6 minute read

Poble Nou del Mar

Next Article
Editorial

Editorial

PACO CARBONELL

Vivíamos en Poble Nou de la Mar1. Jugábamos en la playa o en las acequias. Compartíamos sopa, merengue, chocolate, pasteles; todo elaborado con arena de la playa y agua marina y cocinado al sol. En nuestras aventuras infantiles morábamos en montañas, castillos, fortalezas, palacios y ciudades erigidas con la misma arena. En el juego éramos reyes o reinas, príncipes o princesas, guerreros, obispos, monjas o mercaderes. En la vida real nuestros hogares eran humildes cabañas que tan pronto se inundaban si subía el caudal de las acequias, como se incendiaban por cualquier descuido en los tórridos meses de verano. Los más mayores, tenían orden de vigilarnos mientras jugaban a polis y cacos, iban al teatro de la Marina o paseaban cogidos de la mano con sus parejas. Teníamos 14 años cuando, por primera vez te besé en la playa de Levante. Habías dibujado nuestros rostros en la orilla y cada ola se llevaba mar adentro un pedazo de nosotros. Supe que tú también me amabas y que, si algo nos separaba, añoraría para siempre el sabor de tu boca. Seguíamos abrazados cuando mi hermano nos apartó de malas maneras y me cruzó la cara con dos bofetadas. Me ardía el rostro y quería matarlo. —Ahora ve a casa y habla con padre. —Vicente: me las pagarás, —mi voz sonaba débil y temblorosa. —¡Ahora mismo, corriendo a hablar con padre! —gritó Vicente. En la cabaña sólo estaban padre y madre. Buscando un aliado me acerqué a ella y le besé en la mejilla. Me asusté cuando vi que padre tenía la cara tan roja como yo y en la mano derecha la vieja correa de cuero y me miraba de arriba abajo como calculando el destino del primer golpe... —¿Así que tienes novia? —Si, es cierto. Y también que le amo y me ama para siempre. —Dile a tu madre como se llama. —Felipe, se llama Felipe y en realidad somos novios. —¡Ja, ja jasss —Padre miraba a madre a la vez que reía una falsa, ¡pero muy sonora carcajada —! Felipe el hijo de los Ortí. Los vecinos pescadores. Han ido siempre juntos al colegio, siempre han sido amigos. ¡Y resulta que son sarasas! —¡No digas eso! Si le ofendes ya no tendrá remedio. Hijo mío ¿vas a dejar hoy mismo esa relación? —Madre: nos queremos. No como vecinos, amigos, o hermanos. Nos queremos como pareja y viviremos siempre juntos. —Hijo eso no va a ocurrir.v Sigue... 7

Advertisement

—Desde luego que no. Acabo de hablar con su padre y has de saber que Felipe te ha mentido. No te quiere. En este momento viaja a Carcaixent y allí tomará el tren a Gandía 2. Se ha enrolado como pescador en el barco de un familiar. No volveréis a veros. Ya tienes edad para entrar de peón o de aprendiz en alguna empresa o comercio. Has de ganarte la vida y olvidar ese amor equivocado. —Errado está usted padre, no voy a olvidarlo y tampoco voy a permitir que decida usted a quien he de amar, como he de vivir o en qué lugar. —Entonces dejas de formar parte de la familia. Ya no tienes sitio en esta casa. Mañana cuando me levante no quiero verte por aquí. No te deseo ningún mal, pero no vuelvas. Salió y no volví a verlo en veinte años. Vicente estaba en silencio y cabizbajo; madre lloraba a mares. Intenté consolarla, le dije que volvería; pero ella me pidió que viviera mi vida y no renunciara nunca al amor. En Carcaixent vivimos unos años duros como jornaleros, cogiendo naranjas o desempeñando cualquier otra tarea agrícola en el campo o en el almacén de fruta. Hice amistad con el administrador que me enseñó contabilidad y algún secreto para manipular facturas, regatear a la hacienda pública y a acertar con las inversiones en bolsa. Gracias a él ahorramos y multiplicamos las reservas con inversiones exitosas y alguna operación bursátil al límite de la ética. Viajamos por Europa y nos instalamos en París. Allí Felipe recibió clases de dibujo y se reveló como el gran pintor que era. Trabajaba al aire libre con rápidas pinceladas y era capaz de plasmar en el lienzo la evolución de la luz sobre el motivo. Frecuentamos círculos de intelectuales y artistas. En el popular café Gurbios conocimos a Zola 3, Nadar4 y a Monet y Degas entre los pintores impresionistas5. Yo hacía el trabajo de marchante, preparaba las exposiciones, vendía los cuadros y reinvertía en negocios seguros nuestro capital. Tanto Felipe como yo intercambiábamos correspondencia con amigos de Valencia que nos representaban en algunos negocios o compromisos legales o administrativos. También nos mantenían informados sobre nuestras familias. Cuando el padre de Felipe necesitó apoyo económico y personal para entrar en la Sociedad Pesquera, fue el primer sorprendido al obtenerlo. Cuando mi padre y hermano eran rechazados por los terratenientes para ganar jornales cortando caña de azúcar, por su evidente afición a la cazalla, encontraron un médico que les ayudó a salir del vicio y volver al trabajo. Madre cosía por encargo, durante largas horas.

Sigue...

Sin decir nada a Felipe, pero seguro de darle una inmensa alegría compré y registré a nombre de ambos una bonita casa de tres plantas en el chaflan entre las calles de la Reina y de Vicente Guillot. En 1909 y aunque el ambiente político en España estaba crispado, se celebraba La Exposición Regional Valenciana, una muestra comercial e industrial organizada por el Ateneo Mercantil de València, entre el 22 de mayo y el 22 de diciembre. Consideramos que era el momento de regresar buscar oportunidades en nuestra tierra, agradecer a los amigos y tal vez reencontrarse con la familia. El luminoso día en que abrí la puerta de nuestra nueva casa en el Cabañal se cumplían 20 años del otro terrible y oscuro en que como adolescentes temerosos nos besamos en la playa de Levante y tuvimos que soportar la incomprensión y el maltrato de los nuestros. Regresábamos como dos hombres con patrimonio y recursos. Sin embargo, mis intereses eran los mismos de antaño: compartir contigo el amor y la vida. Desde nuestra posición se nos hizo fácil olvidar el orgullo y perdonar a nuestras familias. En aquellos días de Exposición compramos escaleras mecánicas que trasladamos e instalamos en galerías comerciales por toda Europa. Conseguimos abultados beneficios. Adquirimos un palacete en la ille de la Cité y alternamos largas temporadas de verano en París y de invierno en el Cabañal. Felipe pintó obras extraordinarias, con un tratamiento de la luz, que sólo más tarde igualó Joaquín Sorolla en la playa de la Malvarrosa.

(1) Municipio independiente constituido en 1821, principalmente de pescadores. Conformado por el Cabañal, el Canyamelar y la punta de Francia. En 1897, al igual que Villanueva del Grao, deja de ser independiente y se incorpora al municipio de Valencia. (2) El auge de la naranja convirtió a Carcaixent en un importante nudo ferroviario con la creación en 1864 del tramo de vía estrecha que llegaba hasta Gandía. En 1883 se amplió la línea desde Gandía a Denia. (3) Émile Zola (1840-1902). Escritor francés, considerado el padre y el mayor representante del naturalismo. (4) Gaspard-Félix Tour Nachón (1820- 1910), conocido como Nadar, fotógrafo, periodista, ilustrador, caricaturista y aeronauta francés. (5) Los impresionistas comparten actitud frente al arte, sin unidad de estilo. Destacan lo individual y rechazan las normas oficiales. Pintan al aire libre, con más atención al conjunto que a los detalles. Captan la impresión de un momento, diferente del anterior y del siguiente. Por eso la pincelada es rápida. ¿Qué condiciones de luz y de color hay en ese instante? Eso es lo que les interesa. Efectos de luz y color. No el objeto que se pinta, sino cómo la luz y el color desmaterializan sus formas. Manet, Monet, Pizarro, Edgar Degas, Renoir, Sisley, Frederic Basil, Morisot.

This article is from: