7 minute read

Pelusa en el ombligo

No Quisiera Tener 18 A Os Y Que

Es martes después de un asueto largo, me despierto contento porque en clase veremos y comentaremos Ágora, una peli buenísima; elijo la música que escucharé mientras me baño, voy a la cocina a traer un vaso con agua y salgo a apreciar la mañana con sus sonidos, colores y aromas. Luego abro Twitter…¡y me carrocean aquellas que les conté!

Advertisement

Veo los resultados de la Encuesta Libre y me sorprendo; pero no debería sorprenderme. Muchísimas personas están hartas de la vieja política y han vuelto sus ojos hacia lo que perciben como un outsider; y como lo explica mi cuate Bryan Caplan, la mayoría de votantes actúa irracionalmente en democracia. Sin aprender de experiencias pasadas, muchos electores potenciales dan la impresión de que están en busca de un “salvador” para que gobierne y mande. Aunque sea uno como el puntero Carlos Pineda…que es ex UCN y ex Baldizón.

Después de la sacudida, el aroma de café despierta al optimista moderado que hay en mí y busco algo que me haga sonreír.

El colectivismo más extremo –que parte de él está vinculado con la exgurerrilla y con sus organizaciones afines– es “pelusa en el ombligo”. Está, como dicen en mi pueblo, “en la calle y sin llavín”. Su discurso decimonónico los tiene ahí, como se tiene un tchotchke. Sus candidatos son líderes de nada. Son “gobernadores de pueblo sin gente”, diría mi abuela.

La intención de voto para personajes como Manuel Villacorta está al nivel de la de Amílcar Rivera y Sammy Morales. Amílcar Pop, con todo el pedigrí de la URNG y de Winaq (¿de Rigoberta Menchú?) ni siquiera está en el radar; y lo mismo pasa con Bernardo Arévalo, cuya mejor carta es el linaje que lo conecta como hijo de un presidente muerto hace 33 años. La semilla está argeñada y… ¿Dónde está el caudal de Thelma Cabrera y de Jordán Rodas? ¿No lo comparten?

¡Se nos está muriendo la izquierda más mesozoica! ¿Qué queda?

¿Será la Unidad Nacional de la Esperanza que se cuenta entre los miembros plenos de la Internacional Socialista? ¿Te acuerdas de cuando Sandra Torres y su marido, Álvaro Colom, viajaron a La Habana para darle la Orden del Quetzal al tirano Fidel Castro y este ni siquiera los recibió? Pero no hay que engañarse, en la mera realidad la UNE y su candidata son la vieja política y el establishment hechos carne. ¿Será Zury, que implosionó?

¿Serán los partidos Valor y Unionista que representan al conservadurismo con olor a naftalina? ¿Será Mulet? ¿Mulet el del viagra gratis? ¿El paradigmático burócrata internacional? ¿El que, cuando era presidente del Congreso era caricaturizado halando un Lincoln Continental?

Helmer Vel Squez

Entre honorables te veas

PAÍS DE NOTABLES Y OTRAS ESPECIES.

Por razones de oficio y proximidad a la vida pública de este país, recurrentemente me veo cercano a afanes públicos: políticos, administrativos o judiciales y cada vez he podido comprobar, que la jerga cortesana, sirve a círculos de poder para abrillantarse entre sí, los calificativos son diversos; generalmente expresados con frivolidad o reverencia según el emisor: ilustre, notable, distinguido, insigne, honorable. Se endilgan a la persona en tanto el cargo que ostenta. No es una referencia a valores y cualidades del personaje. Se hace de oficio. Son calificativos, que rara vez se dirigen a personas de la llanura política o a personas sencillas del pueblo. Aunque lo merezcan con creces. Honorable, es el calificativo más utilizado en aquella jerga cortesana. Nunca, eso sí, se llama a nadie honorable por su honorabilidad.

Al presidente del país, se le llama excelentísimo; entiendo que algunas de estas formas están atadas a protocolos oficiales nacionales e internacionales y/o recogidos en leyes de la república. Sin embargo, la mirada popular, dada la escasa honorabilidad demostrada por muchos de los personajes públicos, hace mofa cotidia- na de aquellos amaneramientos. Aunque –hay que reconocerlo– en actos públicos populares, se exalta zalameramente al funcionario. Aun, conociendo que se trata de personajes sobradamente oscuros. Acá es donde la Huelga de Dolores con su jocosidad hilarante, es un, crisol certero de lo que -realmente- prensamos en la mayoría ciudadana. De hecho, el Comité de conducción huelguera se denomina “Honorable” mofa que no necesita explicación y para quienes prefieren no entender, la Chalana, es explícita: ”malos bichos sin conciencia que la apresan en sus dientes y le chupan inclementes la fuerza de su existencia…contemplad los militares que en la paz carrera hicieron; vuestros jueces a millares que la justicia vendieron…y patrioteros con brotes de farsa, interés y miedo”. Esa es la concepción popular sobre honorables que pululan en la institucionalidad pública.

A que viene aquello. Vivimos días de pausa democrática en este país de “honorables”. Los así designados, han hecho causa común en contra de la ciudadanía. Honorables diputados, fiscales, ministros, diputados, mercachifles. Absolutamente todos los honorables, operan unidos para pervertir el estado de legalidad; dictan sentencias de sastre: a la medida. Liberan a quien quieren y encarcelan pensadores y poetas. Lo honorable en este país es vacuo. Solo la ciudadanía en su honorabilidad intrínseca puede devolver las cosas a su sitio, de lo contrario nos esperan décadas de valores invertidos y una multiplicación exponencial de honorables. Mi fraternidad a un Honorable de verdad: Rubén Zamora. Aherrojado en bartolina. Por denuncia espuria.

Historia de las Relaciones Internacionales de Guatemala

El Proceso De Integraci N

CENTROAMERICANO YA NO AVANZÓ EN LO SOCIAL, CULTURAL, ECONÓMICO, PUES SE QUEDÓ EN LO COMERCIAL.

La guerrilla guatemalteca la iniciaron jóvenes oficiales del Ejército tras el fallido intento de golpe de Estado en 1960 contra el general ubiquista Miguel Ydígoras. En el hemisferio se acentuó el “anticomunismo”, mientras Moscú enarboló la lucha de clases contra las potencias coloniales en Asia y África. EE. UU. Por su parte alentó a las colonias a liberarse de sus colonizadores al amparo de la autodeterminación de los pueblos para quedarse con sus mercados. La lucha ideológica comunismo/ capitalismo se acentuó en Latinoamérica tras la revolución cubana de 1959. Washington y Moscú dominaron a sus países satélites y lucharon en guerras de baja intensidad para controlar el Tercer Mundo. Guatemala, como satélite de Washington, en 1960 formó parte del novedoso Mercado Común Centroamericano, orientado por

Washington para frenar los efectos de la revolución cubana de 1959. Ese mercado común aceleró el desarrollo y la inversión de industrias livianas estadounidenses con un mercado protegido, y tuvo éxito. Las clases medias llegaron a ser el treinta por ciento de la población y se elevó la clase obrera y sus expectativas. Pero en los años ochenta el proceso se vino abajo cuando Centroamérica vivió el infierno con las guerras tras la caída del dictador Somoza en Nicaragua y el ascenso del sandinismo. La CIA permitió el tráfico de cocaína colombiana en Centroamérica para financiar a los “contras” que luchaban contra el sandinismo. Luego, cuando Miami fue blindada por la DEA, la ruta del narcotráfico se pasó a Centroamérica y México para llegar a EE. UU. Y comenzó a minar la institucionalidad del istmo. La Comunidad Europea jugó un papel catalizador al igual que los países latinoamericanos con el Grupo de Río en buscar la paz. El presidente Cerezo, quien asumió su cargo en 1986, siguió las recomendaciones del Grupo de Contadora que llevaron a los Acuerdos de Esquipulas I y II.

Tras el colapso de la Unión Soviética, Centroamérica volvió a la paz relativa. Se creó el Sistema de Integración Centroamericano (SICA). EE. UU. se distanció de sus antiguos interlocutores (Ejército y empresarios), para ayudar a la democracia. El plan Kissinger de financiar la reconstrucción del istmo se esfumó cuando dejó de existir la Unión Soviética en 1991.

Ver Nica Spross De Rivera

Otra vez las pensiones…

GENEREMOS UN DIÁLOGO EN TORNO A

ESTE PROBLEMA, Y SEAMOS DE MENTE ABIERTA PARA BUSCAR LA MEJOR SOLUCIÓN, QUE PROVEA PENSIONES ADECUADAS,

Sorpresivamente los regímenes de pensiones son noticia nuevamente. Es preocupante que la discusión en el Congreso de la iniciativa de ley 5563, que pretende realizar reformas al Decreto número 63-88, Ley de Clases Pasivas Civiles del Estado, lleve a que el Magisterio haga el llamado a manifestar en la ciudad capital por estar en contra de dicha iniciativa.

El régimen de Clases Pasivas Civiles del Estado es muy antiguo. Funciona como un sistema de pensiones de reparto simple, es decir, lo que ingresa como cotizaciones de los trabajadores activos se usa para el pago de los pensionados. No existe una reserva. Lo que aportan los trabajadores como un porcentaje de su sueldo más lo que aporta el Gobierno como patrono constituyen los ingresos de régimen. Sin embargo, como los fondos no alcanzan año con año para el pago de los beneficios del régimen se programa un aporte del gobierno al esquema.

En el presupuesto anual del Gobierno, incluido en el del Ministerio de Finanzas Públicas se incluye una importante asig- nación para cubrir la diferencia entre los aportes laborales y el monto requerido para el pago de todos los jubilados y pensionados exempleados gubernamentales. Esos fondos provienen de los impuestos que aportan todos los ciudadanos contribuyentes y tienen un costo de oportunidad, es decir podrían ser destinados a los programas para el desarrollo de la primera infancia o para dotar de materiales, textos y tablets para los estudiantes de las escuelas.

En este año, los trabajadores aportan Q2.983 millardos por medio de sus cotizaciones y el aporte patronal del Gobierno es de Q60 millones. En la parte de los egresos, el presupuesto vigente para sufragar el pago de los beneficios del régimen de Clases Pasivas Civiles del Estado es de Q5 mil 850.6 millones. Es decir que este año se requiere un subsidio o aporte de los impuestos para el pago de los jubilados del Estado de Q2 mil 807 millones. Es un monto elevado y que ha venido creciendo año con año. De allí deriva la necesidad de modificar la ley para que el régimen tenga más ingresos y se ponga límite al déficit creciente, que como un juego de pacman va absorbiendo (o comiendo) cuanto quetzal se le presenta en el camino.

Uno de los cambios de dicha iniciativa radica en la revisión de rangos salariales y el porcentaje del sueldo o salario que debe aportarse como cuota laboral para sufragar las pensiones. En la ley vigente los porcentajes son crecientes según el rango salarial, comenzando en 9 por ciento y llegando a 15 por ciento para quienes tienen salarios mayores a los Q10 mil.