ELLA: Yo también provengo de la política, ¿sabe? Mi padre fue desheredado por sus hermanos. Mi madre fue desheredada por los suyos. El dueño de la fábrica que no estuvo de acuerdo con que mi padre organizara un sindicato nos desheredó a nosotros. Mi tío trabaja en un sindicato de acuerdo con el dueño de la empresa. Mi hermano trabaja ahí, pero no está de acuerdo, ni con mi tío ni con el dueño. Por eso sigue en la misma furgoneta, hace 30 años. Sin embargo, ha aprendido a guardar silencio. Por eso sigue ahí, en la misma furgoneta, hace 30 años. Su hijo perdió un trabajo en el dedo… quiero decir: un dedo en el trabajo. Sus abogados están a punto de lograr un acuerdo favorable (para la empresa). Otro hermano mío murió intentando pasar el muro, pero como mi cuñada trabaja en una funeraria, le hicieron una rebaja. EL: No hay nada como estar bien enchufado.
4 VEREDA TROPICAL MAMÁ LUCHA, abruptamente, a los espectadores/transeúntes. Tú desheredas, él deshereda, ellos desheredan, ustedes desheredan, nosotros desheredamos… En los renglones torcidos de Pacman, un mundo diseñado con criterios similares a los del porvenir: tesón, diversión y adecuación a la competencia salvaje, Mamá lucha (acción física). MAMÁ LUCHA, atorada en la mecánica del juego. No saben cómo me fascinaba… Y eso que le decían la fanesca, porque estaba repleto de granitos, y porque su programa ideológico era un maremágnum, más flexible que el hombre de caucho de los cuatro fantásticos, sobre todo a la hora de abrir su intimidad a los extraños, sobre todo a las extrañas... La cosa es que llegados a ese punto, tu patria alternativa, tu proyecto y tu guarida, tu otro mundo posible, se convierten de repente en tus mayores enemigos. Llanto de niño.