Tapachula de Córdova y Ordóñez, Chiapas; Martes 21 de Noviembre de 2023
INDICADOR POLÍTICO
Opinión Página 05
Se Disipa Frente Amplio; Xóchitl, Alma en Pena Carlos Ramírez Como se había previsto desde que se juntaron tres mentalidades políticas limitadas, nada de estratégicas y sin liderazgo en sus propias organizaciones, el Frente Amplio por México comenzó el proceso ya formal de elección presidencial y capitalina reducido a dos partidos con ambiciones individuales (PRI y PAN) y un tercero (PRD) reflejando su insignificancia política. La disputa vulgar por posiciones de poder -como ocurre entre formaciones políticas que carecen de pensamiento político- deshizo la pomposa campaña por un Gobierno de coalición que llevaba en su seno el germen de su propia destrucción: la falta de voluntad coalicionista y la dominación interna en cada partido de grupos de interés. La presunta candidatura del Frente Amplio a la Presidencia de la República, como era de esperarse, quedó en el vacío político; la primera reacción de Xóchitl Gálvez Ruiz ante la designación de un panista como candidato a Jefe del Gobierno de Ciudad de México mostró que no tiene ningún hilo político en las manos: “yo no participé”. S i n e m b a rg o , l a d i s p u t a electoral del 2024 giraba en torno a dos pivotes con funcionamiento simultáneo y correspondiente: la candidatura presidencial y la Jefatura capitalina de Gobierno. El lanzamiento del panista
Santiago Taboada como candidato aliancista para el Palacio del Virreinato de Ciudad de México, desarticuló cualquier tipo de acuerdo político entre las tres fuerzas coalicionistas: el PRI sacrificó a Adrián Rubalcaba, y el PRD, como el pariente pobre de la coalición, nunca fue tomado en cuenta porque en Ciudad de México representa 1% de votos y sólo sobrevive por ir en el furgón de cola de la alianza PRI-PAN. Los mensajes de este fin de semana sobre las candidaturas del Frente Amplio confirman la tendencia de las encuestas: los tres partidos opositores están luchando por posiciones de poder para sus élites, sin que ninguno de los tres presente evidencias de trabajo político en sus respectivas bases electorales -que no existen-. Y la candidata presidencial aliancista ha sido abandonada a su suerte y ya ni siquiera su promotor Claudio X. González la toma en cuenta. Las elecciones del 2024 se perfilaban como una disputa real de bloques de poder; con todo y sus contradicciones, Morena desarticuló la amenaza de Marcelo Ebrard Casaubón y lo redujo a su mínima expresión, con indicios de que no irá a posiciones legislativas, ni él ni su grupo, porque Morena requerirá de sólidas bancadas legislativas para la agenda de reformas estructurales que han comenzado a plantearse. El PRI ha dejado de ser no solamente una amenaza, sino que ya no significa siquiera una posición de poder: el presidente López Obrador ha ido desgranando al grupo central
priista y el presidente partidista Alejandro Moreno Cárdenas se ha encargado de ir adelgazando aún más, cada día más, el partido con las pocas figuras de élite de que le quedaban, con el dato significativo de que el grupo Murat -uno de los bloques priistas marcado por la corrupción- anunció la salida del partido del exgobernador Alejandro Murat Hinojosa, quien operó la elección de Gobernador del año pasado para beneficiar al candidato de Morena, Salomón Jara. La estructura que le dio fortalecimiento y poder al PRI ya es inexistente: el sindicalismo de la CTM carece de liderazgo, significación y presencia y resta votos, en tanto que la CNC es una mafia de burócratas enquistados en las estructuras de los viejos sindicatos campesinos revolucionarios, y la CNOP perdió su presencia en las élites de profesionales metidos en la política. El PAN de Marko Cortés, como para significar su dimensión de nivel político, está dependiendo nada menos que de los expresidentes Vicente Fox Quesada -dedicado al negocio de la marihuana- y Felipe Calderón Hinojosa exiliado en España para eludir explicaciones sobre el fracaso de su política de seguridad, y sobre todo, para no asumir la corresponsabilidad de las acusaciones contra su secretario de Seguridad Pública, Genaro García Luna, encontrado culpable en tribunales de Estados Unidos de haber protegido y colaborado con el Cártel de Sinaloa del
“Chapo” Guzmán. El Frente Amplio y sus candidatos Gálvez Ruiz y Taboada carecen de una estructura estratégica en materia electoral y el PAN ha comenzado a ejercer el dominio en esa mini coalición en función de su capacidad organizativa y sus bases conservadoras, en tanto que el PRI no termina todavía despedirse de las figuras que le daban cohesión relativa y el PRD de Los Chuchos anda mendingando candidaturas que nunca le darán por su insignificancia. Política Para Dummies: la política es una guerra por el poder, no un acuerdo entre caballeros. El contenido de esta columna es responsabilidad exclusiva del columnista y no del periódico que la publica. car l o sr am i r ezh @ elindependiente.com.mx http://elindependiente.com.mx @carlosramirezh Canal YouTube: https: //youtube.com/@el_ independiente
Unidad y Desafío En su libro “Por qué fracasan los países. Los orígenes de la prosperidad y la pobreza”, los economistas Daron Acemoglu y James A. Robinson realizan una exploración profunda acerca de cómo las instituciones políticas y económicas moldean el destino de las naciones, influyendo en su éxito o fracaso, en términos de prosperidad y desarrollo. Ambos autores argumentan que las naciones prosperan cuando tienen instituciones inclusivas, que fomentan la participación de la población en la toma de decisiones políticas y económicas, asegurando un sistema justo y equitativo que permite a las personas perseguir sus intereses y aspiraciones. Lo anterior viene a colación debido a que este lunes 20 de noviembre inicia el proceso formal rumbo a la elección de 2024, en la que se renovarán la Presidencia de la República, el Poder Legislativo federal, nueve gubernaturas y congresos locales, así como los ayuntamientos de todo el país, en lo que será la elección más grande en la historia de México, y se prevé que sea también una de las más concurridas. Los últimos acontecimientos
Ricardo Monreal Ávila prefiguran que esta coyuntura se tejerá entre divisiones internas y la búsqueda incesante de unidad. La reciente renuncia al Partido Revolucionario Institucional (PRI) del exgobernador de Oaxaca, Alejandro Murat, y del alcalde de Cuajimalpa, Adrián Rubalcaba, que se suman a las de las y los senadores Claudia Ruiz Massieu, Nuvia Mayorga, Miguel Ángel Osorio Chong y Eruviel Ávila, y a la del exgobernador de Hidalgo, Omar Fayad, son una clara muestra de la división que existe al interior del instituto político. Igualmente, Víctor Hugo Lobo Román, diputado del Congreso de la Ciudad de México por el Partido de la Revolución Democrática (PRD), anunció su renuncia luego de más de dos décadas de militancia y, según sus propias palabras, junto con él se va el 65 por ciento de los liderazgos de esa organización en la capital del país. Estas salidas son claras señales del resquebrajamiento y la falta de acuerdos, que se están convirtiendo
en una constante en los partidos que integran el Frente Amplio por México, abanderado por Xóchitl Gálvez, en un momento especialmente importante de cara al proceso electoral de 2024. A su vez, Movimiento Ciudadano aún no termina de resolver su proceso interno de elección con el gobernador de Nuevo León, Samuel García, quien se perfila para ser su candidato, pero que todavía mantiene diferencias con el congreso local, lo cual no deja de generar cierta incertidumbre respecto a la manera en que se desarrollará su campaña. En contraparte, el bloque integrado por Morena y sus aliados ha mostrado amplia capacidad para resolver las diferencias internas y, sobre todo, para gestionarlas adecuadamente, dando paso con ello a la unidad, un elemento que será indispensable mantener de aquí a junio del año próximo. A partir de ahora, serán cuatro los elementos que deberán tomarse en cuenta para enfrentar con éxito el reto más importante de Morena:
1) estructura de defensa del voto, 2) estructura de movilización y promoción, 3) estructura de representación política en los seccionales y de representación electoral en los órganos electorales desde la casilla, y 4) unidad. No debemos olvidar que, más allá de ser una contienda electoral, los comicios de 2024 también representarán un voto de confianza para los avances y logros de la transformación liderada por el presidente Andrés Manuel López Obrador. Y en este crisol de decisiones la unidad se perfila como el pilar fundamental para sostener el curso y la continuidad de los cambios impulsados. Es momento de mantener la mirada fija en el futuro y recordar que la unidad no es únicamente un eslogan, también es el tejido vital que sostiene los cimientos de todo un movimiento. La elección de 2024 es, ante todo, una oportunidad para reafirmar la convicción y perseverancia en la ruta trazada; una senda que requiere unidad para continuar avanzando en la construcción de un México más próspero, equitativo y justo. Sun