introducción Mandalas La palabra «mandala» deriva del término sánscrito manda, que significa «esencia» o «espíritu», y la, que quiere decir «recipiente». Por tanto, dibujar un mandala consiste en crear un espacio en una página a través del cual se puede sentir el espíritu mediante el arte. Los mandalas, que han aparecido en el arte de diversas culturas a lo largo de los siglos, también pueden encontrarse en el paisaje de la naturaleza, ya sea en la belleza de la formación de cristales en los copos de nieve o en las gráciles curvas de la espiral del caparazón de un caracol. Esta forma de arte utiliza la simetría y las formas de las reglas de la geometría así como la expresión creativa y el juego imaginativo del arte abstracto. Dibujar y colorear mandalas puede utilizarse como una ayuda para la meditación o bien como un divertido juego de creatividad y descubrimiento. Cada línea y cada forma crean una danza artística que se desplaza por la página, lo que hace que cada mandala constituya una aventura personal con espíritu propio. Colorear Colorear se está convirtiendo en un método popular para liberarse del estrés. Se ha demostrado que ejerce un profundo efecto en la relajación tanto de la mente como del espíritu. La alegría de colorear mandalas se basa en que no existe una forma correcta o incorrecta de hacerlo. Puede dejar fluir su imaginación y mezclar los colores como desee. Es una excelente manera de expresarse uno mismo en un momento determinado. Colorear un mandala le permite experimentar el auténtico placer que un artista siente cuando se enfrenta a un lienzo en blanco con sus infinitas posibilidades y un potencial ilimitado. No existen normas cuando se crea una pieza de arte única. Así pues, prepare sus ceras, lápices de colores o rotuladores y permita que su espíritu juegue. Jane Snedden Peever