El hombre de negocios exitoso

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El Hombre de Negocios Exitoso.

En muy difícil definir lo que el éxito significa, hay muchas valoraciones dependiendo de las diferentes escuelas de pensamiento que abordan el tema, la mayoría de los estudiosos del éxito interponen ante el logro de las metas y objetivos, la capacidad para el sacrificio y el esfuerzo de haber hecho todo por alcanzar los planes establecidos. Pero más difícil es ponerlo en la perspectiva individual. Cuando una persona considera que ha sido exitosa? Cuando la sociedad y su entorno reconocen que alguien ha sido exitoso? Como obtiene la persona exitosa la recompensa por sus logros?

Es merecedora una persona exitosa de una

recompensa? O es solo su obligación ser exitoso, porque se desenvuelve en una sociedad cada día mas competitiva y excluyente que no acepta términos medios? Cuando miramos las diferentes actividades en las que se desenvuelve el hombre, desde la escuela hasta su actuación en los círculos profesionales de los adultos, pasamos por diferentes etapas de categorización del éxito. La sociedad premia a los estudiantes más destacados con becas, intercambios, cupos en las mejores escuelas, excepciones por limitaciones físicas etc., pero no hace lo mismo con los estudiantes que no se destacan por sus notas sin diferenciar el entorno que pudiera haberlos llevado a estar por debajo en los percentiles de calificación. El atleta es tratado con las mismas prerrogativas sin importar en la mayoría de los casos las notas y calificaciones para acceder a las mejores escuelas. En el mundo globalizado estamos acostumbrados a reconocer el éxito por los grandes logros de los atletas, músicos, cantantes, científicos, escritores, guionistas, actores y actrices de cine y televisión, periodistas de la televisión, presidentes de países desarrollados o de otros no tan desarrollados pero que dan mucho de que hablar en el ámbito internacional. Es muy fácil comprender el éxito de alguien premiado con un Premio Nobel, un Oscar, un Emmy, un Grammy, un campeonato mundial de su especialidad, un Grand Slam, su participación en los mejores equipos del mundo de su deporte, por el descubrimiento o invento científico que mejore sustancialmente la calidad de vida de la humanidad, mas recientemente vemos como el éxito está asociado a jóvenes que han creado grandes redes sociales, o han hecho grandes avances en la tecnología y en el desarrollo de la plataforma de internet.


Desde esta perspectiva es muy fácil reconocer a la persona exitosa, nos basamos en sus grandes logros, en el reconocimiento que la sociedad hace de ellos y en la difusión que tienen a nivel global los éxitos que esas personas han alcanzado, apoyados en los grandes avances de los medios de comunicación hoy en día.

Normalmente podemos ver en diversas

publicaciones como estos artistas, atletas, científicos, periodistas, cantantes, tecnólogos, compiten entre ellos mismos o entre las diversas categorías por ser los mejores pagados del mundo, amasan fortunas que son difíciles de calcular y usualmente las gastan de forma extravagante haciendo amistades entre ellos y siendo la envidia y los comentarios de todo el planeta. El problema se presenta cuando queremos medir o definir el éxito en las personas que trabajan y dedican su vida al mundo de los negocios. Hablamos no solo del propietario de la empresa, de ese emprendedor pequeño, mediano y grande, que hace posible a través de su creatividad y empeño, que todos los días el mundo funcione y lleguen a nuestros hogares los insumos para el sustento de la vida y el correcto andar de toda la maquinaria que mueve el planeta como lo es la comunicación, las telecomunicaciones el transporte terrestre y aéreo, la navegación, la producción agrícola, pecuaria, los servicios en todos sus ámbitos, la tecnología y todos los quehaceres relacionados con la gerencia de recursos que hace posible la vida tal como la conocemos hoy en día. Hablamos también del profesional de la administración, de la contaduría, del economista, del gerente en su acepción más general que es en suma cuenta el encargado de liderar los procesos exitosos en esas empresas. Para estos profesionales no existe un Premio Nobel, ni nada que se le parezca, no hay una difusión mundial de sus logros, normalmente no compiten en salarios con las estrellas de jet set de otras profesiones. En la mayoría de los casos los reconocimientos son internos, otorgados por los dueños de las compañías o por los gremios profesionales a los que pertenecen, en muchos casos corresponden a años de servicio o los años de graduado, o los años que ha permanecido en el gremio. En muy pocas oportunidades son reconocidos por haber llevado a las empresas que gerencian al tope de ventas en el mundo o en su país de origen o por haber logrado la globalización o por haber logrado que la empresa sobreviviera en un ambiente hostil o en una economía en declive.


Normalmente el contador público, el administrador, o gerente, no hace un alto en su quehacer diario para documentar los avances e innovaciones que introduce en su empresa, no hay muchos medios u organizaciones que se encarguen de revisar las diferencias entre los distintos gerentes y como las conductas de ellos afectan la sostenibilidad y el éxito de esas empresas, no hay ni siquiera un interés claro de una organización por medir y reconocer el éxito individual de los gerentes en los negocios. Esto se hace por investigaciones universitarias o por autores de gerencia que se dedican a la asesoría y en la mayoría de los casos conduce a un libro pero no a la identificación de los sujetos exitosos en las organizaciones. En el caso del contador público, mejor conocido para mi, podemos decir que esta profesión sentó las bases del crecimiento económico de la Tierra, y por lo tanto del bienestar que conocemos hoy día, cuando por allá en el Siglo XV al XVI se comenzó a utilizar la partida doble como registro de las transacciones permitiendo que el comercio y la industria produjera información confiable que fue la piedra que permitió insertar en el mundo de los negocios la variable confianza. A esto sumamos que la Auditoría fue la parte de la profesión del contador público, desde finales del siglo XIX, que asentó este concepto y lo hizo tan sólido que fue la base sobre la que se fundaron las Bolsas de Valores y todo lo que ha venido después hasta nuestros días. Los contadores públicos han estado involucrados en los cambios más importantes que se han dado en el mundo de los negocios en las últimas décadas y que han dado pie a la globalización y la internacionalización de las empresas y de los mercados. El contador se ha organizado en diversas entidades que se han mantenido emitiendo una serie de regulaciones que han estandarizado los principios sobre los cuales se basan los negocios mundiales y las reglas sobre las cuales los países y las organizaciones multilaterales controlan sus actividades y sus finanzas. El contador público ejerce una labor muy importante en el quehacer diario de los negocios alrededor del mundo y normalmente encontraremos que muchos de ellos son personas brillantes, muy preparadas tanto profesional como intelectualmente y sobretodo formadas para enfrentar grandes retos bajo situaciones de alto estrés. Los encontramos en los aeropuertos de todo el mundo usualmente con maletines y laptops, recargados de trabajos y conectados a sus celulares resolviendo desde cualquier parte asuntos rutinarios o excepcionales que se presenten, laboran más del horario usual y tienen una capacidad multidisciplinaria como ninguna otra persona formada en otra profesión.


Sí no nos encontramos con estos personajes tan influyentes entre las rutilantes estrellas del jet set mundial, es porque el contador público trabaja en silencio, en la más estricta confidencialidad por la información sensible que maneja, en un mundo desconocido para el resto de las personas que nada tienen que ver con la profesión. En el anonimato. Quién ha oído hablar de las Big Four? Quién sabe como son interiormente? Solo los que estamos adentro y los que han pasado por ahí pero no se quedaron. No todos tienen de todas maneras la misma perspectiva. El que los profesionales de los negocios no sean premiados, ni reconocidos mundialmente (existen excepciones, como en todo) no quiere decir que son menos brillantes, ni menos exitosos que las otras personas que se destacan en actividades que si tienen el reconocimiento internacional. El talento que hay que tener junto a las habilidades para ser exitoso en el mundo de los negocios son únicas, son irremplazables y son inherentes a un grupo de humanos que se destaca por encima de la media de las personas que participan en esa actividad. El reconocimiento a los gerentes y profesionales del mundo de los negocios viene acompañado de su proactividad a interactuar con las diversos entes que conformen su entorno, y a influenciar en estos de manera de provocar un cambio cualitativo en el desarrollo del conocimiento acumulado de ese entorno y como ese conocimiento es utilizado para generar bienestar a todos los integrantes del sistema. Sin estos profesionales el mundo no sería como es y la actividad económica que ha podido llevar a los habitantes del planeta mayor bienestar no hubiera sido posible. Es por esto que en definitivo los profesionales del mundo de los negocios son tan brillantes y tan exitosos como los que acostumbramos ver en los rutilantes anuncios, pero con la salvedad que no gozará del reconocimiento de esos personajes.

14 de enero de 2013

Autor: Lic. Fabio H. Soto Salom


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