Cúpula. Martes 09 de diciembre de 2025

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Armando Colina.

Figura del arte mexicano

ANGEL MIERES ZIMMERMANN PRESIDENTE DEL CONSEJO DE ADMINISTRACIÓN

MARÍA CRISTINA MIERES ZIMMERMANN

VICEPRESIDENTA DE DESARROLLO CULTURAL Y SOCIAL

ANTONIO

HOLGUIN ACOSTA

VICEPRESIDENTE DE RELACIONES INSTITUCIONALES

FRANCO

CARREÑO OSORIO

DIRECTOR GENERAL

ALFREDO GONZÁLEZ CASTRO DIRECTOR EDITORIAL

ANDREA MERLOS LÓPEZ DIRECTORA HERALDO TELEVISIÓN andrea@elheraldodemexico.com

ADRIÁN LARIS CASAS DIRECTOR HERALDO RADIO adrian.laris@elheraldodemexico.com

JUAN CARLOS CELAYETA DIR. COMERCIAL Y RELACIONES INSTITUCIONALES juan@elheraldodemexico.com

ADRIÁN PALMA ARVIZU DIRECTOR CREATIVO adrian@elheraldodemexico.com

ARMANDO KASSIAN DIRECTOR DIGITAL armando.kassian@elheraldodemexico.com

RAFAELA KASSIAN MIERES DIRECTORA SOFT NEWS / GASTROLAB

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RAYMUNDO SÁNCHEZ PATLÁN SUBDIRECTOR EDITORIAL raymundo@elheraldodemexico.com

IVÁN RAMÍREZ VILLATORO EDITOR EN JEFE ivan@elheraldodemexico.com

GUILLERMO SILVA AGUILAR DIRECTOR JURÍDICO jose.silva@elheraldodemexico.com

ALIDA PIÑÓN EDITORA ARTES Y CÚPULA / LUIS CARLOS SÁNCHEZ

COEDITOR ARTES Y CÚPULA / FRANCISCO NIETO BALBINO EDITOR

PAÍS / CDMX / ALBERTO MORALES

MENDOZA EDITOR EDOMEX / EDOS /JOSÉ CARREÑO FIGUERAS EDITOR

ORBE / EMILIO PINERES ROJAS

EDITOR META / NAYELY RAMÍREZ

MAYA EDITORA ESCENA / AILEDD

MENDUET HUERTA EDITORA

PANORAMA / DANIELA ZAMBRANO

CADENA EDITORA MENTE MUJER / EVELYN CASTRO EDITORA

GASTROLAB / DOMINGO ÁLVAREZ

HERRERÍAS EDITOR ESCAPADA H EL HERALDO DE MÉXICO Nueva Era, Año 9, Número 3098, martes 9 de diciembre de 2025. Es una publicación DIARIA (lunes a domingo) de Circulación Pagada y Controlada, editada y publicada por OPERADORA Y ADMINISTRADORA DE

INFORMACIÓN Y EDITORIAL SA de CV, Avenida Insurgentes Sur 1271, Piso 2, Oficina 202, Colonia Extremadura Insurgentes, Alcaldía Benito Juárez, CP 03740. Editor Responsable; ALFREDO GONZÁLEZ CASTRO. Reserva de Derechos al Uso Exclusivo: 04-2009-060419022100-101 Certificado de Licitud de Titulo y Contenido: 16,921. Actualización del Registro en el Padrón Nacional de Medios Impresos de la Secretaría de Gobernación: 2 de octubre de 2024. Impreso por: LA CRÓNICA DIARIA, SA DE CV Avenida Azcapotzalco La Villa 180, Colonia San Marcos, Alcaldía Azcapotzalco, Ciudad de México, CP 02020. Distribuidores: ARREDONDO E HIJOS DISTRIBUIDORA, SA de CV Iturbide

ARVIL ,

LA GALERÍA FUNDADA POR ARMANDO COLINA Y VÍCTOR ACUÑA HA TENDIDO UN PUENTE ENTRE EL

ARTE MEXICANO Y EL ÁMBITO INTERNACIONAL

Por Azaneth Cruz azaneth.cruz@elheraldodemexico.com

A UNA FORMA DE ENTENDER A MÉXICO

55 años de su fundación, la Galería Arvil se confirma como una de las instituciones culturales más influyentes del arte mexicano. Creada en 1969 por Armando Colina y Víctor Acuña, surgió como una librería boutique en la Zona Rosa y evolucionó hacia un espacio capaz de formar a coleccionistas, acompañar a artistas decisivos y articular exposiciones que ampliaron la presencia de México en el extranjero. Su aniversario permite revisar una trayectoria sostenida en criterios estéticos firmes, en el impulso a diversos creadores y en una continuidad de trabajo poco común en proyectos privados de esta naturaleza. En el marco de estas celebraciones, la galería impulsó a lo largo del año una serie de actividades que reafirman su vigencia: las muestras a Francisco Toledo en el Museo del Estanquillo, titulada Grabador de enigmas, con grabados y litografías realizadas durante décadas en colaboración con Arvil, cuyo libro de arte recoge testimonios que permiten reconstruir el ambiente inicial.; y Placas metálicas y obra gráfica en el Centro de las Artes de San Agustín en Oaxaca, donde se presentan las placas antiguas intervenidas por el artista como parte de una propuesta que celebra su historia y rinde homenaje al maestro juchiteco.

La historiadora Raquel Serur recuerda en Grabador de enigmas: “Entrar a la Librería Arvil fue para mí entrar al mundo”, destacando la atmósfera de música clásica, luz cálida y libros difíciles de encontrar. En el mismo conjunto de relatos, la especialista Irene Herner describe aquella librería como un punto intermedio entre gabinete de curiosidades y laboratorio

TOMAR EN CUENTA

MUDANZA

En 1976 se cambian a sus nuevas instalaciones en la cerrada de Hamburgo 9, en la Juárez.

ACRÓNIMO

El nombre de Arvil se debe a AR = Armando, VI = Víctor y L = librería, puesto que en un inicio así nacio.

ARRANQUE

Desde su inicio, presentaron obras de artistas que aportaban algún interés especial.

ANIVERSARIO. En Francisco Toledo. Grabador de enigmas reúnen grabados del artista y testimonios sobre Arvi. Foto: especial.

de pensamiento crítico, rasgo que explicaría la transición hacia la galería

La mirada que Colina y Acuña sostuvieron desde los primeros años fue crucial para su consolidación. En este sentido, Serur afirma que “el ojo educado de Armando vislumbró” la relevancia futura de Francisco Toledo, mientras que la galería promovió de manera temprana la exhibición internacional de Frida Kahlo y la necesidad de presentar obras de Leonora Carrington, Remedios Varo, Carlos Mérida y Diego Rivera desde perspectivas amplias.

El escritor Alberto Ruy Sánchez recuerda que en Arvil cada obra se colocaba de manera que integrara un relato mayor del arte mexicano del siglo XX, subrayando la coherencia curatorial que caracterizó al proyecto.

A lo largo de estas décadas, la galería ha organizado exposiciones de gran alcance: Imagen de México; las muestras internacionales dedicadas a Frida Kahlo; el homenaje nacional a Mérida; México: Esplendores de Treinta Siglos; la exposición europea Frida Kahlo et Diego Rivera; y la circulación prolongada de Zoología fantástica, de Toledo. También exhibió el mural La primavera, de José Clemente Orozco, y obras realizadas por David Alfaro Siqueiros durante su reclusión en Lecumberri, ampliando la visibilidad de piezas fundamentales del arte mexicano en diversos contextos.

La labor editorial ha sido otro eje de la galería. Publicó catálogos y libros dedicados a Toledo, Vlady, Kahlo, Rivera y los muralistas; volúmenes sobre surrealismo y arte moderno mexicano; y ediciones literarias ilustradas de autores como Tito Monterroso y Alaide Foppa. En este sentido, Serur retoma una idea de Walter Benjamin para explicar esta tarea y sostiene que Armando y Víctor “se volvieron adivinos del destino del arte en México” al contribuir a formar a los primeros coleccionistas del país, afinando miradas en un momento en que esa práctica apenas comenzaba a consolidarse. Los testimonios recuperados para el aniversario también evocan la vida cotidiana de

HISTORIA. La Galería Arvil fue fundada en mayo de 1969 por los señores Armando Colina y Víctor Acuña, ubicándose en la calle de Hamburgo 241. Foto: Galería Arvil.

la galería, donde personalidades de la cultura y el arte como el escritor Carlos Monsiváis encontraron un espacio de trabajo y confianza. En este sentido, Homero Aridjis define a Colina y Acuña como “guardianes amorosos del arte mexicano”, mientras que la gestora cultural Miriam Kaiser recuerda que Arvil apoyó a creadores cuando aún no eran reconocidos, consolidando trayectorias que después serían ampliamente valoradas.

Tras la muerte de Víctor Acuña en 2021, el proyecto ha mantenido continuidad bajo la guía de Armando Colina, quien sigue impulsando la presencia de artistas como Betsabeé Romero y

acompañando la proyección internacional de Flor Garduño, un acto que el curador Patrick Charpenel resume al momento de afirmar que “el legado de la Galería Arvil no es un pasado, es un músculo vivo que sigue organizando el presente del arte”.

Además, la labor de Colina sigue siendo reconocida a nivel institucional: el INBAL le dio un reconocimiento por su contribución al arte en México en 2024 y subrayó la relevancia histórica de Arvil, un punto de encuentro intelectual donde convergieron debates, proyectos y colaboraciones que marcaron momentos relevantes del arte en México.

DATOS CLAVE

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En 1963, Armando Colina y Anita Boyer fundaron la Librería Dalis (acrónimo de Discos, Arte y Libros), antecedente directo de la galería. En Dalis, Colina conoció a Francisco Toledo, iniciando una colaboración decisiva para el rumbo futuro de Arvil.

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En 1969, Colina y Víctor Acuña fundaron formalmente la Galería Arvil.

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La galería ha organizado más de mil exposiciones en México y el extranjero, llevando arte mexicano a Japón, Alemania, Francia, España y Estados Unidos.

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Arvil jugó un papel clave en la revaloración internacional de Frida Kahlo y en procesos de autenticación de obras.

ANÓNIMO ERA UNA MUJER LA

MELISSA MORENO CABRERA

@melissototota

IRENE PUJADAS ESCRIBE DESDE LO EXTRAÑO Y LO ABSURDO, SIN ORDENAR LA EXPERIENCIA NI VOLVERLA CÓMODA

La autora catalana Irene Pujadas se ha convertido en una de las más comentadas de su generación por una escritura que incomoda, pero sin buscar el escándalo. Formada en guion y con experiencia en series, publicó en 2021 el libro de cuentos Los desperfectos (H&O Editorial), con el que ganó el Premio Documenta y el Ciutat de Barcelona. En 2024, el relato que abre ese volumen fue traducido al inglés y publicado en The New Yorker, reconocimiento poco habitual para una autora joven en español.

Más allá de los premios, la escritura de Pujadas se distingue por una decisión clara: no ordenar la experiencia ni volverla cómoda para el lector. En sus textos, lo extraño no se explica ni se suaviza. La incomodidad es simplemente la forma en que se cuenta.

LA NOVELA SE PRESENTA EL 11 DE DICEIMBRE EN LA LIBRERÍA POLILLA, A LAS 19 HORAS

La crítica describió su primera novela como “cómicamente perturbadora” y señaló su mezcla de humor, absurdo y fantasía. También subrayó que se aleja de la introspección psicológica tradicional. El llamado “viaje interior” no funciona aquí como proceso de sanación o autoconocimiento, sino como experiencia literal y desestabilizadora. Esta forma de narrar resulta significativa en un momento en el que a las mujeres se les sigue pidiendo claridad emocional, explicaciones constantes y relatos con aprendizaje incluido. Frente a esa expectativa, Pujadas elige no explicar el malestar ni convertirlo en lección. La experiencia se queda ahí, sin traducirse del todo. Su prosa es clara y sin excesos, y la tensión aparece en lo que no se explica. Esta forma de escribir recuerda algo sencillo: no todo lo que se vive necesita ser entendido para tener valor. Pujadas forma parte de una generación que explora otras formas de narrar la experiencia sin volverla lección ni refugio. A través del humor, el absurdo y lo extraño, cuestiona los modelos habituales del relato íntimo y se sostiene en aquello que no termina de explicarse. Esa manera de narrar se despliega en su primera novela, La intrusa (Almadía, 2025).

CINCO DÉCADAS DE TRABAJO SOSTIENEN LA VOZ DE ARMANDO COLINA, QUIEN RELATA SU VIDA ENTRE EXPOSICIONES ARRIESGADAS, AMISTADES ARTÍSTICAS Y DECISIONES QUE MARCARON EL ARTE MEXICANO

Por Alida Piñón alida.pinon@elheraldodemexico.com

Hago exposiciones por todos lados. No he parado desde entonces. Llevo 75 años haciendo esto. No pienso en el retiro, mi interés es seguir trabajando.

Armando Colina

Armando Colina ha asumido tareas que marcaron momentos decisivos para la preservación de obras y archivos: desprender un fresco de José Clemente Orozco para evitar su deterioro, rescatar un retrato de Frida Kahlo guardado durante décadas, ordenar materiales dispersos, recuperar colecciones en riesgo y sostener proyectos curatoriales en el extranjero cuando las instituciones todavía no definían su apoyo. Esas acciones delinearon una trayectoria impulsada por urgencias concretas y por la certeza de que la cultura requiere intervenciones directas antes de que algo se pierda. Él, junto con Víctor Acuña –ambos fundadores de la Galería Arvil–, contribuyó al fortalecimiento y proyección del arte mexicano.

La trayectoria de Arvil comenzó en mayo de 1969, cuando Colina y Víctor Acuña —fallecido en 2021— abrieron en Hamburgo 241 una librería especializada en libros de arte y discos de música culta, de cuyo nombre surgió AR por Armando, VI por Víctor y L por librería. Al fondo habilitaron un pequeño espacio de exhibición donde mostraron 50 obras desconocidas del Dr. Atl y 75 dibujos a color de Francisco Toledo.

En 1971 ocuparon el segundo piso y presentaron La primavera, de José Clemente Orozco, que amplió la presencia de artistas jóvenes sin abandonar la labor de librería. En 1976 se trasladaron a la cerrada de Hamburgo 9 e inauguraron con una exposición de Enrique Guzmán; en 1980 ampliaron el espacio en el número 7 y fundaron Arvil Gráfica, dedicada a la obra gráfica original contemporánea.

Desde su apertura, la galería ha organizado, participado y coordinado más de mil actividades en México, la República y el extranjero, con un enfoque constante en el arte mexicano contemporáneo.

AMORES.

La amplia biblioteca del galerista es rica en intereses.

Foto: Alfredo Pelcastre.

Su encuentro con Toledo definió un camino: “Un día entró un joven de guaraches. Luego un amigo me llevó unas obras en papel y me deslumbraron. Me mandó decir que hacía retratos si le daba libros de arte. Fui al edificio viejo donde vivía. El pintor era el de los guaraches. Me hizo tres retratos. Uno no le gustó y lo rompió. Ahí le tomé respeto para siempre. Fui su amigo hasta su muerte”, cuenta Colina en entrevista. Desde entonces compartieron proyectos, ediciones y exhibiciones que consolidaron una relación definitiva.

El trabajo del galerista no surgió en la academia. La formación autodidacta de Colina aparece como una fuerza constante: “Me quedé huérfano de padre a los 16. Entré a trabajar frente a Bellas Artes. Había revistas, libros, discos. Antes de entrar a trabajar tomaba

EL ARTE DE HACER COSAS

EXTRAORDINARIAS

• Alida Piñón ¦

Aniversarios

clases de francés, inglés, alemán; hasta ruso traté de aprender. Eso me marcó para siempre”. Esa experiencia orientó decisiones que ninguna galería comercial habría asumido.

Por ejemplo, la relación con archivos fue decisiva. “Trabajé dos años el archivo de Carlos Mérida. Eran cajas amarradas con mecate. Hice el orden. Él estaba vivo y pude documentar fotos”. Esa misma disciplina permitió reconstruir materiales ligados a Lola Álvarez Bravo y Dolores Olmedo.

Las colaboraciones con Francisco Toledo continuaron durante décadas y se extendieron a proyectos donde también participó Carlos Monsiváis. Colina recuerda que uno de esos trabajos fue el libro del cronista, El nuevo catecismo para indios remisos: “Conseguimos unas placas antiguas de capillas populares del siglo XVIII y XIX; estaban obstinadas, las mandamos limpiar y las imprimimos para ver su estado. Se las mostramos a Toledo y dijo: ‘Yo intervengo esto’. Escogió un grupo y lo trabajó. Fue un éxito”. Al concluir el proceso, Colina decidió donar las placas originales, como hizo en otras ocasiones con materiales que rescató o reconstruyó.

Entre esas gestiones que Colina describe como “cosas extraordinarias” estuvo la exposición internacional más grande y compleja que organizó, integrada por obras de museos mexicanos y colecciones privadas, y presentada en Europa y Estados Unidos, resultado de una gestión cultural casi imposible sin su intervención. “Llegó una alemana espectacular y me dijo: ‘Mi amiga Helena Escobedo me dijo que usted es el único que puede ayudarme. Tengo todo el dinero necesario’. Nunca había oído esa frase”.

Colina contactó a una persona para que la recibiera y articularan el proyecto con museos y autoridades culturales. Las reuniones resultaron difíciles. “Hicieron una junta. Ella terminó llorando: ‘Lo único que quiero es una exposición de arte mexicano y tengo todo el dinero necesario’”. Pese a las resistencias, la exposición se llevó a cabo y recorrió Frankfurt, Viena y Dallas. “Yo ya estaba harto. Dos años de esta pesadilla. Pero luego me dijeron: ‘Le interesa a México’. Y se hizo aquí”.

Con Frida Kahlo los procesos también fueron determinantes. “Cuando empecé a trabajar con Frida, le dije a Dolores Olmedo: ‘Présteme el retrato’. No quiso”. Ese retrato —el primero que Frida pintó y que había sido un regalo para su novio de entonces— reapareció décadas después. “Años después me llama Enrique García Florentín, el sobrino: ‘Hermano, ¿estás sentado? Encontré el retrato que le hizo Frida a mi tío’. Estaba envuelto en un periódico en un ropero. Nadie lo había visto. Lo mostramos para festejar los 25 años de Arvil. En ese momento aún no era el boom que vino después”, cuenta. El fresco de Orozco fue otro rescate singular. “Orozco le pintó una pared al doctor que nunca le cobraba consulta. Cuando murió, la casa tenía un mural, lo mandé a desprender. Hay un sistema para eso, se desprende la capa frontal y se monta en tela. ¿Quién me iba a comprar una pared? Pero fue un suceso”. Los proyectos actuales mantienen la misma lógica: “Enrique Guzmán está medio olvidado. Quiero mostrar su calidad”. También prepara un homenaje a José Vázquez y una muestra del fresco y los dibujos de O’Gorman. “Son 125 dibujos del mural de 25 metros. ¿Qué voy a vender? Esa es la locura de la cultura. Por eso le llamo Ministerio Privado de la Cultura”, cierra.

EXTRAORDINARIAS

• Betsabeé Romero ¦ Aniversarios

ESTAMPAS DE UNA

UNA GRAN LABOR

ENTRE OBRAS

LA ARTISTA BETSABEÉ ROMERO REÚNE ESCENAS QUE ILUMINAN LA LABOR DE ARMANDO COLINA EN LA CONSERVACIÓN, ORGANIZACIÓN Y CIRCULACIÓN DE OBRAS Y ARCHIVOS FUNDAMENTALES DEL ARTE MEXICANO

AMISTAD. Armando Colina y Betsabeé Romero. Foto: cortesía de la artista.

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Armando Colina ordenó meticulosamente el archivo de Carlos Mérida para consolidar una base rigurosa de estudio hoy.

Galería Arvil impulsó la

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Por Betsabeé Romero artista plástica cupula@elheraldodemexico.

A mi amigo Armando, por todo lo que significa en este país

Armando Colina, la Galería Arvil y la enorme importancia de su labor en más de medio siglo en la historia del arte mexicano son más que tema de una tesis; no puedo resumirlo tan fácilmente, por lo que preferí seleccionar algunas anécdotas que me parecen significativas. Para empezar, y dado que esto tiene relevancia periodística, iniciaré por la relación que tuvo Arvil con la obra de Frida Kahlo, justo ahora que acaba de romper el récord de precio en la última subasta de Sotheby’s en Nueva York con su obra El sueño (La cama), que se vendió en 54.7 millones de dólares. Se convirtió en la pintura más cara vendida de una mujer artista en la historia y marcó el precio más alto alcanzado por un latinoamericano. Hoy parece que el valor y lugar de Frida Kahlo en el mercado han sido así siempre, pero no es así: hace apenas 30 años el boom estaba por

Recuperar la historia de Armando Colina y de Arvil es una asignatura pendiente, una tarea académica urgente y justa para él en vida y para el arte.

Betsabeé Romero

gráfica mexicana con proyectos que fortalecieron difusión artística actual en México más.

El libro Francisco Toledo. Grabador de enigmas muestra la cercanía de Arvil con figuras centrales del arte mexicano.

Colina impulsó la obra de la pintora mexicana Frida Kahlo desde Arvil cuando aún no tenía el valor actual en el mercado.

Los galeristas también impulsaron contudentemente a artistas como Leonora Carrington, Alice Rahon y Remedios Varo. 3 4 5

FIGURA. El fundador de Galería Arvil en su casa, en la Ciudad de México. Foto: Alfredo Pelcastre

estallar. Arvil cumplía 25 años y uno de sus festejos fue la exposición Cinco Mujeres: Leonora Carrington, María Izquierdo, Frida Kahlo, Alice Rahon y Remedios Varo. Hoy sería un éxito asegurado en cualquier gran museo internacional, pero entonces ellas formaban parte de un mercado secundario, sin la relevancia actual. Podían encontrarse en galerías que ya no existen o desaparecieron, como la Galería Diana, donde Armando contó que se expuso por primera vez a Remedios Varo. En esa época fue a ver una obra que le ofrecían, pero no le gustó. A la salida le llamó la atención un cuadro recargado en el piso, viendo hacia la pared; por impulso lo volteó: era Sol y vida de Kahlo, lo adquirió inmediatamente. Por sus manos pasaron varias obras de Frida que tuvo que vender y de lo cual, desde luego, se arrepiente; pero las que conserva han participado y siguen participando en múltiples proyectos en grandes museos del mundo. Su permanencia en colecciones y diálogos curatoriales las ha llevado a viajar constantemente, y forman parte de muestras y catálogos importantes. Por eso, no pueden ponerse a la venta tan fácilmente ni a cualquier precio. Hay tantas historias de las que Armando es y fue protagonista, que el libro Francisco Toledo. Grabador de enigmas —que él mismo está presentando a sus 90 años en diversas ferias y foros, como la FIL Guadalajara, con motivo de los 55 años de la Galería Arvil— es una oportunidad para empezar a conocerlas.

Entre esas anécdotas, retomo una que ejemplifica su relación con los artistas que apoyó, como el maestro Carlos Mérida. Siempre les había gustado su obra, pero sentían que no se le daba el cuidado y relevancia que merecía. Buscaron a su hija, la bailarina Ana Mérida, quien los invitó a conocerlo. Con la elegancia y galantería habituales, los tres fueron a comer. Armando y Víctor no sentían que Arvil pudiera ofrecerle una plataforma exclusiva de promoción (no sé por qué), y desde esa percepción que a mi gusto era inmerecida, prefirieron invitarlo a producir una carpeta gráfica desde su proyecto Arvil Gráfica, iniciativa fundamental para la producción y dignificación de la gráfica en México. Mérida aceptó y confesó que había publicado un álbum inspirado en el Popol Vuh en los años 40, y que le gustaba la idea de crear otra versión titulada Un canto al libro sagrado Esa carpeta se convirtió en un proyecto de largo aliento que implicó producción, inmersión en su vida y, sobre todo, cuidado de su obra. Esa comida fue el inicio de una larga y fructífera amistad. Una relación que duró hasta el final de la vida del artista y más allá, pues el cuidado y la promoción de su obra han continuado. Lo más importante para Arvil, citando a Armando, fue “estudiar y promover la obra que, en el caso de Mérida, fue pionera en muchos sentidos”. Para confirmarlo, Armando dedicó dos años de trabajo, visitando su estudio cada jueves a las 11:00 para revisar y poner orden en sus archivos. Todo estaba en cajas de cartón amarradas con mecates, en un enorme desorden. Armando identificó y registró fotos y documentos, organizó los múltiples catálogos para facilitar su estudio.

Después de tres horas de trabajo, a las 14 horas de cada jueves, llegaba Víctor para sumarse y luego se iban a comer al restaurante La Pérgola de Insurgentes, uno de los icónicos de la zona sur, donde se gestó este episodio fundamental para la obra de Mérida. El valioso archivo que lograron organizar ahora forma parte de la colección documental del MUNAL, ya que Armando lo donó a través del INBA.

Arvil también conmemoró el 91 aniversario de Mérida reuniendo toda su obra gráfica para una muestra itinerante en Bellas Artes, el entonces Museo de Monterrey, y posteriormente en Nueva York y Washington, acompañada de un catálogo. Asimismo, organizó una exposición del maestro para acompañar la visita oficial de Carlos Salinas a Guatemala y, más recientemente, fue el origen de la exhibición que celebró los 100 años de la llegada de Mérida a México en 2019.

Esta historia habla del trabajo de investigación que Armando hizo con cariño y generosidad hacia la historia del arte y la obra de Carlos Mérida. Un trabajo que iba más allá del interés comercial de una galería, porque lo que se construyó en largas conversaciones y sobremesas fue, ante todo, una entrañable amistad. Hoy, recuperar la historia de Armando Colina y de Arvil es una asignatura pendiente, una tarea académica urgente y justa para él en vida, pero sobre todo para la historia del arte moderno y contemporáneo mexicano. La manera en que reunió, ordenó y donó el archivo de Mérida es una lección sobre cómo amar, recuperar, proteger y cuidar a los grandes protagonistas del circuito artístico. Como él.

EL TIEMPO DE LAS LETRAS

@ivana_von_retteg

LOS DESCUBRIMIENTOS GEOGRÁFICOS DE LOS SIGLOS XV Y XVI PERMITIERON EXTENDER LA VISIÓN Y AMPLIFICAR LA IDEA SOBRE EL PLANETA

Hace mucho tiempo el ser humano caminaba por tierra y navegaba en los mares temeroso de sus propios mapas. En los márgenes se dibujaban criaturas imposibles, serpientes que devoraban barcos enteros y advertencias medievales que decían hic sunt dracones. La cartografía era más un reflejo de las ansiedades colectivas que un registro fiel de la realidad. El mundo, reducido a un puñado de reinos y rutas costeras, parecía un escenario cerrado. Y, sin embargo, algo en la imaginación humana seguía empujando hacia el horizonte; la sospecha íntima de que la Tierra no terminaba donde lo hacía la tinta.

ELCANO DIO AL MUNDO SU PRIMERA EVIDENCIA TANGIBLE: PODÍA RODEARSE

Los descubrimientos geográficos de los siglos XV y XVI no surgieron de un instante milagroso, sino de una acumulación de avances discretos. La brújula china, reinterpretada por navegantes árabes y luego perfeccionada en Europa, abrió la posibilidad de orientarse incluso cuando el cielo se ocultaba. El astrolabio permitió leer en las estrellas la latitud de un barco. Y las carabelas, esas criaturas ligeras y resistentes, hicieron posible la navegación atlántica, algo que durante siglos se consideró imprudente, casi suicida. Aun así, lo técnico no basta para explicar lo emocional. Colón zarpó con más convicción que certeza, empujado por una mezcla de cálculo e intuición. Magallanes persiguió un estrecho inexistente hasta que lo encontró. Elcano dio al mundo su primera evidencia tangible: la Tierra era, sin discusión, una esfera que podía rodearse. Este gesto cambió la manera en que la humanidad se pensó a sí misma. Ya no fuimos habitantes de orillas sino ciudadanos de una esfera compartida, donde cada punto estaba conectado con todos los demás. Europa amplió sus límites, las rutas comerciales se multiplicaron, y los continentes comenzaron a dialogar, a veces en encuentros luminosos, muchas otras en guerras, conquistas y heridas que todavía siguen sangrando. Más allá de las consecuencias políticas y económicas, lo que nació fue una nueva forma de mirar. El mundo dejó de ser un territorio dividido para convertirse en un escenario global. El globo terráqueo sintetizó visualmente la nueva verdad: vivimos en una esfera finita, conectada y rotunda.

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