Ninguna sexualidad es espontánea […]. Del mismo modo, ninguna sexualidad es ajena, sino directamente condicionada por el nivel de vida de las personas y su ubicación en las clases sociales de determinado momento››.
"Ojos que dan pánico soñar", José Joaquín Blanco
c a r ta e d i t o r i a l Continuamos lacerando el velo social preestablecido con nuestra existencia. La primera vez que leí un texto de José Joaquín Blanco, me sorprendió la lejanía con la que el escritor plasmaba en sus ensayos la individualidad de un hombre homosexual de la Ciudad de México. Sin embargo, aquella lejanía fue uno de los primeros acercamientos que tuve yo como lector para saber que no estaba solo en esta lucha. Que había más gente como yo buscando su lugar en una máquina social que solamente tendría espacio para ciertos tipos de formas y colores, mientras que a nosotres nos quedaba el exilio forzado (o voluntario), condenados a sopesar la razón de nuestra existencia en un limbo interminable. Apenas es nuestro segundo número con motivo de la lucha LGBTTTIQA+, pero creo firmemente en Espora como un espacio donde se tendrá la libertad individual de ser quien se es sin dar explicación alguna. Recordemos que nuestro propio existir es político y no dejaremos que el mismo sistema siga oprimiendo nuestra libertad a vivir. Y le pese a quien le pese, la que puede, puede, y la que no, que se siente.
José Carlos Antonio Colohua Editor y una hermana más
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directorio Editor responsable Clemencia Corte Velasco Editoras responsable de este número Fernanda Loutfe Orozco Paula Gutiérrez Ramírez Consejo Editorial Andrea Galindo Mendiola Bárbara Contreras Martinez Carolina Aranda Cruz Daniela Navarrete Arredondo Fernanda Loutfe Orozco José Carlos Antonio Colohua María José Martinez Diaz Natalia Cigarroa Salazar Paula Gutiérrez Ramírez Paulina Martinez Vazquez
Dirección de diseño María Mena Ponce de León
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Colaboradores Alba Jiménez Alejandro Iván Flores Chávez Alexis Lozano Tapia Angélica Gonzáles athena Beatricia Braque Cristhian Ezequiel Frias Goytia José Gutiérrez Morales José Rafael Llanos Melo Juan Antonio Jiménez Lina Martínez Luis Gatica Marcia Ruiz Olguín María Coutiño Zenteno Natalia Cigarroa Omar Castro Guadarrama Samia Rojas Mena Yuleisy Cruz Lezcano Portada María Mena Ponce de León
Diseño Daniela Andreina Chacón Ramírez Jimena Troche Franco María José Martínez Barranco María Mena Ponce de León Triana Abraham Haces
Comunicación José Carlos Antonio Colohua
ESPORA, Año 5 No. 31, es una publicación editada por la Universidad de las Américas Puebla a través de la Escuela de Artes y Humanidades. Ex hacienda Santa Catarina Mártir s/n, San Andrés Cholula, Puebla, México, 72810, tel. 222 2292000, www.espora.udlap.mx, esporarevista@gmail.com. Editora responsable: Clemencia Corte Velasco. Reserva de Derechos al Uso Exclusivo no. 04-2016-102014364800-102, ISSN: en trámite, ambos otorgados por el Instituto Nacional del Derecho de Autor. Responsable de la última actualización de este número: Fernanda Loutfe Orozco, Paula Gutiérrez Ramírez, Ex hacienda Santa Catarina Mártir s/n, 72810, San Andrés Cholula, Puebla, México. Fecha de última modificación: 16 de agosto del 2021. Queda prohibida la reproducción parcial o total, por cualquier medio, del contenido de la presente obra, sin contar con autorización por escrito de los titulares de los derechos de autor. Los artículos, así como su contenido, su estilo y las opiniones expresadas en ellos, son responsabilidad de los autores y no necesariamente reflejan la opinión de la UDLAP.
N Ú M E R O 3 1
índ i c e 6
#MarchaLencha2021 Lina Martínez
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Mi pasado, mi presente y mi futuro Cristhian Ezequiel Frias Goytia
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I Found Something in the Woods Marcia Ruiz Olguín
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Posdata, te amo.
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No debí nacer
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Metro
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Sífiluis. Una primera persona no identitaria: críticas desde la herencia y el orgullo
Alexis Lozano Tapia
Los hombres de pelo azul Alba Jiménez
Prímula secuestrada Yuleisy Cruz Lezcano
Por una preocupación por el crayón que se rompe Alejandro Iván Flores Chávez
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Solos tú y yo
Natalia Cigarroa
José Rafael Llanos Melo
Luis Gatica
Cristhian Ezequiel Frias Goytia
Silencio de ellas
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2112
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Colores
Beatricia Braque
Angélica González
Historiadores dirán que son buenas amigas athena
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“Tú y yo, ¿Qué somos?”
27
Tips de cómo sobrevivir a la vida homosexual
Juan Antonio Jiménez
José Gutiérrez Morales
30
Ha sido superada la violencia
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Melodía de amor
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Desnudando la violencia
Omar Castro Guadarrama
María Coutiño Zenteno
Cristhian Ezequiel Frias Goytia
Samia Rojas Mena
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LGBT T TQ + Lina Martínez Puebla, Puebla @lost_lassie
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Le nch it udes Lina Martínez Puebla, Puebla @lost_lassie
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# M arch a Le nch a Lina Martínez Puebla, Puebla @lost_lassie
M atri m on io igu alitario Lina Martínez Puebla, Puebla @lost_lassie
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Alba Jiménez
Menorca, Islas Baleares (España) IG: @albikijm Twitter: @albicans5
Tu vida es lo que habías querido que fuera; no se ha salido
lo haces para sentirte bien, no porque el deseo invada tu
de los rieles más de la cuenta. Has estudiado lo que que-
cuerpo. Sí, has besado a alguna mujer y alguna vez has
rías estudiar y trabajas de ello. Vives en un piso acogedor,
sentido por ellas lo que podría ser atracción física, pero
luminoso y lleno de plantas que consideras un hogar, aun-
nunca has practicado sexo, ni te has enamorado de ningu-
que no todos los días huela a café recién hecho. Tu familia
na. Dudas. Simplificas. Lo que a ti te gusta son las perso-
y tú mantenéis una relación cordial y hasta estás pensan-
nas, pero no el sexo con ellas.
do adoptar un perro.
Has llegado a pensar que tienes que ubicarte, salir de
No tienes pareja y tienes la impresión de que a tu en-
esta espiral de desorientación en la que crees habitar.
torno le preocupa más que a ti. En tu círculo más cerca-
Todo a tu alrededor parece estar colocado menos tú. A la
no predominan las relaciones que se sostienen a base de
hora de definir tus gustos en lo que a personas se refiere,
puntales. Te molesta solo pensar que te pueda pasar a ti,
encuentras que hay tantos términos, que es posible que
te da pereza. Tu carácter práctico te impide comenzar algo
sea fácil responder a esa pregunta con la que taladran tu
que difícilmente se va a sostener. El sexo también está ahí,
cabeza, pero por más que lees descripciones y explicacio-
pero no hace mucho ruido.
nes, no encuentras una que te defina, y a ti, que no se te
En alguna ocasión tu madre te ha preguntado si te
ha dado bien eso de encajar, te importa un bledo. Te viene
gustan los hombres o las mujeres, porque nunca le has
a la cabeza otra pregunta, ¿por qué tenemos que ponerle
presentado a nadie. Has verbalizado una respuesta para
un nombre a todo?
salir del paso, sincera, eso sí, pero luego te has quedado
Vas camino de cumplir los cuarenta y todavía ves dibu-
rumiando la cuestión, nadando en tu fantasioso pensa-
jos animados japoneses, anime como lo llaman. Una son-
miento. La parte más racional ha caído en la cuenta de
risa tan maliciosa como conciliadora se te dibuja cuando
que siempre te masturbas pensando en hombres, aunque
te viene a la cabeza el enamoramiento repentino con algu-
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14
nos personajes. Hombres dibujados, pincelados al gusto,
Dos de los caballeros protagonizaron un pasaje precioso
sin células, pero igualmente animados, vivos dentro de la
donde uno, a punto de morir congelado, recibía calor del
pantalla. Todo era una fantasía, pero tú, que siempre tu-
otro salvando así su vida. La escena mostraba al prime-
viste la cabeza a pájaros, no viste las señales. ¿Cómo po-
ro tendido sobre el suelo y al otro abrazándolo, entrela-
dían ser japoneses y tener esos ojos tan grandes, expresi-
zando las piernas. Lo viste como lo que era, un acto de
vos y coloreados como olas de mar? El amor platónico es
amor y camaradería muy natural, generoso e inocente.
demasiado intenso como para resistirse a él y a ti te dio
Los personajes de la serie eran hermanos, amigos o riva-
fuerte. No puedes dejar de pensar en un muchacho con
les. El tipo de relación que pudieran tener más allá de eso
pelo largo, azul y que encima llora delante de sus amigos.
era irrelevante, pero no quedaba ahí la cosa. Tus amigos
El anime de los animes, para ti, siempre ha sido “Los ca-
decían que el caballero de Piscis era una mujer, no que lo
balleros del zodiaco”. Armaduras mágicas, preservar la
pareciera, sino que lo era.
paz mundial peleando, dioses mitológicos y constelacio-
—Es un hombre, con el pelo turquesa y los labios pinta-
nes estelares. Imágenes violentas, sangre, lucha y mutila-
dos de rosa, pero es un hombre—. Replicabas. —Las mu-
ciones, protagonizadas por unos muchachos con melenas
jeres del Santuario llevan el rostro tapado con una másca-
coloreadas, que igual peleaban hasta desangrarse, como
ra. No podía ser.
lloraban por la derrota y demostraban su camaradería y
La primera vez que lo viste, tú también te preguntaste
lealtad sin tapujos. Tienes un favorito, un malo malísimo
si era en realidad un hombre; poseía modales delicados,
que acabó siendo bueno. En eso no has cambiado. Su voz
pero era implacable destilando violencia. Su nombre era
grave e imperativa, su carácter rancio y su pelo azul, ha-
Afrodite, derrochaba ambigüedad y era bello hasta con
cen aletear a las famosas mariposas de tu estómago y,
el manto de rosas y muerte con que concluyó su inter-
alguna vez, provocaron cosquillas en la entrepierna,
vención. No entendías por qué tanto debate sobre si era
pero nada más.
hombre o mujer, su papel en la serie no era hacernos pen-
sar sobre eso; él estaba allí para defender la casa de Piscis y morir derrotado al revelarse contra el Santuario. Te preguntas por qué casi todo el mundo solo piensa en el sexo y sus derivados. Todo parece girar en torno a él, está por todas partes y no solo eso, parece que hay que darle mucha importancia. Sexo, sexualidad, relaciones sexuales…, ese pensamiento hace que te sientas un ser extraño. Parece que no es posible ser sin más. El sexo en todas sus dimensiones posibles parece hacer más plena la vida de muchas personas, tanto, que a algunas incluso las harta de insatisfacciones. Tú, en cambio, no crees que seas un recipiente que se deba llenar de ninguna manera, estás bien como estás. Los hombres de carne y hueso que conoces te parecen tan poco alcanzables como un dibujo animado, porque son emocionalmente inaccesibles, aunque sean sexualmente alcanzables. Con ese panorama a la vista, es natural que prefieras al muchacho de pelo azul.
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Prímula secuestrada La primera inesperada prímula
Con la crónica recupera
yace perdida y nadie la nota,
el cuerpo de una parte
en la caza a la bruja
y en otra la cabeza.
pasa de virgen del maquillaje a garabato del último viaje
Prímula era de extraña belleza,
en el pecado diseñado
ninfa del negro abismo sorprendida,
con líneas de dolor.
cántico sensible de la vida desprendida.
En el parque jugaba
Rincón de entrañas hundidas,
la pequeña flor y
espero que el monstruo pague toda la vida
ya no está.
por tu muerte,
Niña engañada
espero que continúe viéndote
de la maldad de una sonrisa
en sus peores pesadillas.
con negras emociones,
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cerradas al sereno, engañada por un monstruo con malas intenciones y con el alma llena de veneno. El monstruo se la lleva para cosechar de horrores su cráneo florecido y con el corazón de hielo prendido, borró de la florecilla los colores. "Oh madre, no quiero que me llores" "Oh padre, no sufras, te imploro" Prímula era un tesoro, niña de mirada vibrante. Prímula era en otro destino, ahora recuerdo distante de humanidad inexistente, niña desaparecida entre la gente, con pinceles de destreza.
Yuleisy Cruz Lezcano Italia FB: Yuleisy Cruz Lezcano
Alejandro Iván Flores Chávez Puebla, Puebla IG: @astourjean
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En el camino de las multiplicidades virtuales se actualiza
le llama Deleuze. “¿Existencia débil de una nube rosada,
una composición colorante. Un destello de color rosa va
decíamos, o existencia de una nube débilmente rosada?”,
y viene por la cara, se sienta en un brazo, camina sobre
se pregunta Souriau. Un día, la composición comienza un
una fosa nasal y despide un aroma sobre la piel, un aroma
juego intensivo en un constante pasaje entre lo virtual
que sabe a chicle. Salta, salta y salta, desde un ojo a un
y lo actual, como cuando una caja de crayones cae acci-
dedo del pie, pasando por el ombligo y hacia una ceja, de
dentalmente sobre una hoja blanca y pinta el mundo de
la punta de un cabello hacia el medio del codo, trazando
su tenue aroma a cera. Un auténtico devenir niño, pues
una composición existencial. Es el pequeño brillar como
aquellos trazos adquieren una velocidad tal que rompen
bloque de un pequeño arcoíris por venir o, mejor dicho, de
al crayón mismo. Un crayón es rosa y morado y morado
una pequeña nube arcoíris por venir, futuro contingente
y rosa y azul y azul morado y rosa y verde y verde y azul y
rosa y morado y naranja y naranja y azul y morado y verde
“nos hace vida” dice y nos recuerda mm. (Mayra Morales),
y rosa y rojo y rojo y verde y rosa y naranja y azul y morado
devela un devenir cósmico, un devenir drag y un devenir
y amarillo y amarillo y verde y morado y rojo y azul y rosa…
niño como un devenir rosa de Astourjean. Pál Pelbart, en
El esfuerzo, en la ruptura de aquel material, es siempre
honor a Souriau, enuncia colectivamente: “Por un arte de
conseguir evocar la conjunción disyuntiva. Nada más frá-
instaurar modos de existencia que aún no existen”. ¿Cómo
gil que el crayón, y no hay otra cosa que nos preocupe
inventamos las fuerzas de los cosmos por aparecer más
ahora más que ésta. Pero cuando se rompe el crayón azul
tarde si la vida misma es el puro devenir? Es por lo tanto
y verde y rosa y blanco y morado y violeta y purpura e índi-
la búsqueda del devenir rayón de toda la humanidad, la ri-
go y amarillo y durazno y salmón y rosa, la cuestión siem-
zosfera arcoíris en su eterno juego de niño de virtualidad y
pre se presenta en el sentido del habitar. Habitar de un
actualidad, la voluntad de potencia cosmológica, el eterno
entre, entre el campo intensivo de los dos o más pedazos
retorno de lo diferente… un pensar ecosófico.
en los que se descompone y compone el trozo de cera que se envuelve y regresa como flujo mismo del infinito del tiempo. Tal como canta Trixie Mattel: “Just remember two words that the two birds never said”. Una intensidad rosa
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comienza así a poblar el espacio de varias flores en un florero de papel, una colectividad energética que mantiene un ritmo, como capturando las fuerzas hacia ambos lados, cada vez haciendo perder el rostro para devenir drag. Es el phylum maquínico de un agenciamiento cada vez más cósmico, pues la línea recta del tiempo no ha de llevarnos sino hacia allá. Drag, cosmos y niño se envuelven así uno sobre todo, se engullen, se penetran, reconociendo y conectando sobre todo, no sólo un secretito, sino el gran secreto de código develado desde los inicios de la materia como CsO. Por eso esta preocupación por el crayón que se rompe es importante, ya que deslizándose sobre la transversalidad de una intensidad rosa que pinta una vida, y
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A S T O U R J E A S O T . UN R J E A N P I L S O E G U YA D R ( S I L N F . ) T O
2021D.R ATFO/G DFIAÍG.TL
Nombre Completo
Estado, País Red social, fb o tw (no correo, sino tiene ninguno, dejarlo así.)
Solos tu 20 20
Solos tú y yo Cristhian Ezequiel Frias Goytia La Paz, Bolivia IG: @cris_f_crash FB: Cris Frias - Crash TK: cris_crash_crush
u y yo 21
Angélica González VI región Chile IG:@poeticaoscuridad
SILENCIO 22
PÁJARAS El país de las maravillas Latinoamericanas censura a lesbianas de las calles intelectuales, las esconde en los suburbios, las golpea en las plazas públicas, las violan y las matan en las madrugadas profesionales, no hay derechos de estado para las homosexuales. si dicen amar a otra mujer son expulsadas de todas las posibilidades, se espanta el político, el alcalde de turno, el encargado de cultura te ignora de sus proyectos vanguardistas, por ser la lesbiana, la camionera, la maricona, la marimacho, las puertas se cierran por dentro, el respeto se vuelve una utopía, realidades de un país de las maravillas Latinoamericanas.
DE ELLAS EL JUEGO Van a la plaza con su hija, ellas de la mano cogen el puñado de piedras que guardan los vecinos al verlas, se miran, siguen con su hija de la mano, no hay diálogo, solo rumores, crujen las puertas de las rejas que se cierran, ellas siguen el camino hacia la plaza, la hija lanza la pelota amarilla, se inicia el juego, tres mujeres, tres niñas, dos madres y una hija juegan sin miedo.
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LA CULPA LÉSBICA Caminando por la plaza va Jacinta con su ropa ancha, pensando en el partido de fútbol de mañana, cruza la plaza, patea una piedra y recoge unas semillas, va cruzando esa fosa pública mientras en un rincón
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están los típicos lobos de corbata, los machos agujones que atacan con piropos, con garabatos y patadas infectas, las viejas de la esquina miran con miedo, nadie se acerca, todos los bichos rastreros se consumen en sus análisis homofóbicos, Jacinta yace en el suelo golpeada con sus ropas rasgadas, huyen los lobos, con sus lenguas salivando, nadie presta ayuda, es lesbiana, da lo mismo, el mundo es concepción de hombre y mujer, pensamiento patriarcal de géneros y sexualidad impuesta, no existe memoria.
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Historiadores dirán que son buenas amigas athena
Durango, México @shadowy.draws_
Tú y yo, ¿Qué somos? Somos una plática amena,
Somos de aquellos
la certeza de extirparnos la censura
que prefirieron amarnos en secreto
bajo la pichancha de las sábanas.
para que la realidad no herrumbre en las fechas concluidas
Somos dos almas que se toman de la mano para atravesar un puente colgante; el desconcierto, la ironía, la mirada incierta
en el futuro aleatorio en esta vida emergente. Somos algo más que los versos que nacen del instinto. Aves del otro lado del pacifico
al encontrarnos opuestos en la banqueta.
tratando de retar a la supervivencia,
Somos el reflejo de los que quebrantan la luz
somos, incluso más, de lo que la poesía me permite ostentarte.
en la oscuridad de la noche.
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en los eventos perecederos
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Nos llaman ovejas de otro rebaño; la gota que cae del cielo y no llena el cántaro. Somos la carne prohibida, la morbosidad que alimenta a nuestros días infelices, un edén con flores marchitas. Somos el descontento de Dios renuente a Adán por rechazar a Eva y preferir a Francisco, Mario, a Juan, a César, y a todos los que no pueden mencionarse. La respuesta no formulada suspendida en nuestras bocas
los hijos que tanto anhelamos, la vida que nunca tuvimos, una voz que intenta doblegar el patriarcado.
Juan Antonio Jiménez Río Grande, Oaxaca FB: Juan Antonio Jiménez FB: Poeta Juan Antonio
“No sé, tu dime.”
W
José Gutiérrez Morales IG: @musculosgtz FB: Jose Gutierrez Morales
Hay varias personas que hablan de cuál es la mejor manera de salir del clóset; incluso hay videos o “tutoriales” respondiendo las cuatro preguntas más importantes: ¿dónde?, ¿cuándo?, ¿a qué hora? y ¿cómo? Sin embargo, no hay tiempo ni forma perfecta, que nadie ni nada te obligue a hacerlo, cada persona tiene su proceso. Todos somos distintos, no existe un tiempo límite o ideal para salir del clóset, ni para decir quiénes somos realmente. Muchas veces vivimos presionados porque sospechamos que la gente lo intuye o ya saben de nosotros; pero no vale la pena que nos hagamos tormentas en la cabeza para encontrar el momento indicado, porque realmente no lo hay. Probablemente mi experiencia les sirva, o no, pero les contaré un poco sobre cómo fue para mi salir del clóset. En preparatoria, mi asesora me dijo que ya era momento de que mis papás supieran, que ella me podía ayudar a decirles. Se preguntarán: "¿Por qué te caía mal si te quería ayudar?", pero no me dejarán mentir, sabemos cuando una ayuda es real y cuando, por el contrario, es una ayuda que tiene como intención forzar las cosas. En este caso, la señora lo quería forzar.
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¡OJO aquí!, el primer consejo es buscar aliados y amigos a los que puedas recurrir si la situación no sale como esperabas. Pero elígelos bien, escucha a tu corazón y analiza bien a las personas. Desafortunadamente, no todos tienen buenas intenciones. Por ejemplo, hay muchos que por amor al novio, al galán o a su significant other, terminan orillados a salir del clóset, pero no hay por qué dejarnos presionar: si no sientes que es el momento ideal ¡neta no lo hagas! Es importante que escuches a tu corazón y a tu cerebro hasta que te pongas de acuerdo entre ellos. Por otra parte, muchos de nosotros le tenemos miedo a la reacción de nuestros padres, y a cómo podría cambiar nuestra relación con ellos después de contar LA VERDAD... Te voy a decir lo que muchos no quieren escuchar,
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pero es necesario que alguien te lo diga: NO HAY REACCIÓN NI BUENA NI MALA. Tal vez, como yo, tengas que pasar por muchos psicólogos, psiquiatras, terapeutas, brujos, chamanes, etc., pero el chiste aquí es mantenerse firmes y segures de lo que eres.
Aunque vivamos en un país laico quiero hacer mención de la religión. Desde pequeños nos han enseñado que Dios es amor y que somos a la imagen y semejanza de él, pero ¡oh sorpresa!, nuestro Dios bondadoso solamente lo es con los heterosexuales. Porque es un Dios heteronormado, ha servido como justificante para que durante siglos nos violentemos unos a otros. Gracias a toda esta burbuja de la religión, se afirma que las terapias de conversión son por amor, por querer salvar el alma de la gente homosexual; pero es mentira, el amor no se condiciona, el amor es esa fuerza que hace querer al prójimo TAL Y COMO ES. Creo firmemente que todas estas personas deben de echarse un clavado a la religión verdadera. Segundo consejo chaves: no dejes que nadie ni nada te quiera hacer cambiar de opinión, por eso tienes que ir construyendo un corazón de acero que resista los típicos comentarios: “seguro
estás confundido”, “es una etapa” o cualquier estupidez que luego escupe la boca. No trates de enfrentar a tus padres ni crear peleas donde no las hay, el chiste no es crear una enemistad ni estar a la defensiva; ve a sus terapias, dales un poco por su lado porque si para nosotres salir del clóset es muy complicado, para ellos es igual o más. Entonces dales "por su lado", pero sin echarte para atrás en la decisión que acabas de tomar. Para bien o para mal, hay muchas salidas del clóset: con los papás, con los hermanos, con los amigos, con la familia extendida, etc. Si a mí me preguntan si salir poco a poco o salir de madrazo, yo les aconsejaría: ¡háganlo de madrazo con todos! en un lapso no tan largo, sí te van a
Retomando el tema del miedo, por favor no te atormen-
llover preguntas y uno que otro comentario retrógrado,
tes, porque el día que decidas abrir la puerta de ese cló-
pero te lo prometo que es mejor que te noqueen una vez
set imaginario te va a dar miedo, de eso no hay duda, y
y no varias. Tú conoces a los tuyos y sabes cómo salir del
si alguien te dice que no sintió miedo, no le creas, está
clóset con tus distintos círculos cercanos, pero sí trata de
mintiendo. Aquí el chiste es que este miedo no te paralice
hacerlo con todos al mismo tiempo, así luchas una gran
ni te bloquee; suena complicado, pero se logra. Con todo
batalla con fuerza y no miles ya desganado.
y miedo, amárrate los pantalones o la falda y ve por eso;
Tocando el tema del famosísimo “¿CÓMO?”, que si una
la paz que se siente después NO TIENE PRECIO.
carta, un video, en persona, de cabeza, trepado del árbol...
Y un último consejo amigos, recuerda no hay espacio
Hay miles y miles de maneras, pero igual que el tiempo,
ni tiempo ideal, simplemente sentirás en tu corazón cuan-
no hay un método o un canal ideal. En mi caso, escribí una
do lo debas hacer, sonará cliché pero te prometo que se
carta y salí corriendo a la escuela, porque claro que da
siente cuando es hora de salir de ese closet. Confía en
miedo (pero esto lo tocaremos más adelante). Puede que
ti, estoy seguro de que eres alguien súper chingón; sean
muchos psicólogos me vayan a odiar, pero hazlo por el
felices y dejen ser felices. La clave está en ser y dejar ser.
canal que esté en tu zona de confort; aquí sí necesitamos
Acepten los cambios y la evolución, no volvamos a prác-
estar sumamente cómodos y seguros; si no queride... ¡va
ticas inquisitorias donde solo una persona es poseedora
a explotar Troya, otra vez!
de la verdad.
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Omar Castro Guadarrama
Tuitlán, Estado de México IG: @c4a5tro
30
30 Indiana, Rita. La mucama de Omicunlé. Editorial Periférica. España. 2015.
La primera lectura que hice de La mucama de Omicunlé (2015)
cómo sus conflictos internos se parecían a los míos: crisis de
de la dominicana Rita Indiana (Santo Domingo, 1977) estu-
identidad, arrebatos contra las instituciones, reproches por
vo marcada por una mirada veloz con muy poco impacto
el cambio climático. Sin darme cuenta, los personajes eran
en mi vida. Aquella vez, sentí como si la lectura me debiera
como yo, llenos de paradojas, multifacéticos y cambiantes.
algo, los personajes eran lejanos y no entendía sus dinámi-
Había leído la novela, sin realmente haberla leído.
cas. Lo dejé de lado por algún tiempo y pensé que había
Escribir desde una minoría, con el hostigamiento estatal y
hecho un gasto innecesario por un libro que no me había
social hacia tus preferencias sexogénericas, una lucha para
atrapado. Sin embargo, el peso institucional y el respaldo de
definir la identidad con tantos agentes entrometidos, permi-
los premios me gritaban que esa novela valía la pena. Así
te pensar en el problema estatal de ser parte de la comuni-
que, sin mucho entusiasmo, tomé el libro de nuevo y suspiré
dad LGBTTTIQ. Hoy en día es urgente problematizar estas
antes del segundo inicio. Lo tomé entre mis manos y con
cuestiones y la narrativa de Indiana logra poner en duda los
cada línea veía cómo los personajes se hilaban entre ellos y
paradigmas modernos y lanza un panorama a futuro que
podríamos resumir con la pregunta ¿habrá sido superada la
obra de Indiana pone en duda el papel del capitalismo y de
violencia estructural hacia los cuerpos?
las acciones políticas como agentes que acaban con lo na-
Indiana es una de las escritoras latinoamericanas que
tural, conjunta a la tradición yoruba con la tecnología tota-
ha destacado en los últimos 30 años y que ha recorrido un
lizante. Indiana expresa una serie de paradojas en las que
gran camino literario, empezando en 1998 con Rumiantes,
hemos vivido y hace una crítica hacia ellas.
su primer libro de cuentos (edición hecha por ella) hasta su
La mucama de Omicunlé está plagada de referencias que
última novela Hecho en Saturno (2018) editada por Periférica.
explicitan la connotación violenta hacia los cuerpos de los per-
La mucama de Omicunlé (2015) es una de las novelas más so-
sonajes primarios, secundarios y ocasionales que aparecen
bresalientes y desconcertantes por las temáticas polémicas
en la novela. Ataques verbales y físicos hacia los cuerpos de
que retrata en el siglo XXI latinoamericano. En 2017 obtuvo
Acilde, violencias institucionales que ejemplifican los climas
el Gran Premio de Literatura, otorgado por la Asociación de
de época que viven las personas de la comunidad LGBTTTIQ
Escritores del Caribe. Fue la primera novela escrita original-
en la República Dominicana. La narrativa de Indiana critica la
mente en español en recibir dicho premio.
noción moderna de “civilidad” y la de “bienestar”. Manifesto
La mucama de Omicunlé es una novela que tiene como pro-
que estos paradigmas, por un lado, no significan que la so-
tagonista a Acilde, una joven que vive dos vidas distintas entre
ciedad conviva pacíficamente con el medio ambiente, y por
2007 y 2027. La historia comienza en 2027 con Acilde, una per-
otro lado, que el bienestar no es una condición que se repar-
sonaje violentada, pobre y oprimida que no se identifica con
ta equitativamente a todos los grupos de la sociedad.
su cuerpo y toma un químico para transformarse en Giorgio.
La narrativa de Indiana une a un gran espectro de lec-
Viaja en el tiempo hacia 2007 donde es un hombre adinerado,
tores, desde adolescentes hasta adultos, no encaja en gé-
privilegiado, difusor cultural y defensor de la naturaleza. Dos
neros tradicionales sino que es disruptiva por las temáticas
vidas marcadas por el cambio sexogénerico de la protagonista
que aborda. Su ficción rodea a partir de ángulos diferentes
y por el misticismo de la religión yoruba.
a una realidad llena de censura y violencia. Desde su discur-
El panorama general que la novela ofrece es de una con-
so, ofrece la posibilidad de construir una imagen del Otro,
temporaneidad tiránica que permanece aún en nuestros
exhibiendo sus fortalezas, debilidades y aciertos en sus for-
días, con poca empatía y muchos ataques hacia los grupos
mas de vida. Hay un esfuerzo por ser una ficción que haga
disidentes o minorías. Los tiempos que se viven están llenos
frente a los discursos autoritarios.
de un consumismo voraz y depredador de la naturaleza. La
La mucama de Omicunlé impactó en mi vida, pues yo he
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vivido en una burbuja “heterosexual” y mi campo de visión no comprendía la violencia a los cuerpos, ni la discriminación y la rudeza de las sociedades hacia la comunidad LGBTTTIQ. La obra de Indiana me reveló que los vientos de una sociedad sin empatía viajan aún en los lugares más recónditos; la modernización que nos hace civilizados es la misma que destruye el medio ambiente. Sus letras anuncian un futuro oscuro y violento del cual posiblemente ni las religiones puedan salvarnos. La escritora dominicana hizo que repiense mi forma de leer y de entender la literatura. Creó un futuro hecho de montajes verosímiles de los tiempos y los espacios contemporáneos. Contrapone la rigidez institucional y anuncia la posibilidad de derrocar a los estereotipos “heteronormados” de los Estados nación, es decir, Indiana critica el deve-
32
32
nir de las artes, la cultura, de la sociedad y la política a partir de una concepción patriarcal. En el mundo de la autora aún cabe la posibilidad de un cambio libre de violencia hacia los cuerpos y a la naturaleza.
Melodía de amor Mamá, la miré a los ojos al otro lado de la habitación,
María Coutiño Zenteno
Chiapas, México IG: @maria.couu
quería colocar su cabello detrás de su oreja y darle un beso en la mejilla. Mamá, quería abrazarla cuando lloraba, mirarla a los ojos y decirle te amo. Pero no me atreví a hacerlo, sabía que te quebraría. Enterré estos sentimientos y pensé que se irían lejos. Cada que mi mirada se perdía en ella me preguntaba ¿y mamá? ¿Qué diría? Juro que oré para que mis sentimientos desaparecieran. Creí que mi amor por ella sólo era un arrebato; así que vi a través de mi dolor, intentando entender cómo la silueta de un “él” me haría sentir, y es que era más fácil fingir que todo era falso… Pero mamá, no era lo mismo, cualquier otro chico me parecía aburrido, ¿cómo igualarse a la calidez que sentía cuando ella sonreía o cuando sus ojos brillaban de alegría? Intenté escucharte, pero, ¿no ves que estoy cansada, que me siento asustada? Mamá, no puedo evitar perderme entre esos ojos café dorados, mucho menos rechazar el abrazo de quien amo. Y lo siento, realmente intenté empujar esto hacia adentro, pero ¿Cómo algo tan “malo” podía sentirse como el mismo cielo? Para que tu corazón sanara, el mío se marchitaba; estoy creciendo y me di cuenta de que enamorarse no significa extraviarse, y que el amor jamás podría ser un pecado. Tal vez nunca entiendas la melodía que mi corazón canta, pero bailarla me hace bien… Ella me hace tan bien. Mamá, siempre serás bienvenida, ojalá algún día quieras bailar con tu hija.
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¿Lo bonito de Mé 34
éxico? - María M
Desnuda ndo la v iole ncia Cristhian Ezequiel Frias Goytia
La Paz, Bolivia IG: @cris_f_crash FB: Cris Frias - Crash TK: cris_crash_crush
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M i pasado, m i prese nte y m i fut u ro Cristhian Ezequiel Frias Goytia La Paz, Bolivia IG: @cris_f_crash FB: Cris Frias - Crash TK: cris_crash_crush
Alexis Lozano Tapia El Arenal, Hidalgo FB: Alexis Lozz Tapp
Como yo lo veo, a todos nos corresponde un amor verdade-
a través de las pantallas y ver por la ventana el mundo que
ro. Alguna vez leí que solo ocurre una vez. Con mis últimos
sigue avanzando a pasos agigantados mientras usamos las
ex novios, no había podido sentir un amor tan real como el
mascarillas.
de mis padres.
Estaba solo, en casa con mis padres, pero ellos y mis her-
Creo que el mundo estaba solo reducido al rol sexual de
manos estaban en sus habitaciones. El celular sonaba de vez
cada uno y a tener sexo durante la primera cita. No es que
en cuando, nada importante, asuntos del trabajo, cuestio-
estuviera mal, pues así conocí a mi último ex. Solo después
nes de la escuela. Salía de vez en cuando con mis amigos a
de darle el “sí” al concluir una noche apasionada, estaba se-
comer; entre nuestras platicas salía a relucir mi solteria.
guro de que no pasaríamos más de un par de meses juntos.
—Usa aplicaciones de ligue, Daniel.
Aún así fueron, quizá, los mejores nueve meses de relación.
—¿Qué cosa? —repliqué, confundido.
Luego desapareció en noviembre del 2019, en este país don-
—Solo diviértete.
de se ha vuelto tan común amedrentar a una persona ho-
Después de meditarlo, había bajado la aplicación de Grin-
mosexual. Si me lo preguntan, aún me duele, y no quiero
dr para conocer personas. Era como un catálogo del que tú
seguir hablando de ello.
podías escoger; había una multitud de personas sin rostro,
¡Ya es 2021! Superamos un año de encierro; de mirarnos
con fotos enseñando sus músculos, de paisajes de algún lu-
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gar y uno que otro perfil real. Las pláticas eran cortas, otras
—Pero supongo que ya todo está bien, ¿no?
largas, algunos me pedían mi número y “quedábamos” en
—No.
algún punto seguro para “conocernos”. Después de unos be-
Richard me habló de sus padres, y la violencia a la que era
sos y de llegar a mi habitación terminaba todo, en un recuer-
sometido por su orientación sexual. Al cabo de unos días,
do más del que ya no me sentía orgulloso. Algún día un chico
mi compañía le sirvió para mantenerse fuerte y comprender
me verá en la calle y me reconocerá. No llenaba el vacío que
que no había nada malo con él. No tenía que cambiar nada
sentía desde hacía tiempo. Demasiados perfiles me hacían
de sí mismo. Por instantes era un joven diferente, pero toda-
sentir un objeto más y preguntarme mi rol sexual.
vía percibía a través de sus mensajes que no estaba del todo
Una de esas noches, me pregunté ¿qué estoy haciendo?
bien. Y luego de un tiempo, me acostumbré a sus buenos
¿Está bien todo esto? Ya estaba en la mente de algunas per-
días, a las conversaciones interminables por las madruga-
sonas, pero no de la manera en la que me hubiera gustado.
das, a su buen gusto por la música y lo extraordinario que
Era más que una noche de besos y sexo. Tenía tanto que
era en la cocina.
decir, que contar, o preguntar, pero todo estaba reducido a
—Descansa.
un “yo te marco”.
—Tú también.
Justo después de esa reflexión, mi teléfono celular sonó.
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—Te quiero.
Era un mensaje nuevo en la aplicación. En ese momento no
Miré ese último mensaje de texto. Y después de un rato,
tenía idea de lo que implicaba responder al primer “hola” de
entendí que me había enamorado de una persona por telé-
aquél joven, intercambio de fotos, y luego nuestros números
fono, a la que aún no había podido abrazar, o besar, o sentir
de teléfono para estar en contacto. Estaba seguro de que no
su cabello sobre mis dedos. Además, por los problemas en
me escribiría, pero a los pocos minutos sonó mi teléfono.
relación a su sexualidad, no había podido escuchar su voz
—¿Richard?—dije a través de un audio.
pues sus padres le exigían “corregirse”, le vigilaban el correo,
—Sí—respondió él.
el teléfono, los mensajes, por lo que él tenía la costumbre de
Recuerdo bien ese día porque compartíamos nuestras
borrar nuestra conversación y me daba alguna señal para
experiencias, nuestros gustos, hablamos sobre nuestras fa-
volver a escribirle.
milias y le expliqué por lo que estaba atravesando, y él co-
Me pregunté si podría seguir tolerando una situación
mentó lo mismo. Me habló sobre su vida, el amor a sus pa-
como esa, en la que simplemente no podía ver a quien que-
dres y que había sido obligado a salir del clóset frente a ellos
ría en mi vida. Después de varios días siguiendo la conver-
por un hombre que lo acosaba por redes sociales.
sación, descubrí que detrás de la pantalla se encontraba un
—Lo siento.
joven extraordinario y cuya nobleza comenzó a transformar
—Creo que debió ser mi decisión.
mis pensamientos, y una manera diferente de ver la vida a
través de sus reflexiones. Y el tiempo me hizo comprender que resistiría lo necesario para estar con él. —Te amo —dijo a través de un audio que duró solo unos segundos.
—No, creo que se quién puede saber —respondió la chica dirigiéndose hacia mí. Al día siguiente, me llevó hasta un pueblo fuera de la ciudad, en donde había logrado averiguar “algo”. Detuvo el auto
—Te amo.
y me indicó que, de acuerdo a su contacto, estábamos en el
Fue la única ocasión en que pude escuchar su voz. Y mi
lugar correcto. Me acerqué nervioso a la casa, y presioné el
corazón se detuvo durante ese momento. Había sido una sensación inexplicable. Al día siguiente no me escribió como de costumbre, le dejé un mensaje en el chat. Las horas pasaron y no respon-
timbre. —¿Quién es? —dijo un joven al otro lado de la puerta. Las lágrimas brotaron de mis ojos. La voz se me había quedado atorada la garganta.
dió, insistí e insistí. El miedo me inundó por completo, esta-
Y solo me limité a responder:
ba seguro de que algo había pasado con él. Los días pasa-
—Soy yo, Daniel.
ron, y la ansiedad se apoderó de mí. Tenía que buscarlo en
Escuché el crujir de la puerta de madera mientras se
algún lado, pero jamás me dio alguna dirección por miedo
abría. Reconocí de inmediato sus ojos, los mismos de color
a sus padres. Estaba buscando a una persona a la que ja-
café como en sus fotografías, su cabello a medio peinar y un
más había visto. Cuando pedí ayuda, las burlas eran notorias
rostro pálido cuando me vio detrás de la puerta. Ninguno
pues todos cerraban sus argumentos diciendo que Richard
habló, ninguno dijo algo. Lo jalé hacia mí. Me abrazó y su
fue alguien que quiso hacerme daño, pero yo estaba seguro
calor se extendió por mi pecho. Había tantas preguntas que
de que existía. Lo que me contó no pudo ser solo un invento.
formular, pero en vez de eso, me conformé con un beso, y
Finalmente, mis amigos entendieron que esto era impor-
sabía exactamente a lo que imaginé en mis sueños.
tante para mí y me ayudaron a hacer una exhaustiva bús-
Por el momento, no deseaba saber del mundo a nuestro
queda con los datos en nuestro chat para encontrarlo. Al
alrededor, ni de sus padres, ni de cómo llegué a este lugar.
cabo de unos meses sin nada, me rendí, y pedí perdón por
En ese instante solo éramos Richard y yo.
arrastrarlos cuando ellos tenían razón. Alguien jugó conmigo. Lo que vino después fue una borrachera destructiva en la casa de alguien, hasta que la novia de un amigo llegó para corrernos de su sala. Miró el desorden y luego sujetó una de las fotos que Richard me envió, y preguntó quién era. Le contaron mi historia, y ella sonrió con sarcasmo. —¿Lo conoces? —pregunté.
Y no había espacio para nada más.
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Natalia Cigarroa Tuxtla Gutiérrez IG: @natcisaa
A veces, o mejor dicho, la mayor parte del tiempo en que estoy consciente pienso que no debería existir. Siento que soy un error, deseo dejar de ser. ¿Por qué me tuvo que tocar ser quien soy? ¿Por qué no soy alguien más? Alguien menos como yo, menos inconforme, menos extraño, más «normal». Me pregunto por qué no me tocó una vida fácil aunque sé que la mía no es tan difícil como otras. Duele ser quien soy, como soy. Me apena tener que
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sentirme ajena. Quisiera poder sentirme libre de experimentar, amar, ser. Pero todo en esta vida siempre me ha parecido una pajarera para un pájaro que nació sin alas; ni siquiera hay marcas que indiquen que me las cortaron. ¿Y qué rayos tengo que hacer para abrir la maldita rejilla si la han dejado sin seguro? No me siento cómodo en mi piel, no me agradan mis pensamientos, repelo mis emociones y odio mis sentimientos.
Quisiera cambiar tantas cosas de mí misma que sería con-
que no me lo merezca. Y no lo puedo hacer, mucho me-
vertirme en alguien más. ¿Por qué tendría que sufrir para
nos pedir. Me enseñaron que si tengo que pedirlo no tiene
ello? ¿Quién nos vendió esta idea de que sufrir vale la pena?
caso. No comparto la idea, pero no me atrevo a hacerlo.
Quizá por eso sigo encadenada sin cadenas que me aten.
No puedo. No hay momento en el cual no me sienta una
Ser no es más que un sueño, uno de esos que no se
carga, una bola de problemas y disidencias. Me avergüen-
cumplen por más que des todo de ti. Me he conformado
za necesitar de mucho reassurance en todo aspecto. Tam-
conmigo misma por mucho tiempo. He huido a conocer-
poco sé pedirlo.
me porque no estoy listo para ser más monstruosa de lo
Y todo porque creo no debí nacer.
que soy, terminaría siendo una aberración. ¿Y si me quedo
Muches hablan del orgullo que debemos de festejar,
así? ¿Qué tendría de malo si dicen que hay virtud en el su-
mas casi todes le huyen a lo incómodo. Nadie quiere ha-
frimiento? ¿Qué más da seguir sufriendo?
blar del dolor, de la vergüenza, de la impotencia. Daría
¿Cuáles son tus pronombres? ¿Cuál es tu sexualidad? ¿Y tu gé-
todo por quitarme los senos, por describirme como yo
nero? Descríbete. Etiquétate. Preséntate. Dime quién rayos eres.
quiera, por amarte sin sentirme un error, por quererme. Y
Mantente en la jaula. No es que sea más cómodo, es
no escondo el monstruo que soy, la gente lo sabe, mas eso
menos aterrador. Me agobia que nadie me entienda, me
no me brinda nada, ¿de qué me va a servir si nada puede
apoye, se quede; mucha gente me ha dado la espalda, me
quitarme mi manera de pensar?
ha cortado las alas que me hacen falta.
Yo sólo quisiera que nada fuera real, así todo el dolor
No quiero que me conozcas porque no me quiero conocer.
que me han hecho padecer, todo el daño y palabras hirien-
Me encantaría tomarte de la mano sin pena, decirte lo
tes adrede hacia mi persona no serían reales.
que realmente quiero de nosotras y olvidarme de lo que
Yo sólo quisiera que nada fuera real, así dejaría de estar sola.
piensen les demás. También me gustaría recibir atención
Yo sólo quisiera que nada fuera real, así yo tampoco
sin exigirla, sentirme necesitada, amado, deseado, aun-
tendría que serlo.
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José Rafael Llanos Melo Ciudad de México IG:@_rafael.1984
Voyerista los miraba, atento a sus movimientos y gestos, también escuché lo que decían, quizá.
No sé.
El tiempo se detuvo. Su alrededor permaneció estático,
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incluso yo.
Mi cuerpo ya no existía, ni el espacio y el instante, era indigno de esa entrega.
Todo se reconfiguró de manera
que
el último vagón del metro de pronto era un locus amoenus colectivo y disponible al público inundado de olores placenteros:
desde el sudor, hasta la orina.
Ahora eran solo ellos, saciando su necesidad de compañía.
Luis Gatica
Guadalajara, Jalisco IG: @gaticx
Sífiluis. Una primera persona no identitaria: críticas desde la herencia y el orgullo Tengo sífilis. Es importante decirlo en primera persona por-
esa primera persona, colectivizarla: no de caer en una po-
que suele hablarse de esto en tercera. Ayer di positivo, y
lítica de la identidad donde cada grupo lucha sólo por sí y
después de la inyección para el tratamiento tuve una fie-
sólo para sí, sino precisamente de atacarla desde donde
bre terrible en la noche. Si bien no puedo hablar en primera
ella le exige a uno que hable. Lo que expongo aquí, más
persona como seropositivo porque no lo soy, o como adicto
que un relato sobre mí, son algunos cuestionamientos que
a una droga, sí existen algunos puntos que necesito decir
mi historia me permite hacer a premisas ya tan cimenta-
desde este cuerpo que enferma y sana, que sufre y goza,
das para otrxs que más bien estarían sedimentadas.
en el que se cruzan a la vez privilegios y violencias. ¿Qué
Entonces la sífilis es un pretexto, sí. Pero no es vano:
son los privilegios? ¿Todos habrían de ser eliminados? ¿El or-
más bien deja en claro lo vano y lo privilegiado que soy:
gullo se puede considerar un privilegio? ¿Qué tiene que ver
algunas inyecciones bastarán para que el bicho deje mi
el orgullo con la herencia? ¿Por qué es necesario un ánimo
cuerpo: no cargaré por el resto de mi vida con un estigma,
festicombativo en la disidencia sexoafectiva?
ni se hablará de mí o de otrxs como gente que “vive con
Trato de responder en primera persona, pero eso no
sífilis”. Sin embargo, para mí que no estoy acostumbrado
significa que haga un listado de intimidades, sino que ex-
a los malestares físicos, la fiebre de ayer se sintió pesadí-
pongo algunos de los caminos que sigue mi cuerpo para
sima. Me hizo pensar, entre muchas otras cosas, que no
construir algo junto a otros. Porque se trata de pluralizar
correré el destino de Nietzsche: que no llegará la sífilis a
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mi cerebro ni escribiré un libro donde me declare superior
tema. Y es necesario también hablar en primera persona
a todxs antes de sucumbir ante mi última noche. Y eso me
de esto: asumir ese legado y continuar la lucha: desde un
hizo recordar que, si algún día fuera seropositivo, mi posi-
lugar distinto, sin duda, a quienes son positivos o sí sufren
ción social y mis convicciones harían casi imposible que yo
las consecuencias de una adicción, pero ¡desde algún lu-
desarrollara SIDA y muriera por ello. Eso no significa que
gar!
nadie muera de SIDA, que todxs puedan acceder a trata-
Muchas veces me he sentido incómodo al tocar algu-
miento, que la lucha sea cosa del pasado. Eso significa que
nos temas: hablo de homosexualidad, de seropositividad,
tengo un privilegio, y uno que no debería perderse, sino
de adicciones a drogas; sin embargo, no soy homosexual,
extenderse.
no soy seropositivo y hasta donde estoy enterado no soy
Los privilegios suelen entenderse como algo que unos
adicto a ninguna droga. Pero si no me entiendo ni como
tienen y otros no a causa de ciertas violencias, en opo-
homosexual ni como heterosexual, si tengo la posibilidad
sición a los derechos que serían una suerte de “cosa de
de leerme y vivirme de una manera distinta (sin implicar
todxs”, un piso común (como si los derechos en el papel
que esas dos maneras sean “malas”, sino que simplemen-
fueran garantía de algo en la vida, encima). Pues bien,
te no son las mías) es de igual forma gracias a los esfuer-
parece obvio que habríamos de caminar a convertir pri-
zos de muchxs antes de mí. Entonces, si mi propia posición
vilegios como el que menciono en un suelo común real.
en todos estos temas es también una consecuencia de
Pero lo que quiero decir ahora es que, además de estar
quienes han luchado no sólo por ellxs sino por otrxs, por
montado en cuestiones de clase y otras marcas sociales,
nosotrxs, también yo tengo que hablar en primera perso-
lo está en el esfuerzo y en la vida-muerte de muchxs antes
na, pero desde este otro lugar. Lo que hay que calibrar es
de mí. Que muchxs vivieron luchando hasta su muerte (y
entonces de qué manera hablar, qué decir, cuándo, dónde.
muchxs lo hacen, en presente) para que quienes tenemos
Cómo no robar el micrófono, el tiempo o el espacio: cómo
exposición al virus (seamos positivxs o no) vivamos vidas
no tomar protagonismo. He defendido antes y contra la
más vivibles. Quiero decir: si lo que yo puedo decir en pri-
política identitaria que la lucha contra los feminicidios no
mera persona es que no soy seropositivo, eso es un privi-
es monopolio feminista y que es fundamental que los va-
legio y también en alguna medida un legado, una herencia
rones la asumamos; pues bien, aquí opera algo parecido:
que yo y otrxs recibimos y que ha costado el dolor y la lu-
que no se trata de hacernos a un lado, sino de hacernos un
cha de muchxs. Algo similar puede decirse de quienes son
lado desde donde luchar.
positivxs pero toman antirretrovirales y reducen su carga
Me sirve como ejemplo pasar al tema de los varones
viral incluso a niveles indetectables, o de quienes logran
porque en los grupos de hombres y con mis amigOs me
domar el vicio por una droga, gracias a muchos consumi-
ha quedado claro que un gesto típico de la masculinidad
dores, pensadores y activistas que han trabajado en ese
problemática es la invasión de los espacios ajenos (físicos,
auditivos, intelectuales, bélicos…). Alguna vez propuse
plícitamente hetero según su texto) donde decía que no
que lo que habíamos de hacer con la masculinidad no era
entendía la necesidad de algo como el orgullo, y que se-
reconstruirla, “deconstruirla” ni destruirla sino deshabi-
guramente había muchos que preferirían que tal cosa no
tarla. ¿Cómo? Habitando otros lugares. ¿Cuáles? Lugares
existiera para pasar desapercibidos más fácilmente. No
que hemos de inventar aún, todo el tiempo. La respues-
dudo que existan: es más, las varonilas discretos abun-
ta general que encuentro es que, en oposición a invadir
dan, y varios de ellos seguro tienen esas convicciones. Me
espacios ajenos, hemos de construir espacios habitables
parece asunto suyo cómo deciden vivir y no me sorpren-
para quienes no suelen tener espacio: una cuestión de
de que existan esas posturas en un mundo que no deja de
hospitalidad. Eso sería radicalmente distinto de intentar
ser hostil para quienes salimos de ciertos parámetros (o
liderar una lucha feminista, por ejemplo, y como una ano-
trata de rentabilizarnos en forma de capitalismo rosa, por
tación al margen diría que una semilla importante son las
ejemplo). Pero creo que justo la necesidad del orgullo, que
guarderías organizadas por hombres para que más chicas
es otro de estos “privilegios” extraños o especiales que he
puedan participar en sus actividades como las de #8M o
tratado de señalar aquí, se juega también en esa relación
el #25N. Por supuesto que habría mucho que desarrollar
de la hospitalidad con la herencia: en el reconocimiento
y discutir sobre eso, pero no es mi punto ahora.
de las luchas, los dolores y los deseos de quienes estuvie-
Mi punto es que parte de los espacios que hemos de
ron y están a pie de cañón. El reconocimiento de los fan-
abrir (y ahora no sólo los varones) es el espacio para lxs
tasmas que nos habitan y nos construyen, lo advirtamos
otrxs, y entre ellxs para lxs muertxs, para sus fantasmas.
o queramos –o no–.
Me parece fundamental hacer esto también como una
A la postura de que el orgullo no debería ser festivo, sino
respuesta a la herencia que recibimos, conjugación que
solamente “político” o combativo, la encuentro muy simi-
deconstruye la distinción entre pasado y presente porque
lar a la hostilidad heterosexual o varonila-discreta hacia
es ambos a la vez. Abrirle espacio a ellxs es también es-
el orgullo. Creo que en los tres casos no existe ese reco-
cuchar sus demandas, intentar hurgar en sus deseos: y a
nocimiento a lxs otrxs que han luchado y que siguen lu-
veces ni siquiera hurgar, porque no hay nada más mani-
chando, incluso asumiendo que podamos estar en franco
fiesto. No puede existir una primera persona que no esté
desacuerdo con X o Y formas de luchar. Negar la condición
hecha de otrxs, de sus fantasmas. Hablar en primera per-
política de algunas alegrías, negarnos a nosotrxs mismxs
sona no es enfrascarse en la propia posición, sino usar-
la posibilidad de la alegría en la lucha, es pasar por encima
la para abrirla a las posiciones de otrxs, que en realidad
del deseo de vivir felices de quienes han muerto luchando,
siempre han estado ahí: un libro nunca es obra de un solo
o incluso de los actos que realizaron a sabiendas de que la
autor, y una columna tampoco.
felicidad resultante no sería suya. El orgullo empezó como
Justo hace poco leí una, escrita por algún imbécil (im-
una revuelta, y eso no debe perderse, pero la propia alegría
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implícita en la palabra que lo nombra tampoco. ¿De qué estamos orgullosxs? En primera persona, y ahora en plural, pues ese plural me permite incluir a otrxs con quienes no comparto muchas condiciones: con quienes no podría compartir lucha según la rígida política de la identidad. Estamos orgullosxs de ser jotos, de ser lesbianas, de ser trans, de nuestras prácticas queer y cuir, de ser intersexuales, de ser asexuales o ágamos, de buscar caminos diferentes a la monogamia, de explorar placeres, de realizar trabajo sexual en lugar de ser robadxs o violadxs, de ser seropositivxs, de ser sidosxs o estar enfermxs como consecuencia de nuestros disfrutes: luchamos contra la culpa y el estigma, y decidimos con lxs nuestrxs cómo cuidarnos, enfermxs o no. Estamos orgullosxs de disputar a lxs expertxs la palabra sobre nues-
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trxs cuerpxs. También, de ser herederxs de luchas tan potentes y tan dignas, porque aquí orgullo no es soberbia sino dignidad sostenida. De poder ser cada vez más interseccionales, de ser confrontadxs, de confrontarnos, de disidir incluso entre nosotrxs, de buscar alternativas ante las políticas de la identidad. Del privilegio de poder continuar las luchas, del deseo de que algún día nadie tenga que luchar. Estamos orgullosxs de la herencia que podemos asumir, y estamos orgullosxs de cada momento en que podamos reír. Porque si no luchamos para que haya muchos más momentos así, me pregunto y nos pregunto: ¿entonces para qué luchamos?
Beatricia Braque Cholula, Puebla IG: @la_beatricia
1/11/2112 11:01 El hecho de que me encuentre escribiendo en este momen-
drásticas. Resultado: Nosotras. Las hombras. No sabemos
to es peligroso y absurdo. Absurdo, porque la única utilidad
a ciencia cierta cómo funcionaba antes. Lo poco que sabe-
de guardar este diario es confiar que quizá escribir me quite
mos ha llegado a nuestro conocimiento por medio de ru-
la emoción opaca que me sujeta y debilita desde aquel mo-
mores extrañísimos.
mento. Siento que voy perdiéndome con los días. Peligro-
Mi vida había sido rutinaria hasta hace una semana.
so, porque escribir siendo una actividad de recreación, en
Hombras y hombres desempeñamos las mismas tareas,
la que además de estar manifestando un... ¿sentimiento?
no hay ninguna distinción entre nosotros. Vestimos los
¿vestigio de sentimiento?, está estrictamente prohibido. No
mismos trajes de neopreno y gracias a las hormonas pro-
tengo muy claro en qué momento comenzó la prohibición.
porcionadas por el sistema nos vemos prácticamente
Lo que sí, es que las cosas no siempre fueron así. Otra cosa
iguales. Todo está en función de la productividad. Desde
que tengo clara es que soy una anomalía y si esto llegara
muy pequeños somos agrupados de acuerdo con nues-
a descubrirse, el sistema no tardaría en considerarme un
tras capacidades intelectuales y es así como nos seleccio-
defecto, por lo tanto, una amenaza y por consiguiente, no
nan para desempeñar las distintas tareas disponibles. To-
dudarían en desecharme. No sé cuándo pero sí sé por qué.
dos somos parte del engranaje.
Sobrepoblación. Control. Los humanos eran demasiados.
Cada día me levanto a las 6 horas. Tomo mi batido de
¿Qué hacer? Restringir la reproducción. ¿Cómo? Medidas
aminoácidos y media hora después subo a la rampa eléc-
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trica que me conduce a la planta de ensamblaje para cum-
nos separa. Me pregunto si hay más humanos que sueñan
plir mi jornada de la cual regreso completamente agota-
y que viven angustiados y felices al mismo tiempo. Aunque
da. Hace una semana la producción se atrasó por un error
no estoy segura si conozco la angustia o la felicidad, tengo
que tuvo mi compañera de cubículo. Cuando la supervi-
la impresión de que apenas me encuentro rascando la su-
sora bajó a reprenderla mentí diciendo que había sido mi
perficie. Me pregunto si hay más humanos arriesgando su
culpa. Aún no entiendo por qué actué de esa manera. Por
vida al expresar lo que sienten…
qué sentí ganas de protegerla, de encubrir su error. Entonces sucedió, al pasarme la plantilla de ensamblaje
Todo era más sencillo cuando no sentía nada. Cuando podía cerrar los ojos en las noches para flotar en el vacío.
nuestras manos se rozaron. Ella ni siquiera se dio cuenta. Nunca había sentido el roce de otra piel humana. Luego me sorprendo cerrando los ojos, tratando de recrear aquel
*A los pocos días el diario fue borrado del dispositivo,
momento. Algunas otras veces intento rozar mis manos
mas no de la memoria.*
de esa misma manera. No entiendo por qué es una sensación tan diferente cuando se trata de otro humano. A veces me sorprendo tratando de protegerla de algo, aún sin
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saber qué es. Desde aquel día he tenido sueños en donde aparece ella y nos miramos a los ojos. Entonces despierto y no entiendo qué significa mirar a un humano a los ojos porque jamás lo he hecho despierta. Sueños en donde la protejo de algo que desconozco. Sueños en donde me gusta pensar que ella también piensa en ese día y en esta cosquilla extraña.
7/11/2112 02:17 Y como lo supuse desde un principio, llevar este registro es absurdo. El hecho de vaciar aquí lo que siento/pienso no me ha ayudado en absolutamente nada, si acaso lo ha hecho todo más complicado. Su nombre es Ilia-C7. Lo sé porque lo busqué en su mesa de ensamblaje. Sigo teniendo sueños donde la veo a través de un vidrio, y cuando intento tomarla de la mano me doy cuenta de que algo
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Samia Rojas Mena Puebla, Puebla @samia.rojas
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«No sólo dimos la lucha contra el racismo exterior, sino contra el racismo interiorizado en nosotros mismos por la educación familiar y social, que nos hacía despreciarnos y malquerernos porque no checábamos con el modelo del dócil ciudadano convencional. Se nos convirtió en monstruos y caricaturas y en esos bajos fondos construimos otra dignidad. "Ojos que dan pánico soñar", José Joaquín Blanco