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En The Grand Lounge Elite, cada detalle está diseñado para transformar tu espera en una experiencia inolvidable. Ubicados en la Terminal 1 del Aeropuerto Internacional Benito Juárez y en el Aeropuerto Felipe Ángeles, nuestras salas ofrecen un refugio exclusivo y sofisticado para viajeros exigentes:
Replica del Apolo 11: Disfruta de una bebida dentro de la réplica a escala del Apolo 11. Descuentos en Experiencias Especiales: Disfruta de diversas experiencias nacionales e internacionales con nuestros aliados HERTZ y VIATOR.
Gastronomía Gourmet: Deléitate con alimentos a la carta y bebidas premium.
Relajación y Bienestar: Disfruta de nuestro SPA, estética y duchas.
Comodidades Exclusivas: Café y cerveza artesanal, WiFi, centros de carga y lustrado de zapatos.
Carta Editorial
Hay momentos en la historia que marcan un antes y un después. Esta nueva edición de Luxury Travel Magazine celebra precisamente eso: el comienzo de una era renovada para los viajes de lujo en América Latina, una etapa donde la sofisticación se une con la experiencia profunda y el arte de viajar se convierte, hoy más que nunca, en una expresión de identidad, sensibilidad y propósito, en la que los destinos emergen como auténticas revelaciones. Celebramos con usted nuestra alianza con NUBA, una de las agencias de viajes más prestigiosas del mundo, cuyo compromiso con la excelencia redefine el arte de viajar. Gracias a esta colaboración, cada propuesta editorial — y cada ruta sugerida — emerge desde la sensibilidad, la autenticidad y la personalización diseñada con maestría, porque el verdadero lujo radica en vivir historias memorables y transformadoras. Nos complace también presentar los primeros Leica Latin America Luxury Travel Photography Awards, una iniciativa que honra la mirada creativa de los viajeros contemporáneos en nuestro continente: imágenes que capturan el alma de los destinos de una manera estética y profundamente humana. De la mano de Leica, dimos inicio a una plataforma que celebra el lujo visual, el detalle de la vida plena y la narrativa fotográfica.
En esta edición, viajamos al corazón más remoto del planeta para vivenciar la espiritualidad ancestral de Rapa Nui y la vastedad silenciosa del desierto de Atacama, ambos a través de las experiencias inigualables y el sello inconfundible de Explora, donde el lujo se funde con la naturaleza, el silencio y el descubrimiento personal. Asimismo, embarcamos con Crystal Cruises, donde el refinamiento y la hospitalidad alcanzan su máxima expresión y volamos con Aeroméxico, de la mano de Four Seasons Hotels & Resorts, hacia la vibrante Seúl, para descubrir cómo la historia, la gastronomía y las tradiciones coreanas se entrelazan en una ciudad que redefine la elegancia contemporánea, conservando sus costumbres vivas. En el corazón de México, incluimos también una referencia al proyecto híperfuturista Dionsin — un universo donde arte, tecnología y cultura se entrelazan en una visión disruptiva de lo real y lo imaginario — y al enclave exclusivo Viña del Cielo en San Miguel de Allende, que combina viñedo boutique, paisajes y estilo de vida consciente. Hoy más que nunca, viajar es un acto de creación y Luxury Travel Magazine es la galería donde las experiencias cobran vida. Le invitamos a cruzar estas fronteras con nosotros.
Valerio Negri Director Editorial
koralcarballo.com
ESTACIONES NUBA
Mucho se habla de viajar y de descubrir el mundo, pero poco de lo que verdaderamente significa hacerlo. Viajar es adentrarse en lo desconocido con la certeza de que cada paso traerá consigo nuevas historias. Es abrir los sentidos, encontrarse con lo inesperado y dejarse transformar por cada paisaje, cada cultura y cada encuentro. Bajo esa filosofía, en NUBA creemos en experiencias a la medida, capaces de despertar la curiosidad y el asombro para conectar con la esencia de cada lugar y también de quienes lo habitan. Por eso queremos invitarle a explorar algunos de los destinos que hoy nos inspiran, lugares que sorprenden por su singularidad y que guardan la esencia de aquello que hace único a cada rincón del planeta. Son territorios que nos enseñan a mirar más allá de lo evidente y a descubrir la huella profunda que sólo los viajes auténticos pueden dejar. Porque, al final, viajar no se mide en kilómetros recorridos, sino en la memoria que cada experiencia construye dentro de nosotros.
Mario Del Duca Managing Director NUBA
Invierno en Arizona
Cuando el invierno llega, Arizona revela un rostro inesperado. Sus desiertos se suavizan con luces doradas que acarician las formaciones rocosas, mientras las montañas del norte se visten de nieve, creando un contraste sublime entre arenas rojizas y picos blancos. En el corazón del suroeste estadounidense, el Estado conocido como el Grand Canyon State se alza como refugio donde paisajes infinitos, experiencias auténticas y momentos de introspección se entrelazan.
flagstaff
Al norte, esta ciudad se convierte en una escapada invernal que combina adrenalina y sofisticación. Rodeada por el bosque nacional de Coconino, ofrece calles históricas iluminadas por faroles, cafeterías con aroma a pan recién horneado y tiendas boutique. Su ubicación cercana a Sedona, al Parque Nacional del Bosque Petrificado y al Gran Cañón la transforma en punto estratégico para explorar Arizona. Además, es la base ideal para deportes invernales como esquí, snowboard y tubing en el Arizona Snowbowl.
gran cañón y sedona
Descubrir Arizona en esta temporada es adentrarse en un equilibrio de contrastes. Desierto y montaña, aventura y descanso, tradición y modernidad. Una experiencia imperdible es sobrevolar el Gran Cañón en helicóptero, apreciando las texturas y profundidades del río Colorado. En Sedona, los recorridos en Jeep transmutan el desierto en un escenario mágico, guiando al viajero por su historia, geología y energía única.
tucson
Las noches del desierto combinan gastronomía y estrellas. En Cielos at Lodge On The Desert, cenas gourmet se disfrutan en patios íntimos iluminados por antorchas, mientras la luna crea una atmósfera inolvidable. La velada puede continuar con una observación astronómica privada en Spencer’s Observatory o con recorridos de Tucson Stargazing Adventures, donde constelaciones y galaxias revelan toda su grandeza. Una noche que une la tierra y el cosmos, dejando recuerdos imborrables.
elegancia en el desierto
Arizona también invita al lujo con lodges y resorts exclusivos que se funden con el entorno. Desde cabañas de madera con chimenea entre pinos hasta Spas de montaña con vistas panorámicas, cada detalle busca el equilibrio entre cuerpo y mente. En Sedona, el icónico L’Auberge de Sedona ofrece serenidad junto al río Oak Creek, integrando el lujo con la energía mística del lugar. Entre horizontes de contrastes y experiencias cuidadosamente curadas, Arizona se vive con estilo, confort y una conexión íntima con la naturaleza. Aquí, el invierno es un lujo que se disfruta con todos los sentidos.
Hong Kong
secretos urbanos
La brisa fresca suaviza el ritmo de Hong Kong en invierno, cuando la ciudad revela un encanto distinto. Los senderos del Victoria Peak se envuelven en neblina ligera que regala panorámicas etéreas, mientras los mercados rebosan de aromas especiados entre colores, sonidos y tradiciones. Es la temporada ideal para explorar templos históricos, pasear por Kowloon y contemplar cómo los rascacielos iluminan la bahía en un espectáculo de luz y movimiento, que convierte cada noche en una experiencia irrepetible.
sabores con historia
La riqueza gastronómica palpita en cada rincón. Desde el dim sum en casas de té tradicionales, donde cada platillo se convierte en un ritual compartido, hasta cenas de alta cocina en restaurantes con vistas panorámicas que conquistan tanto el paladar como la mirada. En los mercados callejeros, el bullicio se entrelaza con aromas de especias, pescados frescos y fideos salteados, componiendo un paisaje sensorial que refleja la esencia de la ciudad. Cada bocado es un puente entre lo ancestral y lo contemporáneo, recordando que Hong Kong es herencia viva y, al mismo tiempo, vanguardia.
refugios exclusivos
En medio de este dinamismo late un ícono: el legendario Mandarin Oriental. Desde 1963, el hotel ha sido sinónimo de hospitalidad, combinando diseño contemporáneo, patrimonio histórico y un servicio impecable. Sus suites ofrecen vistas privilegiadas de la bahía; sus restaurantes, varios reconocidos con estrellas Michelin, convierten la gastronomía en un destino propio, y su Spa, considerado entre los mejores del mundo, reconecta cuerpo y mente con tratamientos que fusionan técnicas orientales y productos de lujo. Cada detalle refleja la elegancia discreta que distingue a la urbe.
la ciudad como mosaico
Más allá de sus postales icónicas, Hong Kong despliega un universo de contrastes. Las luces de neón que se reflejan en el agua, los tranvías que recorren calles empinadas, los barrios donde conviven templos antiguos con boutiques de diseño y los imponentes rascacielos que dominan el horizonte forman una coreografía urbana inigualable. Aquí, cada esquina revela una historia y cada experiencia es una invitación a descubrir otra faceta de la ciudad. El invierno en Hong Kong no es sólo una estación: es un viaje de energía y calma, donde lo moderno y lo tradicional se entrelazan. Una metrópoli vibrante que invita a perderse en su ritmo inagotable, al mismo tiempo que abre la puerta a sus secretos mejor guardados.
Susurros del Caribe
descubriendo samaná
En el extremo noreste de República Dominicana, donde la selva tropical se encuentra con playas de arena blanca y aguas turquesas, se revela la península de Samaná, un destino que combina majestuosidad natural y autenticidad cultural. Este rincón del Caribe mantiene un equilibrio entre tradición y modernidad, ofreciendo experiencias que van más allá de la postal de playa paradisíaca.
santa bárbara de samaná
La capital de la península es el alma de la región. Sus calles empedradas y casas coloniales de tonos pastel conviven con la brisa marina y el murmullo de los barcos en el puerto, transmitiendo la tranquilidad de un pueblo costero que vive el presente. Pasear por el malecón al atardecer es un ritual acompañado por cielos coloridos, vendedores locales y cafés frente al mar, donde la gastronomía reinterpreta sabores criollos con toques vanguardistas. Entre la plaza central y los mercados, cada instante se siente cercano y único.
un destino para los sentidos
Rodeada por el Atlántico y el Caribe, la península de Samaná presume playas vírgenes como Rincón, Las Galeras y Playa Frontón, donde el tiempo parece detenerse con el vaivén de las olas. Sus colinas verdes, cascadas escondidas y ríos cristalinos son ideales para el ecoturismo: caminatas, kayak o snorkel en caletas, que revelan un mundo submarino vibrante. De enero a marzo, Samaná se convierte, además, en escenario del espectáculo natural de las ballenas jorobadas, que regresan a la bahía para reproducirse y cuidar de sus crías. Verlas desde un barco o desde la orilla es un recordatorio de la magnitud de la naturaleza que define la región.
los haitises
Entre sus tesoros destaca el Parque Nacional Los Haitises, un santuario de manglares, formaciones rocosas y cuevas decoradas con pictografías taínas, que narran la historia ancestral de la isla. Refugio de aves exóticas y especies marinas, este ecosistema casi intacto invita a navegar por canales que revelan un mundo secreto, en el cual la calma se convierte en lujo.
donde el lujo cobra vida
Samaná también ofrece alojamientos boutique y resorts de lujo, que se integran de forma sostenible al paisaje. Desde villas privadas con vistas al mar hasta Spas galardonados, cada estancia se convierte en un oasis de equilibrio. Su cultura vibrante y experiencias exclusivas hacen que cada playa y sendero sean una invitación a reconectar con uno mismo y dejarse envolver por la magia del lugar.
Para más inspiración visite: nuba.com
NUBA + LUXURY TRAVEL MAGAZINE
Una Alianza que Redefine la Manera de Viajar
Texto: Elena Negri
Fotos: Cortesía Four Seasons Hotels and Resorts
En un mundo en el que los viajeros buscan más que paisajes, NUBA y Orange Communications presentan una alianza visionaria que promete redefinir la experiencia de los viajes de lujo. Desde la Ciudad de México, esta unión nace con un propósito claro y profundo: construir nuevas formas de inspirar, comunicar y vivir el arte de viajar. Por un lado, NUBA —referente internacional en la creación de experiencias a la medida— ha perfeccionado el arte de diseñar travesías que dejan huella. Cada itinerario es una obra que combina lo inexplorado con lo icónico, lo ancestral con lo contemporáneo. Por otro, Orange Communications, la Casa Editorial detrás de Luxury Travel Magazine , The Wedding Book , Golf & Spa y MDC, aporta su maestría narrativa incomparable: la capacidad de contar historias que despiertan la curiosidad y provocan el deseo de descubrir el mundo con nuevos ojos.
Inspiración Hecha Destino
La colaboración entre ambos da origen a un ecosistema de inspiración y confianza a lectores y clientes de NUBA por igual , donde comunicación y viajes se entrelazan de manera natural, creando un diálogo continuo entre curiosidad, experiencia y significado. A través de una plataforma conjunta, Luxury Travel Magazine servirá como canal de conexión entre viajeros, marcas y destinos, compartiendo tendencias, rutas exclusivas y relatos que celebran la autenticidad, la belleza y la profundidad cultural de cada experiencia. El resultado es un espacio que trasciende la promoción de destinos: una conversación viva sobre el lujo entendido como personalización, propósito y emoción genuina. En este nuevo lenguaje, viajar no se trata sólo de llegar a un lugar, sino de transformarse en el camino, descubriendo nuevas perspectivas y formas de habitar el mundo.
Una Alianza Con Propósito Estas sinergias son una invitación a redescubrir el mundo desde la creatividad y la inspiración compartida. Con la excelencia de NUBA —reconocida como World’s Leading Luxury Travel Agency en los World Travel Awards 2024 y distinguida por Virtuoso como Top Hotels & Resorts Producer en Latinoamérica— y la visión editorial de Luxury Travel Magazine, los viajeros accederán a ideas y experiencias que acompañan cada etapa de su travesía. Desde sus oficinas en México, Estados Unidos y España, NUBA continúa expandiendo su visión del lujo como una experiencia transformadora, mientras que Orange Communications consolida su papel como narrador de historias que conectan marcas, sueños y destinos. Porque cuando el viaje y la comunicación se encuentran, surge algo más que una alianza: una nueva manera de mirar el mundo.
nuba.com
LEICA LATIN AMERICA
LUXURY
TRAVEL PHOTOGRAPHY AWARDS
Una Nueva Era para la Fotografía de Viaje en la Región
Texto: Elena Negri
Fotos: Cortesía Eduardo “Yayo” López y Sebastián “Suki” Beláustegui
La escena de la fotografía de viaje en Latinoamérica acaba de cambiar para siempre. Con el lanzamiento de los Leica Latin America Luxury Travel Photography Awards, la región celebra un hito que trasciende la técnica para abrazar la emoción, la identidad y la conexión humana. Esta primera edición —impulsada por Luxury Travel Magazine en alianza con Leica Camera— busca descubrir a los talentos que mejor retraten el alma del continente hispanoparlante: su geografía diversa, su gente luminosa y esa alquimia única entre cultura y territorio que la distingue. La convocatoria, abierta a fotógrafos profesionales y emergentes de entre 18 y 60 años, superó todas las expectativas: 592 proyectos y 5,915 imágenes recibidas de diez países. México encabezó la lista de participantes, seguido por Colombia, Argentina, Chile y Perú. Más allá de las cifras, el éxito confirma una verdad: Latinoamérica está lista para contar sus propias historias visuales con elegancia, profunda emoción, nobleza y fidelidad.
Una Nueva Mirada al Viaje Leica, que este año celebra su centenario como testigo de un siglo, reafirma con estos premios su compromiso con la autenticidad y la exploración cultural. “Fotografiar es detener el mundo para comprenderlo” decía Henri Cartier-Bresson y esa idea resuena con fuerza en esta iniciativa que une a socios visionarios del lujo y la aventura de viaje: NUBA, Belmond, Ponant, LATAM Airlines y Chablé Hotels. El certamen premiará tres miradas excepcionales con experiencias que trascienden el premio material: una cámara Leica Q y una travesía editorial por Perú con Belmond by NUBA; una Leica D-Lux 8 y una expedición con fines de publicación de 14 días con Ponant y una estancia en el paraíso natural de Chablé Yucatán. Las imágenes ganadoras serán difundidas en Luxury Travel Magazine, proyectando el talento latinoamericano ante el mundo.
Un Jurado que Inspira
El jurado, compuesto por figuras de prestigio internacional como Carol Körting, Greta Rico, Manolo Márquez, Diego Rodríguez y Mario Del Duca, estuvo moderado por Valerio Negri, Director Editorial de Luxury Travel Magazine y el visionario detrás del proyecto. Su objetivo común: descubrir imágenes que conmuevan, que cuenten historias poderosas sin artificio y que inviten a viajar desde la emoción.
Testigos de una Era
En su año número 100, Leica Camera AG reafirma su legado: ser más que una marca de cámaras, un símbolo de sensibilidad, precisión y humanidad. Desde Wetzlar hasta la Ciudad de México, su centenario se celebra con la misma premisa que dio origen a este certamen: que la fotografía es, ante todo, un acto de amor por el mundo. Con los Leica Latin America Luxury Travel Photography Awards, la región se contempla frente al espejo y descubre que su belleza no sólo está en sus paisajes, sino en su capacidad infinita de mirar, narrar y emocionar.
leica-camera.com/es-mx
AEROMÉXICO
Ciudad de México a Seúl
Texto: Valerio Negri
Fotos: Cortesía
Agosto de 2024 fue un mes memorable, no sólo para los viajeros, sino para quienes vivimos el placer de explorar nuevas rutas en la aviación de lujo. Tuvimos el honor y el privilegio de estar a bordo del vuelo inaugural de Aeroméxico desde la Ciudad de México, con escala en Monterrey, hacia Seúl, Aeropuerto Internacional de Incheon, un trayecto que marca el restablecimiento de esta importante conexión entre México y Corea del Sur. Abordar el Boeing 787 Dreamliner de Aeroméxico es adentrarse en un mundo de confort y tecnología de punta. La flota Dreamliner, que incluye modelos 787-8 y 787-9, no sólo destaca por su capacidad para más de 240 pasajeros, sino también por la garantía de una experiencia superior en el aire.
Bienvenidos A Bordo Aeroméxico, en su compromiso de ofrecer una mejor forma de volar, nos recibe con amplias cabinas modernas y ventanas con un 40% más grandes de lo habitual, que permiten regular la luminosidad mediante un botón, una característica que aprecio especialmente al ajustar la luz, a medida que nos acercamos al amanecer sobre el océano. El ambiente en la cabina es un deleite sensorial. La iluminación LED se adapta a cada etapa del vuelo, contribuyendo a una atmósfera de descanso y menor cansancio. Mientras los pasajeros se acomodan en sus asientos de Premier One, AM Plus o Turista, la sensación de espacio y libertad es evidente gracias al almacenamiento ampliado, perfecto para viajeros que llevan siempre su equipo de trabajo y algún libro inspirador.El despegue en la Ciudad de México es emocionante. El avión se eleva suavemente y, desde la pantalla de mi asiento, sigo la ruta hacia el norte, donde Monterrey nos espera como escala antes de cruzar el océano hacia Asia.
Puente Entre Naciones y Culturas
Aeroméxico no sólo brinda 7 frecuencias semanales en esta ruta, sino más de 12,000 asientos al mes: una oferta que abre el mundo asiático a más mexicanos y latinoamericanos. Durante el trayecto, disfruto de una selección de entretenimiento que refleja su conectividad global, un vistazo a películas coreanas y documentales mexicanos que me recuerda la misión de la aerolínea de acercar culturas. La ruta a Seúl no es nueva. Aeroméxico voló aquí por primera vez en 2017 y sigue consolidando puentes culturales entre América Latina y Asia. En el menú, destellos de la cocina mexicana se mezclan con sabores asiáticos, un detalle que agradecemos todos quienes buscamos una experiencia de viaje completa. A nivel técnico, es impresionante saber también que estoy volando en el avión más moderno y eficiente que México tiene hoy en el aire.
90 Años de Excelencia
La flota de Aeroméxico, con más de 150 aeronaves, entre ellas los Dreamliner, es parte de su estrategia para minimizar su huella ambiental con motores de última generación. Sentir que cada elemento del vuelo ha sido diseñado para optimizar el consumo de energía para reducir el impacto, me hace valorar aun más el compromiso de la aerolínea. La aproximación a Incheon revela una ciudad que late con modernidad y, mientras aterrizamos, pienso en la importancia de esta ruta. En septiembre 2024, Aeroméxico celebró 90 años de conectar a México con el mundo y ser parte de esta conmemoración en una de sus rutas emblemáticas hacia el continente asiático me hace sentir parte de su historia. La puerta del Dreamliner se abre finalmente en Seúl y, con ella, la promesa de nuevas aventuras en la capital de Corea del Sur.
aeromexico.com
BLANCPAIN FIFTY FATHOMS
Nueva Era para un Ícono de la Alta Relojería
Texto: Elena Negri
Fotos: Cortesía Blancpain
Desde su fundación en 1735, Blancpain ha representado la cúspide de la relojería suiza, conjugando tradición y vanguardia con una filosofía clara: “Nuestra tradición es la innovación”. Este espíritu visionario se manifestó de manera extraordinaria en 1953 con el lanzamiento del Fifty Fathoms, el primer reloj de buceo moderno.
Diseñado originalmente para buceadores profesionales y adoptado por cuerpos de élite en todo el mundo, el Fifty Fathoms sentó las bases técnicas y estéticas que hoy definen a los relojes de buceo. Con su movimiento automático, corona segura, bisel giratorio bloqueable, protección antimagnética y una resistencia al agua de 50 brazas (91.44 metros), Blancpain estableció un arquetipo que sigue vigente más de siete décadas después. Más allá de sus innovaciones técnicas, el Fifty Fathoms se convirtió en el estandarte de la conexión de Blancpain con los océanos. Este vínculo se consolidó a través del programa Blancpain Ocean Commitment (BOC), una iniciativa que refleja la dedicación de la Maison a la exploración y preservación de los ecosistemas marinos. A la fecha, la marca ha apoyado más de 40 expediciones científicas, contribuyendo a la protección de 4.7 millones de km² de océanos y fomentando la conciencia global mediante imágenes e iniciativas de divulgación.
La visión de Blancpain se renueva ahora con la incorporación del fotógrafo y documentalista mexicano Jorge Cervera Hauser como nuevo amigo de la marca. Explorador incansable y defensor apasionado del océano, Cervera Hauser aporta una nueva mirada a la misión de Blancpain: inspirar respeto y protección por el mundo submarino. En este contexto de innovación y compromiso, la Maison celebra el lanzamiento de una nueva interpretación de su legendario Fifty Fathoms. La gran novedad radica en un formato más compacto de 38 mm, que redefine la esencia del reloj de buceo para un público contemporáneo y global.
La nueva colección Fifty Fathoms Automatique 38 mm ofrece cinco versiones con personalidades distintas, pero un mismo espíritu aventurero. Entre ellas destacan la caja de acero inoxidable con esfera negra, fiel al modelo original de 1953; la caja de titanio grado 23 satinado con esfera azul, que ofrece un look moderno y ligero; y la sofisticada versión en oro rojo de 18 quilates con esfera azul solar, que aporta un toque cálido y refinado.
Las ediciones más atrevidas llegan en versiones con esferas degradadas de nácar, en tonos negro ahumado o pétalo de rosa, combinadas con cajas de titanio o de oro rojo pulido. Esta propuesta resalta el carácter versátil y unisex de la colección, pensada para mujeres que buscan un reloj técnico y elegante a la vez, y para hombres que valoran una presencia discreta pero impactante.
Todos los modelos mantienen los rasgos emblemáticos del Fifty Fathoms: marcadores luminiscentes, bisel giratorio unidireccional con inserción de zafiro abovedado y acabados sunburst en las esferas. La versatilidad se extiende a las opciones de correas, que incluyen caucho texturizado Tropic, tela de vela, NATO y brazaletes metálicos en titanio o acero pulido y satinado.
Este avance en tamaño y diseño consolida al Fifty Fathoms como un símbolo atemporal que transciende generaciones. La nueva línea no sólo honra la historia submarina de Blancpain, sino que abre un capítulo inclusivo y contemporáneo para el reloj de buceo por excelencia.
Así, Blancpain reafirma que la innovación auténtica no es una ruptura con el pasado, sino una evolución constante. Más de 70 años después de haber redefinido la relojería de buceo, la Maison suiza demuestra que el océano sigue siendo su mayor inspiración y que el espíritu pionero sigue latiendo en cada pieza.
JW MARRIOTT + MATILDA
Dos Destinos, Una Filosofía
Texto: Valerio Negri
Fotos: Cortesía
Entre la vibrante energía de Polanco y el magnetismo artístico de San Miguel de Allende, JW Marriott Mexico City Polanco y Hotel Matilda han creado un itinerario que redefine el lujo contemporáneo en México. Más que un simple trayecto entre dos ciudades icónicas, esta experiencia — vivida del 22 al 25 de junio— se concibe como un viaje al interior con todos los sentidos. La experiencia inicia en el JW Marriott, donde el nuevo restaurante Sendero, bajo la visión del chef Rodrigo Sánchez, celebra la cocina mexicana desde una mirada moderna y emocional. “Nuestra esencia es siempre privilegiar a las personas”, afirma Rodolfo Mercado, Gerente de Marketing y Comunicaciones del hotel. “ People First es un pilar a nivel global de Marriott y lo llevamos a la práctica a través de tres ejes de marca: Be Present, Nourish Your Soul y Come Together”.
Estos fundamentos se traducen en experiencias que invitan a conectar con uno mismo y con los demás, desde meditaciones guiadas del programa Attitude Morning hasta la hospitalidad cálida y anticipada que distingue al JW Marriott. En espacios como Tahona Mezcal Room, con 30 etiquetas de destilados de agave de excelente calidad y diferentes regiones de México, el alma mexicana cobra vida con catas y experiencias únicas, como el “Omakase Películas Mexicanas”, un recorrido culinario maridado con mezcal que rinde homenaje al cine nacional. “Cada platillo es una historia”, explica Rodolfo Mercado. “En Como agua para chocolate servimos una enchilada de codorniz en mole blanco de piñón y leche de tigre, con un toque de aceite de habanero tatemado; en Frida, una tlayuda con asiento de avellana, puré de hongos, robalo curado con cítricos, emulsión de jalapeño y ceniza de totomoxtle, que simboliza la pasión que renace de las cenizas”. En JW Marriott Polanco Mexico City se crean experiencias únicas, muy diferenciadas y, sobre todo, muy personalizadas según sean los tiempos, necesidades y gustos de sus huéspedes, que se lleven en el corazón.
San Miguel de Allende
El viaje continúa hacia San Miguel en elegantes SUV Lincoln, cruzando el paisaje del Bajío hasta llegar al Hotel Matilda, emblema del arte y el estilo de vida bohemio chic. “Matilda representa un lujo que trasciende lo material”, comparte Maggie Arias, directora de operaciones. “Aquí convergen el arte contemporáneo, la gastronomía y el bienestar espiritual”. En Matilda, cada rincón tiene una historia. “El arte no es decoración, es narrativa. Nuestro propietario posee una de las colecciones de arte contemporáneo más importantes de Latinoamérica y queremos que cada huésped se sienta parte de esa conversación estética y emocional”. El itinerario curado incluyó una cata privada en Casa Dragones —símbolo de la excelencia mexicana—, una cabalgata con Coyote Canyon Adventures, una visita al taller del maestro cartonerista Hermes Arroyo y una vivencia de breathwork y sound healing con Alejandro Trejo. Los clímax culinarios fueron el Menú Maridaje conTaittinger y una cena a cuatro manos entre los chefs Vicente Torres (Moxi) y Daniel Martínez (JW Marriott Mexico City Polanco), “un diálogo entre dos cocinas que representan lo mejor de México”, resume Maggie Arias.
Lujo que conecta territorios Esta alianza entre JW Marriott y Matilda no es casual. Ambos comparten una visión de hospitalidad consciente, que celebra la cultura, el wellness y la conexión humana, integrando narrativas y creatividad con una sensibilidad contemporánea. “Queremos que los huéspedes vivan experiencias singulares, que sólo puedan existir en nuestro país”, recalca Rodolfo Mercado. “México tiene tanto que ofrecer — desde su arte hasta sus mezcales — que el verdadero lujo está en experimentarlo desde adentro, respetando tradiciones, escuchando al entorno y valorando cada detalle”. Esta colaboración encarna un nuevo tipo de lujo: sensorial, emocional y profundamente mexicano.
marriott.com hotelmatilda.com
THE INNER JOURNEY dionsin
Por: Gastón Lombardi
1. DESPERTAR
EL VIAJE COMIENZA CUANDO LA MIRADA SE VUELVE
HACIA ADENTRO
Entre los viñedos bañados por el sol, una esfera de espejo descansa como si la Tierra la hubiera soñado. Refleja el cielo, las montañas y los pensamientos de quien la contempla. Dentro de ella vibra Dionsin, viajero de los mundos invisibles, portador de un mensaje que se siente más que entenderse: El verdadero lujo es despertar.... y recordar que el arte también puede habitar la Tierra. Dionsin llega desde el planeta Anea, un santuario donde el arte moldea la materia y la conciencia dibuja las montañas. Su misión es sembrar esa frecuencia en la Tierra, para recordarnos que crear, mirar y amar son la misma acción. Cada lector, cada viajero, cada creador es parte de su llegada.
2. ORIGEN
EL PLANETA DONDE TODO RESPIRA EN EQUILIBRIO
Anea es la semilla de lo posible. Allí, los bosques cantan en notas de luz, los ríos fluyen en geometrías perfectas y cada ser es una idea danzando en forma. La tecnología se funde con la naturaleza y ambas crean un lenguaje común. Cuando el pulso de la galaxia llevó su música hasta nuestro mundo, Anea decidió extenderse. El reflejo de ese pulso son nuestras manos, nuestros pensamientos, nuestra capacidad de crear belleza. Dionsin viaja para activar esa memoria: la certeza de que todo lo visible nace de lo invisible. El planeta que habitamos es un lienzo, el alma humana, la pintura. Anea existe como frecuencia y hoy esa frecuencia comienza a tomar forma en la Tierra
3. TRAVESÍA
CUANDO EL UNIVERSO RESPIRA CONTIGO
Dionsin cruza constelaciones en una esfera que es espejo y nave. En cada planeta deja una chispa de conciencia. En cada estrella recoge un aprendizaje. Cuando su mirada toca la Tierra, el corazón del cosmos se detiene un instante. El azul del planeta le recuerda el color de su propio origen. Desde lo alto observa un mundo en transición, rebosante de posibilidades. Siente que la humanidad está lista para recordar su poder creador. Desciende como una vibración que hoy se manifiesta en espacios donde el arte y la conciencia se encuentran
4. SANTUARIOS
LUGARES DONDE LA TIERRA Y EL ALMA SE REFLEJAN
Bali, Kioto, el Amazonas, los Andes... y San Miguel de Allende. En cada punto donde la Tierra conserva su pureza, Dionsin reconoce fragmentos de Anea. Camina descalzo entre arrozales, aprecia templos suspendidos en la niebla, escucha el lenguaje del viento. A cada paso, el planeta le susurra: “Estás dentro de mí y yo dentro de ti.” Viajar se convierte en meditación. Cada paisaje es un espejo que revela la profundidad del viajero. Los destinos auténticos se reconocen por la huella que dejan en la conciencia . Cada lugar sagrado despierta la memoria dormida del corazón. Cuando lo recorres con presencia, el mundo entero te respira.
5. ANEA
EL ARTE DE HABITAR LA FRECUENCIA DEL PROPÓSITO
En las colinas de San Miguel de Allende, Anea vuelve a tomar forma como una visión tangible de una nueva manera de habitar. Cada casa, cada escultura, cada sendero está trazado como si el arte hubiese decidido volverse hogar. Anea es una sinfonía entre arquitectura, paisaje y alma. Las formas se abren al amanecer, los muros respiran, la luz entra como oración. Aquí, la tecnología fluye con la naturaleza y la naturaleza con la emoción. Vivir en Anea es habitar un estado de conciencia que se manifiesta en cada espacio. En Viña del Cielo, ese estado comienza a tomar forma.
6. ESCULTURAS DIONSIN
ARTE CON PROPÓSITO
Las esculturas Dionsin emergen como espejos vivos que revelan la energía y la presencia de quien las contempla. Cada superficie cromada invita a verse y, al verse, a reconocerse. Dentro de cada pieza vibra una mezcla precisa de cuarzos y minerales que respiran con quien las observa. El arte deja de ser objeto: se vuelve presencia viva. Cada color es una frecuencia. Cada forma, un recordatorio de nuestra naturaleza creadora. Inspiradas en el planeta Anea, estas obras traen al presente la armonía de un mundo donde materia y espíritu caminan juntos. El arte existe para recordarnos que también somos creación.
Conoce más sobre las esculturas y su proceso en dionsin.com Ahí podrás seguir el universo de Dionsin, descubrir las nuevas piezas y ser parte de su evolución artística.
7. THE INNER JOURNEY
VIVIR UNA EXPERIENCIA QUE DESPIERTA LA ESENCIA
En el corazón de Viña del Cielo, entre viñedos y montañas, nació The Inner Journey : un espacio creado para reconectar con lo que eres. El bienestar aquí se expresa como un lenguaje natural: la tierra vibra, el sonido guía y la tecnología acompaña su respiración. Cada experiencia abre un estado distinto de conciencia:
Yoga al atardecer
Inmersión en hielo
Ceremonia de cacao
Pintura entre viñedos
Sound Healing con cuencos y frecuencias
Cata consciente (Mindful Wine Tasting)
Meditaciones y yoga guiadas por el robot Dionsin
Escanea el código QR que te lleva directamente al recorrido del desarrollo, el calendario de actividades y elige tu camino. Puedes vivir una experiencia de un día o diseñar tu propio retiro dentro del viñedo. El viaje interior inicia cuando la presencia se vuelve tu guía.
Reserva tus experiencias en: vinadelcielo.net/theinnerjourney
8. Viña del Cielo
UN DESTINO PARA VIVIR EN PLENITUD
Viña del Cielo surge en San Miguel de Allende como una nueva forma de habitar: una fusión entre arquitectura, arte y naturaleza que invita a una vida más consciente. Entre viñedos, caminos de piedra y reflejos de agua, cada rincón transmite calma y conexión con lo esencial. El desarrollo está conformado por residencias y lotes rodeados de naturaleza, diseñados para quienes buscan construir un hogar con propósito y disfrutar de un entorno que inspira bienestar. Aquí, la vida transcurre entre atardeceres dorados, vino, comunidad y silencio. Todo invita a detenerse, mirar el cielo y recordar que la belleza también se habita. Viña del Cielo representa el siguiente paso de The Inner Journey : un lugar donde la experiencia se vuelve estilo de vida. Ven a conocerlo y descubre cómo quieres vivirlo.
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NOTA: Ilustraciones generadas por IA. Las imágenes son de carácter puramente conceptual y no fotográfico.
RODNEI SILVA
CEO Maserati México
Texto: Valerio Negri
Fotos: Alfredo Pelcastre y Cortesía Maserati
Desde 1914, Maserati ha sido sinónimo de excelencia automotriz italiana. Fundada en Bolonia por los hermanos Maserati, la marca se consolidó no sólo por sus innovaciones en el automovilismo, sino también por su carácter artesanal, su atención al detalle y su capacidad de combinar desempeño y lujo en vehículos que trascienden generaciones. Hoy, con más de un siglo de historia, Maserati continúa reinventándose y, en México, Rodnei Silva ha asumido la dirección de Maserati México con la misión de acercar la marca a sus clientes a través de experiencias únicas y un estilo de vida que refleje la esencia del lujo italiano.
Trayectoria y Liderazgo
LTM: Rodnei, antes que nada, muchas felicidades por este nombramiento. Has tenido un recorrido impresionante.
RS: Es un momento muy especial para mí. Llevo más de 20 años en la industria automotriz en América, con experiencia en producto, ventas, mercadeo, operaciones y lanzamientos de nuevos mercados. Maserati tiene un lugar especial en mi historia. Su ADN combina carreras y lujo, con innovaciones históricas como motores centrales en vehículos deportivos y una atención al detalle que define su carácter artesanal. Para mí, Maserati se vive, no se compra. Mi visión para México es que la marca represente lo mejor del mundo, pero con un enfoque humano: relaciones y experiencias que conviertan cada interacción en un momento inolvidable.
El Lujo Contemporáneo en México
LTM: ¿Cómo ha evolucionado el concepto de lujo en el mercado mexicano en los últimos años?
RS: La pandemia fue un parteaguas. Descubrimos que el lujo no es lo que compras, sino lo que vives. Maserati siempre ha tenido esta perspectiva: vender experiencias, crear momentos, fortalecer relaciones. Hoy el lujo es compartir y nuestra estrategia en México refleja esto: ofrecer productos deportivos de alto nivel, servicios impecables y experiencias de lifestyle
Mercado Mexicano y Estrategias de Electrificación
LTM: ¿Cómo se distingue el mercado mexicano frente a otros mercados de América Latina?
RS: México es uno de los mercados más importantes de lujo en América, incluso por encima de Brasil. El consumidor mexicano de alto nivel es global, conectado con Europa y Estados Unidos y siempre exige excelencia. Lanzar novedades aquí primero es una garantía de éxito en otros mercados de la región.
LTM: ¿Qué define el lujo contemporáneo en una frase?
RS: Compartir momentos especiales. Un producto increíble no tiene valor si no puedes disfrutarlo con personas afines.
LTM: ¿Qué modelos muestran mayor demanda en México?
RS: Desde SUV’s como los Grecale, con versiones Modena y Trofeo, hasta vehículos deportivos como el MC20 y el Gran Turismo. Recientemente vendimos dos MC20 a la misma familia: padre e hijo, compartiendo la emoción del estilo italiano.
LTM: Maserati apuesta por la electrificación con modelos como el Grecale Folgore. ¿Cuál es el plan en México?
RS: Introducimos la línea Folgore: Grecale, Gran Turismo y Gran Cabrio eléctricos, manteniendo la esencia artesanal y la customización. No buscamos eliminar la combustión. La electrificación es un complemento para una audiencia diversa.
Experiencias Únicas
LTM: ¿Cómo integran a los clientes en la comunidad Maserati?
RS: Estamos creando una community exclusiva, con rodadas, experiencias gastronómicas, visitas a fábrica y programas de conducción en Italia. Queremos que cada interacción con Maserati genere momentos inolvidables para nuestros clientes.
El Legado que Busca Dejar
LTM: Finalmente, ¿qué legado te gustaría dejar en Maserati México?
RS: Una marca cercana a las personas. Deseamos que cada experiencia con Maserati se traduzca en emociones. Cuando la gente piense en Maserati, queremos que recuerde siempre momentos especiales y personas con las que los compartió.
maseratimexico.com
AURA
Daniela Villa
Originaria de Tijuana, Baja California, Daniela Villa ha consolidado su nombre en la moda contemporánea gracias a su fusión única de arte, cultura mexicana y sostenibilidad. Desde sus inicios ha creado colecciones que combinan materiales nobles como lino y manta con un enfoque de reciclaje de telas, reflejando una estética bohemia y sofisticada. Cada una de sus propuestas destaca por su audacia y elegancia, convirtiendo cada diseño en una narrativa de identidad y creatividad.
@danielavillacollection
Fotografía: David Siluan
CRYSTAL CRUISES
Excepcional en Mar y Tierra
Texto: Valerio Negri
Fotos: Cortesía y Valerio Negri by Leica
E n el mundo de los viajes de lujo, existen experiencias memorables… pero nada es comparable a The Chairmen’s Premier Package de Crystal Cruises, un auténtico privilegio que redefine los estándares del refinamiento contemporáneo. En noviembre de 2024, tuvimos el honor de ser invitados por dos de las figuras más influyentes del turismo de élite: el ilustre Manfredi Lefebvre d’Ovidio, visionario Executive Chairman de A&K Travel Group y Sir Geoffrey Kent, legendario fundador y Chairman Emeritus de Abercrombie & Kent. La travesía comenzó antes de zarpar, en una Venecia otoñal que resplandecía bajo una luz suave y dorada.
Desde el momento en que mi traslado acuático privado me condujo desde el Aeropuerto Marco Polo de Venecia, surcando majestuosas vías fluviales con rumbo a Palazzina Grassi, supe que esta experiencia sería distinta. El íntimo hotel boutique, ubicado en una elegante villa veneciana sobre el Gran Canal, es el único en Italia diseñado por Philippe Starck. En cada rincón de sus veinticinco habitaciones se respira una intrigante fusión entre teatralidad vanguardista y herencia aristocrática. La bienvenida fue discreta pero cálida, como sólo saben hacerlo los anfitriones que entienden la verdadera esencia del lujo: anticiparse a todo, sin hacer alarde de nada.
VENETO, ENTRE MÁRMOL, SEDA Y ARQUITECTURA ETERNA
El día siguiente nos condujo a través de los paisajes serenos del Véneto. Desayunamos en Asolo, una joya amurallada que conserva el ritmo pausado de la Italia más auténtica. Luego, en Possagno, rendimos homenaje al ilustre escultor italiano Antonio Canova en su imponente templo neoclásico: un santuario a la belleza clásica que se convierte, irónicamente, en antesala perfecta para comprender la sensibilidad estética que guía la reinvención de Crystal. El almuerzo fue una sinfonía de sabores en Le Calandre, restaurante galardonado con tres estrellas Michelin donde la cocina se convierte en emoción pura. La jornada concluyó en Vicenza, ciudad que respira el genio de Andrea Palladio en cada cornisa y columna, como si el Renacimiento nunca hubiese terminado.
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El Gran Canal, corazón palpitante de Venecia, refleja siglos de historia y belleza.
MURANO, BURANO Y EL ESPLENDOR DEL CRYSTAL SYMPHONY
En la calma de la laguna veneciana, nos despedimos del continente con dos visitas llenas de simbolismo: Murano y Burano. En la primera, admiramos la delicadeza centenaria del vidrio soplado en Vetreria Venier, metáfora perfecta del arte de construir experiencias sutiles pero impactantes. En la segunda, entre fachadas multicolores y encajes finísimos de Martina Vidal Venezia, recordamos que la autenticidad artesanal es aún un lujo sin sustituto . Finalmente, la silueta del Crystal Symphony apareció en el horizonte como un palacio flotante. Nos recibió con la elegancia silenciosa que caracteriza a los grandes anfitriones y, esa noche, durante una gala íntima con los Chairmen, brindamos por un renacer que ya se perfila como hito en la historia del viaje marítimo.
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Desde la intimidad sofisticada de Palazzina Grassi, Venecia se despliega como una obra de arte viva.
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Un instante de pausa en la vida veneciana. Foto: Jimena Jaramillo / Leica D-Lux 8
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Mármol que respira eternidad. Cada trazo de Canova revela la delicadeza con la que el arte transforma lo humano en divino. Foto: Valerio Negri / Leica M 11-P
04. Inspirado en la perfección clásica, el Templo de Canova se erige como un santuario a la belleza y al genio creador italiano. Foto: Valerio Negri / Leica M 11-P
CRYSTAL, EL RENACER DE UNA LEYENDA
Desde su adquisición por parte del A&K Travel Group en 2022, Crystal ha resurgido con fuerza, luciendo un nuevo rostro sin traicionar su alma. La filosofía “Exceptional at Sea” no es una promesa mediática: es una realidad palpable en cada suite renovada con acabados artesanales, en el servicio impecable —casi de mayordomo por huésped—, y en las alianzas únicas que convierten a este barco en un templo del savoir-faire global. ¿Los ejemplos? El único restaurante Umi Uma en altamar, obra maestra del chef Nobu; el exclusivo Beefbar de Riccardo Giraudi y el debut del Casino de Monte -Carlo at Sea, fruto de una alianza con la prestigiosa Société des Bains de Mer de Mónaco. Pero más allá de los nombres, lo que distingue a Crystal es su capacidad de crear una comunidad de viajeros exigentes que valoran la privacidad, el arte de la hospitalidad y las experiencias transformadoras. En altamar, el Aurōra Spa, el entretenimiento de nivel Broadway y la gastronomía multigalardonada configuran un ecosistema hedonista que seduce sin esfuerzo. En tierra, las excursiones diseñadas por Abercrombie & Kent ofrecen un acceso privilegiado a los secretos mejor guardados del mundo.
01. La serenidad del mar y el brillo del sol se encuentran en la Seahorse Pool: un refugio flotante de elegancia y calma.
02. Beefbar es un concepto moderno donde el arte culinario se expresa en cortes selectos y una atmósfera relajada.
@Tom Griffiths
03. Luz natural, diseño contemporáneo y confort absoluto: la Sapphire Veranda Suite redefine el arte de viajar en el mar.
04. Inspirado en la frescura del océano, Waterside ofrece un viaje sensorial que celebra la cocina internacional con toques de sofisticación.
ARQUITECTOS DEL VIAJE PERFECTO
Viajar al lado de Manfredi Lefebvre d’Ovidio y Sir Geoffrey Kent no sólo es un honor: es una clase magistral sobre liderazgo visionario. Manfredi, con su sensibilidad innata para detectar el lujo en todas sus manifestaciones, ha guiado a Crystal hacia una era de esplendor con la serenidad de quien entiende que el detalle lo es todo. Geoffrey, por su parte, personifica el arte de la aventura refinada. Cada una de sus anécdotas revela una vida consagrada a crear momentos irrepetibles para quienes buscan descubrir el mundo sin renunciar al confort de alta gama. En su compañía y la de un grupo selecto de huéspedes recurrentes internacionales, descubrí que el verdadero lujo no está en los excesos, sino en la armonía perfecta entre autenticidad, elegancia y atención. Ambos Chairmen fueron anfitriones generosos, atentos a cada conversación, a cada brindis, a cada inquietud, ejerciendo el liderazgo no desde el pedestal, sino desde la cercanía.
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El glamour del legendario Monte-Carlo revive en alta mar, entre luces suaves, cristal y la promesa del juego elegante. @Tom Griffiths
02. El Branzino se convierte en una oda al refinamiento gastronómico en Osteria D’Ovidio a bordo del Crystal Symphony.
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Dos visionarios del lujo celebran la nueva era de Crystal Cruises, donde la elegancia alcanza su máxima expresión. @Andrea Calvano
03.
RAVENA: EL TESORO OCULTO DEL ADRIÁTICO
La travesía a bordo del Crystal Symphony nos conduce ahora hacia Ravena, en la región de la Emilia-Romaña. Esta joya del Imperio Romano permanece sorprendentemente fuera del radar de muchos viajeros, a pesar de su grandeza histórica y artística. Es aquí donde la experiencia de Abercrombie & Kent en tierra adquiere una dimensión aun más exclusiva: el acceso al corazón mismo de Lamborghini. Llegar a Sant’Agata Bolognese es ingresar a un territorio que respira motores, velocidad y tradición. Allí, entre los campos fértiles de Italia, se levanta la Manifattura Lamborghini, en la cual la ingeniería convive con el arte y donde tuvimos el privilegio de adentrarnos en compañía de Geoffrey Kent, cuyo entusiasmo contagioso dotó de un tono aun más memorable a esta vivencia. La visita comienza en la planta, llamada Manifattura no por capricho, sino porque lo que allí se produce está más cerca de la manufactura artesanal que de la fría producción industrial. Cada estación de trabajo revela la destreza de jóvenes artesanos que, con paciencia y precisión, dan forma a piezas únicas: la unión milimétrica entre chasis y motor, el pulido de una moldura, el cosido de un asiento de cuero. No todo lo hace la mano humana: robots colaborativos y vehículos autónomos se mueven en sincronía, llevando piezas con exactitud quirúrgica. Sin embargo, es evidente que el espíritu de Lamborghini sigue siendo profundamente humano, donde cada detalle cuenta y cada decisión busca excelencia. Caminar por los pasillos donde nacen los superdeportivos de Sant’Agata es asistir a un laboratorio de innovación y, al mismo tiempo, un taller renacentista. Allí se forja el rugido del V12, se ensamblan carrocerías que parecen esculturas en movimiento y se materializan sueños de personalización extrema: desde el tono de la pintura hasta el tipo de fibra de carbono, todo puede adaptarse al carácter de su futuro dueño. Tras la línea de producción, el recorrido nos conduce al Museo Automobili Lamborghini, espacio que reúne pasado, presente y futuro en un solo latido. Aquí se exponen piezas que definieron la historia del automóvil: el sensual Miura, el revolucionario Countach, el intrépido todoterreno LM002 o los modelos conceptuales que parecen venidos del mañana, como el Veneno y el Sesto Elemento. Cada uno es testimonio de una filosofía que nunca ha temido arriesgar, ni siquiera cuando la apuesta era mayor que la certeza. Guiados por Geoffrey Kent, comprendí que Lamborghini no construye simplemente automóviles: erige símbolos de aspiración. Cada modelo es un pasaporte a un territorio emocional donde la potencia se mezcla con el diseño, la precisión con la audacia, la tradición con la innovación. Estar allí, entre motores suspendidos, ingenios relucientes y leyendas sobre ruedas es experimentar un viaje interior tanto como una lección de historia de la industria automotriz.
Los
02. Una sinfonía visual de color y espiritualidad que trasciende el tiempo, testimonio del esplendor bizantino, en la Basílica de San Vitale, Ravena.
Fotos: Valerio Negri / Leica M 11-P
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mosaicos en el Mausoleo de Gala Placidia de Ravena son poesía en piedra y oro.
01. En el corazón de la Emilia-Romaña, la sede de Lamborghini respira innovación, pasión y velocidad hecha arte.
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Un recorrido por la leyenda: cada modelo cuenta la historia de una marca que desafía los límites de la perfección.
03. Stephan Winkelmann, Chairman & CEO Automobili Lamborghini, encarna la esencia de una marca icónica.
04. La artesanía se une a la tecnología en un ballet de precisión: cada Lamborghini nace del equilibrio entre alma y máquina.
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Trazos que anticipan la emoción: el diseño cobra vida desde el primer esbozo, donde comienza la leyenda de la velocidad.
01. Guardían de la tradición culinaria, el chef Franco Cimini convierte la sencillez en arte y la memoria en sabor.
02. Tortellini alla Panna d’Affioramento Mirasole®, un clásico elevado al mito, en Antica Osteria del Mirasole.
03. Tagliatelle all’Antico Ragù di Cortile, sabor de hogar y maestría ancestral en un plato que resume la historia culinaria de la Emilia-Romaña, Antica Osteria del Mirasole
04.
Cada ingrediente cuenta una historia: de la granja familiar a la mesa, la autenticidad guía la experiencia del Mirasole.
Había algo inevitable en recorrer Emilia-Romaña al estilo único de Crystal Cruises: cada experiencia debía tener la profundidad de la región misma, su precisión y su alma. Tras una mañana inmersa en la velocidad y la ingeniería de ensueño al estilo Lamborghini, donde el rugido de los motores y la perfección de cada línea son poesía mecánica, al mediodía nos esperaba en un escenario completamente distinto, pero igualmente emblemático la Antica Osteria del Mirasole, un caserón en San Giovanni in Persiceto, donde la tradición no es vitrina: es fuego vivo, cuchillo, despensa y memoria. Fundada en 1989 por el Chef Franco Cimini como una trattoria de alma rústica con estándares obsesivos, se volvió símbolo de un movimiento decisivo: el renacimiento de la cocina tradicional italiana como “cocina de autor”, cuando el término parecía reservado al fine dining. La crítica la respalda: en 2024, la guía 50 Top Italy la coronó como mejor trattoria de Italia y publicaciones italianas de peso la señalan como parada imprescindible para entender Emilia-Romaña hoy. Aquí el anfitrión —“oste” en el sentido más antiguo— nos recibió con cordialidad franca y un punto de carácter, como parte de un grupo exclusivo de clientes regulares de Crystal Cruises, guiados por la cortesía y discreción que caracterizan a la naviera y con la sorpresa de compartir la mesa con las dos leyendas del mundo del lujo y los viajes que son Sir Geoffrey Kent y Manfredi Lefebvre d’Ovidio. El primer acto fue un Tortellini alla Panna d’Affioramento Mirasole®, esos diminutos paquetes de pasta que Franco Cimini ha elevado a mito culinario. La nata de afloramiento, delicada y pura, acariciaba la pasta con suavidad sedosa, mientras el Parmigiano Reggiano de 36 meses aportaba notas profundas de placer infinito. Cada bocado era una conversación entre técnica y memoria: la tradición familiar, la leche de las vacas de la región, el tiempo de Cimini. Luego llegaron las Tagliatelle all’Antico Ragù di Cortile, la encarnación del patio granjero boloñés: ragú de vacuno, cerdo y guanciale, enriquecido con rigaglie de pollo, cocido lenta y meticulosamente. El aroma a brasas, hierbas y tiempo llenaba la sala. La mesa compartida con Geoffrey y Manfredi no sólo acentuó la exclusividad del almuerzo: lo convirtió en un diálogo entre recuerdos de viajes, la pasión por la excelencia, el respeto por la tradición y el deleite ante la sencillez majestuosa de los platillos elevados a arte. De vuelta en Ravena, la noche se convierte en un escenario íntimo y sublime. Entre sus tesoros más admirados se encuentra el Mausoleo de Gala Placidia, que nos maravilla con un cielo de mosaicos azules tapizado de estrellas. A pocos pasos, la Basílica de San Vitale, célebre por sus mosaicos que aún hoy deslumbran con su esplendor cromático, considerados entre los más refinados del mundo bizantino, nos abrió las puertas. Bajo la guía de una reconocida experta en arte paleocristiano, los mosaicos milenarios —joyas que han sobrevivido intactas al paso de los siglos— revelan su fulgor secreto. Dorados, azules profundos y verdes esmeralda destellan con la suavidad de una luz tenue, como si el tiempo retrocediera hasta el apogeo del Imperio Romano de Oriente. Esta experiencia nocturna, reservada a un círculo privilegiado de Crystal Cruises, no es solamente una lección de historia del arte, sino un viaje espiritual a la esencia misma de la belleza eterna que hizo de Ravena Patrimonio de la Humanidad.
BOLOÑA: ARTE, HISTORIA Y SABOR BAJO LOS PÓRTICOS
A la mañana siguiente nos dirigimos por tierra a Boloña, ciudad que despliega una elegancia discreta y culta, tan refinada como su arquitectura y tan apasionada como su gastronomía. Ciudad universitaria más antigua de Europa y centro de poder medieval, conserva un encanto vibrante que se descubre mejor a pie, bajo sus inconfundibles pórticos —más de 40 kilómetros de arcadas protegidas como Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO— que invitan al viajero a perderse entre plazas, palacios y rincones donde la historia late aún con fuerza. El recorrido privado por el centro histórico, diseñado por Abercrombie & Kent, revela con exclusividad las facetas más íntimas de la ciudad. La visita comienza en la Piazza Maggiore, epicentro de la vida boloñesa desde la Edad Media, presidida por la imponente Basílica de San Petronio, una obra inconclusa pero majestuosa donde Carlos V fue coronado Emperador del Sacro Imperio Romano Germánico en 1530. Resguarda un tesoro singular: su gran línea meridiana, reloj solar diseñado por el célebre astrónomo Gian Doménico Cassini en 1655, considerado uno de los más precisos del mundo. Muy cerca, la experiencia se vuelve lúdica en los célebres muros susurrantes del Palazzo del Podestà, donde los viajeros pueden descubrir el secreto acústico que ha intrigado a generaciones. Aquí también se recuerda que Boloña fue cuna de figuras que cambiaron el curso de la historia, como lo fue el Papa Gregorio XIII, quien en 1582 promulgó el calendario gregoriano que aún rige nuestras vidas, para hacer más preciso el cálculo del tiempo. El paseo conduce a la monumental Fuente de Neptuno, obra maestra del Manierismo boloñés. Su tridente, alzándose hacia el cielo, inspiró nada menos que el icónico logotipo de Maserati, un detalle que conecta la herencia cultural de la ciudad con el lujo automotriz italiano contemporáneo.
01. Entre mercados, bicicletas y risas, la vida en Boloña fluye con la natural elegancia del auténtico espíritu italiano.
02. Símbolo de poder y belleza renacentista, Neptuno domina la plaza como eterno guardián de la ciudad roja, así llamada por el color de sus tejados.
03. Entre el Adriático y la historia romana, Split revela su encanto mediterráneo: una ciudad donde el pasado y el presente se abrazan frente al mar.
Fotos: Valerio Negri / Leica M 11-P
En el camino surgen las célebres Due Torri: la Torre Asinelli, altiva y accesible sólo para los más intrépidos y la Garisenda, inclinada con una gracia que desafía el tiempo, como guardianas eternas de la ciudad. El mediodía culmina con un encuentro inolvidable con la gastronomía local en la emblemática Cantina Bentivoglio, refugio histórico en pleno corazón de la ciudad, que combina tradición culinaria con un ambiente envolvente y hospitalidad italiana. Aquí, disfrutamos de una presentación privada de las pastas boloñesas, desde los delicados Tortellini in brodo, de textura aterciopelada, hasta las Tagliatelle al ragù, cuyo perfume profundo y reconfortante representa el alma misma de la ciudad. El maridaje con vinos regionales —Lambrusco, Sangiovese di Romagna o Pignoletto— añadió un contrapunto vibrante y sofisticado, que enriquece la experiencia culinaria típica de Boloña. Aquella noche, a bordo del Crystal Symphony, alcanzamos el clímax con una cena privada, A Wine Tour of the World, en la exclusivísima Vintage Room. Diseñada con maestría por el Chef Ejecutivo David George y el Head Sommelier Goran Sharlamanov, la experiencia fue un homenaje sensorial a la alta gastronomía y la enología mundial, como solamente Crystal lo puede lograr. Al día siguiente, mi despedida tuvo como escenario la luminosa ciudad de Split, en Croacia, un cierre perfecto para una experiencia verdaderamente inolvidable. Este viaje a bordo de Crystal Cruises no fue una simple travesía, sino un manifiesto del futuro del turismo de ultra lujo: experiencias profundamente personalizadas, impulsadas por la curaduría cultural de primer nivel y sostenidas por un ethos de excelencia sin concesiones, que distinguen a Abercrombie & Kent. Para quienes creemos que los viajes pueden —y deben— ser un arte, Crystal Cruises ha vuelto no sólo a navegar, sino a liderar. Y lo hace con la gracia de los grandes clásicos que, al renovarse, sólo se vuelven más imprescindibles.
crystalcruises.com
SEÚL
El Alma Coreana
Texto: Valerio Negri
Fotos: Cortesía Photo Korea, Four Seasons Hotel Seoul y Valerio Negri by Leica
E
n el corazón de Asia oriental, donde la tradición y la modernidad se entrelazan como un delicado bordado, se encuentra Seúl, una ciudad que no sólo marca el ritmo de Corea del Sur, sino que también desafía al mundo con su incesante capacidad de reinvención. Este primer encuentro con la ciudad forma parte de un itinerario excepcional, diseñado por el operador turístico Kim’s M&T y el icónico Four Seasons Hotel Seoul, que celebra un año de la reinauguración del vuelo directo de Aeroméxico desde Ciudad de México a Seúl. Entre palacios ancestrales y templos serenos, aquí surgen rascacielos de diseño futurista creando una comunidad cálida basada en el “Jeong” —un término difícil de traducir, que encapsula el afecto y la conexión profunda entre las personas— que contrasta con la energía vertiginosa de una economía fundamentada en innovación y tecnología. En sus calles, esto se manifiesta con claridad: oficinas de conglomerados globales como Samsung y Hyundai están a sólo pasos de mercados tradicionales donde ancianos venden kimchi casero. Ésta es una ciudad donde el K-Beauty transforma rutinas de cuidado facial en ritos casi espirituales y donde el fenómeno global del K-Pop resuena tanto en megaconciertos como en los auriculares de los adolescentes. La influencia de estos códigos culturales es palpable desde que aterrizas en Incheon. Aquí, la hospitalidad coreana se siente como un susurro cálido y el paisaje urbano comienza a contar historias de resiliencia y creatividad.
En estas páginas. Palacio Gyeongbok: Sus tejados curvos y portales tallados parecen susurrar los secretos de una era donde la estética era una forma de sabiduría.
Nada calma el alma como llegar al Four Seasons Hotel Seoul, un refugio que combina el esplendor del pasado con la elegancia moderna. Desde las ventanas de sus habitaciones, la vista del majestuoso Palacio Gyeongbok invita a una plácida reflexión, mientras que la arquitectura del hotel, inspirada en los techos curvados de los hanoks (casas tradicionales coreanas), ofrece una experiencia visual que honra la tradición. Tras el cómodo vuelo directo desde la Ciudad de México, nuestro día en Seúl comienza con un almuerzo en Boccalino, el restaurante italiano del hotel liderado por el chef Ivan Spadaro. Cada plato aquí lleva una historia: tomates frescos de Jeju se encuentran con pasta hecha a mano al estilo siciliano, fusionando continentes en una experiencia culinaria que seduce al paladar.
SEONGSU-DONG: EL ALMA CREATIVA DE SEÚL
El espíritu de Seúl se descubre en su capacidad para recrearse incesantemente y ningún lugar lo ejemplifica mejor que Seongsu-dong. Este distrito, apodado el “Brooklyn de Seúl”, es un mosaico de arte urbano, cafeterías instaladas en antiguas fábricas y tiendas emergentes donde la moda y la sustentabilidad marcan tendencias. Nuestra primera parada es Dior Seongsu, un templo de cristal dedicado al lujo. La experiencia privada ofrecida aquí es mucho más que un recorrido por la moda de la marca. Es una exploración del diseño atemporal en un entorno arquitectónico espectacular. A pocos pasos, el Grandpa Factory Café invita a un respiro con su estética industrial y sus cafés que combinan técnicas clásicas con toques coreanos, como el latte de sésamo negro. Finalmente, la tarde culmina con una visita al pop-up de Talitha Koum, una marca vegana local que redefine el concepto de belleza consciente. Aquí, el concepto de K-Wellness se experimenta en un espacio divertido, que mezcla productos de bienestar con diseño contemporáneo.
CHARLES H. Y LA TERRAZA DE ENSUEÑO
De regreso en el Four Seasons, la noche comienza en Charles H., un speakeasy que rinde homenaje al escritor y viajero Charles H. Baker Jr. Cada cóctel aquí es una obra de arte, elaborada con precisión y narrando historias de exploración y aventura. Más tarde, la terraza del hotel ofrece una cena al fresco, donde la vista al Palacio Gyeongbok se convierte en el escenario perfecto para cerrar nuestra primera jornada. Seúl es más que una ciudad. Es un estado del ser, una sinfonía que desafía lo imposible. Y éste es sólo el comienzo de un viaje que promete revelar su alma en capas, cada una más fascinante que la anterior.
En esta página. Detrás de una puerta discreta en el Four Seasons Seoul, Charles H. revive el espíritu de los speakeasy de los años 30.
Siguiente página. En el Executive Club Lounge, los amaneceres sobre Seúl se acompañan de té coreano, silencio y vistas infinitas.
DESCUBRIENDO EL CORAZÓN COREANO
El amanecer en Seúl, especialmente en un cálido domingo de verano, tiene un aire de posibilidades infinitas. El itinerario de este segundo día está diseñado para sumergirnos completamente en la riqueza cultural de Corea del Sur, conectando el pasado con el presente en un advenimiento edificante. Al despertar, las opciones de desayuno en el Four Seasons Hotel Seoul son una experiencia en sí mismas. El Executive Club Lounge, en el piso 28, combina lujo con vistas panorámicas y un menú que abarca desde clásicos coreanos hasta internacionales. Para quien prefiere una experiencia más vibrante, The Market Kitchen trae la esencia de un mercado europeo al corazón de Seúl. Es un espacio que conecta el paladar moderno con la historia de la ciudad: un suelo de cristal revela restos de una casa de la era Joseon, recordándonos la profunda conexión entre gastronomía y legado cultural.
EXPLORANDO SEÚL: TRADICIÓN, MODERNIDAD Y ESPÍRITU
Nuestro guía nos encuentra puntualmente en el lobby a las 9 a.m. con una sonrisa y la promesa de lo que será un día inolvidable. Mientras el vehículo avanza por las calles perfectamente organizadas de Seúl, la ciudad se despliega como un libro abierto que late con ritmo propio. Siento que éste no será un itinerario común, sino un viaje que entrelazará historias, sabores y momentos memorables.
En esta página.
Cada día, frente a la puerta Gwanghwamun, los colores vibrantes y el sonido de los tambores devuelven a la vida una tradición del siglo XV. Abajo.
Pabellón Gyeonghoeru. Aquí, los reyes de Joseon ofrecían banquetes bajo la luna: una oda al refinamiento y la contemplación.
Caminar por el Palacio Gyeongbokgung, en el corazón de Seúl, es viajar al apogeo de la dinastía Joseon, que gobernó Corea durante más de cinco siglos. Construido en 1395, este majestuoso complejo arquitectónico es mucho más que un símbolo de la ciudad: es el reflejo tangible de un pasado de esplendor, cultura y resiliencia. El nombre Gyeongbokgung significa “Palacio de la gran bendición” y con sólo cruzar la imponente puerta Gwanghwamun, la energía de su historia te envuelve. Fue aquí donde los reyes Joseon, junto con sus familias y cortesanos, moldearon la identidad cultural y política de Corea. Aunque saqueado durante la ocupación japonesa y restaurado en el siglo XX, su grandeza permanece intacta. Numerosos visitantes, hombres y mujeres, locales y extranjeros, llegan ataviados con un hanbok, el traje tradicional coreano. Con sus colores vibrantes y su diseño elegante, lejos de parecer un mero disfraz, se transforma en una llave para conectarse con el pasado. La experiencia inicia con la ceremonia del cambio de guardia, un espectáculo de precisión y color. Soldados vestidos en trajes tradicionales, portando estandartes y armas ceremoniales, desfilan al compás de tambores y caracolas. Es un instante donde el presente rinde homenaje al pasado, dejando a los visitantes asombrados y conmovidos. Geunjeongjeon, el salón del trono, es el epicentro del palacio, imponente testigo de ceremonias y audiencias reales, donde los techos tallados y pintados en vivos colores se elevan como un lienzo hacia el cielo. A pocos pasos, el pabellón Gyeonghoeru parece flotar sobre un lago artificial. Su estructura de madera sostenida por pilares de granito refleja una armonía perfecta entre el hombre y la naturaleza. Este espacio, utilizado para banquetes reales, ofrece una panorámica que parece un cuadro en movimiento: sauces inclinados, reflejos del agua y el murmullo sutil del viento entre los jardines, ofreciendo una ilustrativa lección de estética y espiritualidad.
Baechu-kimchi.
Fermentado con tiempo y alma, el kimchi es el corazón palpitante de la cocina coreana.
Bingsu.
Un postre de hielo rallado que se convierte en arte comestible.
Bibimbap.
En un solo cuenco, celebra la filosofía del equilibrio: colores, sabores y nutrientes que expresan la armonía vital del obangsaek
Tteokguk.
Sopa de pastel de arroz tradicional del Año Nuevo Lunar, símbolo de renovación y prosperidad.
Makgeolli.
Vino de arroz, ligeramente efervescente y lechoso, acompaña la conversación y la amistad desde tiempos inmemoriales.
De los mercados callejeros a los restaurantes de autor, los platillos coreanos revelan un universo de sabores profundos, donde el mar, la tierra y la fermentación dialogan con sabiduría.
La capital coreana se ha convertido en una de las escenas gastronómicas más fascinantes del mundo. Para los viajeros de lujo provenientes de toda América Latina, acostumbrados a la finura de la alta cocina y a la riqueza de nuestras propias tradiciones culinarias, Seúl ofrece un festín en el que conviven la precisión cortesana de los banquetes tradicionales hanjeongsik con la energía vibrante de la comida callejera más sofisticada. Comer en Seúl no es sólo nutrirse: es participar en un ritual cultural donde cada fermento, cada caldo y cada gesto en la mesa cuenta una historia.
EL ALMA FERMENTADA DE COREA
Nada en la gastronomía coreana se entiende sin hablar del kimchi, emblema nacional y patrimonio inmaterial de la humanidad. En la capital, los viajeros pueden descubrir su diversidad en secuencia: desde el clásico baechu-kimchi (col fermentada con ajo, jengibre y gochugaru), hasta versiones más delicadas como oi-sobagi (pepino relleno de verduras), el fresco dongchimi (rábano en agua salina) y el elegante pa-kimchi (cebolleta). Incluso el mar entra al juego con el intenso jeotgal, mariscos fermentados que acompañan arroces y guisos. Más allá de un encurtido, el kimchi es un ejercicio de paciencia, memoria y equilibrio, que encuentra en Seúl su máxima expresión: desde restaurantes contemporáneos en Seongsu que lo reinterpretan en clave minimalista hasta mercados tradicionales como Gwangjang, donde el sabor sigue siendo popular y vibrante. Un almuerzo coreano comienza siempre con una constelación de banchan, pequeños acompañamientos que preparan el paladar para una sinfonía de sabores. Luego llegan los mandu — dumplings suaves al vapor o crujientes a la plancha — y el surtido de twigim, frituras de precisión (verduras, calamar o batata), perfectas para acompañar con un cuenco frío de makgeolli, el vino de arroz turbio de textura láctea y burbuja sutil. Los caldos aparecen como auténtico abrazo líquido: el doenjang jjigae, con pasta de soya fermentada, tofu y verduras, o el reconfortante gukbap, donde el arroz se sirve directamente dentro de la sopa. Para el platillo principal, nada iguala la armonía del bibimbap: un cuenco de arroz coronado con vegetales, carne, huevo y gochujang. La recomendación es clara: mezclar todo hasta lograr esa deliciosa alquimia de sabores.
Si la comida reconforta, la cena en Seúl es espectáculo y precisión. Todo inicia con bocados marinos como los kkomak (berberechos aderezados con ajo y sésamo) y el bossam kimchi, láminas de panceta envueltas en hojas fermentadas, perfectas para acompañar con un soju premium servido en copa de cristal. Los sabores se intensifican con el domi jjim (pez dorado al vapor, fragante y sedoso) y la estacional chamge tang (sopa de jaiba azul, de dulzor mineral). Los caldos nobles elevan aún más la experiencia: el galbitang, cristalino y profundo, hecho con costillas de res; o el samgyetang, un delicado pollo relleno de arroz glutinoso y ginseng, servido tradicionalmente en verano para fortalecer el cuerpo. La parrilla ofrece el placer primordial del bulgogi, finas láminas de res marinadas que se envuelven en hojas frescas para formar los famosos ssam. Y ningún itinerario estaría completo sin probar el picante y adictivo kimchi jjigae, estofado de kimchi con cerdo o tofu, acompañado de arroz y encurtidos. En un gesto de autenticidad, algunos restaurantes incorporan el haemul tteokbokki, versión marina de los icónicos pasteles de arroz picantes, que aporta un guiño callejero al fine dining . La velada cierra en clave de jeongsik o hanjeongsik, menús de múltiples tiempos que culminan con arroz blanco, estofado ligero y encurtidos, antes de pasar a la calma de un té verde (nokcha) o un elegante hwangcha (té amarillo). En Seúl, el lujo también se encuentra en un plato humeante de tteokbokki picante, en frituras twigim que llegan crujientes al momento o en un sencillo kimbap servido con orgullo en una barra diminuta de bunsik.
UNA CAMINATA ENTRE AYER Y HOY
El barrio histórico de Bukchon Hanok Village, enclavado en una colina entre los palacios Gyeongbokgung y Changdeokgung, es un vestigio vivo de la dinastía Joseon. Aquí, más de 900 hanok —casas tradicionales coreanas— se alinean en callejuelas serpenteantes, preservando no sólo su arquitectura, sino también su espíritu. Los hanok no son meras casas, son la materialización de la filosofía coreana del baesanimsu, que significa “montañas detrás, ríos delante”. Construidos con madera, papel hanji, piedra y tejas de barro, estas casas reflejan un diseño ecológico que integra el entorno. Su disposición interna, centrada en el maru (una terraza de madera elevada), permite la circulación de aire, mientras que el sistema de calefacción ondol calienta los suelos en los meses fríos. Muchas de estas casas ahora funcionan como galerías, casas de té y talleres de artesanía. Visitar una es aprender a hacer caligrafía o probar un té tradicional coreano mientras los rayos del sol atraviesan las ventanas de papel translúcido. Caminar por Bukchon es escuchar los ecos resonantes de generaciones que vivieron aquí. Cada esquina ofrece vistas impresionantes del horizonte moderno de Seúl enmarcado por los techos curvados de los hanok, un contraste que recuerda que el pasado y el presente pueden coexistir en una plácida armonía. Bukchon es un puente al alma de Corea, un recordatorio de que en el corazón de toda gran metrópoli late una historia que espera ser contada.
En esta páginas. Entre callejuelas empedradas y tejados de tejas negras, Bukchon Hanok Village guarda el alma de la vieja Seúl.
El itinerario continuó en Insa-dong, vibrante corazón cultural de Seúl y refugio de la cultura tradicional coreana, donde galerías de arte, casas de té y tiendas de antigüedades ofrecen un diálogo íntimo con la historia. Allí, entre caligrafías y cerámicas centenarias, se percibe la sensibilidad estética de un pueblo que honra sus raíces en cada detalle. Una parada aquí no estaría completa sin probar un poco de té de ginseng servido con pasteles de arroz tradicionales. Muy cerca, el templo Jogyesa es un santuario espiritual del budismo zen en medio del bullicio de la ciudad, que nos envolvió en una atmósfera de calma. Conocido por sus llamativas linternas de colores y su serena energía, invita a los visitantes a reflexionar mientras admiran la arquitectura tradicional, que parece desafiar el ritmo acelerado de la metrópoli.
En esta páginas. Insa-dong es el corazón artístico de la ciudad: un laberinto de galerías, casas de té y calígrafos que preservan la estética del gesto y la palabra. Esquina página opuesta. En el corazón de la bulliciosa ciudad, el templo Jogyesa es un oasis de calma y espiritualidad donde florece el budismo zen coreano.
La gastronomía coreana se reveló como una experiencia poética en el restaurante A Flower Blossom on the Rice, donde cada plato se presentó como un poema visual, una metáfora de la naturaleza transformada en arte comestible. Escondido en un tranquilo callejón de Insa-dong, este restaurante transforma la comida casera en arte culinario. Con ingredientes orgánicos directamente del campo, cada plato es una celebración de los sabores puros y equilibrados de Corea. Desde sopas reconfortantes hasta ensaladas vibrantes, el almuerzo aquí se convierte en un ritual de bienestar. Más tarde, el recorrido se volvió vibrante en el Mercado Gwangjang, un verdadero teatro popular donde aromas, texturas y voces se entrelazan. Ningún lugar capta mejor la esencia de la vida cotidiana que este mercado. Sus callejones, llenos de puestos, ofrecen delicias coreanas como las bindaetteok (tortas de frijol mungo) y los mayak gimbap (pequeños rollos de sushi adictivos), un festín callejero ideal para experimentar el auténtico sabor local. El día culminó en Gwanghwamun Square, custodiada por las estatuas del Rey Sejong y el Almirante Yi Sun-sin, guardianes eternos de la identidad cultural del país. Con la noche cayendo, es hora de descansar, listos para un tercer día que promete más conexiones con esta extraordinaria ciudad.
Página opuesta (arriba).
En A Flower Blossom on the Rice, la chef celebra la poesía del arroz y las flores comestibles, reinterpretando la tradición con gran sensibilidad.
El siguiente día nos condujo hacia el Korean Folk Village, un museo al aire libre que recrea la vida cotidiana de la dinastía Joseon. Entre casas tradicionales y danzas folclóricas, el visitante viaja en el tiempo, comprendiendo cómo los valores ancestrales siguen latiendo en la Corea contemporánea. Desde allí, el camino nos llevó a la majestuosa fortaleza de Suwon, Patrimonio de la Humanidad, un paseo panorámico entre sus murallas y bastiones que narra la sofisticación militar y arquitectónica de un reino que supo anticipar el futuro. Después de un día lleno de cultura, regresamos al Four Seasons para disfrutar de las comodidades del hotel, como su sauna dorada y una relajante sesión de Spa. Pero para los más aventureros, la noche aún prometía y nos condujo al Myeongdong Night Market, epicentro de moda contemporánea, cosméticos coreanos de última generación y gastronomía callejera, donde las luces de neón iluminan un Seúl joven, audaz y cosmopolita.
En estas páginas. Izquierda. Starfield Library, situada en el interior del COEX Mall en Gangnam, es una de las bibliotecas más bonitas del mundo.
Derecha. Las tradiciones ancestrales coreanas conviven armónicamente con las manifestaciones culturales modernas como el K-pop y la K-Beauty.
Foto: Valerio Negri / Leica SL2
MEMORIA Y MODERNIDAD
En el último día de esta inolvidable aventura por Seúl, el viaje tomó un giro profundo, marcado por emociones contrastantes. Saliendo del Four Seasons a las 7:30 AM con bocadillos cuidadosamente preparados, nos dirigimos a la Zona Desmilitarizada (DMZ), una experiencia tan impactante como reveladora acerca de la historia coreana reciente. El terreno austero de este enclave sirve como recordatorio de la división de Corea, con un legado grabado en la tierra y los corazones de su gente. Allí, entre miradores y túneles, la memoria del conflicto se mezcla con la esperanza de reconciliación, recordándonos que los viajes también pueden ser un acto de reflexión profunda. El almuerzo en el restaurante Jeongmi, en Paju-si, ofrece un contraste delicioso a la gravedad de la mañana. Conocido por su icónico budae-jjigae o “estofado del ejército”, este plato es un testimonio de supervivencia y creatividad tras la guerra. Sus capas de sabor —salchichas, kimchi y fideos— reflejan la tradición y la adaptabilidad, al igual que Corea misma. La tarde nos llevó a Gangnam, el distrito que encarna el Seúl más futurista y sofisticado. En el Starfield COEX Mall, la monumentalidad de su icónica librería de dos pisos nos dejó sin aliento: estanterías que se elevan 13 metros, un templo contemporáneo de la cultura que se ha convertido en uno de los escenarios más fotografiados del mundo. De vuelta en Four Seasons, las bebidas antes de la cena en el bar OUL elevan la noche con cócteles de highball infusionados con los sabores de Corea: kimchi, jengibre y ginseng. Cada sorbo encarna el equilibrio de Seúl entre tradición y modernidad. La cena en Yu Yuan concluye el viaje con grandeza, hecha de delicias cantonesas elaboradas con ingredientes frescos y locales. La atmósfera aquí, inspirada en el Shanghái de los años 1920, es una auténtica celebración sensorial.
En esta página. Símbolo de modernidad y sofisticación, Gangnam vibra al ritmo de una capital global: entre rascacielos, boutiques y energía creativa sin pausa.
Página opuesta. A pocos kilómetros de Seúl, el Korean Folk Village ofrece un viaje en el tiempo: casas campesinas, danzas tradicionales y la vida cotidiana de una Corea anterior a la modernidad.
Cada jornada en Seúl fue una coreografía precisa entre lujo y autenticidad, entre contemplación y energía. El Four Seasons Hotel Seoul —con su hospitalidad impecable, su diseño vanguardista y su elegancia intemporal— se convirtió en el punto de equilibrio perfecto tras cada día de exploración. Fue gracias al conocimiento y la precisión de Kim’s M&T que el viaje se transformó en una experiencia única: íntima, reveladora y profundamente humana.Viajar a Corea del Sur es descubrir un país que honra con respeto su pasado milenario mientras abraza con audacia el futuro. Un lugar donde el lujo no se mide únicamente en comodidades, sino en la capacidad de conmover, inspirar y transformar. Y en esa experiencia, Seúl nos regala una certeza: hay destinos que no sólo se visitan, sino que se quedan en el alma para siempre.
RAPA NUI
Experiencia Explora
Texto: Valerio Negri
Fotos: Cortesía Explora y Valerio Negri by Leica
Páginas anteriores. Amanecer en Ahu Tongariki. El sol emerge entre los quince moái restaurados, iluminando el sitio ceremonial más emblemático de Rapa Nui.
En estas páginas. La piedra volcánica narra el origen geológico de la isla y su eterna lucha con el océano.
Fotos: Valerio Negri / Leica SL2
En el corazón del océano más vasto del planeta, donde la inmensidad azul borra todo horizonte y el tiempo parece fluir a otro ritmo, emerge una isla pequeña en dimensiones pero infinita en significados: Rapa Nui, llamada por sus habitantes Te pito o te henua, “El Ombligo del Mundo”. Viajar hasta este confín es internarse en un misterio cósmico y humano a la vez, en una cultura que, contra todo pronóstico, floreció en el aislamiento más extremo. Es en este escenario único donde Explora Rapa Nui redefine el sentido mismo del lujo: no como exceso, sino como la posibilidad de explorar con profundidad, descansar en silencio y conectar con lo esencial. Sus guías —arqueólogos, antropólogos, naturalistas, custodios del saber isleño— revelan al visitante no sólo los vestigios de una civilización megalítica, sino la textura espiritual que aún late bajo cada piedra y cada silencio. El lodge no es un refugio de lujo convencional: es un campamento de conocimiento, un observatorio íntimo donde la gastronomía dialoga con el territorio, donde cada excursión es parte de una narración mayor. Para comprender Rapa Nui es necesario remontarse a millones de años atrás, cuando la corteza terrestre se fragmentaba en placas tectónicas y el magma emergía desde las profundidades. Hace entre tres y seis millones de años, tres conos volcánicos —Terevaka, Poike y Rano Kau— irrumpieron desde el fondo marino y conformaron esta isla triangular, que hoy apenas asoma 510 metros sobre el nivel del mar. Es la punta visible de una montaña de 3,000 metros de altura sumergida en la vastedad del Pacífico. Su geología joven le otorga un carácter singular: suelos delgados, ausencia de ríos permanentes, costas rocosas golpeadas por olas interminables. Nada parecía propicio para el surgimiento de una sociedad compleja. Sin embargo, allí emergió una de las culturas más fascinantes de la humanidad. Esa paradoja —la grandeza en la adversidad— es la primera clave del enigma rapanui.
LOS NAVEGANTES DE LAS ESTRELLAS
Hace unos tres milenios, desde el sudeste asiático, los pueblos austronesios comenzaron una epopeya que cambiaría para siempre la geografía cultural del Pacífico. Con su extraordinario conocimiento del mar y los astros, alcanzaron Tonga y Samoa, desde donde irradiaron la cultura polinésica ancestral. Su tecnología más preciada no era el bronce ni el hierro, sino una embarcación revolucionaria: la canoa de doble casco, precursora del catamarán. Ligera y poderosa, les permitió surcar océanos inmensos llevando consigo plantas, animales y cosmogonías. Mucho antes de que Europa inventara instrumentos de navegación fiables, los maestros polinesios habían creado un sofisticado mapa estelar mental que registraba más de 220 estrellas, los ciclos de la Luna y los planetas, el patrón de las olas y los vuelos de las aves marinas. Navegaban de día siguiendo al Sol y de noche alineando la canoa con la salida y puesta de astros. Sabían leer corrientes invisibles y sentir vibraciones en la madera del casco. Así, guiados por la Cruz del Sur y la estrella Sirio, llegaron al extremo oriental del triángulo polinésico: Rapa Nui, la isla más remota del mundo, Hawái y Nueva Zelanda. Allí, en aislamiento absoluto, desarrollaron un universo propio.
En estas páginas.
Izquierda. El firmamento guiaba la navegación y los rituales, reflejo de una sabiduría astronómica ancestral.
Derecha.
Cielos limpios, diseño y descanso se integran en una experiencia de contemplación y conexión natural en Explora Rapa Nui.
HOTU MATU’A Y EL VIAJE FUNDACIONAL
Más allá de la arqueología, Rapa Nui se explica también desde el mito. Según la tradición oral transmitida de generación en generación —y relatada hoy con orgullo por los expertos guías locales de Explora—, el poblamiento de la isla comienza con el ariki (gran jefe) Hotu Matu’a, proveniente de la isla de Hiva, que se hundía bajo el océano. El sacerdote Haumaca, tras un sueño premonitorio en el que las olas arrasaban con su pueblo, emprendió un viaje astral: su espíritu se elevó hacia el Sol naciente en busca de nuevas tierras. En esa travesía de cuerpo sutil descubrió primero siete islas, todas inhóspitas: sin agua, sin suelo fértil, sin refugio. Finalmente, llegó a una octava, por el lado de islotes que aún hoy custodian el horizonte y llamó Motu Nui, Motu Iti y Motu Kao Kao, escenario posterior de la competencia del hombre pájaro. Reconoció además una gran caldera interior llamada Pocopocouri umaca y la playa de Anakena, fértil y generosa, apta para que desembarcara el rey. Cuando el espíritu regresó a su cuerpo, transmitió la visión y se envió una avanzada: dos hijos y cinco sobrinos del sacerdote, quienes comenzaron a plantar para asegurar sustento a la llegada de la comunidad. Dos grandes canoas arribaron finalmente. En una viajaba Hotu Matu’a con su esposa embarazada; en la otra, su hermana Ava Rei Pu’a. Ella eligió la ruta más corta, pero el hermano, receloso, lanzó una maldición que ralentizó su embarcación y le permitió desembarcar primero. Así comenzó el poblamiento de la isla, dividido en linajes: Ava Rei Pu’a ocupando la costa norte y Hotu Matu’a desde Anakena hacia el este, en Majatua. Este relato, aún vivo en la voz de los descendientes, no es sólo mito: es la narración identitaria que explica cómo un pueblo llegó a ver en esta isla su centro del universo.
Desde el océano, los gigantes de piedra parecen custodiar la memoria y el alma de la isla.
EXPLORA RAPA NUI
En el centro de este escenario cargado de historia, mito y resiliencia, surge Explora Rapa Nui, un lodge que interpreta con fidelidad el sentido de estar en el ombligo del mundo. Ubicado a ocho kilómetros de Hanga Roa, rodeado de praderas abiertas con vistas infinitas al Pacífico, su arquitectura se inspira en la aldea ceremonial de Orongo y dialoga con el paisaje en silencio. El lodge cuenta con certificación LEED, es Empresa B y Carbono Neutral y encarna una idea de lujo acorde al siglo XXI: un lujo sobrio, sustentable, profundamente conectado con el territorio. Aquí no se trata de ostentación, sino el lujo de lo esencial. Las habitaciones, minimalistas y acogedoras, invitan al descanso profundo después de un día de exploración. La gastronomía, ligera y nutritiva, se basa en productos locales: pescados frescos, vegetales de la isla, preparaciones ancestrales como el curanto, siempre acompañados de una cuidada selección de vinos chilenos elegidos por el Master Sommelier Héctor Vergara.
El corazón de la experiencia Explora son sus más de 30 excursiones, diseñadas para revelar la isla más allá de lo evidente. Caminatas por cráteres volcánicos, travesías en bicicleta por praderas abiertas, cabalgatas a lo largo de acantilados, inmersiones en aguas cristalinas. Cada expedición se adapta al nivel del viajero y se realiza en grupos pequeños, privilegiando la intimidad. Los guías locales, orgullosos descendientes rapanui, son la clave. No sólo conducen, sino que narran: comparten mitos, genealogías, canciones y conocimientos que transmiten una comprensión íntima de la isla. Explorar con ellos es más que recorrer paisajes, es entrar en la cosmogonía viva del pueblo rapanui, en un territorio donde la energía volcánica, los moáis y el océano dialogan en perpetuo equilibrio. Su conocimiento ancestral, validado por programas de formación en arqueología, ecología y rescate cultural, garantiza experiencias auténticas, seguras y profundamente respetuosas con el patrimonio de Rapa Nui.
Página opuesta. Arriba. Elegancia nativa en cada espacio de Explora Rapa Nui. Abajo. Todas las aventuras Explora revelan nuevos horizontes. En esta página. Exploraciones guiadas con alma rapanui.
UN DESTINO IMPERDIBLE EN EL MAPA DEL LUJO
¿Por qué Rapa Nui, hoy, es uno de los destinos imprescindibles en el mundo del viaje de lujo? Porque encarna la paradoja que todo viajero experto busca: aislamiento absoluto y hospitalidad de clase mundial, misterio ancestral y cultura vibrante, naturaleza extrema y refinamiento discreto. Hospedarse en Explora Rapa Nui es participar en un diálogo profundo con la isla: caminar entre moái, escuchar historias que aún miran al cielo, dormir con el rumor del océano y despertar con la certeza de estar en un lugar donde mito, ciencia y lujo se encuentran. En un mundo saturado de destinos sobreexpuestos, Rapa Nui se mantiene como un santuario: un pedazo de Chile que, en su aislamiento, sigue siendo el centro del universo. Es allí donde el viajero de lujo encuentra no solamente paisajes y comodidades, sino algo mucho más valioso: la experiencia de sentirse parte de un misterio que trasciende el tiempo.
Desde la cantera madre, los moái se alinean con el horizonte en una escena de armonía absoluta.
Foto: Valerio Negri / Leica SL2
AHU TONGARIKI: GIGANTES
FRENTE AL SOL
Nada prepara al viajero para la primera visión de Tongariki al amanecer. Quince moái alineados sobre una plataforma de ciento cincuenta metros resumen la grandeza de esta civilización y aguardan la salida del sol, como si todavía cumplieran la función para la que fueron erigidos: custodiar el orden cósmico desde la frontera entre tierra y océano. Las olas golpean con violencia la costa y en esa sinfonía marina emerge la claridad dorada que despierta lentamente los rostros de piedra. Los guías de Explora cuentan que Tongariki fue arrasado por un tsunami en 1960 y reconstruido en los años noventa con un rigor arqueológico extraordinario. Más allá de su restauración, lo que sobrecoge es su orientación astronómica: cada estatua parece alinearse con los movimientos solares, uniendo el calendario humano con el pulso del cosmos. El viajero descubre, entonces, que no está frente a ruinas estáticas, sino frente a un sofisticado sistema cultural comparable con Stonehenge en Inglaterra o Chichén Itzá en México, en un cielo más nítido que en cualquier otro rincón del planeta.
Símbolos de linaje y poder, quince guardianes pétreos desafían el tiempo, custodios del misterio y la identidad rapanui.
Silencios de piedra que cuentan historias sin palabras.
Foto: Valerio Negri / Leica SL2
RANO RARAKU: CANTERA DE LOS SUEÑOS INACABADOS
Si Tongariki es la escenografía de lo consumado, Rano Raraku es el testimonio de lo inconcluso. Allí, en las laderas de este cráter de toba volcánica, yacen los moái en todas sus etapas de gestación: unos apenas esbozados en la roca, otros tendidos como colosos dormidos, algunos erguidos a medio camino de la eternidad. El lugar fue cantera y manufactura, útero y taller de titanes. Los guías de Explora dicen que de aquí surgieron casi todos los moái que pueblan la isla. Se calcula que más de mil fueron tallados a lo largo de cinco siglos, cada uno destinado a perpetuar el linaje de una familia poderosa. Pero lo que estremece al visitante no es sólo la cantidad, sino la sensación de estar en un territorio donde el tiempo se detuvo en pleno gesto creador. Caminar entre estas esculturas es como adentrarse en el taller de una civilización interrumpida. Las investigaciones arqueológicas sugieren que el traslado de estas estatuas —de hasta ochenta toneladas— se realizaba con sistemas de cuerdas y balanceo, como si los moái “caminaran” hacia su destino. En esa hazaña técnica y simbólica, el poder se convertía en arquitectura viva. Entre las figuras a medio surgir, el viajero intuye que toda obra humana es, en el fondo, un proyecto inacabado. Los moái que nunca llegaron a erigirse no son fracaso: son memoria del deseo de eternidad. En su silencio, hablan de la fragilidad de lo grandioso, de la belleza de lo que permanece interrumpido.
Consejo de Ancianos. Figuras emergentes de la tierra, testigos inmóviles del arte y la fe ancestral
Foto: Valerio Negri / Leica SL2.
RANO KAU: CIENCIA Y MITO EN EL CRÁTER DEL MUNDO
En el extremo suroeste de la isla, el camino nos conduce después hacia la cima del Rano Kau, un cráter volcánico como un anfiteatro natural de dimensiones sobrecogedoras, que guarda en su lago interior de aguas quietas cubiertas de totoras algo fascinante: aquí, en uno de los lugares más aislados del planeta, se descubrió la rapamicina, un compuesto que revolucionó la medicina moderna al convertirse en un fármaco clave en los trasplantes y en terapias relacionadas con el envejecimiento celular. Los guías de Explora no narran este hallazgo como anécdota aislada, sino como parte de la continuidad entre la sabiduría ancestral y la ciencia contemporánea. En Rapa Nui, lo sagrado y lo empírico nunca se excluyen: el volcán es, a la vez, santuario mítico y laboratorio natural. Para el viajero de espíritu culto, contemplar este cráter es reconocer que la isla no sólo custodia el pasado de la humanidad, sino también claves para su futuro. En la fase tardía de la sociedad rapanui, cuando el poder de los clanes se desplazó hacia la competencia ritual, nació la enigmática ceremonia del tangata manu, el Hombre Pájaro. El viajero, acompañado por los guías de Explora, asciende a la aldea ceremonial de Orongo, en la cima del volcán Rano Kau, frente a los islotes Motu Nui y Motu Iti. Los petroglifos muestran siluetas de aves y figuras humanas en trance. Durante siglos, las tribus competían cada año en un desafío extremo: los hombres elegidos descendían por los acantilados vertiginosos, se lanzaban al mar embravecido nadando hasta el islote de Motu Nui para recoger el primer huevo del ave manutara, la golondrina de mar, y regresaban trepando de nuevo los precipicios. El vencedor no sólo recibía el prestigio personal de ser investido como Hombre
Pájaro: bajo una orden de legitimidad ritual encarnaba el poder político y espiritual de su pueblo durante un año. Allí la espiritualidad se mide en riesgo y vuelo, en la certeza de que el mana —ese poder invisible que circula entre los hombres y los dioses— se gana con la entrega total.
En estas páginas.
Antiguo volcán y santuario natural, su laguna interior alberga vida endémica y ecos de mitos originarios.
Páginas siguientes. El islote de Motu Nui evoca el rito del Hombre
Pájaro, Tangata Manu, donde religión y poder se entrelazaban.
Fotos: Valerio Negri / Leica SL2
AHU KO TE RIKU: EL PODER DEL MANA
El recorrido se detiene luego en Ahu Ko Te Riku, uno de los pocos moái restaurados con sus ojos de coral blanco y pupilas de obsidiana. La diferencia es inmediata: con ojos, la estatua se enciende, el mana despierta y el rostro de piedra adquiere una mirada penetrante, que trasciende el tiempo. El pukao rojizo que corona su cabeza, tallado en escoria volcánica, añade la fuerza del linaje y la identidad. Ante este moái, uno siente que no está observando una obra arqueológica, sino siendo observado. Los antiguos creían que al instalarle los ojos, el espíritu del ancestro regresaba a vigilar y proteger la comunidad. El viajero moderno, en ese instante, comprende que la isla no sólo guarda vestigios: guarda presencias. La jornada continúa por los campos de lava y sus cuevas subterráneas, huellas telúricas del origen volcánico de Rapa Nui. Allí, la tierra parece haber respirado fuego y dejado túneles que se internan en la oscuridad. Los rapanui los utilizaron como refugios en tiempos de conflicto, como depósitos de agua en sequías y como espacios rituales donde el silencio se volvía oración. Con linterna en mano, avanzando por pasajes estrechos, el visitante siente cómo se borran los límites entre interior y exterior, entre el mundo físico y el simbólico.
Página izquierda. Ahu Ko Te Riku y su moái con ojos, el único de la isla con mirada restaurada, símbolo de la energía espiritual que habitaba en los ancestros. Foto abajo: Valerio Negri / Leica SL2
En esta página. Sistemas subterráneos utilizados como refugio y espacio ritual.
ANAKENA: EL ORIGEN
Arena rosada, palmeras esbeltas y el rumor del mar dibujan un contraste sublime con la dureza pétrea de los moái que custodian la bahía. En contraste con la aspereza volcánica de otros paisajes, Anakena sorprende con su playa de arenas blancas, palmeras esbeltas y agua turquesa. Según la tradición, aquí desembarcó Hotu Matu’a, el primer rey (ariki) de la isla, trayendo consigo a su pueblo y dando inicio a la historia de Rapa Nui. En sus alrededores se erigen ahu refinados como Ahu Nau Nau, cuyos muros muestran frisos de escoria roja y tallados en relieve de extraordinaria delicadeza. Anakena no es sólo un paisaje paradisíaco: es un mito vivo, la cuna de la memoria colectiva rapanui. Nadar en sus aguas es sentir la caricia de un origen, la posibilidad de renacer en cada ola. Rapa Nui no es un destino para ser conquistado en itinerarios apresurados. Es un viaje que requiere pausa, silencio y entrega. Cada muro, cada altar, cada cráter, cada cueva y cada playa son capítulos de un relato mayor: la historia de un pueblo que, en medio del océano, levantó estatuas para hablar con los dioses y dejó a la humanidad un legado de misterio y resistencia. El huésped que recorre estos senderos con Explora se convierte en parte de esa narración: camina donde los ancestros soñaron, contempla donde los sabios meditaron, respira donde la isla sigue alumbrando significados. Y así, al cerrar los ojos en la noche rapanui, bajo un cielo de estrellas innumerables, la sensación no es de haber visitado un lugar remoto, sino de haber regresado al principio de todo.
explora.com
Página derecha. Sitio legendario del desembarco del rey Hotu Matu’a, hoy un paraíso de historia y belleza natural.
Páginas siguientes. Arena coralina, figuras ancestrales y un horizonte turquesa componen la esencia viva de Rapa Nui.
Los pukao, tallados en escoria roja, símbolo de rango y energía vital, coronan la dignidad de los ancestros.
Fotos: Valerio Negri / Leica SL2
ENCUENTRO CON OCCIDENTE
El 5 de abril de 1722, un Domingo de Pascua, el almirante holandés Jakob Roggeveen avistó la isla y la bautizó para Europa como Isla de Pascua. No sabía que descubría para Occidente una de las culturas más singulares de la humanidad.
EXPLORA ATACAMA
Lujo de lo Esencial en el Desierto Infinito
Texto: Valerio Negri
Fotos: Cortesía Explora + Valerio Negri by Leica
Hay lugares en el mundo donde la vastedad del paisaje se confunde con la de nuestra propia interioridad. El grandioso desierto chileno de Atacama, con su horizonte infinito y su silencio que resuena más que cualquier sonido, es uno de ellos. Allí, en San Pedro, surge un refugio concebido no para escapar de la naturaleza, sino para entregarse a ella: Explora Atacama, un lodge que redefine el lujo desde la sencillez esencial y convierte la exploración en un arte. Construido sobre 17 hectáreas que alguna vez fueron habitadas por una familia atacameña, Explora honra la memoria de la tierra, conservando su trazado original y las especies nativas que brotan como milagros en medio de la aridez. En este oasis, el viajero encuentra no sólo un lugar donde descansar, sino un verdadero punto de partida desde el cual desplegar sus alas y adentrarse en uno de los territorios más fascinantes del planeta.
Páginas anteriores. En los lagos de altura, el desierto revela su lado más etéreo y espiritual.
En estas páginas. Explora Atacama: Arquitectura, naturaleza y horizonte dialogan en perfecta armonía.
EL LUJO DE LO ESENCIAL
La primera impresión que ofrece Explora Atacama no es la ostentación, sino la calma. Sus arquitectos, Germán del Sol y Pepe Cruz, imaginaron un espacio que se integra con el paisaje: muros de adobe, líneas sobrias, techos que evocan caballerizas españolas. No hay lujos dorados ni lámparas de cristal. Hay, en cambio, un sentido de pertenencia, de armonía con el entorno. “Explora es el lujo de lo esencial”, me dice con calidez Maureen Morris, Guest Experience Manager. “Es tener un campamento base en el hotel, salir a explorar, mojarse si hay lluvia, volver con la piel curtida por el viento y encontrar aquí una buena cama, una buena ducha, una comida deliciosa. Ese es nuestro lujo. No se trata de lo dorado ni de los candelabros. Se trata de volver a lo fundamental”. Esa visión —a la vez radical y simple— ha marcado a Explora desde su nacimiento hace más de 25 años. En Atacama, esa filosofía encuentra posiblemente su máxima expresión.
En estas páginas. El volcán Licancabur custodia al lodge con su silueta sagrada como un guardián ancestral.
Página anterior.
Arriba. Cada momento en Explora Atacama es un viaje interior, que redescubre el poder de lo simple y lo auténtico.
Abajo. Espacios pensados para la pausa y la contemplación.
El living de Explora Atacama invita a dejarse abrazar por la quietud.
En esta página. Luz natural, maderas nobles y silencio absoluto. En cada habitación, el lujo se define por la calma y la sensación de pertenecer al paisaje.
UN OASIS EN EL DESIERTO
El lodge se despliega como un oasis dentro del oasis. Sus jardines no son domesticados, sino silvestres y el agua corre hacia cuatro piscinas que invitan a una inmersión lenta, contemplativa, en el contraste de un territorio donde cada gota es un tesoro. Hay sauna, baños de vapor y jacuzzis al aire libre, perfectos para mirar el cielo nocturno que aquí parece más cercano que en ninguna otra parte del mundo. Pero más allá de estas comodidades, lo que sorprende es la sensación de amplitud. Sus 50 habitaciones fueron diseñadas para amplificar el silencio, la privacidad y el horizonte. No hay televisores, ni radio, ni minibar. El lujo aquí es descansar con la ventana abierta y sentir que el universo entero es la compañía.
GASTRONOMÍA: COMERSE EL DESIERTO
En el restaurante, la terraza abre su mirada hacia el volcán Licancabur, el guardián sagrado de Atacama. Allí, la cocina lleva la firma de Virgilio Martínez, uno de los chefs más influyentes del mundo. “Lo que dice Virgilio es que hay que comerse el desierto”, cuenta Maureen con una sonrisa. Y esa declaración se traduce en un menú que explora ingredientes locales poco conocidos, desde hierbas ancestrales hasta granos andinos, en porciones que invitan a saborear sin prisa. Los vegetarianos y veganos encuentran aquí un paraíso, pues el chef ha puesto especial cuidado en que la diversidad vegetal sea protagonista. Los vinos, cuidadosamente seleccionados, sorprenden incluso al viajero experto. No se trata de etiquetas comerciales, sino de una carta curada con proyectos singulares, pequeños productores y terroirs que expresan la riqueza vitivinícola chilena en su versión más exclusiva. La coctelería, por su parte, rescata sabores del territorio: rica-rica, chañar y ajíes, además de hierbas altiplánicas que encienden la imaginación. Es, como todo en Explora, un ejercicio de identidad.
En estas páginas. Cada comida es una celebración del territorio. Desde la terraza, los sabores se funden con las vistas al Licancabur.
EXPLORAR EL INFINITO
Explora Atacama ofrece más de 40 exploraciones que se despliegan como una cartografía íntima del desierto, diseñadas para revelar de manera gradual su esencia. Hay caminatas que conducen a cañones ocultos, travesías a caballo por planicies donde aún resuenan huellas ancestrales, rutas en bicicleta que desafían la resistencia, ascensos a montañas que superan los 5,000 metros. Los guías, formados durante meses en historia, fauna, flora y alta montaña, son más que líderes de grupo: son intérpretes del territorio. “Más que guías, son acompañantes de viaje”, explica Maureen.
Esa definición cobra todo el sentido al caminar en pequeños grupos junto a ellos, mientras señalan la textura de una roca volcánica o explican el ritual que un pueblo originario aún mantiene en secreto. Uno de los privilegios exclusivos de Explora es el acceso a la Reserva Natural de Conservación Puritama, un santuario de 7,500 hectáreas en medio del desierto donde el agua brota en termas cristalinas. Entre cañones y vegetación insólita, los huéspedes pueden bañarse en piscinas naturales de aguas tibias y almorzar en un entorno que parece un espejismo.
LA GENTE QUE HACE LA DIFERENCIA
La infraestructura, la gastronomía y las exploraciones son memorables, pero lo que realmente distingue a Explora son sus colaboradores. “No hay día en que los huéspedes no me hablen del equipo”, dice Maureen. “Son amables, trabajadores y lo hacen de corazón. Aquí el huésped no es un número, es un nombre. Queremos que se sienta en casa”. Esa hospitalidad sincera, imposible de fingir, convierte cada estadía en algo personal. La naturalidad con la que un guía comparte una anécdota, la sonrisa de quien recibe al viajero en la terraza, el gesto de recordar el vino favorito de un huésped: son detalles que construyen memorias indelebles.
En estas páginas. Explora transforma el desierto en un auténtico laboratorio de emociones.
EL CIELO COMO DESTINO
Atacama es también uno de los mejores lugares del planeta para la astronomía. Explora lo sabe y, por eso, construyó su propio observatorio dentro de la propiedad. Bajo la cúpula, un telescopio Meade 16” f/10 LX200R revela con nitidez galaxias, nebulosas y constelaciones que en otros cielos permanecerían invisibles. Por las noches, si las condiciones lo permiten, los viajeros se reúnen con los guías astronómicos para mirar hacia arriba y descubrir que en Atacama el cielo no es un techo, sino un territorio más por explorar.
En estas páginas. Cuando cae la noche, el universo se revela. Desde su observatorio privado, Explora ofrece una inmersión celeste donde las estrellas parecen al alcance de la mano.
SUSTENTABILIDAD: LUJO CONSCIENTE
En un territorio tan frágil como el desierto, la sustentabilidad no es discurso, sino necesidad. Explora Atacama es Empresa B y Carbono Neutral. Ha eliminado plásticos de un solo uso, recicla y traslada residuos hasta Santiago y cuenta con una planta propia de tratamiento de agua. “Acá es difícil reciclar, pero nosotros reciclamos todo”, explica Maureen. “El camión que trae mercadería de Santiago regresa con vidrio y latas. Tenemos personas que se llevan los cartones. La idea es eliminar en lo posible. También tenemos nuestra propia planta de agua, por eso no usamos botellas plásticas”. El lujo aquí no se mide en exceso, sino en conciencia: disfrutar del desierto sabiendo que se contribuye a su preservación.
EL ATACAMA ÍNTIMO
Explora Atacama evita las rutas masificadas. Prefiere horarios distintos, senderos menos transitados y, en constante diálogo con las comunidades locales, busca abrir nuevos caminos. La idea es simple: que el viajero experimente la sensación de descubrir algo propio, aunque otros ya lo hayan visto. “La Reserva de Puritama es una maravilla, diría que es mi lugar favorito”, confiesa Maureen. “Muchos huéspedes vienen por tres días y al final quieren quedarse más. No tenían idea de todo lo que iban a encontrar: termas, cañones, paisajes verdes en medio del desierto más árido del mundo. Es un contraste que los sorprende”. Ese contraste es, quizá, la metáfora perfecta de Explora: un espacio donde la dureza se vuelve hospitalidad, donde el vacío se transforma en plenitud, donde el silencio se convierte en un lenguaje íntimo.
En estas páginas. El cañón de la Reserva de Conservación Puritama serpentea entre formaciones rocosas y manantiales ocultos, donde la fauna local custodia esta ecoregión única en el planeta.
COMIENZA LA EXPLORACIÓN
El viajero que llega a Explora Atacama no viene sólo a hospedarse en un lodge, viene a confrontarse con la inmensidad del desierto y con la inmensidad propia. Cada caminata, cada baño termal, cada cielo estrellado es un recordatorio de que lo esencial es suficiente. “Explora no es un hotel de lujo tradicional”, concluye Maureen. “Es otra cosa. Es salir, vivir el territorio y volver al refugio sabiendo que ahí tendrás lo esencial: descanso, alimento, hospitalidad. Ese es el lujo que ofrecemos”. Explora organiza sus exploraciones en cinco zonas que se despliegan como capítulos geológicos, culturales y espirituales. Cada salida es una invitación a cruzar capas de tiempo y de silencio. Lo que más sorprende es la sensación de libertad: cada día eliges el camino, decides si lo harás a pie, a caballo, en bicicleta o en vehículo de apoyo y siempre bajo la guía de expertos, que parecen leer el territorio como un libro abierto.
La caminata por la cordillera de Domeyko fue, para mí, una de las más intensas. Entre cañones de colores imposibles, formados por minerales que se oxidaron en silencio durante milenios, avanzábamos con las manos apoyadas en las rocas para descender escalones erosionados por ríos ya desaparecidos. En ese terreno áspero y vibrante, las fotografías se convertían en un ejercicio de humildad: ninguna cámara podía capturar la escala ni la textura exacta de aquel universo mineral. Y, sin embargo, Leica lograba acercarse con fidelidad casi táctil a los matices del ocre, del verde cobre y del violeta escondido en las piedras. En otra exploración, la cordillera de la Sal se abrió como un laberinto de arcilla rojiza y dunas inmensas. Caminábamos en silencio mientras el viento silbaba entre las formaciones y cada paso era un recordatorio de que allí, donde el agua se evaporó hace millones de años, quedaron atrapadas las memorias del mar primigenio.
En estas páginas. Cabalgatas al amanecer, caminatas hacia lo desconocido y silencios que invitan a pensar distinto. Así se vive la filosofía de Explora: explorar para comprender.
Otro día, el volcán Láscar nos recibió con su respiración ardiente. Se trata del volcán más activo del norte de Chile, un gigante que recuerda que el desierto, a pesar de su aparente quietud, está vivo en cada grieta. Desde la distancia observábamos el humo blanco que escapaba de su cráter, una exhalación constante que parecía medir el pulso del planeta. El salar de altura fue otra lección de contrastes. Tras horas de camino, el desierto se abrió en una planicie blanca, reflejando el cielo como si la tierra se hubiera vuelto espejo. Allí, bandadas de flamencos se alimentaban con calma, ignorando nuestra presencia. El aire, más delgado, obligaba a respirar despacio y cada inhalación era también un acto de gratitud. En ese salar, el silencio no era vacío: estaba lleno de un eco invisible, como si la tierra misma meditara. Fue así como me descubrí almorzando al estilo Explora en un cono volcánico, frente a un horizonte que parecía no tener fin. El montaje era sencillo, casi austero, pero la magia estaba en el contexto: comer en medio de un anfiteatro natural que recordaba la fuerza telúrica que formó este desierto hace millones de años. Esa escena condensaba la filosofía de la casa: lujo como acceso a lo esencial, como privilegio de contemplar lo que muy pocos llegan a experimentar.
En estas páginas. Flamencos, lagos prístinos, salares de altiplano y la sombra del volcán Láscar recuerdan que en Atacama la vida florece incluso en los confines del mundo. Fotos: Valerio Negri / Leica SL2
Quizá la experiencia más sobrecogedora fue en los Géiseres del Tatio. A más de 4,000 metros de altura, las fumarolas emergían del suelo como columnas fantasmales. El sol pintaba las montañas de un rosa metálico, mientras nosotros desayunábamos en un humedal cercano, rodeados de vicuñas y aves que parecían custodiar aquel espectáculo primordial. En Puritama, entre cactus gigantes y paredes de roca, las aguas termales nos regalaron otro tipo de intimidad con el desierto. Sumergirse en esas pozas era entrar en un útero mineral: el calor del agua abrazando el cuerpo mientras afuera el viento arrastraba el aire seco. Allí entendí que Atacama no sólo se contempla, también se habita con los sentidos. Al partir, el viajero entiende que no ha visitado sólo un destino: ha explorado una parte de sí mismo. En el desierto más árido del mundo, el verdadero hallazgo no es el agua escondida en un cañón ni la luz de una estrella distante, sino la certeza de que, a veces, lo más simple es lo más extraordinario. Cuando el avión despegó desde Calama y vi el desierto que se extendía bajo las alas, supe que no regresaba igual. Atacama había inscrito en mí un aprendizaje imposible de olvidar: que la belleza no está en lo que se acumula, sino en lo que se contempla.
explora.com
De los Géiseres del Tatio al Valle de la Luna, cada paisaje del altiplano chileno es un testimonio de la belleza indómita del mundo.
Vista de la Cordillera de los Andes, camino desde Calama a Santiago.
Foto: Valerio Negri / Leica SL2
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