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GENTE elCaribe, JUEVES 26 DE DICIEMBRE DE 2013
10 MOMENTOS INOLVIDABLES DE...
Altagracia Guzmán M. DIRECTORA EJECUTIVA DE SENASA
GENTE www.elcaribe.com.do
LA INFANTA ELENA
Envía mensaje de felicitaciones por Navidad La infanta Elena envió un mensaje de feliticación este año por la Navidad con una imagen junto a sus hijos, Felipe y Victoria de Marichalar, en un contexto de lo más veraniego. La fotografía, que fue tomada este verano en Mallorca y elegida por la hija mayor de los Reyes para hacer llegar sus mejores deseos para estas fiestas, muestra a la Infanta abrazada a sus chicos en un balcón y sonriendo a cámara.
“Por ser mujer, mi labor en Senasa ha sido más difícil” Altagracia Guzmán, a quien sus allegados, cariñosamente, llamanTati, comparte con los lectores del elCaribe, su tránsito por la vida
Platón FILÓSOFO GRIEGO
CARLOTA CASIRAGHI
Feliz con la llegada de su pequeño hijo Raphaël El pequeño Raphaël, fruto del amor entre Carlota Casiraghi, hija de la princesa Carolina de Mónaco y el actor francés Gad Elmaleh, vino al mundo. El bebé nació en el centro Princesa Grace de Mónaco, el mismo en el que hace 27 años vino al mundo la hija de Carolina de Mónaco.
2. Niñez Feliz
Mi niñez fue muy feliz, de los cinco hijos de mis padres, soy la mayor. Fui una hija, como mis otros hermanos, muy valorada por mi madre y por todo el entorno familiar. Un entorno familiar de gente trabajadora. Al fallecer papá, la ligazón de la familia por parte de mi padre no era mucha, pero sí por la familia de mi mamá. En ese campo donde vivíamos no había escuela y muy pequeña, a la edad de siete años, me internaron en el Colegio San José, de Puerto Plata. Mis años de primaria los hice en este colegio, recuerdo que jugaba volibol. Era la más alta del grupo. Viví una niñez muy feliz en la casa de mis abuelos. De mi abuela, Fidelina Cabrera, aprendí la bondad y de mi abuelo, Ramón Marcelino, aprendí la disciplina, aunque ya venía con mucha disciplina de parte de mi madre, pero ellos se encargaron de reforzarla, sobre todo, papá Ramón. 3. Lindos recuerdos
EVELYN IRIZARRI
PROFESIONAL
FOTO: DANNY POLANCO
“DONDE QUIERA QUE SE AMA EL ARTE DE LA MEDICINA SE AMA TAMBIÉN A LA HUMANIDAD”.
años. Recuerdo que era un hombre de mucha visión de futuro, vivíamos, yo pequeñita, en la comunidad de Puerto Grande de Moca y él trabajó con Jacobito de Lara, que muchas personas no lo saben, en la construcción de la carretera Jamao al Norte y para continuar los trabajos él se mudó con su familia a esa comunidad. Mamá fue una mujer que se dedicó por completo a sus cinco hijos. Luego los cinco vinimos a la capital, porque ingresamos a la universidad, gracias a Dios y a mi madre.
S
u infancia en Moca transcurrió feliz, a pesar de que a los siete años, sufrió el rudo golpe de la muerte de su padre. La ausencia de su papá, incrementó la carga de su madre, quien tuvo que trabajar muy duro para poder levantar los cinco hijos procreados con su difunto esposo. Recordar los sacrificios y esfuerzos de su madre, por sacarlos adelante, le causa una enorme tristeza, pero al mismo tiempo, representa la causa principal de la gran admiración y respeto que siente por ella. Desde muy chiquita, supo que quería ser médico y alcanzada la edad para ello, se matriculó en la Universidad Autónoma de Santo Domingo, donde obtuvo el título de doctora en Medicina. Había logrado su sueño. A lo largo de su carrera se ha enfrentado a un sinnúmero de situaciones difíciles, que han dejado al descubierto su gran sensibilidad humana. La suya es sin duda, una historia llena de ejemplos de superación personal. Es la vida de una mujer que siempre fue más allá del deber, que ha ejercido su profesión apegada a la honestidad, la solidaridad y la empatía con los más necesitados.
1. Nació Tati
Nací el 26 de julio de 1946, en la clínica Guadalupe de la ciudad de Moca, provincia Espaillat. Soy hija de Claudina Marcelino viuda Guzmán y José Guzmán Tejada. Mi padre falleció siendo yo muy niña, cuando yo tenía siete
Entre el trabajo y la vida hogareña Siendo estudiante de Medicina me uno en mi primer matrimonio a Pedro Mirito, con él tengo dos hijos, César y Mitir. Me hice especialista, pasada la mitad de los años 70. Luego, hice pediatría en el hospital Robert Reid Cabral, y me voy a México a estudiar Infectología. Permanecí un tiempo en México, donde me desarrollé en el aspecto profesional y ya en el 80 regreso e ingreso como encargada de Infectología del hospital San Lorenzo de Los Mina. Allí tuve la oportunidad de ser fundadora y cofundadora de la Residencia de Especialidad en Pediatría y Ginecobstetricia en el hospital San Lorenzo de Los Mina. Me inicié en la docencia de pediatría e infectología en la UASD. Después gané un concurso en el Robert Reid donde fui encargada de la emergencia en ese hospital. Después me casé con el doctor Fernando Sánchez Martínez, él tenía tres hijos, críamos los míos, los suyos y los nuestros. Tuvimos una hija, en total son seis. Esta es médico psiquiatra y vive en el extranjero. El resto eligió otras carreras. Entonces, mi vida transcurre criando los hijos, pasé a trabajar en la Sociedad Dominicana de Pediatría, en la docencia, participaba en actividades científicas en congresos e investigaciones hasta que ingreso al PLD.
Uno de los momentos que más recuerdo de mi niñez es que mi abuelo cultivaba café. Él contrataba a muchos hombres para la época del café y entonces, todos los nietos íbamos a ayudarle a estos hombres, pero ¡ay de aquel nieto que le quitara un grano de café a la mata! Podíamos recoger el grano que caía de la mata. Entonces, luego mi abuelo les compraba a sus nietos ese café que recogíamos. Aprendí de mi abuelo, que en la vida hay que trabajar y que usted por una jornada debe de recibir un salario. Por otro lado, a mí me gusta mucho el baile, aunque ahora lo hago esporádicamente, mi hermano y yo éramos compañeros de baile, mientras todas las muchachas iban con sus padres a las fiestas yo lo hacía con mi hermano, él y yo ganábamos concursos de bailes. 4. La vida universitaria
Cuando terminé el bachillerato, ya yo sabía lo que iba a estudiar. Cuando falleció papá, un tío actuó como tutor. Si todavía hoy día hay patrones culturales de machismo, imagínate en esa época. Recuerdo que mi tío le decía a mi madre que las mujeres nada más podían ser maestras o se quedaban en sus casas, pero yo siempre tuve el apoyo de mi madre. Entonces, la universidad, que ya era autónoma, llamó a examen de admisión y yo apliqué y se nos dijo que se nos iba a informar por el periódico elCaribe. Yo buscaba elCaribe todos los días. Ese día, busque la página y vi mi nombre. Ingresamos a la universidad y a la semana estalló la Revolución de Abril. Yo vivía donde una tía en el ensanche Ozama y me fui para Moca. Pasó el tiempo y reiniciamos la universidad.