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Opiniones

Quetzaltenango, sábado 10 de noviembre de 2012 • elQuetzalteco

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Colaboración

Respetar los derechos humanos

Niños voluntariosos El educador le dice al niño: “Vamos a hacer este ejercicio en el libro y luego jugamos uno de estos juguetes” El niño responde “¡Espera!, quiero jugar primero este juego.” El educador firmemente le dice: “Espera tú, para cuando terminemos de hacer este ejercicio, entonces jugaremos.” El niño impactado, quiere hacer una protesta, pero ve la seguridad del educador y luego se resigna primero a trabajar. El niño se da cuenta que, acá no podrá hacer su voluntad, como lo hace allá, con sus padres. Ya se dio cuenta usted, que hay padres que complacen a sus hijos en lo que ellos quieren. Estos niños crecen pensando que son el centro del universo, que todo gira alrededor de ellos y para ellos. Si los padres complacen a sus hijos en casi todo lo que se les ocurre y casi siempre, resulta que se vuelve un caos, cuando se les tiene que decir que no.

Cordura social

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Los padres son los encargados de ir formando en sus hijos un altruismo sano, que les ayude a buscar el bienestar del otro. Algunos intentan compensarles con otra cosa, para evitarles la frustración. Los padres son los encargados de ir formando en sus hijos un altruismo sano, que les ayude a buscar el bienestar del otro, e ir dejando atrás ese ensimismamiento. Ceder de vez en cuando no les hará ningún daño, al contrario les hará bien. La tarea de los progenitores es ir formando una conciencia de la existencia del prójimo, haciéndoles ver que otros también sienten, piensan y desean como ellos, dejando así atrás ese egocentrismo. Papá y mamá deben inculcar el valor de la paciencia, teniendo aceptación de que, no todo lo que se desea se puede conse-

Oswaldo Soto

guir. Que hay veces que es necesario esperar sin hacer nada y esa quieta expectativa es buena, para la formación de su carácter. A los hijos que les falta aprender a doblegar su voluntad, de vez en cuando, corren el riesgo de llegar a ser adultos que sufren de ansiedad, desesperación y amargura. Se vuelven exigentes con las personas que se acercan a ellos y así terminan rompiendo buenas relaciones. Le dejo la siguiente frase para que reflexione: “No todo lo que deseo, me conviene; no todo lo que me conviene, lo consigo; no todo lo que consigo, lo deseo.”

Un antes y un después del 07.11.12 Quienes decíamos que no le teníamos miedo a los temblores, seguramente ahora es otra nuestra respuesta. A las 10:35 de la mañana del miércoles 7 de noviembre, me encontraba en mi oficina, los minutos estaban pasando de manera normal, ya había leído los periódicos del día, enviado y recibido correos, realizado llamadas y justo cuando revisaba una planificación, llegó lo inesperado. Sin imaginarlo jamás, sentimos aquel primer tirón, empuje o golpe. Todo se movía y cada vez era más fuerte. Al principio, la sensación fue que se trataba de un temblor más, como aquí estamos acostumbrados a que en cualquier momento la tierra se acomoda. Seguramente fue hasta que se cumplieron y comenzaron a rebasar los primeros 45 segundos que, todos caímos en la cuenta de que era algo más que un temblor. Estábamos viviendo un terremoto. Había permanecido sentado hasta que repentinamente se abrieron las puer-

D-Frente http://www.cesarperezmendez.com Y si de algo sirve, más allá de saber reaccionar, nos obliga a reflexionar sobre la existencia. tas de mi librera. Fue entonces cuando me puse de pie y comenzamos -junto a todos mis compañeros- a movilizarnos. Una de las jovencitas practicantes estaba completamente inmovilizada junto a una de las columnas principales del edificio, mientras que los demás -en medio del pánico y, sinceramente, gritos y lágrimas- comenzaban a abandonar las instalaciones de este periódico. Cada quien vivió el 07.11.12 de diferente manera, dependiendo del lugar donde se encontraban. Nuestras oficinas tienen algunas divisiones de vidrio y eso provocó que el ambiente se estremeciera, porque todo tronaba. Una película de pavor se queda corta frente a esta dura realidad de la cual des-

César Pérez Méndez

pertamos hasta momentos después. La primera reacción es sentir que estamos vivos e inmediatamente pensar en nuestras familias, en nuestros seres amados. Ahí es cuando la angustia invade. Inmediatamente tuve que ir a constatar que en casa todo estuviera bien. Afortunadamente solo había sido el susto. Sin señal de celular, el movimiento en las calles era inusual. Y conforme fue pasando el tiempo, se fue sabiendo de la tragedia que cobró 52 vidas y dejó miles de damnificados. PUNTO FINAL. ¿Qué hubiera pasado si hubiera sido el fin? Afortunadamente lo estamos contando y si de algo sirve, más allá de saber reaccionar, nos obliga a reflexionar sobre la existencia.

E s t á Víctor CORCOBA bien que se Los hable de derechos reformas, en a la alimentaun mundo cada día más ción, vivienda desigual, adecuada y trapero estos bajo justo, jamás cambios trascenden- deben ponerse en tales, que riesgo por el tema desde luego de la economía. deben producirse de manera consensuada, han de respetar los derechos humanos. Digo esto, porque expertos de Naciones Unidas, acaban de instar a las autoridades de la Unión Europea a no utilizar en el futuro fondos públicos necesarios para garantizar el bienestar de los ciudadanos en ayudas a entidades financieras. He aquí los datos: De 2008 a 2011, los países europeos destinaron 4,5 billones de su presupuesto (equivalente al 37% del producto interior bruto) al rescate de las finanzas. Desde luego, estos planes contradicen las obligaciones legales de los países de garantizar los derechos económicos, sociales y culturales de la ciudadanía. Las personas que nada tienen, ni trabajo y tampoco recursos, difícilmente pueden asumir planes de austeridad. El mundo no puede vivir de los que menos tienen. Los derechos a la alimentación, vivienda adecuada y trabajo justo, jamás deben ponerse en riesgo por el tema de la economía. La persistencia de altas tasas de desempleo o la oferta de empleo indecente, sin duda es el mayor de los fracasos mundiales de nuestros actuales líderes políticos, incapaces de poner orden a la turbulencia financiera y a la recesión económica. Esto pasa cuando se olvida la consideración ética de la persona y de la sociedad misma. Es bien sabido que el futuro de un país se ha de basar en la responsabilidad por el bien común, evitando toda corrupción y fomentando la concordia, la armonía y el respeto por cualquier ser humano. En este sentido, son de alabar las iniciativas que muchos gobiernos del mundo han llevado a cabo en el ámbito de promover los derechos humanos, sobre cuestiones tan importantes como la defensa de un crecimiento equitativo y la promoción, a mejor vida, de familias ahogadas en la miseria. Por otra parte, el mundo se ha globalizado y la coordinación internacional es fundamental para estimular la creación de empleo, la inversión energética y su sostenibilidad, la seguridad alimentaria y hasta la misma paz. Sin embargo, hoy en todo el planeta se visiona una gran pérdida del bienestar social que impide avanzar en la calidad de la democracia.

Las columnas que aparecen en la sección de Opiniones son responsabilidad exclusiva de los autores; elQuetzalteco no comparte ni avala expresamente los puntos de vista.


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