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El año que termina se destacó por el afianzamiento de las actividades que FADAM viene desarrollando desde hace décadas y por la consolidación de nuevas iniciativas impulsadas en los últimos años. Las reuniones mensuales —ininterrumpidas— con delegados y amigos de las distintas Asociaciones de Amigos, pertenecientes o no a FADAM, alcanzaron una presencia cada vez más significativa, conformando un “elenco” estable de participantes que crece y se fideliza mes a mes.
Sostuvimos, además, nuestro objetivo central: realizar estos encuentros en museos que han renovado sus propuestas, que son menos frecuentados o que abren nuevas perspectivas patrimoniales. Así, este año visitamos el Museo del Holocausto, el renovado Museo Nacional de Arte Oriental en Galerías Pacífico, la Manzana de las Luces, el Museo Escenográfico “La Botica del Ángel”, y el Teatro Nacional Cervantes —donde se realizó la Asamblea—, entre otros espacios.
Otro logro fundamental fue la puesta en marcha de un proyecto de capacitación novedoso, tanto por su temática como por la alianza institucional que lo hizo posible: la Subsecretaría de Patrimonio Cultural y Museos, la Asociación de Amigos del Museo Nacional de Bellas Artes y FADAM. Se trató del taller online “Museos+01”, destinado a miembros de las Asociaciones de Amigos y personal de museos, enfocado en la identificación de públicos, estrategias de comunicación y herramientas para difundir actividades. El programa culminó el 10 de noviembre con un encuentro en el foro “Los Museos en el Medio”, organizado por la Asociación de Amigos del MNBA, y finalizó con un cocktaildonde se fortalecieron los vínculos entre nuestros asociados, los equipos de los museos y los funcionarios públicos.

En el plano internacional, FADAM profundizó su presencia en la Federación Mundial de Amigos de Museos (WFFM). Integrantes de nuestra institución participaron de la Asamblea y formamos parte de varias comisiones de trabajo establecidas por la nueva Comisión Directiva de la WFFM. Esperamos que la participación siga creciendo en 2026, tanto en el encuentro anual que se realizará en Atenas como en los grupos dedicados a ampliar membresías, generar beneficios para las federaciones y promover nuevos socios individuales, así como la obtención de fondos. En el encuentro en Atenas también se festejarán los 50 años de la Federación Mundial.
Este año, además, FADAM logró un hito: incorporar por primera vez a un coordinador joven que articula las actividades destinadas a nuevas generaciones y establece puentes con los grupos juveniles de la WFFM. Las visitas privadas a museos y a talleres de artistas están generando entusiasmo y atrayendo a jóvenes que antes no encontraban canales claros para acercarse a nuestras propuestas. La meta es seguir ampliando este espacio y poder contar con la participación de jóvenes argentinos en la reunión de la WFFM en Atenas.
Con estos avances, renovamos nuestro compromiso con la misión que guía a FADAM desde sus orígenes: apoyar, vincular y fortalecer a las Asociaciones de Amigos de Museos de todo el país, promoviendo nuevos públicos, nuevos diálogos y nuevas oportunidades para el patrimonio cultural.


En el desenvolvimiento de la museología nacional se venía destacando el Dr. Enrique Udaondo, director del Museo de Luján y fue a él que recurrieron en 1930 los primeros inspiradores de la idea de organizar un museo en Santa Fe.

La década de 1930 fue decisiva en el desarrollo museológico en la Argentina, proceso que venía creciendo desde la anterior. Se fueron multiplicando los emprendimientos y ampliándose los criterios rectores de su organización, superándose el mero coleccionismo, la smple motivación patriótico-tradicionalista y la selección elitista de los materiales.
La provincia de Santa Fe no fue ajena a este proceso, en el que se combinaba cierto empeño preservacionista patrimonial con un criterio urbanístico modernizador. De esta forma surgieron dos museos históricos promovidos por particulares y creados por el gobierno, uno en Rosario y otro en la capital, ambos asociados a grandes espacios verdes.

Sala de muestras temporarias.
El “parque del sur” fue inaugurado en Santa Fe en diciembre de 1940 y el decreto de fundación del Museo es del 10 de septiembre del mismo año, lo que no dejaba de ser contradictorio, ya que para concretar el proyecto fue preciso demoler edificaciones antiguas en un área de varias manzanas.
En el diseño del arquitecto Ángel Guido(“Gran Parque y Centro Cívico e Histórico Monumental” de 1939), que no llegó a concretarse y que se vertebraba en torno a un gran monumento dedicado a la Constitución Nacional, estaba prevista la construcción de un Museo Histórico al oeste, geométricamente dispuesto en relación con la Casa de Gobierno y el Convento de San Francisco. Pero, finalmente, se decidió preservar lo que quedaba en pie de la antigua casona de los Diez de Andino, cuya construcción se remonta, en parte, a finales del siglo XVII, y transformarla en sede del Museo, inicialmente compartida con otra repartición provincial.
En el desenvolvimiento de la museología nacional se venía destacando el Dr. Enrique Udaondo, director del Museo de Luján y fue a él que recurrieron en 1930 los primeros inspiradores de la idea de organizar un museo en Santa Fe. La respuesta fue alentadora, informandoUdaondo que, precisamente, había presentado un proyecto al Congreso de la Liga Patriótica Argentina en el que proponía la creación de museos regionales en el interior del país.
Esta temprana iniciativa, que no prosperó, estaba alentada por integrantes del Centro Juventud Católica de la Iglesia Matriz y era su referente el entonces estudiante de Derecho José Gustavo Doldán, a quien secundaban Samuel Gasparotti y Hugo Romero. Aunque los impulsores de la idea imprimieron volantes y solicitaron donaciones, prevalecieron las dificultades (Udaondo las advertía en su respuesta) y el proyecto, que preveía como sede
la mal llamada “Casa de la Virreina” (Casa de los Aldao) quedó en la nada.
Fue el historiador José María Funes, director del Archivo Histórico desde 1936, quien comenzó a reunir objetos antiguos y los dispuso en vitrinas en el salón principal de su repartición. Difundió en la prensa su iniciativa y sumó donaciones de familias tradicionales, a la vez que gestionaba ante el gobierno la organización de un Museo, logrando de esta manera el Decreto de 1940 que creaba la nueva entidad que sería dirigida por una Comisión Honoraria que presidiría el numismático y estudioso José María de Iriondo, hermano mayor del gobernador. Lo
acompañaría Manuel Cervera, presidente de la Junta Provincial de Estudios Históricos; Julio Marc, director del Museo de Rosario; Agustín Zapata Gollán, a cargo del Museo Etnográfico y José María Funes, en su condición de director del Archivo.Como Ir5iondo falleció en noviembre del mismo año, pasó a ocupar la presidencia de la Comisión el doctor Funes, verdadero impulsor de la iniciativa, quien fue reemplazado como vocal por Clementino Paredes. La secretaría fue asumida por uno de los promotores del proyecto de1930: Samuel Gasparotti.
El nuevo organismo estaba falto de todo en los primeros tiempos. La guerra mundial, en


pleno desarrollo, afectaba las rentas provinciales y los recursos eran mínimos. Se compartía el edifico y no había personal ni se contaba con vehículo. Los gastos inevitables y las primeras adquisiciones corrían por cuenta de Funes, ya que por tres años el Museo no figuró en el presupuesto. Hasta 1943 su patrimonio era poco significativo, pero fue entonces que llegaron las primeras donaciones importantes. La colección de arte sacro del Colegio de los Jesuitas, los objetos personales de Estanislao López, entregados por su bisnieto del mismo nombre, más otros aportes relevantes de Raúl Pujato y Manuel de Iriondo, otorgaron al Museo suficiente entidad como para que fuera inaugurado oficialmente el 30 de abril de ese año. Al día siguiente concurrió y firmó el libro de visitas, el presidente de la República Dr. Ramón Castillo y varios gobernadores de provincia, reunidos en la ciudad por los noventa años de la Constitución Nacional.
El Museo tuvo un importante desarrollo en los años siguientes. Pasó a ocupar la totalidad del edificio, amplió sus colecciones, incorporó personal y organizó muestras especiales, como la de recuerdos de Santa Fe la Vieja y platería colonial (13 de noviembre de 1944), la de libros antiguos, abanicos y miniaturas (14 de noviembre de 1946) y la de pinturas antiguas y porcelanas (7 de junio de 1947), esta última inaugurada con motivo de la ocupación de nuevas salas. En 1948 y 1950, se publicaron los dos tomos del “Álbum”, que contienen su historia institucional y referencias a sus actividades y patrimonio.
En 1974, el gobernador Carlos SylvestreBegnis, dispuso que el Museo llevara por nombre el de “Brigadier General Estanislao López”.
Alejandro Damianovich



La Tienda está ubicada dentro de Villa Ocampo, en Beccar, Buenos Aires. Para ingresar a ella, los visitantes deben abonar la entrada a Villa Ocampo, ya que no es de ingreso libre. Es un rincón especial dentro de este espacio emblemático, donde la historia y la vida cotidiana de Victoria Ocampo siguen latiendo entre objetos, libros y recuerdos.
En sus primeros tiempos, la Tienda era administrada por UNESCO, como una parte más de la Casa. Su oferta se centraba en libros: ediciones de la Editorial Sur, publicaciones sobre Victoria Ocampo y, sobre todo, los valiosísimos originales de la Revista SUR. Era un espacio
silencioso, casi escondido, donde los lectores más curiosos encontraban verdaderas joyas.
A comienzos de 2022, la Asociación de Amigos de Villa Ocampo asumió la gestión de la Tienda a pedido de UNESCO. Al hacerlo, nos encontramos con un desafío: cómo darle más vida, cómo hacer que ese pequeño espacio reflejara el espíritu abierto, creativo y moderno que siempre caracterizó a Victoria Ocampo.
La presidente de la Asociación, Marta Alvarez Molindi, fue una de las impulsoras de esta renovación. Inspirada en tiendas de museos del mundo, propuso incorporar nuevos productos
La Tienda en sus comienzos

y una estética más luminosa y alegre. Así, poco a poco, la Tienda fue transformándose: llegaron los primeros artículos de merchandising — cuadernos, postales, lápices, bolsas, artículos de decoración para el hogar, joyería exclusiva, entre otros— y fuimos descubriendo proveedores que aún hoy nos acompañan.
El cambio fue inmediato. Los visitantes comenzaron a detenerse, a mirar, a preguntar. Pronto nos dimos cuenta de que la Tienda no era solo un punto de venta, sino un espacio de encuentro. Cada conversación con el público se volvió una oportunidad para contar lo que hace la Asociación, cómo cada compra contribuye al
cuidado y preservación de Villa Ocampo y cómo, entre todos, seguimos difundiendo el legado de su creadora.
Mientras crecíamos, enfrentamos nuevos desafíos. Uno de los más grandes fue modernizar la gestión: hasta entonces no existía un sistema de facturación ni control de stock. Todo se hacía a mano, “a la vieja usanza”. Con esfuerzo y aprendizaje, incorporamos una computadora, implementamos un sistema digital y realizamos nuestro primer inventario desde cero. Fue un paso enorme hacia una organización más sólida y profesional.



Con ese terreno allanado, llegó el momento de una renovación integral del espacio físico. Junto al restaurador del resto de la Casa, Daniel Suárez, recuperamos las carpinterías originales y reemplazamos el mobiliario. La nueva Tienda, más clara y armónica, reflejaba por fin el espíritu de la Casa y el trabajo de todos los que la sostienen día a día.
Hoy seguimos creciendo. Buscamos constantemente nuevos artículos, desarrollamos productos propios inspirados en Victoria Ocampo y en los jardines de la Casa, y soñamos con el próximo paso: nuestra tienda online, que permitirá llegar a quienes, desde distintos rincones, sienten el mismo cariño por Villa Ocampo.
Esta historia es una pequeña muestra de lo que puede lograrse cuando el amor por el patrimonio se une con la creatividad y el compromiso. La Tienda de Villa Ocampo no es solo un espacio dentro de una casa museo: es una puerta viva al legado de Victoria Ocampo, un punto de encuentro entre el pasado y el presente, entre la memoria y quienes desean llevarse un pedacito de ella.
María Eugenia Sosa
Coordinadora
Asociación de Amigos de Villa Ocampo


Estudio Juan Bautista Castagnino 1910
La ventana de este antiguo edificio devela perspectivas que ponen en jaque la mirada. Se observan, sin demasiado esfuerzo, palacetes antiguos a través de calle Maipú, edificios modernos, terrenos, locales comerciales y casas bajas por San Juan en un desordenado desarrollo urbanístico donde también emerge con dolorosa intensidad la desigualdad de quienes habitan la calle. Aquí mismo, desde donde escribo estas líneas, en esta oficina que supo albergar cientos de obras de arte, mi tio abuelo Juan Bautista Castagnino (1984 – 1925), comenzó a dar forma a la mayor colección de la región -y una de las más importantes y valiosas de Argentina-. Con aquel gesto buscaba transformar a Rosario en un polo cultural.
Vivimos hoy en un mundo altamente convulsionado, atravesado por nuevos

Juan B. Castagnino 1925-2025
paradigmas que llevan al hombre y al arte a los límites de sus potencialidades. Hace más de dos décadas me propuse impulsar el legado de mi tío abuelo para transformar Rosario en ese polo cultural, artístico y creativo que soñó. La experiencia que coseché como realizador audiovisual me sirvió para transitar este camino con el mismo espíritu y convicción pero con otras perspectivas marcadas por el tiempo histórico que atravesamos en este nuevo siglo.
Cambiaron los públicos, los lenguajes, los soportes, los modos de producir y circular del arte; también las urgencias sociales e, incluso, la forma en que se entiende la filantropía. La realidad se transformó de manera frenética. Si
él podía construir colecciones enteras, donar edificios y marcar rumbos desde su posición económica, hoy la pregunta que me hago es ¿cómo cumplir ese mismo propósito sin los recursos extraordinarios de principios del siglo XX?
La respuesta está en una idea que vengo trabajando hace tiempo: la regeneración con propósito. Él quiso transformar a Rosario en una meca cultural cuando la ciudad ya tenía una potencia económica considerable y decidió que la cultura debía equilibrar esa energía y darle sentido. Mi homenaje, a 100 años de su muerte, es haber impulsado este proyecto conocido como “La Calle no me Define” que revisa, en sus máximos niveles, una nueva usabilidad del ecosistema del arte vivo, a partir de un compromiso regenerativo.
La impronta que nos atraviesa a los actores de la cultura nacional hay que mostrarla, potenciarla y ayornarla para accionar en este ecosistema del arte vivo. Y digo “vivo” porque es lo que nos obliga a buscar una cooperación con ecosistemas que desconocemos. Por eso muchas veces se plantea el ecosistema de arte “vivo” como aquel que está abierto a entender nuevos públicos, nuevos lenguajes y desafíos.
En el mundo actual detectamos una nueva tipología de burguesía que no compite por acumular objetos sino por colaborar en proyectos que reparen lo roto: lo social, lo ambiental, lo económico, lo emocional. Hoy la distinción no pasa por sentarse en la mesa de los que tienen más dinero sino en la de quienes usan parte de ese patrimonio para transformar realidades. Y ahí, los amigos de museos, tenemos una oportunidad enorme de transformación.
En ese marco nació “La Calle no ne Define”, un proyecto que llevamos adelante junto a la
Asociación Civil Grupo Madre Teresa Lourdes de Rosario. No nació como un programa artístico; nació como una necesidad: dejar de pensar en “Ellos” y “Nosotros”, para pensar en un Todos. Las personas en situación de calle son el colectivo más invisibilizado de las grandes ciudades. Y a través del arte encontramos un dispositivo capaz de devolverles identidad, orden, emocionalidad y un marco simbólico que hace años la sociedad les negó.
¿Cuántas ciudades tienen ONGs con personas en situación de calle? ¿O cuántas ciudades tienen partes del Estado que trabajan en esos temas? ¿Cuántas ciudades tienen museos? ¿Cuántas ciudades tienen asociaciones de amigos de museos? Muchas, en todos los casos, pero la cuestión diferencial es articular su funcionamiento. Cuando me preguntan por mí experiencia sensible al juntar estos dos espacios siempre digo lo mismo: que yo también me transformé, crecí mucho y descubrí que muchas personas caen sumidas en una ceguera parcial por no mirar a la cara la realidad. Y eso es la cosa más terrible que te puede pasar porque no estás viendo lo que está ocurriendo a tu alrededor.
Todos esto temas no son nuevos en nuestras agendas pero si lo es la capacidad de hacer convivir proyectos aparentemente discímiles. Pudimos hacer cooperación entre arte y situación de calle, sentar un precedente y confirmar que la cooperación entre ecosistemas heterogéneos no sólo es posible sino también necesaria para habilitar nuevas lógicas. Allí está el plusvalor más grande de la regeneración: en una misma acción llevar adelantes la recuperación de entornos dañados.
Hoy podemos afirmar, con datos precisos, que cuanto más compleja y heterogénea es la red de actores en cooperación, más eficiente es el resultado de la campaña; cuanto más complejo son los objetivos mayor es la recompensa; y cuanto mayor apertura mental tengamos más eficientes y orgánicos serán los resultados.

Jose G Castagnino, inauguración muestra Antonio Berni 2025

Usuarios del proyecto “La calle no me define” Feria BADA, Rural de Palermo 2025
Ser amigo de museo en la Argentina de 2025 es un desafío pero también una forma de asumir un compromiso que heredé y que sigo eligiendo. Muchas veces me preguntan por mi relación con Juan Bautista. Nunca la pensé en términos nétamente filiales sino como un mandato.
En una Argentina marcada por la desigualdad, donde miles de personas viven por debajo del nivel mínimo de bienestar, repensar el rol de los museos se vuelve una tarea urgente y necesaria. A nuestro entender, los museos tienen que trabajar con el mundo de la salud, con su interconector máximo que es el arte terapia. ¿Por qué? Porque fundamentalmente desde la post pandemia existe mucho sufrimiento físico, psicológico y emocional. También deben hacerlo con el mundo tecnológico, ya que éste es el lenguaje de los nativos digitales. Estas instituciones deben impulsar proyectos
de desarrollo social que incluyan a todos los colectivos que atraviesan situaciones difíciles.
Vivir la experiencia del museo Castagnino con las personas en situación de calle es conmovedora. Hablan desde la emoción, lo viven como una fiesta, recorren las salas, dialogan con artistas, se emocionan con una obra abstracta, se sienten recibidos, nombrados, invitados, visibilizados. Comprendí que el arte puede reconstruir incluso lo que la intemperie destruyó.
Las integrantes de la Asociación Civil Grupo Madre Teresa Lourdes cumplen un rol fundamental en todo este proyecto. Todos los días dan muchísimo tiempo de sus vidas a estar en la primera línea recibiendo,

Usuarios del Proyecto “La Calle no me define” en el taller de arte, Museo Juan B Castagnino, 2023

abrazando y conteniendo a las personas sin techo de Rosario.
Para una persona que no tiene absolutamente nada, visitar un museo es algo realmente significativo: “El ser bien recibidos ya los hacía sentir en un lugar de igualdad”, me dijo una vez Mariana Mena, una de las personas a cargo del grupo Madre Teresa. Es algo muy transformador en su subjetividad. Con un simple gesto, cambia su mundo. Las prácticas artísticas les permiten ordenar la cabeza, encontrar un momento de paz, de tranquilidad, expresar lo que sienten. Lo cuento seguido porque es muy gráfico: una persona en situación de calle puede llegar a olvidarse hasta de como se llama.
Cuando llegan al espacio Mariana les pregunta su nombre pero al dirigirse a ellos así, me cuenta, no se dan vuelta porque se desacostumbraron a ser nombrados. Es como sí hubieran perdido el registro de su propia identidad. Tampoco saben lo que es
conversar con otros: en la calle están completamente solos, a la intemperie. Este espacio físico no les resuelve la vida pero sí les invita a restaurar otro universo perdido.
Siempre supimos que queríamos despertar la potencialidad dormida que tienen estas personas en situación de calle y por el contrario nunca buscamos incidir desde la lástima. Creíamos en el arte como el medio para lograrlo y no nos equivocamos. Los días en que íbamos al museo los muchachos llegaban una hora antes al refugio para bañarse y cambiarse. “Valoraban esa experiencia de un modo que muchos de nosotros no hacemos”, me dice siempre Mariana en las previas a una recorrida.
Cuando uno visita una muestra, una galería o un evento artístico, siempre le genera algo: positivo o negativo, alegría, emoción, nos moviliza. Sí el arte nos permite expresar y liberar emociones bienvenido sea como mecanismo para echar luz ante tanta invisibilización.
El artista Gabriel Perrone conoció el proyecto “La Calle no me Define” durante el año 2024 y a partir de ese momento comenzamos a pensar una sinergia entre su obra y el propósito del proyecto. La Asociación Civil Grupo Madre Teresa cuenta con una de las pocas duchas públicas para personas en situación de calle de la ciudad de Rosario.
Comenzamos a trabajar en la idea del memento exacto en que los usuarios del espacio toman un baño, que es mucho más que eso. El agua tibia no solo lava la complejidad de la realidad que les toca vivir sino que, en cierto caso también, purifica las heridas de un conjunto de vicisitudes, malas decisiones y falta de oportunidades.
Le propuse al artista plasmar el momento en que estas personas se bañan, no por un fetichismo, sino por la potencialidad del gesto: el elemento purificador que tiene el agua tibia en una persona que viene de una situación de máximo estrés como dormir en la calle y no saber si a la mañana siguiente estará viva.
Lo disruptivo del caso es que logramos que un artista plástico consagrado genere una serie de piezas en homenaje al proyecto que serán usadas por otras personas que puedan también hacer una reversión futura, en un bucle infinito donde se genera una sinergia única entre ecosistemas tan heterogéneos como el arte y la situación de calle.


En sus visitas al museo, las personas en situación de calle se inspiran en colecciones de arte consagrado para generar sus propias piezas que les ayudan a exponer la compleja realidad que les toca vivir.
La instalación “Puertas” se erigió como un dispositivo artístico y social para visibilizar la complejidad de la tematica de vivir en situacion de calle. El primer gesto de la obra fue sencillo y a la vez profundo: construir puertas entre todos. No cualquier puerta sino una serie cargada de sentido, pensada como símbolo de lo que separa y también de lo que abre. Porque una puerta puede ser refugio y seguridad para quién está adentro, pero también puede ser barrera y desamparo para quien queda afuera, en la calle, a la intemperie.
Presentamos doce puertas, y cada una guardó en su interior un meta mensaje que nos interpeló. La intención fue subvertir la lógica habitual de la elección: esta vez no fuimos nosotros, como espectadores, quienes elegimos la obra; fue la puerta la que, simbólicamente, nos eligió a nosotros. Cada una de ellas fue intervenida con las huellas, las ideas y los sueños de quienes participaron convirtiéndose en una forma de contar la historia de un colectivo que se anima a transformar la calle en arte y el arte en encuentro.
En el marco de la Feria BADA en Buenos Aires, “Puertas” tensionó las coordenadas habituales

del mercado del arte. Allí donde suele primar el valor estético y transaccional, la obra introdujo una dimensión ética y regenerativa: el arte como medio de integración social. Su presencia en el ingreso de la feria no fue casual sino profundamente significativo: cada visitante atravesó la obra, recordando que el arte no solo decora sino también interpela y habilita futuros compartidos.
La red cooperativa se materializó desde su génesis: Las puertas fueron donadas por constructoras de Rosario, las rotulaciones por empresas de vía pública, los picaportes por una metalúrgica. Ese entramado también permitió que personas en situación de calle produzcan una obra que les pertenece, pero que nos interpela a todos: ¿qué puertas de la ciudad se les cerró? ¿Cuáles estamos dispuestos a abrir?

El proyecto creció. Las personas comenzaron a producir piezas inspiradas en colecciones del museo, y también obras propias. Muchos ordenaron su vida: algunos consiguieron trabajo, otros volvieron con sus familias, e iniciaron tratamientos de salud. Recuerdo especialmente a Lucas: cumplió la consigna de prepararse durante quince días antes de viajar a la Feria BADA; no pudo ir porque consiguió empleo, empezó el gimnasio, recuperó el vínculo con su hijo y comenzó a pagar la cuota alimentaria. Todo eso, en dos semanas de estructura, propósito y comunidad.
Porque eso es lo que ofrece el proyecto: una segunda oportunidad, como en la colección “Nómades Urbanos”, donde un juguete roto, recogido de la basura, se resignifica en un tótem. Segunda oportunidad para el objeto; segunda oportunidad para la persona que lo interviene; segunda oportunidad para la sociedad que lo mira. O como en “Juanito de la Calle”, donde retomamos el legado de Antonio Berni, pero no para mostrar la exclusión, sino para mostrar lo que los excluidos son capaces de crear.
Empezamos a construir vínculos con otras organizaciones y descubrimos que no estamos solos. Se sumaron proyectos como Foto Calle Buenos Aires y Hecho Buenos Aires, que trabajan desde hace años con arte y situacion de calle. Y nos animamos a desafiar espacios donde nadie nos esperaba. A la Feria de Arte BADA, la más importante del país, llegamos con 25 personas en situación de calle y un perrito, gracias a una alianza con la empresa de transporte Flecha Bus.
Estas personas entraron por primera vez al predio de la Sociedad Rural de Buenos Aires. Antes de ingresar los reuní y les dije: “Hoy ustedes son locales, dan la bienvenida al mundo del arte comercial, la pelota es de ustedes”. Y así fue. No hubo una sola mirada discriminatoria. El arte hizo lo que el arte sabe hacer: abrir.
“La Calle no me Define” viene demostrando que se puede articular arte con desarrollo social, salud mental y tecnología, los tres ecosistemas con los que los museos debemos trabajar si queremos estar vivos dentro de diez años. Sin embargo debemos estar preparados para competir con proyectos urgentes. Por eso estamos desarrollando propuestas de alcance nacional e internacional: “La Calle del Desengaño”, inspirada en la obra de Goya, que nos permitirá trasladar el proyecto a otras ciudades; y un proyecto monumental con 150 mil tarjetas de colectivo para celebrar los 300 años de Rosario que aspira a ingresar al Guinness World Records.
Hace 100 años moría Juan Bautista. Y el final se daba manipulando un tapiz oriental que tenía un antipolilla con guano de murciélago que le desata una septicemia. Muere haciendo lo que más le gustaba: estudiar, explorar y adquirir obras de arte. Su colección de obras de El Greco, Veronés y Goya, entre otras, fue destinada a cumplir su último deseo: ser donadas a Rosario. Para la época la ciudad no contaba con un museo como tal por lo que su madre, Rosa Tricornia, honra la voluntad de su hijo y en 1937 patrocina, construye y dona un edificio que será la sede del Museo de Arte “Juan B Castagnino”.
Me parece interesante poder marcar que las instituciones culturales deben problematizar con ciertos conceptos clave como la apropiación y la exploración. Porque las instituciones culturales públicas son un recurso del Estado del cual nosotros como ciudadanos tenemos la obligación de apropiarnos y desarrollar una exploración.
Hoy el Museo Castagnino se erige como unos de los más importantes de artes plásticas de la Argentina con casi 5 mil obras divididas en tres núcleos: arte europeo anterior al siglo XVII, arte moderno argentino y arte contemporáneo.



Desde 1977 la Fundación Museo Castagnino potencia todas las acciones que la institución lleva adelante.
En un mundo de inteligencia artificial que cada vez nos segmenta más es también una obligación compartida hacer un contrapeso desde la inteligencia emocional para que los museos publicos alojen discusiones plurales donde circule la palabra para militar los encuentros. Los museos son el lugar ideal para encontrarse, repararse, sanar. Acá hay historias que en otro lado no se van a encontrar.
Todas estas experiencias que venimos realizando confirman algo fundamental: el museo del futuro no es un edificio, es una red. Una red que coopera, que escucha, que legitima y que se involucra. Una red que puede trabajar con quienes están peor, porque no hay manera de construir ciudadanía cultural sin mirar de frente nuestras desigualdades. Una red que entiende que la cultura es un derecho pero también un
refugio y un motor de transformación.
Perrone pudo, mejor que nadie, materializarlo artísticamente. Lo hizo en dos cuadros que cuando las obras estuvieron listas, no había dudas, tenían que volver a este edificio, lugar donde todo empezó, la casa de Juan Bautista. Ese gesto cerró un círculo que, cien años después, sigue produciendo sentido.
Un siglo después mi homenaje a Juan Bautista. Mi compromiso es seguir su mandato y actualizarlo. Transformar a Rosario en un polo cultural ya no significa fundar un museo; significa construir un ecosistema de arte vivo capaz de regenerar, de incluir, de emocionar y de cooperar. Y demostrar que, incluso cuando la ciudad expulsa, siempre se puede abrir otra puerta.
José Castagnino
Fundación Castagnino.


Vista panorámica de la ciudad de Buenos Aires, tomada desde el Retiro. Carlos D. Fredricks & Ca (atribuido). Buenos Aires. C. 1852. Daguerrotipo. MHN 8917
hace poco, en noviembre de 2025, realizamos las III Jornadas de historia, fotografía y ciencia en el Museo Histórico Nacional. Se trató de una reunión abierta, en la que los equipos del Museo Nacional de Bellas Artes (MNBA), la Colección Histórica del Traje Argentino-MHN (CHTA-MHN), el Museo Histórico Nacional (MHN) y el Archivo General de la Nación (AGN) expusimos varios de los temas y problemas que venimos investigando. La propuesta de las Jornadas tenía como objetivo principal poner en común intereses y cuestiones que estamos trabajando en las colecciones fotográficas de cada museo y espacio, y analizarlos entre todos. Creemos que la puesta en común de cada caso de estudio ayudó a que podamos pensar en las piezas y en las colecciones desde nuevas perspectivas, y
también a establecer una muy rica dinámica de interconsultas entre los profesionales de cada organismo.
Siempre estas jornadas tuvieron y tienen la voluntad de unir, reflexionar y debatir sobre fotografía, en torno a la fotografía y a las imágenes fotográficas. Revisemos brevemente su historial: organizo las Jornadas de historia, fotografía y ciencia desde 2022, en vínculo con la institución en donde enseño e investigo, la Universidad Nacional de las Artes (UNA), más específicamente y en la actualidad, en el Departamento Transdepartamental de Crítica de Artes y el Instituto de Investigación y Experimentación en Artes y Crítica (IIEAC). También ha colaborado con las Jornadas la Secretaría de Investigación y Posgrado del Dep.
de Artes Visuales (UNA). La propuesta de llevarlas a cabo surgió a partir de un largo trabajo que comencé en 2017, en torno a los archivos fotográficos, primero del Museo de La Plata y luego de diversos espacios públicos de la ciudad de Buenos Aires, más el dictado de diferentes seminarios de Posgrado en la universidad, sobre historia de la fotografìa (en UNA y en UNLP). Ya en 2025, pensé que sería una buena idea poder llevar las jornadas al ámbito de los museos nacionales, para así analizar y reflexionar más acertadamente sobre las colecciones fotográficas de determinados museos: su estado, su conservación, sus contenidos, temas, técnicas, tipologías.
Pero claro, las jornadas también sirven para preguntarnos entre todos cuestiones que, en lo personal, me apasionan: ¿para qué sirven las imágenes? ¿Por qué las necesitamos? ¿Qué son las imágenes fotográficas? ¿Podríamos vivir sin imágenes? La respuesta, por supuesto, es no: no podemos vivir sin las imágenes. Las necesitamos para constituir nuestro impulso más primario y vital, ya que pensamos primero con imágenes y luego con palabras: son las imágenes las que nos llevan a la acción, las que nos ayudan a construir y proyectar nuestras ideas y nuestras vidas.
A la vez, es un conjunto particular de imágenes (desde el S XIX, las imágenes fotográficas), las que hacen presente lo ya ocurrido, lo acontecido, lo reconstruido o lo lejano: acercan y materializan el retrato de nuestros padres o madres que ya no están. Nos recuerdan los rostros de nuestros abuelos. Nos hablan de un momento del grupo familiar. Detallan espacios remotos, como la casa antigua de la infancia, quizás derrumbada. Señalan y construyen historias e Historias: las imágenes fotográficas crean discursos, todo el tiempo, todo el tiempo, con impactos determinados y muy poderosos. Ellas también definen (de forma dinámica), lo que arde: se trata de las imágenes llameantes, imágenes urgidas. Y mientras tanto, las fotografías van precisando, en parte, nuestra identidad: ayudan a preguntarnos quiénes somos. Nos ayudan a constituirnos.
Pueden ser fotografías con cámara o sin cámara, reencuadradas, ampliadas, fragmentadas (o no); hostigadas por los hongos, las bacterias, la humedad. Realizadas en papel, metal, tela, cuero, bits, proyectadas… Pero también ocurre que las imágenes fotográficas indican, a la par, “presencias ausentes”: lo que no es totalmente distinguible, lo que no está, lo que escapa a ellas. Lo que sospechamos que existe en la imagen, pero no se explicita. Lo que surge, pero no se define. Las nieblas de la imagen. Las sombras. Los dejos formales imprecisos. El inconsciente, y también el inconsciente óptico.
Contemplando todo esto y mucho más, durante las Jornadas hablamos sobre los negativos de vidrio del archivo fotográfico del Museo Nacional de Bellas Artes (Paula Casajús y Cecilia García Gásquez, MNBA); sobre la identificación y conservación de las colecciones fotográficas del Museo Histórico Nacional (Lucila Benavente (MHN), Paloma Aldaz, Julia Fazio, Erika Ojeda (practicantes-estudiantes UNSAM); de un estado de situación determinado, gracias a la presencia de nitratos, del fondo Witcomb del Archivo General de la Nación (Rocío Caldentey, AGN); y sobre esa producción tan exquisita y atípica que son los fotogramas de Fridl Loos en el patrimonio fotográfico de la Colección Histórica del Traje Argentino (la ponencia de quien escribe, CHTA-MHN).
¿Podríamos decir que las Jornadas fueron un festín de imágenes fotográficas…? Más bien podríamos definirlas como un diálogo: una comunión de trabajo, entusiasmo e intereses delicados, definidos. Las imágenes fotográficas de nuestros museos nos convocan: respondemos investigándolas pacientemente, en espera de encuentros y revelaciones. Agradeciendo a la materia y sus rastros, al tiempo, a la luz. Y a las colecciones patrimoniales.
Mercedes Pérez Bergliaffa Museo Histórico Nacional



El Instituto Sanmartiniano fue Museo por pocos meses. Más allá de las coyunturas administrativas políticas del momento, esta breve incursión nos permitió reflexionar sobre la identidad de la Institución y las prioridades de sus objetivos. En una apreciación inicial, cuando se planea una visita a la réplica de la Casa de Grand Bourg, posiblemente se dificulte o no sea una preocupación para los visitantes distinguir o pensar en su definición.
Los equipos de trabajo del Instituto se desarrollan en las áreas de programación, registro y conservación del patrimonio cultural, y en la comunicación de sus propuestas. Sus salas exhiben en forma aleatoria una gran cantidad de representaciones sobre José de San Martín y nos muestran diversos objetos y documentos sobre los hitos históricos más relevantes de las campañas libertadoras de Argentina, Chile y Perú. Su edificio excepcional se presenta
en un entorno imponente. Su ubicación no podría ser mejor: vecino inmediato del Museo Nacional de Arte Decorativo y del Museo de Arte Latinoamericano - MALBA, se encuentra en uno de los circuitos culturales más concurridos de la Ciudad de Buenos Aires, que comparte con el Museo Nacional de Bellas Artes, el Museo José Hernández y el Museo Sívori.
Todo parecería indicar que el Instituto Sanmartiniano cumple, de algún modo, con los principales fundamentos de un museo en un entorno que lo motiva.
Las diferencias comienzan cuando nos adentramos en la intimidad del funcionamiento de la Institución y en cuáles son los principios rectores de sus objetivos y acciones, más allá de lo establecido en la normativa. El Instituto toma como fundamento justificativo la investigación histórica y la difusión del legado del General San Martín. Propone que esa difusión, producto de las investigaciones, se plantee en diversas actividades para público en general. Esos lineamientos, similares a los de un museo, tienen una sustancial diferencia al momento del planeamiento inicial y a la concepción conceptual de las propuestas. Los institutos parten de la idea de un público con inquietudes vinculadas puntualmente al tema específico que abordan. Así, seguramente, los seguidores de un nombre propio, estarán pendientes de las propuestas de la institución que represente a ese nombre.
Los directivos que plantean sus políticas culturales, son especialistas teóricos de ese tema particular y los miembros también navegarán en ese mundo exclusivamente. Directivos, equipos, públicos y consumidores están alineados y motorizados por una inquietud temática puntual. Quizá, a simple vista, también podríamos extrapolar esta descripción a ciertos museos. La diferencia sigue siendo sutil pero fundamental y se origina en la forma de cómo
se planifican y cuáles son los marcos concretos y conceptuales con los que se diseñan los programas y acciones de la institución. Dentro de los marcos prácticos concretos, los institutos de investigaciones históricas proponen una reafirmación de aquellas figuras o hechos que estudian. Plantean espacios donde contadas veces se posibilita una permeabilidad que permita el pensamiento crítico y el intercambio más allá de los propios integrantes que conforman una comunidad bien definida. La apertura institucional para los públicos se presenta como una propuesta pasiva y distante. Como contrapunto, los museos, desde hace ya varias décadas, vienen trabajando sobre la importancia de incluir las diversas miradas de forma activa sobre los temas que se proponen. El intento de incluir las distintas perspectivas se ha vuelto, casi en forma rutinaria, parte fundamental al momento de diseñar las propuestas institucionales tanto en la concepción inicial de los contenidos como en las concreción de los distintos planteos expositivos.
Los institutos de investigaciones históricas y los museos de nuestro país tienen caminos institucionales cercanos. Incluso varios de ellos llevan en su nombre los dos conceptos.
Supuestamente, simplificando, los dos investigan: uno desde el análisis y estudio de las colecciones, y el otro desde una perspectiva más “académica”. Los dos divulgan y difunden pero uno propone explícitamente estar al servicio de la sociedad como espacio de intercambio y reflexión.
Posiblemente esta cercanía es la diferencia sustancial. La que rompe la “cuarta pared” que permite apropiarse y acercarse en forma simbólica y afectiva a la institución. Ese fue el intento.
Federico Fischbarg Director del Instituto Nacional Sanmartiniano












Durante 2025, FADAM se propuso un objetivo difícil para las instituciones culturales: conectar a los jóvenes con el mundo del arte. Y el programa de FADAM lo hizo con una estrategia efectiva: encuentros mensuales, experiencias directas con artistas y recorridos exclusivos que acercaron a estudiantes de la Universidad de San Andrés y la Universidad Torcuato Di Tella a los programas de jóvenes de las Asociaciones de Amigos de museos como el Sívori, MALBA, Bellas Artes, Moderno, Villa Ocampo y Fernández Blanco.
El resultado fue claro desde el primer mes: cuando el programa es atractivo y se comunica de forma adecuada, los jóvenes se informan, vinculan y se asocian al programa con el que se sienten identificados..
AGOSTO: UN COMIENZO ÍNTIMO EN EL TALLER DE AZUL VAN PEBORGH.
El ciclo empezó el 14 de agosto con una visita al taller de Azul van Peborgh, una artista joven que pasó por Chelsea College of Arts, la Bienal de Arte jóven y una residencia completa en Vermont. Su estudio, que comparte con su madre, la artista María Marta Fasoli, se convirtió por unas horas en un espacio de diálogo directo entre la creadora y los visitantes.
A la actividad asistieron 50 jóvenes de distintas asociaciones, y el clima fue ese que solo se da cuando el arte se vive de cerca, sin protocolos. Un comienzo perfecto para lo que vendría.

SEPTIEMBRE: VISITA Y AFTER EN COLECCIÓN FORTABAT.
Si agosto fue un arranque cálido, septiembre fue la realización de que vamos bien encaminados. La visita a la Fundación Amalia Lacroze de Fortabat superó todas las expectativas: más de 60 estudiantes participaron, y muchos se asociaron ese mismo día al programa de jóvenes de la Asociación de Amigos del Museo Sívori. Para un programa que busca atraer nuevas generaciones, esto equivale a un éxito para como se llevó el programa.
El director de la Fundación, Germán Barraza, lideró el recorrido por la colección permanente, con obras de Turner, Warhol, Minujín y Picasso y luego por la muestra de Alfredo Londaibere. Antes de eso, una charla introductoria explicó qué es FADAM y cuáles son los programas federados. Fue la primera vez en el año en que muchos de estos jóvenes escucharon hablar de estos programas de formación cultural. Y funcionó.
Ese día, además, FADAM armó una base de datos que hoy permite proyectar futuras actividades con un público ya comprometido.



OCTUBRE: EL OPEN STUDIO DE JESSICA TROSMAN, DONDE TODO CONFLUYÓ DE LA MEJOR FORMA.
El cierre del año fue en Villa Crespo, en el taller de Jessica Trosman, figura clave del diseño argentino y, desde hace unos años, artista contemporánea. Su estudio se convirtió en escenario de una experiencia inmersiva donde convivieron moda, arte, gastronomía y una comunidad jóven cada vez más activa.
Jessica presentó un recorrido audiovisual por su carrera -desde Trosmanchurba y los desfiles en París hasta su transformación como artista- y compartió anécdotas de sus trabajos con Chanel y Rick Owens.
Después, llegó un momento clave: una charla sobre coleccionismo joven a cargo de Nicole Moises (coleccionista y curadora), Renata Zas (Curadora e investigadora de arte contemporáneo) y Bianca Andreussi Gancia (Art Dealer e impulsora de Qurado Art Circle). Hablaron de cómo empezar a coleccionar, del valor emocional de las obras y de la importancia de construir nuevas audiencias para el arte.
Cada una desde un punto de vista diferente, el objetivo es informar pero también desestigmatizar el coleccionismo como algo inalcanzable, dando entusiasmo por medio de anécdotas para que los oyentes entiendan que no es un mundo tan cerrado como aparenta y hay más flexibilidades y opciones para los que empiezan desde chicos.
La noche cerró con un after sponsoreado por La Causa Nikkei, bebidas de Gancia Hibiscus y música de los djs Momo Trosman y Tomás Chrynie. Un final a la altura de un programa que no paró de crecer.




Lo que queda claro después de estos tres meses de actividades es que los jóvenes sí quieren acercarse al arte, siempre que las instituciones propongan experiencias reales, accesibles y pensadas para ellos. FADAM logró conectar museos, artistas y universidades en un circuito que no existía hasta ahora.
El 2025 lo recordaremos como el año en que los programas de jóvenes dejaron de ser actividades solo para los que lo conocen para convertirse en una comunidad viva, diversa y con ganas de seguir encontrándose.
Antarel Viola

monts errat , ciudad
En una ciudad donde la memoria cultural convive con el movimiento permanente, el Museo de Arte Universidad del Salvador Botica del Ángel se presenta como un refugio único, un espacio donde la imaginación se vuelve arquitectura y las historias se transforman en escenografías. Creado por Eduardo Bergara Leumann, figura clave del teatro, la televisión y la ambientación artística argentina, este museo —declarado de interés cultural y patrimonial por distintas instituciones gubernamentales— invita a un recorrido que combina sensibilidad, humor, memoria y asombro. Es, en sí mismo, un pasaje hacia un Buenos Aires íntimo y vibrante, aquel que Bergara supo retratar y resguardar a través de objetos, obras y gestos.
Lo que fue su casa se convirtió con el tiempo
en su proyecto más ambicioso: un collage escenográfico que reúne obras de importantes artistas plásticos. Al recorrer sus salas aparecen Soldi, Berni, Noé, Minujín, Roux, Castagnino, Gorriarena, Robirosa, Benítez, Pla, Lozza y muchos otros nombres que marcaron la historia del arte argentino. Las piezas conviven sin rigideces museográficas, integradas en un ambiente que Bergara Leumann pensó como un teatro permanente, donde cada objeto mantiene su alma original pero adquiere nueva vida dentro del conjunto.
Además de la colección plástica, la Botica del Ángel conserva manuscritos, dibujos, cartas y textos de Jorge Luis Borges, Leopoldo Marechal y distintos escritores y poetas que transitaron la vida cultural del país. A ello se suman recuerdos

de músicos, actores y cantantes que fueron parte del entorno creativo de BergaraLeumann, conformando una memoria afectiva que se despliega con fuerza y emoción. Es un museo que se recorre no sólo con la vista: también se escucha, se siente, se recuerda. Cada espacio propone un clima particular, desde rincones íntimos hasta salas exuberantes donde la teatralidad domina la escena.
El museo contiene también homenajes dedicados a figuras esenciales del tango y del folklore. Entre ellos aparecen Astor Piazzolla, Leonardo Favio, Susana Rinaldi, Marikena Monti, Nacha Guevara, María Elena Walsh, Ariel Ramírez y varios artistas que dejaron una huella profunda en la cultura popular argentina. Los objetos expuestos —fotografías, vestuarios, cartas y piezas escénicas— funcionan como puentes hacia épocas de enorme creatividad, y permiten al visitante reencontrarse con un país que dialoga permanentemente con su propio pasado.
En sus 1500 m², la Botica del Ángel sorprende por la diversidad de atmósferas: pasillos estrechos que desembocan en espacios luminosos, vitrinas que conviven con murales, corredores donde cada pared es una obra en sí misma. Bergara Leumann construyó su museo como quien escribe una carta interminable, poblada de guiños, humor y poesía. Su legado continúa vivo gracias a la Universidad del Salvador, institución a la que legó el museo mediante testamento y que hoy lo preserva, lo investiga y lo abre al público con espíritu de continuidad y respeto.
Las visitas guiadas son un capítulo aparte. Más que un recorrido tradicional, se viven como una pequeña puesta en escena donde el guía aporta su mirada y su relación con el universo de Bergara. El visitante se convierte en espectador y, a la vez, en protagonista de
un itinerario que ofrece claves para entender una Buenos Aires que ya no existe, pero que sigue palpitando en estas salas. A medida que se avanza por los distintos niveles del edificio, la voz de BergaraLeumann parece resonar: su humor, su libertad creativa y su profundo amor por la cultura argentina se filtran entre cuadros, vitrales, máscaras, escenarios diminutos y recovecos inesperados.
El museo no sólo resguarda objetos; resguarda atmósferas. Allí conviven el espíritu bohemio de los años sesenta, la alegría de las tertulias que BergaraLeumann organizaba con artistas y amigos, la intensidad del tango, los ecos del teatro musical, la literatura, la canción de autor y la arquitectura emocional de una vida dedicada al arte. La Botica del Ángel no se limita a exhibir: comparte un modo de mirar el mundo, un modo de habitarlo y celebrarlo.
Quienes deseen conocer este espacio imprescindible de la cultura porteña pueden participar de las visitas guiadas, que requieren reserva previa. Para inscribirse, es posible escribir a botica@usal.edu.ar o comunicarse al 4384-9396, donde se brinda información sobre fechas, horarios y modalidades del recorrido. Estas visitas permiten apreciar la riqueza del patrimonio reunido por Bergara Leumann y, al mismo tiempo, descubrir historias que dialogan con la identidad argentina.
La Botica del Ángel sigue siendo, hoy más que nunca, un hogar para la memoria creativa del país. Un museo vivo, impulsado por el deseo de compartir belleza, humor, afecto y libertad artística. Un espacio donde es posible, “asomarse y curiosear” para reencontrarse con un Buenos Aires que se reinventa sin perder su esencia.
Museo de Arte Universidad del Salvador
Casado de Achaval, Susana
Gancia de Erize, Mónica
Lalor, José Antonio
Mancinelli, Rosana
Speroni, Sofía
Ocampo, Matilde

Presidente AA Villa Ocampo
Vicepresidente AA Museo Caraffa
Secretario AA del Museo Hist Prov E López
Prosecretario AA Museo de Arte Moderno
Tesorero A. Civil Museo Hist. E. Udaondo
Protesorero Fundación Museo JB Castagnino
Marta Alvarez Molindi
José Luis Lorenzo
Ana María Costa de Rosatti
Chantal F. de Erdozain
Eduardo Arturo Nolazco
José Gabriel Castagnino
Vocal Titular AA Museo Nac de Bellas Artes Felisa Blaquier
Vocal Titular AA Museo B Artes Rafaela U Poggi
Vocal Titular AA Museo H. Fernández Blanco
Vocal Titular AA Museo Colonia San José
Vocal Titular FPM Museo Ciencias Nat M
Ma. Delfina Barreiro
Walter D’Aloia Criado
Martha A. Lavista
Virginia Marchetti
Vocal Titular AA Villa Victoria Rosa Felisa García
Vocal Titular AA Jardín Botánico C. Thays
José Sellés Martínez
Vocal Titular AA Museo BA Juan R Vidal Ada Husulak
Vocal Titular AA Museo de la Ciudad MDP
Vocal Titular AA Museo de Arte Ricardo U. Tigre
Vocal Titular AA Museo MACLA
María Cristina Rabino
Telma del Carmen Castro
Graciela Calandra
Vocal Titular AA Museo Hist Prov Julio Marc Estela Foster
Vocal Titular AA Museo BA Rosa Galisteo de R. Mariana Aldao
Vocal Titular AA Museo y Pque. de la Constitución Selva Degiorgio
Vocal Suplente A Benef. del Museo Hist. Sarmiento Osvaldo Lerín
Vocal Suplente AA Parque y Museo GE Hudson Atilio Martínez
Dora Rocío Laplacette
Marina Stivel
Pilar Lauría
Carolina Desteract Bachman
Diego Juan Abal
Ingrid Elena Kellerhoff
Juan Pedro Tombeur
Luisa Adela Lopez de Porta
Carolina Bidondo
Hernán Andrés Piñol
Laura Rita Fantuzzi
Catalina Ma. L. Kuznetzov García
Carolina Llosa de Sturla
Delia Butiuk
María González García
Silvia Adriana Serafini
Claudia Cecilia Chacon
Ma. Teresa Marc
María Lucila Guerechet
Claudia Neil
Jorge Chifflet
Celia Carnovale
COMISIÓN REVISORA DE CUENTAS 2025-27
CARGO ASOCIACIÓN AMIGOS
DELEGADO TITULAR DELEGADO SUPLENTE
Titular Fund. Pro Arte Córdoba Mónica Pairola
Titular AA Casa Museo Mun. de Arte López Claro Inés Amadeo
Titular AA Museo Hist. de Corrientes Ma. Alejandra Figuerero
Suplente AA Museo y Arch. Doc. de la C. de Vte. López Claudio Negrete Williams
José Luis Lorenzo
Mabel Muñoz
Gustavo S. Sánchez Mariño
Ricardo Oliver
AA del Museo Nacional de Bellas Artes Av. Figueroa Alcorta 2280 54-11-4803-4062/4804-9290 fax 4806-5885 info@aamnba.org.ar / www.aamnba.com.ar
A. Civil Apoyo al Museo Nacional de Arte Decorativo
Av. del Libertador 1902 4801-8248 / 4806-8306/6054 asoc.amigos@mnad.org
AA del Museo de Arte Moderno Av. San Juan 350 4300-2839 info@amigosdelmoderno.com
AA del Museo de Arte Español “Enrique Larreta” Juramento 2291 (1428) 4784-4040 4783-2640 Sec Valeria 153 779 0453
AA del Museo Municipal Arte Hispanoamericano “Isaac Fernández Blanco” Suipacha 1422 (1011) CABA 54-11-4322-7779
AA “Somos Sívori” Avenida Infanta Isabel 555 (1425) CABA Tel: 54-11-4774-9452 4775-7093 amigosdelmuseosivori@gmail.com
Fundación PROA Av. Pedro de Mendoza 1929 C1169AAD www.proa.org Tel: 4104-1000 o 1007 info@proa.org -natalia@proa.org
AA del Museo de Arte Latinoamericano de Buenos Aires (MALBA) Colección Costantini Av. Figueroa Alcorta 3415 1415 CABA 4808-6511 asociacion@malba.org.ar Belén Redondo
AA del Museo de Arte Popular José Hernandez
Av. Del Libertador 2373 ( 1425) Teléfonos: 54 (11) 4803-2384 4802-9967 Int. 200 Fax: 54 (11) 4802-7294 Int. 204 info_hernandez@buenosaires.gob.ar
AA Apoyo al Museo Histórico Nacional Defensa 1600 CP: 1143 4307-1182/3157 int 101 aamhn@aamhn.org.ar
AA Museo de Arte Contemporáneo de Bs As. (MACBA)
Av. San Juan 328 – 1147 CABA 5299 - 2010 info@macba.org.ar www.macba.org.ar
Fundación Museo Xul Solar Laprida 1212 4824-3302/4821-5378 info@xulsolar.org.ar www.xulsolar.org.ar
AA Cementerio de la Recoleta (ADACRE)
Junin 1790 4803-1594 adacrerecoleta@gmail.com info@recoletaadacre.com.ar
Fundación Amalia Lacroze de Fortabat Bouchard 680 4310-6600 CP: 1106 info@coleccionfortabat.org.ar
AA del Jardín Botánico Carlos Thays de la Ciudad de Buenos Aires Santa Fe 3951 4831-4527 buenosairesjardin@buenosaires.gob.ar
AA. Museo de historia educativo de la Ciudad de Bs As (Museo Saavedra) Av Crisólogo Larralde 6309 cp: 1431 Teléfono:1141680513 aadelmuseosaavedra@gmail.com
A. de benefactores del Museo Histórico Sarmiento olerin@museosarmiento.org
AA del museo del cine Pablo Christian Ducros Hicken Asociación Civil Agustín R. Caffarena 51, La Boca CABA museodelcineamigos@gmail.com
AA del Teatro Nacional Cervantes 2024 Av. Córdoba 1155 C.A.B.A. C1012AAQ amigosdelcervantes@gmail.com IG: amigosdelcervantes
AA del Museo de la Ciudad BAM (Buenos Aires Museo) 2024 presidenciaaamc@gmail.com
Red de Apoyo del Museo Nacional de Arte Oriental (RAMNAO) Florida 253, piso 3, oficina C, CABA redapoyomnao@gmail.com
Fundación Museo de La Plata (Cs Naturales) “Francisco Pascasio Moreno” Paseo del Bosque 1900 0221-4254369 Fax: 0221-4257527 fundacion@fcnym.unlp.edu.ar
AA del Museo de Arte Contemporáneo Latinoamericano (AAMACLA)
Calle 50 entr.6 y 7 Pasaje Dardo Rocha 0221-4212037 www.macla.laplata.gov.ar aamacla@infovia.com.ar
Fundación Catedral de La Plata Calle 14 entre 51y53 (1900) La Plata telefax: 0221-4273504 fundacioncatedral@speedy.com.ar
Fundación Teatro Argentino de La Plata
Calle 53 Nº 725 piso 2º. La Plata
Telef: 4291733 fundacionta@gmail.com ta-admgeneral@ic.gba.gov.ar
Fundación Ciudad de La Plata 0221 483 5084
Calle 50 Nº 575 – 1900 - La Plata - Bs As info@fundciudaddelaplata.org.ar www.fundciudaddelaplata.org.ar
Fundación UCALP
Museo Arte Contemp. Beato Angelico museo@ucalpvirtual.edu.ar PROVINCIA BUENOS AIRES
AA del Museo de la Ciudad (de Mar del Plata) “ Museo de arte J.C. Castagnino” Av. Colón 1143/89 B7606BXO Mar del Plata (BA) Teléfono: 0223-4861636 amigosmuseociudad@gmail.com
AA del Museo de Zárate Quinta Jovita Ituzaingó 278 (2800) ZARATE 03487-422038 amigosmuseozarate@yahoo.com.ar
A. Civil del Museo Hist. Enrique Udaondo de Luján Lezica y Torrezuri 917 (6700) Luján BA 02323-422814 asociacionmuseoudaondo@gmail.com
AA Casa Museo Municipal de Arte López Claro
Avda. Mitre 410 Azul Pcia. Bs. As. 7300 02281 429295 museoazul@gmail.com www.museolopezclaro.com.ar
AA del Museo “Prof. Enrique A. Urcola” Av.9 de Julio 260 (6070) Lincoln 02355-421262 museourcola@gmail.com museoeaurcola@gmail.com www.museourcola.org.ar
AA de Villa Victoria Matheu 1851 7600 Mar del Plata (BA) 0223-492-0569 aamigosdevillavictoria@gmail.com
AA del Museo Archivo Histórico Municipal Don Roberto T. Barili Villa Mitre Lamadrid 3870 (7600) Mar del Plata 0223-495-1200 villamitre@cultura-mgp.com.ar
AA del Parque Ecológico Cultural Guillermo E. Husdon Museo Histórico Provincial G.Hudson Calle 1356-( El Zaino) y Av.Hudson Florencio Varela. 02229-497314 www.museohudson.gov.ar hudsonamigos@yahoo.com.ar
AA del Museo Esteban Semino Atilio Chiocconi 872- Gral. Las Heras (1741)-Bs.As. 0220-4763225/1475 asociacionestebansemino@gmail.com
AA de Villa Ocampo Elortondo 1811(1643) Beccar 113211-8376 avocomunicaciones@gmail.com
AA Casa M. Bruzzone Maria Curie 6193 (7600) MDP 0223 47 90227 casabruzzone@gmail.com
AA Museo de Arte Ricardo Ubieto Tigre Saldías 1280 - TIGRE 4512-4528
Fundación Florencio Molina Campos Molina Campos 364 0237-4635289 of CABA Pacheco de Melo 2534 9º B 4805-2720
AA Casa del Arroyo (AACASA) Mar del Plata 0223-4732720
AA Biblioteca Popular Bartolomé J. Ronco
Burgos 687 - Azul - Bs As casaronco@ceal.com.ar 02281-424409 bibliotecaronco@ceal.com.ar
AA del Pque. Criollo y Museo Gauchesco “Ricardo Güiraldes” asocamigosp.criollo@gmail.com tel: 2325458115
AA del Centro de Estudios Históricos de San Pedro 9 de julio 134, San Pedro, Buenos Aires sanpedro.centrohistorico@gmail.com
AA del Museo y Archivo Documental de la Ciudad de Vicente López
Juan Bautista Alberdi 1679, Olivos, partido de Vicente López, Bs.As.
Centro Cultural Salamone
Av. Eva Perón 3949, Balcarce 7620, Buenos Aires centroculturalsalamonebalcarce@gmail.com
AA Museo del Mar
Mar del Plata, Provincia de Bs. As. yolarq@hotmail.com
Asociación Civil Amigos de la Comunidad Histórica de la Laguna, Museo J. Hernández MDP
Ruta 226, Km 14,5. Laguna de Los Padres. Partido Gral. Pueyrredon 2025 asoc.amigos.museojh@gmail.com
Asociación Pacto por el Museo del Acuerdo - San Nicolás jorgeamussini@gmail.com
AA del Museo Provincial de Bellas Artes “Emilio Caraffa” Av. Olmos 111 2º. Piso Of. 3 (5000) CBA 0351- 4245021 / 4333412 info@amigosdelcaraffa.org.ar
Fundación Mujica Láinez
Museo Casa de Manuel M. Lainez
El Paraiso ( 5178) Cruz Chica La cumbre casamml@yahoo.com.ar 03548-452068/ 459940
AA del Museo Historico y Archivo de Adelia Maria Rivadavia y 9 de Julio
Adelia Maria CBA ( CP 5843) ( 03585) 421320 muham_liliadenari@hotmail.com Florentina Gosso Directora asociacionamigosmuham@gmail.com
Fundación Pro Arte
Pasaje Revil 33, Casa 211 Paseo de las Artes 0351 4602893 fundproarte@arnetbiz.com.ar
AA del Museo de Bellas Artes “Juan Ramón Vidal” Av. San Juan 634 W3400CBD Corrientes (CTES) Tel: 0379-4427743 Email: amigosdelmuseoctes@ argentina.com
AA del Museo Histórico de Corrientes Tte. Gdor. Manuel Cabral de Melo y Alpoin amigosmuseohistorico@gmail.com Asoc. Cult. y Artistica Curuzucuatiense A.C.Y.A.C Dr Pozzi 560 - Curuzú Cuatiá moniqueirazusta@yahoo.com.ar (Mónica Irazusta Presidente) Telef: (03774) 424499
AA del Museo Histórico de Entre Ríos “Martiniano Leguizamón” Laprida y Buenos Aires 286 (3100) Paraná 0343-4207869/4311482 museomleguizamon@yahoo.com
AA del Museo de Bellas Artes “Pedro E. Martínez” Francisco de Miranda 790, Piso 3° (3100) Paraná 0343-4311527 Fax: 0343-4312759
AA del Museo Histórico Regional de la Colonia San José Urquiza 1127 (3283) San José (Entre Rios) 03447-470088 www.museocoloniasanjose.com.ar
AA del Palacio San José “Museo Urquiza” asociacionamigospalaciosanjose@ gmail.com psjmuseourquiza@hotmail.com 3211 -9 -054 4648859
Fundación Amigos de la Junta Est. Históricos de Mendoza Museo Pasado Cuyano Dr. Edmundo Correas Montevideo 544 (5500) Mendoza fundajehm@Gmail.com 0261 6587822
AA del Museo Villa la Angostura
AA del Museo Histórico Regional de Choele Choel Ricardo Rojas 253 (8360) Rio Negro asociacionamigosmuseochch@ hotmail.com 02946-442031
AA del Museo del Cabildo de Salta Caseros 553 (4400) Salta 0387-4215340 cabildosalta@uolsinectis.com.ar
AA del Museo Prov. de Bellas Artes de Salta La Florida 20 y Alvarado (4400) Salta 0387-4214714 / 4222267 int.33 amigos.bellasartes.salta@gmail.com
AA Casa Natal de Sarmiento Sarmiento 21 sur (5400) (264)4224603/(0264)4204567 casnatsarm@sinectis.com.ar
AA Museo Histórico Prov. Dr. Julio Marc Parque de la Independencia S/n (2000) Rosario 0341-4721457 consultas@amigosdelmuseomarc.org.ar
AA del Museo Prov. de Bellas Artes Rosa Galisteo de Rodríguez 4 de Enero 1510 - (3000) Santa Fe 0342-4573577 amigosrosagalisteo@gmail.com
Fundación Museo Mun. de Bellas Artes “Juan B Castagnino” Av. Pellegrini y Bv. Oroño (2000) Rosario 0341-4802542 fundacion@museocastagnino.com www.museocastagnino.org.ar
AA del Museo Histórico Prov. de Santa Fe “Brig Gral. Estanislao López” Tres de Febrero 2553 (Oficinas,salón de actos) (3000)SF amigosdelmuseohistorico@gmail.com 0342-4593760
AA de Santa Fe La Vieja Sede: Museo Etnográfico y Colonial “Juan de Garay” 25 de Mayo 1470 (3000) Santa Fe 0342-4595857 www.arcride.edu.ar/cultura
AA del Museo Municipal de Arte Urbano Poggi (MMAUP) Sarmiento 530 /03492 570555 2300 Rafaela Santa Fe amigosbellasartes@rafaela.gov.ar
AA del Museo de la Colonización Lehmann 1546 - Esperanza (3080) SF aamuseocolonizacion@hotmail.com 03496/450500/420009 int 121
AA Museo Histórico Municipal Rafaela Bv Santa Fe y 9 de Julio - Rafaela SF 03492 435050 historico.rafaela@gmail.com
AA Museo y Pque. de la Constitución San Martín 1936 - Sta Fe (cp 3000) adrianamolina.sfe@gmail.com
A. Civil Amigos del Museo Municipal de la ciudad de Rosario amigosmuseociudadrosario@gmail.com
A. Civil Museo Marítimo de Ushuaia Yaganes y Gdor Paz Ex Presidio (9410) Ushuaia TDF 02901-437481 info@museomaritimo.com web: www.museomartimo.com
Fundación Amigos del Museo de Arte Sacro Congreso 53 SM de Tucumán (4000) 0381-4211213 tucuman@museoartesacro.arnetbiz.com.ar