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CONFLICTOS ÉTNICOS Y MIGRACIÓN, COMO CONSECUENCIA DEL NEOLIBERALISMO

Conflictos Étnicos

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los temas de la violencia, el conflicto y la militarización ocupan las reflexiones de un creciente número de estudiosos sociales. No son temas que fascinen en exceso, como lo hace la cultura y su correlato obligado, pero más allá de la estética o mera popularidad de tales estudios hay que reconocer que algunos trabajos sobre la violencia pueden incluso repugnar en lo más íntimo. Sin embargo, no se puede seguir ocultando que en el caso de la violencia y los conflictos étnicos también está presente la cultura. Las disputas suscitadas entre grupos cohesionados en torno a la cultura o a estatus culturales encontrados son los más claros indicios de esta confluencia. Los 14 capítulos del libro editado por la economista Frances Stewart de la Universidad de Oxford lo confirman de manera contundente. Otros autores adheridos al Centre for Research on Inequality, Human Security and Ethnicity (CRISE), en conjunto, no dejan lugar a dudas de que la cultura puede actuar como un factor detonante del conflicto, siempre que se le asocie con una percepción aguda de las desigualdades horizontales. En términos generales, las desigualdades verticales y horizontales pueden reproducirse sin motivar ninguna violencia, del mismo modo que las sociedades multiétnicas o multirreligiosas pueden convivir de forma pacífica durante largos periodos. La cuestión por responder ahora es: ¿Cuándo devienen las diferencias culturales en un enfrentamiento violento?

La pregunta está lejos de ser meramente académica. De ser exactas las cifras brindadas por Stewart en su introducción, según las cuales entre 1953 y 2005 los conflictos étnicos representaron de 15 a 60% de todos los conflictos mundiales, esto significa que el uso de la identidad como arma política es un signo característico de nuestros días. Otro ingrediente no menos impresionante es que muchos de estos conflictos pueden tener al Estado–nación como un actor a favor o en contra, pero también es cierto que ése no es siempre el mayor enemigo imaginado por los contendientes. Los conflictos comunales ocurren a veces al interior de un mismo grupo étnico, y no por ello dejan de ser menos violentos, aunque se trate de una lucha fratricida.Muchas naciones, hay que recordarlo, surgieron de las "guerras entre hermanos" . En México, hasta nuestros días, muchos de los conflictos atendidos por el desaparecido Programa de Focos Rojos eran de carácter comunal, si bien es verdad que en algunos casos se aprecia la tendencia a la violencia etnocomunal, que implica a dos grupos de la población enfrentados y con características diferenciables hasta cierto punto. Entonces, sin dejar de referir los casos de Irlanda del Norte, la URSS y Yugoslavia, la hipótesis central del libro y sus estudios de caso en África, Asia y Latinoamérica es que la expresión aguda de las desigualdades horizontales que son aquellas desigualdades no individuales que se advierten entre grupos culturalmente constituidos, con variadas dimensiones socioeconómicas, políticas y culturales predispone al conflicto violento cuando la percepción subjetiva y la expresión política de las identidades grupales coinciden, en especial por parte de las élites dirigentes de los grupos privados. No se habla, por tanto, de cualquier violencia criminal, doméstica, sexual, etcétera, sino sólo de la que involucra la desigualdad horizontal y la movilización política. Esto puede ocurrir en economías desarrolladas, sin duda alguna.

Consecuencias del Neoliberalismo

Modificación en los derechos de los trabajadores

El proceso de la liberación económica conlleva una mayor flexibilidad salarial, disminuyendo los salarios mínimos, reduciendo el empleo público y creando una disminución de la protección del empleo. Se crean leyes laborales restrictivas que facilitan el despido de los trabajadores. Se deja vulnerable al trabajador ya que el empresario puede decidir más libremente sobre su continuidad en la empresa. Los trabajadores están constantemente siendo vigilados y evaluados dando lugar a situaciones inaguantables. Se da preferencia a la mano de obra barata.

Lo que se pretende con la privatización del sistema sanitario es una mejor gestión de los impuestos de los contribuyentes, con un ahorro más que considerable en las arcas públicas para así poder ofrecer un mejor servicio a los ciudadanos. En 1983 Thatcher inició la privatización en el sistema sanitario inglés, primero con los servicios logísticos de los hospitales tales como lavandería, limpieza y cocina.

Eliminación de la sanidad pública Debilitación de los países más pobres

Una de las medidas que se adoptan y que hacen debilitar a los países más pobres es la reducción de la financiación del estado a todo aquello que no esté relacionado con la reproducción del capital y especialmente todo lo destinado para fines sociales. El recorte en gastos sociales, la liberación de precios en productos básicos, los beneficios sociales de las grandes fortunas, entre otras medidas, no hace más que condenar a los países más pobres a permanecer por tiempo indefinido, en una marginación económica teniendo que depender de otros países.

Aumento de los impuestos

Apertura de las fronteras para mercancías

Se aumentan los impuestos sobre el consumo, mientras que se reduce en las rentas más altas.

Se quiere así ganar en competencia eliminando las restricciones en los intercambios comerciales. Este hecho hace que los salarios vayan a la baja.

Migración consecuencia del Neoliberalismo

como un fenómeno que se repite a lo largo de la historia toma nuevos ribetes dentro del imperialismo del capital, por lo menos desde el siglo XIX, marcado por los movimientos poblacionales, ya sean por causas bélicas, ya sean en búsqueda de mejora de condiciones laborales. En Chile el fenómeno migratorio se da bajo el contexto de una crisis estructural de sistema en Haití, una crisis político-económica en Colombia y Venezuela (con argumentos muy diferentes), sumado ello a inmigrantes provenientes de Perú y Bolivia. Esta singularidad ya la analizaba Rosa Luxemburgo, en tanto la inmigración de fuerza de trabajo dirigido provee sustento a la superpoblación relativa. La movilidad que representa la población migrante regional se produce por un fenómeno geopolítico de reproducción del capital, donde el trabajador, el explotado migrante, busca paliar sus condiciones de vida en la oferta laboral de la variante capitalista en Chile. El gran capital extrae de ello, por supuesto, tajadas de beneficio bajo la forma de explotación directa debido al bajo costo de pensiones, nula inversión en educación, así como la rápida multiplicación de mano de obra barata, una variante exprés del aumento de tasa de ganancia de la burguesía local. La tendencia a la catástrofe del ascenso de una derecha, calificada por Enzo Traverso de modo casi irónico– como “posfascismo” , ha llevado a poner a la inmigración como tema número uno de la mayoría de las agendas políticas de los nuevos aspirantes gubernamentales del globo. Al fin y al cabo, la gran masa migratoria es, a su vez, masa trabajadora, explotada y precarizada.

Migración en América Latina

Las violencias extremas, la pobreza y la falta de oportunidades no sólo son causas importantes de la migración irregular y el desplazamiento forzado de la niñez desde el norte de Centroamérica (El Salvador, Guatemala y Honduras) y México, sino que también son agravadas por las expulsiones desde México y los Estados Unidos, dijo hoy UNICEF en un nuevo informe. La organización dedicada a la infancia instó también a los gobiernos a trabajar juntos en la ampliación de soluciones que ayuden a aliviar las causas fundamentales de la migración irregular y forzada, y a salvaguardar el bienestar y los derechos de los niños y niñas refugiados y migrantes a lo largo del viaje. Desarraigados en Centroamérica y México examina los distintos desafíos y peligros a los que se enfrentan los niños y niñas y las familias migrantes y refugiados a lo largo de su ruta. “Como muestra este informe, millones de niños y niñas de la región son víctimas de la pobreza, la indiferencia, la violencia, la migración forzada y el temor a la deportación” , dijo María Cristina Perceval, Directora Regional de UNICEF para América Latina y el Caribe. “ En muchos casos, los niños y niñas que son retornados a sus países de origen no tienen un hogar al que regresar, terminan endeudados o son víctimas de las maras. El hecho de que se les devuelva a situaciones imposibles hace más probable que vuelvan a emigrar” , añadió.

Algunas de las principales conclusiones incluyen:

Pobreza – El Salvador, Guatemala y Honduras se encuentran entre los países más pobres del hemisferio occidental, con un 44%, un 68% y un 74% de niños y niñas que viven en la pobreza en cada país, respectivamente.

Violencia – La violencia de las maras está omnipresente en muchas comunidades del norte de Centroamérica, donde los niños y niñas son víctimas de reclutamiento forzado, abuso e incluso asesinato. Entre 2008 y 2016, en Honduras, por ejemplo, aproximadamente un niño murió cada día por homicidio. Asimismo, en El Salvador, 365 niños fueron asesinados en 2017, mientras que en Guatemala se registraron 942 muertes violentas de niños y niñas el año pasado. Estigmatización – Los niños, las niñas y las familias que regresan tienen que hacer frente a la estigmatización dentro de la comunidad debido a sus intentos fallidos de llegar a México o a los Estados Unidos. Esto puede dificultar que los niños y niñas que regresan se reintegren a la escuela y que los adultos encuentren trabajo. Separación y detención – La detención y la separación de la familia por parte de las autoridades de inmigración son experiencias profundamente traumáticas que pueden afectar negativamente el desarrollo a largo plazo de un niño o niña. Mantener a las familias unidas y apoyar alternativas a la detención son medidas fundamentales para garantizar el interés superior de la niñez migrante y refugiada. El informe también describe una serie de recomendaciones para proteger a los niños refugiados y migrantes y reducir los factores que empujan a las familias y a los niños a abandonar sus hogares en busca de seguridad o de un futuro más esperanzador a través de rutas migratorias irregulares y peligrosas.

Migración en África

La expoliación de recursos naturales, la falta de voluntad de las clases dirigentes para reactivar la economía, la escasa incidencia de las inversiones en la actividad productiva, así como el neocolonialismo y la corrupción, han llevado a África a una situación de empobrecimiento forzoso con limitada capacidad de recuperación. El continente padece un enriquecimiento sin desarrollo que ni los gobiernos autóctonos, ni las clases dirigentes que conforman las élites políticas, ni las organizaciones internacionales han sabido o querido solventar. En semejantes circunstancias, muchos africanos optan por emigrar en busca de una vida mejor. Al analizar las causas de la emigración africana hay que aislar los factores políticos de aquellos que constituyen la realidad de un subdesarrollo profundo que arranca con la descolonización. “La regularización realizada por España en 2005, que por cierto benefició a pocos africanos, puede haber acrecentado la llegada masiva de inmigrantes a nuestras costas, pero es un factor entre muchos y, desde luego, no el más importante. Es necesario revisar la intervención occidental en el continente africano para concluir que la repatriación de las personas que huyen de forma desesperada de la región es la guinda de una tremenda expoliación de recursos naturales que, administrados de otra manera, deberían bastar para que todos los africanos pudieran vivir en sus lugares de origen. Pero la realidad es otra, incluso en los países más ricos de África. Que la mayor parte del continente africano es pobre, es una idea interesada. Efectivamente, hay regiones que carecen de recursos, pero esto también sucede en muchos países de Europa y la situación en ellos es bien distinta.

África posee enorme riqueza en recursos naturales como oro, platino, cobre, diamantes, uranio, petróleo, gas y coltán; grandes reservas pesqueras tanto de agua dulce como oceánica; cultivos cuya exportación debería aportar alta rentabilidad a extensas regiones; bosque tropical y ecuatorial e importantes recursos turísticos. Si de todo ello se derivasen industrias autóctonas, y si tantos conflictos armados no estuvieran patrocinados por intereses foráneos, probablemente la penosa historia de las pateras, cayucos y verjas fronterizas no se produciría. A pesar de todo, la emigración africana intercontinental principalmente hacia Europa y EEUU– es escasa si se considera la totalidad del continente. El grueso de la emigración es intercontinental, es decir, África es el punto de salida y entrada de la emigración actual de origen africano. Además, la mayor parte de la población del continente, sumida en la miseria, ni siquiera puede soñar con migrar. La pobreza o subdesarrollo forzoso que padece el continente desde hace décadas es fundamental para comprender por qué se producen las oleadas migratorias desde África. Pero, para analizar las causas de este fenómeno también hay que introducir el factor occidental. En el colonialismo de los siglos XVIII y XIX y, sobre todo, en las primeras cinco décadas del XX que trajeron las independencias y los gobiernos autóctonos, está el origen del neocolonialismo, el conocido neopatrimonialismo y la corrupción que han dado lugar al “enriquecimiento sin desarrollo” de África. Tras la descolonización, las antiguas potencias coloniales encontraron un nuevo acomodo mucho más productivo y menos costoso; una situación en la que la explotación de recursos naturales con la complicidad de los gobiernos locales corruptos era la dinámica general. Así es como se enriquecieron las oligarquías que han originado un neopatrimonialismo insano en lugar de un sano desarrollo económico.

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