Pasión Cofrade
Ascética para la Semana Santa Síntesis: Sin entrar a delimitar los conceptos de ascética y mística, se describen algunas de sus manifestaciones en instituciones y autores en relación con la Semana Santa local.
La ascética se identifica generalmen te como un camino o estadio hacia la perfección. No se trata de precisar conceptos o diferencias sobre la mis ma. Únicamente aludir a su extensión, pues en cuanto a doctrina filosófica y religiosa se encuentran anteceden tes de la misma en las más antiguas civilizaciones anteriores al cristianis mo. Por la historia de las religiones y creencias, sabemos de sus prácticas entre los pueblos de raza aria, donde a los ascetas y extáticos ya se les des cribía como “ceñidos por el viento”, es decir, desnudos. Su vigencia está de actualidad, tanto entre practicantes orientales como en infinidad de admi radores e imitadores en todo el orbe. En este caso no tratamos aspectos de su historia, ni tampoco la interpreta ción de sus prácticas, intentamos so lamente describir algunas obras o alu dir a personas que han propiciado la devoción de la Pasión en el tiempo de la Semana Santa por medio de ideas o ejercicios ascéticos. Tienen de origi nal estas inclinaciones que llevan por sendas personales poco exploradas, sugestivas, inclusive apasionantes por la posibilidad de penetrar el ámbito de experiencias esotéricas.
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En la tradición eclesiástica, la ascéti ca se incluyó dentro de los principios de moralidad hasta que en el siglo XVII se la comenzó a tratar como una par te de la Teología. En nuestro caso fue decisiva las implantación del “fran ciscanismo” debido a la fundación en la ciudad de tres conocidos conventos de esta Orden entre el siglo XVI y XVII. Del convento de los Franciscanos Des calzos (San Froilán) procede una obra publicada en Madrid en 1623: “Mística, Teología y discreción de espíritus”, del franciscano mínimo Fernando Calde
Semana Santa • León 2019
ra Freyle, (-1633); aunque radicado en Madrid, su doctrina llegó al convento de San Froilán de León, aunque resul tara sospechosa en algunos puntos por su afinidad a las doctrinas de la “Guía espiritual” de Miguel de Molinos, por tanto, calificable de peligrosa por la Inquisición. (Obsérvese el “prohibi do” de la ilustración nº 2) Considera mos a esta obra importante no tanto por su contenido y antigüedad, como porque descubre que en los conventos, a pesar de su tradicionalismo conven cional, también existieron inquietudes trasmitidas por los libros. Es la más antigua que conocemos de estas ca racterísticas en la ciudad. Constituye un apoyo para comprender la expan sión de las cofradías penitenciales de distintas advocaciones durante la épo ca barroca. Representa una encarna ción de la espiritualidad franciscana en su dimensión religiosa y humana. La bibliografía existente en los conventos y monasterios nos sirve de referencia
para conocer las diversas tendencias que se han sucedido. Los fondos son escasos, a excepción del Convento de la Concepción que dispone de un nú mero considerable de libros de espiri tualidad, particularmente de ascética y mística, pero datados mayoritaria mente en el siglo XVIII. Otro tanto se podría concluir de las diversas repre sentaciones iconográficas del santo de Asís, que resume, por ejemplo, el conocido cuadro de la oración ante el Cristo de San Damián de Giotto. La nota de tendencia a la perfección que caracteriza la mentalidad ascética ha hecho que la Pasión de Cristo haya servido de espejo donde se debe inspi rar e imitar quien pretenda practicar la o aspirar a la mística. Ciertamente que no son los tiempos que corren los más propicios para la comprensión de estos movimientos, ni siquiera para ser recordados como una corriente de pensamiento a tener en cuenta.
Fernando Caldera, Mística, Teología…, Madrid, 1523. Procede del convento de Descalzos de León.(formato de 10,5x7,5 cms.)