Extravío de Palabras

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Extravío de Palabras Año I

marzo de 2010

número 1

Revista Digital Internet. Dirección y Edición César Garrido Leiton Jefe de Redacción. Shasha H. Guerrero Céspedes Diseño Gráfico. C. G. Leiton Shasha H. Guerrero

Ilustre Desconocido Carlos Saez. Palabreando Luciérnagas Isabel Guillén. Relato Ganador 1er. Certamen Recortando palabras César Garrido Leiton. Y la Mujer… Amate. …escribió Yolanda B. M. Poema Ganador 1er. Certamen Urbania Jessica Arreola. Danzalitterae Arturo Whitewhertz Endemoniados Evangelistas Shasha H. Guerrero

Editorial. Sale este primer número sin grandes pretensiones gráficas o editoriales. Mas sí con el ánimo de mostrar cómo en el respeto a la identidad cultural de los otros, a sus diferentes idiosincrasias, hay un enriquecimiento indiscutible que auna, en la sana diferencia, lo mejor de cada pueblo en cada individuo que participa de ello. Por otra parte se pretende dar a conocer a los miembros de “Titiritaina de Textos” que cada día realizan sus aportaciones literarias por el sano amor a las letras. Aunque esta modesta publicación va dirigida a cualquiera que desee interesarse en ella, se le dedica con especial cariño y agradecimiento a los miembros de la red social literaria “Titiritaina de Textos” ya que entre ellos se encuentras quienes han aportado sus trabajos para la consecución de esta revista.

El Bazar Portada y contraportada: Yolanda B. M.

Contacto, opiniones y sugerencias: tianguisliterario@hotmail.com

Muchas gracias a todos ellos.


MIGUEL HERNANDEZ, UN ILUSTRE DESCONOCIDO. HIJO DEL BARRO Y DE LA PIEDRA Y PERITO EN LUNAS “El hombre anda solo por el mundo, pero en general no lo sabe. Se da cuenta de la infinita soledad el hombre que además de hombre es poeta. Para él están reservadas desde el principio las terribles tempestades de la soledad” soledad”. Miguel Hernández.

Me llamo barro aunque Miguel me llame. Barro es mi profesión y mi destino que mancha con su lengua cuanto lame Mis ojos, sin tus ojos, no son ojos, que son dos hormigueros solitarios y son mis manos sin las tuyas varios intratables espinos a manojos Junto al río transparente que el astro rubio colora y riza el aura naciente llora Leda la pastora (Pastoril-fragmento) ¡Ay, cómo empequeñece andar metido en esta muchedumbre! ¡Ay!, ¿dónde está mi cumbre, mi pureza, y el valle del sesteo de mi ganado aquel y su pastura? A las aladas almas de las rosas... de almendro de nata te requiero,: que tenemos que hablar de muchas cosas, compañero del alma, compañero. “Elegia”(10/1/1936) No quiso ser. No conoció el encuentro del hombre y la mujer. El amoroso vello no pudo florecer. Detuvo sus sentidos negándose a saber y descendieron diáfanos ante el amanecer. Vio turbio su mañana y se quedó en su ayer. No quiso ser. (Cancionero y Romancero de ausencias). Vuela niño en la doble luna del pecho: él, triste de cebolla, tú, satisfecho. No te derrumbes. No sepas lo que pasa ni lo que ocurre. (Nanas de la cebolla)

Su cuerpo de barro se secó antes de que amaneciera aquel 28 de marzo de 1942. Su alma colmenera volvió a su huerto y a su higuera luciendo su mas hermoso traje, el de la eternidad. Dicen que no pudieron cerrarle los ojos. “Hipertiroidismo”, decía el informe informe médico. Hubo un segundo intento de cerrarle los ojos, antes de que se fundiera con la tierra, pero fue en vano. Miguel pasó a ocupar su última morada, el nicho 1009 del camposanto alicantino, con los ojos abiertos. ~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~ Miguel nació en Orihuela, la vega baja alicantina, un 30 de Octubre de 1910. Desde bien temprana edad vivió y sintió la tierra que pisaba. Aprendió de ella esos pequeños secretos que la madre tierra comparte con quienes uienes se acercan a ella, y eso fue lo que hizo mientras cuidaba de su rebaño. Casi niño todavía decía …”Yo me enjoyo las mañanas, caminando por la hierba…” haciendo alusión al rocio que perlaba la hierba que pisaba. Su formación académica comenzó a los 9 años. Allí empezó su amor por las letras. Y fue allí también donde conoció a Ramón Sijé, su eterno amigo y motivo central de su famosa Elegia. Antes de cumplir los quince tuvo que dejar la escuela para ayudar a su padre, que atravesaba problemas económic económicos. Mientras cuidaba del ganado, leía y leía. Visitaba con frecuencia la biblioteca del canónigo de la catedral. Por entonces empezó su proceso creativo. Su entorno era su inspiración, su tema, su poesia. Un periódico local publicó su primer poema, “Pastoril”. “Pastoril”. Poco a poco las colaboraciones fueron aumentando y su nombre empezó a sonar por la zona. Otra de sus aficiones era el teatro. Junto Ramón Sijé y Carlos Fenoll formó “Grupo Orihuela”. Pero aquello se le hacía pequeño a Miguel. Quería entrar en el mundo de la literatura por la puerta grande y se fue al lugar donde, en el terreno de la literatura, se decidían las cosas, Madrid. Era el año 1931. Su primera incursión fue decepcionante para él. Las cosas no eran tan fáciles como pensaba. No encontró apoyos poyos y decidió volverse a su Orihuela natal. Se volcó de lleno en su poesia y poco después nacía “Perito en Lunas” 42 versos en octaba real (http://lunasperito.blogspot.com/ (http://lunasperito.blogspot.com/). Vuelve a Madrid y esta vez con mejor fortuna ya que se le hace un “huequito” en el ambiente literario. Trabaja con Jose María de Cossio en la enciclopedia “Los Toros”. La prematura muerte de Ramón Sijé, en 1936, le hunde en la pena y le inspira esa m magnífica y grandiosa Elegia. …”Yo quiero ser llorando el hortelano de la tierra que ocupas y estercolar, compañero del alma, tan temprano…….”. Pero la vida sigue y poco después ve la luz “El rayo que no cesa”. El preludio del fin comienza con la guerra civil española. Miguel se incorpora al Ejército Popular de la República como comisario de cultura. Miguel no es hombre de armas, las suyas son la palabra y la voz, que hace llegar a todos los rincones del frente a través del “Altavoz del frente”. En plena guerra civil contrae matrimonio con Josefina Manresa (1937). Ese mismo año se publica “Viento del Pueblo”. Nace su primer hijo que morirá poco después y provocará que el espíritu creador del poeta pastor saque a la luz “Cancionero y romancero de ausencias”. Nace su segundo hijo y poco después acaba la guerra. Miguel ve frustrado su intento de huida a través de Portugal. Detenido y humillado va de carcel en carcel hasta que llega la de Madrid. En este periplo carcelario rcelario escribe las “Nanas de la cebolla”. Es condenado a muerte. Poco después le conmutan la pena de muerte por la de 30 años de prisión. Vuelve a ir de carcel en carcel hasta que al final, en 1941 es trasladado al reformatorio de adultos de Alicante., donde donde una afección pulmonar se complica derivándose en tuberculosis, que unido a un escaso interés por solucionar los problemas de salud de los internos convierten a Miguel en un enfermo terminal hasta que un 28 de marzo, poco antes de que luciera el día, su u cuerpo de barro se secó….con los ojos abiertos para siempre. Esto es un leve, muy leve esbozo, de nuestro ilustre desconocido. Resulta muy difícil condensar tanto en tan poco espacio y me quedo con la sensación de haberme dejado muchísimas cosas en el tintero, máxime cuando, en este año de su centenario están saliendo a la luz cartas, poemas y aspectos desconocidos hasta ahora y que contribuyen a conocer mejor, y de otra manera, diría yo, a Miguel, nuestro poeta pastor. Aunque, por nuestra parte, el mejor mejor homenaje que le podemos hacer es leerle, pero leerle desde el corazón, desde esa dimensión que auna lo que se lee, lo que sentimos y lo que creemos que sentía quien lo plasmó.


Pintada, no vacía: pintada está mi casa del color de las grandes pasiones y desgracias. Regresará del llanto adonde fue llevada con su desierta mesa con su ruidosa cama. Florecerán los besos sobre las almohadas. Y en torno de los cuerpos elevará la sábana su intensa enredadera nocturna, perfumada. El odio se amortigua detrás de la ventana. Será la garra suave. Dejadme la esperanza

Hoy, el gobierno de España, te ha redimido, Miguel. Ha revocado todo aquello que te sentenciaba, según los de entonces, tanto como para justificar tu muerte primero y tu presidio después, ese presidio que al final fue tu muerte. Hoy, también, hoy, he visitado tu casa. He estado bajo esa higuera que dio sombra a tus primeros poemas. Hoy, con el permiso de quien podaba tu higuera, me he traido una rama que reposa ya junto nto a tus libros, compañero Miguel, compañero.

“Recordar a Miguel Hernández que desapareció en la oscuridad y recordarlo a plena luz, es un deber de España, un deber de amor. Pocos poetas tan generosos y luminosos como el muchachón de Orihuela cuya estatua estatua se levantará algún día entre los azahares de su dormida tierra. No tenía Miguel la luz cenital del Sur como los poetas rectilíneos de Andalucía sino una luz de tierra, de mañana pedregosa, luz espesa de panal despertando. Con esta materia dura como el oro, viva como la sangre, trazó su poesía duradera. ¡Y éste fue el hombre que aquel momento de España desterró a la sombra! ¡Nos toca ahora y siempre sacarlo de su cárcel mortal, iluminarlo con su valentía y su martirio, enseñarlo como ejemplo de corazón purísimo! ¡Darle la luz! ¡Dársela a golpes de recuerdo, a paletadas de claridad que lo revelen, arcángel de una gloria terrestre que cayó en la noche armado con la espada de la luz! “

Miguel Hernández.

Pablo Neruda.

Carlos Saez


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¿Quién es dueño de encarcelar las palabras? Dejemos que el viento las lleve, que destruya las cercas que limitan sus sentidos. Palabras extraviadas, que vacían el alma de quien las olvida. Palabras mudas, alejándose, con el miedo a ser olvidadas. Dejémoslas a su suerte, Como náufragos en sus barcas sin más rumbo que su muerte al olvido, condenadas.


El calor era cada vez más sofocante en la habitación. El olor del whisky y del tabaco se mezclaba con el copioso sudor, dándole una consistencia aceitosa muy desagradable. La vendedora de tamales pregonaba a voz en grito, fuera, su mercancía. Una maldita cuadrilla de niños trotaba incesantemente frente a la ventana como caballitos asustados. Ni siquiera era ya mi música la que podía escuchar. En lugar del Opus 90 de Schubert, por algún misterioso motivo, la voz gangosa de algún cantante de narcocorrido, violaba hasta la agonía mi maltratado cerebro. Intenté que volviera a sonar Schubert con el mando a distancia, sin dejar de teclear palabras con la otra mano, pero me fue imposible. Cualquiera hubiera dicho que las jodidas musas volvían a conspirar contra mis avances en el libro de poemas. La cabeza me dolía espantosamente. Lo más razonable hubiese sido dejarlo todo por ese día, pero llevaba meses creativamente hablando, en dique seco y no podía dejar escapar ese súbito soplo de buena racha que estaba por llegar. Alguien comenzó a pasar su aspiradora en alguno de los apartamentos contiguos. En el de arriba no podía ser porque ahí estaban ocupados mentándose a sus respectivas madres por cuestiones de dinero y cuernos, me pareció. Dios sabría por qué una jauría de perros callejeros, discutía aviesamente con otra que parecía estar a kilómetros de distancia. Levanté la cabeza y ahí estaba Anita, observándome con los ojos húmedos e iracundos. -“¡Pendejo!”, “Hijo de tu rechingada madre!” “¿A esto te referías cuando hablabas de hacerme feliz?”. Cuando quise preguntarle: “¿Acaso no me habías devuelto ya las llaves?” un tremendo portazo hizo vibrar sísmicamente la estructura de la casa. Eché unos tragos observando el papel y fantaseando gozosamente con la idea de que era poseedor de una AK-47 y de licencia para matar. Sonó entonces el teléfono. -“¿Quién coño habla?”- respondí. - “No vas a poder con eso, jodido junta-letras de los cojones”- me respondió alguien del otro lado borracho, cuya voz me recordó extrañamente a la mía. Colgué y seguí bebiendo muy despacio hasta terminar la botella. En un momento indeterminado las palabras fueron goteando, por fin, al papel desde mis dedos con el ritmo justo y secreto de la hoja que va trasvasando el rocío recogido a la siguiente, y así, con la oculta perfección de lo simple, hasta la misma tierra que arropa sus raíces para nutrirla. Cuando terminé, contemplé largo tiempo extasiado, el logro de decir lo que quería decir y su belleza. Poco a poco, el pregón de la tamalera, los niños que parecían caballitos desbocados, los de la aspiradora, los que se mentaban a sus respectivas madres, los perros, el espantoso calor y sobre todo, el sonido del teléfono otra vez, me hizo salir del sopor.“¿Quién coño habla?” -respondí. “¡Llevo dos horas llamando y no contestas, desgraciado! ¡Se suponía que debías estar ahí terminando…! ¡O me traes algo hoy, o se terminaron los adelantos jodido junta-letras de los cojones!”. Quise decirle a mi editor que no se preocupara, que ya lo tenía. Pero no me dio tiempo. La calefacción me ahogaba. Pensé que durmiendo debí haberla subido con el mando a distancia y un terrible presentimiento me embargó. Miré mi máquina de escribir mientras alguien, en el apartamento de al lado, ponía su jodido disco de narcocorridos a todo volumen. El papel estaba en blanco. Sólo en el sudor que manchaba la mesa, mis dedos habían dibujado palabras ininteligibles, palabras perfectas extraviadas en una piel de agua salada que ya nunca podría recuperar.


R e

c o r

“Subterranean

Kerouac:

the

hidden life of Jack Kerouac” (St. Martin's Griffin, 1999) de Ellis

t a

n

d

Amburn

o

(último

editor

de

Kerouac) y “Jack Kerouac: king

E

ntre la sacralización de

of the beats: a portrait” (Virgin

una

su

2002) de Barry Miles. Si algo son

banalización existe una

estos demagógicos panfletos es

obra

y

delgada línea. Mantenerse en el

un

equilibrio justo, requiere, de un

dialéctica erística (como suele

gran aparato multidisciplinar y

ser habitual en estos tipos de

como es lógico de cierto sentido

productos), es decir, un modo de

común. Colocarse los “anteojos”

discutir y de discutir de tal modo

de una determinada disciplina

que uno siempre lleve razón per

para desentrañar los misterios

fas

de otra, generalmente lleva a esa

injustamente). En el primero la

banalización

esa

doctora Hayden dota de estatus

de

ontológico prácticamente, a la

quien públicamente se esmera

bacteria de la sífilis en lo que a

por descubrir los secretos de un

la creación de “Las flores de mal”

gran mago. Esa obscenidad de

del

quien

Sinfonía” de Beethoven se refiere

obscenidad

sin

y

tiene

pornográfica

haber

aprendido

magnífico

et

ejercicio

nefas

Baudelaire

o

(justa

la

de

o

“Novena

siquiera a atarse los cordones de

(por

los zapatos, realiza una tesis

personajes “estudiados”). En los

doctoral sobre los trucos que

otros

Houdini utilizaba en sus trucos

pretende lastrar la obra literaria

de

de Jack Kerouac al fondo del

escapismo.

Tres

buenos

citar

sólo

dos,

dos

de

simplemente,

los

se

ejemplos de todo esto son tres

mar

libros

algún

aspectos más o menos “sórdidos”

tiempo: “Pox: genius, madness

de su vida privada. Amburn

and the mysteries of syphilis”

destripando las confidencias que

(Basic

la

(según él) le hizo Kerouac en vida

Hayden,

y Miles fundamentando en torno

doctora

que

ya

Books,

tienen

2003)

Deborah

de

de

lo

anecdótico,

con


a la “bajeza moral” del autor, su

Esa niña que sonreirá siempre,

tesis sobre que Jack Kerouac

por más que algunos se

nunca fue realmente novelista.

empeñen en afearle la mueca, es

Entre

el

maremágnum

de

la creación artística y en lo que

publicaciones que salen a diario

nos atañe particularmente, la

en todo el mundo, este tipo de

literaria. Al otro lado del cristal,

“obras”

en donde los modernos

son

exageradamente

numerosas mientras las obras de

paradigmas sobre epistemología

autores

del conocimiento o semántica

consagrados

o

de

deslumbrantes autores noveles

formal se castigan el hígado con

son descatalogadas, también a

el ajenjo del descrédito junto a

diario, por falta de ventas.

biógrafos sin escrúpulos o con

Ángel

González

en

“Sin

“sagaces” analistas médicos o

esperanza, con convencimiento”

psicológicos, la atmósfera huele

(1961) escribe un poema que

a rancio de tanto seso sudado en

lleva por título “Narración breve”

pos de la originalidad más

y que dice así:

lamentable, fuego fatuo lingüístico y dinero fácil.

La niña movió el aire con los labios. Detrás de los cristales nadie supo lo que dijo. Era triste mirar a aquella gente intentando aclarar una sonrisa. Y sin embargo estaba todo claro: la niña había sonreído simplemente.


Y la mujer… Es una wicca enraizada y libre, cual planta que se niega a permanecer atada a la tierra que ama, pero la aprisiona y se convierte en aérea. Desafiante se abre paso por entre cualquier obstáculo hasta alcanzarse a ella misma. Nutrida de savia onírica, produce fotosíntesis de formas y palabras, con la que amalgamó su mundo extraño, irreverente y tan dulcemente concebido. Cada célula que la forma, está templada a golpe de rebeldía ageniada, esa irreverencia con toque femenino que se origina, a su decir en ese núcleo donde convive la mujer y la creadora, ese que dice ella que: “Tenemos un centro escondido que se pone furioso y a los hombres les da mucho miedo esta furia que se sabe expresar.” y ella sabe hacerlo magistralmente. La discriminación padecida por tiempo y género, doblaron sus corvas sin jamás conseguir su quiebre, hasta el punto de lograr su metamorfosis en iracundo minotauro. El almíbar amargo del nunca detenerse hasta parir todo ese talento que sobrepasaba la realidad, la llevó de la mano a solazarse en el laberinto de la locura, cuando pretendían con ello, chorrear su colores y tintas automatistas. Marchó de la cumbre al subterráneo, de la seda a los harapos, de la saciedad al hambre, de la paz a la guerra, del desamor al amor, de la cordura a la locura, de la libertad a la prisión, de Europa a América, del surrealismo a la mágica realidad de la maternidad, de la pintura a las letras, de la mitología shire a la mesoamericana, de agricultora a tejedora, de escultora a creadora de muñecas con puntadas celtas, de ser mujer a ser mujer. Nada la detuvo, ni la detendrá. Ahora siente curiosidad de saber que hay tras los telones de la muerte. Conociéndola, con sus 90 y pico de años, su cabellera color lila y su manera de hacer mole, seguro lo sabrá antes de verla cara a cara. Esa es la Carrington.

Desprecia a los traductores, definiéndolos como ”traidores” del lenguaje. En pintura, reconoce el trabajo de José Luis Cuevas y Pedro Friedeberg. Frida Khalo es la única pintora que aprecia en su arte. Tiene profundo respeto a Allan Glass y elige las cintas de Fellini y Bergman. Sus compañeros de exílio Alice Rahon, Wolfgang Paalen, André Breton, Benjamín Peret, están enlazados a ella en la amistad así como Remedios Varo, pintora, su amiga, confidente y compañera de lucha y Sor Juana Inés de la Cruz, el ejemplo de inteligente mujer aguerrida, que ayudó a la mujer a ser libre. Teme a los viajes en avión y a los libros de Agatha Christie o de Allan Poe.


. . . E s c r i b i 贸


Extravío de palabras. Autora: Anam A. M. Busco palabras encendidas en hogueras que acontecen entre vidas anestesiadas y que escapan del hastío que engrandece la rutina que me envuelve. Palabras que una vez dichas son leídas y pensadas y hago mías con la luna como cómplice de vida y de muerte. Avidez en mi mirada crítica y desalmada que no espera ya de viajes de regreso ni de vueltas a lugares donde el viento arrastró con la hojarasca mis recuerdos. ¿Tú las tienes? Extraviadas las palabras de ternura no me quedan más que algunas ajadas y dormitando esperando a que tú las despiertes.


U R B A N I A

No hay silencio al pedalear . “Hace tiempo que no sé nada de ti, todo es un desastre. No tengo idea que voy hacer con mi vida… Tendré que conseguir un nuevo…”. Es solo un pedazo de carta que logré pasar bajo la puerta.

A

unque parezca rutinario hago una pregunta que es inevitable al finalizar el día ¿A dónde van esas palabras? después de ser leídas, ¿descansarán con un profundo sueño?, o ¿escaparán como arena entre las manos?

S

aludo a quien sea por la calle, todos reconocen el silbido. Al tocar, los perros ya no ladran, olfatean ese olor a sudor que se descara por el inevitable sol de la tarde.

A

lgunos rostros los tengo grabados por su peculiar expresión al recibir una noticia, y otros por cerrar, despacio, sin palabra alguna, se enciende una manifestación sincera que podría ser dramática. Al paso del tiempo he comprendido los silencios, aunque a veces he sido cómplice de ellos. Subo a la bicicleta y sigo repartiendo cartas, es una forma de aliviar y escapar con la continua esperanza de repartir buenas noticias.

R

ecuerdo a mi madre. Un día nos sentamos en la mesa con unas galletas y un vaso de leche caliente, me miraba con una sutil sonrisa. Preguntó si estaba listo para hablar. Un par de lágrimas rodearon mis mejillas –Querido, no tienes que decir nada-. Jalé de su delantal con el mismo ímpetu que me enmudeció, hasta su último día.

H

oy entrego esas cartas que dan consuelo, que dan noticias. Cuatro cuadras y termino la jornada, mis piernas duelen por pedalear todo el día, quizá esté viejo, pero no hay calle que guíe haciala noche, no hay árbol que olvide sus hojas, no hay atardecer que regale una sonrisa de estrellas, no hay tierra que sepulte mi horizonte, sólo una nueva ruta, nuevas puertas que tocar, nuevos silencios, interrumpidos por ladridos de perros, uno ha jalado del pantalón y otro cogió mi espalda. Caigo de la bicicleta, no pararán hasta destrozar la maleta, trato de acercarme para salvarla, pero dos gruñen con fuerza. Se vienen encima, no duelen las mordeduras, lo que lastima es… el extravío de palabras que nunca verán a su remitente, que no llegarán quizá a otra madre.


Echando la mirada hacia atrás,

Haruki Murakami, probablemente

hacia el origen de la palabra (o de

responderían que no mucho, por

la oralidad) como instrumento de

no decir nada. No obstante,

comunicación veríamos que, ya

buscando

desde entonces, nació unida a la

veríamos que sus respectivos

música. Y que si bien no se puede

andamiajes

decir

comienzo

levantados sobre la misma filosofía

ambas tuvieran alguna función

expresiva que utilizaron Charlie

estética o plástica (ya que en su

Parker o John Coltrane en sus

conjunción sólo eran instrumentos

obras musicales, por poner un

de

ejemplo. Adquiriría entonces la

que

desde

el

consolidación

morales

o

de

valores

religiosos)

un

poco

más

creativos

allá

están

es

música y su efecto en las palabras

indiscutible que en nuestros días,

el cariz de elemento sustancial que

no hay relación más íntima y

no sólo guía un determinado hilo

fructífera que la que esos dos

argumentativo,

elementos han generado. Y es así,

determina

hasta tal punto, que su análisis se

formal finamente imbricada en el

hace

resultado

imposible sin entenderlas

como

un

distinto

a

“todo” lo

indivisible

toda una estructura

final

de

la

creación

literaria. Y para una primera “toma de

aproximación a ellas como simples

conciencia” a cerca del complejo

elementos complementarios.

significado

Si a un puñado de aficionados a la

aparentemente simple expresión

literatura se les preguntara que

“música y literatura”, nada mejor

qué tienen en común escritores

que la propia voz del autor, que es

tan

quien mejor puede explicarlo.

como

sería

que

una

dispares

que

y

sino

Guillermo

Cabrera Infante, Jack Kerouac y

que

encierra

A este respecto decía Cabrera

la


Infante: “En realidad, yo presto

canal especial, la historia mana

más

con

atención

a

cómo

suena

libertad

desde

dentro.

Lo

cuando se lee que a cómo se ve

único que tengo que hacer es

cuando se escribe”. (1)

dejarme llevar.” (2) ha

En cuanto a la “traslación” de la

numerosas

estructura formal del bebop a la

ocasiones la influencia que tuvo la

literatura que Kerouac se esfuerza

música para que él se hiciera

en realizar, Ray Loriga escribe:

escritor: “… En lo único en que

“… Sus muchos logros son por lo

pensaba en aquel momento era en

tanto

lo maravilloso que sería poder

Kerouac se propuso consistía en

escribir

trasladar

Murakami

por

expresado

la

suya

en

como

si

tocara

un

formales.

algo

El

del

reto

ritmo

y

la

instrumento”.

estructura

musical

“Ya sea en la música o en la

(Charlie

Parker,

ficción, lo más elemental es el

Gillespie, Max Roach ) a la novela;

ritmo. Tu estilo tiene que tener un

así, tema, melodía, beat y ese

buen ritmo, natural y continuo, o

espacio

la gente no seguirá leyendo tu

improvisación sobre las notas del

obra. Conocí la importancia del

tema

ritmo

y

paralelo en esta saga, épica e

principalmente por el jazz. Luego

íntima a la vez, acerca de América,

está

la amistad y el movimiento.” (3])

gracias

la

a

melodía,

la

música,

que

en

la

abierto

central

del

que

bebop

Coltrane,

para

encontrarían

la

su

literatura significa la colocación adecuada de las palabras para que

(1)http://www.ucm.es/OTROS/es

sigan el ritmo. Si las palabras

peculo/numero4/gcabrera.htm)

encajan con el ritmo de modo

(2)http://www.papelenblanco.com

fluido y hermoso, no puedes pedir

/escritores/murakami-

más.

aprendiendo-a-escribir-a-ritmo-de-

A

armonía,

continuación los

sonidos

está

la

mentales

jazz

internos en los que se sustentan

(3)http://revistaliterariaazularte.bl

las palabras. Y luego viene la parte

ogspot.com/2009/03/ray-

que

lorigakerouac-regreso-al-

más

me

gusta:

la

improvisación libre. A través de un

camino.html


El intenso deambular de la muchedumbre, asemeja al oleaje marino en el casco de un buque en mi cabeza y mi desayuno parece querer emerger ante tal mareo. He llegado a la famosa Plaza de Santo Domingo enclavada en pleno centro de la Ciudad de México D.F., al fondo se eleva la majestuosa estructura barroca novohispana del convento domínico, teñida de ese peculiar tono negro que han ido adquiriendo las lajas por efectos de la contaminación. Más que caminar, voy saltando entre las casetas que exhiben modelos de invitaciones, papel membretado, esquelas, manifiestos y toda clase de material impreso y pequeñas mesas donde descansan computadoras agonizantes que han dejado lo mejor con su incesante faena en los trabajos de impresión realizados. Salgo del portal de “Los Evangelistas” invadido por los impresores hacia la plaza como quien baja de la montaña rusa donde los pregones que ofrecen su trabajo “¡Acá tenemos el mejor precio para cualquier trabajo que necesiteeee!”, se mezclan hasta alcanzar los decibeles correspondientes a la estridencia. Más calmada, me voy acercando a un jovencito que trata de allegar clientes a su taller, mientras lleno de aire mis pulmones como si fuera a zambullirme en un mar de papel y tintas. -¡Páseleee “Seño”¡ ¡Somos los mejores de Santo Domingo! ¡Todo aquì bueno, bonito y baratooo!¡Pregunteee, le mejoramos cualquier presupuestoooo! -Ahora no, gracias. ¿Podrías indicarme dónde puedo encontrar a algún “Evangelista” -¡Nooo señito! Eso ya no se usa, acá la pura modernidad ¡Chaleee, qué es que “Evangelistas”! -Pero… ¿Acaso no queda ni uno solo? -A qué con la Doñita…pos no…bueno, pue´qué si le urge uno, pos Don Chole, chance y pueda, aunque como ya está muy “cascara” a veces no trabaja y a veces tampoco, jajajaja… -¿Y dónde puedo encontrar a Don Chole? -Pos ahí al fondo le dejan poner su “trasto” chance lo “wuache” Me dirigí al punto que me señaló el joven. Al ver la descolorida silla y la mesa con una vieja “Remington” mecánica encima, me alegré. Y aunque casi corrí, una chica llena de tatuajes, con ropas raídas y el cabello negro enmarañado de mugre, llegó antes que yo y tomó asiento frente a quien presentí, era Don Chole. Ahí estaba un viejecillo con un traje envejecido por años y uso, que luchaba

por otorgarle dignidad con su impecable apariencia. Así que me acerqué a esperar mi turno. -¡Mariquita, niña! Dichosos los ojos -Ya sabe Don Chole, dando molestias. -Ninguna, niña, ninguna. ¿Qué, carta para tu mamacita? Con la cabeza gacha, la chica asintió con un movimiento de cabeza. -Anda, anda, levanta esa carita y dime ¿Qué quieres decirle? -Lo mismo de siempre, que estoy bien. Que entre el trabajo y la escuela no tengo tiempo para ir a verla…Que la quiero y la extraño muchísimo. -Pero no llores, niña. Verás, vamos a escribir una bonita carta, para que tu hermanito se la lea. -Pos…pos…es que tiene que ser así, como fácil, apenas va para el 2º año de la primaria. -Lo recuerdo, así que calmadita. Será bonita para que tu mami esté tranquilita y sencilla para que la pueda leer tu hermanito ¿De acuerdo? Don Chema se alistó ante su hermosa y vieja máquina de escribir, con sus puñeras de plástico y sus lentecillos, y la hizo sonar rítmicamente, mientras sonreía. -Digale por favor que le mando 50 pesos, que cuanto junte otros centavos, se los “pongo”…que con los gastos de


la escuela, ya sabe…Usted sabe de eso de la “palabreada”. -¿Andas corta de dinero? -Ya sabe pues…no alcanza pa´nada… -Te he dicho que no se debe mandar dinero en las cartas. Se pierde y como no es legal, no hay manera de reclamarl. Los carteros ya no son como antes ¡Bah! -Pero los “giros” son harto caros…ancina que tengo que ”jugármela”. -Bien…bien… ¡Éstos jovenes! A ver qué pasa… ¡Nos la jugamos! Jejeje. El viejo “Evangelista” volvió a su tecleo cadencioso. Contemplando la estampa, me traslado atrás en el tiempo hasta 1676, cuando se ubica ahí, la Aduana, siendo menester para algunos, solicitar los servicios de un escribano que llenara documentos del fisco Real. Así aparecen los primeros “Evangelistas”, llamados así por su oficio de escribir cartas primordialmente. Cartas con historias de amor, familiares, de despedida o dolor, alegría, promesas, engaños, éxito o fracaso., además de otros documentos escritos como oficios, trabajos escolares, contratos. Y es en este desempeño, donde se funda la importancia de su papel en el mundo social. Cuando se ejerce el oficio de escribano, se origina una interacción oral con el cliente, donde la información gira en torno al uso social del conocimiento y uso de la lengua escrita. Así en el papel, se ve reflejado el fenómeno sociolingüístico, que da paso a la construcción de la lengua escrita a partir del otorgamiento de valores en cada lugar y cultura. La lengua escrita es directamente proporcional a la lengua hablada de quien la origina y el lugar donde lo realiza. Lo que no sucede cuando adopta algunas veces el oficio de copistas.

-¡Listo, Mariquita! Aquí tienes tu carta. La voz de Don Chole, nos trajo de regreso a María y a mí al momento real. El cuidadoso escribano, metía la carta doblada en tres partes, entre las cuales sigilosamente ocultaba un billete, en un blanco sobre que había redactado con el destinatario y el remitente, sacando en conclusión que nada había cambiado desde la última vez que María había solicitado sus servicios. Corroborado por los ojos inyectados de la muchacha, que en actitud avergonzada agradecía al “Evangelista” su buen oficio. -Gracias Don Chole, aquí tiene sus 20 pesos de la carta ¿Cuánto más para los timbres? -Nada má, muchacha. Anda métela en el buzón de la esquina, que ya le he pegado las estampillas.

Ahí estaba yo, en ese lugar mágico, donde dicen los estudiosos estuvo el centro del lago donde se fundó Tenochtitlán. Ahora era mi turno de estar frente a un “Evangelista” oficio que ya perdura más de siglo y medio, con el poder de enderezar caminos o de torcerlos, con el poder endemoniado de la palabra escrita, tomado tal vez de esos muros que ocuparon también la Santa Inquisición.


I Concurso Mundial de Ecopoesía. UNIVA. http://jovenesverdes.org/cambioclimatico/

Libros.

Irónica y certera crítica de Jonathan Lethem a la cantaleta del mundo artístico que grita su aportación “original” a la cultura. Quitando la careta a los que se insuflan como padres de la misma, con un ensayo en el que abundan ejemplos y argumentos que detectan influencias ocultas y descarados plagios, que finalizan derrocando a los “únicos” y a los “renovadores”.

Titulo:”Contra la originalidad” Colección Versus. Editorial: Tumbona Ediciones.

”Inventando Poesía” de la autora venezolana Omira Bellizzio Poyer, quien publica este nuevo poemario infantil, que es disfrutado por igual por lectores de todas las edades. La imaginación va jugando a la par de los versos que se enriquecen con hermosas ilustraciones, haciendo placentero el inicio de los pequeños en el mundo de la poesía. Editorial: El perro y la rana.

Concurso HL Higiene Literaria (Relato Corto) http://concursohl.blogspot.com/ OPINIÓN DEL RESPETABLE. ¿Qué piensas acerca de que la página “Titiritaina de Textos” cuente con una revista digital para la difusión de los Relatos y Poesías de sus miembros, así como de su arte gráfico? Desde el principio me pareció interesante el encuentro de sentires distintos utilizando la misma lengua. Eso de compartir textos de propia creación y poder leer otros me enriquece primero como persona y después enriquece esta pasión loca por la escritura. Además añadimos la original idea de publicar en una revista los textos que cada certamen resultan los más votados, lo cual por un lado es un premio y por él otro un acicate para seguir escribiendo. (Marga)

Tan solo puedo decirte que la idea me parece muy acertada. Todo lo que sea promocionar de una forma u otra siempre es bueno. Ya me tendrás informado al respecto. Un saludo (Emilio) No sé qué decir, opino que si de repente se hacen ricos con mi grandiosa obra, ¿quién me dará mis regalías?...jajajaja!!!!!!! No es cierto, ojalá que así alguien me conozca después de muerto, jejeje.

(Analfabeta)

Convocatorias

8º Concurso de Relato Corto y Fotografía “El coloquio de los perros”. http://web.elcoloquiodelosperros.es/

A mí me parece una idea genial. Ver un escrito mío en una revista ya me parece la hoztia jajajja. No sé apuntas que si tenemos alguna sugerencia...a mí se me ocurre el tema de imágenes. Gerardo y Evita sé que son buenos en fotografía, a lo mejor se animaban a ilustrar algún relato. Estoy encantada con esta idea de la revista. Un besoooo.

(AnaM A.M.)



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