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GALIPOTEROS
Enel año 1983, tras ver como en el 81 las peñas de Santoña sacaban de nuevo el Carnaval a la calle, un grupo de amigos pertenecientes al seno de la peña los Ronceros dimos el paso y nos atrevimos a hacer nuestra propia murga. Con las únicas referencias de los conocimientos musicales aprendidos en la peña y de una murga ya existente en sus adentros, los Calocas, nace esta murga con una clave primordial para el éxito: la amistad.
El espíritu, más que cantar bien, era salir a divertirnos y a hacer reír a la gente que nos escuchaba, aunque sí que ensayábamos para salir sin papeles. Estos ensayos eran muy divertidos, ya que se dedicaba un cuarto de hora a ensayar la canción y una hora y cuarto a reír y a tomar algún que otro vino. Ahora, en cambio… bueno, hacemos exactamente lo mismo.
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Nuestro nombre, Galipoteros, nos lo pusieron en la peña a la cuadrilla cuando salíamos a tomar la ronda de vinos. Nos decían que ya íbamos a tomar los galipós, debido a la semejanza de ese crudo con el color de aquél vino tan atractivo a la vista (entiéndase la ironía). Así que a partir de los galipós, salieron los Galipoteros.
Pedro Sobrino fue el encargado, durante muchísimos años, de llevar adelante aquel barco que hoy sigue navegando. En el año 2007, Andrés Peña cogió las riendas de la agrupación. Y desde el año 2016, Carlos Peña es la persona encargada de dirigir a esta mezcla de juventud con experiencia (así nos evitamos lo de llamar viejos a unos cuantos).
¿Muchos directores? Sí. Pero es que también son 40 carnavales los que este año se cumplen desde la primera vez que aquellos vaqueros salimos a la calle. Y todo esto de manera ininterrumpida. En casa quizá no estén tan contentos con este hito.
Desde entonces, hemos tocado la gloria de conejitos en 1994, de hombres rana en 1995, de ventrículos en 1999, de monos en 2006, de teleoperadoras de Gordafone en 2011, y de embarazadas a punto de parir en 2022. Pero nunca ha habido mayor premio, nunca, que escuchar a la gente cantar nuestras coplas en cualquier lugar del pueblo.
Con la convicción de que aquí hay arte de sobra para no recurrir a obras de otros carnavales y de que en nuestra fiesta sin igual luzca siempre la paz y la amistad, cumplimos cuarenta carnavales. Cuarenta años no son nada, pero es motivo más que suficiente para sentirnos muy orgullosos. Al fin y al cabo, no hay nada más bonito que seguir cantando a nuestro pueblo teniendo al lado a nuestros amigos.Tras muchas alegrías y alguna que otra decepción, como la propia esencia de la vida rige, seguimos y seguiremos al pie del cañón. “Y dura, y dura, y dura, dura, dura…”.
Como decía un buen amigo en nuestro documental del año 2020 Maneras de vivir: “Es impresionante que todos estos amigos nos reunamos con el único fin de hacer la vida más divertida y más alegre a todos los que nos quieran escuchar”.
Murga Galipoteros
Undía cualquiera del mes de octubre de 2010. Toñete le dice a Fede “voy a hacer un cuarteto”.
Fede- Cuenta conmigo, si tienes sitio.
Toñete- Eres el primero
Ante la intriga:
Fede- ¿De qué vamos a salir?
Toñete- ¡No lo sé! Pero lo primero es encontrar a dos más.Voy a hablar con Pinote y alguien más. Ya te diré.
Tras hablar con Pinote, el cual a la primera dice que sí, habla con Fredo “Cascabel” y le propone la idea, respondiendo de inmediato que sí.
Cuando ya tenían medio guion hecho y cuatro ensayos. Fredo, por el mes de diciembre, renuncia por motivos laborales. Teniendo el primer inconveniente.
En esos días se celebra la cena de la Peña, la Banda de Cartón. Y tomando unas copas por
