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Tularemia

Living with WildlifeEnfermedades de Animales Transmisibles

• Dolor u hormigueo en el lugar de la mordedura. • Alucinaciones.

• Hidrofobia: miedo al agua causado por espasmos en la garganta. • Parálisis de algunas partes del cuerpo. • fiebre • erupciones • tos • dolor abdominal • vómitos

• dolores de cabeza • dolores musculares • cansancio • malestar • ganglios linfáticos Los síntomas suelen aparecer entre 2 y 10 días después de la exposición a la bacteria, pero pueden tardar hasta 21 días.

No se puede identificar a los animales rabiosos

• Es imposible saber si un animal tiene rabia con sólo mirarlo. • Lo más seguro es no tocarlos.

Cómo protegerse de la rabia

• No alimente, toque o adopte animales silvestres o enfermos y tenga cuidado con los perros y gatos callejeros. • Enseñe a los niños a dejar en paz a los animales silvestres y a avisar a un adulto si un animal los muerde o araña. • Cierre los botes de basura o guárdelos en un garaje o cobertizo. • Consulte a su proveedor de atención médica si un animal lo muerde o araña.

Cómo se propaga la tularemia

Sólo se necesitan unas pocas bacterias para causar la tularemia. Los síntomas y la gravedad de la enfermedad dependen de la vía por la que las bacterias entran al cuerpo humano. Nunca se ha informado de casos de transmisión de tularemia de una persona a otra.

Las personas pueden contraer la tularemia de las siguientes maneras:

• picaduras de garrapatas o de moscas del venado, que suelen causar tularemia ulceroglandular o glandular.

• manipulación de animales infectados, especialmente al cazar o desollar conejos, ratas almizcleras, perritos de las praderas u otros roedores infectados; o de un animal doméstico infectado con tularemia, especialmente gatos, perros o roedores domésticos.

• comer o beber alimentos o agua contaminados que no han sido cocinados o procesados completamente.

• inhalación de polvo o aerosoles contaminados con F. tularensis.

Cómo proteger a sus mascotas de la rabia

• Tenga al día las vacunas antirrábicas de todos sus gatos, hurones y perros. • Mantenga controladas a sus mascotas dejándolas en interiores y bajo supervisión directa cuando estén en exteriores.

¿Cómo se trata la tularemia?

Tularemia

La tularemia, también conocida como fiebre del conejo o fiebre de la mosca del venado, es una enfermedad potencialmente grave que puede transmitirse ocasionalmente de los animales a los seres humanos. Está causada por la bacteria Francisella tularensis. La enfermedad afecta principalmente a los mamíferos, sobre todo a los roedores, conejos y liebres, pero también puede infectar a las aves e insectos.

La tularemia se propaga entre los animales por picaduras de insectos, transmisión directa e inhalación o ingesta de la bacteria. Esta puede persistir en el medio ambiente durante largos periodos de tiempo, ya sea en el agua, el suelo o en cadáveres. La tularemia puede ser difícil de diagnosticar porque es una enfermedad infrecuente y muchos de los síntomas que provoca también están presentes en enfermedades más comunes. Si recientemente estuvo cazando, haciendo trabajos de jardinería, tuvo contacto con animales enfermos o muertos, o sufrió picaduras de garrapatas o moscas del venado, debe informar de ello a su proveedor de atención médica. Se pueden realizar análisis de sangre para confirmar el diagnóstico de esta enfermedad. Se utilizan antibióticos para tratar la infección durante 10 a 21 días, dependiendo del estado de la enfermedad y de la medicación utilizada. Los síntomas pueden durar varias semanas incluso después de terminar el tratamiento, y la mayoría de las personas logran recuperarse por completo.

Cómo prevenir infecciones por tularemia

En los seres humanos pueden darse múltiples tipos de la enfermedad, y dependerá de cómo se produjo la infección. El tipo más común de la enfermedad en las personas es la tularemia ulceroglandular, que se caracteriza por una úlcera en la piel que se forma en el lugar donde se produjo la infección (por lo general una picadura de insecto, un corte o cualquier otro tipo de rotura en la piel). Otros tipos de la enfermedad son: la glandular, que afecta los ganglios linfáticos; la neumónica, que afecta a los pulmones y causa neumonía; la oculoglandular, que afecta uno o ambos ojos; y la tifoidea, que es una infección sistémica de la sangre.

Los síntomas de la tularemia pueden ser inespecíficos, lo que puede dificultar su diagnóstico. Después de ser infectadas, las personas pueden desarrollar neumonía, deshidratación, inflamación del bazo o del hígado y, sin tratamiento, pueden evolucionar hacia una septicemia e incluso la muerte. La tularemia se produce naturalmente en muchas partes de los Estados Unidos, incluyendo Colorado. Cuando haga senderismo, acampe o trabaje al aire libre, utilice repelentes contra insectos que contengan entre un 20% y 30% de DEET (N, N-dietil-meta-toluamida), picaridina o IR3535. Siga las instrucciones de la etiqueta para garantizar un uso adecuado. Utilice pantalones largos, camisas de mangas y calcetines largos para evitar que las garrapatas y las moscas del venado se acerquen a su piel. Quítese rápidamente las garrapatas que se le adhieran. No beba agua superficial que no haya sido tratada (es decir, de lagos, ríos y arroyos). Cuando corte el césped o haga trabajos de jardinería, no corte sobre animales enfermos o muertos. Considere la posibilidad de utilizar mascarillas para reducir el riesgo de inhalar la bacteria. Si caza, atrapa o desuella animales, utilice guantes para manipularlos, especialmente si se trata de conejos, ratas almizcleras, perritos de las praderas y otros roedores. Cocine bien la carne que cace antes de comerla.

Los síntomas más generalizados de la tularemia incluyen, pero no se limitan a:

Observe cualquier cambio en el comportamiento de sus mascotas (especialmente de los roedores, conejos y liebres) o del ganado, y consulte a un veterinario si presentan síntomas inusuales.

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