El Sótano Revista Nº3

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LA CULTURA COMO UN MODO DE PENSAR Y SER

TAPA - ARTE - DIAGRAMACIÓN CORRECCIÓN - ARMADO: Grupo El Sótano ESCRIBEN EN ESTE NÚMERO: DayIana Longo De Souza Federico Baggini Gozado Trovador José Correa Lucas Bonilla Luis Canobra Mr Baru Pablo Rodríguez Rodriguez de Galvani Stephanie Borche ILUSTRA: Flore Malzoni Gozado Trovador Lenka Suarez Stephanie Borche Vica Opa FOTOGRAFÍA: Dayana Longo De Souza Federico Baggini Lucas Bonilla Luis Canobra Martín Cedrés Pablo Rodríguez Rodriguez de Galvani


LO QUE CORRE 05 Walquiria Urdaluz CUENTO 08 Si. Soy bicho ILUSTRACIÓN 11 Multimodal POESÍA 13 Who is Who FOTOMONTAJE 15 Vica Opa ILUSTRACIÓN 17 No te idealizo más ILUSTRACIÓN 19 Con vida POESÍA 21 DIARIO 23 Acariciapájaros CUENTO 27 Mi otro Yo POESÍA 29 OXYGENO 31 Vica Opa ILUSTRACIÓN 33 ESTOY PODRIDO 35 SOS TARÁ 39 FOTOGRAFÍA 43 Al Bulto 47 POESÍA


Foto: Lucas Bonilla



WALQUIRIA URDALUZ POR PABLO RODRÍGUEZ

I

walquiria urdaluz profanaba el altar de la iglesia san pío X, en la cuchilla. los jueves antes de la misa del ocaso volvía a su casa, el morral estirado por el peso, de las velas que robaba. nadie sabe por qué lo hace, ni siquiera la histérica de su madre, que se ahoga en diazepam. tres semanas se gastaron desde el primer suicidio, cuyas anécdotas se transmitieron en las calles, en los kioscos; en fin en esa suerte de discusión argumentativa que no es otra cosa que chisme. porque las tintas y las voces enlatadas temen encender la mecha, es entonces que todos contribuimos con la historia y agregamos detalles previsibles y comentarios humanistas para justificar, o no, la decisión. inquietábanos, pues, aquel aire moribundo de un verano pegajoso, inundado de virus y dia rreas, anestesiado por la falta

de sueño que provoca la temporada alta. nos revolcábamos insatisfechos, ahogados, sucios, impotentes esclavos del champagne; encandilados por el oro digital, presos de la rutina sistemática. la muerte es un momento, un shock. luego se desvanece en recuerdos retocados con el paso del tiempo, hasta el olvido inducido para continuar. pero esta vez esperábamos otra noticia.

II

walquiria urdaluz, las manos con un dejo a parkinson, sostenida en una frágil osa menta, saltando de a baldosas pares y sin pisar el paño, evitando la vereda de la izquierda, relojeando los números de las puertas, para adivinar el mensaje. el morral pesado, jueves, poco antes del ocaso...

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Foto: Pablo RodrĂ­guez


III

IV

y sucedió. la segunda inquisición de sí mismo. la cuerda fue mas fuerte que la carne, y el árbol acunó la ofrenda. pareció, al principio, un tanto obvia la propuesta, pero la decisión de acatarla, superó las fantasías de los poetas orales, en las mañanas del centro. los que acometen el discurso tara reando payasadas; pensar que los avasalló una vida, y no supieron perpetuarla. la continua ausencia se había dibujado en las paredes y un teléfono esperaba retumbar alegre, anunciando el reencuentro emotivo, soñado porfiado y obligado; temerosos los padres... pero el tubo escupió la sentencia amarga de la despedida, esfumó rabiosa incomprensión, y la mirada de aquel, transmitió el mensaje con precisión. entonces al duelo se sobrepuso adivinar quién sería el que apretaría el nudo, cerrando los ojos y los días, todos.

walquiria urdaluz, un futuro intermitente, una proyección decadente, un presente tan promiscuo que le quita la sonrisa a menudo. un mundo que quizá imaginó cambiar, robando velas de un altar, creyendo, no sé, que robaba algo de fé. sueños esculpidos en la densa neblina de un tiempo cabizbajo, rechazado de satisfacciones, flojo, débil, de tintes depresivos y enfermizo. un tiempo que no es de ella, estériles vueltas de las agujas. no entiende entender, no necesita hacerlo, sabe que se trata todo de mentiras. sabe que aunque quiera no podrá. sobre la mesa una esquela; bebedero de sangre mis huellas, presumible el fulgor de la bala en las sienes, la muerte dispara, seca la voz del final acabé con mis días, si es igual un viento discreto, sueño ahora los pasados, lloro tiesa, los actos fallidos cumple mi luto en silencio, si ves que mi suerte aminora. sobre la mesa una esquela, sobre el piso, a escasos centímetros los pies de su madre, sobre el cuello de ésta, otra vez, la cuerda.

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Ilustraci贸n: Lenka Suarez


ORIENTE INTERPELA

Foto: Martín Cedrés



MULTIMODAL POR DAYIANA LONGO

Foto: Dayiana Longo


Hay noches muy silenciosas, tan silenciosas que aturde el silencio hay noches muy frías, tan frías que sudan frío las manos y las axilas hay noches pesadas, tan pesadas que el pecho oprime de dentro hay noches oscuras, tan oscuras que dejan entre ver las sombras Hay días muy bullicientos, tan bullicientos que no se escucha ni una voz hay días muy calientes, tan calientes que se pegotea la grasa en el cuerpo hay días trascendentes, tan trascendentes que nunca fueron días en la memoria hay días luminosos, tan luminosos que no se ve ni un rostro En noches y días sin tiempo se enmarañan las palabras, perplejo el encuentro, el bichito bolita se arrima a ti rogando que le compongas un verso y tu se lo das, se lo das porque sabes que dura su vida una noche y un día. Nunca más vas a verlo rodar y toquetearse con todas sus patas a la vez patitas finitas o pestañas de un ojo que se mira a sí mismo. Pero él rueda y se va orgulloso convencido de haber engatusado tus deseos y versos con sus diminutas patitas, su flexibilidad inigualable y su impronta soberbia de bicho bolita ¡Qué ingenuidad bicho bolita! Como si uno no supiera que cerraste tu pecho y pediste un verso por temor a morir. SOSPECHO

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WHO IS WHO POR FLORE MALZONI


Fotomontaje: Flore Malzoni


VICA OPA ILUSTRACIONES


Ilustraci贸n: Vica Opa


LENKA SUAREZ ILUSTRACIONES


Ilustraci贸n: Lenka Suarez


GOZADO

POESÍA


CON VIDA No sé escribir sin melodía debo decir la verdad Sabía vivir sin compañía pero ese negocio no corre igual Tan feliz era cuando componía socio de la soledad Hoy estoy preso de la cordura, más dura se hace la realidad

Una guadaña, como si púa, toca las cuerdas de una guitarra que abandoné, y en ese espacio que dejo libre temiendo a una mediocre felicidad, adicto a mi depresión, siento la ausencia de la canción y la confusión de tu compañía que obliga, a mi corazón, que no quiere cantar, a estar con vida. Ilustración: Gozado Trovador

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DIARIO YO CONFORMISTA?

Si ser conformista se trata de: - Ver pasar el día a día sin hacer nada. - Sin tratar de superarme para sentirme cómoda con mi alrededor. - Sin ser individualista, e integrarme en la sociedad. - Sin respetar al otro cada día un poco mas. - Sin conocer sus necesidades y así esperar mesclarme en ellas? Entonces no soy conformista, y en caso de serlo me gustaría que 250 años me ayudaran a salir de ese estado.

Con motivo de los 250 años de San Carlos de Borromeo

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Ilustraci贸n: Stephanie Borche


ACARICIAPÁJAROS POR FEDERICO BAGGINI

Recuerda de ella, con severa vacilación dado lo imprevisible de la memoria, el idioma de los impostores, la voz de los símbolos y el lenguaje de los colonizadores y conquistadores velando un infinito de papel: el aubin, lenguaje del vacío; el ankiew, lenguaje de las mariposas; el babebidocu, lenguaje de las nubes; el isolica, lenguaje de la reencarnación; el silistria, lenguaje del desprecio; el kwak, lenguaje del amor, su favorito. Un papel, una imaginación y varios lápices de colores. Dibujó con dificultad la forma de un hombre. Por momentos deslizaba una mirada a través de la ventana. La observaba precipitarse de lado a lado del huerto, ahuyentando los pájaros. Fuera lunes, viernes o domingo allí la veía, correteando al grito de chus chus, elevando sus brazos al cielo como el cuerpo de un manzano. ¡Cómo concentrarse! Debe fingir que no existe, que hay otras. Su movilidad efímera de cielo, imperceptible y constante, es su delicia. Ama de ella lo que desconoce, lo que aún no ha perdido. Al hombre sobre el papel, lo vistió con una camisa de franela, un vaquero color azul, botas con espuelas, guantes de trabajo, un sombrero de paja. Sobre el hombro derecho, colocó un mirlo de madera. Bajo el trazo y los crayones sintió el boceto de una criatura por nacer.

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Tomó del granero unas cuantas maderas, un serrucho para moldear, los clavos para afirmar y el martillo para golpear. Trabajó noche y día, sin descanso, con el boceto entre ceja y ceja. Al llegar la séptima jornada decidió darlo por terminado. Corrigió detalles y cuando hubo sentido orgullo, lo arropó. La madre aportó la ternura y las prendas; la mayoría en desuso, descosidas, llenas de remiendos. Abotonó la camisa alrededor del torso de madera, abrochó el cinto sosteniendo el vaquero, calzó las botas, los guantes y el sombrero. Al ocaso, los amigos se presentaron con el informe: “Entre lasonce y lasuna -señalaba uno agitado- ha salido al huerto. Volvió a eso de las cinco, según la voluntad del sol. El único reloj que teníamos se ahogó en el estanque, era de mi padre, pronto conseguiré otro". Él los escuchó. Asintió pensativo. Tras salir el último de los niños, trancó la puerta y continuó trabajando. Apiñados en el apuro por irse, algunos rodaron cuesta abajo a lo largo del prado y se perdieron en la alameda poco antes de la penumbra.

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Al día siguiente despertó valiente. Desayunó en compañía de su padre. Llegado el mediodía abrió las puertas del granero de par en par. Los goznes crujieron y el revuelo de los caballos asustó a las gallinas. Intentó cargar al hombre de madera sobre su espalda pero no pudo, era muy pesado. Con la ayuda de una asadera lo tumbó sobre una carretilla untada de cemento seco. La tierra húmeda se hundía bajo la rueda, la lluvia de la noche anterior conspiraba contra sus planes. El barro le cubría las canillas, entorpecía su paso. Ella lo observó largamente, apoyada en el alfeizar de la ventana. ¿A dónde irá?, se preguntaba. Siguió atentamente cada movimiento del niño y su carretilla y el espantoszo hombre con sombrero de paja. Al cabo de unos minutos entraron al huerto que ella cuidaba. Alarmada, bajó las escaleras a toda prisa; el alero trasero de la casa le servia de guarida. Con ojos vidriosos lo examinó. Se debatía entre el maíz como quien lucha contra un panal de abejas. Se levantaba y volvía a caer. Pero no se rendía. Ante su asombro, una silueta extraña apareció recortada por el sol. Los pájaros, en lo alto, graznaban furiosos. Volaban en círculos, merodeando, fraguando una embestida. Cuando se lanzaban en velocidad la silueta les cerraba el paso, aminoraban el batir de alas, detenían la marcha y retornaban al cielo ya resignados. “Has hecho un espantapájaros”, susurró la niña. Sin delatarse había llegado hasta donde él estaba. Éste le sonrió, embarrado hasta las narices. “Lo llamo Acariciapájaros

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. Es para ti. Ya no tendrás que cuidar del huerto, él se encargará de todo -explicó-. Ten, colócalo donde gustes”, dijo y ofreció a la niña una avecilla tallada sin cuidado. Ella se paró sobre la punta de los pies y con delicadeza posó sobre la camisa del espantapájaros el mirlo de madera. Él, por vergüenza, no apartaba la vista de las nubes en forma de nada. Ella, por amor, tomó su mano. “Ven, vayamos a jugar”, propuso. Eran libres. Juntos, sin soltarse, habitaron el bosque desde aquel día hasta su muerte, cuando fueron enterrados por sus hijos a los pies del Acariciapájaros, vestido de gala para la ocasión. Años después, algunos aldeanos atestiguaban verlo deambular por la noche, cerca del maizal. Lo describían taciturno y adusto, como una escultura muerta con vida (o viva con muerte). Pero uno de ellos, peculiar, calvo, de bigote tupido, constructor de abstracciones, desmentía esos rumores. Afirmaba, sin embargo, haber oído recitar de sus labios de madera gris, palabras en un idioma llamado kwak, ignorado en la tierra de la materialidad, las cifras y los riesgos. <<El tiempo ha perdido sus metáforas y se resigna a una despedida igual a tantas otras>>, es lo que dijo que diría el que dirán, mientras las manos astilladas acariciaban al mirlo posado sobre su hombro derecho.


Foto: Martín Cedrés


MI OTRO YO Me voy, digamos, de irme de partir. Dejo todo y declaro mi huida mi fuga. Detrás, allá, lejos dejo Mis temores Mis urgencias Mis rutinas Mis filias Mis fobias Mis discursos Mis arrogancias Mis orgasmos Mi humildad Mi júbilo Mi cansancio Mis utopías Mis muertes Allá, Lejos Dejo Mi otro yo

POR JOSÉ CORREA 28


El tema es no quedarse esperando que suceda sino más bien ir a buscarlo, salir a por ello también hay veces... pasa que siempre... no sé, -¿se entiende? con las retinas entumecidas un yo desconocido -no soy yo mismome encontré dormido, un poco los pies en la tierra -la carne entre viva y muertala noche amiga, sombra compañera a veces no nos llevamos del todo bien -sin piedad- no perdona me abre los ojos a la fuerza la humedad directamente me desvela hecho agua por todos lados a las trompadas el cerebro acorchado la luna me dicta dudas las estrellas preguntas siempre es lo mismo: la vida maldita perra. confusa. un iglú de flores en pleno bosque, me despierto en un colchón de hojas verdes en enredadera sólo aquí dentro radica lo que busco. mi naturaleza de ser humano cómo no me voy a calentar soy vapor a contraluz los cristales de la flor cardos, espinas ortigas vidrios rotos un pájaro rengo nada es tan simple Maldita Perra. ¿entonces tú crees que puedes cambiar las cosas como piensas? hacerlas bellas por verlas, nomás. a mi no me basta prefiero la penumbra sola/mente. el abandono profundo que es la máxima dedicación y que juzgue lo sensible de mí mismo. ¿así que crees que ahí donde llegas termina todo? yo no entiendo nada, pero no me acuerdo de nada, pero.cuestionarse demasiado te puede volver loco si no me aferro a algo de veras, se me va la cabeza ahí es donde yo elijo la profundidad de mí mismo. solamente. quizás es ese el único sitio donde depositar confianzas, planes, intereses. porque afuera el clima se hace escarcha, es complicado yo siento que me gana. el iglú refugio me salva me empaña los lentes exhalo vaho por cada poro


OXYGENO M P ALDITA ERRA

POR LUCAS BONILLA

Foto: Lucas Bonilla


Ilustraciones: Vica Opa



FOTO: Martín Cedrés



SOS TARÁ

EL RETORNO DEL BIZCOCHO RELLENO DE MEMBRILLO DISFRAZADO DE BIZCOCHO SALADO

POR Luis Canobra


Todos tenemos personalidad. El diccionario define a la personalidad como la “diferencia individual que constituye a cada persona y la distingue de otra”. Todo grupo de personas debería tener un integrante pesimista, uno optimista, uno payaso, uno serio, uno aventurero, uno que se queda en el molde, uno vivo que toca el timbre y otro distraído que no se da cuenta y es el último en salir rajando (léase “el flaco que ves doblando la esquina cuando salís a ver quién te tocó el timbre”). Lo mismo es cierto para los animales. Hay animales fieles, agresivos, solitarios, compañeros y ortivas (1). Incluso yendo un poco más allá, en administración se considera que una empresa puede tener rasgos de personalidad que la distinguen de otras. La Coca-Cola, por ejemplo, tiene algo así como el “Mal de Ricky Fort”: todos la conocemos y sabemos que nos hace mal, pero no podemos dejar de contemplarla y clavarle un beso en el pico cuando nadie nos está viendo. Lo interesante es que algunas páginas de internet también parecen tener rasgos de personalidad o al menos se las puede comparar con personas. He aquí algunos ejemplos:

- Youtube es un amigo pesado que te muestra una canción que te gusta pero, al notar que esa canción fue de tu agrado, te arranca a mostrar más temas de la misma banda, canciones del cantante en su proyecto solista a capella, videos en vivo filmados con celulares, trailers de películas donde aparece el tema, etc… y uno se queda ahí, sentado 45 minutos sin animarse a decir nada para no quedar como un irrespetuoso. - MercadoLibre es ese tipo sospechoso, amigo de un amigo en realidad, que te consigue cosas que no están en la góndola del súper, a veces a precios sobre los cuales es mejor no preguntar.

- Wikipedia es como ese amigo que sabe de todo un poco pero nadie le cree.

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FOTO: Luis Canobra


Google no te lleva hasta la puerta de la panadería ni te compra los bizcochos, pero sí te dice si los de dulce de leche están buenos o si son medio secotes. Google es ese héroe que no quiere reconocimiento se conforma con saber que te está ayudando. Tampoco le ofende que la única vez que decidís pasar tiempo con él es porque tiene algún chiche nuevo por el día y te le quedás horas y horas en la casa como un interesado, tocando el teclado, jugando al Pac-man (2), o lo que sea que ese chiche resulte ser.

- Las páginas de contenido adulto son ese amigo al que cuando los dos eran niños le pedías que te esperara afuera de tu casa porque no querías que tus viejos se enteraran de que te juntabas con él. Ya de grande, es ese amigo que no saludás en público porque “te juro que no lo conozco. Nunca lo había visto en mi vida”. - Facebook es ese amigo chusma que almuerza mirando los programas de chimentos. Si fuera una vieja sería la más coruja de las viejas. Te cuenta dónde estuvo todo el mundo el pasado fin de semana y si andan en pareja o no. También es una suerte de detective privado, disimuladamente le pasás una servilletita de papel con el nombre de una víctima potencial y él te da un sobre con fotos comprometedoras de la misma… y si tenés suerte el sobre con las fotos puede decir “PLAYAAAA!!!”.

- Finalmente, Twitter es ese extraño que hace morisquetas atrás del reportero cuando están con la cámara de exteriores. Es el niño que hace para arriba con el pulgar en busca de 15 minutos de fama, queriendo ser un actor secundario en el reportaje de un payaso de zapatos enormes y anaranjados que robó un carrito de panchos con una banana. El Twitter no tiene nada que ver con el periodismo, es un accesorio molesto. Si consideramos que Omar Gutiérrez es un periodista, entonces el Twitter es el Colorado de Omar Guttiérez(3).

- Google no es un amigo cercano. Es más bien un extraño dispuesto a ayudar. Es como ese tipo al que le preguntás a las 6 de la mañana por una panadería abierta.

1) Ejemplo de animal ortiva: http://blackgifs.com/gifs/monkey.gift 2) El Pac-man de Google: http://google.com/doodles/30th-anniversary-of-pac-man 3) Twitter: http://youtube.com/watch?v=RVj_CQe2nWI

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Una fría mañana de junio. 5 años atrás... volviendo de quién sabe que tugurio. En la cuadra una bocanada de niebla pintaba mi desvelo y la realidad.




FOTO: Rodriguez de Galvani


AL BULTO

POBRE ES EL QUE NO QUIERE NADA

POR Mr Baru


Tras un importante trabajo de periodismo de investigación (!), derribamos el mito de que Mujica es el Presidente más pobre del mundo.

-les es una bomba de tiempo. La respuesta de Mujica es siempre la misma, palabras más, palabras menos: “Pobre no es el que tiene poco sino el que necesita infinitamente mucho”. Esta célebre frase, si bien está aplicada puntualmente al consumismo, nos viene bien para adentrarnos en el tópico de este artículo.

Lejos estamos en esta sección de tomar posiciones políticas, aunque las tenemos, por supuesto, porque afortunadamente hace tiempo que salimos de adentro del termo. Sin embargo, hoy queremos hablar de nuestro Presidente, el admirado por su humildad a nivel internacional y no tan idolatrado puertas adentro, José “Pepe” Mujica.

Vamos al grano, valor. Vamos. Cuando “el Pepe” tenía apenas 6 años, su padre Demetrio quedó en la quiebra y poco tiempo después, falleció. Compará la tristeza de ese momento con el día de hoy, en el cual vive feliz con su compañera Lucía y su perra Manuela. Estuvo casi 15 años preso, 13 en condiciones infrahumanas, 2 de ellos adentro de un pozo día y noche. Compará eso con con la chacra en donde tiene su residencia actual. Le pegaron 6 balazos, lo apresaron 4 veces. Compará eso con ser el comandante en jefe de las Fuerzas Armadas, rol que le corresponde como Presidente de la República. José Alberto Mujica Cordano no es pobre porque logró infinitamente mucho. Superó completamente sus expectativas en esta vida, dicho por él mismo. Y lo logró porque nunca se resignó. No se conformó con la sociedad en la que vivía cuando

“De todas partes vienen”, pero no son orientales estimada Idea Vilariño, y tampoco llegan para salvar ningún suelo. Vienen a entrevistar a este “bicho raro” de la política mundial. Vino un periodista, hizo una nota, y al poco tiempo “eran diez, eran veinte, eran cincuenta, eran mil, eran miles, ya no se cuentan”, ahí sí te doy la derecha Idea querida. “El presidente más pobre del mundo” es un titular que vende en cualquier idioma, en cualquier parte del mundo. Genera curiosidad, es pintorezco y además si alguno anda con ganas de salir a la calle a tocar fuego el palacio de su Gadafi de turno, comparar un tirano opulento con un líder que maneja un Fusca y vive entre los pastiza

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OH!


decidió empuñar las armas para cambiarla. No se conformó con manejar una Vespa cuando la cambió por un Fusca. Si, son pelotudeces, pero muestran una postura claramente opuesta a la resignación, que es prima hermana del conformismo. Mujica, es el Presidente más rico del mundo ¿Estás conforme ahora? No, no estoy conforme con este artículo. El conformismo es hermano de la resignación. El inconformismo es lo que nos mantiene vivos. Nos pone metas, objetivos y nos mueve hacia ellos. Eduardo Galeano escribió una vez: “La utopía está en el horizonte. Camino dos pasos, ella se aleja dos pasos y

el horizonte se corre diez pasos más allá. ¿Entonces para que sirve la utopía? Sirve para caminar”. Por eso, y parafraseando a nuestro benemérito Presidente, pobre no es que le necesita mucho, pobre es el que no quiere nada, el que está sentado en la carroza, esperando que lo lleven a ese lugar donde la nada lo espera. Ojalá nunca perdamos el inconformismo, nunca perdamos esa inquietud por progresar, por crecer, porque ese será el motor que nos hará mejores como personas, como sociedad, como raza. Así ha sido hasta ahora, y con nuestros aciertos y errores, creo que tan mal no nos ha ido en este tema de la evolución.

Los Olimareños tocando “Los Orientales”: http://youtu.be/NXbEfPDyjd8 FOTOS 1) La típica expresión de la prensa internacional cuando ven las condiciones en las que vive nuestro Presidente José Mujica. 2) El “Pepe” Mujica en su chacra, nada mal para alguien que tuvo que vivir 2 años en un pozo. (foto: Presidencia de la República).


FOTO: Sandra Miguez

DE SOUZA POESÍA


quién llama a esta hora en la plena soledad de los pasos en la repetida costumbre de nombrar y decir que este dolor me es añejo sino mira mis manos la que tiemblan de tanto callar lo que se debió dejar por escrito sino miren la hoja en blanco que tengo frente a mi y de eso ya llevo noches enteras intentándolo y no repito quién llama a esta hora de todas las horas de ir callando este poema de nombrarte o de olvidarte contesten que quiero dormir montevideo 18 de mayo de 2013 FOTO: De Souza


CUALQUIER COSA...


FOTO: Pablo Rodríguez



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