Deborah Armstrong habla del mercado mexicano como si tuviera una vida dentro de él. Pero, en realidad, apenas en mayo asumió como CEO de L´Oréal en México, un país que mueve 8,800 millones de dólares al año en la industria cosmética y de cuidado personal. Tal vez lleve pocos meses en el país, pero no es una recién llegada al sector: ha desarrollado su carrera en varios países europeos y llega con objetivos muy claros a una nación latinoamericana.
La ejecutiva ocupa nuestra portada no sólo porque nos habló de todas las marcas que la firma comercializa en el país, sino porque tiene la misión clara de insertar a México en el top 6 de importancia para la compañía a nivel global; aunado a su visión sobre la innovación, los planes de crecimiento, las plantas que opera y, sobre todo, sus colaboradores, a quienes Armstrong considera vitales en L´Oréal.