-Es decir, ¿la inflación incide en los costos e influye en el resultado final? -Sí. Y en ello, debe destacarse el costo laboral, que es muy gravitante en el costo total. Es más, hoy, el aumento del costo de la mano de obra sube tanto que hasta se emplea para ajustar los precios generales. De todos modos, mientras la construcción privada acuerda las actualizaciones que se hacen a nivel contractual con el cliente, en el ámbito de la obra pública, el costo de la mano de obra afecta de manera diferente: el incremento de los salarios se refleja en la redeterminación de los precios y así, la rentabilidad se mantiene. En cualquier caso, también debe entenderse que el sindicalismo tiene hoy un peso importante dentro del proyecto: cualquier conflicto sindical o parada en una obra resulta en una pérdida más costosa que el reclamo gremial que origina esa huelga. Una obra de 400 personas parada un sólo día ¡es una fortuna! -¿Cuánta gente emplean? ¿Tienen flota propia de máquinas? -Sumando la plantilla y los obreros, llegamos a las 2000 personas. Muchas máquinas no tenemos, excepto unas grúas torre, que tienen sus operadores, empleados propios y designados en forma estable. -¿Cómo gestionan las obras?, ¿con project managers? -El área de Desarrollos Inmobiliarios de Caputo está conformada por un equipo de profesionales dedicados al desarrollo integral de emprendimientos, con una marcada orientación hacia la gestión estratégica a lo largo de todo el proceso de desarrollo. En cada proyecto en obra, hay personas específicamente designadas para coordinar las tareas o, mejor dicho, los distintos contratos, como puede hacerlo un project manager. No obstante, esta figura, que para nuestro país es relativamente nueva, no está siendo suficiente para ahorrar tiempo y costos de obra y en este sentido, creo que habrá que ir pensando en la figura de una persona que además de cobrar un “fee” por coordinar las tareas y a los contratistas, asuma un nivel de responsabilidad mayor por los atrasos imprevistos. -Para el año próximo, ¿cuál nicho de la construcción atraerá más inversiones? -Para mí, esta industria no se analiza en “nichos”. A los proyectos, no
-¿Hay faltante de insumos por las restricciones a la importación? -Sí. Aunque no es un problema de volumen. Es decir, hay restricciones
o faltantes muy puntuales, como las siliconas para sellar dobles vidrios en ventanas, así como partes de ascensores o acondicionadores de aire. -¿Cómo se gestiona la obra para que no haya faltantes? -Se trabaja con tiempo, anticipándose al requerimiento en tiempo y forma: le avisamos al proveedor, para que no se vea sorprendido. En fin, resulta ser un problema adicional... -¿Cuál es la tendencia en métodos constructivos? En insumos, ¿hay novedades para el año próximo? -En altura, seguiremos hormigonando; ahí se están viendo algunos
cementos especiales y también nuevos sistemas de encofrados, que son cada vez más eficientes. En otro orden, estamos trabajando con sistemas 3D, analizando la obra para eficientizar las instalaciones; hasta hace poco, se terminaba de construir y enseguida había que romper para pasar las instalaciones. Esa manera de trabajar representa un valor de costo de obra importante, que puede bajarse. -¿Cómo iniciarán el 2014? -Trabajando. En nuestro caso, el año próximo vamos a trabajar los proyectos de Consultatio, del Banco Macro, del Banco Galicia y en el Distrito Tecnológico, entre otros.
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los generamos nosotros. A nosotros nos convocan y hacemos lo que el cliente nos contrata. De todos modos, puede decirse que entre los inversores se ve una preferencia por las oficinas; ciertamente, hoy se ven carteras orientadas a la construcción de oficinas comerciales, cuando hasta hace poco tenían más metros cuadrados dedicados a las viviendas. En cuanto las razones de esta reorientación: quizá se deba a la imposibilidad de girar dividendos al exterior y no tanto a la demanda del mercado.
ANUARIO 2013 | PROYECCION
-En la Argentina de hoy, ¿todos pueden construir con la misma calidad? -No. Los costos de la construcción siguen subiendo, tanto en materiales como en mano de obra y esto hace que, para los desarrolladores medianos, el precio de venta mínimo necesario como para tener un margen de ganancia aceptable sea imposible de absorber por el público al que se dirige. Hoy, con una inflación del diez por ciento cada seis meses, es cada vez más difícil para los grupos de pequeños inversores construir con estándares de calidad aceptables.