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Qué es un huevo yoni?

«Las mujeres tienen todo dentro de ellas. No hay nada que entrenar externamente. Para los hombres es más fácil, porque todo está en el exterior. Pueden tocar y activarse, a diferencia de las mujeres, que necesitan una herramienta para conseguirlo», dice Jutta Kellenberger, experta en la mujer, el taoísmo, la meditación y los huevos yoni.

El huevo yoni es un objeto de piedra semipreciosa o preciosa destinado a colocarse en el centro de nuestra yoni. Tradicionalmente se le llamaba «huevo de jade», puesto que era este mineral el que se usaba en la fabricación de los primeros huevos. También se le denomina «huevo energético».

Produce muchos benefi cios para nuestro bienestar, nuestro dinamismo y nuestra sexualidad, que describiré en detalle en este capítulo. Ayuda a fortalecer el suelo pélvico a través del canal vaginal.

Cuando practicas un deporte, no esperas obtener resultados interesantes sin hacer ejercicio regularmente y sin contraer los músculos, ¿verdad? Pues lo mismo ocurre con el huevo. De densidad y tamaños variables, estos objetos darán a tu yoni cierto trabajo. Tu canal vaginal se convertirá en una herramienta para fortalecer el suelo pélvico, constituido por una serie de músculos en forma de hamaca que, suspendidos desde la parte frontal hasta la parte posterior de tu cuerpo, sostienen un buen número de órganos valiosos.

Siguiendo las prácticas y los ejercicios explicados en este libro, podrás mantener y mejorar el tono de tu perineo. Pero eso no es todo.

El huevo yoni desempeña varias funciones, todas ellas de gran importancia: mejora tu salud íntima, favorece tu realización personal como mujer, potencia la confi anza en ti misma y te reconecta con tu

poder femenino y la sabiduría interior que surgen al centrar la conciencia y la presencia en esta parte infinitamente conectada del cuerpo. Los motivos íntimos para usar el huevo han evolucionado desde sus orígenes y serán distintos según la edad, las necesidades y los deseos de cada mujer.

«El huevo yoni es como una joya, un tesoro con el que tejemos una amistad. Permite entablar un vínculo con esta parte de nuestro cuerpo que exploraremos y descubriremos», afirma Aisha Sieburth.

El huevo yoni puede estar tallado, esculpido y pulido en muchos tipos de piedra. Elegir uno es una decisión personal y tiene relación con las propiedades litoterapéuticas del huevo y los deseos de cada mujer. En el capítulo 3 presentaré las diferentes piedras y las posibles opciones para su uso interno y externo, tanto en términos de su tamaño como de sus beneficios particulares.

Brillantes por su pulido, más o menos transparentes según el tipo de piedra, los huevos yoni se presentan en tres tamaños para diversificar los placeres y exploraciones.

Para Aisha Sieburth, «el huevo yoni está hecho de un mineral que proviene de la tierra, un material muy noble que usaremos para despertar el caldero sagrado de nuestra feminidad, que es el espacio desde el que emergen las energías creativas».

Si todo esto todavía te parece muy misterioso, ten la seguridad de que nos iniciaremos en sus secretos a lo largo de estas páginas.

La práctica del huevo yoni se remonta a tiempos remotos, en China, y se ha adaptado a la vida moderna y activa que la mayoría de las mujeres llevamos hoy en día.

Los orígenes legendarios del huevo

Mantak Chia fue el primer maestro taoísta que —en la década de 1970— habló sobre el huevo de jade en sus libros. Todos los instructores y expertos que entrevisté para aprender más sobre esta práctica, como Aisha Sieburth, Jutta Kellenberger, Sarina Stone, Minke de Vos, Shashi Solla y José Toirán, fueron alumnos de este pionero.

«En la antigüedad, esta técnica estaba reservada para la reina, la princesa y las concubinas. Las mujeres iniciadas en el taoísmo venían a enseñarles “el arte de la alcoba”», dice Mantak Chia en una entrevista cara a cara frente a su casa, en Chiang Mai, Tailandia.

En la antigua China, la historia del huevo de jade, o huevo yoni, se remonta a más de dos mil años. A petición del emperador, tanto la emperatriz como cientos de concubinas se iniciaban en el mayor secreto: la práctica del huevo. El objetivo era desarrollar el poder de su órgano sexual y mantener su juventud y vitalidad para hacer el amor divinamente bien al emperador.

El control de las contracciones vaginales les permitía también controlar la emoción del emperador para aumentar así la energía en sus

centros superiores. Lleno de energía universal y cósmica, el monarca podría conectarse con una dimensión más sabia y más grande de sí mismo y tomar mejores decisiones para su reino.

Incluso aunque esta práctica tuviera como primer objetivo el placer del emperador (¡y el control de sus eyaculaciones!), cuanto más ganaban sus mujeres en conocimientos técnicos más ganaban en poder. Las más expertas eran sus favoritas.

El huevo yoni y la mujer moderna

La práctica ha evolucionado claramente al cambiar nuestro lugar como mujeres. Ya no estamos obligadas a ofrecer nuestra vida al emperador, por lo que podemos usar estas prácticas para nosotras mismas.

Por ello, el huevo yoni se ha adaptado a la realidad cotidiana de las mujeres: independencia, estrés, vida familiar, cambios de situación, masculinización, pérdida de orientación, búsqueda profunda de significado.

El huevo permite a la mujer encontrar su lugar; le hace vivir una transformación interior.

Aisha Sieburth afirma: «El huevo de jade es una herramienta que nos ayuda concretamente a iniciar este proceso —y añade—: La práctica del huevo está diseñada para despertar la dimensión sagrada de la energía

femenina, reconectar con su dulzura, su energía curativa, su fuerza silenciosa, con objeto de recuperar la autonomía y equilibrar la salud del cuerpo, el corazón y la mente.

El uso regular del huevo yoni combinado con tiempos de descanso y observación nos permitirá conocernos mejor, despertar nuestra energía

creativa y sexual, y también sentirnos más espontáneamente guiadas

para elegir opciones de vida con total libertad y plena conciencia. Por su forma, el huevo se adaptará a nuestra yoni y permitirá realizar un trabajo, que evolucionará con el tiempo, basado en múltiples ejercicios.

Al igual que el lugar que ocupamos en la sociedad ha cambiado, la práctica del huevo yoni también se ha ido adaptando, permitiendo a la mujer moderna revelar al mundo su poder y belleza interior. En el último capítulo de este libro volveré a desarrollar este aspecto de lo sagrado femenino y de los rituales que lo acompañan.