El Creacionista #38

Page 1

EL CREACIONISTA

Artes, Cultura y Literatura DICIEMBRE 2021

ISSN: 2683-2283

OPEN YOUR EYES POESÍA NARRATIVA COLUMNA FILOSOFÍA CULTURA


EL CREACIONISTA, año 3. No. 38, Diciembre 2021, es una publicación electrónica mensual, editada por Alma A. C. Carbajal Guzmán, calle 42 Poniente. Tel. (222) 9455332, Puebla, Puebla, México, https://issuu.com/elcreacionistarevista/docs/el_cr eacionista, elcreacionista_@hotmail.com. Editor responsable: Alma A. C. Carbajal Guzmán. Reserva de Derechos: En trámite. ISSN: 26832283. Autor. Responsable de la última actualización de este Número, EL CREACIONISTA, Alma A. C. Carbajal Guzmán. Fecha de última modificación, 3 Diciembre 2020. El contenido y las opiniones expresadas por los autores no necesariamente reflejan la postura del editor de la publicación, citando invariablemente la fuente sin alteración del contenido y dando los créditos autorales. El propósito de esta publicación es contribuir a la divulgación efectiva de las nuevas incursiones de la literatura y escritores contemporáneos de México y de otros países de habla hispana. Queda prohibida la reproducción total o parcial de los contenidos o imágenes de la publicación sin previa autorización del autor y editora Alma A. C. Carbajal Guzmán.


Las opiniones expresadas por los autores no necesariamente reflejan la postura del editor de la publicación. Queda estrictamente prohibida la reproducción total o parcial de los contenidos e imágenes de la publicación sin previa autorización de El Creacionista. Al igual que licenciado bajo una Creative Commons Atribución-NoComercial-CompartirIgual 4.0 Internacional que permite a otros compartir el trabajo con un reconocimiento de la autoría. Portada: "LA IRA DE METEORO". (óleo/tela 180 x 140 cms). (© Carlos Cortés ). 2015.


Si buscas compartir de forma literaria o artística puedes mandarnos un correo y estaremos gustosos de sumar tu trabajo a nuestra versión digital, así como en nuestro sitio web Ante todo queremos que artistas e inquietos literarios, busquen crear, imaginar y que se dejen llevar por todo aquello que las letras pueden ofrecer. El Creacionista extiende esta invitación a todas las artes. Si buscan otro espacio para darse a conocer y compartir información no dejen de escribirnos a: elcreacionista_@hotmail.com No aparentes, tienes mucho por escribir. Coordinador Editorial Responsable: Alma A.C. Carbajal Guzmán


CONTENIDO Nota del Editor

7

LOS ÚLTIMOS DÍAS DEL AÑO SE ESCRIBEN CON PESAR, ALEGRÍA, A VECES CON ALGO DE NOSTALGIA; LAS PALABRAS NO ALCANZARÁN PARA REMITIRNOS A LOS PRÓXIMOS EPISODIOS, DONDE EL DRAMA DE LA VIDA HUMANA SE CONDENSA EN INSTANTES.

Adán Echeverría LA SENSACIÓN DEL OTRO HASTA EL DESDOBLAMIENTO EN ALGUNOS CUENTISTAS

Lorena Avelar

PUNTO ESCARLATA: DICIEMBRE

Alfredo Jiménez

LOS ESTORNINOS

.

8 22 24


César Romero

CONVERSACIÓN CON LA SANTA

Ronnie Camacho Barrón

28 32

ANGIE

Estephani Granda Lamadrid

41

POR ESO NO ES IMPORTANTE DECIR TU NOMBRE

Juan Carlos Pérez Castro

DEVENIR ESPERANZA

.

.

45


DEL EDITOR Los últimos días del año se escriben con pesar, alegría, a veces con algo de nostalgia; las palabras no alcanzarán para remitirnos a los próximos episodios, donde el drama de la vida humana se condensa en instantes. El tiempo parece jugar una apuesta, donde nunca tenemos un diálogo lineal,

cambiamos,

robamos

cámara,

el

libreto

se

destruye

para

recapitular lo poco que queda de la existencia. Suponemos que la última campanada, dará inicio al canto nuevo, le dará brío a la esperanza que creíamos casi rota, extinta; con fe lanzamos la vida segundo a segundo, como una moneda donde el azar nos redirige a veces por imperiosas sendas o inusuales caminos; tomamos la letra y la convertimos en poesía novelada; el encanto de la emoción silenciosa que como autores no podemos oír, sólo la intuición y el esbozo de una sonrisa, nos marcan la pauta de (la escritura) una buena labor.

ALMA A. C. CARBAJAL GUZMÁN


LA SENSACIÓN DEL OTRO HASTA EL DESDOBLAMIENTO EN ALGUNOS CUENTISTAS ESCRITO POR: ADÁN ECHEVERRÍA

…y siempre recuerda que tú eres el otro para los demás Para Jorge Luis Borges (1899-1986), Juan Carlos Onetti (1909-1994), Julio Cortázar (1914-1984) y Julio Ramón Ribeyro (1929–1994), la idea de construir en sus cuentos a “el otro” hasta alcanzar el desdoblamiento (considerado como la formación de dos o más cosas a partir de una sola, y dentro del arte literario como una forma en que el personaje desarrolla una interiorización lectora hablándose a sí mismo, e intentar una angustiosa ficción para una comunicación profunda con su propia conciencia), ha sido un tema que abordaron una y otra vez para liberar pliegues temporales: “—Si usted ha sido yo, ¿cómo explicar que haya olvidado su

EL CREACIONISTA | PÁGINA 8

encuentro con un señor de edad que en 1918 le dijo que él también era Borges?” (El otro, de Jorge Luis Borges)


soñados: “Se detuvo frente a ella y se arqueó para acercarle el rostro. — No necesitaba saber inglés, porque las balas hablan una lengua universal. En Transvaal, África del Sur, me dedicaba a cazar negros.” (El posible Baldi, de Juan Carlos Onetti) fantasiosos o posibles: “No sé si sería un proverbio o un aforismo, pero de todos modos era una fórmula cerrada que no he podido olvidar: "Todos tenemos un doble que vive en las antípodas. Pero encontrarlo es muy difícil porque los dobles tienden siempre a efectuar el movimiento contrario".

EL CREACIONISTA | PÁGINA 9

Si la frase me interesó fue porque siempre había vivido atormentado por la idea del doble. Al respecto, había tenido solamente una experiencia y fue cuando al subir a un ómnibus tuve la desgracia de sentarme frente a un individuo extremadamente parecido a mí.” (Doblaje, de Julio Ramón Ribeyro)


fantasmales incluso: “Al otro, a Borges, es a quien le ocurren las cosas. Yo camino por Buenos Aires y me demoro, acaso ya mecánicamente, para mirar el arco de un zaguán y la puerta cancel; de Borges tengo noticias por el correo y veo su nombre en una terna de profesores o en un diccionario biográfico.” (Borges y yo, Jorge Luis Borges)

EL CREACIONISTA | PÁGINA 10

y hasta teorizar con el concepto de la inmortalidad: “Contó que en un autobús de la línea 95 había visto a un chico de unos trece años, y que al rato de mirarlo descubrió que el chico se parecía mucho a él, por lo menos se parecía al recuerdo que guardaba de sí mismo a esa edad. Poco a poco fue admitiendo que se le parecía en todo, la cara y las manos, el mechón cayéndole en la frente, los ojos muy separados, y más aún en la timidez, la forma en que se refugiaba en una revista de historietas, el gesto de echarse el pelo hacia atrás, la torpeza irremediable de los movimientos. Se le parecía de tal manera que casi le dio risa, pero cuando el chico bajó en la rue de Rennes, él bajó también y dejó plantado a un amigo que lo esperaba en Montparnasse. Buscó un pretexto para hablar con el chico, le preguntó por una calle y oyó ya sin sorpresa una voz que era su voz de la infancia.” (Una flora amarilla, Julio Cortázar)


No son los únicos autores en los que podemos percibir a ese personaje que se desdobla en dos, que pueden habitar tiempos diferentes, lugares diferentes, que les invita a perseguirse, aunque nunca puedan encontrarse, o que logran sorprenderse ante la maravilla de estar mirándose a sí mismos desfasados en el tiempo. Vemos desdoblamientos en “El extraño caso del Dr Jelkill y Mr Hyde” de Robert Louis Stevenson (1850-1894), por ejemplo. En los cuentistas americanos que ahora discutimos, cada uno realiza el desdoblamiento a su propio estilo e incluso marca con ello la inteligencia con la que su búsqueda lectora los hace volcarse como autores para tratar de descubrirse. ¿Qué somos los autores sino la repetición de la conciencia humana, el puente por el que el lenguaje de las sociedades quiere volcarse hacia la hoja blanca, soporte al fin, para sostener el paso del tiempo, aquella inmortalidad en el que todo autor cifra sus esperanzas de comunicación perpetua?

EL CREACIONISTA | PÁGINA 11


De los cuatro autores acá presentados, de los que les invito a leer las obras comentadas, podemos observar que el uruguayo Onetti es quien atiende a dicho desdoblamiento con más realismo, pues su personaje Baldi intenta presentarse, ante una desconocida mujer que lo ha abordado en la calle, como un hombre diferente al que realmente es; impulsado por la dama que le insufla piropo tras piropo, Baldi, cansado, mordaz y fastidiado de la mujer decide vestirse de otra personalidad, pero termina anhelando esa fantasía que ha descrito, al grado de dolerse por no serlo. Veamos dos fragmentos:

EL CREACIONISTA | PÁGINA 12

“Comprendió, por las r suaves y las s silbantes, que la mujer era extranjera. Alemana, tal vez. Sin saber por qué, esto le pareció fastidioso y quiso cortar. — Me alegro mucho, señorita, de haber podido... — Sí, no importa que se ría. Yo, desde que lo vi esperando para cruzar la calle, comprendí que usted no era un hombre como todos. Hay algo raro en usted, tanta fuerza, algo quemante... Y esa barba, que lo hace tan orgulloso... Histérica y literata, suspiró Baldi.”

“Comparaba al mentido Baldi con él mismo, con este hombre tranquilo e inofensivo que contaba historias a las Bovary de plaza Congreso. Con el Baldi que tenía una novia, un estudio de abogado, la sonrisa respetuosa del portero, el rollo de billetes de Antonio Vergara contra Samuel Freider, cobros de pesos. Una lenta vida idiota, como todo el mundo.”


¿No somos, acaso, al menos en ocasiones, eso mismo, nosotros los escritores de mundos y fantasías? ¿Acaso no comenzamos a fantasear que somos o nos convertimos en aquellos personajes que describimos en alguna de nuestras propias creaciones? ¿Esto lo inventé o de verdad lo he vivido? ¡Ya no puedo saberlo! Ya nos lo dejaba claro Miguel de Unamuno en su novela “Niebla”: “Mas antes de llevar a cabo su propósito, como el náufrago que se agarra a una débil tabla, ocurriósele consultarlo conmigo, con el autor de todo este relato.”

Donde el personaje Augusto decide confrontar a su creador Miguel de Unamuno. ¿Son reales nuestros personajes, somos personajes de algo más grande que nos escribe escribiendo y creando historias? Podemos notarlo con un Jorge Luis Borges que a la edad de 70 años tiene un encuentro con el joven Borges que alguna vez había sido: “Aventuró una tímida pregunta: —¿Cómo anda su memoria? Comprendí que para un muchacho que no había cumplido veinte años, un hombre de más de setenta era casi un muerto. Le contesté: —Suele parecerse al olvido, pero todavía encuentra lo que le encargan. Estudio anglosajón y no soy el último de la clase. Nuestra conversación ya había durado demasiado para ser la de un sueño.”

EL CREACIONISTA | PÁGINA 13


Borges llega a su cuento “El otro”, que forma parte del Libro de Arena publicado en 1975, después de haber ensayado la idea con “Borges y yo” que forma parte de su colección “El Hacedor” de 1960, recreándose a sí mismo en una idea que no deja de intrigarle: desdoblarse. Sin embargo, no serán esas las únicas dos veces que lo ensayara. Ya dentro de su trabajo Ficciones (1944), el escritor argentino nos ha compartido: “Pierre Menard, autor del Quijote” que fuera publicado con antelación, en mayo de 1939 en la revista Sur para luego incluirlo en su cuentario. Con este cuento, Borges representa ese mismo desdoblamiento, pero no en él mismo, sino en el personaje Pierre Menard: “Quienes han insinuado que Menard dedicó su vida a escribir un Quijote contemporáneo, calumnian su clara memoria. No quería componer otro Quijote —lo cual es fácil— sino el Quijote. Inútil agregar que no encaró nunca una transcripción mecánica del original; no se proponía copiarlo. Su admirable ambición era producir unas páginas que coincidieran —palabra por palabra y línea por línea— con las de Miguel de Cervantes.”

Con esta fábula, el autor nos provoca la erudición, la constante recreación de la inteligencia, así como el arduo trabajo que corresponde a quien quiere considerarse un escritor. Menard como Miguel de Cervantes, presente, redivivo, como el escritor único, que acaba siendo otro y el mismo, y que forma parte de la Gran Literatura que entre todos vamos creando. EL CREACIONISTA | PÁGINA 14


Pero basta con ir a 1929 para ver el inicio de esta idea sembrada quizá como fijación, cuando Borges escribe y publica su comentario crítico: “El otro Whitman”, en el que traduce tres de sus poemas, y sopesa el pobre valor que Europa le ha querido conceder —en aquel inicio del siglo XX— al poeta fundador de la literatura norteamericana Walt Whitman (1819-1892). Me atrevo a leer en la traducción de uno de aquellos poemas, lo que puede ser el inicio de aquella idea recurrente del maestro argentino sobre el desdoblamiento del escritor, la inmortalidad a la que accede con su obra, la inmortalidad de su nombre, e incluso la creación de todos los mitos y leyendas sobre los que pudieran llegar a convertir, los otros, su vida. Whitman reflexiona sobre lo anterior en el poema que Borges traduce: “WHEN I READ THE BOOK Cuando leí el libro, la biografía famosa, y esto es entonces (dije yo) lo que el escritor llama la vida de un hombre, ¿y así piensa escribir alguno de mí cuando yo esté muerto? (como si alguien pudiera saber algo sobre mi vida; yo mismo suelo pensar que sé poco o nada sobre mi vida real. Sólo unas cuantas señas, unas cuantas borrosas claves e indicaciones intento, para mi propia información, resolver aquí.)”

“Hace años yo traté de librarme de él y pasé de las mitologías del arrabal a los juegos con el tiempo y con lo infinito, pero esos juegos son de Borges ahora y tendré que idear otras cosas. Así mi vida es una fuga y todo lo pierdo y todo es del olvido, o del otro. No sé cuál de los dos escribe esta página.”

EL CREACIONISTA | PÁGINA 15

Quedémonos con estos versos: “¿Y así piensa escribir alguno de mí cuando yo esté muerto? / (como si alguien pudiera saber algo sobre mi vida;” Y volvamos a “Borges y yo”, donde el maestro argentino sentencia:


¿Pueden notarlo? Es evidente que los versos de Whitman se instalaron para siempre en la idea creativa de Borges, en sus intentos de construir, más que construir, ficcionar el relato de su vida, ya no solamente con su obra, sino hacer del Borges real, el Borges imaginario, el Borges personaje, el Borges incluso mitológico. Tal como lo hace Baldi, el personaje que nos presenta Onetti, que como cualquier escritor hace una leyenda de su patética vida de oficinista, genera su propio ente fantástico, heroico, alguien que incluso pueda ser temido, y desde esa sensación intenta volverse presente y perenne para traspasar el tiempo. O como aquel personaje de Cortázar en la obra que nos ocupa al señalar al inicio de su cuento: “Parece una broma, pero somos inmortales”; hasta llegar a la conclusión siguiente: “Toda la tarde, hasta entrada la noche, subí y bajé de los autobuses pensando en la flor y en Luc, buscando entre los pasajeros a alguien que se pareciera a Luc, a alguien que se pareciera a mí o a Luc, a alguien que pudiera ser yo otra vez, a alguien a quien mirar sabiendo que era yo, y luego dejarlo irse sin decirle nada, casi protegiéndolo para que siguiera por su pobre vida estúpida, su imbécil vida fracasada hacia otra imbécil vida fracasada hacia otra imbécil vida fracasada hacia otra...”

Y también podemos notarlo en “Doblaje”, el cuento en que Ribeyro parece estar recreando algún otro instante de ese personaje que ha leído a Whitman junto con Borges:

EL CREACIONISTA | PÁGINA 16

“A veces, pensaba que, en otro país, en otro continente, en las antípodas, en suma, había un ser exactamente igual a mí, que cumplía mis actos, tenía mis defectos, mis pasiones, mis sueños, mis manías, y esta idea me entretenía al mismo tiempo que me irritaba. Con el tiempo la idea del doble se me hizo obsesiva.”


Hay algunos detalles poéticos en las obras que nos pueden servir de punto de unión para el tema del desdoblamiento. Borges siempre utiliza sus referencias lectoras dentro de sus textos creativos, y de esta manera da luz para las interpretaciones que podemos atrever los lectores. Dentro de “El otro”, Borges señala: “Antes, él había repetido con fervor, ahora lo recuerdo, aquella breve pieza en que Walt Whitman rememora una compartida noche ante el mar, en que fue realmente feliz.” Y posteriormente nos brinda una posibilidad poética para poder reconocer el sueño o la realidad: “De pronto recordé una fantasía de Coleridge. Alguien sueña que cruza el paraíso y le dan como prueba una flor. Al despertarse, ahí está la flor.” No debe ser gratuita esta idea para el cuento de Cortázar, que desde el inicio ha titulado su obra: “Una flor amarilla”; y es que durante el cuento el personaje debraya: “Usted sabe, cualquiera los siente, eso que llaman la belleza. Justamente eso, la flor era bella, era una lindísima flor. Y yo estaba condenado, yo me iba a morir un día para siempre. La flor era hermosa, siempre habría flores para los hombres futuros. De golpe comprendí la nada, eso que había creído la paz, el término de la cadena. Yo me iba a morir y Luc ya estaba muerto, no habría nunca más una flor para alguien como nosotros, no habría nada, no habría absolutamente nada, y la nada era eso, que no hubiera nunca más una flor”.

EL CREACIONISTA | PÁGINA 17


Ribeyro para su desdoblamiento, recurre al mismo artificio que sirviera para identificar entre realidad y sueño, pero abandona la flor, quedándose con el color; veamos tres momentos: “No puedo evitar un poderoso movimiento de romanticismo al evocar esta pequeña villa. Su tranquilidad, el gusto con que estaba decorada, me cautivaron desde el primer momento. Me sentía como en mi propio hogar. Las paredes estaban decoradas con una maravillosa colección de mariposas amarillas, por las que yo cobré una repentina afición.” “¿Un doble? ¡Qué insensatez! ¿Qué hacía yo allí, perdido, angustiado, pensando en una mujer excéntrica a la que quizá no amaba, dilapidando mi tiempo, coleccionando mariposas amarillas?” “Al mirar mis pinceles sentí un estremecimiento: estaban frescos de pintura. Precipitándome hacia el caballete, desgarré la funda: la madona que dejara en bosquejo estaba terminada con la destreza de un maestro y su rostro, cosa extraña, su rostro era de Winnie. Abatido caí en mi sillón. Alrededor de la lámpara revoloteaba una mariposa amarilla.”

EL CREACIONISTA | PÁGINA 18


¡Caemos en cuenta de que nada es gratuito en la literatura! La influencia queda ahí, en los lectores que suelen convertirse en escritores y siguen comunicándose. Los dos textos de Borges son sobre el ser humano que es él y el artista que se ha dado a conocer; el artista que al mismo tiempo es un ser inmortal, como lo plantea Cortázar en su historia, sin embargo, en estas tres obras son los narradores personajes solitarios; y no es Ribeyro quien mete a la ecuación literaria del desdoblamiento a la mujer, tanto como a las pasiones y a la violencia, sino que lo hace para unificar el concepto planteado por Borges, y unirlo al entusiasmo de las pasiones que planteara Onetti en “El posible Baldi” (escrito en 1936). Ya vimos que Baldi comienza el engrandecimiento de su vida, la creación de ese otro Yo, para darle gusto a la desconocida mujer a quien le ha ahuyentando a un acosador callejero. Ribeyro, en cambio, la hace parte de su vida desdoblada. Son los dos (o más bien, el mismo personaje de las antípodas), quienes han pertenecido a Winnie: “Inútil describir a Winnie; sólo diré que su carácter era un poco excéntrico. A veces me trataba con enorme familiaridad; otras, en cambio, se desconcertaba ante algunos de mis gestos o de mis palabras, cosa que lejos de enojarme me encantaba.”

EL CREACIONISTA | PÁGINA 19


“…me di cuenta de que lo que me incomodaba era la familiaridad con que Winnie se desplazaba por la casa. En varias ocasiones se había dirigido sin vacilar hacia el conmutador de la luz. ¿Serían celos? Al principio fue una especie de cólera sombría.” “De un golpe derribé la lámpara, con riesgo de provocar un incendio, y precipitándome sobre Winnie, traté de arrancarle a viva fuerza una imaginaria confesión. Torciéndole las muñecas, le pregunté con quién y cuándo había estado en otra ocasión en esa casa.”

Winnie ha tenido que soportar a los dos personajes que son el mismo personaje habitando dos cuerpos diferentes y viviendo alejados uno del otro al grado de jamás poder alcanzarse: “Todos tenemos un doble que vive en las antípodas. Pero encontrarlo es muy difícil porque los dobles tienden siempre a efectuar el movimiento contrario”. Mientras que la mujer del cuento de Onetti tiene que soportar el enojo de Baldi consigo mismo: “Tiró el cigarrillo y se levantó. Sacó el dinero y puso un billete sobre las rodillas de la mujer. — Tomá. ¿Querés más? Agregó un billete más grande, sintiendo que la odiaba, que hubiera dado cualquier cosa por no haberla encontrado.”

EL CREACIONISTA | PÁGINA 20

De la misma forma que hemos visto el artificio de la flor, del color amarillo en la flor y en las mariposas, e incluso respecto al enojo contra una mujer, o en la relación entre un hombre viejo y un hombre joven, también podemos apreciar alguna similitud en las acciones que se narran.


El personaje de Cortázar encuentra un chico en un camión y considera que se trata de él mismo cuando joven, se baja del autobús y lo alcanza para comprobar su idea y asombrarse; mientras que el personaje de Ribeyro señala: “En una ocasión, estuve siguiendo durante una hora, presa de una angustia feroz, a un sujeto de mi estatura y mi manera de caminar. Lo que me desesperaba era la obstinación con que se negaba a volver el semblante. Al fin, no pude más y le pasé la voz. Al volverse, me enseñó una fisonomía pálida, inofensiva, salpicada de pecas que, ¿por qué no decirlo?, me devolvió la tranquilidad.”

¿No les parece una idea demasiado semejante? Y claro que lo es. Los cuentos que hemos revisado se rozan unos con otros bajo el influjo de los desdoblamientos, de la inmortalidad, con guiños literarios que se hacen una y otra vez, fruto de las lecturas, de la posible admiración que entre los mismos autores se tenían, o quizá entusiasmados e inspirados acerca de los mismos sentimientos, sensaciones, búsquedas creativas, preocupaciones humanas.

EL CREACIONISTA | PÁGINA 21

¡He ahí lo maravilloso de la lectura! Nos permite encontrar las referencias a otras muchas lecturas, sin jamás perder la novedad que distingue el estilo de uno y de otro autor, lo cual nos hace reconstruir el diálogo de las sociedades humanas imaginadas a través del tiempo. Y quedarnos con esa indescriptible sensación de haberlo leído antes, de haberlo vivido incluso en algún otro momento. ¿Acaso no has tenido la sensación de que alguien escribe tu vida?


PUNTO ESCARLATA: DICIEMBRE ESCRITO POR: LORENA AVELAR

El viento, de pronto, ha cesado. Abro los ojos. Alguien ha descorrido el plomizo telón de troncos muertos y el mundo reverbera, inmaculado, inundando mis manos. Toco y atravieso los espejos que afloran infinitos. Aliso mis cabellos con estos nuevos dedos o llamas de aurora, y las ideas salen, triunfantes; de mi coronilla, pintando camelias en el aire. Escribo y soy quietud, como una huella en la nieve. El frio hace estrépito, no hay sol ni agua, y la escarcha congelalas corolas del rosal inmarcesible.

EL CREACIONISTA | PÁGINA 22

Es diciembre; la bruma cuaja los andares de la gente y las ramas dormidas de los árboles. La vida parece blanca, estática y milagrosa. Yo agito mis pensamientos en aquel aliento reposado. Miro la calle, la gente, el puesto de periódicos, el parque; nadie juega en la fuente. No brota agua, pero queda un poso helado en su fondo y una hoja de roble tiembla todavía, roja y palpitante a pesar de su frigidez.


Diciembre se viste de todos los brillos, con todos los abismos, todos los colores, todas las palabras, todos los mundos imaginables. Aunque para mí es más una intuición disparada que una visión, pues el hielo cubre la sobrecogedora figura con una gasa estrellada que además de velarlo todo, llega a herirme de frío.

EL CREACIONISTA | PÁGINA 23

Un trino de ave estalla entre las frondas. Me fabrico una antorcha para derretirla y adentrarme en su enigma. Recojo en una llamarada todos los más sublimes cantos de aves, pero es inútil. No conmuevo ni un ápice el helado bloque de misterios. En sigilo, tras meditar durante bastantes siglos, concluyo que yo misma debo ser como aquel canto. Yo misma soy la Armonía. Ahora, ante mi atenuado cuerpo armónico, el ojo del inmenso ser de hielo destila una lágrima ardiente, avanza y con un Punto escarlata sella su marcha un lánguido sol azul.


LOS ESTORNINOS ESCRITO POR: ALFREDO JIMÉNEZ

Todos los estorninos mueren antes de cumplir tres años. Son aves gregarias, de plumaje negro con brillo verde o purpúreo, acompañado

de

motas

blancas.

Aunque

su

canto

no

es

demasiado musical, es capaz de imitar los sonidos de su entorno. Un estornino puede ser considerado benéfico debido a su capacidad de devorar plagas que afectan cultivos. Sin embargo, su instinto de reunirse en grandes cantidades y su necesidad de alimento,

lo

hace

peligroso

para

las

cosechas

de

árboles

frutales. Recordé todos estos datos al hallar, frente a mí, sobre

EL CREACIONISTA | PÁGINA 24

el escritorio, un ave de cerámica que me recordó aquel verano, tres años atrás.


Mis padres decidieron, inusualmente, viajar en verano. A pesar de no tener demasiado ánimo para recorrer la costa oriental en un trayecto de siete horas, mi madre resolvió dejar de posponer el viaje para examinar un terreno que deseaba comprar. Los acompañé, un poco preocupado por el hecho de que dos adultos mayores

realizaran

tal

travesía.

Después

de

no

tener

contratiempo alguno durante la visita, decidimos pasar la noche en un hotel cerca de la costa. Al atardecer los vimos: una coreografía de aves ante el horizonte, cientos de estorninos ejecutaron una danza de bucles continuos. Cuando regresamos de aquel lugar leí acerca de aquellas aves, el porqué de su incesante vuelo lleno de vida y movimiento. Además,

esta

semana,

el

noticiero

informó

de

un

suceso

extraño, aunque con explicaciones perfectamente razonables: varios cientos de estorninos cayeron, como lluvia extraña, durante el anterior fin de semana, en un municipio cercano. Ambas,

la

pequeña

escultura

y

la

nota

periodística,

por

señales, como estribillos que resuenan para reunir lugares inconexos en la memoria. Volví a ver el reloj del pequeño despacho. Sólo transcurrieron unos minutos.

EL CREACIONISTA | PÁGINA 25

diferentes motivos, me reconfortaron un poco. Supuse que eran


Tomé la figura de cerámica entre las manos y la examiné un poco mejor. Era un ave gris, de patas estriadas, con un pico bastante bien delineado. Al sostenerla, miré mis manos y noté un nuevo par de manchas sobre el dorso de mi mano derecha. Regresé la figura a su lugar. De nuevo, regresó la imagen de aquella tarde de verano en la que caminé junto a mis padres, antes de volver al hotel y ver a los estorninos danzar. Recuerdo la cara de mi madre, llena de color, iluminada por el espectáculo. Los pájaros construían siluetas en movimiento continuo, sin cesar su canto disonante. Una forma seguida inmediatamente de otra: por ratos una esfera elástica, a veces a punto de estallar en motas de tono pardo. Los estorninos nunca colisionan uno contra

otro,

aun

sin

tener

dirección

establecida,

sólo

se

entregan a la marea del movimiento. Consideré, no sin pesar,

EL CREACIONISTA | PÁGINA 26

que todas esas aves no vuelan más.


Por fin, el encargado —que minutos antes registró mis datos— entró por una puerta lateral. Agradeció la espera, extendió un formulario y solicitó mi firma. Se lo devolví y me pidió que lo siguiera de regreso por la misma puerta. Recordé las noticias. ¿Qué dirían todas aquellas personas que ven desplomarse, uno tras otro, pájaros en desbandada? Quizás desde un anuncio, una advertencia, hasta un presagio. Me imaginé ahí, en silencio, alzando un ave de entre la hierba. Supuse que aún se percibiría el calor del pequeño cuerpo entre mis manos. Al final del pasillo, el encargado abrió otra puerta para mí y la cerró en silencio. Ahí, en una sala bien iluminada, con lámparas altas, un hombre en bata señaló, con la palma extendida, hacía la mesa. Una cara que todos los días miré, con diferentes formas y múltiples expresiones, ahora sólo guardaba una, entre todo el maquillaje, para sí misma. Pálida, no obstante, tranquila. Era el sueño de un ave. El hombre sólo me preguntó, cortés y en voz baja, si el resultado era de mi agrado. Asentí y me acerqué. Toqué sus manos e imaginé aquella tibieza. Un cuerpecillo frágil que cae a la tierra. EL CREACIONISTA | PÁGINA 27


CONVERSACIÓN CON LA SANTA ESCRITO POR: CÉSAR ROMERO

“¿Si yo pudiese existir en intermitencias sufriría menos?” Antonio Lobo Antúnez Pasó en el último invierno, cuando las noches se tornaron cada vez más difíciles por el estrés que me producía la carga de trabajo y los malos tratos que recibía por parte de mis superiores. Con el fin de poder conciliar el sueño usaba un viejo truco: sin intentar retener algo, daba rienda suelta a las divagaciones en mi mente. Pero hubo una noche en la que vinieron a mí muchos pensamientos, uno de ellos cada vez más dominante y con una duda persistente: ¿Un hombre puede contar verdaderamente lo que sueña? Recordaba mencionaba

que que

en la

algunos

estudios

narrativa

onírica

acerca

de

tiene

una

los

sueños

dudosa

se

calidad

fragmentaria, de cierta forma engañosa. Trataba de recordar los

EL CREACIONISTA | PÁGINA 28

detalles de aquellas investigaciones. Había perdido el dato de la universidad o el año de la publicación, pero

todos coincidían: la

mayor parte de lo que soñamos se pierde en el inconsciente. El que sueña, explicaban, debe desconfiar del contenido onírico porque es posible recordar apenas el cinco por ciento de la trama, lo demás es oscuridad. Por si fuera poco la calidad narrativa del soñante debe ser tan mala que el sueño termina desdibujándose.


Por lo menos dormir me ayuda a olvidar esta puta vida que llevo, quiero dormir, me dije, fui dejando atrás la conciencia y soñé: Estaba en una habitación enorme y blanca, había un montón de fotografías pegadas en la pared, en el centro relucía un altar rodeado con flores de plástico y ramos de margaritas; aquí y allá se veían cadenitas doradas con la representación de la Santa Muerte. Cuidaba de no tropezar con las veladoras que abundaban en el piso y fue cuando encontré a una figura femenina cubierta por un velo blanco, fui a sentarme frente a ella y en ese momento noté la presencia de alguien más: un mayordomo o mejor, podríamos decir, un sirviente; este se paró detrás de ella y quitó el velo con ceremoniosidad. La figura era una anciana de unos ochenta años, con la nariz afilada y ojos a punto de volverse transparentes, unos pocos mechones blancos adornaban su cabeza. De inmediato lo supe, se trataba de la Santa, la Niña en persona, aquella a la que tantos adoran y rinden tributo. Con los ojos muy abiertos me dijo: haz tus preguntas.

EL CREACIONISTA | PÁGINA 29


– ¿Dónde habitan aquellos que han muerto? –No sé de donde vinieron las palabras, sin embargo, hice la pregunta todavía sorprendido por los ojos vidriosos y expresivos de la anciana. Sabía que detrás de ese cuerpo frágil había un poder inconmensurable. Ella guardó silencio unos segundos y contestó. –Estamos todos en un recinto y cuando necesito alguno voy y lo saco. Es un gran salón. – ¿Cuándo los sacas, vuelven a la vida, o son seres descarnados? –ante esta pregunta las arrugas de su boca se estiraron brevemente sin alcanzar a esbozar una sonrisa.

–No como seres descarnados, cuando regresan a la vida ellos se dan cuenta de que otra vez tienen un cuerpo capaz de respirar y moverse. Hace poco una mujer apareció en el fondo de un barranco y pudo volver a ver las estrellas, tenía un asunto que arreglar y la dejé volver por una hora –después de decir esto la anciana estiró la mano y la metió en un frasco con ungüento (aquello tenía una coloración morada), luego con mucha tranquilidad ungió mi hombro izquierdo, sus dedos eran tibios y EL CREACIONISTA | PÁGINA 30

suaves; adiviné que su intención era sacar la dolencia que hace tiempo me aquejaba por el exceso de trabajo y que se manifestaba como una fuerte tortícolis. Cerré los ojos y jalé aire. Pude pensar e hilvanar las frases con claridad, entonces recordé aquello que decía cierto filósofo. Hice la siguiente pregunta:


– ¿Es cierto que dormir es una muestra del morir? –ella soltó mi hombro y guardó la mano bajo su manto, meditó un par de segundos su respuesta y habló con una voz lenta y quejosa. – Los muertos nunca duermen. Escribo aquí una narrativa fiel del sueño, no creo haberla inventado al despertar, y ya no dudo acerca de su contenido. Después de aquel sueño mi tortícolis mejoró bastante y me puse a pensar más en la Niña, elegí venerarla y la llevo conmigo a todas partes; en un sueño consecutivo bebíamos un pulque en sendas pencas de maguey, su sabor era dulce e incomparable. Ahora solo quiero dormir, dormir sin interrupción, largas horas, ese es mi deseo y se hace más intenso conforme pasan los días.

EL CREACIONISTA | PÁGINA 31


ANGIE

ESCRITO POR: RONNIE CAMACHO BARRÓN

Una vez más voy en camino a la casa de Angie, mi amada novia y la mujer más maravillosa que conozco, no hay persona ni viva ni muerta que pueda comparársele, es una flor en el desierto y justo ahí, fue donde la vi por primera vez. Nuestra historia comenzó cuando tenía dieciocho años, toda la vida fui visto como el bicho raro en mi pequeña ciudad, rara vez pude congeniar con alguien y cuando lo hacía, rápidamente se alejaba al saber de mi don.

EL CREACIONISTA | PÁGINA 32

Hastiado de aquello, decidí realizar una de mis habituales escapadas a los páramos desérticos de las afueras, solo conduciendo a través de ellos, podía encontrar la paz que ni la ciudad ni la gente podía darme. Tras un día excepcionalmente malo pisé el pedal a fondo y sin darme cuenta, pasé sobre una pequeña nopalera que reventó una de mis llantas.


Al instante perdí el control del auto y aunque logré salir ileso, quedé varado, sin ningún repuesto y lejos de cualquier otra forma de vida en más de tres kilómetros a la redonda. Vagué por lo que parecieron ser horas y antes de que desfallecer por el cansancio, encontré mi salvación, una pequeña y decrepita chocita en medio de la nada. Sus paredes de ladrillo lucían los descarapelados dibujos de flores de colores, de todas las ventanas colgaban atrapasueños y una oxidada furgoneta yacía estacionada afuera. El auto no era más que una chatarra y parecía que nadie había vivido ahí en mucho tiempo, así que decidí entrar para salvaguardar mi vida.

EL CREACIONISTA | PÁGINA 33


Apenas puse un pie dentro, me tumbé sobre un viejo sillón que había en la sala y cedí ante la fatiga. Desperté tiempo después, con un trapo mojado sobre la frente, rodeado por un centenar de velas que iluminaban toda la casa y con mis pulmones invadidos por el aroma del incienso. Me incorporé de un sobresalto, ¿Quién pudo haber hecho todo eso mientras dormía?, si se suponía que yo estaba solo. Sin querer conocer la respuesta decidí marcharme, pero antes de que pudiera salir por la puerta, una voz me detuvo. —Por favor, no te vayas —suplicó una mujer de edad madura antes de salir de las sombras. Al verla quede pasmado, aunque parecía estar atrapada en la onda hippie de los sesenta era muy hermosa, llevaba un floreado paliacate anudado alrededor de su lacio cabello gris y negro, sus marrones ojos rasgados se encontraban resguardado por unas redondas gafas de sol amarillas y estaba imbuida un colorido vestido que, aunque disimulaba EL CREACIONISTA | PÁGINA 34

su figura, contrastaba de manera perfecta con su piel canela.


Aquella hermosa mujer que de un segundo a otro me robó el corazón y sacudido mi paz, era mi Angie. —Hace tiempo que no hablo con nadie, por favor quédate — insistió. —¿qui….quién eres?. —Me llamo Ángela, pero mis amigos me dicen Angie, ¿tú cómo te llamas? —preguntó con una sonrisa tan cálida que aún al día hoy, cuarenta años después, todavía me derrite el corazón. —Raúl —respondí taciturno. —Gusto en conocerte Raúl, ¿Crees que puedas quedarte, aunque sea un rato?, hace décadas que nadie me visita…solo quiero hablar —. No sabía que decir, por un lado, ya era de noche, tenía que haber vuelto a casa hacía horas y por el otro, ella solo era un alma solitaria que no podría causarme ningún otro daño más allá de un simple susto. EL CREACIONISTA | PÁGINA 35

Sin más, accedí a su petición y durante nuestra platica me contó todo sobre ella, iniciando cuando abandonó su casa a los dieciséis para seguir el movimiento hippie, cómo fue que decidió vivir en el desierto lejos de las contaminadas ciudades y sus treinta años viviendo ahí sola.


Sus historias eran magnificas y muy interesantes, más no acabo de enamorarme hasta que ambos revelamos nuestros gustos musicales y literarios, en ese punto nos dimos cuenta de que los dos compartíamos muchas similitudes. Nos gustaban las viejas baladas románticas y libros de terror que a la mayoría de las personas les parecían muy melosas o espeluznantes, desde los boleros de Los Panchos, hasta los terrores cósmicos de Lovecraft. Nuestra conversación se prolongó hasta el amanecer y después de agradecerme por haberme quedado, me dejó marcharme, no sin antes, darme precisas indicaciones de como volver a la ciudad antes de que oscureciera. Debo admitir que al salir de su casa me sentí acongojado, todavía quería quedarme, pero tenía que regresar, para ese punto, era más que seguro que mis padres ya hasta me habían reportado como desaparecido. Estaba decidido a irme, hasta que vi el triste semblante de Angie, yo había sido su único visitante en décadas y ahora, me marchaba sin más para continuar con mi vida. EL CREACIONISTA | PÁGINA 36


Me sentí fatal y aunque sabía que era apresurado, le juré que pronto regresaría y que la próxima vez, traería conmigo unos cuantos libros nuevos para que se entretuviera. Cuando regresé casa recibí la regañada de mi vida, no solo por no haber quedado varado en medio del desierto, sino también, por haber dejado el auto atrás. Realmente, no me importó en lo más mínimo todo lo que mis padres me dijeron, al fin había encontrado a la chica de mis sueños y lo único que tenía en mente, era en cuando la volvería a ver. Después de dos meses de castigo, cumplí con mi promesa y regresé a la casa de Angie con decenas de libros que quizás podrían gustarle. Una vez más charlamos por horas y cuando llegó la hora de despedirse, nuevamente le juré que volvería. Hice eso con cada una de mis visitas, hasta el punto de que, con el tiempo, los nada alentadores “adiós” se fueron convirtiendo en confiables, “Nos vemos luego, Angie”. EL CREACIONISTA | PÁGINA 37


De igual forma, nuestra relación progresó tanto que antes de que nos pudiéramos dar cuenta, ya no era una simple amistad lo que nos unía, sino el inconfundible y cálido sentimiento del amor verdadero. Aunque los dos sentíamos lo mismo, al principio ella no quiso corresponderme, decía que perdía mi tiempo, que me buscara otra mujer, una que al menos pudiera tocar. Yo me negué, si había nacido con la capacidad para verla, era porque estábamos destinados a estar juntos, no me importó que nunca pudiéramos formar una familia, besarla o tomarle la mano siquiera. Yo era para ella y ella para mí. Hoy ya tengo más de setenta años, el cansancio me pesa y aunque se me dificulta manejar, mientras me quede vida, no dejaré de venir a la casa de mi bella fantasma.

EL CREACIONISTA | PÁGINA 38


Ronnie Camacho Barrón (Matamoros, Tamaulipas, México, 1994). Escritor, Lic. en comercio internacional y Aduanas, y Técnico analista programador bilingüe. Autor de 2 Novelas "Las Crónicas del Quinto Sol 1: El Campeón De Xólotl" (Amazon 2019) y "Carlos Navarro y El Aprendiz Del Diablo" (Editorial Pathbooks 2020), también de 10 libros infantiles por mencionar algunos, "Friky Katy", "¿Tus papás son vampiros?", "El pequeño Rey" y "Los Guardianes del bosque", todos con la editorial Pathbooks y traducidos en 6 idiomas, su más reciente obra una antología de cuentos titulada "Entre Nosotros" (Amazon 2021). Colaboró en 11 antologías, Taller Alquimia De Palabras: Antología De Cuentos y Relatos (Amazon 2019), Cuentos Cortos Para Noches Largas (Editorial Kaus 2019), Zona De Cuentos (Editorial Kaus 2020), Horas de Extravío (Editorial Awen 2020, Venezuela), La sonrisa del abismo (Amazon 2020), Cyber Terror (Speedwagon media Works 2020, Perú),

2021, Ecuador) y A.S.Y.L.U.M Narraciones de Locura (El consejo Nocturno 2021)

EL CREACIONISTA | PÁGINA 39

Lustro: Antología de Poesía y Narrativa (Editorial Monarca 2021, E.U.A), Microcuentos de Terror (Crónicas en Llamas 2021), 360 Días de Historias (Pluma Revista Literaria 2021, Argentina), Las historias del centinela (Sentinel editorial


También muchos de sus cuentos, relatos y ensayos han sido publicados en más de 90 revistas y blogs tanto nacionales e internacionales, entre ellas: Revista Palabrerías, Revista Literaria Ibidem, Espejo Humeante, Katabasis, Polisemia, El Narratorio, La Versh literaria, Collhibrí, La Gualdra (Zacatecas) Revista Alcantarilla (Sinaloa), Alas Blancas (Tabasco), Hoyloleo.com (Colima), Literatos (Michoacán), Revista Unus (Puebla) Mares de tinta (Baja California), Perro Negro de la Calle (Jalisco), Poetómanos (Nayarit), Awita de Chale (Guanajuato), Delatripa (Tamaulipas), Cósmica Fanzine (Tlaxcala) La Nación Alien (Estado de México), Fóbica Fest (Jalisco), Revista Literaria Pluma (Argentina), Teoría Omicrom (Ecuador), Clan Kutral (Chile),Revista Literaria Ouroboros (Colombia), Revista Kametsa (Perú), Herederos del Kaos (E.U.A), Revista Culturel (El Salvador), Revista Almiar (España), Literatura.si (Eslovenia), etc.

EL CREACIONISTA | PÁGINA 40


POR ESO NO ES IMPORTANTE DECIR TU NOMBRE ESCRITO POR: ESTEPHANI GRANDA LAMADRID

Para David

Y sé Han guardado en nuestras pupilas líneas escritas por muertos Historias de fracasos que un día fueron una línea roja sobre la piel Un nuevo mapa aparece como deseo puesto sobre los hombros desnudos Astros femeninos de cualquier ciudad descienden con violencia sobre los huesos en forma de relámpagos incendiarios Enfrentarse a la muerte en cada instante Cerrar un ojo para ver con nitidez a través de la mano Mientras es consumida por una radiante mentira que describe nuestra historia.

EL CREACIONISTA | PÁGINA 41

Mira sobre tu hombro desnudo Nómada de alguna isla-norte que ha de forjar su lacustre epidermis en mí Curvas acentuadas nuestros cuerpos que entibian y encienden: La profundidad de la piel sólo es relativa si no pierdes la textura del agua sobre unos labios Recuerda que en algún momento también nos ayudamos a vestir y bajo la censura de los otros que nunca acaba…


/Esta no es la boca que inició todo / Esta es la carta de los que están desapareciendo / Esta es la boca de los silentes / Esta es mi mano que imprime la temperatura del desierto en toda la piel y en un tatuaje-continente / Este es todo el silencio que nos arropa dentro de un libro que no llegará nunca a los ojos /

De la fuerza con la semilla que hiere a la tierra Con la oscilación de la hojarasca en el cabello Tiempo que se mece sobre la carne y sobre la piel Y sobre los colores que nos distinguen Sobre la tierra y sobre el agua que ya nos está consumiendo desde dentro De la concreción de los nombres y para ser nombrado. No hablo de los recorridos sobre la piel que ya conocen No hablo de ser un maremoto sobre la piel No hablo de recorrer los bordes del deseo No es eso: Hablo de la palabra y sus consecuencias De lo que no aparece si no se pronuncia con la liquidez del coagulo Una hemorragia dentro de la laringe que se vuelve perpetua Y que aparece mientras cierro los ojos y el deseo Y la sangre en la garganta Deseo: apareces tú y tu silueta de viajero que también llega a ninguna parte Vuelves para besar la comisura de la tierra A probar la amargura de la tierra A herir con tu semilla a la amarga tierra A desbaratar con tus manos la textura de la tierra. EL CREACIONISTA | PÁGINA 42


Pero un día volverá como humedad Y se volverá contra la piedra Y contra el hueso que la hirió una vez Sobre la sensación de haber sido desaparecida De ser trozada con las manos y a sabiendas de que la muerte está presente en cada célula que intenta seguir con vida En cada mórula que se desprenderá hacia el frío de ahora. Por eso no es importante decir tu nombre Para que no te quedes siempre conmigo Y para que no sepas del deseo que soy cuando me muestro: Boca que hiere y palabra exacta que deseas Por eso es que no has de encontrarme en otros cuerpos No en otros ojos No en otros espejos: Ahora no soy yo quien se queda EL CREACIONISTA | PÁGINA 43


#ASESORIALITERARIA

#ESCRIBIRSINMIEDO

CORRECCIÓN Y ASESORÍA LITERARIA Escríbenos al correo: asesorialiteraria@hotmail.com o WhatsApp: 2212801077 y resolveremos tus dudas con atención personalizada.

Para más información, visita: @asesorialiterariacarbajal


DEVENIR ESPERANZA

ESCRITO POR:

JUAN CARLOS PÉREZ CASTRO

.

Nuestro tiempo se nos ha planteado a partir de una serie de circunstancias adversas, desde la dimensión medica con la pandemia que todavía nos aqueja, los problemas económicos producto de una serie de incompetencias realizadas en sexenios anteriores, la poca empatía mostrada por los intereses privados al jugar con las condiciones de acceso a la alimentación, el grave problema de inseguridad que vivimos día a día. Sin embargo, allende a estas y otras circunstancias desfavorables, debemos buscar un espacio de reflexión que nos permita comprender nuestra existencia en el proceso doliente que se nos presenta actualmente. El peligro de la “resiliencia”.


JUAN CARLOS PÉREZ CASTRO

Últimamente hemos escuchado hasta el hartazgo el termino de “resiliencia”, el cual se entiende como la fortaleza que tenemos para soportar momentos adversos. Sin embargo esta palabra ha tenido un doble uso en nuestra actualidad, ya que ha servido para manipular por vía sentimental a las personas, haciéndolas caer en una falsa condición de fortaleza que solo reproduce la explotación social. Por otro lado, se ha utilizado el termino de resiliencia para manifestar un supuesto vigor psíquico que permite a las personas sobreponerse a condiciones tales como la perdida de seres queridos, del trabajo, proyectos, etc. Ahora bien, la razón por la que debemos tener cuidado con los aspectos antes mencionados, es que se dan dentro de una dinámica que busca crear una falsa postura sobre la felicidad y la fortaleza. Actualmente, observamos una serie de cursos, conferencias, youtubers, etc., que hablan sobre la felicidad como algo dable de manera sencilla, que el esfuerzo personal es la condición primordial por la cual podemos alcanzar a la felicidad aunque de suyo nunca se mencione o identifique que es o que quieren signar con el termino de “felicidad”. Entonces, lo que podemos dilucidar es una falsa comprensión sobre el termino que sirve para instaurar un control por medio de la llamada “happycracía”. Ahora bien, el termino de resiliencia se utiliza como un dispositivo de poder que oculta la ignorancia sobre el termino de

EL CREACIONISTA | PÁGINA 46

“felicidad” con una intención coaccionante, pues obliga a las personas a no dar cuenta por sus sentimientos “negativos”, y son obligados a sonreír y actuar como si nada malo ocurriera, subsumiendo a la sociedad a un olvido de sí-mismo. La falsa idea de la felicidad.


JUAN CARLOS PÉREZ CASTRO

Cuando pensamos la idea de la “felicidad”, nos topamos con un problema muy grave, pues, lo que tenemos es una definición que no agota el termino en cuanto que tal. Podemos inferir que la felicidad no existe, ya que no es un hecho que se encuentre predeterminado como una condición ya dada en la naturaleza, la felicidad no es algo que de suyo contenga una definición univoca y universal y que se puede dar de la misma manera a todos los seres humanos, lo que tenemos, entonces, es un problema fundamental debido a las condiciones en las cuales confundimos la felicidad con estados de alegría. Sin embargo, la alegría se distancia de la felicidad en que la primera es una determinación de acciones o sucesos que nos causan goce, pero exigen de manera especifica esas condiciones para poder ser, mientras que la felicidad no puede surgir de una acción o suceso, de hecho, necesitaría ser reflexionada para poder ser comprendida de manera profunda y entender si la “felicidad” acontece o solo se trata de una alegría en cuanto que tal.

La emergencia de la felicidad es un suceso tan extraño que bien puede pensarse como una singularidad, y, por ello, debe ser pensada allende a nuestros estados anímicos dependientes de los “otros”. Esto no significa que la felicidad acontezca desde una individualidad personal, ya que esto la reduciría a una especie de solipsismo que negaría la felicidad comunal. Más bien debe entenderse que la

acontecer por medio de un pensamiento critico que de cuenta por esta condición sin tener de por medio un estado anímico favorable, al felicidad no acontece en un campo de alegría y bienaventuranza, la felicidad surge cuando comprendemos el sufrimiento innato de la existencia y nos permitimos compadecernos en ese sufrimiento cimentando las bases de un puente de comprensión hacia el “otro”, a partir de ello podemos sentirnos más cerca de la felicidad.

EL CREACIONISTA | PÁGINA 47

felicidad no es un estado que tenga una determinación predefinida, que esta necesita


JUAN CARLOS PÉREZ CASTRO

Siguiendo el pensamiento que se ha elaborado en el presente escrito, podemos deducir que una vía de acercamiento al problema de la felicidad se da de manera negativa, a saber: no definiendo lo que es, mas bien, pensando en lo que no es. La felicidad no es un estado de plenitud total, ya que esta sensación sería impensable en la vida humana, puesto que la condición de todo ser humano no se constriñe a sensaciones pasajeras o inmediatas ni a una totalidad de un estado anímico especifico, y tampoco se puede olvidar la “ voluntad de vida ” de la cual hace mención Schopenhauer, entonces, una asíntota a la felicidad se da en el reconocimiento del espacio doliente que compartimos con nuestros congéneres, y, por medio de la compasión, podemos entender la posibilidad de proyectarnos a mejores situaciones.

EL CREACIONISTA | PÁGINA 48


JUAN CARLOS PÉREZ CASTRO

CONCLUSIONES

Pensar en la felicidad es el primer paso para lograr otorgarle un sentido que nos permita realizarnos en una intencionalidad distinta a la de la búsqueda de la alegría como un medio por el cual olvidamos el sufrimiento y el espacio doliente compartido. La felicidad debe surgir como un esfuerzo realizado desde la reflexión de nuestras acciones con la posibilidad de construir un “mundo-otro”. No puede ser pensada como una condición que se puede alcanzar por una vía de éxito monetario, ya que esto nos llevaría a cosificarnos a nosotros y, por ende, cosificar a nuestros prójimos. La felicidad, si no existe, necesita acontecer por medio de nuestras acciones por vía de una axiología que de cuenta por el cuidado-de-sí y el cuidado-del-otro, es decir, necesita de un reconocimiento de la alteridad para entender que la unidad social, en sus mejores condiciones, es una manifestación de la felicidad misma. De esta manera, la esperanza es el devenir de la intención misma de la felicidad, pues esta (la felicidad), no es una constante que subsista por si misma, luego, debe ser

posibilidades nos puedan permitir.

EL CREACIONISTA | PÁGINA 49

reflexionada y llevada a su praxis para intentar lograr ser lo mejor que nuestras


EL CREACIONISTA

Queda estrictamente prohibida la reporcucción total o parcial de los contenidos e imágenes de la publicación sin previa autorización de Alma A. C. Carbajal Guzmán. El Creacionista ©. Al igual que licenciado bajo una Creative Commons Atribución - NoComercial -Compartir igual 4.0 Internacional que permite a otros compartir el trabajo con un reconocimiento de la autoría. 2021.


Issuu converts static files into: digital portfolios, online yearbooks, online catalogs, digital photo albums and more. Sign up and create your flipbook.