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OPINIONES elCaribe, SÁBADO 7 DE DICIEMBRE DE 2013
SÍMBOLO
La grandeza de Nelson Mandela
EURI CABRAL euricabral07@gmail.com
E
l mundo está consternado por la muerte de Nelson Mandela, uno de los más grandes hombres que ha dado la humanidad en los últimos años. Y no es para menos , pues Mandela es el símbolo mundial de la lucha por la justicia social y por la igualdad. La grandeza de Mandela se resume en tres palabras: firmeza, dignidad y humildad. Su firmeza fue antológica pues nunca claudicó en sus ideales y fue capaz de resistir 27
años de cárcel sin que su espíritu de luchador sin tregua por terminar la discriminiación racial en su patria, fuera mermado. Sudáfrica, su patria de origen, vivió una de las etapas de mayor discriminación para la raza negra conocida con el nombre de Partheid y Mandela, como el principal líder de un movimiento que se enfrentó sin tregua a esa política de exclusión y discriminación, nunca se amilanó en ese proceso de oposición permanente a las injusticias y abusos en contra de la mayoría de la población de su patria. Su dignidad es también antológica. Fue bujía inspiradora y ejemplo de dignidad humana y revolucionaria no sólo de sus hermanos africanos sino de todos los hombres y mujeres del mundo que luchaban en cualquier rincón por la libertad y la justicia. Esa dignidad lo llevó a tener una clara convicción de que se debe luchar por un ideal si importar lo que eso nos traiga como consecuencia. Cuando fue enjuiciado y condenado a cadena perpetua en
1964, sus palabras tronaron con dignidad ante el tribunal que lo condenó: “He luchado contra la dominación blanca y contra la dominación negra. He perseguido el ideal de una sociedad libre y democrática donde todas las personas vivan juntas en armonía y con igualdad de oportunidades. Es un ideal por el que espero vivir y conseguir. Pero si es necesario, es un ideal por el que estoy dispuesto a morir”. Su humildad refleja la dimensión de un líder que sabe caminar enseñando con su propio ejemplo. Cuando fue liberado en febrero de 1990 fruto de la presión del mundo al gobierno sudafricano tuvo la humildad de sentarse a negociar con sus anteriores verdugos para encontrar una salida y poner fin al apartheid en Sudáfrica. Y con profunda humildad y sin perder su firmeza y su dignidad, firmó un acuerdo con el presidente blanco Frederick Leclerck y ambos ayudaron a poner fin a la segregación racial. Por ese hecho ambos son merecedores del Premio Nobel
de La Paz en 1993. Al año siguiente, Nelson Mandela fue elegido Presidente de Sudafrica y transformó de manera extraordinaria esa nación. En su libro autobiográfico llamado “El largo camino hacia la libertad”, Mandela afirmó que “la grandeza de la vida no consiste en no caer nunca, sino en levantarnos cada vez que caemos”. El fue un gran ejemplo de eso. Se cayó muchas veces y siempre se levantó para seguir adelante hasta lograr la realización de sus ideales. Hoy, el mundo entero se rinde a sus pies y le tributa un hermoso y sincero homenaje de agradecimiento por su vida y su ejemplo. Y lo recordamos por siempre teniendo presente sus sabias palabras: “La muerte es algo inevitable. Cuando un hombre ha hecho lo que creía necesario por su pueblo y su país, puede descansar en paz. Creo que yo he cumplido ese deber, y por eso descansaré para la eternidad”. l
dan crédito a sus hallazgos, mucho menos con la sinceridad del Pané que reporta. Tienen que ver con mi percepción de las limitaciones de la formación y el intelecto del Pané que reporta y que talvez le impidieran entender los requisitos y procedimientos requeridos por la ciencia en términos de independencia y objetividad para que su reporte antropológico reflejara verdad científica de la cultura que estudió junto al contradictorio otro propósito evangélico que se le encargó. Había entonces en la isla talvez cuatro idiomas y otras tantas culturas, y había no cinco sino seis cacicazgos principales, al incluirse el Ciguayo, normalmente no contado, pero de cultura, etnia y lengua y etnia diferente a la de los demás. Es posible que las diferencias lingüísticas reflejaran la diversidad de migraciones de la misma cultura, o que és-
tas se hubiesen originado en puntos geográficos diferentes, como sud centro y norteamérica. Ni siquiera la arqueología, la genética, la lingüística, ni la tecnología actual, han podido refutar las más arcaicas y antiguas explicaciones que señalaron el proceso migratorio hacia lo que hoy llamamos América, pues lo que se nos ha entregado como datos de la ciencia y la tecnología de la actualidad, en vez de complementarse se contradicen. Así la mudanza supuesta desde Asia mantiene casi tan pobre valor científico y descriptivo como los elaborados por los primeros cronistas de las Indias, que procuraron demostrar que la teología católica de Santo Tomás ofrecía explicaciones correctas, aunque hoy sean explicaciones rechazadas y desacreditadas l
El autor es periodista.
ENSAYO
Fray Román Pané
MARCOS TAVERAS marataveras@gmail.com
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ruditos antillanos han acreditado como verdad los hallazgos de Román Pané, fraí le llevado por Colón a La Isabela con la obligación de ejecutar labores evangélicas y de descubrir las creencias de taínos sobre sus orígenes y deidades, en villas cercanas al asentamiento de La Isabela. Había tres villas taínas cercanas a la
Isabela donde el lenguaje hablado era diferente, que el auto nominado eremita no pudo discernir. Tal incompetencia lo obligó a mudar su responsabilidad hacia el dominio de Guarionex, en donde logró entender lo suficiente del lenguaje como para ejecutar algunas labores evangélicas, que cesaron cuando las autoridades españolas decidieron abiertamente ser genocidas y esclavistas, terminando su labor de promotor de la fe cristiana en La Concepción con el asesinato de sus convertidos al cristianismo. Desde La Concepción fue entregado a brazos de jefe nitaíno cuya filiación cacical no he discernido, aunque de la obra y escritos de Pané algunos postulan que es del Macorix de Abajo. Mis dudas sobre la certeza del escrito de Pané no tienen que ver con la capacidad ni con la autoridad profesional ni sobre los conocimientos de quienes
BUEN OFICIO CLAUDIA FERNÁNDEZ LEREBOURS claurinaferle@gmail.com PERIODISTA
¿Racistas? JÓVENES HAITIANOS estudian en las universidades dominicanas. Pero somos “racistas”. Los hospitales atienden a las madres haitianas y sus bebés bajo iguales condiciones que las dominicanas. Pero somos “racistas”. Dominicanos han sido linchados al amparo de nuestro atraso social.
El autor es consultor empresarial.
ROSAS PARA EL ALMA “Linchamos” a haitianos porque somos “racistas”. Dominicanas casan con haitianos; haitianos casan a dominicanas. Y somos “racistas”. Haitianos y dominicanos comparten nuestra pobreza. Pero nos atribuyen “fomentar un apartheid”. Es fácil ver lo impropio de vincular a racismo la problemática migratoria domínico-haitiana. Sectores que propugnan por reducir la caldera social vecina a costa de nosotros, manipulan perversamente ese argumento. Acusamos el pecado de aupar la emigración haitiana por conveniencias de las clases poderosas. El racismo no. l
LUCY COSME rosasparaelalma@gmail.com @lucycosme
¡Tal como Él! GENERALMENTE, la gente quiere a Dios y gustan de lo suyo, pero no reflejan su semejanza, no apetecen ser vistos y reconocidos como sus hijos. Tal clase de “imagen” les perturba, especialmente a la luz de los criterios de su entorno.
Consecuentemente, les preocupa más la aceptación de los hombres que la aceptación Divina. Desde el momento en que nuestras vidas se enfocan en la base de satisfacer a los demás y sus demandas, llegamos a convertirnos más como ellos, menos como nosotros y ni hablar de parecernos a Dios. Pero su plan es llevarnos a la estatura de Cristo. Su mandato prioritario, amarle sobre todas las cosas. No es opcional, ni una sugerencia, tampoco una súplica, es el mayor de los mandamientos. ¡Aceptarle es aceptarme, amarle es honrarle! l