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Lectura Política Noé Mondragón Norato Alternancia obligada en la UAGro
Como la Ley está bajo resguardo de un pequeño y literal grupo de “secuestradores” de la UAGro, su respeto y aplicación es mera falacia. Ello explica el abierto proselitismo anticipado del exrector Javier Saldaña Almazán, quien ya saborea las mieles de su tercer periodo como rector.
Pero del plato a la boca, se cae la sopa. Hasta hoy, nadie le había reclamado nada. Sin embargo, al fin hubo una voz que lo increpó. Y fue la docente y exaspirante a la alcaldía de Chilpancingo por el Morena, Silvia Alemán Mundo. La misma a quien ese grupo sectario de universitarios afines a Saldaña, le cerró la puerta cuando quiso inscribirse a la competencia por la rectoría en el 2017, pese a cumplir con todos los requisitos de la convocatoria.
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Pero la consigna era que Saldaña compitiera en soledad. Contra sí mismo. Y para abonar el escenario contaba con los apoyos de “su amigo y aliado” el priista Héctor Astudillo, quien gobernaba en ese entonces. También de su protector e impulsor político, Manuel Añorve quien era diputado federal.
Pero los vientos del cambio parecen soplar de forma distinta rumbo a la elección de septiembre próximo. Basta con rastrear las pistas.
SALDAÑA: ACOMODATICIO. –El exrector reelecto en una ocasión, apela a cuando menos cuatro cosas para seguir perpetuándose en la rectoría de la UAGro: la obediencia ciega y convenenciera de funcionarios y directivos acomodaticios que van a seguir siendo inamovibles en las carteras que hoy desempeñan; el maiceo y prerrogativas sistemáticas a favor de los exrectores que lo respaldan y que también prevalecerán intactos; el control de la base estudiantil a través de amenazas soterradas sobre los resultados de sus evaluaciones; y el apoyo político externo de ciertos actores. Basta con ubicar contextos:
1.- A Javier Saldaña “lo invitan” a sus eventos aquellos directores aliados diseminados en varias Facultades. Pero esta vez algo falló en la logística disciplinada y obediente. Ocurrió en el aniversario de la Facultad de Filosofía y Letras. Ahí, la docente Silvia Alemán, acorralada por la mayoría de los corifeos de Saldaña que intentaron apagar su voz, alcanzó a gritar varias veces: “¡Fuera cacique!” Para alguien que no conoce de oposicionesal interior de la Universidad, fue una afrenta. Un agravio político que, seguramente y como en la cultura del más viejo PRI redivivo en la UAGro, tendrá sus represalias. O sus efectos positivos para una oposición que no se anima a crecer. Y acelerará por otro lado, los resortes de esa mafia que no aspira a soltar el poder, para diseñar un previsible proceso electoral fraudulento, manipulado y controlado por el actual rector Alfredo Romero Olea, a través del sometido Consejo Universitario. Como sea, lo que ocurrió en la Facultad de Filosofía marca el indicio claro de que esta vez, Saldaña Almazán no camina en literal Caballo de Hacienda como lo hizo en el pasado priista.
2.- Del apoyo político externo dependerá en gran medida, que Saldaña Almazán le ponga candados a todas las puertas de la reglamentación electoral de la UAGro, para volver a “competir” sin que nadie le haga sombra. Pero es claro que los controles corporativos también se agotan. El ejemplo más claro de ello lo acaba de confirmar el sindicato académico que convocó a una marcha para exigir al gobierno del estado, el pago de un bono de diez días. En los hechos, la primera instancia a quien los miembros del STAUAG debían presionar con su movilización era al rector en turno, pues es su patrón con quien firman y modifican cada dos años el Contrato Colectivo de Trabajo. Pero huraño y temeroso, el rector Alfredo Romero Olea, puso a marchar a unos pocos académicos —lo cual refrenda la poca credibilidad y poder de convocatoria que tienen los dirigentes sindicales— reconociendo su propia ineficacia y tacto como gestor de esos recursos ante la gobernadora. Y en los hechos así será con Saldaña, si llega de nuevo como rector: utilizar a la poca base laboral leal, para presionar al gobierno estatal. Y por eso mismo el senador Toro se encuentra en un dilema: o avala que las inercias y los continuismos sigan inflexibles en la UAGro. O estimula a la oposición para que ponga fin a esa mafia. Porque de alternancias obligadas se construye y fortalece la democracia.
HOJEADAS DE PÁGINAS…Si el jurado de Nueva York encuentra culpable de todos los cargos que se le imputan a Genaro García Luna, exsecretario de Seguridad Pública en el sexenio del panista Felipe Calderón Hinojosa, la pregunta obligada es ¿cuál sería entonces la responsabilidad de este último? ¿Acaso también será requerido por ese mismo tribunal para que explique las relaciones de entendimientos y sobornos millonarios de su exfuncionario con el Cártel de Sinaloa del Chapo Guzmán? ¿Cómo y de qué manera esas complicidades inconfesables terminaron beneficiando al expresidente del país? Sin duda, habrá investigaciones pendientes que incendiarían praderas completas.