Las notas editadas del número 1 de Bla se transmitieron en archivos Word adjuntos por modem telefónico desde una PC de escritorio a una iMac que todavía usamos. Ahora nuestra redacción funciona online en la nube y al que accedemos cuando necesitamos, desde cualquiera de nuestras laptop, porque las laptop bajaron de precio y nos pudimos comprar una. También los teléfonos bajaron de precio y adquirimos smartphones. Trabajamos en un edificio de espacio de trabajo compartido donde también está instalada una empresa como Uber, por ejemplo. En aquella época las revistas como esta no hablaban de consumo saludable, de la necesidad de bicisendas, de TV a demanda, de economía colaborativa, ni siquiera de redes sociales. Tampoco salía gente desconocida en las tapas. Todavía dominaba el marketing la idea de lo exclusivo –y de “proponer experiencias”–, que poco después se reorientó hacia lo creativo, lo expresivo y comunitario. Se hicieron famosos los editores de moda, dejaron de ser famosas las modelos. Las ilustraciones y los artistas recuperaron un espacio que no tenían desde la época de oro de la prensa periódica en todo el mundo. Hasta las financieras hicieron avisos hablando de los verdaderos valores de la vida mientras que en paralelo nos diseñamos la vida en Instagram. Nos alejamos del microondas y abrazamos el wok. Las personas que aparecen en estas páginas fueron invitadas a pensar en los cambios en el estilo de vida de los últimos años, en cómo atravesaron su manera de vivir, y a compartirlo.
Preguntamos 1. ¿Qué destacarías como los mayores avances en los últimos años? 2. ¿Qué temas de actualidad están concentrando tu atención? 3. ¿Qué objetos o hábitos definen para vos este momento? 4. Un descubrimiento reciente.
83 Abril 2016
El sello de hoy
ANIVERSARIO