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encierros desde 1959
Personaje del Encierro de Sanse del año 2017’ por la A.C. El Encierro Pedro corredor de los encierros desde el año 1959Aguado
Cuando la población de nuestra ciudad apenas superaba los 2.500 habitantes, en el año 1959, el adolescente Pedro Aguado ya corría en los encierros. Hoy, a los 72 años, sigue haciéndolo, pero eso sí, con más cuidado y precauciones que cuando era más joven. Seguir en activo le ha valido ser considerado como el corredor más veterano y también ser nombrado ‘Personaje del encierro de Sanse del año 2017’, por la Asociación Cultural El Encierro.
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“Mi afición me costó más de una bronca de mi madre . Yo tenía 14 años cuando empecé a correr y a mi madre, que entonces tenía una panadería, las clientas no hacían más que decirle que si había corrido de esta forma o la otra . Ella se enfadaba un poco, pero tampoco decía mucho más que ten cuidado o no hagas locuras . Y es que no podía evitarlo: cuando veía al tío Gabriel con su caballo entrando a la Plaza (de la Constitución), que era donde se celebraban entonces las corridas, me entraban ganas de correr”, recuerda Pedro Aguado .
Desde entonces han cambiado muchas cosas, como los recorridos, el número de participantes o su procedencia, cada vez de más lejos, pero lo que no se ha modificado ni un ápice son los sentimientos que embargan al corredor antes, mientras y después de la carrera .
“Es evidente que ahora corro con prudencia . Hago un tramo corto, porque mis piernas dan para lo que dan, pero sigue intacto el miedo, el gusanillo que sentía a flor de piel cuando terminaba la carrera sudoroso . Siento algo que no podía explicar entonces y que aún ahora me sigo planteando lo qué es”, dice, mientras señala una cicatriz por encima del tobillo de una cogida que tuvo a los 19 años .


Cicatrices
Esta marca en su cuerpo es la más llamativa . “Me cogió el toro antes de llegar al callejón, con la pierna en el aire, cuando saltaba”, pero hay algún que otro susto más . “Sigo corriendo porque me hace falta sentir ese miedo gratuito e inexplicable . Echo de menos los minutos previos a la salida, cuando tienes necesidades fisiológicas irreales, producto de los nervios, o cuando te has atado las zapatillas de correr tres veces seguidas sin necesidad, aunque lo que nunca fallan son las fuerzas cuando más falta te hacen” .
Su familia y amigos no han dejado de estar pendientes de sus carreras en estos años, aunque, como él mismo admite “no son lo que eran . Siempre me pongo en el tramo de Real Vieja a Postas, y cuando oigo que los toros chocan con las vallas, me subo . Hay que ser realista sin perder la afición y las ganas . Hará unos ocho años tuve el último gran susto: perdí el equilibrio y me caí . Cubrí la cabeza con las manos para protegerme y hasta ahora” .
La idea de retirarse definitivamente, de no volver correr, se la ha planteado en numerosas ocasiones .“La ultima fue el 31 de agosto de 1997, jamás se me olvidará esa fecha porque fue el día que falleció la princesa de Gales, Lady Di, en París en un accidente de tráfico . Aquí corrían toros de Miura y varias veces me repetí lo mismo: lo dejo . Pero, al año siguiente, después de ver en televisión los encierros de San Fermín me hervía la sangre y no podía dejar de pensar en nuestros encierros” .
Pedro no lo tiene como un secreto, aunque pocos saben que la camiseta que luce en los encierros es la misma desde 1991, el año que se fundo el club de balonmano de San Sebastián de los Reyes . “Es una prenda única que me pongo por costumbre desde que la estrené . Esto, como es lógico, me obliga a cuidarla mucho y, por eso, sólo la lavo cada dos días y el resto del año está a buen recaudo en el cajón donde se quedará cuando me retire . Esto [se ríe] no va a ser inmediato” .





