LA BELLEZA DE LA ESCRITURA

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VIVIR LA LITERATURA LA BELLEZA DE LA ESCRITURA

Mar Sanz, Mafalda Merlo, Eduard Bartolomé i Marc Uriel


ÍNDICE HISTORIAS DEL RECHAZADO.......4

MI OTRO YO.................................8

DESDE EL FUTURO.......................13

DESDE EL PASADO......................18

POEMAS.....................................23

POETIZANDO CUADROS............28


EL RECHAZADO


LA ALDEA Había una vez, en una aldea de elfos muy muy lejana, una familia que era naranja. Por supuesto, que no era una cosa muy común, ver a una familia de elfos lejana. Entonces, cuando salían a pasear toda la aldea los miraba mal y eran el hazmerreír de la aldea. Hubo un día, que decidieron salir una vez a la semana y no mucho rato. A pesar de que la familia era extraña, todos tenían algún talento. El padre era un excelente carpintero; la madre, era una gran bailarina; el hijo mayor se acordaba de todo lo que le pasaba; y el hermano pequeño, era un extraordinario malabarista. El problema era que, como habían decidido no salir, se estaban quedando pobres. Toman una resolución: salir a la calle y ofrecer a cambio de dinero, clases de lo que se les daba bien a cada uno; un día estaba el hijo pequeño en la calle haciendo malabares, y lo vio un cazatalentos del mejor circo de elfos del mundo. Se quedó alucinando, y le dijo que se fuese con él al circo y que sería el elfo mejor pagado del mundo. Él aceptó y lo anunció a toda la aldea, y desde aquel momento, la gente dejó de faltarle el respeto a esa fabulosa familia de elfos.

Eduard Bartolomé


Documento Nacional de Identidad

Se le cayó el DNI al suelo accidentalmente; y Ana, la peluquera, le recogió el carnet a la dulce chica que estaba peinando. La peluquería,junto con el colmado y el garage,formaban un pequeño hueco en aquellas infinitas calles de Madrid en 1976. Toda la gente de ese pequeño barrio se conocía; e incluso eran frecuentes las cenas y las fiestas entre vecinos. -¿De quién es este DNI,Andy?-preguntó Ana sin darle importancia. Andy se quedó callada mirándose al espejo con un rostro un tanto triste; y rápidamente se guardó el carnet en su bolso. -Será que és el DNI de tu hermano gemelo,¿vedad?-volvió a preguntar Ana. -No... soy hija única. -Entonces todo esto es un error- Afirmó Ana con un tono de preocupación. -No-respondió Andy-no es un error.Verás...siempre he sido una chica como cualquier otra;pero con la diferencia de que yo nací con un cuerpo de un hombre. Por eso,en este documento sale mi foto cuando todavía estaba en mi cuerpo incorrecto. Ana se quedó petrificada. Pero.... Estás operada o…-dijo Ana. -No-Respondió rotundamente Andy-Estoy ahorrando para poder por fin ser quién realmente soy.. Al cabo de uno días,todo el barrio sabía la realidad sobre Andy.Los chicos le llamaban constantemente maricón o bollera, y las mujeres la evitaban a toda costa. En realidad,Ana no tuvo la culpa de lo que pasó: se lo explicó a dos de sus amigas,y ellas escamparon como la pólvora el rumor Y así fué cómo,al cabo de una semana,Andy tuvo que irse del barrio porque no podía más. Se fue a otro barrio de la capit, ,a subsistir hasta que el DNI se volviese a caer. Marc Uriel


LA PRESIDENCIA Aníbal iba vestido con ropa de invierno, hacía mucho frío. Era un chico alto, ni gordo ni flaco, su pelo era rizado y oscuro, ojos marrones, dientes muy blancos que contrastaban con el oscuro de la piel. El chico llegó a Estados Unidos con ilusión de estudiar y llegar a lo más alto, también con ganas de socializar. Llegó en enero, con quince años recién cumplidos. Al llegar, sus padres empezaron a buscar escuelas, no tardaron mucho en encontrarla. En febrero ya iría al colegio. La misión de estudiar ya estaba hecha, ahora que iba a la escuela, pero faltaba la de hacer amigos, por desgracia la gente le miraba mal, con caras de rabia. Se sentía solo y pensaba que nunca lo lograría. Los chicos y chicas del colegio le llamaban esclavo, le decían que volviera a su país, que nunca sería americano, y algunos le esperaban a la salida para pegarle. Tras meses soportando esto día tras día, decidió que no era justo y que tenía que hacer algo. Empezó a buscar amigos, se acercó a un grupo, de chicos morenos, eran los marginados de la escuela y Aníbal se dio cuenta. Se hizo amigo de ellos. Siempre estuvieron juntos, quedaban para estudiar todas las tardes, los fines de semana salían por la ciudad. Pasó un tiempo y cada uno tomó caminos distintos. Él estudió en la Universidad de Columbia, Derecho. También estudió en la Escuela de Derecho de Harvard. Aníbal empezó trabajando de abogado, pero él quería ser algo más, se esforzó y entró en un partido político, finalmente fue elegido presidente de los Estados Unidos. Les cerró la boca a todos sus excompañeros y luchó por los derechos de la gente de color, para que nadie más le hiciera imposible la vida a ningún otro niño o niña.

Mafalda Merlo


LA IMPORTANCIA DEL COLOR DE LA PIEL Había una vez, en esta sociedad tan hipócrita, un señor de piel morena que había llegado recientemente a España. Tenía papeles, por lo tanto era totalmente legal. Vivía en un piso de treinta metros cuadrados y no iba muy bien económicamente, le faltaba dinero. Un día decidió buscar trabajo. Se presentó a tres entrevistas para trabajar de camarero en un bar. Pocos días después le dijeron que no lo habían contratado. Él ya se pensaba que encontrar trabajo no le resultaría nada fácil, pero lo que no se esperaba es que serían tan injusto con él. En todos los sitios lo reemplazaron por personas de piel blanca, porque daban una imagen más confiable que no una persona de fuera y encima “negra”. Pasaron días sin encontrar trabajo hasta que al final le quitaron la casa por no pagar el alquiler y todas las deudas que debía. Ya no tenía ni dinero, ni comida, ni un techo debajo el cual dormir. Iba como un vagabundo caminando de noche y de día solo por las calles. No tenía familia, ni amigos, y tampoco podía volver a su país porque lo matarían. Se sentía realmente como una persona rechazada, que no la quieren en ningún sitio. Finalmente, por unas calles bastante estrechas, encontró un restaurante donde buscaban camarero. Al entrar, su estado de ánimo cambió de repente y una sonrisa se le dibujó en la cara. El motivo de eso fue ver que el jefe de ese local era una persona de su mismo país. Preguntó sobre el sitio de trabajo y el señor lo contrató al instante. Al fin había encontrado un buen lugar donde trabajar, el cual le daría un posible futuro sin sentirse rechazado.

Mar Sanz Serra


MI OTRO YO


EDUARD Y YO Por un lado está Eduard, o Edu como le llaman todos, y después estoy yo. Él, frente a los demás da una imagen de persona abierta, amable y graciosa. Y luego, vuelvo a estar yo, en solitario, introvertido, a veces tímido, y más relajado. Mientras él está jugando al fútbol con sus amigos, yo estoy jugando a la consola o con mi gato. Si él se relaja, yo le hago ponerse las pilas para apretar un poco más, sobre todo en los estudios. En definitiva, él está divirtiéndose y yo soy como un regulador para ponerlo en su sitio.

Eduard Bartolomé, 3D


Mar y yo Podría decir que yo soy dos personas muy distintas a la vez. Mar es una chica que se muestra segura de sí misma hacia los demás. Es graciosa y divertida cuando ya ha cogido una cierta confianza con los de su alrededor. Le encanta conocer gente nueva. También es amable, intenta ayudar en todo lo que puede; responsable y constante. Se le da bastante bien estudiar, es muy aplicada. Le encanta pasar tiempo con sus amigos y salir de fiesta con ellos. Es muy deportista, hace natación y entrena todos los días de la semana. Mientras que yo no soy una persona segura de mí misma, muchas veces no confío en mí. En situaciones críticas soy muy negativa, solo veo el lado malo de las cosas. No me gusta nada estudiar, lo hago porque quiero tener un buen futuro. Nunca falto a ningún deber escolar, aunque me tenga que ir a dormir a las doce de la noche. Siempre acabo estudiando un día antes del examen, por mucho que intente hacerlo dos o tres días antes no puedo, no me concentro. Soy muy sensible. Me gusta pasar tiempo en casa con mi familia y estar los findes de lluvia tumbada en el sofá sin hacer nada. Mar es la que en el día a día se esfuerza constantemente y consigue todos los objetivos que yo le propongo.

Mar Sanz


MAFALDA Y YO Mafalda al principio parece una chica antisocial, porque no habla mucho con la gente. Cuando tiene confianza es divertida y pierde toda la vergüenza, le gusta que la gente se lo pase bien con ella. Cuando le piden consejo o pasa algo grave no sabe qué decir, yo creo que tiene miedo de dar alguno y que no sea bueno, o de decir algo malo sin saberlo y perjudicar a esa persona, o simplemente que le digan que no sabe nada. Mafalda siempre tiene que tener la razón, eso dice la gente, pero yo creo es que ella siente que la tiene de verdad, si no la tiene lo admitirá; por ejemplo, ella se ubica muy bien en todos los sitios a los que va, sabe ir y volver a todas partes, cuando la gente le dice que no o la lleva por un lugar más largo pensando que está bien, le da mucha rabia. Cuando alguien le dice algo sobre ella lo piensa mucho, si es algo sobre su comportamiento y a ella tampoco le gusta lo intenta cambiar, pero si es algo sobre su físico, puede que se quede pensándolo un poco, pero luego se le olvida.

Mafalda Merlo 3rº D


Marc y yo Yo y Marc somos chicos que por fuera tenemos mucho parecido: piel blanca, ojos azules y de aspecto alegre. No obstante, por dentro tenemos algunas diferencias que hacen imposible una relación amistosa de verdad: Marc siempre llega a los sitios y empieza a hacer tonterías y a hablar con gente que ha tenido previamente problemas y que realmente no le cae bien. Yo, por otro lado, llego con más tranquilidad e intento analizar el panorama para poder conversar con las personas que me puedan aportar más experiencias positivas. Marc es una persona superficial, predecible y un poco pesada, mientras que yo procuro siempre ser una persona un poquito más coherente e interesante (en el buen sentido). Por ejemplo, a Marc le gusta siempre hablar con la gente popular de temas absurdos, como cuál es la mejor forma de perder la virginidad.A mi, en cambio, me gusta hablar con gente no tan guay de temas más serios que te pueden aportar más inspiración a la vida. A Marc le gusta ligar con las chicas (o lo intenta), mientras que a mí me apetece más no estar condicionado por una mujer y comentar lo ridículo que son todos los temas de ligueteo y noviazgos. A cada uno le gusta, también, aparentar una cosa distinta en cuanto la ropa. Mientras a Marc le gusta vestir camisetas y sudaderas con un gran logo de su marca, a mí también me gusta vestir camisetas frikis de mis series favoritas (aunque reconozco que las sudaderas y las camisetas de marca también me encantan). Pero la diferencia más grande entre nosotros dos es que tenemos una distinta visión del mundo; a él solo le importan los grandes momentos de la vida, mientras que a mí me gusta disfrutar los pequeños placeres de cada día. Lo malo es que con Marc lo he de compartir absolutamente todo:la ropa,la habitación, el cepillo de dientes ... . Ah! y la misma persona.

Marc Uriel


EL FUTURO


Tiempo Libre Llevo ya cuatro meses estudiando como vivían nuestros antepasados, y puedo asegurar que desde que salí de la máquina del tiempo en la que viajé no paro de sorprenderme más y más. Pero lo que más me ha trastornado ha sido que siempre hemos tenido una visión del siglo XXI que no es ni por asomo la verdadera. Siempre nos han explicado que la gente del pasado tenía menos cosas y era más feliz, pero es todo lo contrario. Me explico. Aunque no tenían coches voladores ni televisión en veintitrés dimensiones, tenían unos aparatos prehistóricos muy aburridos, frente los que la gente estaba horas. Incluso he podido ver que en ese periodo se empezaron a diseñar los actos vandálicos por la web que en el siglo XXXII son tan crueles y comunes. Pero en el día de hoy quiero contar algo que he vivido de forma real y no en frente de una pantalla. Hoy me he tomado el día libre para poder conocer como se divertían nuestros antepasados. Primero de todo he podido visitar lo que ellos llamaban campo de futbol. Se trata de una especie de teatro inmenso en el que en el medio hay un césped; rodeado por miles y miles de gradas. Picado por la curiosidad, he querido entrar a ver que tipo de espectáculo se ofrecía. La entrada era proporcionalmente carísima, pero ni eso ha impedido que centenares de personas acudieran al evento. Cuando me senté en mi correspondiente grada me sentí muy extraño: la gente comía pipas y tiraba las cáscaras en el suelo! Pero lo más fuerte fue cuando empezó el espectáculo. Salieron dos equipos rivales, cada uno con la correspondiente ropa, y empezaron a correr detrás de una pelota con tal de meter esta en una portería hecha de metal y cuerdas. El balón lo tocaban con los pies. Aunque había veces que levantaban la pelota de una forma especial, fue la experiencia más extraña y aburrida de mi vida. Además la gente apoyaba a su equipo favorito con gritos y con banderas con símbolos peculiares; que creo que representaban el mismo equipo. Toda la experiencia fue tan estresante que decidí marcharme en cuanto pararon al cabo de cuarenta y cinco minutos. Cuando llegué a mi refugio, busqué más información sobre este tipo de show al que llamaban futbol. Me enteré que era superimportante en las vidas de esa población. Había camisetas, carteles y figuras por todas partes de ese espectáculo. También había una serie de normas dedicadas especialmente a ese show. Pero lo único que me pareció muy triste de ese espectáculo fue que los participantes cobraban millones y millones de euros (que era el tipo de moneda que tenían en la época) mientras había gente que se moría de hambre. En fin, en el día de hoy he podido descubrir de primera mano como se divertían nuestros antepasados. Personalmente creo que es un tipo de entretenimiento muy aburrido, pero no hace daño a nadie, así que si se divierten y los hace feliz que vayan al campo de futbol ! Marc Uriel


La evolución no cabe en nuestra imaginación Aquella noche, un miércoles de Enero del año 2234, el abuelo me explicó que hace siglos la gente se transportaba con un vehículo al que le llamaban coche. Con eso hacían viajes largos y cortos y funcionaba con un líquido extraño, la gasolina, cosa que me ha dicho el abuelo que era muy mala para el planeta. Yo pienso que es una pérdida de tiempo porque ahora existe un tipo de vehículo al que le llamamos nave. Esta nave puede volar e ir de un sitio a otro mucho más rápido. Además funciona con hidrógeno, por lo tanto, consume muy poco, no consume casi nada y lo más importante, no contamina el aire de la Tierra. Por mucho que me guste más ir en nave, siento curiosidad por la vida de antes y por probar un coche de esos que van por tierra y no por aire.

Mar Sanz Serra


DESDE EL FUTURO

Aitor sacó del sótano de su casa un instrumento con lentes, espejos y varios objetos los cuales agrandan lo que ve y Aitor se impresiona. Va corriendo hacia su abuelo y le pregunta: -¿Abuelo, que es este trasto? Y él le responde: - Esto es un telescopio que usaba cuando era joven para ver las estrellas. -¿Las estrellas no se miraban con el móvil?- dice Aitor. Y finalmente responde el abuelo: -No, antes se veían las estrellas con este aparato. Era mi pasión. Ahora todo ha evolucionado demasiado deprisa y no se tienen en cuenta las cosas del pasado.

Eduard Bartolomé


Viaje desde el Futuro Hola, vengo del 2144, he encontrado una máquina del tiempo en una habitación de hotel, la cual he alquilado unos días, y he decidido probarla, escribiré todo lo que pase aquí. Estoy en el 2021 y también muy cansada por el viaje, voy a descansar. He despertado en una habitación de hotel, es muy rara, tienen una carta de comida hecha de papel, el tacto es bastante raro y me he hecho una herida con el borde. También he encontrado un teléfono con el que puedes llamar a recepción, pensaba que ya usaban la comunicación por ondas. He salido de la habitación, había gente limpiando las habitaciones, gente de carne y hueso. El desayuno ha sido normal. He ido a una escuela, qué arcaico. Usaban papel, libros hechos de papel, y cosas a las que llaman lápiz, bolígrafo, regla, subrayador, goma… Todo esto en una mochila enorme, con lo fácil que es llevar el holograma en el reloj. Y lo más impresionante es que tienen mujeres y hombres gritándoles para tratar de formarlos. Están seis horas ahí metidos y esas personas les mandan una especie de tarea para hacer por las tardes, como si no tuvieran más vida. Por la calle se mueven con coches y transporte público con gasolina, nada eléctrico, solo el tranvía. Me voy al hotel a meterme en la máquina y marcharme, ya no aguanto más aquí. Mafalda Merlo 3rº D


DESDE EL PASADO


El reencuentro inesperado Mis bisabuelos vivieron la Guerra Civil. En ese momento tenían dos hijos y la madre trabajaba en una carnicería, mientras el padre luchaba y combatía a favor de la República. Un buen día vino un sargento a casa de mi bisabuela y le dijo que su marido había muerto en el combate y que no habían podido encontrar su cuerpo. Cuando la mujer oyó eso, cayó al suelo derrotada por el dolor. Estas cosas antes pasaban frecuentemente, le podía suceder a cualquiera porque eran tiempos difíciles en los que luchaban hasta niños pequeños. Pasaron los días y la gente se moría por falta de recursos. Mi bisabuela estaba en una situación muy crítica, tenía que dejar a sus hijos pequeños todo el día solos en casa para poder ir a trabajar, no tenía suficiente dinero para comprarles ropa y comida, muchas veces se llevaba de la carnicería restos de carne que la gente no quería para poder cenar y comer algo, y además, las calles no eran seguras, las bombas acechaban de vez en cuando. Un año después llegó Franco y gobernó toda España, allí se acabó la Guerra, que desencadenó una gran crisis económica. Un día, mientras mi bisabuela estaba trabajando en la carnicería, se escucharon unos gritos por la calle. Ella se asomó para ver lo que pasaba y un hombre se le cruzó corriendo a toda prisa. No obstante, le dió tiempo a mirarle a la cara y reconoció perfectamente el rostro de aquel señor, ¡era su marido! Gritó su nombre y él se paró en seco como si hubiera visto un fantasma. Se giró y enseguida se le llenó la cara de pequeñas lágrimas y fueron a abrazarse. El hombre le contó todo lo que había vivido, le dijo que él y unos cuantos hombres más habían estado perseguidos por militares todo este tiempo y se habían tenido que esconder entre las montañas para no acabar ejecutados. Al acabar la guerra mis bisabuelos tuvieron tres hijos más y trabajaron en una fábrica metalúrgica, donde fabricaban, entre otras cosas, materiales para la costura (dedales, agujas, tijeras…).

Memorias de mi bisabuela Rosa Maria, 1930 Mar Sanz Serra


LA GUERRA Aproximadamente en el 1935 mi abuela Isabel y sus hermanos y hermanas vivían en un pueblo llamado Santibañez de la Sierra, a una hora de Salamanca. Ella tan solo tenía cuatro años, en cambio, su hermano Evaristo ya era un adolescente. Franco estaba al mando del Estado en ese momento, mandó a Evaristo a la guerra, a la ciudad de Teruel. Mi abuela lloraba mucho, ya que no sabía la situación en la que se encontraba. Él, mientras estuvo allí, pasó mucha hambre. Evaristo se escapó y volvió al pueblo, echaba de menos a su familia, y estaba cansado de luchar. Cuando llegó a casa, por una parte, mi abuela estaba feliz de volver a verle sano y salvo, pero por otra, estaba sorprendida y aterrada al ver que su hermano estaba calvo y herido de metralla en la cabeza, en ese momento dijo: -Esos canallas “brabantes”- porque como era muy pequeña no quería decir bribones. Evaristo tuvo que volver rápidamente al frente, porque si se daban cuenta de que había huido le matarían. Finalmente el chico falleció abatido en la guerra, igual que mucha gente del pueblo. La última vez que mi abuela vio a su hermano vivo fue en aquella escapada que hizo.

Memorias de mi abuela Isabel, 1932. Mafalda Merlo 3rº D


El Baile Ahora quizá la vida es más fácil, pero los jóvenes cómo tú, Marc, siempre habéis pensado que la vida del pasado era mucho más aburrida y dura. Yo, con mi experiencia, sí que puedo asegurar que la vida en los años cuarenta fue difícil; o por lo menos lo fue en mi humilde barrio de Sants. Pero lo que también puedo decir de mi infancia es que no fue para nada aburrida. No teníamos ni móviles ni tanto dinero, pero nos los pasábamos muy bien. La gente del barrio se conocía mucho más que ahora, y todos los niños jugaban con la pelota en la plaza del mercado. En fin, creo que la vida en los años cuarenta fue mucho más intensa que la de hoy en día. Cuando llegué a la estación fui corriendo a buscar el billete que me llevaría a Castelldefels para pasar el fin de semana. En ese pequeño pueblo vivían mis tíos y mi prima. En ese entonces mi tía, que era la hermana de mi madre, estaba pasando un duro momento de su vida. Su segundo hijo acababa de morir de la rabia que le infectó un perro callejero cuando iba en su bicicleta. Así que en casa de mi tía siempre había una especie de nube negra que llenaba el hogar de tristeza y melancolía. No obstante, yo era una persona muy alegre y divertida que a menudo explicaba chistes e intentaba esparcir un poquito esa dichosa nube que tanto afectó a mi familia. Así que mi tía siempre le pedía a su hermana que me enviase a Castelldefels para poder pasar unos días un poquito más amenos conmigo. Además mi tía aseguraba que yo era una de las únicas personas que podían alegrar a su hija Isabel. Así que ese día mi madre me dio cinco pesetas para poder coger el tren rumbo al pueblo. Yo en ese entonces tenía 17 años, pero lo que no sabía era que al cabo de horas experimentaría uno de los momentos más mágicos de tota mi juventud. Así pues, al cabo de una hora de tren llegué a la estación de Castelldefels. Me acuerdo que ese día llevaba un vestido estampado hecho por mi madre y una maleta con mi muda para el segundo día. Allí me esperaba mi tío con su moto. Mi tío era un hombre alto y fuerte que, aunque un poco complicado de carácter, muy trabajador. Toda la gente del pueblo le apodaba el sesenta. El apodo le venía porque con su preciada moto circulaba por la carretera que comunicaba Barcelona con Castelldefels a la velocidad máxima que ese artilugio podía alcanzar. Después, cuado llegaba al pueblo, comentaba a todos sus vecinos cuanto corría su moto. Así que se le quedó el apodo del sesenta. Ahora miras atrás y te acuerdas de que una moto soló podía alcanzar los sesenta quilómetros por hora…. Cuando llegué a casa de mis tíos me esperaba mi tía e Isabel. Estuve un rato conversando con Isabel y luego llegó la hora de comer. Mi tía había preparado sus típicos canelones de carne. Puedo decir que en mi vida he comido muchos canelones, pero ningunos tan buenos como los de mi tía. Por la tarde fuimos a dar un paseo por el pueblo. En ese entonces Castelldefels era un pequeño pueblo, que destacaba por su juvenil ambiente y por su vida nocturna. Pero esa experiencia tan maravillosa ocurrió esa misma noche. Isabel, mis tíos y yo nos arreglamos con nuestros mejores vestidos y nos fuimos al baile de esa noche.


En Castelldefels, todos los bailes y demás celebraciones se convocaban en el pabellón que había en el centro del pueblo. El establecimiento constaba de la pista central rodeada completamente por los palcos. Mis tíos alquilaban cada año un palco para poder disfrutar de ese recinto de ocio que hacía tan felices a los jóvenes y los no tan jóvenes que acudían. Me acuerdo perfectamente de entrar al baile por una entrada especial. Yo, después de dejar mi abrigo y mi bolsita en el palco, me fui directamente a la pista a bailar esas maravillosas canciones de Frank Sinatra. La dinámica del baile era la siguiente: Las chicas debían coger un papel y un bolígrafo para apuntar a todos los chicos que deseaban bailar con ellas. En otras palabras, cada chica tenía su propia lista de espera de chicos, y cada cierto tiempo ella debía de atender al siguiente muchacho que había estado esperando. La verdad es que yo baile durante horas hasta que apareció él. Se trataba de un chico alto y guapo con los ojos azules y un cabello largo y castaño. Se dirigió hacia mí y me dijo: -Apúntame a tu lista, guapa. Ah, y después de mí no apuntes a nadie más... -Vale- le dije yo I lo que hice después fue sencillamente atender a los otros chicos rápido para poder estar con él. En el momento que lo llamé y empezamos a bailar fue algo mágico. Incluso la canción de My Way me pareció que tenía una letra diferente; aunque no la entendía porque estaba en inglés. Pero toda la magia tiene un final. Al cabo de unos minutos mi tía se me acercó con un rostro preocupado y me dijo que nos teníamos que marchar porque mi tío, que hacía un rato que había marchado, había tenido un leve accidente de moto. Así que me dirigí a él y le dije: -Ya has oído a mi tía; me he de marchar -Vale, no hay problema. Que nos volvamos a ver- respondió él besándome la mano. Y así fue como debuté yo en el amor, en un baile de pueblo con un hombre que no volví a ver en todo el verano. Así que, Marc, te voy a dar un consejo. No quieras anticipar el amor. Este te aparecerá en diversas ocasiones cuando menos te lo esperes en el lugar que menos te esperes. Marc U.


POEMAS


TIC TAC Pasa el viento Pasa el calor Pasa el tiempo Pasa el olor Estamos aquí en el punto de partida y cada vez se acerca más la salida.

Mafalda Merlo 3º D


COMO UN ÁRBOL Estoy solo en una esquina, como un árbol sin resina. A nadie tengo que me acompañe, como un árbol en plena calle. Solo veo oscuridad, ahora tengo que buscar una chispa de felicidad.

Eduard Bartolomé


¡INFANCIA!

Aún me acuerdo cuando yo era pequeña, siempre estaba jugando con las muñecas, ayudaba a mi abuelo a cortar leña y visitaba todas las bibliotecas. Todos los domingos iba a casa de mi abuela y me enseñaba a hacer pasteles de canela. Con ella salía a pasear por el campo por donde cantaba como un pájaro. Mi padre me enseñó a ir en bicicleta y mi madre a hacerme bien la coleta. Esta fue mi dulce infancia, sol, campo verde, suave aire, cristalina agua

Mar Sanz Serra


Hacia una vida Mejor

Te regalamos. Como se regala una prenda o una taza Como se ofrece un pato en un mercado chino. Hubo aquella amiga de la amiga, con ganas de quedarse con mi mascota, de poder tenerlo en sus brazos, de darle otra vida en ese verde campo en que vivía. Pude recordar los buenos momentos con él, los arañazos y las mordidas de ese año y medio; pero también su dulce pelaje al acariciarlo Y los ratos en que se dormía a nuestro lado en el sofá. Y lo llevamos a ese campo. Pude ver por el retrovisor de mi coche el momento de la entrega. Otra alma, otro olor y otro ambiente se sentía en mi hogar. Entre el constante rumor de mi ciudad, solo sé que estoy sin ti Buscaré un mercado, uno cualquiera, para vender mis culpas. Y mi pena.


POETIZANDO CUADROS


LA BAÑISTA DE VALPINÇON

En el cuadro hay una bañista, con una gran belleza, se sienta con suma delicadeza. Tiene la espalda con volumen y forma, con luz y color, y en ella hay mucho amor.

Eduard Bartolomé


LA PERSISTENCIA DE LA MEMORIA Amanece la tierra y el tiempo quieto esta, cansado y agotado De tantas vueltas dar. El sol que salió a quemar empieza derritiendo las horas Y derritiendo el tiempo.

Mafalda Merlo 3º D


LA MUJER DESCALZA CON SU VESTIDO BLANCO

Ella caminaba, caminaba descalza, Con un vestido blanco Miraba el agua. Como si hubiera visto un pez, Como si hubiera visto una flor, Miraba el agua. Ella caminaba, caminaba descalza, Con un vestido blanco Que se reflejaba en el agua.

Mar Sanz Serra


LA SONRISA DE LA MONA LISA

¿Quién eres? ¿Qué enigma habita en tu lienzo? A quién se cruza con tu mirada, para siempre lo embrujas. Como si tú, Mona Lisa, tuvieras un secreto, que solamente tú conoces, y únicamente a ti pertenece. Isabela Higuera


Tristeza Dos mujeres con infortunados rostros, desesperados y tristes. Dos hermanas en el oscuro y tenebroso edificio marginal, hablan sin palabras; solo con la mirada y con el roce de sus velos. Telas negras recubren todo el cuerpo, como si estuvieran recubiertas de dolor, desesperación y miseria. Dos mujeres hablando con sus ojos que apenas se miran. Dos hermanas sufriendo en ese barrio de París, donde solo llega la pena, la melancolía y la oscuridad. Marc U.


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