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AÑO NO. 36 • EDICIÓN 11146
Episcopado rehúsa hablar sobre salud Cardenal; declina hacia Arzobispado de Santo Domingo (P3)
MIERCOLES 08
TOGA
(P/11)
Excluye a Pimentel Kareh y a Florencio actos corrupción en el caso de la OISOE
NACIONALES (P/6)
En Pedernales su gente languidece hambre y miseria por cierre negocios
DE JUNIO DE 2016 / SANTO DOMINGO, REPÚBLICA DOMINICANA
DE ENTRADA (P/2)
DM prohíbe nuevos nombramientos en nómina Estado; para personal contratado
NACIONALES (P/4)
JCE afirma que irregularidades se detectaron no alteran comicios
Gobierno lamenta aumento de la delincuencia; preocupan hechos (P/10)
Manifestaciones violentas en Haití por invalidación de comicios PUERTO PRÍNCIPE (HAITÍ).- Manifestantes protestaron ayer en la capital haitiana en reacción al comentario del presidente Privert que dice que el 40% de los votantes de las pasadas elecciones son desconocidos y por lo tanto son “zombies votantes”. Centenares de seguidores del Partido Haitiano Tet Kale (PHTK) tomaron las calles de Puerto Príncipe y protagonizaron actos violentos en protesta por la decisión del Consejo Electoral Provisional (CEP) de anular las elecciones presidenciales de octubre de 2015. PÁGINA 20.
editorial Pedir lo imposible Se ha dicho que nadie está obligado a lo imposible. Y esta expresión está relacionada con la capacidad de poder hacer algunas cosas. Haití ha estado viviendo una larga crisis interna que no le ha dejado avanzar en ningún sentido. Bien por sus circunstancias históricas como por la incapacidad de su liderazgo político y empresarial no ha podido encontrar el camino de la democracia. Esa nación sólo ha podido ser conducida con la fuerza y así está aún. Antes por el ejército haitiano y ahora con una fuerza extranjera bajo el mando de las Naciones Unidas, aunque con la determinación de los Estados Unidos. Con el propósito de resolver la crisis electoral han terminado anulando la primera vuelta y tienen pautados unos nuevos comicios para el mes de octubre de este año. Es probable que no sea más que una fórmula de prolongar la crisis en Haití, y sin una solución. Nos parece más razonable si en la situación de ocupación que está esa nación no sería más aconsejable de que la propia Naciones Unidas, bien directamente o valiéndose de la Organización de Estados Americanos (OEA), se ocupe de organizar las próximas elecciones haitianas. Le dejarían instalado un sistema y operaría como un árbitro para las partes. Eso sería más razonable, y no pedirle lo imposible.