Extravío de Palabras

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Editorial.

Extravío de Palabras Año I

abril de 2010

número 2

El eje troncal para este segundo número fue realizar una aproximación al hombre urbano y su entorno, a través de la percepción y gustos personales que cada colaborador de esta publicación tiene sobre “lo literario” y/o el diseño gráfico.

Revista Digital Dirección y Edición César Garrido Leiton Jefe de Redacción Shasha H. Guerrero Céspedes Diseño Gráfico César G. Leiton Shasha H. Guerrero

Por otra parte seguimos con la modesta pretensión de que los miembros de la red social “Titiritaina de Textos” encuentren en este otro medio de expresión digital un lugar para dar rienda suelta a su afición por las letras.

Portada y contraportada Yolanda B. M.

Palabreando Luciérnaga………………………… Pg. 3 Isabel Guillén. Recortando palabras…………………………… César Garrido Leiton.

Pg. 4

Ilustre Desconocido………………………………. Pg. 6 Carlos Sáez.

Y como siempre decimos, aunque esta modesta publicación va dirigida a cualquiera que desee interesarse por ella, se le dedica con especial cariño y agradecimiento a los miembros de la red social literaria “Titiritaina de Textos” ya que entre ellos se encuentras quienes han aportado sus trabajos para la consecución de esta revista.

Endemoniados Evangelistas……………………... Pg. 8 Shasha H. Guerrero Urbania……………………………………………. Pg. 10 Jessica Arreola Poema Ganador “Certamen PoéticoTitiritaina de Textos”………………………………………… Pg. 11 Danzalitterae………………………………….. Pg. 12 Arturo Whitewhertz Relatos Ganadores”Certamen de Relatos “Titiritaina de Textos”………………………….

Pg. 14

Y la Mujer………………………………………. Amate

Pg. 18

Los miembros de “Titiritaina” han escrito…..

Pg. 19

Ganador Certamen Fotográfico “Titiritaina de Textos”…………………………

Pg. 24

El Bazar. Chingaderitas y otras hierbas.…….

Pg. 25

Muchas gracias a todos ellos.

Contacto, opiniones y sugerencias: tianguisliterario@hotmail.com

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Y fluye sin descanso el torrente humano… rostros sin nombre, pares de piernas y algún descalzo... Parias caminantes pisando un asfalto sin alma, monigotes carmesí en un entorno gris… llega la calma. Peatón sin tregua, guiado sin voluntad entre rojo y verde. Emigrante de un destino marcado a golpe de dominio. Triste caballero andante Poeta de polución y bullicio No es viajero el peatón… mientras pierde entre aceras el juicio


Recortando José María Fonollosa: “El peatón interior” César Garrido Leiton

E

s otoño y el frío es intenso en

Hay pocos datos biográficos de José María

Barcelona. Un anciano de 79 años

Fonollosa fuera de los rastros que fue

muere solo en su habitación. Sobre su

dejando

implícitos

en

sus

propias

escritorio junto a diversos borradores se

creaciones poéticas. Se sabe que nació en

encuentra su testamento hológrafo y el

Barcelona en 1922 y que en 1951 marchó

siguiente poema:

a Cuba (en donde escribió el “Romancero de Martí” en 1955) y a Nueva York. Es en

“No a la transmigración en otra especie.

este periodo de exilio de diez años (pues

No a la post vida, ni en cielo ni en infierno.

regresaría a Barcelona en 1961), cuando

No a que me absorba cualquier divinidad.

iniciaría su proyecto poético “Ciudad del

No a un más allá, ni aun siendo el paraíso

hombre”

reservado a islamitas, con beldades

conjunto de poemas que lo forman el

que un libro garantiza siempre vírgenes.

carácter único de este autor, ajeno a

Porque esos son los juegos para ingenuos

cualquier influencia de su época y pionero

en que mi agnosticismo nunca apuesta.

de algún modo en la búsqueda del diálogo

Mi envite es al no ser. A lo seguro.

directo con el lector, en un esfuerzo por

Rechaza otro existir, tras consumida

pulir a través de endecasílabos blancos

mi ración de este guiso indigerible.

cualquier

Otra vez, no. Una vez ya es demasiado.”

innecesaria en la expresión que dificulte la

manifestándose

tipo

comunicación

de

a

artificio

sobria

y

través

o

del

recarga

coloquial

del

Es el 7 de octubre de 1991. Escasamente

mensaje poético. Es por esto y por nada

un año antes y tras cuarenta años de

más, desde mi modesto punto de vista,

silencio en los ambientes literarios es

que en alguna ocasión se le ha relacionado

gracias al azar y a Pere Gimferrer que la

estilísticamente con Manuel Machado o

editorial Sirmio de Barcelona le publica su

Jaime Gil de Biedma.

libro de poemas “Ciudad del Hombre: Nueva

York”.

El

anciano

Nueva York y Barcelona

ciudadano

son de algún

modo excusas “cartográficas” para un

desconocido es José María Fonollosa. 4


deambular

interior

del

poeta

por

la

Gimferrer, su descubridor. Y no fue hasta

condición de la naturaleza humana (ya sea

que Albert Pla

a través de sus propias experiencias

poemas titulado “Supone Fonollosa” que

personales o las de otros) en relación,

su figura fue reconocida en el mundo

entre otros temas, con el sexo, el amor, el

literario,

fracaso,

las

Manuel Serrat ya grabara “Por dignidad”,

más

una canción basada en el poema “Subway

un ácido sentido del

I”, incluido en “Ciudad del hombre: Nueva

la

adicciones

soledad, desde

absoluto pero con

el

el

crimen

pesimismo

o

humor. Así se limita pues, a titular sus

grabó un disco con sus

aunque un

año

antes

Joan

York”.

poemas con el nombre de calles de estas ciudades sin pretender “fotografiarlas” en

Quedó

ellos. La diferencia fundamental entre

casualidad, un magnífico poeta maldito al

“Ciudad

y

que como en tantas otras ocasiones casi

“Ciudad del Hombre: Barcelona” radicaría

no se le hace justicia ni aún después de

quizás en que mientras que en la primera

muerto.

del

Hombre:

Nueva

York”

rescatado

así

del

olvido,

por

trata temas de cierta dureza social con mayor especificidad y desde la particular mirada de distintos protagonistas, en la segunda

sus

escritos

son

más

autobiográficos ya que es “el hombre Fonollosa” su especial centro de atención. Curiosamente durante algún tiempo se consideró que José María Fonollosa era uno de los heterónimos del propio Pere César Garrido Leiton Bibliografía de José María Fonollosa: • • • • • • • • •

La sombra de tu luz (1945) Umbral del silencio (1947) Blues y cantos espirituales negros (1951) Ciudad del hombre: Nueva York (Sirmio, Barcelona, 1990). Prólogo de Pere Gimferrer. Ciudad del hombre: Barcelona (Bauma, Cuadernos de Poesía, Barcelona, 1993). Ciudad del hombre: Barcelona (DVD ediciones, Barcelona, 1996). Prólogo de José Ángel Cilleruelo. Poetas en la noche (Quaderns Crema, Barcelona, 1997) Ciudad del hombre: Nueva York (Ediciones El Acantilado, 2000). Destrucción de la mañana (DVD ediciones, Barcelona, 2001). Prólogo y edición de José Ángel Cilleruelo. 5


DIÁLOGO IMPOSIBLE CON NICANOR PARRA

D

ebe saber una cosa, Don Nica, cuando se trazó el tema en torno al cual gira este segundo número no pensé en vos. Sabía que existía, conocía su

obra, pero no pensé en vos. Mis primeras opciones fueron Kafka, centrándome en El proceso y La metamorfosis; y Pessoa, con dos de sus poemas y sus heterónimos. Pero recordé su condición de antipoeta y recordé su antipoesía, rompiendo sus cánones tradicionales y recordé, sobre todas las cosas su SOLILOQUIO DEL INDIVIDUO. Charlemos, pues, Don Nica … Chile su cuna y 95 años a sus espaldas (en septiembre 96) le habrán servido para dar por cierto este soliloquio que nos acompaña

SOLILOQUIO DEL INDIVIDUO

por estribor. Familia de artistas la suya, aunque de todos (Roberto, Violeta y Lalo) a quien mas conozco es a Violeta por sus canciones. Hombre cultivado y culto donde los haya… Humanidades, matemáticas y física. Su primer anticuento “Gato en el camino” vió la luz en 1935, mientras ejercía de inspector en el Internado Nacional Barrios Arana. En 1937, siendo profesor de Física y Química, publica su primer libro de poemas, “Cancionero sin nombre”, con clara influencia Lorquiana. Una beca le llevó hasta EEUU y a Inglaterra consiguiendo de vos una autoridad en física mecánica. Hasta que no leí sus antipoemas no entendí su antagonismo con Pablo Neruda. Me va a disculpar, Don Nico, pero me quedo con ambos, cada cual en lo suyo.

Yo soy el Individuo. Primero viví en una roca (Allí grabé algunas figuras). Luego busqué un lugar más apropiado. Yo soy el Individuo. Primero tuve que procurarme alimentos, Buscar peces, pájaros, buscar leña, (Ya me preocuparía de los demás asuntos). Hacer una fogata, Leña, leña, dónde encontrar un poco de leña, Algo de leña para hacer una fogata, Yo soy el Individuo. Al mismo tiempo me pregunté, Fui a un abismo lleno de aire; Me respondió una voz: Yo soy el Individuo. Después traté de cambiarme a otra roca, Allí también grabé figuras, Grabé un río, búfalos, Grabé una serpiente Yo soy el Individuo. Pero no. Me aburrí de las cosas que hacía, El fuego me molestaba, Quería ver más, Yo soy el Individuo. Bajé a un valle regado por un río, Allí encontré lo que necesitaba, Encontré un pueblo salvaje, Una tribu, Yo soy el Individuo. Vi que allí se hacían algunas cosas, Figuras grababan en las rocas, Hacían fuego, ¡también hacían fuego!

Una sueca le puso el anillo en el dedo en 1951, aunque fue otra sueca la que, años después, se unió a él sentimentalmente.

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6


Yo soy el Individuo. Me preguntaron que de dónde venía. Contesté que sí, que no tenía planes determinados, Contesté que no, que de allí en adelante. Bien. Tomé entonces un trozo de piedra que encontré en un río Y empecé a trabajar con ella, Empecé a pulirla, De ella hice una parte de mi propia vida. Pero esto es demasiado largo. Corté unos árboles para navegar, Buscaba peces, Buscaba diferentes cosas, (Yo soy el Individuo). Hasta que me empecé a aburrir nuevamente. Las tempestades aburren, Los truenos, los relámpagos, Yo soy el Individuo. Bien. Me puse a pensar un poco, Preguntas estúpidas se me venían a la cabeza. Falsos problemas. Entonces empecé a vagar por unos bosques. Llegué a un árbol y a otro árbol; Llegué a una fuente, A una fosa en que se veían algunas ratas: Aquí vengo yo, dije entonces, ¿Habéis visto por aquí una tribu, Un pueblo salvaje que hace fuego? De este modo me desplacé hacia el oeste Acompañado por otros seres, O más bien solo. Para ver hay que creer, me decían, Yo soy el Individuo. Formas veía en la obscuridad, Nubes tal vez, Tal vez veía nubes, veía relámpagos, A todo esto habían pasado ya varios días, Yo me sentía morir; Inventé unas máquinas, Construí relojes, Armas, vehículos, Yo soy el Individuo. Apenas tenía tiempo para enterrar a mis muertos, Apenas tenía tiempo para sembrar, Yo soy el Individuo. Años más tarde concebí unas cosas, Unas formas, Crucé las fronteras y permanecí fijo en una especie de nicho, En una barca que navegó cuarenta días, Cuarenta noches, Yo soy el Individuo. Luego vinieron unas sequías, Vinieron unas guerras, Tipos de color entraron al valle, Pero yo debía seguir adelante,

Debía producir. Produje ciencia, verdades inmutables, Produje tanagras, Di a luz libros de miles de páginas, Se me hinchó la cara, Construí un fonógrafo, La máquina de coser, Empezaron a aparecer los primeros automóviles, Yo soy el Individuo. Alguien segregaba planetas, ¡Árboles segregaba! Pero yo segregaba herramientas, Muebles, útiles de escritorio, Yo soy el Individuo. Se construyeron también ciudades, Rutas Instituciones religiosas pasaron de moda, Buscaban dicha, buscaban felicidad, Yo soy el Individuo. Después me dediqué mejor a viajar, A practicar, a practicar idiomas, Idiomas, Yo soy el Individuo. Miré por una cerradura, Sí, miré, qué digo, miré, Para salir de la duda miré, Detrás de unas cortinas, Yo soy el Individuo. Bien. Mejor es tal vez que vuelva a ese valle, A esa roca que me sirvió de hogar, Y empiece a grabar de nuevo, De atrás para adelante grabar El mundo al revés. Pero no: la vida no tiene sentido.

¿Qué tenían las suecas para vos, Don Nica? Creo que la única sueca que no le quiso fue la Real Academia Sueca, que hasta en tres ocasiones le denegó el Nobel. “Poemas y antipoemas” apareció en 1954. Premio Nacional de Literatura en 1969 y Premio Juan Rulfo en el 91. Menudo palmarés, Don Nica.

Tengo que

terminar y me gustaría hacerlo diciendo que yo, también, SOY EL INDIVIDUO. http://www.youtube.com/watch?v=Hn-PnJThtao Aquí podéis escuchar a don Nica recitar este poema. Carlos Sáez

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Pentagonías desengaño. Perseguido fieramente por su oposición a la falacia libertaria de la revolución castrista por la que había empuñado el fusil (1958) y que ahora se encargaba de exterminar a los <<diferentes>>, él era uno de ellos. Su homosexualidad fue el pretexto para encarcelarlo en “El Morro” (1974-1976), infame presidio donde era “apartada” la escoria de la Cuba de Fidel, sometido a trabajos forzados, a vejaciones y condiciones de “vida” infrahumanas. Pretender escribir en estas patéticas condiciones resultaría absurdo, pero no para Arenas, escribir cartas a los presos mientras el rencor, el odio y la frustración mordían sus entrañas, era el escape a su locus amoenus, escribir siempre lo fue. Y él era sólo un escritor.

La lagartija que se niega a morir, escapa de sus depredadores con el mágico truco de una cola agitada que desprende a voluntad de su propia carne, aún fragmentada sigue zarandeándose furiosa. Herirla de muerte precisará exiliarla interior y exteriormente, sumirla en un desgarrador desencanto y tal vez, un frasco de barbitúricos. Recargada fantasía evasora de la violencia y los miedos, escrita en “…una pared hasta la hoja de un árbol.” En la que se va trasmutando realidades al surrealismo puro chorreante de lírica crudeza, dulcísima rabia salpicante, dolorosamente risueño. «¡Animal!», me dice mi madre, y me tira una piedra en la cabeza. «¡Deja a las pobres lagartijas que vivan en paz!» Mi cabeza se ha abierto en dos mitades, y una ha salido corriendo. La otra se queda frente a mi madre. Bailando. Bailando. Bailando". (Celestino antes del alba, p. 7,8)

“Había, por ejemplo, un desgraciado padre con todos sus hijos, que había sido condenado a cinco años porque había matado a una de sus vacas para alimentar a la familia... Muchos reclusos de mi barrio fueron confinados en la cárcel por haber cometido <<penicide>>. Nombre dado a la violación de mujeres y menores. Los guardias de El Morro eran sádicos. Rutinariamente violaban a los prisioneros jovenes, los que osaban defenderse eran mutilados. Golpear a los presos sin motivo y sin ninguna misericordia. Huelga decir que muchos de los presos enloquecieron por la tortura y las condiciones de rutina. Ellos fabricaron las armas con palos, clavos y cuchillas de afeitar para defenderse de los guardias y otros prisioneros. Los prisioneros subian a la superficie del Castillo una vez al mes y muchos usaron la oportunidad para lanzarse sobre el borde, estrellando sus cuerpos en las rocas. Otros se ahorcaron, y otros matarían a otros presos simplemente para ser ejecutados”.

Fugitivo, siempre prófugo entre prosas y poesías intentando cohesionar su desfragmentada libertad: corporal, espacial y literaria. Nómada en eterno éxodo, buscando, siempre buscando el intersticio justo para conjugar la ambigüedad de su permanencia soñada y la visceral fuga. Luchador, siempre guerreando con balas primero y tozudez de palabras después. Reinaldo Arenas Fuentes, cubano nacido en Holguín, y uno de los mejores escritores del siglo XX que ha dado la Isla. Revolucionario y contrarrevolucionario del

“Push It To The Limit Walk along the razors edge Don't Look down,just keep your head or you'll be finished”. (“Push it to the limit”)

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Su única riqueza era la libertad, tenía que escapar y recuperarla, por lo que firma su autoinculpación. Se declara homosexual pasivo y alterando su pasaporte, escapa de Cuba en el éxodo de Mariel (1980) hacia Miami. Ahí funda la Revista Literaria “Mariel” (1983-1986) ya desaparecida, junto con Juan Abreu, después de muchas penurias en su lucha ahora con el sistema capitalista dónde “si no tienes dinero, no vales nada, no existes”, Finalmente emigra a Nueva York (1987).

de los cuerpos en exhibiciones sexuales, que hace Reinaldo Arenas en su obra, oscilan entre lo obsceno y lo sensual, retornando a la implícita necesidad de descargar su incontenible cólera al evidenciar los sistemas castrenses e intolerantes, donde los machos militares (casi todos) se convierten en bugarrones al sostener relaciones con otros hombres, a quienes desprecian por “maricas” al volver a su embozo heterosexual, caracterizados de personajes repugnantes. Pero también recrea el satisfactorio placer de las relaciones homosexuales, ubicándolas en los escenarios más insospechados donde da rienda a sus propios deseos, aunque casi siempre adopta el papel de narrador o del personaje narcisista que sale mejor librado de las situaciones, en una hiperactividad voyeurista con un complice, el lector.

En el destierro escribe la mayor parte de sus obras, en donde la subjetividad se recrea sin demarcaciones como siempre. Es un peatón vagabundeando entre el realismo brutal, la pasión homoerótica y falócrata, la juvenil sensualidad y el humor virulento. Camina en el alambre del placer infantil al enfurecimiento adulto. Desterritorializado, buscando sin cesar su propio lugar que no encuentra, entonces la hoja en blanco se convierte en su territorio y crea su espacio abierto, sin límites y un leitmotif, con textos columpiados al compás del tecléo de la vieja Underwood.

Sin poder contenerse Tedevoro eyacula varias veces mientras lo siguen penetrando y sobando. En éxtasis y al borde del desmayo, Tedevoro sale del urinario. Entonces, al olerse y mirarse descubre que lo han embetunado con mierda de pies a cabeza. Alguien por pura maldad o por un extraño goce, le ha cubierto todo el cuerpo de excremento hasta convertirlo en un mojón humano (El gigantesco urinario, p. 418)

Enferma de VIH y se escapa embarcado en el suicidio, en busca de su amado mar entre endemoniados versos y una carta a los amigos, un 7 de diciembre.

Esta es la historia de una isla que nunca tuvo paz, que fue descubierta por un grupo de delincuentes, de aventureros, de ex presidiarios, y asesinos, que fue colonizada por un grupo de delincuentes y asesinos, y que fue gobernada por un grupo de delincuentes y asesinos y que finalmente (a causa de tanto delincuente y asesino) pasó a manos de Fifo el delincuente supremo, el súmmun de nuestra más grandiosa tradición asesina. (El color del

"Queridos amigos: debido al estado precario de mi salud y a la terrible depresión sentimental que siento al no poder seguir escribiendo y luchando por la libertad de Cuba, pongo fin a mi vida. En los últimos años, aunque me sentía muy enfermo, he podido terminar mi obra literaria, en la cual he trabajado durante casi treinta años. Les dejo pues como legado todos mis terrores, pero también la esperanza de que pronto Cuba será libre. Me siento satisfecho por haber podido contribuir aunque modestamente al triunfo de esta libertad. Pongo fin a mi vida voluntariamente porque no puedo seguir trabajando. Ninguna de las personas que me rodean están comprometidas en esta decisión. Sólo hay un responsable: Fidel Castro. Los sufrimientos del exilio, las penas del destierro, la soledad y las enfermedades que haya podido contraer en el destierro no las hubiera sufrido de haber vivido libre en mi país. Al pueblo cubano tanto en el exilio como en la Isla los exhorto a que sigan luchando por la libertad. Mi mensaje no es un mensaje de derrota, sino de lucha y esperanza. Cuba será libre. Yo ya lo soy.

verano, p. 176).

La desaforada descripción en los detalles

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U R B A N I A

“PEATÓN”

La última vez que te vi fue caminando, después de cambiar mi mano por un sueño evaporado de arena. Ahora preguntas ¿cómo estás?

hablaste poco después de confesar que no era amor, sino una pasión arrebatada. Fumé esas palabras, oculté una lágrima fugaz callando las voces de la cafetería.

Anhelé que tu locura se fuera que sanara tu deseo. Esperé que tu voz llegara, caminante.

“Hasta pronto” Desde que leí ese par de palabras no he dejado de mirar la ventana. ¿Qué será de ti?.

Nuestras miradas saludan, sumergiéndose en el mar del recuerdo. Mis labios torpes tropiezan con mis brazos sólo quieren saber de ti.

Peatón, recolector de sueños rotos, bebedor de llantos. Peatón, de calles olvidadas, teñidas de melancolía. Peatón, de una vida cansada, esperando un futuro incierto. Peatón como yo.

Tu aliento ahora es más pronunciado desde el primer cigarro que nos acompañó en el callejón de un último adiós.

Cada marcha recordando esta última vez paso a paso, paso a paso.

Pusiste crema a mi café americano acariciaste la plática con una sonrisa

Imagen: “A paso de cebra”. Gema Rupérez. Técnica Mixta.

Jessica Arreola

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Daniel Bowen

ACERCANZA

Confiado a mis sentimientos, fui aquel marinero a la deriva, desee estar en tus pensamientos, naufragando en tu mar esquiva. Paciente esperé la acercanza, el sutil roce de nuestras bocas, confiando mi incierta esperanza, para tocar el cielo sin alas rotas, Me sorprende la luna desolado, sin dormir y acariciando el alba, soñándote despierto a mi lado, o pintando el horizonte de malva. Iluso esperé tus abrazos, sentí el desdén de tus ojos, seguí de cerca tus pasos, pero estoy solo y de ti lejos, Resignaré los intentos fallidos, nunca regresó mi fe perdida, ya ahogué todos mis suspiros, y sané sin besos mis heridas...

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“El ministerio de los ciegos callejeros”

desenrollaba

una

tela

pintada

con

escenas (en otras ocasiones ésta era sustituida

por

una

tabla

con

ilustraciones), y con su bastón o un puntero de madera iba señalando a la vez

que

muchas zanfona)

cantaba veces

de

(acompañándose violín,

truculentos

rabel

crímenes

o o

amores ejemplares, entre una gran variedad de categorías temáticas, casi tantas,

como

las

que

podemos

encontrar hoy en nuestros diarios o televisiones. Hubo

un

tiempo,

aunque

parezca

Los “romances de ciego”

increíble, en el que no existía internet. Más

aún,

ni

siquiera

estaba

eran composiciones en

en

verso

proyecto el invento de la radio o de la

élites,

extremadamente

eran caros.

escasos Por

no

necesariamente coincidían con la forma

televisión. Los libros, al alcance sólo de unas

que

literaria del romance. Habitualmente

y

eran anónimos y trataban sobre hechos

aquel

recientes de preferencia dramática y

entonces, la estrella del divertimento

con finales muy trágicos. Dado que

popular eran los “romances de ciego”.

mayoritariamente tenían una finalidad

Niños y mayores esperaban ansiosos la

moralista, los elementos tremendistas

llegada del día de mercado. Ese día el

eran

ciego, ayudado por su lazarillo agitaba

fundamentales

para

moraleja calara bien hondo.

sus pliegos y los colgaba en un cordel, 12

que

la


Popularmente eran llamados “coplas” y

recitarlos en sus fiestas familiares o

difundidos mediante transmisión oral o

vecinales. En “Paz en la guerra” (1893),

a través de esos “pliegos de cordel” en

Miguel de Unamuno cuenta como los

los que venían impresos y que el ciego

niños de entonces (en lugar de los

vendía al finalizar el “espectáculo” si es

dulces o los tebeos de nuestra niñez)

que la copla había gustado lo suficiente

los compraban y cuando ya los tenían

al público. Normalmente los pliegos

bien sabidos los cambiaban entre ellos.

tenían de una a cuatro páginas e iban

Así, escribía Unamuno: “...en la plaza del

xilografiados en la parte superior.

mercado, al ciego que los vendía, aquellos pliegos de lectura que, sujetos con cañitas a unas cuerdas, se ofrecían al curioso; pliegos sueltos de cordel. Era la afición de moda entre los chicos, que los compraban y se los trocaban. Aquellos pliegos encerraban la flor de la fantasía popular y de la historia; los había de historia sagrada, de cuentos orientales, de epopeyas medievales del ciclo carolingio, de libros de caballerías, de las más celebradas ficciones de la literatura europea, de la crema de la leyenda patria, de hazañas de bandidos, y de la guerra civil de los siete años. Eran el sedimento poético de los siglos que, después de haber nutrido los cantos y relatos que han consolado la vida a tantas generaciones,

Se llamaban “pliegos de cordel” porque

rodando de boca en oído y de oído en boca,

se exhibían para su venta colgados de

contados al amor de la lumbre, viven, por

un cordel y sujetos por una especie de

ministerio de los ciegos callejeros, en la

pinza de caña para evitar que se los

fantasía, siempre verde, del pueblo.”

llevara el viento. Dado que no había otro modo de entretenimiento público, las

gentes

los

compraban

Arturo Whitewhertz

para

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Paca Gamero

“Que no se olviden sus nombres” Querida hija, sé que debí contarte todo esto hace mucho, cometí el error de pensar que aún quedaba tiempo para hacerlo, pero el tiempo se ha escapado de mis manos sin apenas darme cuenta y ahora, es tarde para hacerlo mirándote a los ojos. Sé lo mal que lo has pasado toda tu vida, creyendo lo que la gente decía, las habladurías, las críticas, los rechazos, todo ha hecho que pensaras que no he sido lo suficientemente buena. Sentía vergüenza de contarte lo que fue, lo que pasó, ellos consiguieron que yo también pensara que todo había sido por mi culpa y ahora es tarde para recuperar el tiempo perdido contigo. Cuando todo comenzó yo apenas tenía veinte años, trabajé de cobradora en los tranvías municipales durante unos meses antes de que terminase la guerra y volver al pueblo, sólo eso, ese fue mi crimen, me detuvieron una tarde cuando salía de casa, los policías me llevaron casi a rastras a las dependencias de la guardia civil, me acusaron de roja, y mi nombre se perdió entre insultos y golpes, ahora era individua, zorra, sujeta; me raparon la cabeza, me pasearon por el pueblo para escarnio público, me purgaron durante días con aceite de ricino para que vomitara mi “alma comunista”. Pasé de ser una persona a ser algo con lo que ellos podían hacer lo que quisieran. Allí conocí a otras que como yo no sabían cual había sido su crimen, otras que no tuvieron tanta suerte y no sobrevivieron a aquel infierno: Ana a la que su ex marido falangista y homosexual, asesinó mientras estaba de parto, su único crimen fue divorciarse de él, Carmen que fue arrastrada atada a la cola de un caballo antes de ser fusilada, ¿su crimen? Rechazar un pretendiente que tenía demasiados contactos, Francisca a la que envenenaron con aceite de ricino y apenas vivía cuando la llevaron al paredón junto con su hijo y tantas otras… Nunca supe quién fue tu padre, cuando comprendí, durante esos meses de encarcelamiento, que estaba embarazada, jamás pensé en ti como algo que odiaba, algo fruto de las violaciones a las que fui sometida durante semanas, te quise y te quiero, me prometí que cuidaría de ti que te amaría y que jamás sabrías nada de todo esto, pero tienes que saber, es tu derecho. Ahora veo en las noticias a esos políticos rimbombantes hablando de la Memoria histórica, mientras los nombres de los asesinos siguen presidiendo las calles de nuestros pueblos y ciudades, quieren comprar nuestro dolor con dinero, como si las muertes de todas aquellas personas se pudieran pagar y por eso quiero que sepas, que lo sepan tus hijos y los hijos de tus hijos, que no se olviden nuestros nombres… Dos silenciosa lágrimas resbalaban por la mejilla de Alicia cuando dejó la carta, su abuela no había terminado de escribirla. Detrás de ella oía los sordos sollozos de su madre y se prometió que haría lo que fuera para que no se olvidaran sus nombres. Para Ana, Carmen, Francisca, Dolores, Remedios, Ana, Manuela, María, Antonia y tantas otras… 14


César G. Leiton

“El que habita en la oscuridad” El hombre se levanta en la madrugada después de un par de horas fingiendo que duerme. La mujer que está a su lado finge no darse cuenta de nada y deja que el ciego pasillo lo vuelva a tragar una noche más. Sabe que el amanecer lo vomitará de nuevo junto a ella transformado por la catarsis de su secreto trance en el esposo que ella conoció alguna vez. El hombre conoce el recodo en el camino en el que el pequeño hijo sueña con los personajes del último cuento que mamá le contó. Por eso no necesita la luz y arropa al hijo que es suyo como si fuera de otro sin mirarle el rostro porque se parece demasiado a él mismo. Cierra la puerta de la habitación del niño tras de sí y encara el recorrido hasta el estudio en el que se encerrará hasta que en la otra parte del mundo sea la medianoche y en la suya los vehículos comiencen a llenar de ruidos la calle. Piensa en su camino que su vida es como un largo túnel con la sola luz de un monitor al otro lado y que es un tránsito angustioso hasta la otra vida su recorrido. Que es una sombra entre sombras buscando romperse los ansiosos labios contra un fantasma de palabras que fluye por el monitor como un gran ciclón aspirador. Así es cada día. Un tránsito descontrolado hacia la nada. Una larga espera llena de mentiras para hacer más bella la mayor de las mentiras; querer creer que se ama y que se es amado cuando la propia esposa sólo es una figura sin rostro en cada beso y el hijo que se arropa la certeza absoluta de que el amor que se busca se está atropellando porque no había nada que buscar. El hombre vuelve a cerrar otra puerta tras de sí. Se acomoda frente a su computadora. La enciende. La luz le baña el rostro como narcótico fluido y comienza su mágico trance. Ella está al otro lado esperándolo. Vuelven a mentirse sobre quiénes son y sus vidas. Fuman y beben. Se lanzan las mismas palabras de arrollador amor de siempre. Discuten por celos. También hacen el amor. Vuelven a jurarse amor eterno y un viaje para conocerse, que ambos saben, que nunca ocurrirá porque el viaje que ambos buscan es de huida y lo hacen cada día frente al monitor. Pasan las horas en un suspiro. ¡Es tan breve el tiempo cuando se intenta acariciar al ser amado con las palabras! Y llega la insatisfactoria despedida. Es angustiosa. Es repetitiva. Es necesariamente larga. Es como debía ser despedirse de una novia en el siglo XIX cuando uno se marchaba en tren a estudiar a provincias, piensa el hombre mientras termina de apagar su computadora y la oscuridad vuelve a habitarlo para habitar, él a su vez, en la oscuridad de las primeras luces del día.

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Shasha H. Guerrero

“Autoland”

Otro día amanece en la ciudad, su contínuo movimiento la hace parecer un hormiguero frenético de metálicas cajas. Extraña panorámica brinda. Los habitantes de esta singular metrópoli, viven sus días ”organizados” en dos grandes grupos que se rigen por leyes no escritas, por la costumbre que se hace ley.

Autoland se eterniza como si tomara su modelo de un sube y baja solitario. Una parte arriba y otra tan abajo, a los extremos, lejos y sin embargo cosidos por el origen o el pasado. Nadie sabe exactamente cuándo comenzó ni por qué, pero los abuelos en sus consejas narradas a decenas de pequeñuelos, mencionan los días de sus propios bisabuelos, mientras en sus rostros envejecidos bailan sombras titiritescas manejadas por la pálida luz de las fogatas que permanecen ardiendo constantemente en los túneles. Repentinamente se escucha a uno de los niños que con un grito jubiloso solicita:

-“¡Cuéntanos de los “motorizados”, de cómo quema el sol en la piel abuelo!”- la petición se generaliza en un instante, el gesto del abuelo se torna ceñudo –“En otra reunión, ahora no”Zenaida, delgada jovencita de cabello rojizo permanece recargada en la fría pared de tierra, ha escuchado todo y en el fondo de sus ojos brilla algo indefinible, que infunde miedo. Ella es de los de abajo, una “topo”.

Leonardo aborda su lujosa caja metálica, es regalo de su padre, quién logro, al igual que todos los que viven en la superficie, hacer fortuna en las minas de plata. Así pudo emerger de las galerías y obtener su primera caja metálica que le permitiría moverse placenteramente por toda esa infraestructura de edificios y vías asfaltadas, por dónde circulaba a alta velocidad segura y cómoda. No había otra manera de poder vivir en la superficie de Autoland, ahí no existen aceras. Ahora cada miembro tiene su propia caja metálica, del modelo más reciente, esto sienta su alta clase social. Oprime el botón que eleva la pesada puerta de salida y Leonardo inicia otro placentero trayecto hasta la enorme torre que ocupa la “Autoland University”. 16


Ella sabe que está prohibido aunque no sabe qué pasará al regresar, mas Zenaida está decidida a emprender la aventura. Necesita corroborar, vivir en carne propia la veracidad de todas esas historias que trasmiten a los jóvenes, los abuelos “topos” de los túneles. Sigilosa y ligera se va acercando a la enorme boca del subterráneo después de varias horas de caminar entre ellos. Su emoción se acrecienta a cada paso, agazapada espera a ver esa luz esplendida que le han dicho, suministra algo llamado “sol” y la sabe tan poderosa, que los “topos” quedarían ciegos si no contaran con esos cristales ahumados que se ha fabricado clandestinamente. Quedó ahí, esperando.

Sus ojos se abrían asombrados tras los cristales ahumados, mucho más que cuando conoció las claras aguas del río subterráneo. Poco a poco brillaba la tierra allá, fuera del túnel. Con pasos temblones se iban acercando a ella, hasta que su asombro no tuvo límites, mil hogueras no habrían alumbrado así y ese manto claro que la cubría tenía un diamante dorado que no podía ver, le causaba dolor. Tardó en recuperarse de tan fastuoso espectáculo, su sonrisa se hiso permanente a la vez que la regaba con lágrimas y ahí, a pocos metros de distancia estaba la ciudad de los “motorizados”. Se hallaba al máximo de todas sus emociones. Conocía pocos colores, la mayoría que entraban por sus ojos, eran celestiales primicias. Caminó presurosa hasta esa maraña de ríos negros llenos de enormes peces resplandecientes que se meneaban sobre sus negras aguas que corrían a la vera de encumbradas rocas coloridas. Entre más se acercaba, miraba hechizada aquellas cajas brillantes que bramaban como la tierra cuando enfurecía. Crecía su embeleso y olvidó la sentencia oída cada día: “Nunca aproximarse a la ciudad de la superficie”.

Tocaba su piel tibia por la caricia del sol –“¡Esto no puede ser malo, no!” repetía. No supo en qué momento se internó entre las cajas metálicas que resoplaban al pasar a su lado, vertiginosos. Un chirrido, un golpe seco y el menudo cuerpo de Zenaida voló por los aires, estrellándose aparatosamente –“¡Una “topo”!”-gritaban desde sus cajas metálicas detenidas, los motorizados, Leonardo bajó de la suya para ayudarla, no pudo esquivarla no sabía hacerlo, era un “motorizado”. Cuando la tomó en brazos ya había muerto. –“Qué bella y joven es…” repetía, mientras acariciaba las lenguas de fuego de su cálida cabellera.

Ella dejó de ser “topo” para convertirse en peatón… y en Autoland, no hay lugar para ellos.

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Y la mujer… Utilizó una de las armas femeninas de mayor poder de seducción para abrirse paso en un mundo monopolizado por hombres poderosos, temperamentales y talentosos como Choo, Rossi, Blahniko o Espósito. Se puso a los pies de las mujeres, aunque no todas se encuentran en sus zapatos. La argentina Lucia Iotti de 36 años, se planta en sus zapatos de diseños exquisitos, y se instala en el celoso e intrincado mundo de la moda a nivel mundial. Artesana que fabrica sus propios productos, utilizando materiales de primera calidad. Esta dedicación le produce placer desde niña, cuando en la Boutique Iotti en Buenos Aires, fundada por su abuelo en 1930, fue su casa de muñecas vestidas a la alta costura, rindió sus frutos, Patricia Field, diseñadora de vestuario en cine y series de televisión, añade varios pares de sus diseños para ser usados por Sarah Jessica Parker en la película “Sex and the city”. Su madre, patinadora de estilizada figura, es su fuente de inspiración. Parece ser un asunto por demás banal, tratar de zapatos y films comerciales ¿Qué más se podría decir? Esto se puede constatar cuando se buscan notas de Iotti, en las que la mujer ha sido suplantada por sus hermosos zapatos con estilos y colores muy latinos. Más la historia se puede ver desde una perspectiva diferente. Y la mujer dijo…¡Háganse los zapatos! "Procúrame un pañuelo de su seno, una liga para el amor que siento." (Fausto, parte I, escena 7)

La líbido excitada en hombres (y mujeres), es casi inevitable al mirar unos pies vestidos por zapatos de tacón alto. En el cortejo, el zapato de mujer estilizado y revelador, se ha convertido en fetiche de moda. El señuelo lanza la invitación a la curiosidad sexual de desnudar, de tocar. Tramitar el propio deseo sexual sin dejar de ser femenina al solicitar el complemento de la exitación masculina, con un objeto de representación fálica. Y éste debe ser renovado, ya que la costumbre rompe el arte del seductor juego. El zapato de tacón además nos produce la sensación de estar por encima del resto. ¿Y tú, cuántos pares de zapatos de tacón tienes?

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El zapato y su historia. El medio ambiente obliga al hombre a idear la forma de protegerse de sus inclemencias. Es entonces el frío el que lo hace confeccionar el primer calzado con pieles amarradas a sus pies. (10,000a.C.)

Egipto, Persia usan las sandalias tejidas en fibras vegetales, acostumbraban andar descalzos y llevarlas al hombro hasta necesitar usarlas. (528 a. C) Los griegos lanzan la moda diferenciando el zapato izquierdo del derecho, así como mostrar su clase social por el diseño. (72 d. C) La edad media marca la aparición del zapato de cuero cerrado y atadas al frente o al lado. El Rey Eduardo (1272-1307) uniforma medidas. Inglaterra (1642) Thomas Penddlton realiza la primera manufactura en serie. Aparecer las máquinas auxiliares en la confección de los calzados (Mitad siglo XIX)

Grandes cambios en la industria, el cambio de cueros por gomas y materiales sintéticos en los calzados infantiles y femeninos. (cuarta década del siglo XX)

Los zapatos de tacón empiezan a aparecer en murales egipcios. Se piensa que el origen de los zapatos de tacón se remonta al siglo XV, era necesario que el pie encajara en el estribo al montar. Surgen las botas de cowboy. En su boda Catalina de Médici, luce zapatos de tacón alto, lo que los populariza. Nicolás Lestage realizar unos zapatos de tacón alto para el rey Luis XIV, pronto se hizo su variante para mujeres. Madame de Pompadour llegó a vestirlos haciendo de su estilo un nombre "tacones pompadour". El zapato de tacón de aguja, conocido como stilleto, nace en 1940. Christian Dior lo presentó en la colección New Look.


Los miembros de Titiritaina han escrito‌


José T. Pérez Gómez

“La abuela” Sentadita a la puerta de su casa,

según muestra su expresión de contento

saludada

como hablan quienes a ella se refieren.

por

la

gente

que

pasa,

delantal gris que le tapa la falda, rebeca negra cubriendo su espalda;

Sus manos que, hoy aparecen nudosas

la

guardan

abuela

borda

en

tela

de

gasa

los

rasgos

de

haber

sido

hermosas;

sus adornos en forma de guirnalda.

con gesto, entre coqueto y natural, Tiene su columna un tanto encorvada

que al mismo tiempo es sencillo y plural,

por

se

los

años

y

fatiga

pasada,

trajo,

de

manera

unas

mechas

revoltosas,

moviendo el índice en forma espiral.

por tantas estrecheces que la vida le

recoge

indefinida

y porque ella siempre estuvo entregada

Encuentra siempre una palabra amable

a

con

atender

su

familia

querida.

su

carácter

sereno,

inmutable

que derrama bondad y comprensión Profundas

arrugas

surcan

su

cualquiera

cara

que

sea

la

situación,

viendo huir el tiempo sin que se

que la hacen que siempre sea entrañable,

inmutara;

un

guiño

divino,

una

bendición.

sus ojos brillan con mucha ternura fijándolos

sabios

en

la

Paciente con los nietos y mayores

costura

de una forma profesional muy clara,

sabe

la

creando un ambiente sano de paz

cabeza

gacha,

llena

de

albura.

eliminar

los

malos

humores

logrando que la tensión sea fugaz, De vez en cuando se para un momento

sustituyendo

para

porque la abuela es estupenda, eficaz.

de y

escuchar quienes

que

la

cierta

algún

elogio

conocen vanidad

y le

atento

los

cardos

por

flores

quieren sugieren Colección "Estampas familiares"

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Miguel Ángel R. M.

“Oscuro como la claridad”

Nadie ni remotamente sabe cómo empezó la decadencia de este noble y fino ciudadano desconocido por siempre en su mismo barrio, en su mismo hogar. Un individuo de apariencia humilde, modesto y tal vez muy discreto en su vivir. Un ser “normal” para los cánones de la sociedad actual, un hombre que ahora tiene una edad aproximada a los 30 años, poco más poco menos. Vive en el centro de la gran ciudad capital del estado, convive con ricos y pobres, a primera vista da sensaciones diferentes a los que lo miran, desde náuseas, curiosidad, lastima o dolor. Su mirada está perdida entre grandes edificios coloniales y centros comerciales. En ocasiones te brinda una mirada, a veces refleja reclamo a veces piedad, es un ser con gran barba que solo sale de su mentón, el cabello tan sucio y grande, que forma borlas principalmente a los lados, tiene escamas en la piel de su cara, la cual con paciencia, se ve inocente. Dice don Gastón, el dueño de la última tienda popular, que este hombre es hijo de “Don” Severo, el pionero de la comunicación en esta ciudad, dueño de más de diez establecimientos de tecnología telefónica móvil y que es el único hijo varón entre cuatro mujeres, que hacía diez años estudiaba en la facultad de letras del estado, que conducía solo una bicicleta para su traslado a la escuela. Siempre fue de gran cabellera, la cual amarraba en forma de coleta de caballo, correcto y educado pero siempre “ensimismado”. Dice que no recuerda ni una solo discusión de este joven de esbelta y larguirucha figura, que no responde a ningún estimulo y que si le hablas es como si hablaras con un poste de luz; no contesta. A veces da una vaga mueca de inconformidad o de placer al escuchar a alguien pero no se sabe si es una leve respuesta o si vagamente recuerda algo que le hizo daño o le causo alegría. Camina claudicando el pie derecho. A veces hasta lo arrastra. Algo que es curioso es que nunca huele mal a pesar de estar tapizado de tierra y mugre acumulada por años. Es un hombre que vive en la oscuridad de la ciudad, dentro de la noche y del día. Es un hombre que no es visto a pesar de su imponente figura. La gente pasa en su carrera cotidiana a su trabajo, a la escuela, a sólo caminar, tropieza con él, pero en su oscuridad a pesar de sentirlo, no lo ven. ¡No lo ven! No es parte de Satanás ni de Dios. Él se ha peleado con los dos, repudia el bien y el mal. De hecho ya no los conoce, no levanta su mirada al cielo, ni clava sus ojos al suelo. Es un ser oscuro en la claridad, es un ser viviente que no es visto por la sociedad. 21


Marquesa Luna

“EN BICICLETA” En estos momentos de apatía, acuden a mi pensamiento retazos de una bella historia que ahora se ha esfumado. Cogíamos las bicicletas y sin rumbo pedaleábamos con la sonrisa en los labios y una mochila en la espalda. Nos dejábamos arrastrar sin metas ni cortapisas por carreteras solitarias llenas de complicidad. Sentíamos la brisa en la cara despeinándonos el alma, poníamos el mundo por montera sin importarnos lo que aconteciera. Con este halo de tristeza al echar la vista atrás, veo una gran semejanza entre vida y bicicleta. En la bicicleta cuando dejas de pedalear, te caes… En la vida cuando dejas de pedalear, te mueres… Yo no quiero morirme, sé que tengo que luchar, ponerme otra vez en pie y rastrear la felicidad.

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José Teodoro P. G.

“TE HE VISTO MADURAR”

¡Qué jóvenes éramos!

marchando siempre compañeras,

¡Cuánta perspectiva tenía

siempre próximas, siempre cerca,

nuestra convicción!

como nuestras propias metas

¡Cuánto horizonte claro, limpio!

estaban bien marcadas

Pisábamos fuerte,

como las dos orillas de la marea;

éramos audaces.

seguimos nuestras vías

Conectamos bien

sin perder la cabeza,

teníamos nuestros campos

sin sugerir ninguna treta,

casi en todo divergentes;

por más que las miradas nuestras

se veía a lo lejos

cruzaran la información

un punto de confluencia

guardada en nuestras consciencias.

pero con la visión tremenda

Te conocí joven, hermosa,

de dos líneas paralelas

te vi madurar lozana, preciosa,

que parecen confluir

has enmayorecido digna, airosa;

pero que nunca se encuentran

te sigo admirando también ahora.

aunque no pierdan distancia Colección: “Sueños y recuerdos”

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Eduardo M. Sotillos

“Flor de Almendro”


haciéndote saborear el extraño sabor del miedo. Titulo: Los muertos sin descanso. Compiladora y Autora: Deborah Noyes. Editorial: Océano.

Convocatorias Primeros Juegos Florales del CUPHI.

Narrativa poética de ausencias y pérdidas. Escrito en el exilio y del que el mismo Gelman acota: “Escribo sobre un tema que no le gusta a nadie. Tampoco a mí. Hay temas que no le gustan a nadie.” Maravillosamente ilustrado por Carlos Alonso. Titulo: Bajo la lluvia ajena. Autor: Juan Gelman. Editorial: Zorro Rojo.

http://sociedadvenezolana.ning.com/foru m/topics/convocatoria-primer-congreso IX Premio Internacional de Poesía León Felipe. http://lupiblog.lacoctelera.net/post/2010/ 04/07/ix-premio-internacional-poesialeon-felipe Premio Grijalbo de Novela 2011. http://www.rhmx.com.mx/

Antología de la lírica de un rockero, donde prevalece la melancolía y rebeldía. Reconcilia la vocación del músico y del poeta-narrador de la cotidianidad urbana. Titulo: Corazón Mínado Declaratoria Autor: Pascual Reyes. Editorial: Rhythm&Books.

Opinión del Respetable

Que mi felicitación se una a la del resto, por su contenido, estructura y extensión... Igualmente otra felicitación, todavía más enorme para sus creadores, sin los que no sería posible ni la revista ni este "pequeño" mundo donde estamos unidos por la fuerza de las palabras. Un abrazo. (Lucas)

Narrativa fantástica que el autor estructura en la sencillez del “cuento de hadas” con un desenlace totalmente inesperado. Titulo: Una historia como cualquier otra. Autor: Carlos Avilez. Editorial: Rhythm&Books.

Mis felicitaciones para los creadores de este concepto. Entré para ver la revista y quedé fascinado por todo: el contenido, la distribución de textos, el diseño, el color... Me gustó mucho. Deseo mucho éxito para este proyecto y que cada día sean más los participantes. Un abrazo. (Daniel B.)

Compilación de diez textos de los más famosos autores del género que con toda seguridad te quitarán el sueño, 25



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