La baldufa El trompo un mundo de amigos

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El trompo, un mundo de amigos


1.1 Por aquel entonces... El origen del trompo se pierde en el alba de las civilizaciones y es difícil de concretar el lugar geográfico o el contexto cultural en que apareció por primera vez. La aparición de diferentes muestras y restos en diversos yacimientos arqueológicos nos permite pensar que fue así. Si buscamos los orígenes del trompo tal como la Posiblemente, las conocemos actualmente, nos tenemos que remontar culturas primitivas a las culturas de la Edad de Piedra. En los restos arqueológicos de los pobladores de las islas que usaban las Célebes se ha observado que algunos instrumentos piedras para cazar o armas dedicadas a la caza aprovechaban la animales comproforma y la técnica de la peonza para ser lanzadas a mayor velocidad. baron que si la Lo que no sabemos piedra tenía una es si se aprovechaban piedras de forma forma concreta y parecida al trompo era lanzada meeran piedras diante una cuerda ligeramente retocadas para conseguir la o cordel, éste le forma deseada. imprimía un movimiento de rotación cuyo resultado era un desplazamiento de la piedra más controlable y preciso. Un elaborado dominio de este sistema podría ser el principio de la honda, instrumento que une la precisión a un mayor alcance de la pedrada.


1.2 De Egipto a Roma En el Antiguo Egipto los trompos estaban presentes en ceremonias y juegos, tal como lo demuestran algunos papiros con dibujos de diferentes variedades de trompos. No sabemos muchas cosas sobre estos pequeños objetos porque no ha sido nunca tema de estudio de los egiptólogos. Sólo sabemos que estaban pintados de colores vistosos. En Grecia eran conocidos con el nombre de "strobilo", "strombo" o "bembix". El poeta griego Callimaco los cita y los describe como un juguete muy antiguo. Aristófanes alude a este juego en su "comedia de los pájaros", en la que un personaje dice a otro que tiene un látigo para pegarle y hacerle bailar como un trompo. Platón los toma como ejemplo del movimiento y el reposo simultáneos, cuando habla de un mancebo que se movía con gran suavidad y sin desplazarse de lugar, comparándolo con "un trompo que baila sin cambiar de sitio". En la Ilíada, Homero describe a un personaje que se tambalea como un trompoa que está dando sus últimas vueltas.

Los romanos fomentaban la peonza entre sus hijos como una fórmula para evitar que el juego de dados -muy popular también por aquellos tiempos- echara raíces en los más pequeños. Según ellos, la habilidad y la destreza que son necesarios para lanzar la peonza tenían más virtudes que el juego de dados, que estaba vinculado a las perniciosas apuestas de dinero

En Roma, Virgilio comparael trompo con la reina Amata, picada por el aguijón del dios Juno y que da vueltas por las calles. Precisamente fueron las legiones romanas las que extendieron, al ritmo de sus conquistas, la tradición del juego del trompo.


2.1 Proceso de fabricación Desde siempre la fabricación del trompo ha sido una tarea artesana no especializada. Los carpinteros, los fabricantes de sillas eran los que acostumbraban a hacer este juguete que solían pedir los chiquillos. Actualmente la fabricación de los trompos es un trabajo especializado que ha ido decreciendo pero que se ha tecnificado más y más. En Cataluña todavía se puede encontrar en la comarca de Osona empresas con procesos industriales al lado de unos cuantos artesanos que no han parado de producirlas. A pesar de su aparente simplicidad, la fabricación de un trompo requiere un proceso ajustado, porque las leyes físicas que las gobiernan obligan a que esté perfectamente equilibrada. El resultado final sobre cómo bailará el trompo también depende del material usado en su fabricación. Así, una madera más pesada logrará que una peonza sea más bailadora, mientras que una madera más ligera la hará más inestable. Por este motivo, los trompos de boj, roble y encina son los más apreciados.


1.3 Otros continentes y otras culturas Los trompos fueron introducidas en el Japón hace aproximadamente unos 1200 años, provinentes de China y Corea. Como tantos otros productos importados, al principio fueron un privilegio de la aristocracia pero más tarde se popularizaron y se extendienron al resto de la sociedad. La riqueza formal y decorativa de los trompos de aquel país les confiere la consideración de objeto suntuario y revierte a sus constructores una gran admiración y consideración social. Las peonzas japonesas constituyen una significativa muestra de la gran sabiduría en el trato de los materiales y acabados, propios de la artesanía de aquel pueblo. El trompo atravesado por un fino eje es de origen chino pero también se han hallado ejemplares pertenecientes a la antigua civilización de los papúes. En Nueva Guinea y Borneo, los indígenas hacen girar trompos después de la siembra, en un ritual para estimular el crecimiento de los nuevos brotes. También era conocidaen América del Sur, mucho antes de la llegadade los europeos, tal como lo demuestran los restos prehistóricos encontrados en el Perú. Los materiales y las formas utilizadas eran muy diversas y abarcaban desde maderas de todo tipo a huesos, marfil de morsa, piedra, cuerno, etc. Estos materiales básicos iban canbiando según el entrono natural de cada pueblo.

Los niñós indios de la tribu Thompson de la Columbia Británica eran muy hábiles en convertir peonzas los productos naturales de su entorno: nueces, bellotas e incluso piedras de los ríos o lagos, que hacían bailar sobre el hielo. Las peonzas estaban decoradas y pintadas en franjas concéntricas de colores azul, blanco, negro y rojo. El juego consistía en lanzar la peonza contra la del adversario, con el objetivo de partirla por la mitad.


1.4 Europa: de la Edad Media hasta nuestros días Durante la Edad Media el trompo estaba bastante extendido por toda Europa, principalmente en la Inglaterra del siglo XIV, donde se la asociaba a diversas ceremonias cristianas. Cada parroquia tenía su propio trompo y todos los años, en la última semana En la Alemania medieval nació una tradición judía que se celebra en todas antes de la cuaresma se las comunidades hebreas. Durante los organizaban carreras de ochos días de la celebración del trompos en los caminos que 'Hannukah', a principios de enero, se venden y se hacen girar unas peonzas iban de una a otra. Cuando de cuatro caras en las que está escrito los trompos cesaban de bailar un mensaje en hebreo: 'Nes Gadol eran guardados hasta el año siguiente y se decía que dormían. De ahí la expresión 'to sleep like a top' (dormir como un trompo). Hayah Sham' (Allí ocurrió un gran milagro). Según el Lalmud/Talmud, el milagro se produjo cuando los macabeos volvieron a conquistar el Templo de Jerusalén a los sirios el año 165 aC. Casi no había aceite para mantener las lámparas encendidad pero de manera miraculosa éstas siguieron iluminando durante ocho días hasta que llegaron los nuevos suministros

Durante el siglo XVI se fabricaron en Estrasburgo unos trompos llamados 'habergerss'. Rabelais nos lo recuerda en un escrito en el que dejó constancia de este nombre, cuando dice que de niño había jugado con ellas.

En el siglo XVIII es habitual que en las plazas y calles de toda Europa se utilicen las perinolas en vez de dados como forma de juego popular. Eran unas perinolas de seis u ocho caras numeradas; se hacían girar con el dedo pulgar y, al detenerse, mostraban el número ganador en la cara superior. Estos juegos de mesa, junto a los de los chiquillos, son los que nos han llegado hasta nuestros días.


2.2 Tipología de los trompos Como que el trompo es un juguete de construcción artesana, sus formas y tipologías han sido muy variadas y extensas: desde las más sencillas, que se construyen aprovechando semillas, hasta las fabricadas en madera o metal de forma industrial. Probablemente, la manera más simple de clasificar las trompos sea según la forma cómo son accionadas y se hacen bailar. De ahí que podamos encontrarlas agrupadas en tres grandes grupos:

se las

Perinolas: Peonzas generalmente pequeñas que impulsan mediante un enérgico movimiento de rotación realizado con puntas de los dedos índice y pulgar.

Peonzas Se hacen girar mediante un cordel, a veces atado a un palo y en forma de látigo. Trompos Accionados con un cordel enrollado en su cuerpo y que son lanzados con la mano para hacerlos girar. Además de estas tres definiciones genéricas, podemos encontrar otros tipos de trompos accionados mediante mecanismos diferentes como cremalleras, muelles, etc.


2.2 Tipología de los trompos Como que el trompo es un juguete de construcción artesana, sus formas y tipologías han sido muy variadas y extensas: desde las más sencillas, que se construyen aprovechando semillas, hasta las fabricadas en madera o metal de forma industrial. Probablemente, la manera más simple de clasificar las trompos sea según la forma cómo son accionadas y se hacen bailar. De ahí que podamos encontrarlas agrupadas en tres grandes grupos:

se las

Perinolas: Peonzas generalmente pequeñas que impulsan mediante un enérgico movimiento de rotación realizado con puntas de los dedos índice y pulgar.

Peonzas Se hacen girar mediante un cordel, a veces atado a un palo y en forma de látigo. Trompos Accionados con un cordel enrollado en su cuerpo y que son lanzados con la mano para hacerlos girar. Además de estas tres definiciones genéricas, podemos encontrar otros tipos de trompos accionados mediante mecanismos diferentes como cremalleras, muelles, etc.


2.3 Los materiales Los materiales para fabricar trompos pueden ser diversos, dependiendo de la finalidad a la que vayan destinadas. Tradicionalmente, la madera ha sido el material más apreciado para fabricar los trompos. El boj, el haya y la encina son los tipos de madera que por sus cualidades de densidad, dureza y resistencia han sido las más utilizadas en nuestro país. Otro material muy utilizado en la contrucción de trompos es la hojalata. En este caso, acostumbran a ser peonzas grandes, decoradas con vistosas serigrafías de colores y dibujos de temática infantil. Al ser juguetes de producción industrial y no artesana, tienen un amplio abanico de formas, sistemas de accionamiento y efectos sonoros, ópticos y melódicos. Últimamente se han incorporado otros materiales como el plástico, las resinas o el aluminio. En los países no industrializados, los productos naturales que los artesanos tienen a su alcance siguen siendo los más utilizados para construir los trompos. De esta forma, las podemos encontrar de semillas, caña, hueso, marfil y ámbar


2.4 Las formas y la imaginación En un pasado remoto, los trompos eran objetos considerados mágicos, sólo al alcance de brujos o adivinos que las usaban para predecir el futuro. Sus formas, colores e inscripciones eran cuidadas como parte de la magia que se le suponía al artilugio. Posteriormente perdieron su carácter mágico y se convirtieron en un juego popular tradicional, extendido a todo el mundo. Si de siempre la chiquillería ha suplido con imaginación la falta de dinero, ahora podemos utilizar el reciclaje para hacer trompos con elementos muy simples. Quizás algunos objetos tirados a la basura se podrían reciclar y convertirlos en peonzas o perinolas. Sólo es necesario ponerse manos a la obra y probar. Recuperar la imaginación que convierte, con pocos retoques, un tapón de plástico y un carrete de hilo -y con esos, mil otros objetos cotidianos- en una perfecta perinola que nos sorprenderá la mayoría de las veces lo bien que baila. El Japón es el país donde encontramos más formas y variedades. Actualmente se pueden encontrar más de 1000 clases de trompos. Sus formas van desde las más simples que se hacen girar con los dedos hasta las más elaboradas, utilizadas en espectáculos. Sus medidas van desde unos pocos centímetros hasta casi un metro las mayores.


3.1 Los juegos más populares La mayoría de los juegos con el trompo que se practicaban o practican en España son de 'piñato', es decir, que hace falta tocar lel trompo de otro jugador golpeándola con la propia. No obstante, existe una gran variedad de juegos según las comarcas o las poblaciones. Joan Amades recogió en su libro Folklore de Catalunya las costumbres, las canciones y los juegos más conocidos y populares: 'Al montón': Con el extremo de la peonza se traza un amplio círculo en el suelo; todos los jugadores lanzan su peonza dentro del círculo que tiene que salir de él bailando. Si se queda dentro, los otros jugadores, al lanzar la suya, tratan de sacarla con un golpe ('pinyac') y quedársela si lo consiguen. 'Avanzar puestos': Se trazan en el suelo dos líneas paralelas a una cierta distancia. Sobre una de ellas se colocan peonzas y desde la otra cada jugador lanza la suya y gana las peonzas que toque mientras la lanzada va bailando. Las peonzas no pueden bailar fuera del espacio limitado por las líneas. 'Doble círculo”: Se trazan dos círculos concéntricos. Los jugadores han de lanzar la peonza dentro del círculo interior. Si no lo consiguen o si la peonza, al bailar, sale de él, hace falta devolverla al círculo pequeño y todos los jugadores tienen derecho a intentarlo golpeándola con sus peonzas. 'A la cruz': Se marca una cruz en el suelo. La gracia del juego consiste en lanzar la peonza lo más cerca posible del vértice. Todos los jugadores tienen derecho a atacar la peonza que ha ido más lejos y quien lo consigue se queda con ella y gana.


3.2 ¿Cómo jugar? El trompo es uno de los juegos tradicionales que ha perdurado siempre y han sido practicados durante muchas generaciones. Nos podríamos perder en el tiempo recordando los buenos momentos de juego en los que el trompo nos ha acompañado bailado sobre el suelo y sobre nuestras manos. ¿Cómo podemos jugar? Para hecer bailar el trompo se le arrolla un cordel desde la coronilla hasta la punta, manteniéndolo tirante. Se ha de procurar que las vueltas queden juntas y apretadas entre sí. Se enrosca hasta media peonza y el cabo sobrante se sostiene con la mano. Una vez adornada el trompo, se aguanta el trompo con la mano colocando el índice en la coronilla y el pulgar, en la punta. Se levanta el brazo y se lanza con fuerza al suelo mientras se estira el cordel. Si todo va bien el trompo queda en el suelo girando velozmente. Cuando el trompo coge la velocidad y estabilidad máximas y queda aparentemente inmóvil, es el momento idóneo para regogerla con la mano sin que deje de bailar. Es, sin duda, un juego para poner a prueba nuestras habilidades. Un juego para mayores y pequeños. Sin baterías, sin mando a distancia. ¿Os animáis a probarlo?


3.3 Un juguete universal El trompo es un objeto con una riqueza multicultural como pocos juegos tienen. Este juego comporta una relación de igualdad entre las personas, que supera las barreras que existen entre las diferentes culturas, edades y estratos sociales. Veamos algunos ejemplos de estas diversidad. En el norte de África, los niños de la cultura bereber juegan al 'zarbot sufoj timiad' (el trompo que saca monedas). Dentro de un círculo dibujado en el suelo se coloca una moneda. El objetivo del juego es sacar la moneda con el trompo, que será lanzada alternativamente por los jugadores. Un juego muy similar, llamado 'al sacar monedas' también se juega en Bolivia y Puerto Rico.

El trompo era uno de los juguetes más extendidos entre los niños indios pieles rojas americanos. Los niños Yuma de Arizona tenían trompos con la punta plana y jugaban a hacerla bailar y a perseguirla, intentando hacer el mismo recorrido que ella. Los sioux hacían agujeros en el hielo de alrededor de los lagos helados y jugaban a colocar allí los trompos. También los niños esquimales de la bahía de Hudson jugaban al trompo haciéndola bailar dando vueltas rápidamente alrededor de la casa.


3.4 El juego como soporte publicitario El recuerdo del trompo lo asociamos a buenos momentos de la infancia. Esta característica, junto con la receptividad que tiene el juego entre los niños y niñas, ha hecho que sea utilizado como soporte publicitario por parte de empresas de los más diversos sectores. Desgraciadamente, con demasiada frecuencia estos regalos promocionales en lugar de hacer pervivir el trompo deja paso a otro tipo de objetos que imposibilitan el juego tradicional y lo reduce a un juego solitario de contemplación o de adorno inútil. A finales del siglo XX, la globalización de los juguetes infantiles lleva a una progresiva homogeneización. Para luchar contra ello quizás hace falta recuperar aquellos signos de identidad que queremos preservar de nuestra cultura y que queremos legar a las generaciones futuras. Es por esto que estamos en condiciones de revindicar que el juego del trompo ocupe un espacio en el ocio de nuestros hijos e hijas. Un juego que han practicado tantas culturas a través de la Historia no se merece desaparecer ante la sofisticación tecnológica.


4.1 Un mundo que gira Trompos muy grandes, trompos muy pequeños El trompo -como la rueda- tuvo que inventarse. Se la ha considerado desde un juguete a un objeto de culto y, a diferencia de la rueda, no tiene una utilidad inmediata. Pero en la naturaleza hay pocos objetos naturales que tengan forma de rueda o de trompo. Y casi no existen animales que se desplacen girando. Eso, contrastado con la gran cantidad de objetos artificales que son móviles como las máquinas, que incluyen elementos giratorios. No obstante, en el mundo que nos rodea podemos ver algunos vestigios de un mundo que gira. Sólo hace falta alejarse e ir al espacio o penetrar en las profundidades de la materia. Gran escala: Los cuerpos celestes El Universo está formado por cuerpos que giran. Todos los astros (estrellas, planetas, asteroides...) giran alrededor de un eje y los unos alrededor de los otros. Incluso las galaxias giran... Parece que el estado natural de movimiento de un cuerpo celeste es el giro. Podemos afirmar que el Universo está formado por grandes trompos que no paran de girar. Pequeña escala: El mundo atómico o subatómico A nivel atómico vemos que las diferentes partículas constituyentes de la materia también giran unas alrededor de las otras y sobre sí mismas. Giran y no se pueden detener de ningún modo. Cada partícula elemental tiene una cantidad de giro intrínseco llamada spin. Podemos afirmar que la materia está formada por pequeños trompos que no paran de girar.


4.2 El movimiento de traslación del trompo Una vez lanzado, el trompo evoluciona dando vueltas sobre sí mismo y describiendo una trayectoria más o menos circular. Es habitual en la Física que al estudiar fenómenos de cierta complejidad se descomponga el movimiento. En el caso del trompo sería uno de rotación y uno de traslación. Gran parte del misterio de los trompos se halla en el movimiento de rotación. Aún así un buen aficionado a los trompos se habrá preguntado también de qué depende la trayectoria descrita por el trompo. En la imagen se puede ver la punta redondeada de un trompo. Si fuera completamente puntiaguda no podría avanzar. Pero al tener la punta un cierto tamaño e inclinación, avanza al mismo tiempo que rueda. La traslación del trompo hace que el eje cambie de orientación y provoca que el trompo se coloque cada vez más erguida. Eso es lo que observamos justo después de lanzarla. Si la velocidad de rotación del trompo es lo suficientemente rápido, la precesión será lenta y describirá una circunferencia completa, si estaba incialmente inclinada. En estas condiciones si T es el período de rotación del trompo y Tt, el de traslación, un càlculo nada complicado nos muestra que Fórmula física en la que & es el ángulo de inclinación del eje del trompo respecto de la vertical, R es el radio de la circunferencia descrita en el movimiento de traslación y r el radio de la punta redondeada del trompo De este modo podemos saber con qué rapidez gira una peonza midiendo lo que tarda en describir una circunferencia y el radio de ésta.


4.3 Desvelemos los misterios de la rotación La razón del movimiento tan complicado que tiene el trompo se basa en la acción de la gravedad. Las únicas fuerzas que actúan sobre el trompo son su peso y la fuerza que hace el suelo sobre su punta. Son las mismas fuerzas que actúan sobre una mesa o una silla. Si el trompo no gira, este par de fuerzas (peso y reacción del suelo) la hacen caer, evidentemente, como caerá una silla cuando la inclinamos. Pero si gira hay dos efectos que debemos considerar. Por un lado, la ley de conservación del momento angular nos dice que el trompo tendirá a conservar su estado de giro; por otro, el par peso-reacción del suelo tiende a desequilibrar este giro. El resultado es un movimiento del eje de la peonza alrededor de la vertical y un leve desplazamiento arriba y debajo de este eje es el cabeceo. El primer movimiento se llama precesión y el cabeceo recibe el nombre de nutación. La precesión es más apreciable cuando el giro que tiene la peonza inicialmente no es muy rápido. Eso nos explica el movimiento espectacular y mágico del trompo en los últimos instantes antes de que 'muera', a causa del frotamiento, ha disminuido su velocidad. El problema de la rotación de la peonza ha fascinado a los físicos durante mucho tiempo. Su resolución ha puesto a prueba más de una teoría física. La solución de estas ecuaciones permite predecir el movimiento de un trompo siempre que se conozcan las características geométricas, la velocidad incial de giro y la inclinación.


4.4 Más cosas que dan vueltas: no todo son trompos Hay fenómenos que tienen una explicación análoga a la del movimiento de la peonza y, en particular, en la llamada 'Ley de conservación del movimiento angular'. El movimiento angular es una medida de la cantidad de giro de un objeto y la de orientación del eje de giro. Así, depende básicamente de la velocidad de giro, de la distribución de la masa que gira y de la dirección del eje de rotación. La ley de conservación nos dice que la variación de uno de estos ingredientes puede estar prohibida o implicar la variación de otro. Cuando la bailarina incia su giro lo hace pausadamente, lentamente. Y de súbito, al juntar los brazos, empieza a girar frenéticamente para poder conservar su movimiento angular. Los chutes de balón 'con efecto' se pueden realizar gracias a que dotamos al balón de un movimiento de rotación. Sín esta rotación la pelota seguiría una trayectoria parabólica. Pero al tener este giro, el balón se desvía ligeramente a un lado, la cual cosa permite engañar al portero del equipo contrario y marcar un gol. La desviación lateral de la pelota es debida al llamado efecto Magnus. El mismo que nos ayuda a explicar por qué vuela un avión y la rarezas de la trayectoria que sigue el boomerang. El efecto Magnus no interviene, en cambio, en la explicación de los movimientos del trompo. Tampoco tiene nada que ver con la conservación del movimiento angular. Los rifles tienen una canalización interna para dotar de un giro a sus balas. De esta manera se da a la bala un movimiento angular y su conservación hace que la bala llegue 'de punta' a su objetivo. Eso no era necesario a los antiguos cañones que disparaban balas esféricas.


5.1 Las danzas y los ritos El movimiento circular ha tenido siempre un gran poder de atracción y fascinación. Tanto es así que muchas culturas han dado a lo largo de la Historia una connotación mágica a objetos y rituales que implicaban el movimento circular. Los derviches -hombres místicos de la religión sufí- son conocidos por efectuar una danza en la que los participantes dan vueltas y reproducen coreográficamente la situación de los planetas del sistema solar. Mediante una composición llena de ritmo, armonía y simbolismo, sus movimientos circulares buscan que el interior del alma humana entre en sintonía con las fuerzas primordiales. Los pueblos maoríes de Nueva Zelanda efectuaban rituales adivinos, relacionando los movimientos circulares del baile de los trompos con los simbolismos astronómicos. De la misma manera. Algunos pueblos africanos y del Oriente Medio hacen bailar peonzas durante las ceremonias rituales de carácter agrícola como una manera de interrogar al oráculo. No tan lejos, en el pueblo de Anguiona (La Rioja) cada año por las fiestas de Santa Madalena los hombres bajan sobre chancas por las calles del pueblo tocando las castañuelas, dando vueltas y círculos acompañados por la música de tambores y gaitas. El juego del 'ganxet', que consiste en cogerse de las manos y dejar balancear el cuerpo hacia atrás dando vueltas hasta el mareo y que practican y practicarán todos los niños, es una prueba palpable de la pervivencia y atracción que ejerce el movimiento en todos nosotros.


5.2 La palabra trompo en las lenguas del mundo

Tro m p o


5.3 Las mil y una representaciones de un símbolo Un objeto con tantos años de historia fácilemente traspasa su primitiva función de juego para convertirse casi en un símbolo. En nuestra sociedad, en la que la comunicación entre las personas está dominada por la información visual, el trompo toma forma y presencia en multitud de representaciones gráficas de diferente significación. La tenemos diariamente en nuestro entorno, llevada de la mano por el mundo del arte, de la ciencia, de la moda y de diferentes colectivos que quieren resaltar los valores del movimiento, el juego, la acción, la fraternidad... De esta manera, el trompo está presente en muchas tertulias y comidas de nuestra tierra al estar grabada en el vidrio de miles de botellas, representando la marca de una conocida empresa de licor. ¿Os habéis dado cuenta de la gran cantidad de libros escolares y de revistas infantiles en la que, colocado en portada, el trompo adquiere un protagonismo preferente? También la plubicidad ha encontrado significados y utilidades, haciéndola servir para captar a sus clientes. Y activas asociaciones cívicas la tienen como representación de la entidad o como elemento para difundir sus Actividades culturales.

muchos


5.4 Una comunidad virtual La aparición de Internet ha roto, posiblemente, las últimas barreras de la comunicación. Viajando por las autopistas de la información se han perdido las distancias y los aficionados de cualquier lugar del mundo pueden comprar o vender material a cualquier otro, dar a conocer a través de sus 'webs' sus colecciones, actividades, etc. Estas 'webs', como pequeños escaparates abiertos las 24 horas del día, ponen sus contenidos al alcance de millones de cibernautas que piden información o se interesan por el trompo. Desde Australia a Israel, desde Catalunya al Japón, o desde Suecia a los Estados Unidos de América, se ha creado una comunidad virtual que a través del correo electrónico se intercambia opiniones, se pasa información y se da a conocer las novedades. Spinning top Rock Devin T. estudiante de trece años de una escuela elemental de Washington tenía como deberes hacer un trabajo sobre las formaciones graníticas. Primero realizó el estudio en diversas enciclopedias y cdrom's. Después utilizó Internet y encontró un tema del que podía sacar jugo. Utilizando el correo electrónico estableció contacto con un compañero de su edad, Carlos O., que le facilitó más información y finalmente la fotografía de lo que buscaba desesperadamente: la 'The Spinning Top Rock', es decir, la peonza de piedra. Una de las nombrosas piedras talladas por el viento y el tiempo que se encuentra en el Parque Natural de 'La Ciudad Encantada', a 30 km de Cuenca. Una vez entregado el trabajo, lo puso a disposición de todo el mundo a través de Internet.

http://www.terra.es/personal2/fercar/w ebesp.htm En la web de la Asociación encontrará la información sobre nuestras actividades.


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