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Id y ved»: comunicación que hermana

«ID

Y VED»:

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COMUNICACIÓN QUE HERMANA

José Antonio Varela Vidal (periodista)

El mensaje del papa Francisco para la LV Jornada Mundial de las Comunicaciones Sociales (JMCS) de este año contiene una invitación que recoge las mismas palabras de Jesús cuando llamó a sus apóstoles: «Ven y verás».

Aeste respecto, señala el Santo Padre, la invitación a «ir y ver» es el método de toda comunicación humana auténtica, pues para relatar la verdad de la vida es necesario salir de la cómoda presunción del «como es ya sabido». Hay que ponerse en marcha, ir a ver, estar con las personas, escucharlas, confrontar la realidad.

A modo de estímulo para los periodistas y comunicadores, el mensaje incluye un pensamiento del beato español Manuel «Lolo» Lozano (1920-1971), quien, desde su discapacidad, siguió construyendo un nuevo periodismo con frases como esta: «Abre pasmosamente tus ojos a lo que veas y deja que se te llene de savia y frescura el cuenco de las manos, para que los otros puedan tocar ese milagro de la vida palpitante cuando te lean».

Salir siempre

«Id y ved», que es la invitación de Francisco, debe tomarse en cuenta para toda expresión comunicativa que quiera ser límpida y honesta, sea en los medios, la predicación o la comunicación política.

En oposición a esto, debe evitarse una información construida solo en las redacciones, frente a la computadora, sin salir nunca a la calle, sin «desgastar las suelas de los zapatos», advierte.

Una conclusión «urgente» sería que los comunicadores y pastores del pueblo de Dios estarán en lo correcto solo si saben promover el encuen-

tro con las personas. Esto es, buscar historias o verificar directamente realidades que de otro modo no circularían; generar encuentros que de otra forma no se producirían.

El «ven y lo verás» es el método más sencillo para conocer una realidad, nos dice el Papa, pues es la verificación más honesta de todo anuncio. Porque para conocer es necesario encontrar, permitir que aquel que tengo de frente me hable, dejar que su testimonio me alcance.

Proteger el periodismo

El mensaje pontificio dedica unas líneas importantes al periodismo, como responsable de relatar, como se debe, la realidad. Esto no es fácil, ni viene envuelto junto a un título universitario. Lo que se requiere de los profesionales de la prensa es arrojo para ir allá donde nadie va. Motivados sí por la curiosidad y la pasión, pero con una apertura tal, que al final vuelve valiente y comprometido a quien asume el riesgo que esto conlleva.

Es por ello que, gracias al periodismo –continúa el Papa–, se conocen las difíciles condiciones de las minorías, los abusos e injusticias contra los pobres, la trata de personas, la destrucción del medio ambiente y se toma conciencia de las guerras olvidadas.

Ha sido propicia la ocasión para que Francisco alce su voz y advierta que, si el ejercicio del periodismo es amenazado, estaremos ante una grave pérdida frente al derecho a la información y el fortalecimiento de la democracia. En suma, un empobrecimiento para nuestra humanidad.

El documento no aparta la mirada de estos tiempos de pandemia. En esta realidad, tan dolorosa y con tanto abandono e indolencia de las políticas públicas, hay más motivos para «ir y ver». De este modo, se evitará el riesgo de contar la pandemia con una doble versión, según sea el interés de quien elabore la narración. Esto preocupa porque a veces el mismo periodista soslaya la realidad, sin hacer evidente el poco o nulo acceso a la salud para los empobrecidos, y por ende, a los excluidos del sistema.

Una red que comunique bien

Muy en la línea de los últimos mensajes por la JMCS, el Santo Padre destaca que la red (internet), con sus innumerables expresiones sociales, puede multiplicar la capacidad de contar de primera mano y de compartir. Por ello la cataloga como «instrumento formidable», que nos permite ser testigos de eventos que de otra forma los medios pasarían por alto, siendo estas historias de denuncia, pero también positivas.

Sin embargo, dicha red puede ser nuestra aliada, como también puede acarrear dolor, destrucción, libertinaje y manipulación. Allí tenemos las denominadas fake news o noticias falsas, frente a las cuales el pastor universal nos increpa a desenmascarlas. Es muy claro el mensaje, al recordar que todos somos responsables de la comunicación que hacemos, de las informaciones que damos y del control que ejercemos.

Ya para finalizar el documento, el papa Francisco nos pide el compromiso de no convertir la comunicación en una entelequia o en un proceso puramente virtual, sino de tener la conciencia de que nada puede sustituir completamente el hecho del encuentro en persona.

Por eso nos recuerda que no se comunica solamente con las palabras, sino también con los ojos, con el tono de la voz, con los gestos. Es decir, de corazón a corazón, que es algo con lo que te vas involucrando poco a poco: primero mediante el diálogo, para pasar luego a una experiencia real y así a un encuentro duradero y amoroso.

Son modelos de este estilo el mismo Jesucristo, así como san Pablo y todos los misioneros, de ayer y hoy, que hicieron de su predicación un verdadero atractivo, pues se encontraron con las personas «donde están y como son». He ahí el desafío.

¿Te apuntas a la AMABILIDAD?

«Vete en paz» (Lc 7,50)

Pedro Moreno

En este proyecto de avanzar en la amabilidad, como en todos nuestros empeños de vida cristiana, lo primero y decisivo es mirar a Jesús, Maestro y modelo de nuestra existencia.

Recuperar la amabilidad

Pongamos un poco de orden y claridad en nuestras reflexiones de hoy. Te aclaro, en primer lugar, que la Fratelli tutti es la última encíclica escrita por nuestro papa Francisco. Encíclica firmada el 3 de octubre de 2020, en Asís. Y te recuerdo, en segundo término, que la encíclica va sobre la fraternidad y la amistad social. Tema, como vemos, de absoluta actualidad en nuestro mundo tan dividido y fragmentado.

El Papa, tan concreto siempre en sus intuiciones y compromisos, nos propone en su encíclica, entre otras cosas, recuperar la amabilidad. Decisiva si queremos avanzar hacia la civilización de amor.

Mirar a Jesús siempre

En este proyecto de avanzar en la amabilidad, como en todos nuestros empeños de vida cristiana, lo primero y decisivo es mirar a Jesús, Maestro y modelo de nuestra existencia. Una mirada que, en este caso, bien podemos hacer retomando un texto de otro documento del papa Francisco, la exhortación Amoris laetitia. Escribe así el Papa:

«El que ama es capaz de decir palabras de aliento, que reconfortan, que fortalecen, que consuelan, que estimulan. Veamos, por ejemplo, algunas palabras que decía Jesús a las personas: “¡Ánimo hijo!” (Mt 9,2). “¡Qué grande es tu fe!” (Mt 15,28). “¡Levántate!”

(Mc 5,41). “Vete en paz” (Lc 7,50). “No tengáis miedo” (Mt 14,27). No son palabras que humillan, que entristecen, que irritan, que desprecian. En la familia hay que aprender este lenguaje amable de Jesús» (AL 100).

En la familia y en todos los ámbitos de la vida. Jesús nos enseña a ser amables con las palabras y también con los gestos. Vete en paz, es todo un ejemplo.

Nuestras tres refl exiones

Aclarado ya de qué va nuestro artículo de hoy, y casi como un pequeño homenaje al Papa por su encíclica sobre la fraternidad, te comparto tres reflexiones al respecto.

Primera refl exión: andamos en un mundo poco amable

Un mundo «áspero, rudo y duro». Escribe el Papa que la crueldad a veces penetra las relaciones humanas, la ansiedad no nos deja pensar en los demás y la urgencia distraída ignora que los otros también tienen derecho a ser felices (cf Fratelli tutti 224). Un mundo muy poco amable. A gran y a pequeña escala, en las relaciones internacionales y en las relaciones más cercanas y cotidianas. Quizá en nuestro propio entorno. El Papa describe este mundo con tres palabras fuertes: «áspero, rudo y duro».

Segunda refl exión: el milagro de las personas amables

Escuchemos también al papa Francisco: «Sin embargo, todavía es posible optar por el cultivo de la amabilidad. Hay personas que lo hacen y se convierten en estrellas en medio de la oscuridad» (n. 222). Personas con espíritu «afable, suave, que sostiene y conforta». Personas como Jesús.

Sí, «de vez en cuando aparece el milagro de una persona amable, que deja a un lado sus ansiedades y urgencias para prestar atención, para regalar una sonrisa, para decir una palabra que estimule, para posibilitar un espacio de escucha en medio de tanta indiferencia» (n. 224). También este mundo es real, el mundo de muchas personas amables y buenas, que animan y confortan; es real el mundo de personas-estrellas que tú mismo conoces. Posiblemente eres tú mismo una de ellas.

Tercera refl exión: regalemos, entonces, amabilidad

Aprendamos de Jesús. Regalar amabilidad, al precio que sea, es tanto como regalar vida e ilusión. El Papa nos recuerda tres formas concretas de amabilidad: «amabilidad en el trato…, un cuidado para no herir con las palabras o gestos…, un intento de aliviar el peso de los demás…» (n. 223).

Quédate con esto para tu programa de vida cristiana y de todos los días: la amabilidad se convierte en un auténtico regalo para los demás, en «estrella» que ilumina; la amabilidad tiene mucho de «milagro» siempre, ayer y hoy. La amabilidad nos asemeja a Jesús y nos enseña a transmitir paz a nuestro alrededor. Solo el que es amable puede decir, con verdad, al otro: Vete en paz… 220 págs. • 13,95 €

HUMILDAD

Las crisis nos hacen sentir pequeños, percibir el mundo más allá de los límites de nuestra voluntad.

Para Francesc Torralba pueden ser también una ocasión para descubrir la humildad, una cualidad profundamente humana que trasciende culturas, tradiciones espirituales y períodos históricos. La humildad nos invita a vivir cada día como un nuevo comienzo, como una nueva oportunidad.

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