conocimiento sobre el mundo desarrollando así su observación y percepción de éste (Barraza, 2007). De esta manera la vida de los niños está inmersa de significados que construyen su conocimiento y punto de vista de los

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temas sociales que se ponen de manifiesto en la vida cotidiana, que para el caso del infante se desarrolla en la familia y la escuela, espacios importantes para relacionarse con diversos actores sociales, pues allí se llevan a cabo la mayoría de sus interacciones y se discute el tema de la importancia y la problemática del agua El agua, junto con el resto de recursos naturales, es el motor del medio ambiente, entendido éste como el conjunto de los seres vivos que habitan en un determinado lugar y tiempo, junto con las condiciones físicas del lugar donde se encuentran las interacciones de ellos entre sí y con su medio (Cabezas, 1998: 31); es por ello que el problema sobre este líquido no se debe de tratar de manera aislada, puesto que acarrea diversos problemas sociales. En este sentido autores coinciden en que son la comunicación y la educación, los aspectos fundamentales para hacer frente a los problemas antes de que se vuelvan incontrolables y pongan en riesgo las futuras generaciones: “Es fundamental contar con estrategias adecuadas de comunicación y educación para el desarrollo sostenible. Esto nos ayudará a entender qué hacer y por qué lo hacemos, y cómo lo hacemos mejor” (Solano, s.f., 12). De este modo, sí lo que esta sociedad necesita es generar desde muy temprano una consciencia más reflexiva frente a los problemas ambientales, es necesario partir de las interacciones del niño con sus pares, en la familia, en la escuela, en la calle y con los mismos medios de comunicación, en las que adquiere los parámetros de interpretación de la realidad individual y social que moldean sus comportamientos y actitudes frente a la vida. A partir de ello se generan experiencias que el individuo busca el modo de compartir mediante la comunicación interpersonal (Moreno López, 2002). Impulsar a la comunidad infantil a desarrollar acciones y actitudes positivas hacia el ambiente requiere de un trabajo continuo y permanente por parte de los padres en el hogar, de los maestros en las escuelas, de los líderes políticos, de los responsables de los medios de comunicación y de la sociedad misma (Barraza, 2007)

Ese trabajo mancomunado puede ayudar a los niños a desarrollar un pensamiento crítico, el desarrollo de una imaginación creativa, la participación de una manera activa y a comprometerse con los problemas ambientales. Además permite conocer cuáles son los miedos de las comunidades humanas y sus expectativas, y entender cómo esas imágenes acerca del futuro y sus

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acciones presentes influyen en la forma de pensar y de actuar de la gente. (Barraza, citado en Barraza & Paz, s.f., párr.1) La vida cotidiana de los niños del Grupo Ambiental se basa en lo que hacen diariamente, ya sea en la escuela, la casa u otros espacios donde se muevan; porque en esos espacios se dan situaciones en las que ellos, aprenden e intervienen; interacciones que son llamadas por Daniela Bruno como situaciones comunicativas y se definen como aquellas que expresan y ponen de manifiesto, una compleja trama de relaciones tejidas entre las personas a través de las percepciones, concepciones y evaluaciones que se expresan en el lenguaje y se desenvuelven en la vida cotidiana, entendida ésta como una experiencia colectiva y grupal. Esta situación comunicativa, según Prieto Castillo (1985), está compuesta por diversos elementos: espacios, momentos, actores y medios comunicativos; los cuales se describen a continuación junto con los hallazgos que tienen que ver con estas categorías

2.2 Espacios comunicativos El espacio es el escenario donde convergen diferentes elementos que dotan de sentido las situaciones sociales de la vida cotidiana. “Son lugares vividos y practicados” (Rico Lie, 2002:6), en cada uno de ellos se genera una situación diferente, ya que las personas con las que se interactúa, los temas que se hablan o la manera de abordarlos también lo son. Para Prieto castillo (1985:247) esos espacios son comunicativos; es decir son aquellos lugares donde se logra la comunicación de las personas, permitiéndoles cercanía, interacción e integración permanente. El instrumento que permitió caracterizar las principales situaciones comunicativas de los niños del Grupo Ambiental fue la cartografía social, también llamado mapa parlante. En éste, los niños dibujaron su escuela y su casa, y allí ubicaron detalladamente los elementos de su situación comunicativa: momentos, agentes, medios y espacios, que tuvieran relación directa con el agua, categorías que se desarrollan a lo largo de éste capítulo. Los lugares comunicativos de los miembros del Grupo Ambiental, son principalmente la casa y la escuela. Se pudo notar que al describir cada uno de esos grandes espacios identifican dentro de ellos, otros pequeños espacios claves para sus procesos de interacción y generación de sentido frente al asunto del agua.

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Los espacios que los niños más nombraron cuando se refirieron a la casa fueron: el baño y la cocina, puesto que allí ejercen acciones que les permite estar en contacto con el agua, como cepillarse, bañarse, alimentarse, lavar los platos. En esos lugares dan cuenta de las buenas y malas prácticas frente al uso del recurso, y a partir de lo que se observa, se enseña y/o se corrige, tanto por parte de los adultos hacia los niños, como de los niños hacia los adultos, aunque no en todos los casos con la misma efectividad. Flor Jiménez, la madre de uno de los miembros del Grupo Ambiental habla de lo que sucede en esos espacios: “Ahorramos mucha agua en la casa; cuando estamos en la ducha se trata de ahorrar mucho, no dejar las llaves abiertas cuando nos estamos cepillando”. Pero no en todos los casos es así. En el caso de la escuela, los niños destacaron cada uno de los espacios que la conforman. Pero los más relevantes son los salones, puesto que allí ellos reciben sus clases, y algunas de las materias se prestan para hablar de temas del medio ambiente; también está el corredor y la cancha, espacios comunes donde los niños no solo entablan conversaciones, sino que suceden acontecimientos importantes como: las celebraciones de fechas especiales, actos cívicos, entre otros; la zona verde, puesto que tiene gran significado para este grupo de niños, ya que una de sus funciones es velar porque todos la cuiden; y por último las “canillas”, lugar donde ellos se lavan las manos, y en ocasiones, cuando alguien deja la llave abierta hacen llamados de atención. En palabras de Sirley Velásquez, una de las profesoras que fue entrevistada para corroborar la información entregada por los niños, en cuanto al cuidado de los lugares que frecuentan, ella afirmó: “Todos los niños del colegio saben que deben responder por determinadas funciones y ellos lo hacen: mantener limpio el espacio, aunque yo lo del espacio sí trato de que sea responsabilidad personal porque se acostumbran a que solo los del Medio Ambiente recojan, y ellos tienen que acostumbrarse para que su espacio esté limpio”. Para los niños del Grupo Ambiental los espacios referidos a la escuela son importantes, ya que les da la posibilidad de generar sentido no solo con sus palabras sino con sus actitudes, pues no son lugares solo para hablar, sino lugares que hay que cuidar y donde expresan su conciencia por el medio ambiente. Esto se confirma con el testimonio de una de las profesoras: “ellos dicen: ‘profe mirá que una canilla no está cerrando bien’, ‘necesitamos arreglar un baño’, entonces ellos son los que están pendiente de todo eso”. Así, el espacio sería una porción cualquiera de la superficie

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terrestre considerada antecedentemente a toda representación y a toda práctica” (Giménez, 2005:9). Según Turner, (citado en Rico Lie, 2002), los espacios se dividen en dos categorías: espacios liminales y liminoides. Los primeros hacen referencia a los espacios temporales y formales; los segundos son aquellos espacios esporádicos, es decir de paso. Visto de este modo se puede decir que la casa y la escuela son para los niños espacios liminales ya que allí es donde pasan la mayor parte del tiempo y en ellos se encuentra el mayor número de personas con quienes entablan sus relaciones sociales. En el caso de los espacios liminoides, lugares de paso, cobran relevancia, pues aunque no dan nombre concretos de esos lugares, sí hablan de ellos a partir de lo que observan. Es el caso de la Quebrada Doña María, la cual pasa por uno de los costados de la escuela; Óscar Alzate, uno de los niños del grado quinto afirmó: “Es una quebrada que está un poquito contaminada”. Los padres entrevistados coinciden en que cuando van por la calle con sus hijos hacen apreciaciones como estas: “Por el sector de la casa hay un sitio que lo tienen como un basurero. Él me comenta que son muy cochinos los vecinos que sacan la basura así, o que no la sacan el día que es”, afirmó Luis Alberto Mejía. De este modo, tanto los espacios liminales como los liminoides tienen gran relevancia; porque la escuela y la casa cobran gran significación, ya que en que ellos se realizan la mayor parte de sus interacciones. Además, los espacios liminoides, lugares de paso, son importantes porque en ellos también experimentan y hacen sus apreciaciones respecto al estado del medio ambiente que los circunda.

2.3 Momentos comunicativos La vida cotidiana está marcada por la inmediatez de los momentos que la componen, éstos “contribuyen a la lectura que se hace del mundo” (Castillo & Naranjo, 2003-2004:160), algunos son considerados más importantes que otros porque permiten el aprendizaje, expresarse e intercambiar experiencias de gran significación para las personas. Según Prieto Castillo (1985) los momentos son aquellos hitos de la vida donde las personas intercambian información y toman decisiones.

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Entre los momentos que nombraron los niños del Grupo Ambiental se encuentran: la Semana Santa, Cuaresma, las chiquitecas, entrega de calificaciones, Día de la Madre, del Padre, del Profesor, El 20 de Julio, salidas pedagógicas, entre otros. En cuanto a las fechas del medio ambiente nombraron los días del Árbol, de la Tierra y del Agua. A éstas fechas especiales, Daniel Prieto Castillo (1985) los denomina los momentos planificados, ya que permiten un espacio para la reflexión y ayudan a revivir la memoria histórica, y es precisamente la escuela, la que se encarga de darle la importancia en la vida cotidiana de los niños. Sin embargo, cabe aclarar que los niños de 2° y 3° se demoraron un poco más en recordar los momentos que estaban relacionados con la naturaleza, que los de 4° y 5°, esto se debe a que los mayores llevan más tiempo en la escuela y reconocen más fácil los acontecimientos que allí se celebran y porque en la medida que éstos crecen comprenden mejor los temas que en esos momentos se tratan. Además de las celebraciones mencionadas por los niños, dos momentos son de importancia para ellos: el día que fueron escogidos en el salón y en el que los presentaron ante todos los estudiantes como los integrantes del Grupo Ambiental. Ellos saben que los compañeros los reconocen por ese día, el cual se convirtió especialmente en un momento comunicante porque sintieron que los otros compañeros los reconocieron; así describió Daniel Mejía: “Cuando me eligieron, ellos escucharon". Igualmente, Sirley Velásquez, una de las coordinadoras del Grupo Ambiental, coincidió con lo que dijeron ellos: “(…) en ese lanzamiento se presentan a toda la escuela los niños del Medio Ambiente que van a estar este año, de esa manera los van reconociendo”. Se puede decir que en estos dos momentos es cuando los niños comienzan a ser identificados por los demás compañeros. Aunque, hay quienes quieren ingresar al Grupo pero solo se aceptan dos por grado. “A todos no los podemos poner como patrulleritos del medio ambiente", dijo Ángela María, profesora de Ciencias Naturales. Es así como los actos cívicos y fechas especiales del Medio Ambiente son un motivo no sólo para enseñarle a los niños sobre la problemática del agua, sino que a la vez se convierte en una ocasión para educar a los infantes sobre cómo se puede ayudar a proteger el planeta. "Celebramos el día del agua muy bonito, así uno no debe gastar tanto ese día. Además cuando uno no cierra bien la llave lo regañan y lo hacen cerrarla", Comentó Mariana Toro, una de las integrantes del Grupo. Las clases de Ciencias Naturales, Sociales e incluso Tecnología fueron reconocidas por algunos estudiantes como momentos donde se les enseña del agua y que aprenden más de ella. Sin

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embargo, para Jacobo Palacio, estudiante de segundo grado, la información que le suministran no es la suficiente: “No dicen tantas cosas, dicen poquito”. Además de eso, los talleres que se aplican algunos miércoles de Medio Ambiente no fueron recordados por los integrantes. Pero Aydeé Delgado describió que esos días en que se hacen actividades del Proyecto Ambiental las profesoras sacan una hora de la jornada para desarrollar en toda la Institución lo que se trabajó en la formación. Esto demuestra que la información suministrada por los profesores no es suficiente, puesto que, a medida en los niños interiorizan conocimientos aumenta su curiosidad por aprender más, demandando así más contenidos referentes a temas ambientales. Otro de los momentos planificados son los encuentros programados en los que convergen profesores, estudiantes y padres de familia, pues como se mencionó anteriormente el Grupo Ambiental tiene un cronograma

de actividades para todo el año.

En esas actividades se

comparten experiencias colectivamente, puesto que logra articular el pensamiento de la escuela con el pensamiento de la familia y con la forma de pensar y actuar de los niños. Esas actividades dejan como resultado aprendizajes para cada uno de estos actores: para los padres, el apoyo que deben prestar a sus hijos en temas ambientales; para los profesores, identificar algunos elementos que le aporten a su labor como docente y a los niños les permite establecer similitudes y diferencias entre lo que viven en la casa y lo que viven en la escuela. Pero lo que hace que estos aprendizajes colectivos sean duraderos en cada uno de ellos es el compromisos por parte de los tres: padres, profesores y estudiantes. Finalmente en la escuela están los descansos, considerados tanto momentos planificados, porque hacen parte del horario académico, como espontáneos, puesto que, Según Prieto Castillo (1985) allí es donde aflora la creatividad y la entrega de los integrantes. Allí los niños aprovechan estas ocasiones para estar pendiente de la naturaleza y cumplir lo mejor posible las funciones que les fueron delegadas dentro del Grupo Ambiental. Por otro lado en la familia, no se tienen en cuenta las celebraciones del medio ambiente. Sin embargo en ocasiones, algunos hogares se establecen diálogos alrededor de este tema, dándose allí los momentos comunicantes. “En ocasiones nos sentamos un ratico a comer y mientras comemos hablamos sobre el agua", afirmó Catalina Alzate, estudiante de 5°. Así, en palabras de Barbero, 2002: 34-35, el diálogo construye la intersubjetividad, descubre la trama del propio ser y

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la presencia de los lazos sociales que están a nuestro alrededor; “la palabra no es un mundo aparte sino que hace parte de la praxis del hombre”. Marta Restrepo, la madre de uno de los estudiantes, dice compartir con sus hijos actividades que se realizan por fuera de la Institución y que son coordinadas por la Alcaldía. “Un domingo nos fuimos todo el día a sembrar arbolitos (…) También hubo una actividad de recolectar todas las basuras por Itagüí, no la que dejan afuera, sino la que tiran: el vasito, el papelito”. Estas acciones fomentadas por organizaciones y de las cuales la familia puede participar, indica que sí puede existir una respuesta por parte de los ciudadanos a dichas iniciativas de protección a la naturaleza. Así, estos momentos contribuyen desde la práctica a la formación de consciencia responsable con la naturaleza.

2.4 Actores comunicativos Cada persona tiene algo por contar, lo que siente, lo que ve, lo que oye, lo que otros le cuentan, todo lo que le sucede en su diario vivir y que promueve el acto de comunicar. Cada “individuo por el hecho de existir, está ofreciendo signos a los demás a través de sus gestos, su vestimenta, su manera de caminar, sus objetos, los espacios que lo rodean” (Prieto Casillo, 1985:108-109). Todo aquello que solo adquiere sentido desde el punto de vista cultural, el cual se transmite constantemente. De este modo Los actores comunicativos son los protagonistas que se encargan de tejer relaciones de comunicación unos entre otros. Para este autor (Ibídem:252), los actores comunicativos son las personas que intervienen en procesos comunicativos, en especial, las personas, organizaciones o instituciones que tienen relevancia entre un grupo social como generadores de información. En la Institución Educativa María Jesús Mejía las personas relevantes para el Grupo ambiental son la Coordinadora de la Institución, las Coordinadoras del Grupo Ambiental y los profesores, especialmente las de Ciencias Naturales, pues ellas también hablan de temas ambientales y comparten experiencias. Todos estos actores no solo son un referente de autoridad para la comunidad estudiantil, sino que a partir de sus influencias, los procesos que allí se llevan a cabo cobran sentido. Todo lo mencionado está mediado por la eficacia y la participación de dichos actores teniendo en cuenta la responsabilidad a la hora de comunicar determinados mensajes (Castillo, 1985:252).

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Según las profesoras entrevistadas, todos los niños son actores activos en cuidar el medio ambiente, pero sí sobresalen los niños pertenecientes al Grupo Ambiental. La función de estos niños, aparte de ser voceros, es dar ejemplo de buenas prácticas ambientales, para que así puedan tener legitimidad a la hora de corregir a sus compañeros. Sin embargo, algunas veces, para los niños gestores del medio ambiente se presentan situaciones incontrolables, puesto que no todos los niños de la Institución colaboran de la misma manera. Esta afirmación se confirma con los testimonios de las profesoras y los niños, miembros del Grupo Ambiental, quienes dicen que a algunos niños no siempre les obedecen, pues arrojan basura al piso, no cuidan la zona verde o dejan las llaves del agua abierta, e incluso los ignoran cuando les hacen un llamado de atención. Así lo demuestra una de las apreciaciones hecha por Catalina Pérez, niña de 2°: “Algunas veces me hacen caso y otras no. Los de mi salón sí, pero los de los otros salones no”. Es entonces como los niños pertenecientes al Grupo terminan recogiendo la basura que el otro botó, o cerrado la llave del agua que el compañero dejó abierta; actitud que se vio más reflejada en los niños de 2° y 3° que en los de 4° y 5°. Éstos últimos, en su mayoría, recurren a la autoridad de los profesores para que haga cumplir al alumno en su responsabilidad de cuidar el medio ambiente, falta que puede llevar a sanciones, pues así se contempla en el Manual de Convivencia de esta Institución. La Coordinadora del Grupo Ambiental de la jornada de la mañana dice que los niños que más se empoderan de su papel de gestores del medio ambiente son los que llevan más años en la Institución, es decir, los niños de 4° y 5° o los repitentes, ya que en ellos no se nota tanto inconvenientes en el cumplimiento de sus funciones. Según Ángela María Gaviria Vargas, profesora de la Institución, la situación es la siguiente: “No es por desconocimiento de las obligaciones que deben de cumplir en favor del medio ambiente dentro de la Institución; sino por hacerle la maldad al otro de no obedecerle”. Las dos profesoras de Ciencias Naturales dicen que esa falta de reconocimiento de los niños del Grupo Ambiental, por parte de la comunidad estudiantil, se debe a que en el momento los niños no cuentan con un distintivo que los identifique. La profesora María del Socorro Escobar Garcés, profesora de Ciencias Naturales de la jornada de la tarde,

considera que en cuanto al

reconocimiento, sí ha faltado estímulos que motiven a los niños; y dice respecto al distintivo : “Los

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niños son gomosos, ellos se quieren poner la gorra, se quieren poner el delantal por llamar la atención, y tras de eso va una responsabilidad (…) ha hecho falta que ellos tengan un distintivo, que se les llame más, con más frecuencia “vengan los del Grupo Ambiental”, así sea para reconocerlos, para saludarlos, para llamarles asistencia”. Según esta categoría, se puede se puede decir que buscar la cooperación de una colectividad en las prácticas ambientales requiere de una buena comunicación. Pues así lo afirma Toro

y

Rodríguez (2001: 4): “La creación, transformación y difusión de sentidos y significados es la tarea de la comunicación y la movilización social”. Los autores citados en el párrafo anterior proponen un modelo de comunicación: El Modelo de Comunicación Macro-Intencional, en el cual la movilización con un propósito e interés colectivo, es participativa. A continuación se demostrará cómo en el Grupo Ambiental de la Institución Educativa María Jesús Mejía se identifican algunos de los elementos que componen dicho modelo: 

El productor social: es la persona o institución que toma decisiones para que un proceso comunicativo ocurra. En la María Jesús Mejía los que cumplen esta función vendrían siendo la misma Institución como tal y sus directivos, ya que ellos son los que aprueban o desaprueban las propuestas y garantizan todos los recursos para su ejecución.

El re-editor social: “persona que tiene público propio” reconocido socialmente, éstos deben de tener credibilidad para que puedan legítimamente introducir, modificar o negar mensajes según circunstancias y propósitos frente a su público. La Coordinadora de la Institución, las Coordinadoras del Grupo Ambiental, los profesores, los miembros del Grupo Ambiental son re-editores sociales, puesto que cada uno de ellos tiene su público, la comunidad estudiantil, y genera sentido en cada uno de ellos. Pero como se expuso anteriormente, en el caso de los miembros del Grupo Ambiental, no todos los estudiantes cooperan de la misma manera, ya que se puede observar que esa legitimidad es más evidente con sus compañeros de clase. “No todos los niños ven como legitimadores a los miembros del Grupo Ambiental, pero en realidad son muy pocos los que los irrespetan con frase como: ‘deje de ser regalado’”3.

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ENTREVISTA con Ángela María Vargas, docente de Ciencias Naturales.

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Otro elemento del modelo que se viene mencionando es

la colectivización: la cual se

entiende como la certeza que tiene cada participante que lo que él hace, está siendo hecho por muchos otros participantes, por las mismas razones y sentidos. En párrafos anteriores se dice que no todos los niños colaboran con los líderes ambientales, así se da cuenta de que no todos los estudiantes de la Institución tienen una conciencia ambiental, producto de la falta de prácticas ambientales en el hogar. Testimonio de ello son las palabras de la profesora Ángela María Gaviria Vargas: “Nosotros haciendo una cosa en la Institución y en la casa hacen lo contrario, (…), claro que no en todos los hogares, hay excepciones”. Los elementos que se acaban de describir también se evidencian en el hogar, en donde los actores vienen siendo todos los miembros que componen la familia. Aunque la principal influencia la deberían tener los adultos, ya que “la educación ambiental se inicia cuando el adulto comienza está labor de intermediario ofreciendo al niño estímulos adecuados y modelos de actuación a imitar” (citado en Cabezas 1998, p: 47). Pero no siempre es así, ya que los niños en su rol de actores comparten información, experiencias y prácticas que reciben, viven y aprenden en su entorno cotidiano, ya sea la escuela o la casa, lugares donde se encuentran el círculo de personas con las que se relacionan e influyen bidireccionalmente. Además de los actores del entorno familiar y escolar, se identificaron otros que también actúan como generadores de sentido en el cuidado del medio ambiente. Es el caso de Lucas Aristizábal y Pablo Restrepo quienes pertenecen a instituciones como La Policía y El Tránsito, y desde las políticas de cada una de estas instituciones han adoptado prácticas en favor del cuidado del medio ambiente. Las siguientes citas lo afirman: “En El Tránsito también le enseñan del medio ambiente. Por ejemplo, a él no lo pueden ver tirar basuras al suelo, o si ve una palomita tampoco le permiten hacerle daño”.

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“Los patrulleros los hacen recoger todo en una bolsa, y cuando se van a un campamento tienen que dejar todo limpiecito”

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ENTREVISTA a Marta Restrepo, madre de familia. ENTREVISTA a Enrique Aristizábal, padre de familia.

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En el caso del Grupo Ambiental, que viene trabajando por hacer colectivas las ideas y buenas prácticas ambientales, tanto los adultos como los niños pueden ser re-editores. Así, los actores se constituyen como entes que toman decisiones, generadores de información, legitimadores y generadores de sentido, y que hacen parte de los procesos de comunicación que hay entre los niños y su entorno social.

2.5 Medios de comunicación Éstos se entienden como aquellos instrumentos por los cuales llega el mensaje a los perceptores (Prieto Castillo, 1985: 88). Es decir, canales por donde se pone en articulación información de un emisor a un grupo determinado de receptores, éstos medios pueden ser verbales, impresos, audiovisuales. Estos medios refuerzan los aprendizajes que se adquieren en la educación de la escuela y el hogar, ya sea para bien o para mal. (Wilches: 2006: 56) Tanto los medios de comunicación como la educación en sus distintas modalidades, tienen la posibilidad y la responsabilidad de ayudarnos a los ciudadanos y ciudadanas del común, al igual que a las clases dirigentes del país, a entender las señales explícitas e implícitas que de manera permanente emiten la naturaleza y la comunidad (Wilches, 2006:62)

La caracterización de los medios de comunicación de los que hacen uso los niños fue posible a la técnicas de cartografía social y un sociodrama que se aplicó posteriormente, donde los niños mediante la

dramatización dieron cuenta de los programas y contenidos a los que están

expuestos diariamente. En la Institución Educativa María Jesús Mejía se encuentran espacios programados, en los que se convoca a todos los miembros de la escuela, estudiantes, profesores y padres de familia. Éstos son los actos cívicos, en los cuales, los mensajes se emiten mediante el uso de un micrófono y unos parlantes que hacen que el mensaje tenga mayor resonancia; para

los niños esos

instrumentos utilizados son catalogados como medios de comunicación, además esto es indicador para ellos de que el mensaje que se emite es importante. En los medios escritos e impresos se destacan: un cuaderno que todos los estudiantes tienen, al que denominan como El Comunicador, en el cual las profesoras convocan a los padres de familia a las reuniones o actividades relacionadas con la Institución; las cartillas y plegables, material con el que los profesores complementan sus clases, como las Cinco S, la cual abarca: sentido de

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utilización, sentido de orden, sentido se aseo, sentido de salud, sentido de autodisciplina; con este plegable la profesora de Ciencias Naturales de la Jornada de la mañana dice generar sentido en la forma de relacionarse con el medio ambiente. También a partir de un dibujo o un cuento los niños pueden expresar sus pensamientos. Además de ésto, las profesoras utilizan en sus enseñanzas material audiovisual, entre los que se resaltan videos bajados de Internet. Así lo afirmó la profesora Ángela María. Hay muchos videos sobre qué vamos a hacer en un mañana sin el agua. (…) muestran nuestro planeta,

la capa de ozono que está tan deteriorada, el medio ambiente, la naturaleza, los

incendios. Muestra todo lo que encierra la naturaleza y el cuidado de ella.

En una de las paredes de la escuela están ubicados unos mensajes escritos en madera sobre el cuidado del medio ambiente, pero los niños no los mencionaron cuando se les preguntó; con lo que dieron a entender que para ellos es más relevante la comunicación verbal y audiovisual, la cual les permite mayor interacción, pues lo que pasa en la escuela o lo que ven los niños en videos lo comparten con las personas con las que se relacionan. En la casa también hacen uso de diferentes medios de comunicación como: prensa, radio, televisión e Internet, los que más mencionaron los niños fueron la televisión, con canales como Teleantioquia, Telemedellín, Animal Planet, Disney Channel, Cartoon Network, en los que ven programas como noticias, dibujos animados, documentales; algunos de ellos les hablan del estado y cuidado del medio ambiente desde una visión más global, ya que ellos dan cuenta de aspectos como inundaciones y contaminación, entre otros. “En Discovery, él ve programas de la tala de árboles, de los animales, de lo que no se deben tiran los animales muertos”, afirmó Marta Restrepo, madre de uno de los niños. En lo que se refiere a Internet, hablan de los videos que buscan en Youtube, e incluso hablando con los padres y profesores se evidenció que entre los niños, algunos padres y profesores se recomiendan videos que involucran temas ambientales. Uno de los videos que más destacan es un video que se llama “Carta a la tierra en el 2070” 6, el cual deja en los niños una imagen catastrófica de como será el mundo en el futuro si no cuidamos el planeta y sus recursos ahora, además es difundido por los niños en la escuela y la familia.

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VIDEO en internet: http://www.youtube.com/watch?v=WDIK_I83AmQ

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Otros medios son los que se utilizan en algunos barrios por las Juntas de Acción Comunal, quienes mediante el perifoneo o carteleras anuncian que se suspenderá el servicio del agua o informan de campañas de medio ambiente próximas a realizarse. Estos medios se consideran de comunicación en la medida en que logran la movilización; pero no en todos los barrios los utilizan, y las familias que dicen asistir a dichas campañas son muy pocas. Es a partir de lo anterior, que los niños reciben información de los temas comunes y de discusión social, entre ellos el agua y el medio ambiente en general. Información con la que construyen sentido individual, el cual mediante la interacción se pone en común con los demás, lo que da paso a evaluaciones que involucran el pasado, el presente y el futuro, resultando de ello opiniones, juicios, actitudes y comportamientos.

En este sentido los medios comunicativos

adquieren sentido en la medida que cumple la función de informar y elaborar

mensajes,

brindando así la posibilidad de razonamiento al receptor (Prieto Castillo, 1985, 89) Finalmente las situaciones comunicativas se presentan como uno de los elementos importantes en la construcción de imaginarios ya que a partir de ellas se aceptan, refutan y exponen ideas particulares, las cuales pasan a ser socialmente convenidas y se instauran como modelos que guían la conducta en la sociedad o en el grupo social en el que se vive. Es por ello que los imaginarios sociales y las representaciones son el resultado de los procesos de comunicación que se dan por los procesos de pensamiento y por la necesidad de relacionarse e intercambiar signos y significados con lo que se denota y connota la realidad sobre todo lo cotidiano (Castillo & Naranjo, 2004: 147)

Capítulo 3 El agua entre percepciones y mediaciones 3.1 Influencia de la familia Los elementos de la situación comunicativa que se mencionaron en el capítulo anterior, no actúan por separado; éstos se conjugan para dotar de sentido las experiencias de la vida cotidiana de los

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niños, en la cual la familia es la primera institución que influye para que se introduzcan las estructuras significantes que le ofrecen el punto de referencia desde el cual se organizan socialmente los elementos del entorno; estas estructuras pueden aparecer expresadas como conceptos colectivos y organizadas en forma de sistemas con los que se evalúa lo percibido (Vargas, 2007: 51). La familia mediante el diálogo y sus acciones, es la primera institución encargada de trasmitir al niño esos marcos de referencia que ofrece el entorno físico y social. Así las prácticas ambientales en la familia, ya sean positivas o negativas repercuten en la forma como los niños conciben y se relacionen con el medio ambiente. En este sentido algunos de los padres de familia de los niños del Grupo Ambiental tienen claro la importancia del cuidado del recurso e intentan reforzar en sus hijos prácticas ambientales como la separación de basuras, el ahorro de agua, de energía, entre otros. A continuación el testimonio de Flor Jiménez, una de las madres. No me gusta que derrochen, no, soy muy cansona en eso. O sea, me da como… como esa angustia de ver de que no valora uno, y resulta el dicho: nadie sabe lo que tiene hasta que lo pierde. Y mire, qué pesar, pero nosotros mismos nos estamos matando.

Las prácticas ambientales que mencionan estos padres las han aprendido en sus hogares, en sus experiencias en su trabajo, en actividades organizadas por sus barrios, en el Grupo Ambiental de la Institución Educativa en las que los involucran o de la información que reciben de los medios de comunicación. Es importante resaltar este aspecto, puesto que hace parte del conocimiento acumulado de los padres en estos temas, el cual les trasmiten a sus hijos para que los aplique en su vida diaria; además esa trasmisión de mensajes, en algunos casos, los combinan con la sanción o un llamado de atención, así garantizan la aplicabilidad de dichas prácticas y mayor compromiso por parte de cada uno de los miembros de la familia. Haciendo referencia esto, uno de los niños, Camilo García, dijo lo siguiente: “Mi mamá me dice que cierre la llave, porque si no lo hago le tengo que ayudar a mi papá a pagar la cuenta de los servicios”. Ese compromiso de volver práctico lo que se aprende, no se evidencia igual en todos los hogares; ya que en otros padres se notó que no se toman en serio el cuidado del medio ambiente; de hecho, son sus hijos quienes en la casa hablan del tema e intentan aplicar algunas acciones ambientales aprendidas en la escuela. Éstas, algunas veces son apoyadas por los padres y se logra modificar en los miembros del hogar algunos comportamientos favorables al medio ambiente,

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pues así lo hace saber Marta Restrepo, madre de uno de los niños: “Él todo lo que aprende acá lo comenta en la casa, más que todo a mí, que cuando llega no está el hermano mayor ni el papá. Entonces me enseña a mí, y yo ya sigo con el resto”. Aunque los padres reconocen la importancia de que el niño se interese en estos temas, la prueba de que no son todos aquellos los que apoyan a sus hijos para que aplique acciones ecológicas en el hogar es la siguiente: “Mi mamita cuando va a lavar algo llega y abre la llave, la cierra y la deja gotereando y yo le digo: ‘mamita la llave está abierta’ y yo me paro y la cierro”, así lo dijo la niña Catalina Pérez. Es la falta de apoyo la que hace que los niños no interioricen, que pierdan el sentido y el valor de los aprendizajes que a diario reciben. Otra de las madres entrevistadas, Cecilia Gómez, argumenta más esta idea: “Los niños me dicen: ‘tiene que enseñarnos a reciclar, así sea en una botella le vamos a poner los papelitos bien dobladitos de papitas’. Pero ellos no lo cumplen y yo tampoco les enseño. La verdad no me he interesado en aprender más, y lo que me enseñaron en la escuela no…”.

Sin embargo, la influencia de los padres hacia sus hijos del cuidado del agua en la casa se fundamenta en que es necesaria para cubrir las necesidades básicas como bañarse, alimentarse, entre otros. Ellos transmiten a sus hijos lo fundamental que es este líquido para la vida y la preocupación por los problemas que actualmente el agua enfrenta. Por otro lado, una razón de peso para cuidar el líquido sigue siendo el factor económico, es decir, el disminuir costos en la cuenta de servicios. Aydeé Delgado, coordinadora del Grupo Ambiental, piensa que desde antes de llegar a la escuela el niño tiene conocimientos de lo que significa el medio ambiente: “Uno nota cuando el muchacho trae desde la casa una conciencia ecológica formada y cuando definitivamente al muchacho no le interesa; pero la mayoría uno ve que desde la casa ya trae unos aprendizajes con respecto al cuidado del agua”. Esto da cuenta de que el papel de mediadora que cumplen la mayoría de las familias es positivo y favorece la conciencia ambiental. Es así como “La actividad de mediadores bien sea ocasionales, permanentes o institucionalizados, está profundamente relacionada con la comunicación puesto que debe suscitar las condiciones de una intercomprensión entre dos partes” (Barbero, 2002: 122), y si el niño no tiene un cariño por la naturaleza y una apropiación en su papel como actor determinante en el cuidado del medio ambiente, no habrá una difusión de los mensajes ecológicos de la casa a la escuela en forma recíproca.

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3.2 Influencia de la escuela Formar a los niños como sujetos sociales responsables con el ambiente que los rodea no es tarea exclusiva del hogar; existe un refuerzo por parte de la escuela, quien transmite conocimientos que ayudan a los sujetos a ampliar su visión del mundo y a desenvolverse dentro de una cultura determinada. Así “la pedagogía se convierte en praxis cultural puesto que la cultura es invención de formas y figuras, sonidos y colores, que al tiempo que la expresan transforman la realidad” (Barbero, 2003: 43). En la Institución María Jesús Mejía con la conformación de su Grupo Ambiental, la relación de los niños con el medio ambiente se ha ido transformando poco a poco gracias al trabajo mancomunado entre profesores y estudiantes. Al respecto, una de las coordinadoras del Grupo Ambiental, Sirley Velásquez, asegura: Yo pienso que la conciencia de ellos con respecto al agua ya está muy avanzada, y uno lo ve por las prácticas de ellos aquí. Antes uno veía que los niños desperdiciaban agua, que en el descanso jugaban tirándose agua todo el tiempo, y ya uno ve que entre ellos mismos se hacen correcciones (…).Ellos como que ya tienen una conciencia más estructurada acerca del cuidado del agua.

De la misma manera las profesoras de Ciencias Naturales, aportan desde sus clases a enriquecer los conocimientos de estos niños respecto a la naturaleza, a la que ven como un medio común en el que convergen diferentes elementos que hacen posible la vida, pero que hoy en día, según los niños, está en riesgo por la mala utilización que el hombre ha hecho de los recursos que le ofrece. Esto es el resultado de las discusiones de clase, ya que las profesoras dicen que los temas se prestan para que ellos participen activamente contando sus experiencias, pero también es el resultado de los talleres, dibujos, cuentos y videos, material utilizado por las profesoras como complemento de los temas. Así se evidencia en la reflexión de Esteban Peláez, uno de los niños:

"Los árboles y las plantas nos hacen respirar, si no existieran nosotros tampoco existiríamos; y como el hombre ha evolucionado dañando el planeta entonces ya casi el planeta no tiene nada. Pero sí podemos vivir si no lo dañamos tanto. Hay algo que las plantas siempre hacen, botan dióxido de carbono, así que no podemos dormir ni con plantas ni con animales, así que solamente hay que dejarlos en donde nacieron y en donde están".

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Según Cabezas (1997:44) la labor de la escuela tiene un trabajo de un gran impacto a nivel social el cual ayuda para ir llevando a través de las aulas a la vida el convencimiento de que hay que fomentar acciones para el cuidado de la naturaleza y la protección de ésta. Un ejemplo de ello es Pablo Restrepo, quien aseguró: “Somos pelaos que ayudamos a mantener limpio el medio ambiente de acá del colegio y de afuera también". También los padres de familia saben que la educación ambiental en la escuela trasciende en la vida de las personas, porque el papel de educar no consiste en que un niño tenga más datos y cifras, sino un conocimiento con el que

pueda aportar a la contribución de un mundo mejor.

Elizabeth Ramos comentó: El Proyecto Ambiental es como una educación: así como le enseñan a uno a leer, a escribir, a llevar un uniforme bien, yo digo que eso es igual. Para mí el medio ambiente y lo del reciclaje y todo es lo mismo: es una educación que todos debemos implementar.

Los aprendizajes en temas ambientales en la escuela

se constituyen como aprendizajes

significativos, que son aquellos nuevos conocimientos: conceptos, ideas, proposiciones, modelos y fórmulas, que pasan a ser relevantes, pero sobre todo cuando la persona es capaz de expresarlo en sus propias palabras (Moreira, 2004:69). El resultado de que ese aprendizaje es significativo son las correcciones que se hacen entre sí, mencionadas anteriormente, y el hecho de que ellos quieran compartir esos conocimientos en la casa. Además es un indicador para medir la influencia que tienen la escuela en la construcción de una conciencia ecológica de los niños.

3.3 Influencia de los medios de comunicación Los medios de comunicación, en sus distintas variantes: televisión, internet, radio, cine etc., ofertan un variado repertorio de imágenes, programas, secuencias, que

apuntan a la

transformación de las personas o los grupos en los cuales tienen algún papel o rol específico para lograr que éstos se empoderen o se construyan como actores de algún conflicto o problemática determinada (Barbero, 2002:122). Aquí también fue fundamental la técnica del sicodrama que se menciona anteriormente, puesto que desde la dramatización que los niños hicieron, permitió ampliar las preguntas de las

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entrevistas y así analizar mejor

la información que ellos reciben de los medios de

comunicación. La Coordinadora del Grupo Ambiental de la jornada de la mañana, Sirley Velásquez, tiene claro la unión y la fuerza que logran estas tres instituciones: la familia, la escuela y los medios de comunicación. Para ella “La influencia no está solo en los medios, sino en el trabajo de la familia, el trabajo de la escuela. Es un trabajo mancomunado pienso yo”. En el caso de la televisión, los niños aprenden “incluso lo hacen sin saberlo” (Prieto Castillo, 1996: 90). Un caso claro es como lo afirma el niño Daniel Mejía: Si uno tira las basuras al río se hacen inundaciones. Hay que separar las basuras de las otras basuras. Lo vi en la televisión en unos muñequitos que enseñan a cuidar el planeta, y en una propaganda dice de las inundaciones. En ella dice que América Latina tiene el 35 por ciento del agua limpia de todo el mundo y que por eso no hay que desperdiciar el agua.

En la cita anterior sólo se menciona la televisión, pero todos los medios de comunicación están involucrados en la influencia que causan en los niños; ya que se reflejan la realidad de los temas sociales y se genera la reflexión en los infantes. En el caso del medio ambiente, los programas de televisión, radio o sitios de internet presentan en sus contenidos los problemas ambientales, las causas y consecuencias, no solo de un contexto cercano al niño, sino desde una mirada más global, lo cual incita a los niños a la reflexión de lo que puede pasar mañana si no se toman acciones ahora. Para confirmar lo dicho se presenta algunas apreciaciones de los niños respecto a los medios: 

"Yo escuché en el canal Caracol que si uno tira muchas basuras al agua se contaminan y se hacen inundaciones". "En videos de internet muestran que si uno tira mucha, mucha, mucha basura se hace un tsunami". (Daniel Mejía)  "En las noticias pasan que los ríos se salen con mucha lluvia, inundan las casas", (Mariana Toro).  "En internet, cuando mi papá pone alguna página que habla del agua yo la leo y veo las fotos " muestran una foto en la que se ve cómo será el planeta dentro de ochenta años y dice que si no cuidamos el agua así será” (Sara Atheortúa).  "El agua hay que cuidarla, que en el 2015 se va acabar y si no se acaba va a estar cuidada por los soldados, porque eso va a ser un apocalipsis radioactivo, no me acuerdo la emisora" (Pablo Restrepo)

Que los niños tengan una visión de lo que sucede a su alrededor, es una muestra de que los medios influyen en los niños, aunque en el caso de las noticias o videos que muestren esa realidad

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de manera más cruda, remueve en ellos sensibilidades produciendo en ellos sentimientos de tristeza. Eso es lo que observan Cecilia Gómez: “Uno sí le ve la expresión en la cara, como que se le salen las lágrimas. ‘Mire qué pesar como están esas calles de inundadas, ¡ay! mire a esos niños’, dice mi hija”. Por otro lado, con el avance tecnológico las profesoras hacen usos de recursos para complementar sus clases o buscar contenidos que se asocien con ciertos temas que se desarrollan en actos cívicos. Así, los

videos, sitios web, imágenes, comerciales, etc. son contenidos que no solo

influyen en los niños sino también en ellas y en los padres de familia, pues a partir de esos contenidos exponen sus ejemplos y argumentos de lo que piensan; además generan curiosidad en los niños de conocer más esa realidad. Al respecto Orozco (citado en Prieto Castillo, 1996:89) dice que los medios no se dirigen a seres pasivos, incapaces de aportar nada al proceso. Por el contrario, en toda situación de recepción hay modos de leer y de apropiarse, según la historia, las condiciones culturales, la edad, entre otras posibilidades. Es entonces como estas tres instituciones: familia, escuela y medios, como mediadoras y en un trabajo fusionado, han logrado despertar en los niños de la Institución Educativa María Jesús Mejía un deseo de aprendizaje de su realidad, reflexivo y crítico que los lleva a instaurar dichos conocimientos en su vida cotidiana para convertirse en defensores del planeta. Porque así como lo afirma Prieto Castillo (1996) los medios, la familia y la escuela adquieren en sí un papel mediador como comunidades de legitimación del aprendizaje de los niños.

3.4 Percepciones y posturas críticas de los niños frente a la situación del agua La elaboración de juicios u opiniones se plantea como una de las características básicas de la percepción, entendida ésta como: un proceso cognitivo de la conciencia que consiste en el reconocimiento, interpretación y significación para la elaboración de juicios en torno a las sensaciones obtenidas del ambiente físico y social (Vargas, 2007: 48), y al que los niños están expuestos en su diario vivir. Continuando con la información que los niños recogen de su ambiente físico y social la cita que viene a continuación resume las apreciaciones de los niños del Grupo Ambiental, pues analizando las palabras que ellos utilizaban para describir el medio ambiente, se descubre cómo para ellos el medio ambiente es hermoso, bello, agradable, perfecto, donde no tiene porqué haber problemas

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y donde se sienten a gusto estando allí; además, cada uno de los elementos contenidos en éste, son indispensables para la coexistencia. En los juicios de valor

señalan al hombre como

responsable de los problemas ambientales actuales, pero se plantean soluciones y se involucran dentro de ellas. Esteban Peláez, un estudiante de tercer grado, lo describe de la siguiente manera: Para mí el medio ambiente es algo hermoso porque no hay palabras para explicar. Porque si no hubiera el medio ambiente nosotros no existiríamos, entonces los árboles y las plantas nos hacen respirar. Si no existieran, nosotros no existiríamos; y como el hombre ha evolucionado dañando el planeta, entonces ya casi el planeta no tiene nada. Pero sí podemos vivir si no lo dañamos tanto.

En ninguna instancia se puede desligar el concepto de medio ambiente con el del agua, ya que la última hace parte del primero y aporta a la construcción y mantenimiento de éste. Para la mayoría de niños del Grupo Ambiental, existe una relación directa entre estas dos palabras, situando en la jerarquía de valores al agua como la más importante de todas. Para ellos el agua es la fuente de vida, tanto de los demás elementos de la naturaleza como los árboles, las plantas y las flores, como de los seres humanos. De hecho, ellos ponen en relación directa la existencia del ser humano con el agua. "Si no existiera el agua no existiríamos tampoco nosotros, porque entonces estaríamos sedientos y moriríamos, pero si hubiera el agua sí, y por eso es del medio ambiente y está relacionado con las plantas porque las plantas también necesitan agua, y mucho sol". Lo dijo Sofía Giraldo.

La valoración que los niños hacen del agua, se basa en la necesidad del líquido para la subsistencia de las especies, evidencia de ello es cuando experimentan situaciones de escases. "Un día que se fue el agua mi papá, mi mamá y yo estábamos como todos desesperados porque necesitábamos más agua", contó Daniel Mejía. Pero esta valoración es muy general y no deja ver el resto de razones por las que las personas cuidan el recurso, por eso es preciso analizarlas desde lo que se denomina la razón instrumental y la razón valorativa, términos que mencionaron filósofos como Kant, Hegel y Aristóteles: “Para la razón valorativa todo tiene un valor en sí mismo. Por el contrario, para la razón instrumental, como su mismo nombre significa, todo es un medio para cualquier otro medio” (Sánchez, 2008:26). Para este trabajo, la razón instrumental es aquella que mira la naturaleza como un instrumento para lograr fines, como es la supervivencia, saciar necesidades, etc.; la razón valorativa busca la esencia en sí. Aunque la razón instrumental, es

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diferente a la razón valorativa, éstas no se excluyen ni son incompatibles ya que las sociedades se han desarrollado por la combinación de ambas racionalidades. (Ibídem: 29). En la razón valorativa, los infantes opinan que el agua cobra importancia en el valor de la vida tanto de los seres humanos como de todo el planeta; “Para mí, el agua es el centro vital de todo, porque sin el agua casi no hay nada", Samuel Hincapié. En la razón instrumental, el cuidado de este líquido se fundamenta en el ahorro económico, y en que sirve como satisfactor de las necesidades básicas del hombre: “llega mucha cuenta de recibo, el agua hay que cuidarla para uno poder tener agua para bañarse, para hacer los alimentos…”, dijo Óscar Alzate. Otro aspecto importante de resaltar en la percepción de los niños, es que piensan que el agua comienza a escasear por culpa del ser humano, quien no ha cuidado la naturaleza, consecuencia de ello, pronostican serios problemas ambientales. Es así como estos niños se imaginan un mundo catastrófico y caótico si no se toman acciones ahora en el cuidado del agua. “Que si la siguen contaminado se va a salir y nos va a matar a todos y nos va a dar una lección de tanta contaminación ", así opinó Martín Tobón. Las percepciones que tienen los niños del Grupo Ambiental están orientadas hacia el fortalecimiento de una conciencia ambiental que busca soluciones desde ahora para disminuir riesgos futuros que amenacen la vida; además, esas percepciones son el resultado de lo que viven con sus familias, en la escuela y de lo que abstraen de los medios de comunicación. Barbero (2002: 13) afirma que “Estamos pasando de una sociedad con sistema educativo a una sociedad educativa, esto es cuya red educativa lo atraviesa todo: el trabajo y el ocio, la oficina y el hogar, la salud y la vejez”. En sintonía con lo anterior se puede resumir con la frase que dijo María Isabel Henao: El agua es muy importante y me lo dice la profesora con los videos, en los actos cívicos, todo eso; en el computador se ve mucho que cuide el agua; me meto mucho a YouTube y he encontrado ese video que habla de esa carta de ese señor que ve visiones y que dice que se va acabar el agua; también he visto videos de mucha gente pobre que no tiene agua.

En síntesis, las percepciones que tienen los niños del agua tienen que ver con la importancia que tiene este elemento para la vida de todos los seres vivos, un líquido esencial para la subsistencia, el cual sin ella no habría nada. Es decir, no hay nada antes ni después del agua. Y son los humanos

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aquellos que se han encargado de dañarla, contaminarla y explotarla, y sobre todo, poner en juego el futuro de todos. El pensamiento que los niños tienen respecto al agua lo elaboran a partir del reconocimiento: proceso importante involucrado en la percepción, permitiéndoles evocar experiencias y conocimientos previamente adquiridos a lo largo de la vida con los cuales se comparten las nuevas experiencias, lo que permite identificarlas y aprehenderlas para interactuar con el entorno (Vargas,2007:49).

3.5 Las percepciones como insumos de los imaginarios Las apreciaciones que hacen los niños en el apartado anterior sobre el medio ambiente, parten de una realidad concreta; además la forma de percibir no es la misma en todas las épocas, puesto que la realidad es cambiante. De este modo la percepción es una constante construcción de significados en el espacio y en el tiempo; es así como los miembros de la sociedad aprenden esos referentes y los transmiten a las siguientes generaciones (Merleau Ponty citado en Vargas, 1994:49) La realidad que se vive en el tema del agua, como una problemática que compromete al mundo entero, hace que se pongan en evidencia distintos discursos que llevan a los diferentes grupos sociales a reflexionar y a buscar soluciones. En el caso de las instituciones socializadoras como la familia y la escuela, esos discursos se revelan en la transmisión de valores y conocimiento a los niños; en el caso de los medios de comunicación mediante programas y campañas que manifiesten preocupación por el medio ambiente. Esos discursos a los que están expuestos también los niños, no actúa, por separado, sino que cada uno de ellos es un complemento de lo que él percibe, interpreta y manifiesta. Es necesario comprender que cada persona percibe la realidad de su entorno de manera diferente, y es la comunicación la que trasforma esas realidades individuales en realidades comunes y compartidas. De este modo, las percepciones que tienen los niños del agua, y las cuales hemos venido mencionando, se constituyen en elementos importantes a la hora de hablar de imaginarios, término que se entienden como: “La concepción colectiva que hace posible las prácticas comunes y un sentimiento ampliamente compartido de legitimidad” (Taylor, 2006:37-

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38). Desde el constructivismo el imaginario se concibe como “esquemas construidos socialmente que nos permiten percibir y/o aceptar algo como real (Pintos, citado en Gómez, 2001:204). Por consiguiente, el puente entre percepción y el imaginario viene siendo el discurso, pues es a partir del discurso que los niños pueden expresar su pensamiento, llegar a consensos con los demás miembros de un grupo social o colectivo para darle sentido a sus aptitudes, conductas y comportamientos frente a su relación con el medio ambiente. Magariños de Moretín (citado en Gómez, 2001: 197) afirma que “los discursos sociales son los que materializan el imaginario social”. Frente a esta afirmación Gómez (2001:198), hace una mayor precisión cuando dice que “sólo es posible “dar con” y “dar cuenta de” los imaginarios sociales, en, y a través de la materialización discursiva de esos imaginarios en contextos concretos. De esta manera los imaginarios se organizan como una compleja red de relaciones sobre las que se sostienen los discursos y las prácticas sociales. Las percepciones que tienen los niños del Grupo Ambiental sobre el agua, las elaboran a partir de la influencia que ejercen las instituciones socializadoras básicas y de su experiencia propia, se convierten en discursos. Para ellos el agua es fuente de vida, es como el combustible principal que logra mover todo a su alrededor, pero también se ha convertido en causa de problemas sociales. Ellos dicen: “Hay que cuidar mucho las plantas para que pueda haber árboles y todo para podamos respirar muy bien"7, "Si no tuviéramos agua potable no habría con qué bañarse ni con qué lavar los platos", “8La gente no mira que en el agua hay peces, no se fijan... tiran la basura y matan a los peces con todos los desperdicios"9, "A mí me da mucho pesar de esa gente que se inunda y no tienen dónde vivir, hay veces que muestran a los viejitos que no tienen dónde vivir y a mí me da mucho pesar de ellos”10. Éstos niños viven su presente,

lo contrastan con todo lo que sucede a su alrededor, con el

pasado que les cuentan personas mayores o que se rememoran en los medios de comunicación. A partir de allí realizan una evaluación de sus percepciones, se imaginan un futuro, el cual es compartido en la medida en que los niños reproducen las experiencias que otros les cuentan y comparten las que ellos mismos viven. Estas percepciones son el resultado de la información que 7

TALLER DE DIBUJO, realizado el 5 de junio de 2012. Esteban Peláez 9 Sara Atheortúa 10 Catalina Gómez 8

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recogen de la realidad y con la cual guían su conducta, así lo demuestra la siguiente apreciación: “El agua hay que cuidarla porque de pronto en un futuro no puede haber agua, pues más vale que en el pasado la hubieran cuidado", afirmó Mariana Toro. Así Percibir se convierte en

“la

capacidad de recoger la información necesaria para responder eficazmente al propio entorno” (Prieto Castillo, 1985, p: 111). Es así como se pasa de la percepción al imaginario, puesto que se realizan procesos de evaluación de la realidad. Vargas (2007) nos dice que la percepción posee dos niveles de existencia: el consciente, cuando el individuo se da cuenta de que percibe ciertos acontecimientos, cuando repara el conocimiento de tales eventos; el inconsciente, cuando lleva a cabo procesos de selección (inclusión y exclusión) y organización de las sensaciones. De lo potencialmente percibido se lleva a cabo una selección de lo que es importante dentro de las circunstancias bilógicas, históricas y culturales. (…) percibir selectivamente es una capacidad de la especie humana que permite la adaptación de los miembros de una sociedad a las condiciones en las que se desenvuelve. (Ibídem, 49)

Igualmente en los imaginarios, la mecánica de su funcionamiento en la construcción de la realidad procede mediante una dinámica de distinción entre relevancia y opacidad. Según Pintos (2005: 37) la relevancia es entendida como la realidad en el campo de lo existente; mientras que la opacidad es: “lo que queda fuera”, lo que no aparece, lo ocultado u obviado, lo que se pretende que no tenga realidad, pero sin lo cual no hay realidad posible. De esta manera, los imaginarios no están basados en hechos reales, es decir, no son la realidad en sí, pero nos permiten construir imaginar-visiones del mundo, de querer ser, estar, actuar y pensar acerca de la realidad que queremos (Castillo & Naranjo, 2003-2004:147). Así la percepción es la base sobre la que se construyen los imaginarios, éstos a la vez lo son de las representaciones sociales de objetos y hechos concretos. Aunque la percepción está matizada y restringida por las demarcaciones sociales (…) y la habilidad perceptual real queda subjetivamente orientada hacia lo que socialmente está permitido percibir (Vargas, 2007), es este proceso el que nos permite interpretar el mundo. Por su lado, los imaginarios son los que ordenan las secuencias de experiencias que se configuran como matrices de sentido que sostienen un mundo de vida: las creencias, actitudes, y disposiciones mentales atravesadas por valores de una sociedad o un grupo social determinado, en un espacio y tiempo

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determinado (Gómez, 2001:199). De este modo, las percepciones, los imaginarios, como las representaciones sociales, actúan en bucle y se modifican, y cambian con las épocas, “Pero cabe aclarar que los imaginarios son de mayor duración y de mayor universalidad que las representaciones (Castillo & Naranjo, 2003-2004:148). Finalmente, podemos decir que, los diferentes niveles de evaluación de la realidad, entre los que se encuentran: percepciones, imaginarios y representaciones, están en constante interacción, proporcionando así elementos analíticos para dicha evaluación cuya cualificación pone en juego simultáneamente estos niveles. Así los diferentes grupos humanos crean y recrean condiciones de vida que las siguientes generaciones tendrán que afrontar.

Capítulo 4 Imaginarios de los niños: búsqueda de alternativas para el futuro que se aproxima Los niños del Grupo Ambiental desde su nivel perceptivo interpretan y evalúan su contexto. Así quedó demostrado en los resultados de un taller de dibujo que se realizó con el fin de recoger información. El dibujo infantil es considerado una estrategia metodológica porque es utilizado en “Estudios de casos. En los que el investigador escoge unos pocos sujetos y hace un seguimiento en profundidad de los dibujos y de la personalidad y circunstancias que rodean a cada uno de ellos” (Marín, 1998: 18). En los dibujos había presencia de seres humanos, animales y plantas, el sol, las nubes, ríos, basuras, e interacciones del ser humano con el agua y el planeta tierra en general; todos relacionados entre sí, además, con ello dan cuenta del reconocimiento amplio que hacen del contexto ambiental. La información contenida en los dibujos (ver anexos) la abstraen de sus experiencias de la vida cotidiana, de la observación de su entorno, de sus relaciones interpersonales y de los medios de

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comunicación. Es así como de la imaginación emergen una serie de ideas que son de carácter individual, las cuales mediante procesos comunicativos se materializan y adquieren sentido social. Además, el hecho de expresar por escrito o verbalmente, con dibujos, hace más fácil que el niño analice, discuta y razone sobre sus ideas (Cubero, 1993: 53), pues es así como ellos describen lo fundamental que es agua para la vida, los diversos problemas que actualmente enfrenta, la búsqueda de alternativas que ayuden a solucionarlos, y prevén futuros diferentes en caso de que la respuesta por parte de la sociedad sea el compromiso o la indiferencia. Los imaginarios sobre este elemento resultan de “la evaluación del estado actual del recurso del agua y de su comparación con un estado futuro supuesto, así como de la atribución de las causas de esta situación” (Moser, et. al. 2005), y contribuyendo a la trama sobre la cual se edifican y evolucionan las relaciones con el agua. A continuación se desarrollan las categorías encontradas como imaginarios de los niños del Grupo Ambiental.

4.1 Problemas del agua desde la mirada del infante Los imaginarios parten de eventos reconocibles y comprensibles dentro de la concepción colectiva de la realidad, mediante esos referentes aprendidos se conforman evidencias, las cuales según Aguado y Portal (citado en Vargas, 2007:50) posibilitan la acción porque organizan y dan sentido a las experiencias inmediatas al estructurar cultural y socialmente la vida cotidiana. La problemática del agua se puede considerar como una evidencia porque es un problema global y todas las sociedades la reconocen como tal, y porque posibilitan la acción en el sentido de que ya existe movilización por parte de algunos grupos sociales en favor del cuidado del medio ambiente. Los niños del Grupo Ambiental reconocen y manifiestan una preocupación frente a dichos problemas relacionados con la contaminación de los ríos y quebradas, el desperdicio del agua potable, todo aquello que traen como consecuencias la alteración del ciclo natural de la naturaleza y la escasez del líquido. Para ellos la contaminación es causada por diversos factores, la mala disposición que se hace de las basuras, desechos químicos, el gas vehicular; factores que repercuten en la salud humana. "Al nosotros tirar basura a la tierra todo eso se deshace y se vuelve como humo y se sube, y en todas esas nubes grises que nosotros vemos cuando llueve el agua baja contaminada y nosotros tomamos de esa agua”, Catalina Gómez.

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El tema de las inundaciones es muy común entre los niños, puesto que son acontecimientos muy cercanos al contexto colombiano que en los últimos meses ha dejado más de 300 muertos y unos dos millones de damnificados (El Tiempo, 2012). Dicha situación está presente en las mentes de estos pequeños: "Los colchones se van al el fondo del río, entonces se desborda y hay muchos afectados. Estamos afectados por el agua del invierno y por culpa de nosotros", estas son las palabras de Lucas Aristizábal. En los niños también se encontró que los problemas que se presentan con el agua afectan a todo el medio en general, tanto físico como social, puesto que la contaminación de este líquido contribuye al deterioro de la tierra, lo cual trae como consecuencia problemas sociales que afectan la salud y la alimentación, entre otros. Además, al buscar culpables están presentes generaciones anteriores que no supieron cuidar los recursos provistos por la naturaleza, los cuales se escasean aún más en la medida en que generaciones contemporáneas no toman acciones para erradicar los problemas que se viven y las consecuencias que se avecinan: "si el agua se acaba todos nos vamos a empezar a morir; y si cortan muchos árboles nos vamos a quedar sin oxígeno", Pablo Restrepo. Los niños resaltan en sus palabras “la mala cultura del agua” que observan en sus entornos inmediatos, como otro problema que hay que combatir; es entonces como ellos describen acciones que están inmersos en los malos hábitos: “mirá la gente de los camiones, por no gastarse un centavo del pago, cogen y sacan mangueras y empiezan a lavar los carros así, en vez de ahorrar agua y sacar baldaditos", Óscar Alzate. Estos niños toman acciones frente a las malas prácticas que le aportan solución al problema, una de ellas es el dar ejemplo y hacer entender a los otros que lo que se está haciendo está mal. "Desperdiciar el agua para la gente es muy fácil, no es sino dejar la llave abierta y ya. Pero no, eso no. Uno abre la llave y la vuelve a cerrar", Así lo dijo Lucas Aristizábal. Ellos consideran que falta mucho por aprender y hacer. Por ejemplo, cuando en la familia aún no han interiorizado todas las buenas prácticas en favor del cuidado del agua: “En mi casa cuidan el agua, pero les falta un poquito”, dice Mónica Torres. Otro hallazgo significativo es el desperdicio del recurso en la casa, que repercute en el aumento de factura de servicios públicos y ésta es una de las razones por las que se debe ahorrar agua dentro del hogar. Así lo dieron a entender los niños: "el agua viene muy cara, cada día se está

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poniendo más cara y se va acabando", afirmó Tomás Arroyave. En este sentido existe la creencia que si el agua escasea aumentará su costo. Todos esos problemas son consecuencia de las malas práctica que conducen a la escasez del líquido. Este grupo de niños, gracias al desarrollo de su aprendizaje marcan una posición frente a la situación del recurso: “En todo el mundo hay mucha agua, pero es más la salada, y la dulce se está malgastando, y muy pronto no se va a malgastar la dulce sino la salada y vamos a quedar sin agua", dijo Pablo Restrepo.

4.2 La construcción de una consciencia ambiental desde las experiencias cotidianas Es según lo anterior que los niños son conscientes permanentemente de sus acciones frente al agua, porque al tener una sensación de que su futuro se ve amenazado, ellos sienten la obligación de hacer algo al respecto, y esto los lleva a realizar determinadas prácticas que en la medida en que son aceptadas socialmente se van consolidando como imaginarios, los cuales, “estructuran en cada instante la experiencia social y engendran tanto comportamientos como imágenes “reales”, “lo que sea creíble” (…), actuando en el campo de la plausibilidad o comprensión generalizada de la fuerza de las legitimaciones”. (Luhmann citado en Amar, Angarita & Cabrera, 2003: 143) Entre las acciones que más se destacan entre los infantes está el cierre de las canillas del agua mientras se cepillan los dientes y se bañan, no malgastar el agua o contaminarla tirando basuras a los ríos; sino al contrario: recogiendo desperdicios, ahorrando agua, no vaciando muy seguido los inodoros, lavar las puertas y los objetos de la casa con baldes y trapos, en vez de mangueras, entre otras. Uno de los niños de ocho años de edad argumentó lo dicho: "Aunque no se vaya el agua, recogemos baldes y cuando ya estén llenos quitamos el agua de la llave y nos gastamos el agua que ya recogimos", expresó Daniel Mejía. Dichas prácticas son ejecutadas no solo por ellos, sino que intentan involucrar a las personas que están a su alrededor. En el caso de la familia, los niños implementan comportamiento en favor, no solo del cuidado del agua, sino del medio ambiente en general, los cuales, con el apoyo de alguno de sus padres son seguidos por el resto de miembros del núcleo familiar, modificando así los malos hábitos.

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Una vez yo dejé la llave medio abierta, “goteriando”, y mis papás me dijeron que la cerrara bien, entonces yo la cerré, y quedó todavía “goteriando” y yo le dije a mi mamá; entonces la llave estaba mala y la cambió, confesó Camilo García de tercer grado.

Sin embargo, aunque en la mayoría de las familias apoyan a sus hijos continuando el ejemplo de conciencia ecológica que ellos comparten en la casa, existen otros pocos casos en los que no todos los miembros de la familia dan ese apoyo y no siguen de manera consecutiva aquellas recomendaciones y acciones que los pequeños tratan de implementar. De hecho, algunos no siempre aceptan las recomendaciones de los niños. Algunas vececitas los corrijo, porque si los corrijo mucho, entonces ya se enojan conmigo. Es que mi papá es muy palabrero, yo le digo: “creo que lo tenemos que castigar por eso”, y él me dice: ‘¿quiere que le dé una pela?, yo le digo: “no gracias ’, dijo Mariana Toro.

Fuera del plano familiar, cuando observan otras personas que incurren en malos hábitos con el medio ambiente, como botar basura o no cerrar la llave etc., se atreven a corregirlo cuando tienen a lado una personas que los respalde, como el caso de los niños en la escuela que se explicó en capítulos anteriores, en el que recurren a la profesora cuando no son escuchados. Cuando se trata de personas adultas ellos se abstienen de corregirlos porque consideran que podrían tomar mal la recomendación. …he visto gente tirando basuras en ocasiones. Si yo veo, la recojo, pues no le digo a la señora porque ya sería muy… Pero ellos sí tienen que aprender a no tirar la basura. Y yo siempre, por decir, que tengo una basura en mi mano, busco una caneca de esas que hay por ahí y la boto. Yo no la boto al piso, yo prefiero guardarla que tirarla al piso, expresó Catalina Gómez.

La mayoría de los niños afirmaron que no les costaba ningún esfuerzo realizar dichas acciones; al contrario, lo hacen instintivamente, incluso sin pensarlo mucho o divagar en el asunto. Incluso Miguel Echavarría afirmó que le fascinaba practicar lo que había aprendido tanto en la casa como en el Grupo Ambiental: “¡No me cuesta ningún peso!, Es fácil. Eso es de una, ¡Chun!”, aclaró Tomás Arroyave. Todas estas prácticas, tanto los diálogos con las personas cercanas a ellos, como las acciones que ellos mismos ejecutan, y sus actitudes, dan a entender que los niños se toman muy seriamente su papel y que sus actos no son inocentes ni irracionales. Ellos saben cuáles son las causas y las

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consecuencias de sus actos, y por ende saben que al realizar un acto bueno están aportando a la solución de un problema. También significa que ellos no esperan que otras personas actúen, ellos toman la iniciativa como actores y no espectadores ante la situación. Este grupo de niños interioriza esos conocimientos desde las situaciones que a diario viven, pero en este sentido es importante resaltar el sistema de normas que se desprenden desde la convivencia escolar y familiar, como algo que al principio resulta impositivo, pero según la regularidad con que se aplique pasa a ser parte de la cotidianidad.

4.3 El pronóstico del agua según los niños del Grupo Ambiental Todos esos buenos hábitos son el resultado del imaginario de un futuro más bien caótico y negativo, puesto que saben que si las personas no cambian sus costumbres frente al cuidado del agua, sucederán graves acontecimientos para toda la humanidad. Para Samuel Hincapié el futuro sería como “todas las casas destrozadas, remolinos, avalanchas, de todo”. En palabras de todos los integrantes del grupo, describen el futuro así: feo, sucio, contaminado, desastroso, lleno de basuras. En su imaginario está el año exacto en que el mundo se acabará por la falta del líquido: el 2070. Esta fecha es influenciada por los medios de comunicación masivos, con el video “Carta del 2070”, que se mencionó anteriormente y que instauró en ellos una imagen de las apariencias de las personas y de sus hábitos en el futuro, como el hecho de que se van a quedar calvos y que las personas van a aparentar muchos más años de los que en realidad tienen11. En todas las predicciones, ellos anuncian graves repercusiones en todo el planeta, especialmente la vida humana. Dentro de sus apreciaciones de futuro se encuentra la siguiente afirmación: “En unos años no va estar saliendo el agua normal, sino que van a estar vendiéndola de a tarro o de a galones (…) Vamos a estar bien flacos, tirados con la escasez de agua”12, aseguró Óscar Alzate de 5°. Aunque ellos no manejan el término de geopolítica, sí saben que dichas consecuencias traerán guerras entre los países. “Si hay ríos de agua limpia, me imagino los soldados cuidándola y no nos dejarán pasar a coger aunque sea una coca, porque dicen que nos va a tocar bañarnos con pañitos 11

SOCIODRAMA realizado el 6 de junio de 2012 TALLER DE DIBUJO, realizado el 5 de junio de 2012.

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húmedos", dijo Pablo Restrepo. Así mismo saben que las guerras no van a ser por territorios o para extraer recursos minerales, sino por extraer el agua. "en 2070 se va a acabar el agua y las guerras ya no van a ser ni por petróleo ni por selvas, van a ser por agua", aseveró Samuel Hincapié. Al punto que existirá todo un negocio: “La están dañando y traficarla, y todo eso”, también dijo Pablo Restrepo. Todo esto demuestra que los niños saben las repercusiones tan grandes que tiene la falta del agua. También reconocen que si las personas dan un alto en el camino y se hacen conscientes de lo que sucede con el agua, las cosas podrían tomar un rumbo diferente. "Sí sería bueno que la gente cambie, empiece a botar la basura en su lugar, no tirarlas al río y sin malgastar el agua, y así vamos a vivir mejor, ya sin miedo de perderla; ahí sí viviría uno más tranquilo con la naturaleza", contó Óscar Alzate. Si sucede dicho cambio, los niños se imaginan un futuro esperanzador, el cual lo describen con los siguientes adjetivos: bonito, bello, limpio, saludable, sin agua contaminada, lindo, feliz, con muchos peces, natural. En palabras de Samuel Hincapié: "De pronto vuelve a ser como antes, que fue muy bello, con mucha naturaleza”. Ellos saben que el trabajo de todos puede lograr salvar el futuro de toda la humanidad. Así lo expresa Catalina Gómez: “Hasta tal vez si todos pusiéramos un granito de arena, todos pudiéramos salvar el mundo". En la palabras de Mahatma Gandhi: “Tú debes ser el cambio que deseas ver en el mundo” (Leider, 1996: 4). Es entonces cuando se cumple lo que Pintos (2006, 26) afirma en el Teorema Tomas: “Si los individuos definen las situaciones como reales, son reales en sus consecuencias”. Es decir que la realidad no está determinada por los antecedentes, sino por la creatividad de los actuantes.

4.4 ¿Por qué son entonces imaginarios? Los problemas del agua se constituyen para los niños en ideas reconocidas como valiosas, susceptibles de la transformación de los órdenes existentes. Aquí la percepción es el instrumento básico con el que se construyen los imaginarios, ya que se deja por “fuera de campo” determinados fenómenos y se hacen relevante otros (Gómez, 2001:204), Esto se refiere a los términos de relevancias y opacidades que se mencionaban anteriormente. En el caso de los niños los aspectos que cobran más relevancia son los que se relacionan con su contexto cercano; es

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decir, las problemáticas que enfrentan y las acciones que se realizan para reducirlas, pero no quiere decir que las opacidades carezcan de importancia, puesto que ellas son las permiten hacer la distinción y pasar al plano de la relevancia; en otros palabras, son las que permiten distinguir las diferentes realidades. Por otro lado, el hecho de que los niños se expresen, ya sea mediante el lenguaje y acciones su conciencia ambiental, y logren movilizar a grupos de personas, es una prueba más de que sus voluntades individuales materializan el imaginario, el cual según Gómez (2001: 200) “El imaginario social se manifiesta en lo simbólico (el lenguaje), en el accionar concreto entre los sujetos en la praxis social”. La valoración que los niños del grupo ambiental hacen de los problemas y soluciones respecto al medio ambiente les permite tener una proyección de cómo será su futuro, y de acuerdo a éste se despliegan comportamientos y actitudes. “Los sujetos, a partir de la valoración imaginaria colectiva, disponen de patrones espacio-temporalmente definidos para sus juicios y acciones, los cuales incide a su vez en los imaginarios que ejercen como principio regulativo de las conductas” (Gómez, 2001: 201). De este modo, el reconocimiento de los problemas, las soluciones que aportan y la evaluación que hacen de esa realidad, se identifican como imaginarios puesto que logran una movilización tanto de ellos como de las personas con las que interactúan diariamente. Así “el imaginario (…) se organiza como una compleja red de relaciones sobre la que se sostienen los discursos y las prácticas sociales” (Gómez, 2001: 200). Al respecto, Pintos (2006: 38) afirma que es importante que las generaciones con menos experiencia construyan unos imaginarios que les permitan fortalecer su identidad y les siga produciendo sensación de que las decisiones que toma son importantes para su vida y así sentirse partícipes activos de las temáticas sociales.

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Conclusiones No cabe duda alguna después de realizar la presente investigación, que los niños del Grupo Ambiental se preocupan por lo verdaderamente importante de la vida en cuanto a temas ambientales, ya que los adultos están más ocupados por los asuntos urgentes que emergen cada día como trabajar, pagar la cuenta de los servicios públicos y cumplir el resto de obligaciones que, en últimas, no ayudan a lo que es trascendente tanto para el planeta tierra como para el ser humano. Todos estos conocimientos, percepciones e imaginarios del agua son el producto de las interacciones que tienen en la familia, los medios de comunicación y la escuela, las cuales son, en definitiva, instituciones socializadoras básicas que influyen directamente en la vida de los niños, repercutiendo así en las prácticas que ellos ejecuten en su vida cotidiana. Ellas son mediadoras de la cultura, y si lo desean pueden ser además mediadoras en la transformación de sujetos activos en determinados escenarios. En la familia el niño inicia su inmersión en la cultura, y es por eso que sus acciones se ven reflejadas en el grado de consciencia que ésta tiene en el cuidado del agua y de la naturaleza. Los medios de comunicación masivos locales e internacionales, éstos, no solo informan a los niños de la problemática, sino que ayudan a instaurar prácticas positivas en ellos. Además, la escuela, especialmente el Grupo Ambiental, le da la oportunidad al niño de tomarse el papel de gestor ambiental y le delega las funciones para que difunda las buenas prácticas con los demás compañeros. Sin embargo, ellos no se quitan dicho rol, ya que esos hábitos los continúan ejerciendo tanto con sus familias como con su entorno cercano. Y aunque es cierto que se viene trabajando en fortalecer una consciencia ambiental, aún faltan estratégicas mancomunadas por parte de las tres instituciones que fortalezcan esos hábitos, conocimientos y demás, en cuanto al cuidado del medio ambiente. Los niños toman un papel proactivo y diligente para dar una solución de la problemática. Ellos se convierten entonces en actores claves en todo su entorno, puesto que en su cotidianidad aplican constantemente buenos hábitos que son el producto de los imaginarios que tienen del agua, independientemente de que sus familiares o compañeros los apoyen en esta labor.

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Estos pequeños reconocen la importancia del medio ambiente, pero destacan el agua, como elemento generador de toda fuente de vida; sin embargo, respecto a los problemas ambientales realizan una evaluación de una línea de tiempo que compromete: el pasado, respecto a lo que fue el medio ambiente; el presente, los problemas que enfrentan, y el futuro, las consecuencias de cómo será el mundo, que por causa de la intervención antrópica a la naturaleza conllevará, según los niños, a guerras, hambrunas y desnutrición, extinción de la biodiversidad y por lo tanto la muerte del ser humano como del planeta. Todo esto si el resto de la humanidad no opta por cambiar y poner un grano de arena para la solución del problema. Esto es lo que logra movilizar a estos pequeños a realizar buenas acciones que los reivindique con su entorno para que su generación y las que vienen no se vean amenazadas, sino más bien beneficiadas de las acciones que se realicen ahora. Así, dichos imaginarios se irán consolidando aún más, en la medida que los niños logren interiorizar, hacer comunes y legitimas sus acciones. Es entonces como dichos imaginarios son el reflejo de procesos cognitivos que ellos realizan a través de la evaluación de su entorno y de la realidad que ellos perciben, y a su vez conducen a su actuar y al sentimiento compartido de legitimidad. Puesto que cada persona, después de comprender y analizar su mundo según las condiciones de su contexto, lo escenifican en las diferentes situaciones comunicativas, y es entonces como cada imaginario es diferente a la hora de expresar las distintas realidades y que conlleva a “realizar procesos orientados a negociar los sentidos que se manifiestan mediante esas formas de expresar sus mundos”. (García & Naranjo, 2005) Finalmente, las técnicas utilizadas en esta investigación, propias del diagnostico rápido participativo, fueron indispensables en la búsqueda de imaginarios ya que esto facilitó dar con los elementos de la situación comunicativa: actores claves, espacios de interacción, momentos de gran significación, y contenidos de medios de comunicación que influyen y que cobran gran valor en la vida de los niños; además, esto fue lo que permitió en la presente investigación tener una mirada más global de la realidad que los miembros del Grupo Ambiental perciben e intervienen. También la comunicación macro-intencional fue fundamental para corroborar que todos somos productores sociales, puesto que tomamos decisiones y nos dirigimos a un público sin importar la magnitud de éste; así mismo los niños del Grupo Ambiental teniendo como base la comunicación, están logrando la movilización en la familia, en la escuela y todos aquellos espacios donde

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interactúan, pero como se dice anteriormente el compromiso no es solo de estos niños, es de todos.

Recomendaciones 

En cuanto a los imaginarios en general, hay que fortalecer las ideas y acciones de los niños en favor del medio ambiente, puesto que los imaginarios en la vida del niño guían su actuar, y en la medida en que sean seguidos por el resto de personas que estén en su entorno inmediato cobrarán mayor fuerza y movilizarán un colectivo cada vez mayor. Por ende es necesario para que los niños tengan un imaginario más esperanzador del futuro, con respecto al medio ambiente y el agua, que todas las personas, adultos y chicos, profesionales y desempleados, mujeres y hombres, cambien sus hábitos con respecto al cuidado del agua y ayuden a salvar al planeta.

Los medios de comunicación, la escuela y la familia tienen el compromiso de apoyar al niño y generar información que den cuenta de la realidad ambiental que se vive, pero en esta labor deben de ser muy cautelosos en los contenidos que utilizan para dicho propósito, puesto que pueden herir la susceptibilidad del infante y puede causar en ellos imaginarios muy radicales que se limiten a criticar a los que hace las cosas mal; en vez de una conciencia capaz de mediar con el resto de conciencias.

Los medios de comunicación deben ser conscientes que los niños dimensionan la realidad tal como se les muestra, por lo tanto deben crear contenidos acordes para los niños en TV y en la web, medios más visitados por los infantes. Así mismo en vez de hacer hincapié a lo malo, hacer un énfasis en la importancia de las buenas prácticas que deben ejercer los ciudadanos y las personas.

En escuela, las profesoras al buscar contenido para complementar sus clases, que vayan acordes con la edad de los niños.

En la familia, los padres que escuchen a sus hijos, que apoyen sus ideas, que imiten sus acciones cuando vean que son apropiadas para el medio ambiente, porque no estamos en un tiempo en que solo los padres son el ejemplo de los hijos, también los hijos son el ejemplo de los padres.

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Con respecto al Grupo Ambiental, aunque se sabe que es complejo manejar un grupo numeroso de alumnos, se sugiere no limitar el número de los integrantes del Grupo Ambiental, ya que si son varios estudiantes los que conforman dicho Grupo, mayores serán los resultados que se vean tanto en la escuela como en las familias. Así mismo, el esfuerzo de los integrantes para difundir las ideas y los deberes en el colegio será menor, puesto que cuentan con mayor apoyo por parte de todos los integrantes.

Dar una resignificación al Grupo Ambiental, mediante la asignación de un nombre propuesto por sus miembros y la continuación de distintivos que se venían implementando en años anteriores, con el fin de que aumente el sentido de pertenencia, el reconocimiento y la identificación por parte de todos los niños de la institución. De hecho puede realizarse una actividad al inicio del año, antes de la presentación a toda la escuela, donde los niños, con materiales reciclables diseñen su escarapela, uniforme o distintivo.

Los niños de la investigación disfrutaron realizar actividades juntos durante la investigación, tanto con los compañeros de la misma jornada como en la unión de ambas (mañana y tarde). Es por ello que se propone realizar dos actividades al año, en las cuales se reúnan todos los integrantes del Grupo Ambiental de las dos jornadas; y dos actividades al semestre que en la hora del descanso se reúnan los de la jornada respectiva. Puede ser algo lúdico para que ellos aprendan y aprovechen del recreo.

Como la labor de los niños a veces no es apoyada por el resto de sus compañeros, es importante, por sugerencia de las mismas docentes, realizar más reconocimientos y estímulos a los integrantes del Grupo Ambiental por parte de la Institución.

Realizar una labor entre las tres instituciones socializadoras básicas es de suma importancia, pero como dicho trabajo sólo se puede realizar después de que este tema esté en la Opinión Pública y surjan políticas públicas, se sugiere crear espacios de encuentro. para que en conjunto (padres, profesores y niños) inicien un trabajo mancomunado para hacer más pública la voz de los niños en medios de comunicación. Además esa es la manera de involucrar más a los padres con las actividades de Grupo Ambiental, para que la labor educativa continúe también en la casa y permitir que las buenas prácticas de los niños sean hábitos que perduren para toda la vida y sea transmitidos a sus generaciones.

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Noticiero H2O El resultado de la investigación fue un noticiero multimedial realizado con los niños del Grupo Ambiental, el cual se encuentra en el blog: http://imaginariosdelagua.blogspot.com

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Anexo 1. Taller de Dibujo

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Anexo 2.cartografĂ­a social

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Anexo3. Sociodrama

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Anexo 4. Entrevistas

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