el trx puede ser practicado por cualquier persona, desde alguien con poca capacidad física hasta atletas de alto rendimiento. La intensidad se regula por la distancia de ubicación de los pies en relación al punto de anclaje H.E.A.T Program Quizá la nominación al Oscar de la película “127 horas” hizo caer la popularidad del montañismo como deporte. Una buena alternativa para tener la satisfacción de conquistar una cima sin correr riesgos es el H.E.A.T Program, que se traduce como Programa de Entrenamiento Aeróbico de Alta Energía. La filosofía es la de un caminante de montaña bajo techo, es un producto italiano diseñado por Max Grossi y Marika Moretti, que fue traído por vez primera al continente por el Gimnasio 398, en Caracas, logrando certificar a los dos primeros instructores venezolanos: Víctor González y Anna Masciarelli. La máquina que permite el simulado ascenso al Ávila, o la montaña de su preferencia, se llama “MaxerRunner” y es muy parecida a una caminadora manual, con la única diferencia de que es mecánica (no amerita electricidad y se detiene cuando te detienes) y que está conformada por una banda de rodamientos que a su vez tiene rolineras que amortiguan el impacto de las articulaciones, evitando cualquier tipo de lesión y mejor aún, estimulando la circulación de los pies. Tuve la oportunidad de comprobar por mi misma que la experiencia es como caminar mientras te masajean. A nivel de quema de calorías se consumen entre 500 y 900 en una sesión de 45 minutos, comenzando a sudar desde los primeros cinco. La máquina permite que la caminata vaya desde suave y moderada hasta enérgica y rápida en cinco movimientos: “Soft walking”, caminata suave con apoyo de las manos; ‘Walking’, caminata suave sin apoyo;
‘Soft trekking’, senderismo con apoyo; ‘Trekking’, senderismo sin apoyo y “Soft climbing”, la más exigente y cuando la escalada se complica subiendo hasta 40° de inclinación: las manos cambian su posición y, la hasta entonces amable “MaxerRunner”, se transforma prácticamente en una pared que debe enfrentarse a buen paso y sujetándonos, para no caer. “Talón, planta y te impulsas con la punta del pie”, ese es el movimiento correcto, el cual, según González, debo corregir, pero asegura para mi tranquilidad que eso le pasa frecuentemente a las mujeres por culpa de los tacones. Caminar es algo innato en el ser humano y es lo más saludable, lo más importante es que la gente aprenda a hacerlo debidamente, porque cuando te encuentras en la calle sorteando obstáculos lo olvidamos. Aquí, sin embargo, las rolineras parecieran simular las piedritas del camino y así pretender que estás al aire libre, trabajando en el camino la pantorrilla, el femoral y el glúteo. Las clases son grupales y motivadoras gracias a la ayuda audiovisual y musical que hacen el ambiente más grato y auténtico. El entrenador corrige la posición, el ritmo y ayuda con la respiración que se vuelve intensa tras el esfuerzo. Se comienza suavemente con aumentos progresivos de dificultad que se imponen según el paisaje que se trace el instructor. Lo mejor es que luego de alcanzar la cúspide no es necesario descender, que es cuando normalmente se dan los problemas de desgaste en las rodillas por la posición del pie.