20429c

Page 1


Acto I

Pequeño Dragón

«Todo talento debe revelarse mediante la lucha». Friedrich Nietzsche

Bruce Lee, una vida_v3.indd 23

22/8/19 17:11


Los padres de Bruce, Grace Ho y Li Hoi Chuen, en la década de 1950. (David Tadman)

Entre bambalinas: Li Hoi Chuen sostiene a su hijo pequeño, Bruce, con la cara maquillada al estilo de la ópera cantonesa, en torno a diciembre de 1940. (David Tadman)

Bruce Lee, una vida_v3.indd 24

22/8/19 17:11


Uno

El enfermo de Asia

Li Hoi Chuen tenía diez años y permanecía descalzo sobre la pista de tierra frente a un restaurante de tejado de hojalata a las afueras de Foshán, en el sur de China. Vestía ropa harapienta heredada de sus tres hermanos mayores. Al tiempo que los viandantes paseaban por la calle, Hoi Chuen anunciaba en cantonés los platos del día: «Amigos, compatriotas, venid, venid, venid y probad nuestra falda de ternera recién estofada, espinaca de agua con tofu fermentado, ancas de rana sobre hoja de loto, arroz congee con huevo centenario y cerdo agridulce». Su voz tierna subía y bajaba con cada entrada del menú, un falsete bailarín. Entre los cientos de chicos campesinos contratados por restaurantes a lo largo y ancho de la ciudad para cantar sus menús, había algo especial en la manera en que lo hacía Hoi Chuen: un trasfondo seco e irónico. Aquel día concreto un famoso cantante de ópera cantonesa pasó junto al restaurante, escuchó el humor en la voz del chico y lo invitó a convertirse en su aprendiz. El padre de Bruce Lee corrió hasta su pequeña aldea para darles a sus padres la buena noticia. Era el año 1914. Las fuerzas revolucionarias acababan de derrocar a la dinastía Qing y habían establecido una república constitucional, poniendo fin a cuatro mil años de poder imperial. El nuevo Gobierno

Bruce Lee, una vida_v3.indd 25

22/8/19 17:11


26 | BRUCE LEE. UNA VIDA

era débil, varias facciones se disputaban el control, habían surgido revueltas populares en grandes ciudades, los bandidos campaban a sus anchas y el campesinado luchaba por sobrevivir. El sufrimiento era particularmente intenso en casa de los Li. Hoi Chuen era el cuarto de seis hermanos, y su padre, Li Jun Biao, sufrió tantos reveses del destino que los vecinos creían que estaba maldito. Una grave fiebre durante la infancia había dañado la garganta de Jun Biao hasta el punto de apenas poder hablar, llevando a creer a muchos que era sordomudo. Luchaba por encontrar suficiente trabajo para dar de comer a su familia. Además de trabajar a tiempo parcial como guardia de seguridad, también era pescador, y a menudo se llevaba a sus chicos a pescar la cena. Los padres de Hoi Chuen estuvieron encantados de saber que su hijo se convertiría en aprendiz de un cantante de ópera. Significaba una boca menos que alimentar y una potencial carrera para uno de sus hijos. El día acordado, Hoi Chuen abandonó su hogar para comenzar su adiestramiento: un régimen increíblemente brutal de sol a sol consistente en lecciones de interpretación, canto, acrobacias y kung-fu (también escrito «gung fu»). A diferencia de su más sosegado homólogo europeo, la ópera china incluía vestuario extravagante, maquillaje brillante de rostro completo, canto en falsete, gimnasia de primer nivel y lucha escénica con y sin armas. Tras años de adiestramiento, Li Hoi Chuen se unió a los actores profesionales sobre los escenarios de Foshán. Su especialidad eran los papeles cómicos. En 1928, su compañía operística decidió trasladarse a Hong Kong, unos cien kilómetros al sur, en busca de públicos más amplios y adinerados. Siempre leal con su familia, Hoi Chuen invitó a varios de sus hermanos a acompañarlo a la colonia británica y los ayudó a encontrar trabajos como camareros y ayudantes de mozo. El propio Hoi Chuen seguía compaginando su carrera de actor con un trabajo a tiempo parcial en un restaurante. Con las actuaciones de Hoi Chuen y su compañía a lo largo y ancho de la colonia, su fama creció hasta el punto de recibir una invitación para dar un recital privado en Idlewild, la residencia palaciega de Sir Robert Hotung Bosman, el hombre más rico de Hong Kong. Fue allí donde los padres de Bruce, Li Hoi Chuen y Grace Ho, se vieron por primera vez las caras a través de la barrera económica, cul-

Bruce Lee, una vida_v3.indd 26

22/8/19 17:11


El enfermo de Asia  | 27

tural y racial que separaba a los chinos. El lado materno de la familia de Bruce era tan acaudalado e influyente como pobre y desvalido era el de su padre.

Grace Ho era miembro del clan euroasiático Bosman-Hotung, el equivalente hongkonés de los Rockefeller o los Kennedy. Su abuelo era Charles Henri Maurice Bosman, y aunque muchos han creído que este fue un católico alemán, el bisabuelo de Bruce Lee era en realidad un judío holandés. Nació como Mozes Hartog Bosman en Róterdam el 29 de agosto de 1839. Mozes se unió a la Compañía Neerlandesa de las Indias Orientales en la adolescencia y llegó a Hong Kong en 1859. Hizo su fortuna con el mercado culi. Transportaba a jornaleros campesinos chinos a la Guayana Neerlandesa para trabajar en las plantaciones de azúcar tras ser abolida la esclavitud africana, y a California para construir la Central Pacific Railroad. Su éxito empresarial lo llevó a ser nombrado cónsul holandés en Hong Kong en 1866. Dado el antisemitismo del momento, todas sus cartas dirigidas al ministro de asuntos exteriores holandés iban firmadas como «M. Bosman». Poco después de su llegada a Hong Kong, Bosman compró a una concubina llamada Sze Tai. La chica adolescente había crecido en la isla de Chongming, en Shanghái, en una buena familia, como lo demostraban sus pies vendados. (Las chicas de familias adineradas, que no necesitaban los pies para trabajar, podían permitirse tenerlos vendados). Pero cuando murió su padre, la familia atravesó momentos difíciles y la chica fue vendida para pagar deudas. Sze Tai tuvo seis hijos. Dado que el padre era holandés, se les dio el apellido chino «Ho». Mozes Hartog Bosman tuvo que afrontar serias dificultades financieras y entró en bancarrota en 1869. Abandonó a su familia china, se trasladó a California y se cambió el nombre por Charles Henri Maurice Bosman. Para proteger a sus hijos, Sze Tai se convirtió en la cuarta concubina de un comerciante de ganado chino, Kwok Chung. Este tenía poco interés en ocuparse de sus hijos euroasiáticos y apenas les daba dinero suficiente para comer, pero Sze Tai lo convenció para

Bruce Lee, una vida_v3.indd 27

22/8/19 17:11


28 | BRUCE LEE. UNA VIDA

pagar la educación de los niños en la prestigiosa Central School (hoy Queen’s College), donde aprendieron inglés. Robert Hotung era el mayor de los seis hijos que Sze Tai tuvo con Bosman, y se convertiría en el agente extranjero de Jardine Matheson, el mayor conglomerado comercial de Asia oriental. Hizo su fortuna en el mercado de transportes, seguros, bienes inmuebles y opio, y a los treinta y cinco años el tío abuelo de Bruce Lee ya era el hombre más rico de Hong Kong. Para contar con ayuda en sus diversos intereses empresariales, Robert Hotung contrató a su hermano menor, Ho Kom Tong, que rápidamente se convirtió en el segundo hombre más rico de Hong Kong. Las dos grandes pasiones del abuelo de Bruce Lee eran la interpretación operística cantonesa (se subió al escenario en proyectos de recaudación de fondos para obras de caridad) y las mujeres. Ho Kom Tong se casó a los diecinueve años y pronto empezó a tomar concubinas hasta alcanzar las doce en Hong Kong. En la vivienda que poseía en Shanghái para sus negocios, Ho Kom Tong tenía a su decimotercera concubina, una dama euroasiática llamada señorita Cheung. En Shanghái tenía también una amante secreta británica, que le dio otra hija, su trigésimo vástago, en 1911. Su nombre era Grace Ho, Ho Oi Yee en chino. Nada se sabe de la madre inglesa de Grace Ho ni por qué renunció a su hija, pero Grace fue criada por la señorita Cheung. Siendo mitad inglesa, un cuarto judío-holandesa, un cuarto china de la etnia han y miembro de una privilegiada familia euroasiática en la Shanghái colonial, la educación de Grace Ho fue muy europea. En vez de aprender a leer caracteres chinos, aprendió inglés y francés. De adolescente, estudió medicina occidental con la esperanza de llegar a ser enfermera. También se convirtió al catolicismo, sin duda atraída por su insistencia absoluta en la monogamia y condena de la poligamia. Grace había visto de primera mano lo desgraciada que había sido su madre adoptiva al tener que competir con otras doce concubinas por la atención de un hombre y estaba decidida a llevar una vida muy diferente. «No le gustaban las maneras tradicionales y pecaminosas de su padre», afirma Phoebe Lee, la hermana mayor de Bruce. En vez de aceptar un matrimonio acordado, como era común entre las mujeres

Bruce Lee, una vida_v3.indd 28

22/8/19 17:11


El enfermo de Asia  | 29

chinas y euroasiáticas de su clase, Grace huyó a Hong Kong a los dieciocho años y se instaló en casa de su tío Robert. Grace se convirtió en miembro de la alta sociedad de Hong Kong, llenando sus días con distinguidos encuentros sociales. Era rica, independiente y soltera a comienzos de su veintena —una rareza para una mujer china en aquel tiempo—, hasta el día en que la compañía operística de Li Hoi Chuen apareció en la mansión Idlewild de Sir Robert Hotung.

Sir Robert había organizado el evento exclusivamente para sus amigos, pero su sobrina Grace Ho le pidió que la dejara asistir. Estaba poco familiarizada con las formas de arte tradicionales chinas y quería ver su primera ópera cantonesa, que se consideraba un entretenimiento vodevilesco vulgar para las masas. Li Hoi Chuen y su compañía tomaron el transbordador Star Ferry de Kowloon a la isla de Hong Kong y caminaron hasta Idlewild, en el número 8 de Seymour Road, en los Mid-Levels*. Los actores se pintaron la cara con espeso maquillaje, se pusieron sus trajes ornamentados y probaron sus armas de kung-fu antes de desfilar hacia el patio para entretener a aquel público exclusivo de euroasiáticos privilegiados. A Grace le intrigaron y deleitaron las actuaciones, pero cuanto más miraba, más centraba su atención en un joven y apuesto actor con excelente ritmo cómico. «En esos aproximadamente diez minutos que papá estuvo sobre el escenario —dice Robert Lee, el hermano menor de Bruce—, a mamá le emocionó su técnica interpretativa y desarrolló cariño hacia él». Se enamoró porque le hizo reír. En la China de los años 30 era inaudito que una mujer pretendiera a un hombre, pero Grace buscó a Li Hoi Chuen y lo cautivó. Era doblemente escandaloso que la hija de una familia pudiente se enamorara de un actor que luchaba por abrirse camino. El matrimonio era una institución financiera con poco lugar para el amor. Grace debía casarse con un adinerado vástago euroasiático, no con el hijo de unos campesinos chinos analfabetos. *  Barrio residencial pudiente de Hong Kong. (N. del T.)

Bruce Lee, una vida_v3.indd 29

22/8/19 17:11


30 | BRUCE LEE. UNA VIDA

Su clan entero se opuso a la relación. Hubo amenazas y mucha presión. «Pero mamá era muy independiente, decidida y flexible —afirma Robert— y finalmente decidió que quería estar con papá». Hija de dos culturas, la elección de Grace encarnaba a pequeña escala el conflicto entre el individualismo occidental y la tradición china, entre el romanticismo y las obligaciones familiares. En la cultura patriarcal y polígama de China, Grace Ho se casó por amor. No fue formalmente desheredada, pero su decisión de fugarse causó una ruptura y se le retiró toda ayuda financiera. Grace pasó de ser un rico miembro de la alta sociedad a convertirse en la mujer de un actor chino.

Si Grace tuvo remordimientos, nunca habló de ellos, y tras su romántica rebelión se adaptó cómodamente a la vida de una sencilla esposa china. Vestía de manera austera; se ponía un qipao únicamente en ocasiones especiales, y le encantaba tejer y jugar al mahjong* con sus amigas. Su personalidad encarnaba el ideal chino de mujer, we-nróu ): tranquila, dulce y cariñosa. «Mi madre era muy paciente, muy ( amable, capaz de controlar sus emociones —dice Phoebe—. Era muy refinada, no hablaba mucho, sonreía todo el día; un tipo de mujer tradicional». Confucio modeló la sociedad china sobre la base de la familia patriarcal; el emperador era el padre firme pero benevolente y el pueblo sus hijos obedientes. Al ser el miembro más próspero de su familia, el cometido de Li Hoi Chuen fue sustentar a su clan al completo; actuar como su emperador. Cuando el padre de Li Hoi Chuen murió, se hizo cargo de su madre, tal y como se esperaba de un hijo. «Mi padre daba todo su salario a su madre, y mi madre hacía lo mismo —afirma Phoebe—. Mi abuela cogía únicamente un poco y le devolvía el resto a mi padre. Cuando él intentaba negarse, le decía que tomara el dinero como si fuera de ella». Cuando uno de los hermanos mayores de Hoi Chuen falleció inesperadamente, acogió también a su viuda y sus cinco hijos en el pequeño apartamento que compartía con Grace. *  Popular juego de mesa de origen chino. (N. del T.)

Bruce Lee, una vida_v3.indd 30

22/8/19 17:11


El enfermo de Asia  | 31

Como su mujer, era el deber de Grace apoyar a su marido y tener descendencia, especialmente herederos varones. (Un refrán popular )— reza: «Cuantos más hijos varones, chino —duo-ziduo-fú ( más felicidad»). Para gran alegría de su marido, el primer hijo de Grace fue un niño. El bebé, sin embargo, murió trágicamente a los tres meses. Aunque las tasas de mortalidad infantil eran mucho mayores entonces que ahora, la pérdida de un niño seguía considerándose un mal presagio, quizá incluso la señal de una maldición. Cuando Grace estaba embarazada de ocho meses de su segundo hijo, la familia adoptó a una pequeña llamada Phoebe. Sin embargo, no fue un buen momento para hacerlo: Hoi Chuen estaba luchando por mantener a su madre y a la familia de su hermano fallecido y lo que menos necesitaba era otra boca que alimentar. Una explicación para esta decisión es que Phoebe actuaría como un «seguro» contra el mal agüero. La superstición dictaba que el segundo hijo debía ser una niña; si Grace estaba embarazada de un niño, este estaba en peligro a menos que tuviera una hermana mayor. Un escenario más probable es que Phoebe no fuera una huérfana cualquiera. Que Hoi Chuen la concibiera con otra mujer, quien, después de dar a luz a una niña en vez de un niño, entregó a la pequeña a Hoi Chuen para que él la criara. Por su parte, Phoebe, que es sensible sobre el asunto, asegura tener lazos de sangre con sus hermanos: «Aunque tuviésemos personalidades distintas, estábamos unidos. ¡La sangre es más espesa que el agua; nuestros genes eran los mismos!». Un mes después de la adopción de Phoebe, Grace dio a luz a otra hija, a la que llamaron Agnes. «Phoebe es mi hija adoptiva —les diría Li Hoi Chuen a los funcionarios de inmigración de los Estados Unidos en 1941—. Es unos 40 días mayor que mi propia hija, Agnes». Después de tener a Agnes, Grace pronto se quedó embarazada de nuevo y dio a luz a un niño, Peter, el 23 de octubre de 1939. Al pequeño le perforaron la oreja inmediatamente. A pesar de tener dos hermanas mayores, se creía que Peter seguía estando amenazado por demonios míticos, secuestradores de niños pequeños. Y puesto que el primer hijo de Grace había muerto en la infancia, cualquier otro nacido después debía llevar ropa de niña, un apodo de niña y una oreja perforada para engañar al demonio en busca de varones. Era una costumbre antigua y en este caso funcionó, ya que Peter viviría una larga vida, inclu-

Bruce Lee, una vida_v3.indd 31

22/8/19 17:11


32 | BRUCE LEE. UNA VIDA

so a pesar de otro demonio que campaba a sus anchas, matando a niños y adultos en masa: el imperio japonés.

Durante dos mil años, China se vio a sí misma como la civilización ) signimás avanzada de la tierra; el nombre del país, Zho-ngguó ( fica literalmente «país del centro». La llegada de colonialistas europeos, con su superior tecnología militar, sacudió el chovinismo chino hasta las raíces. Cuando el Gobierno Qing trató de evitar que los comerciantes británicos importaran opio, que estaba causando una epidemia de adicción, el Reino Unido declaró la Primera Guerra del Opio (1839-1942) y aplastó a la oposición china. Pidiendo la paz, el emperador Qing cedió Hong Kong —una isla rocosa con una población de nada más que siete mil pescadores— y abrió unos pocos puertos francos. En vez de apaciguar a los bárbaros entrometidos, sin embargo, las concesiones evidenciaron una debilidad que abrió el apetito de los imperialistas occidentales. Gran Bretaña, Francia y Estados Unidos se hicieron con más territorio, incluyendo partes de Shanghái, la ciudad comercial más importante del país. El pueblo chino vio la pérdida de Shanghái a manos de los occidentales como un grave insulto, y aquello marcó el inicio de lo que los patriotas chinos llamaron el «siglo de humillación». En 1899, una insurrección de artistas marciales chinos (llamados bóxers*), convencidos de que los poderes místicos del kung-fu podían detener las balas extranjeras, convergieron sobre Pekín bajo el eslogan «Apoyad al Gobierno Qing y exterminad a los extranjeros». Resultó que su kung-fu era incapaz de parar los veloces proyectiles metálicos, y los bóxers, junto con el ejército chino que los apoyaba, fueron masacrados por una alianza formada por Gran Bretaña, Francia, Estados Unidos, Alemania, Italia, Austria-Hungría y Japón. La incapacidad del Gobierno y el kung-fu para proteger al pueblo chino destruyó su autoestima e hizo caer a la dinastía Qing en 1912, lo que llevó a décadas de caos, guerra *  Se trata de la sociedad secreta Yihéquán (義和拳), literalmente «Puños de Rectitud y Justicia». Fuera de China se los conoció como boxers («boxeadores» en inglés) debido a su uso del kung-fu, que en Occidente recibía el nombre de «boxeo chino». (N. del T.)

Bruce Lee, una vida_v3.indd 32

22/8/19 17:11


El enfermo de Asia  | 33

civil y dominio de señores de la guerra. A China se la empezó a conocer como «el Enfermo de Asia». A diferencia de China, que fue incapaz de adaptarse lo suficientemente rápido, Japón pronto adoptó la tecnología militar occidental y sus políticas imperialistas. Imitando lo que los europeos habían hecho en las Américas, África y Asia, los japoneses buscaron echar a todos los occidentales de Asia oriental y colonizarla. Pusieron sus miras en el Enfermo, y tras hacerse con territorios a lo largo de la periferia china (las islas Senkaku, Taiwán, Corea, Manchuria), lanzaron una invasión del continente a gran escala el 7 de julio de 1937; avanzaron rápidamente y causaron millones de muertos. La colonia británica de Hong Kong sirvió de fuente de abastecimiento para la resistencia china y como campo de refugiados; la población de la isla se incrementó en un 63 por ciento (más de 600 000 habitantes). Tras el estallido de la guerra entre Inglaterra y Alemania en 1939, los británicos mantuvieron su tradicional actitud impasible, convenciendo a sus súbditos chinos de que estaban bien protegidos por la invencible marina británica y la superioridad de la raza blanca. En privado, sin embargo, el Gobierno británico sabía que «Hong Kong no podía resistir por mucho tiempo» a la invasión japonesa y que «demorar los acontecimientos era lo mejor que podía esperarse». En este tiempo de guerra y bajo la falsa sensación de seguridad de la Pax Britannica, Li Hoi Chuen y Grace Ho tomaron una decisión trascendental. En otoño de 1939, la compañía operística de Hoi Chuen fue invitada a realizar una gira de un año por Estados Unidos. El objetivo era recaudar fondos de la comunidad china en el exterior para apoyar la guerra. La pega era que no podía llevar consigo a toda su familia, únicamente a una persona. Con el ejército japonés acechando a Hong Kong, Grace tuvo que decidir si acompañarlo y dejar a sus tres niños pequeños (Peter tenía menos de dos meses) bajo el cuidado de su suegra o dejar que su marido viajara al otro lado del mundo durante un año por su cuenta. Fue la suegra de Grace quien la convenció para que acompañara a su hijo. «Mi abuela paterna dijo que debía irse con él porque, si no, otra podría tentarlo —cuenta Phoebe con una risita—. Le dijo a mi madre que no se preocupara, que mientras la abuela estuviera ahí nadie iba a maltratar a los tres niños. Así que mi madre se fue con él. Agnes, Peter y yo nos quedamos en Hong Kong».

Bruce Lee, una vida_v3.indd 33

22/8/19 17:11


34 | BRUCE LEE. UNA VIDA

Hoi Chuen solicitó un visado de no inmigrante de doce meses para los Estados Unidos el 15 de noviembre de 1939. Su razón explícita para viajar a América fue «exclusivamente trabajo teatral», y registró su ocupación como «actor». En su solicitud, Grace escribió cuál era su propósito: «Acompañar a mi marido». Falseó su ocupación como «actriz, encargada de vestuario». Era, de hecho, ama de casa y madre. La familia entera acudió al puerto de Hong Kong. Entre lágrimas, Hoi Chuen y Grace dieron un beso de despedida a sus tres hijos pequeños y subieron la rampa hasta el buque President Coolidge para su largo viaje a América. Era la primera vez que abandonaban Asia.

Tras una travesía de tres semanas con una parada en Honolulu, el President Coolidge entró finalmente en la bahía de San Francisco el día 8 de diciembre de 1939. Hoi Chuen y Grace miraron asombrados el flamante Golden Gate, que, con dos años de antigüedad, era el puente colgante más alto y largo del mundo. Mientras el barco atravesaba lentamente la bahía, la pareja pudo ver la prisión federal en la isla de Alcatraz y la Feria Mundial de 1939 que tenía lugar en la isla Treasure, y su estatua de 25 metros, Pacifica, diosa del Océano Pacífico. El Coolidge atracó en la Isla de los Ángeles, conocida como «la Isla de Ellis del Oeste», donde los inmigrantes chinos que buscaban residencia permanente eran retenidos a menudo durante meses. El Acta de Exclusión China de 1882, que no fue revocada hasta 1943, prohibía toda inmigración de trabajadores chinos poco cualificados. Dado que Hoi Chuen y Grace llegaron con un visado de un año para trabajadores culturales, fueron atendidos con relativa rapidez. Recibidos por un representante del Mandarin Theatre, que había financiado los visados, Hoi Chuen y Grace fueron conducidos por las calles de Chinatown, el mayor enclave chino fuera de Asia y el único barrio de San Francisco donde los chinos podían poseer propiedades. Reconstruido tras el terremoto de 1906, este laberinto de edificios de tres y cuatro pisos repartidos en veinticuatro manzanas era desde hacía muchos años una importante atracción turística, con sus numerosos restaurantes, salones de juego y burdeles. El club nocturno Forbidden City (Ciudad Prohibida) tenía fama por sus exóticas actuaciones

Bruce Lee, una vida_v3.indd 34

22/8/19 17:11


El enfermo de Asia  | 35

orientales. Li Po, por su parte, que atendía a la clientela gay, se anunciaba como un «local de copas jovial e informal en Chinatown» donde uno podía encontrar «amor, pasión y actividad nocturna». En cada intersección, chicos chinos cantaban titulares de periódicos en chino e inglés. La historia destacada en el San Francisco Chronicle era el juicio a un líder sindical acusado de comunista. Hoi Chuen y Grace caminaron por la sección más concurrida de Grant Street, en el corazón de Chinatown, para visitar el que sería el lugar de trabajo de Hoi Chuen a lo largo del siguiente año, el Mandarin Theatre. Construido en 1924 con un distintivo toldo arqueado verde, rojo y dorado, el Mandarin Theatre fue una pieza clave de la cultura operística (y después cinematográfica) de Chinatown durante décadas. Su principal competidor era el Great China Theatre, a solo una manzana al este, en Jackson Street. Los dos recintos trataban constantemente de desbancarse el uno al otro, importando figuras operísticas destacadas desde China. Fue como parte de esta rivalidad por lo que el Mandarin contrató a la compañía de Hoi Chuen, costeando la fianza de cada actor ante el Departamento de Inmigración y pagando al equipo mucho más de lo que hubieran ganado en Hong Kong. Hoi Chuen y Grace vivieron en la casa de huéspedes del Mandarin Theatre, en el número 18 de Trenton Street, a una manzana del Hospital Chino, el pilar del barrio. Resultó ser una ubicación afortunada. El Hospital Chino era el único centro médico que aceptaba pacientes chinos. Grace descubrió que estaba embarazada de nuevo en abril. Al acercarse su salida de cuentas, la compañía de Hoi Chuen fue contratada para actuar en Nueva York. Con gran reticencia, él dejó a su mujer sola en una ciudad extranjera y atravesó el país en tren. Grace escondió su ansiedad tras su sonrisa permanente. Al ponerse de parto unas semanas después, los vecinos la ayudaron a recorrer la calle hasta el hospital. Grace dio a luz a un varón sano —cinco octavas partes chino, una cuarta parte inglés y una octava parte judío-holandés—, que nació a las 7:12 de la mañana el 27 de noviembre de 1940. Los vecinos llamaron al teatro Le Qian Qui, en la Chinatown de Nueva York, y dejaron un mensaje para Hoi Chuen: «¡Es un niño!». Cuando el hombre oyó la buena noticia esa noche, celebró el naci-

Bruce Lee, una vida_v3.indd 35

22/8/19 17:11


36 | BRUCE LEE. UNA VIDA

miento con la compañía entera repartiendo cigarrillos, el equivalente chino a repartir puros. La primera pregunta que sus compañeros le hicieron fue: «¿Cuáles son sus signos astrológicos?». El zodiaco chino no solo asigna uno de los doce animales —rata, buey, tigre, conejo, dragón, serpiente, caballo, cabra, mono, gallo, perro y cerdo— al año de nacimiento de una persona (llamado el animal exterior), sino también al mes (animal interior), al día (animal verdadero) y a la hora (animal secreto). De los doce signos de nacimiento, el dragón es considerado el más poderoso y favorable. Los emperadores chinos adoptaron el dragón como símbolo, con lo que se asoció al liderazgo y la autoridad, y muchos padres chinos trataban de programar un embarazo con la esperanza de que su hijo naciera en el año, mes, día u hora del dragón. Hoi Chuen proclamó con orgullo que su niño había nacido en el año del dragón, el mes del cerdo, el día del perro y la hora del dragón. Dos signos de dragón, especialmente si uno era el año, se consideraban excepcionalmente propicios. Toda la compañía lo felicitó: «Tu hijo está destinado a la grandeza». En San Francisco, mientras tanto, Grace debía escoger un nombre americano para su hijo, ciudadano estadounidense de nacimiento. Al solicitar su visado, a Li Hoi Chuen le habían cambiado el apellido por el anglicanizado «Lee» (Lee Hoi Chuen), de modo que en la partida de nacimiento el apellido del niño apareció también como «Lee». Se trataba de un sutil cambio en el deletreo que marcaba una ruptura con el pasado y un nuevo comienzo. Para el nombre de pila, Grace, que hablaba poco inglés, acudió a un amigo sinoamericano. Este consultó con la matrona, Mary E. Glover, que había asistido el parto y firmado el acta de nacimiento, y fue ella quien sugirió el nombre de Bruce. A solas con su hijo, Grace eligió su nombre chino: Li Jun Fan ). «Li» era el apellido familiar; «Jun» era parte del nombre del ( padre de Hoi Chuen (Li Jun Biao) y significaba «agitar, despertar, emocionar»; y «Fan» es el carácter chino de San Francisco. Así, el nombre chino de Bruce significaba «Agita y emociona a San Francisco». Hoi Chuen volvió con su mujer e hijo recién nacido en cuanto pudo. Grace bromearía después con sus amigos sobre cómo había lle-

Bruce Lee, una vida_v3.indd 36

22/8/19 17:11


El enfermo de Asia  | 37

gado, con la cara aún pintada con los colores brillantes de la ópera cantonesa. Hoi Chuen decidió que la vida de su padre había estado tan llena de desgracias que daría mala suerte emplear el mismo carácter de «Jun» ( ) para el nombre de su hijo. Lo cambió por un carácter de «Jun» ligeramente diferente ( ), que significaba «hacer eco, reverberar, resonar». A Hoi Chuen tampoco le gustaba «Bruce», pero dado que ya estaba inscrito en la partida de nacimiento, era demasiado tarde. «No puedo pronunciarlo», lamentó.

Li Hoi Chuen había llegado a Estados Unidos para recaudar fondos de la comunidad china en el exterior a fin de conseguir recursos económicos para la guerra. Como parte de ese proceso, hizo varios buenos amigos. Uno de ellos era Esther Eng, una directora de cine pionera que se había especializado en películas bélicas patrióticas. Para el rodaje de Golden Gate girl necesitaba a una niña recién nacida para varias escenas y preguntó a Hoi Chuen si podía tomar prestado a Bruce. Hoi Chuen vaciló. Conociendo personalmente los caprichos de la vida artística, no quería que sus hijos siguieran sus pasos, pero como ), el hombre tradicional chino creía profundamente en el gua-nxì ( sistema de relaciones, conexiones, favores personales y reciprocidad que sostiene y une a la sociedad china. Cuando más tarde explicó por qué había decidido «prestar» a su hijo, Hoi Chuen dijo que los chinos deben ayudarse los unos a los otros, especialmente en el extranjero. «A papá le preocupaba mucho la reciprocidad entre amigos», afirma Robert Lee. Nacido de gira, entre ovaciones del público, Bruce Lee se enfrentó a su primera cámara de cine antes de aprender a gatear. Fue, además, su primera y última actuación travestido. En una breve escena, un Bruce de dos meses aparece mecido en una cuna de mimbre, con una capota de encaje y una blusa de niña. Su madre se mostró desconcertada al ver a su delicado niño tan transfigurado para la cámara. En otro plano corto, un Bruce bebé cálidamente arropado llora sin consuelo con los ojos cerrados y apretados, boquiabierto, batiendo los brazos y con las mejillas mofletudas y la papada temblando mientras el sonido reverbera a través de San Francisco.

947092-0 Bruce Lee, una vida_v3.indd 37

29/8/19 16:49


38 | BRUCE LEE. UNA VIDA

Como Bruce era demasiado joven para viajar, la familia Li excedió en cinco meses la estancia estipulada en su visado. Había pasado casi año y medio desde que Hoi Chuen y Grace se habían despedido de sus otros niños pequeños y estaban deseando regresar a casa. Pero les preocupaba que a Bruce pudiera denegársele el regreso a los Estados Unidos en el futuro. Los funcionarios de inmigración antichinos denegaban frecuentemente la reentrada de niños chinos nacidos en Estados Unidos, afirmando que se habían «repatriado» (es decir, renunciado a su ciudadanía estadounidense) o dudando de la validez de sus documentos. Para asegurarse de que aquello no le sucediera a su hijo, Hoi Chuen y Grace contrataron a la firma de abogados apropiadamente llamada White & White (Blanco y Blanco), aportaron pruebas documentales del nacimiento de Bruce en San Francisco, solicitaron un formulario de regreso de ciudadanos y se sometieron a un interrogatorio bajo juramento de los servicios de inmigración y naturalización de Estados Unidos. Junto a la solicitud de Bruce para regresar había una foto del niño de tres meses, sano y mofletudo, con un puñado de pelo y la oreja izquierda perforada. La razón declarada para abandonar los Estados Unidos era una «visita temporal al extranjero». La visita duraría dieciocho años. Tras abandonar el puerto de San Francisco, ascendieron a la cubierta del buque President Pierce el 6 de abril de 1941 para el viaje de dieciocho días de regreso a Hong Kong. Hoi Chuen debió de considerar su tiempo fuera como un emocionante triunfo. Su mujer había dado a luz a un segundo hijo varón, lo que suponía un heredero y otro de recambio. Como uno de los actores más famosos de la gira, Hoi Chuen había ayudado a avivar los corazones patrióticos de muchos chinos americanos. «Al escuchar a mi padre cantar piezas como El primer ministro unificando los seis reinos, Mártires por la familia real Ming y Los caballeros carmesíes, muchos chinos en el extranjero sintieron la necesidad de hacerse voluntarios y realizar donaciones», cuenta Robert Lee. Toda muestra de reciprocidad era necesaria, porque Bruce y sus padres estaban regresando a un hogar cuya situación estaba yendo de mal en peor.

Bruce Lee, una vida_v3.indd 38

22/8/19 17:11


El enfermo de Asia  | 39

Nadie se alegró más que la abuela Li de ver a su hijo y a su nuera regresar sanos y salvos a su antiguo apartamento en Mau Lam Street. La mujer, que tenía ya setenta años, había cuidado bien de Phoebe, Agnes y Peter durante dieciocho meses, así como de su nuera viuda y los cinco hijos de esta en un pequeño piso de dos dormitorios y un único cuarto de baño. Todos se mostraron entusiasmados al conocer al nuevo miembro de la familia, Bruce Jun Fan. La abuela Li lo apodó Pequeña Ave Fénix —el homólogo femenino del dragón en la mitología china— para mantenerlo a salvo de los bueyes fantasma y los espíritus de serpiente, a quienes les gustaba hacer daño a los niños pequeños. «Aunque a papá no le gustaba demasiado este nombre de chica, siempre fue muy respetuoso con los deseos de su madre —cuenta Robert Lee—, de modo que lo asumió». La emoción y alegría del reencuentro fueron rápidamente ensombrecidas por terribles noticias dentro y fuera de casa. La Segunda Guerra Mundial estaba sumiendo al planeta en fuego y sangre. El ejército japonés avanzaba hacia el corazón de China. En Europa, la Luftwaffe alemana bombardeaba las ciudades británicas y los submarinos alemanes hundían buques de suministros provenientes de América. Hong Kong quedó aislada tanto de China como de Gran Bretaña, indefensa y sola. Mientras los chinos y británicos luchaban por su supervivencia, también lo hacía Bruce Jun Fan Lee. Nacido bajo el aire suave y fresco de San Francisco, el pequeño niño rechoncho cayó gravemente enfermo en el ambiente húmedo e infestado de cucarachas del Hong Kong en guerra. Un estallido de cólera asolaba la colonia, y Bruce Jun Fan se volvió tan débil y delgado que sus padres temieron que pudiera morir. Habiendo perdido ya a un niño, Grace atendía constantemente a su hijo enfermo. «Creo que lo malcrié por estar tan enfermo», diría Grace más tarde. Debido a esta enfermedad casi mortal, Bruce Lee creció más débil que los otros niños y no pudo andar sin dificultad hasta los cuatro años. El 8 de diciembre de 1941, llegó finalmente el día que todos habían temido en la colonia británica. Ocho horas después de su ataque sorpresa sobre Pearl Harbor, Japón invadió Hong Kong, declarándole la guerra a Estados Unidos y Gran Bretaña simultáneamente. La guarnición aliada compuesta por británicos, canadienses, indios y un

Bruce Lee, una vida_v3.indd 39

22/8/19 17:11


40 | BRUCE LEE. UNA VIDA

pequeño grupo de voluntarios chinos fue superada en número en una proporción de 4 a 1 (52 000 japoneses frente a 14 000 aliados). Miles de civiles murieron mientas la batalla avanzaba desde Kowloon, en la punta sur de la China continental, atravesando el puerto hasta la isla de Hong Kong. Uno de los que estuvieron a punto de perder la vida fue el padre de Bruce, Hoi Chuen. Al igual que muchos cantantes de ópera cantonesa, era fumador de opio y un día, mientras compartía una pipa con un compañero actor en un fumadero del barrio, una bomba japonesa atravesó el tejado, aplastó a su amigo, que yacía en la cama contigua, y cayó hasta el sótano, llevándose con ella el cuerpo de aquel. La bomba no explotó, y esa fue la única razón por la que Chuen sobrevivió. Los japoneses tardaron menos de tres semanas en conquistar la desprotegida colonia, que se rindió el 25 de diciembre de 1941, fecha conocida desde entonces en Hong Kong como la «Navidad Negra». Era la primera vez que una colonia británica se rendía ante un ejército invasor. El resentimiento que los chinos pudieran sentir hacia el régimen colonial británico y su laissez faire colonial no era nada comparado con el horror ante la brutalidad totalitaria de sus nuevos señores japoneses, que decidieron que la mejor manera de controlar la colonia era despoblándola. Cualquiera que no tuviera residencia o empleo fue obligado a marcharse, y aquellos que permanecieron vivieron aterrorizados. Diez mil mujeres sufrieron violaciones en grupo y en los tres años y ocho meses de ocupación japonesa la población cayó de 1,5 millones a seiscientos mil habitantes. Un tercio escapó, principalmente a la cercana colonia portuguesa de Macao; un tercio sobrevivió como pudo y el resto murió de hambre o fue asesinado. Los centinelas japoneses disparaban o decapitaban regularmente a los chinos que no se inclinaban al pasar. Los civiles eran asesinados aleatoriamente por practicar jiu-jitsu: los arrojaban bruscamente al suelo en repetidas ocasiones hasta que eran incapaces de moverse y entonces los mataban con bayoneta. Se recogía una media de trescientos cadáveres de las calles todos los días durante la ocupación; aquellos que no eran asesinados morían de enfermedad o malnutrición. Li Hoi Chuen era la única fuente de ingresos en un hogar de trece personas. De verse obligados a huir a Macao, era improbable que sobrevivieran todos los miembros de la familia, especialmente el pe-

Bruce Lee, una vida_v3.indd 40

22/8/19 17:11


El enfermo de Asia  | 41

queño Bruce, que apenas se había recuperado de su enfermedad casi fatal. Afortunadamente para Hoi Chuen y los que dependían de él, a los japoneses les gustaba la ópera china. El jefe del ministerio japonés de comunicación, Wakuda Kosuke, hizo una oferta a todos los actores famosos de ópera —incluyendo a Hoi Chuen, que era uno de los cuatro grandes «payasos» cómicos— que no pudieron rechazar. Lo que se dijo exactamente se desconoce. «Papá nunca le habló a nadie de ello —cuenta Robert Lee—. Pero teniendo en cuenta la táctica japonesa de usar el racionamiento de comida para amenazar a la gente, solo podemos imaginar que no tuvo otra opción». Phoebe dice: «Los japoneses obligaron a mi padre a actuar, pero no le pagaron con dinero. Le pagaron con arroz, así que tuvimos una ración de arroz una vez a la semana. El resto del tiempo molíamos tapioca para hacer bok-chan (tortillas cantonesas)». Los japoneses creían que la continuidad de las funciones de ópera creaba una impresión de paz en su autodenominada Esfera de Coprosperidad de la Gran Asia Oriental, de modo que el trabajo de Hoi Chuen como actor de ópera concedió a su familia un estatus ligeramente elevado. Grace les contaría más tarde a sus hijos que cuando llegaban los soldados japoneses a su casa únicamente tenía que decir que su marido era actor de ópera china para que no le dieran problemas. En el Hong Kong densamente poblado anterior a la guerra, el activo más valioso eran los bienes inmuebles. Al deshacerse de dos terceras partes de la población, los japoneses llenaron inadvertidamente el mercado inmobiliario de viviendas disponibles, lo que provocó que los pocos que, como Hoi Chuen, tenían trabajos decentes y raciones de comida pudieran mejorar su suerte drásticamente. Tras aproximadamente un año de ocupación, se trasladó con su familia de trece miembros a un apartamento de unos 370 metros cuadrados, extremadamente espacioso para los estándares de Hong Kong. La mayor ventaja del piso era su ubicación, en el 218 de Nathan Road, en Kowloon. Estaba al otro lado de un parque que daba directamente al cuartel general japonés, lo que hacía del barrio un lugar a salvo de la criminalidad desesperada de los hambrientos habitantes locales que trataban de sobrevivir. A lo largo de los dos años siguientes, Hoi Chuen compraría inteligentemente cuatro apartamentos más a precios devaluados para ponerlos en alquiler.

Bruce Lee, una vida_v3.indd 41

22/8/19 17:11


42 | BRUCE LEE. UNA VIDA

Incluso para familias afortunadas como los Li, la vida era una lucha diaria por la supervivencia, llena de privaciones, miseria y humillación. Se estableció un estricto toque de queda nocturno junto con la obligación de mantener absoluto silencio. Una noche durante la ocupación, una de las tías de Bruce estaba armando alboroto jugando al mahjong en el apartamento de una amiga, lo que llevó a los soldados japoneses a tirar la puerta abajo y ordenarles que pararan. Cuando la tía se negó en un tono todavía más alto, uno de los soldados japoneses la abofeteó, la obligó a inclinarse y le hizo disculparse cien veces. La vergüenza colectiva y la humillación sufridas durante la ocupación llevó a muchos a sobrevalorar su resistencia una vez que hubo acabado. En una de las primeras leyendas que la familia gustaba de contar sobre Bruce Jun Fan, se dice que el patriótico infante se asomaba al balcón del apartamento y «agitaba el puño desafiantemente a los aviones japoneses que sobrevolaban la casa». Es una imagen de orgullo con un pequeño problema: cuando el joven Bruce, nacido el 27 de noviembre de 1940, tuvo edad de mantenerse en pie y agitar el puño, los japoneses habían perdido ya la superioridad aérea sobre la colonia frente a los aliados. Si Bruce alguna vez agitó el puño a un avión, fue a un avión norteamericano. «Yo estuve en Macao durante la guerra —cuenta Marciano Baptista, un compañero de clase del hermano mayor de Bruce, Peter—. Los aviones americanos atacaron las estaciones eléctricas y petroleras en el 43 o 44. Aun así les agitábamos los puños, porque estaban provocando el caos». Si bien los aliados controlaron el aire durante varios años, la liberación de Hong Kong tuvo que esperar hasta después de Hiroshima, Nagasaki y la rendición de Japón el 15 de agosto de 1945. Tanto las autoridades chinas como las norteamericanas esperaban que el control de Hong Kong volviera a manos chinas, pero los británicos, que consideraban la restauración del dominio colonial una cuestión de honor y una necesidad para sus intereses comerciales en Asia, enviaron presurosos un cuerpo de la Marina Real para aceptar la rendición japonesa y reclamar la colonia el 30 de agosto. Visto en retrospectiva, fue el mejor resultado posible para los habitantes de Hong Kong. China estaba a punto de ser consumida por una guerra civil entre los nacionalistas y los comunistas, liderados

Bruce Lee, una vida_v3.indd 42

22/8/19 17:11


El enfermo de Asia  | 43

por Mao Zedong, que seguiría rasgando el país y después lo sumiría en décadas de aislamiento y agitación. En cambio, los habitantes de Hong Kong prosperarían, especialmente familias como los Li, quienes disfrutaron de su periodo más boyante tras la ocupación de tres años y ocho meses.

Bruce Lee, una vida_v3.indd 43

22/8/19 17:11


Bruce Lee con diez años en su primer papel protagonista como un huérfano en Mi hijo A-Chang (1950), también llamada El chico. (Cortesía del Hong Kong Heritage Museum)

En la película The Orphan (1960), el personaje de Bruce es un adolescente problemático que amenaza a su profesora con una navaja. (Cortesía del Hong Kong Heritage Museum)

Bruce Lee, una vida_v3.indd 44

22/8/19 17:11



Issuu converts static files into: digital portfolios, online yearbooks, online catalogs, digital photo albums and more. Sign up and create your flipbook.