Espacial9

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espacial

revista bimestral de artes

Espacios muertos Airelav Liniers

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“La innovación es lo que distingue a un líder de un seg


guidor.” (Steve Jobs) - CASA DEL AGUA / por Esrawe


2 historias por: Gabo Chungo

Esparta - ¿Estas triste? - no, en realidad no - ¿te urge suicidarte? - no, en realidad no - ¿ te gusta platicar? - depende - ¿de qué? - del tema - ya, claro, ¿como te llamas? - pedro - gabriel, mucho gusto - ... - ¿sabes? verte aquí, sobre este edificio a esta hora, tan dispuesto a lanzarte y perder la vida es poético, no quería arruinarlo, pero por otro lado sé que tienes algo que decir... - no, en realidad no - pero ¿por qué dejar de vivir? - ... - sabía que arruinaría el momento, ¿aún así tienes ganas de lanzarte, en medio de esta conversación tan desagradable? - tienes razón, lo has arruinado - puedo irme si quieres, tal vez no este todo perdido, digo, me voy, pasan unos minutos, te olvidas de mi, la poesía regresa, penetra la escena y te lanzas, todo perfecto. - ¿eres gay? - creo que no - yo si - ah, ¿por eso te suicidas? - ... - tienes razón, cada vez lo empeoro más - ...

- ¿sabes? esto ya se jodió, solo hay una forma. - ... Gabriel se acerca a Pedro, retrocede la pierna izquierda, se apoya con la derecha y patea a Pedro en el pecho, Pedro cae sonriendo mientras sujeta un llavero con muchas calaveritas. Lázaro - ya levántate, es muy tarde - eso es relativo - son las tres de la tarde - pero no estoy dormido - pero tu cuerpo necesita moverse - define necesidad - weeei - déjame, no le hago daño a nadie - te haces daño - define daño - pinche julio, me agüita vivir en la misma casa que tu - pues es mi casa, te dejo vivir gratis, deberías ser feliz - pues lo soy pero me agüito, soy un feliz agüitado por tu culpa - tu frase es paradójica - no sé que es eso, ya levántate tienes acostado tres días, ni al baño te has parado ¿qué pedo? ¿cómo le haces? - el baño viene a mi por las noches, creo, recuerda que hay un baño llamado mahoma que dice “si julio no viene a ti, tu ve a julio” - no mames, julio - define julio - ...



Liniers

El encanto de lo simple - www.trazosdetinta.com

Un proverbio de Confucio dice: “Quien hace lo que le apasiona, nunca tendrá trabajo; solo tendrá diversión”. Y este proverbio le viene al guante a Liniers, gran ejemplo del que trabaja por gusto, sin normas ni ataduras. Le divierte mucho su trabajo y por ello es tan prolífico y original. Ricardo Siri Liniers es un dibujante argentino amadrinado por Maitena y conocido sobre todo por Macanudo, libros donde se recopilan sus tiras del diario La Nación. Es autor de un universo surrealista y poético, donde tienen cabida personajes tan dispares como Enriqueta y su gato Fellini, Martincito y su monstruo Olga, El misterioso hombre de negro, la bola troglodita, Conejo (su autorretrato), el señor que traduce el nombre de las películas, la vaca cinéfila, Oliverio (¿quién en su sano juicio haría un personaje- aceituna?), los duendes, y muuuchos pingüinos, su animal preferido. Maitena prologó una de sus compilaciones con la mejor descripción que se puede dar: “Liniers dibuja personajes y sus personajes son todos macanudos. Y los dibuja tan bien que son todos lindos, hasta los feos son tan perfectamente feos que son bellos”. Su humor inocente, tierno unas veces, absurdo otras tantas, mágico siempre, retrata la simplicidad de las cosas cotidianas con la visión de un niño y la profundidad de un adulto. Liniers es un niño grande, de esos que nunca quisieron crecer. “Me inspiro en cosas chiquititas, en cosas grandes, en cosas que me llaman la atención”.Por herencia paterna, empezó a estudiar Derecho; a los pocos meses lo dejó para

estudiar Comunicación; se cansó y probó con la Publicidad, pero también se cansó; el mundo académico no era para él. Tampoco lo era un trabajo de traje y corbata. De eso, ni hablar. De lo que nunca se cansó es de dibujar, lo que llevaba haciendo desde pequeñito. Y siguió.“La diferencia es que todo el mundo, eventualmente, deja de dibujar. Menos un grupito de gente rara con algún desbalance químico en la cabeza, que nunca se cansa y sigue”. Los miedos infantiles, la inseguridad del primer amor, la soledad, la crítica al consumismo y la sociedad de hoy en día, son varios de los temas que el autor plasma a través de gran cantidad de personajes que desfilan por sus viñetas como si tal cosa. Tiene la capacidad de no representar un momento o tiempo concreto, sino que sus tiras son universales y casi atemporales. Concede mucho valor a la sorpresa, a lo inesperado, rompiendo las reglas y estructuras habituales. “Me gusta esa gente que arma su planeta con sus propias reglas. Que conoce las reglas, pero sabe cuáles tiene que romper para que aparezca algo nuevo. Que sabe cuándo decir: “Ah, ¿todos dicen que tiene que ser así..? Bueno, pues no”. Este arte “näif” se refuerza con sus medios tradicionales de trabajo: solo utiliza tinta, acuarela y papel. El ordenador y las tecnologías modernas no son de su agrado, y es que tampoco los necesita para plasmar su mundo.



“Soy una persona muy rara y nunca me imaginĂŠ qu


ue iba a haber tanta gente tan extraùa como yo� Liniers


Real de Catorce

“La vida en un pueblo fantasma” / por: Angélica Almazán

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Nos vemos en la mañana Muy bien, ¿a qué hora? En la mañana Sí… pero ¿a qué hora? No sé… es que nosotros no usamos reloj

Esa conversación con los artesanos llegando del desierto, mientras veíamos el atardecer sentados en el piso comiendo ensalada de atún en platos hechos con botellas de refresco recicladas, cambiaría mi vida para siempre. En ese momento entendí el verdadero significado de la libertad, del desapego, de la absoluta felicidad. No necesitábamos una mesa, ni vajilla, ni un reloj que nos dijera que ya iba a anochecer. Supe que ese lugar mágico podía enseñarme a experimentar esa libertad absoluta, donde no existían la prisa, el apego, la codicia ni el estrés. Tuve que esperar un par de años más para poder deshacerme de todos mis miedos y reservas y tomar la decisión de regresar a Real. Dentro de mí, sabía que ese viaje no serían unas simples vacaciones. Cuando volviera, tendría que ser para vivir ahí, para volverme parte de ese lugar. Real de Catorce es un pueblo donde es fácil ser artista. No es posible vivir ahí si no se tiene un alma romántica. Las campanadas de la iglesia marcan el ritmo de tu día, las calles empedradas te muestran los caminos para recorrer escenas de un pasado opulento que ahora está en ruinas. La gente ahí es paciente. Saben que el tiempo no es lineal, sino cíclico, y que las piedras durarán más que nosotros. Atardeceres de belleza surrealista inspiran el alma para crear cualquier cosa que uno quiera, y el viento que sopla constante sobre las ruinas erosiona los prejuicios de la gente.

En ninguna parte el cielo es tan azul. La vida pasa lenta pero nunca aburrida. La proximidad con Wirikuta convierte a Real de Catorce en la antesala del paraíso. Pero no es un paraíso exuberante, lleno de vida y vegetación. Es una dualidad infierno-paraíso desértico, duro, de piedra y espina, donde el dolor y la sed sacuden los límites de tu espíritu, te enfrentan a los demonios de tu alma, y finalmente, hacen que encuentres la presencia divina que se esconde dentro de ti. Después de pasar una noche en el desierto, tu vida nunca volverá a ser la misma. Después de una semana en el desierto, tomé la decisión de casarme con el pueblo, y dedicar mi alma a comprender, amar y aportar vida a ese fantasmal pueblo enclavado en la sierra catorceña. No fue difícil aprender a ganarse el sustento en un lugar donde la magia fluye con total naturalidad, y que diariamente es visitado por gente de todo el mundo. Comencé a creer en el poder de mi música para abrirme puertas, y poner comida en mi mesa. Me di cuenta de que para sobrevivir no es importante tener mucho dinero, sino hacer muchos amigos. Hay una marcada diferencia entre las personas originarias del pueblo, y los foráneos residentes. Los catorceños están acostumbrados a la calma, la viven como algo que es parte de ellos. Los que llegan de otras partes, beben esa calma como un elixir bendito, bálsamo para curar el corazón. En esa calma medicinal, aprendí a vivir cada día como un regalo del universo, a disfrutar cada hora con sus colores, sus aromas y sus sonidos.



Después de vivir en Real de Catorce, es difícil adaptarse de nuevo al ritmo apresurado de una ciudad. Me da la sensación de que me muevo en cámara lenta, de que soy una mujer del desierto en medio de la selva. Pero las enseñanzas del desierto deben ser compartidas, para que no se conviertan en piedra. Ahora trato de mantener esa calma y quietud dentro de mí, y llevarlas conmigo a donde voy.




Airelav Biografía

”Sueño mis pinturas y luego pinto un sueño”. Vincent van Gogh Con una frase del autor de los girasoles, comienzo a platicarles acerca del trabajo de la artista plástica italiana Valeria Marta Fonisto - Airelav. En su trabajo se denota un intenso juego del color, sin miedo al contraste o en su defecto con un ingenuo uso de la armonía. También es digno de admirarse el uso que hace de la acuarela como técnica predilecta que a decir de la mayoría de los artistas que han utilizado o tienen como herramienta usual otras técnicas, opinan que es mas complicada de lo que parece y porqué no decirlo, un tanto caprichosa. La acuarela, la fotografía, el pastel, la técnica mixta, todas son formas de expresarse para esta joven italiana que sin duda genera un sinfín de combinaciones mediante sus trazos y pinceladas. Combinaciones que probablemente en algún momento generaron tensión.

La pintura se convierte en una especie de catarsis, deja de ser esa actividad mecánica que no permite una distinción de arte. Se convierte en la actividad que nos define como personas con problemas y situaciones cotidianas. Resulta de total importancia en las personas que buscan una manera de expresarse y no encuentran una actividad mas callada y muda que la que se extiende hacia el campo visual del observador. Una actividad que genera sentimientos de una manera mas lenta que las expresiones auditivas pero que quedan grabadas más fácilmente en el inconsciente por su condición de contrastantes. La expresiones visuales a diferencia de las auditivas, tienen esa cualidad de mantenerse en la mente del observador por más tiempo. “El que vive sinceramente y encuentra penas verdaderas y desilusiones, que no se deja abatir por ellas, vale más que el que tiene siempre el viento de popa y que sólo conoce una prosperidad relativa” Van Gogh

“A strange cold may. Time for painting, also for a tea.” Airelav


Sketches, sketches and more pencil sk


ketches. www.facebook.com/airelavart


Espacios Muertos por: Alma Morales

¿Qué hacer con los vacíos urbanos o espacios muertos en la ciudad? 1. Adoptarlos y permitir que la población haga suyo el espacio. 2. Rehabilitarlos. 3. Generar ideas a partir de la agricultura urbana (Es la práctica de una agricultura con cultivos de horticultura, forestación, ganados, y pesca dentro o en los alrededores del área urbana.) 4. Generar jardines o simplemente regalar un punto verde a la ciudad. 5. Reducir la producción de basura. 6. Devolver a la ciudad un espacio vivo. 7. Implementación de mobiliario urbano a partir del reciclaje y reutilización. 8. Regalar una imagen más amable a la ciudad. 9. Generar y promover proyectos a partir de un plan maestro de urbanismo y paisajismo. 10. 596 acres 596 Acres es un movimiento que fomenta las conexiones entre espacios vacíos públicos y la comunidad. Su labor consiste en 3 fases: 1. La primera fase consiste puramente de datos y el software que manipula esos datos, para reducirlos a cuales son propiedad de la

ciudad, cuales están vacantes, y los que quedan sin uso. Luego se utiliza una base de datos de jardines de la comunidad para encontrar jardines comunitarios. Después ponemos estos lotes, que según nuestros datos están vacíos y son propiedad de la cuidad, en nuestro base de datos y los ubicamos en un mapa privado. 2. La siguiente fase la podríamos llamar una “verificación virtual”. Contratamos a alguien con experiencia con OASIS para usar imágenes de satélite y Google Streetview. Con estas herramientas examinamos cada lote. Si el lote parece estar en uso, es un gutterspace, o esta inaccesible desde la calle, se marca de acuerdo en la base de datos y se borra del mapa o se mueve a un layer diferente del mapa. Un gutterspace es una division que ocasiona errores de topografía y de otros procesos. No se pueden utilizar para la mayoría de nuestros propósitos. Por medio de este método se eliminaron más de la mitad de los lotes originales en Brooklyn. 3. Finalmente, la base de datos se publica en un mapa y se empieza otra etapa de verificación. Los vecinos de los lotes nos escriben cuando nos equivocamos y nos ayudan a actualizar la base de datos. A veces los vecinos nos informa de la historia del lote - lo que solía estar allí, lo que nunca hubo, y planes para ella - mediante la adición de notas. Visitamos los vecindarios con una alta concentración de terrenos vacíos para colgar letreros, empezar conversaciones con la gente que vive allí, y para actualizar la base de datos cuando sea necesario.



“Existen cientos de acres de tierras públicas vacantes en Nue los barrios donde los espacios verdes y otros servicios públic


eva York y están ocultos detrás de vallas de tela metálica en cos son escasos.”


Kundera por: Alina Gadea

Sus novelas se pueden y se deben leer muchas veces. Cada vez será como leerlas por primera vez porque tienen tanto contenido que conforme uno experimente más, entenderá alguna capa más de las muchas que existen entre sus páginas. En La insoportable levedad del ser, ambientada durante la ocupación soviética (rusa) en Praga, Milan Kundera hace un despliegue filosófico entre Nietzsche y Parménides explicando la teoría del eterno retorno y su relación con el peso y la levedad del ser. Llega a la conclusión de que lo insoportable no es el peso, contenido en cosas como el amor y la compasión, sino en la levedad cifrada en la libertad. En esta atmósfera y bajo estos conceptos se desarrolla una historia de amor y de infidelidad. Más allá del deseo de variedad insaciable de Tomás; más allá de la anhelada levedad del ser encarnada en su relación con Sabina -personaje secundario que también busca una libertad que solo la lleva a la insoportable levedad del ser junto al insípido Franz- está el cuadro intenso, verosímil y contradictorio sobre el ansia de amar y el miedo al amor. El sexo, la insatisfacción, la culpa, la complejidad de los sentimientos desde la añoranza por alguien a quien se ama hasta la desesperación y la angustia de estar unido a esa persona como con un grillete. La vergüenza y la humillación por un lado y por el otro la sensualidad. Lo grotesco del cuerpo y a la vez lo bello que puede ser. El peso de la cotidianidad frente a la curiosidad y la inquietud.

Quizás lo que más me ha impactado de Milan Kundera es la profundidad psicológica con que construye sus personajes. Recuerdo en La vida está en otra parte al joven poeta, de niño, sintiéndose aborrecido por sus compañeros debido a la forma en que su madre lo vestía. La recuerdo a ella, enamorada de su marido muerto en la guerra, olvidándose de sí misma y hasta de su propio cuerpo que engordaba cada vez más. Y de cómo el descubrimiento repentino de una aventura sostenida a escondidas por su esposo, la llevó a pasar del enamoramiento eterno a un odio fulminante. Kundera lo explica, el pasado no está quieto; el pasado es algo que está vivo, que se mueve y que cambia permanentemente. Así como este concepto, encontramos a lo largo de la novela innumerables axiomas que nos obligan a cerrar el libro para tomar aire, pensar y volver a leer la idea. Sin embargo, la prosa avanza con soltura y velocidad, a pesar de la gran densidad con que Kundera aborda los conceptos que nutren la historia. Desafiando lo complaciente, se da el lujo de ser todo lo complejo que quiere y que normalmente anclaría una narración. El poeta insiste: “Un hogar no es una cómoda ni una jaula con unos pájaros. Un hogar es la presencia de la persona que amamos”. Kundera define el amor como algo que no se manifiesta en el deseo de acostarse con innumerables personas sino que se manifiesta en el deseo de dormir junto a una sola persona.



“Quien busque el infinito, qu


ue cierre los ojos� Milan Kundera


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