Sapo y el ancho mundo

Page 1



Desde una colina Rata miraba al horizonte. “Qué hermoso es el mundo”, suspiró. Y enseguida se sintió inquieto. “Creo que es hora de salir de viaje”, pensó.


A la ma帽ana siguiente, muy temprano, llen贸 su morral de ropa, y provisiones. Y se puso en camino, deseoso de aventuras.


No había ido muy lejos, cuando oyó un grito. –¡Espérame! Volteó y vio a Sapo acercarse. –¡Rata! -dijo Sapo-. ¿Adónde vas? –Al ancho mundo -contestó Rata-. En busca de aventuras.


–¿Puedo ir contigo? -preguntó Sapo emocionado. –¡Claro que no! -exclamó Rata-. Eres demasiado pequeño para un viaje como este. –Ay, Rata, por favor. Soy pequeño pero fuerte. Te ayudaré a cargar las cosas. Y dos es siempre más divertido que uno. –Entonces, ven -dijo Rata-. Pero no te quedes atrás.


Y así, los dos amigos salieron juntos a recorrer el ancho mundo. Sapo cargaba el morral y Rata iba adelante indicando el camino. –Qué lindo es esto -dijo Sapo al poco rato-. Pero es distinto a casa. Nunca había ido tan lejos.


Luego de andar otro trecho, Sapo se sentó. –Tengo hambre -dijo-, ¿Cuándo podemos almorzar? –¿Qué? -exclamó Rata-. ¡Si acabamos de comenzar nuestro viaje! Pero, de todos modos, Rata sacó del morral dos sándwiches de mantequilla de maní. A decir verdad, él también tenía ganas de comer algo. –Sólo será una pequeña merienda -dijo-. Todavía tenemos mucho que recorrer.


Al terminar, los dos continuaron su camino. –¿Ya estamos llegando? -preguntó Sapo poco tiempo después. –¿Adónde? -contestó Rata. –Al ancho mundo -dijo Sapo. –¿Cómo se te ocurre? -dijo Rata con impaciencia-. Si acabamos de salir de casa.


Cuando por fin pararon, el sol se estaba poniendo. Sapo se desplomó en el suelo. –Estoy cansado. No puedo caminar más -se quejó-. ¿Cuándo regresaremos a casa? –¿A casa? -Rata estaba estupefacto-. ¡Nada de eso! Aquí es donde pasaremos la noche.


Rata escogió un lugar cómodo y los dos se acostaron. –Rata -dijo Sapo después de un tiempo-. No puedo dormir. –Cierra los ojos y piensa en tus cosas favoritas -contestó Rata. Sapo lo intentó, pero no funcionó. Oía ruidos extraños. Probablemente eran leones… o tigres.


Issuu converts static files into: digital portfolios, online yearbooks, online catalogs, digital photo albums and more. Sign up and create your flipbook.