¿Te imaginas un lugar sin niños? o, lo que es peor, ¿puedes siquiera sospechar cómo sería tu vida sin amigos, juguetes, dulces, chocolates, globos, pasteles de cumpleaños o piñatas? Pues Leobardo, el personaje de esta historia, vive en Cerro Viejo, un pueblo donde nunca se escucha la risa de un niño. Un día el aburrimiento y la corriente del río lo llevan a Tierra Dulce, un sitio en el que lo que sobra son niños y donde aprende a jugar a las canicas, a treparse a los árboles, a meter goles, a cantar, a bailar… a reír. Pero el sueño no dura mucho. ¿Quién ha sido capaz de romperlo? ¿Que harán Leobardo y sus amigos para recuperar el paraíso perdido?