Aerito 27 de julio

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Areíto

Zona de la Cultura y de las ideas

www.hoy.com.do Editor: Bavegado Diseño: Carla González SÁBADO 27.07.2013

Trujillo: su último “año nuevo” Pág 2

Memorias contadas en cartas a las hijas

“Queridísimas hijas (Reflexiones sobre política del Caribe Hispánico y memorias de mi niñez)” es un libro que el destacado médico y catedrático Fabio Valenzuela Sosa escribió en Estados Unidos, donde reside desde 1996. Página 3

Los ancestros dominicanos de Tom Pérez Brache

Con la reciente elección de Thomas (Tom) Pérez por el presidente Barack Obama como Secretario de Trabajo de Estados Unidos de América, muchos se preguntan ¿qué tan dominicano puede ser? Página 4

Gloria y honor

A MANDELA

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El arte como bandera

de amor y fraternidad Frank Luna sostiene que “Mi Bandera es tu Bandera” es un proyecto que consiste en varias exposiciones itinerantes con las cuales se propone la materialización de un “gesto de amor y armonía”...Página 8


HOY

AREÍTO

Sábado 27 de julio de 2013

Zona Areíto Areito

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Guillermo Cabrera Infante (Novelista y ensayista cubano) No me miro (en el espejo) para ver si estoy bien o mal, sino solamente para saber si soy. Si sigo ahí. No sea que haya otra persona metida dentro de mi piel

Fernando Casado

Trujillo: Su último “Año Nuevo”

I

rrumpiendo altisonante la penumbra concurrida del Teatro “Leonor”, el vozarrón impetuoso de Rafael Pichardo penetró intempestivamente, acusando un desacostumbrado matiz de humor urgente. Era la tanda frívola y muchachera del matiné de las 5:30. Los diálogos indiferentes de la pantalla sirvieron de fondo monótono a las estridencias indiscretas del “Mellizo Pobre”, como solía autodenominarse para fastidiar a Horacio, el sedoso y tranquilo “Mellizo Rico”. Tronaba, vociferante, desde la boca encortinada:

“¡Niní Cáffaro!... ¡Niní Cáffaro!... ¡Niní Cáffaro!!!!!”. La curiosidad general fue más fuerte que la pícara escena de la pantalla, sin embargo, el “protagonista alternativo” no complacía las expectativas. Transcurrieron minutos, antes que Cáffaro, desafiando nervioso la penumbra y adivinando escalones a tientas, bajara titubeante desde el anfiteatro, espetándole con tensa discreción:

“¡¡Rafael C… tú no me has visto!!”. El intrascendente encargo era venenosamente comprometedor. Rafael había recibido la encomienda de informar a Niní Cáffaro que había sido “asignado” por Radio Caribe al espectáculo del 31 de diciembre en casa del Dictador. No habría pago extra. Niní reaccionó desafiante, riesgosamente negado. Se jugaba, sin ponderarlo, una carta filosamente peligrosa. Rebeldía instintiva y profunda, que no todos teníamos el coraje de adivinarnos. Un ponzoñoso momento en el que un marcado Aníbal de Peña era destrozado en “La 40” y nosotros, denunciados ante el SIM… en un patibulario compás de espera. Excusarse era sintomáticamente peligroso, ignorarlo podría marcar fatalmente. La rigidez intolerante del régimen, aquel “culto” prostituto, grávido de temores baboseantes al “Benefactor”, su urticante incondicionalidad, su celo venenoso, acechante, o los caprichos y estridencias agresivamente impúdicas del apellido, podían desgraciar cualquier displicencia atrevida y desbocar su desbordada vocación al atropello y la eliminación física. La equivocación era la regla. Niní… se jugaba el silencio de los bulliciosos Cáffaro. “¡¡Nonononó… no voy a ir esa vaina!!... ¡¡Aunque me lleve errr diablo!!... Yo le prometí a Cosette que iba a pasar el Año Nuevo con ellos en su casa”. Entre los planes tranquilos del “Caballero”, una inolvidable noche de Festival de Canciones y un “Por Amor” glorioso aguardaban al doblar del futuro. Su osado desafío pasó, milagrosamente, desapercibido. Fuimos “militarmente” citados… “en casa de Trujillo a las 5 de la tarde”: La exclusiva “Orquesta Caribe”, la tradicional “Presidente Trujillo”, de Alberty, sus voces históricas, y el exclusivo trío “Rhadamés” (Los Juglares). El escenario frontal del “Es-

pectáculo” lo decoramos: unos “solmeños” saboteados temerariamente por Nandy Rivas, una exuberante Rebeca del Valle, Fernando Casado, Joseíto Mateo y Elenita Santos. El presentador… un discreto, refinado, Lilín Díaz. La residencia del “Jefe”, denominada “Estancia Radhamés”, estaba ubicada en terrenos del hoy “Teatro Nacional”. El lugar específico de esa noche sería un área al fondo, recostada a la embajada americana, donde permanece silencioso y abochornado el “Museo del Hombre”. Fuimos agrupándonos, espontánea y desamparadamente, como hormigas a campo raso, sobre una enorme extensión de caliche, junto a una especie de camión cubierto que pareció transportar las efervescencias golosas de la estridente noche; descubrimos, ¡al fin!, sillas plegables e improvisamos al azar donde sentarnos. Nos ubicamos, a la vista próxima de una superficie encementada, sin adornos visibles, y el lejano movimiento de la servidumbre, notoriamente indiferente, denunciando el escenario para aquel insospechado “Año Nuevo” final… El tiempo disfrazaba su tarjeta de trágica alegría. La última madrugada de diciembre de la “Era”. Un coro de tumbas y cadalsos sonreían ante el silencio que acompañó el campaneo intranquilo de aquella medianoche. El tiempo avanzaba y el ambiente transpirante de frivolidades y copas espumantes desbordaban en voz alta exuberancias de cosechas exclusivas y rones envejecidos. Los egos del merengue azuzaban el paso y el lenguaje atropellado de la noche. Desfilaban las bandejas de Sodoma y Go-

morra, las risotadas adulantes y perversas. El lenguaje medalaganario con tufo de obscenidad de Trujillo imponiendo su falsete sobre los grises de la música y los coros extendidos de un jaleo de carcajadas. Las escenas de copas encendidas como cirios y un halo de fantasmas sobre un charco de color intranquilo, un coagulo de tiempo aturdido de cargos sin conciencia, de pasos ebrios encharcados en sangre y la mancha sucia en el pecho del reloj envejeciente de la madrugada, amontonando iras al momento de voltear el minuto y convertir en esputos el goteo espeso y la prisa justiciera de la historia hacia el calendario apocalíptico de mayo. Las primeras horas del año virgen habían escapado, asustadas por la medianoche. El año comenzaba a envejecer de temores. Las bandejas aladas tropezaban tumultuosas y botelleantes, como bailarinas de cuellos alargados. La gula estridente desbordaba el banquete berreante, desnudando sus senos perversos y las pezuñas ebrias, sucias de miradas culpables y pensamientos obscenos. Roma… borracha y pervertida… y los idus de cualquier tiempo, precipitando el horizonte tormentoso del destino con su olor a pólvora furiosa entre las ingles y el cemento largo de una noche de vergas sin prisas. Ni siquiera… un sorbo de agua. Recuerdo alguno, botella en mano, sofocando a trancos su prisa triunfal, trofeo en alto, recibir el rechazo indiferente del resto. Una bandeja trasnochando madruguera la etiqueta de un mal ron, se paseó sin conseguir pareja. Solo algún músico hueco suicidó en un “trago-corto” la dignidad enferma. El mozo, un soldado aguardando en “atención”. Ignorados…. amontonados en la bruma… como basura olvidada…

Acorralamos a Solano: “Fello…bamo’ a amanece’ aquí…. Esa gente ni se acueldan que ‘tamo aquí. Tú tiene’ que i’ y habla’ con alguien. Al único que le pueden hace’caso e’ a ti. Ya pasan de la una”… Compartía la misma humillación enfermiza obligada al silencio, que callábamos todos. Escapar de aquel espinoso “Año Nuevo” de impudor ajeno. Librarse de graciosidades maniáticas, antes que comenzaran a rumiar víctimas en quienes cebar su caprichosa perversidad borracha. Impunidad abusiva de rango y superioridades, ocultando temores detrás del poder desbordado. El maestro…. decide ir. La peligrosidad asesina de Abbes había sido cadalso de muchos. No hacían falta motivos para lo impredecible, su filosidad era innata. Cualquier nimiedad podía desbocar su ferocidad, desbordar aquella bestia dormitando en un bacanal de pesadillas y agonías. Su sed culpable de cadáveres. Avanza con pasos discretos hacia él. Lo ha ubicado, de pie, en un ángulo apartado del tumulto fiestero y no hay nadie a su alrededor… no es extraño.

LA HISTORIA

1939

NACIÓ EL 27 DE JULIO. Manuel Vázquez Montalbán, escritor español, periodista, novelista, crítico y ensayista, famoso sobre todo por sus novelas policiales, protagonizadas por el detective Pepe Carvalho.

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1712

NACIÓ EL 28 DE JULIO Jean Jacques Rousseau, fue un escritor, filósofo y músico perteneciente a la Ilustración, cuyas ideas influyeron notablemente en el desarrollo de la Revolución Francesa. Autor de obras como “Emilio, o De la Educación”, “El contrato social”.

1631

FALLECIÓ EL 28 DE JULIO. Guillén de Castro, dramaturgo español. Su obra más famosa es “Las mocedades del Cid”.

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1895

NACIÓ EL 29 DE JULIO. Mijail Zoschenko, escritor ruso, autor de cuentos de carácter humorístico y costumbrista. Una de sus obras más famosas es la colección de relatos “Los Cuentos de Nazar Ilich”.

1918

NACIÓ EL 29

DE JULIO. Vladimir Dudintsev, escritor ruso. Tuvo muchos problemas por su oposición al régimen soviético. Sus obras, de denuncia, fueron muy críticas con el régimen, como por ejemplo “No sólo de pan vive el hombre” o “Los vestidos blancos”. Su trabajo fue finalmente reconocido durante la apertura de la Perestroika


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Viaje por la historia

Sábado 27 de julio de 2013

Fabio junto a su madre, esposa e hijas.

Junto a su hermana María, odontóloga, frente al centro donde trabaja.

Hermanos Fabio y Santiago Valenzuela Sosa, ambos médicos.

Un epistolario de memorias

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ÁNGELA PEÑA/ A.PENA@.COM.DO

HOY

ezclar agua y aceite hubiera sido más fácil que lograr que Rafael Bonnelly y Joaquín Balaguer desempeñaran sus altas funciones sin fricciones en el seno del Consejo de Estado que nació al despuntar el año 1962. Desde su primera reunión con los consejeros, Balaguer se convenció de que no tenía la menor oportunidad de ser un genuino presidente de la República a menos que convirtiera al Consejo en un organismo decorativo. Sucedía que de siete miembros, Balaguer contaba con la fidelidad de solo uno. La de él mismo. Fabio Valenzuela Sosa declara que “la táctica de los “americanos” fue apoyar públicamente a Balaguer mientras lo presionaban a que renunciara, de manera que Bonnelly pasara a presidirlo. “Sin embargo, contrariando las expectativas del Vecino Mayor, el supuesto Muñequito de Papel se aferró al poder hasta que se convenció, como declarara a la prensa internacional después de escapar de Santo Domingo, que “más vale un Presidente fugitivo que uno muerto”. Las consideraciones están contenidas en “Queridísimas hijas (Reflexiones sobre política del Caribe Hispánico y memorias de mi niñez)”, un libro que el destacado físico, politólogo, doctor en medicina y catedrático universitario escribió en Estados Unidos, donde reside desde 1996 y ejerce la radiooncología. El consagrado científico e investigador no solo analiza acontecimientos trascendentes de la política dominicana reciente sino de la vida desconocida de San Juan de la Maguana donde lo llevaron meses después de nacido en San José de los Llanos, en 1952. De esa comarca son reveladores los relacionados con monseñor Tomás F. Reilly, “enemigo de Trujillo” que pese a la persecución en su contra, “bravo como una de las águilas calvas de Massachusetts, se mantenía desafiante en San Juan…”. Aunque el vigoroso autor cursó todos los grados de la física –licenciatura, maestría, fellowship-, las ciencias políticas que estudió en la UNPHU y de las cuales fue profesor, son su delirio. Lo confiesa en el prólogo dirigido a su prole: “Les advierto que no encontrarán en mis escritos el rigor de un historiador sino la pasión de un enamorado de la política como ciencia y como arte”. Pero el cautivante ejemplar es historia aun en el recuento familiar que narra los destinos de José Vetilio Valenzuela Bautista,

el mejor abogado sanjuanero, y Consuelo Mercedes Sosa Hernández que, viuda a los 37 años, sin trabajo, profesión, ni más fortuna material que una de las casas más amplias del pueblo, sin terminar ni pintar, “solo con la ayuda indispensable de Dios”, logró hacer profesionales a sus ocho hijos: Margarita, María, Vetilio, Rudescindo, Rafael, Santiago, Gervasia y Fabio. Es sociología, geografía, tratado de política internacional que se adentra en la lucha de los cubanos por salir del corsé dictatorial de Machado y el devenir de esa antilla hasta el presente; la Segunda Guerra Mundial, colonización de Puerto Rico, batallas independentistas de Albizu Campos, la matanza de Ponce en 1937, el ascenso y las acciones de Muñoz Marín, la Gran Depresión de 1929, tensiones entre Estados Unidos y el Caribe, la Unión Soviética como segunda potencia mundial, entre otros. Los acontecimientos contemporáneos nacionales se inician con el primer presidente títere del trujillato “cuyo nombre no viene al caso mencionar para evitar el sonrojo de los dominicanos que llevan ese apellido”. La alusión a la enemistad entre Balaguer y Bonnelly aparece en el capítulo titulado “El desquite de Bonnelly” que concluye: “La elección de Bonnelly llevó al mundo entero la noticia de que el trujillismo había sido sacado por fin del Palacio Nacional…”. REILLY NEGÓ LA COMUNIÓN. Con singular dominio de la gramática, estilo ameno, lengua-

je sencillo, Valenzuela Sosa narra e interpreta actuaciones de Juan Bosch, Viriato Fiallo y los cívicos, Manolo Tavárez, el 14 de Junio y la actitud de los norteamericanos hacia ellos, la tirantez entre las dirigencias catorcista y cívica, las trampas de UCN, el PRD y hechos trascendentes ocurridos tras el ajusticiamiento de Trujillo. Destaca el favoritismo de los norteamericanos hacia los cívicos y expone los “defectos” que para ellos tenía Bosch. Explica también por qué Washington descartó de antemano al 1J4. Pero sin importar ese apoyo, al dominicano “lo empujaban cada vez más en dirección del Profesor y a tomar distancia de los Siete Látigos que ofrecía Viriato Fiallo a un pueblo que había sido trujillista para satisfacer su instinto de sobrevivencia…”. Analiza crímenes y figuras de la tiranía y dedica más de un capítulo al obispo Reilly, a quien conoció en la Escuela Parroquial de los curas Redentoristas donde vivió “eventos traumatizantes” por el acoso del régimen a esos religiosos. “Todavía están fijas en mi memoria las figuras del padre Miguelito, padre Luis, padre Gerardo, padre Tomás y padre Clemente vestidos por primera vez de civil porque el gobierno trujillista acababa de prohibirles usar su hábito en las calles, anunciando con cara sombría que se tenían que despedir de nosotros…”. Narra el asalto a la casa curial y a la residencia del obispo por turbas de calieses. “Recuerdo ver a las hordas trujillistas cerca de mi casa emborrachándose con vino robado de la sacristía de la iglesia”, el calvario de las hermanas dominicas de Michigan, el asilo de Reilly en el colegio Santo Domingo y el día que el SIM lo fue a buscar para matarlo. “Reilly funcionaba como un contacto de gran utilidad entre el gobierno de los Estados Unidos y sectores de la sociedad dominicana que serían de gran importancia luego de que la tiranía fuera descabezada”, afirma. Al sacerdote “lo metieron como si fuera un saco de papas” en un carrito del SIM la madrugada del 31 de mayo de 1961, “descalzo y en pijama” en medio del llanto y los gritos de monjas e internas horrorizadas. En el Palacio lo llevaron a un salón en medio del cual, sobre una mesa, “reposaba el cuerpo sangrante” del Jefe. “Monseñor se paró impertérrito frente al cadáver de Trujillo y haciendo la señal de la cruz le impartió su bendición”. Consigna cómo y por qué Balaguer salvó la vida al purpurado y relata el recibimiento de los sanjuaneros cuando el obispo regresó a su diócesis. En la misa dejó a varios fieles católicos “con la lengua afuera mientras esperaban que les colocara la hostia consagrada”, porque lo habían difamado. “Al momento de negarles la Comunión dijo a uno que estaba arrodillado al lado mío: “Tienes que confesar tus pecados antes de comulgar”, mientras le cerraba la boca”. Fabio Valenzuela, quien está casado con Teresa Luisa Carrión Cassidy, redactó sus vivencias en forma epistolar a sus hijas Consuelo Helena y Fabiola Teresa, quienes le pidieron que escribiera su biografía para los nietos.

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Cápsulas Genealógicas

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Thomas Edward Pérez Ancestros dominicanos en el Gabinete de Obama

C

on la reciente elección de Thomas (Tom) Pérez por el presidente Barack Obama como Secretario de Trabajo de Estados Unidos de América, muchos se preguntan ¿qué tan dominicano puede ser? ¿Será producto de una mezcla con otras nacionalidades o con otros latinoamericanos? Aunque nació en Búfalo, Nueva York, el 7 de octubre de 1961, Pérez tiene ancestros netamente dominicanos. Estudió secundaria en el colegio de sacerdotes jesuitas Canisius High School en Búfalo, y luego estudió en las universidades de Brown y Harvard. Es abogado con especialidad en derecho del consumidor y derechos humanos. Dirigió desde 2009 y hasta ahora la División de Derechos Humanos del Departamento de Justicia; anteriormente, desde 2007, fue Secretario de Trabajo, Licencia y Regulación del Estado de Maryland. Fue el primer latino en ser concejal por el condado de Montgomery de 2002 a 2006. Está casado con Ann Marie Staudenmaier, quien es fiscal en Washington, D.C., y con quien ha procreado tres hijos: Amalia (n. 1996), Susana (n. 1998) y Rafael (n. 2002) Pérez Staudenmaier. La ascendencia de Tom es totalmente dominicana en varias generaciones y se remonta incluso al período pre-republicano. Veamos:

Rafael Ángel Brache Ramírez, abuelo de Thomas Pérez Brache.

José Pérez Nolasco, abuelo de Thomas Pérez Brache.

José María Brache Soriano, tío-bisabuelo de Thomas Pérez Brache.

Ana Lara Hernández, abuela paterna de Thomas Pérez Brache.

militar Francisco Pérez Chávez (n 1848), padre de su abuelo José Pérez Nolasco, y Concepción Nolasco Aguiar (n.1852), con quien casó el 11 de junio de 1869 en Santo Domingo. Hermano de Concepción fue Féliz María Nolasco Aguiar, quien vivió en La Vega y fue padre de Féliz María Nolasco Frías, quien acompañó a Máximo Gómez en Cuba y fue editorialista del Listín Diario y miembro fundador de la Academia Dominicana de la Lengua en 1927. La abuela paterna Ana Lara Hernández era hija de Eduardo de Lara Rojas y Rómula del Carmen Hernández Hernández, naturales de la ciudad de Moca, quienes casaron el 28 de agosto de 1879 en la parroquia Nuestra Señora del Rosario de dicha ciudad. El bisabuelo materno fue Elías Brache Soriano (Santo Domingo, 1847-La Vega,1912), director de la Banda Municipal de Música de La Vega, profesor destacado en el Instituto Mocano y hermano de José María Brache Soriano, bisabuelo de Julio Brache Arzeno, presidente del Grupo Rica, y tatarabuelo de Julio Brache Álvarez, expresidente de la Cámara Americana de Comercio de la República Dominicana. La bisabuela materna, María Apolonia Ramírez Melert (1856-1901), casó con Elías Brache Soriano en Moca el 1 de octubre de 1868. Vivieron aproximadamente a partir de 1892 en La Vega.

Tatarabuelos Padres Su padre, Rafael Antonio de Jesús Pérez Lara, nació en La Vega el 23 de junio de 1922. Aquí realizó sus estudios básicos. Luego estudió medicina en la Universidad de Santo Domingo y viajó a Norteamérica para especializarse. Hizo su residencia médica en Toronto, Cánada, y luego se estableció en Estados Unidos. Después de la Segunda Guerra Mundial trabajó en el hospital de veteranos de Atlanta, Georgia, como miembro del ejército estadounidense. En Nueva York conoció a Altagracia (Grace o Gracita) Brache Bernard, también dominicana y quien había nacido el 12 de noviembre de 1925. Casaron y vivieron por un tiempo en Puerto Rico para luego establecerse definitivamente en Búfalo, Nueva York. De este matrimonio nacieron Rafael, Robert (Tico), José Guillermo, Susana (Sisi) y Thomas Edward Pérez Brache, quien es el más pequeño. Una hermana de Rafael Pérez Lara casó con Joaquín Gómez Ceara (1908-1983), descendiente de los Gómez Grateró y por lo tanto primo, entre otros, del jurisconsulto e historiador Manuel Ubaldo Gómez Moya. Altagracia Brache Bernard era hermana de don Hugh Brache Bernard (1916-2007), empresario dominicano, fundador de Panificadora Pepín y expresidente del actual Consejo Nacional de la Empresa Privada (Conep). Ambos padres, según su voluntad, están enterrados en el Cementerio Ornamental de la ciudad de La Vega.

Abuelos

MILCÍADES NÚÑEZ

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Su abuelo paterno lo fue el destacado abogado José Pérez Nolasco, vegano por adopción pero nacido en Santo Domingo el 4 de febrero de 1883, donde estudió y presentó su tesis de Licenciado en Derecho en 1907. Fue juez fundador de la Corte de Apelación de La Vega junto a Manuel Ubaldo Gómez Moya, José Alcibíades Roca Suero y Juan Antonio Álvarez Guzmán, juramentándose en 1912. Su nombramiento como juez de la Corte motivó su traslado desde Moca, donde se había desempeñado como juez de primera instancia. En La Vega se estableció junto con su esposa Ana Lara Hernández, quien había nacido en Moca el 2 de julio de 1890 y con quien había casado en 1908. Don José Pérez Nolasco fue un patriota nacionalista: en 1921 su firma encabezó una protesta contra Plan Harding en La Vega, que también fue suscrita por Elías Brache Ramírez, quien años después sería tío abuelo materno de Thomas Pérez Brache. Pérez Nolasco fue también juez de primera instancia en San Francisco de Macorís y San Pedro de Macorís y de apelación en San Cristóbal, diputado a la Asamblea Constituyente en 1934, presidente del Tribunal Superior de Tierras y juez de la Suprema Corte de Justicia de 1938 hasta su jubilación en 1945. Era primo hermano de monseñor Eliseo Pérez Sánchez (1891-1979), quien fue miembro del Consejo de Estado tras la muerte de Trujillo en 1962, ya que este era hijo de su tío José Dolores Pérez Chávez (n

El Presidente Barack Obama y Thomas Pérez Brache, en el momento de la designación.

1853) y Natalia Sánchez González (n. 1867). También era primo del poeta Ricardo Pérez Alfonseca, de quien Rubén Darío afirmó que era el benjamín de la poesía hispanoamericana, pues este era hijo de José Ricardo Pérez Chávez (1869-1950) y de Rafaela Alfonseca Garrido (n. 1876). Esta última, su tía política, era hermana de José Dolores Alfonseca Garrido (1877-1933), vicepresidente de la República en el último gobierno de Horacio Vásquez Lajara. José Ricardo Pérez Chávez era hermano también de María Marta de las Mercedes Pérez Chávez, quien casó con Ricardo Roques Nío, de quienes descienden las familias Roques Martínez, Despradel Roques, Santoni Roques y Houellemont Roques, entre otras. Por su parte, su abuela paterna Ana Lara Hernández era prima hermana de Jacobito de Lara Cabrera (1881-1901), ajusticiador de Ulises Heureaux –Lilís-, ya que éste era hijo de su tío materno Jacobo de Lara Rojas. José Pérez Nolasco y Ana Lara Hernández también reposan en el cementerio Ornamental de La Vega. Por línea materna su abuelo fue Rafael Ángel Brache Ramírez, nacido en Moca el 8 de julio de 1888. Su familia se trasladó a La Vega hacia 1892. Fue político y diplomático. Elegido diputado por La Vega en 1914, dirigió el diario El Siglo y en 1924 repitió como diputado por la Coalición Patriótica de Ciudadanos. En 1930 fue designado como embajador dominicano en Washington. Permaneció en ese cargo hasta 1931, cuando fue trasladado a Londres, Inglaterra, como Enviado Extraordinario y Ministro Plenipotenciario en Londres, La Haya y Copenhague. En 1934 volvió a Washington como embajador dominicano. En el período en el que no estuvo en Washington (1931-1934) fue embajador dominicano allí Roberto Luis Despradel Pennel, también de origen vegano y con quien estaba emparentado, ya que una hermana de Rafael, Dolores Brache Ramírez, estaba casada con Luis Despradel Piantini, quien era primo hermano del padre de Roberto Luis, Fidelio de Jesús Despradel Suárez. Renunció en 1935 y en ocasión de la matanza de haitianos de 1937 realizó una declaración pública en contra de ese hecho y el régimen de Trujillo, siendo separado del cargo y quedando automáticamente en el exilio. La esposa de Rafael Brache Ramírez lo fue la también dominicana Dolores Grecia Bernard González (n. 1896), con quien se había casado en el país.

Los tatarabuelos paternos fueron José del Socorro Pérez Agüero, nacido el 12 de agosto de 1818, y Lorenza Chávez Contreras, quienes casaron el 2 de junio de 1842. Por la línea Nolasco fueron Matías Nolasco Román (n. 1815), quien fue militar en el Regimiento No. 32 durante la ocupación haitiana, y María Florencia Aguiar Carmona, quien nació en 1815; casaron el 13 de junio de 1838. Florencia murió en 1885. Por la línea de los Lara de Moca, su bisabuelo Eduardo de Lara Rojas era hijo de Fernando de Lara Rojas y María Francisca Rojas Guzmán. Por la línea de los Hernández, la bisabuela Rómula Hernández Hernández era hija de Telésforo Hernández Trejo y Anacleta de Jesús Hernández Camacho. Los tatarabuelos por la línea de los Brache fueron Justo Brache y Francisca del Rosario Soriano; por la línea de los Ramírez el Pbro. Anselmo Ramírez de Arellano e Isabel Julia Melert (o Melleur). Por la línea de los Bernard lo fueron Juan Evangelista Bernard Rodríguez y María Saturnina Sánchez Jiménez.

Cuartos y quintos abuelos José del Socorro Pérez era hijo de José Pérez y Juana Agüero y Matías Nolasco era hijo de Félix Nolasco Morillo y Andrea Román, mientras que María Florencia Aguiar era hija de Francisco Aguiar y Petronila Carmona Domínguez, nacida esta última en 1789 e hija a su vez de Juan Carmona y Petronila Domínguez, quintos abuelos de Thomas Pérez Brache. Esta familia Carmona Domínguez se hallaba establecida en la zona comercial Santo Domingo y tenía un negocio en la calle de los Plateros, actualmente Arzobispo Meriño, a finales de la década de 1790. Francisca Antonia de Rojas Guzmán era hija de Carlos Borromeo de Rojas Ramos, quien era hermano de Benigno Filomeno de Rojas, presidente provisional de la República Dominicana en 1865. Por la línea de los Rojas podríamos seguir remontándonos varias generaciones hacia atrás, hasta llegar a Carlos de Rojas, por un lado, quien murió trágicamente en febrero de 1805, en ocasión de la matanza realizada por las tropas haitianas de Henri Cristóbal en Santiago, y hasta inicios de los 1600 entroncaríamos con los apellidos Valerio, Contreras, Martínez de León, Rojas de Santa Cruz y de la Torre. El tatarabuelo Telésforo Hernández Trejo era hijo de José Hernández y Carmen Trejo, mientras que la tatarabuela Anacleta Hernández Camacho tenía por padres a Ramón Hernández (hijo de Manuel María Hernández y Francisca Hernández) y a María Petronila Camacho Acosta (hija de Matías Camacho y Luisa Acosta). Esta datos demuestran que Thomas Edward Pérez Brache, el privilegiado latino que hoy forma parte del gabinete del presidente Barack Obama, tiene ancestros puramente dominicanos por sus líneas paterna y materna en más de cinco generaciones.

Bisabuelos Los bisabuelos por línea paterna fueron el

Instituto Dominicano de Genealogía


Encuentros

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Itinerario

La transición, mi pequeño manual acerca de la historia dominicana

Un mundo en crisis prefiere no conocerse, o conocerse mal. Esa es sin duda la probable crisis de la historiografía. Pero no es forzosamente una crisis de la ciencia histórica. Un aspecto importante del análisis histórico es el del vocabulario, de la terminología, de la “nomenclatura”. Marc Bloch ha demostrado bien cómo el historiador debe llevar a cabo su análisis con ayuda de un doble lenguaje, el de la época que estudia, que le permite evitar el anacronismo, pero también el del aparato verbal y conceptual de la disciplina histórica actual: “Estimar que la nomenclatura de los documentos pueda bastar por completo a fijar la nuestra equivaldría, en suma, a reconocer que nos aportan el análisis ya hecho”. Volvemos a ver allí la sana fobia de la pasividad. Pero el historiador, si no tiene el fetichismo de la etimología (“una palabra vale mucho menos por su etimología que por el uso que se le da”), se consagrará al estudio de los sentidos, a la “semántica histórica”, cuyo renacimiento actual debemos desear. Y se resignará a que unos términos mal elegidos, pasados por todas las salsas, vacíos de sentido por la historia, sigan formando parte de su vocabulario: ejemplos, “feudalidad”, “capitalismo”, “Edad Media”. Pierre Vilar

MU-KIEN ADRIANA SANG

HOY

M

ientras escribía el libro de Ulises Francisco Espaillat recibí una llamada de Susaeta. Me entrevisté con Aquilino García. Me solicitó un manual de historia dominicana dirigido al público estudiantil de bachillerato y del primer año de la universidad, y que también sirviera de consulta para extranjeros. Le dije que estaba escribiendo un libro. Me dijo que me esperaría. Una vez terminé me dispuse a trabajar en el manual. Una de mis primeras actividades fue revisar con ojo crítico los famosos manuales de Frank Moya Pons y Roberto Cassá. Ambos textos eran, y todavía lo son, referencia obligada para mis investigaciones. En esta oportunidad, lo vi en mi calidad de maestra que pretendía hacer un texto fundamentalmente pedagógico.

La primera decisión que tomé fue escribir un texto dirigido y pensado para estudiantes tanto de bachillerato como del primer año de la universidad. He estado en las aulas impartiendo historia dominicana por 40 años, primero en el colegio y desde hace 30 años a nivel de bachillerato. Uno de los puntos nodales es hacer atractivo un material aburrido, que no les interesa y que se ven obligados a tomar la asignatura por razones curriculares, no de interés. Durante todo este tiempo, e incluso en la actualidad, he visto los principales contenidos que le provocan problemas y dificultades para asimilarlos. Por esta razón, como estaba en plena docencia, decidí que cada unidad sería validada con ellos. Y finalizado el ensayo les solicitaría sugerencias. Estructuré las unidades tomando en cuenta que el libro era un texto histórico con carácter pedagógico. Cada unidad tendría la definición de objetivos generales y específicos, una lectura de entrada que indujera al tema al estudiante y lo motivara; un cuerpo base con los contenidos divididos por capítulos y acápites; lecturas complementarias con autores de diferentes corrientes de pensamiento, y un cuestionario guía. Otro elemento importante que debía sortear era el hecho de que había trabajado básicamente el siglo XIX, y por lo tanto no era especialista en todos los temas. En tal sentido, para cada unidad, busqué, leí y recopilé la bibliografía básica de cada siglo, escrita tanto por los historiadores dominicanos como extranjeros. Una decisión importante que tomé fue ser breve en el contenido. Los estudiantes necesitan ideas guías, ideas claves que les orienten. A riesgo de ser quizás un poco superficial y escueta, porque no podía abundar mucho, seguí con mi decisión. Utilicé también cuadros sinópticos y comparativos sobre los períodos, y en los anexos hice una cronología de la historia dominicana, un cuadro exhaustivo con los presidentes, cuadros con las singularidades de la política criolla, cuadro sobre las modificaciones constitucionales, entre otros. La obra fue publicada en 1999 bajo el título “Historia Dominicana: Ayer y Hoy” publicado por la editorial Susaeta, con unas 246 páginas. Fue publicado en un formato para

texto escolar con muchas ilustraciones y fotografías. En el año 2000 obtuvo el premio de Didáctica en los premios anuales de la entonces Secretaría de Educación. A 14 años después de su publicación tengo la distancia suficiente para hacer balance. Algunos amigos me han hecho la observación de que debí haber ampliado algunos temas, y quizás tengan razón. Yo misma sentí que acorté demasiado la segunda mitad del siglo XIX, que faltaron ideas que desarrollar. En una oportunidad, para un panel de la Feria del Libro, me pidieron que hiciera una evaluación crítica del texto. Señalé en aquella ocasión, que si la editora me diera la oportunidad de ampliarlo, lo llevaría a 300 páginas, haría nuevos esquemas, lo llevaría al 2000, revisaría algunas lecturas complementarias, ampliaría algunos elementos, y modificaría algunas preguntas. La retroalimentación que he recibido de los profesores que han utilizado el texto ha sido buena, e incluso de algunos extranjeros que deseaban tener una visión general de la historia dominicana, me han comunicado que les ha resultado útil. Me siento contenta con el producto, sobre todo, porque tuve la oportunidad de validarlo con estudiantes universitarios que me retroalimentaron e hicieron observaciones críticas. No sabría responder, si haría el mismo texto ahora, que estoy más madura y que he tenido nuevas experiencias. Pero escribir es una forma de vivir. Las palabras escritas en un momento determinado reflejan, retratan al autor en su momento y en su circunstancia. En algún momento hay que cortar, publicar, para volver a escribir y volver a publicar. El mejor texto de cada escritor, investigador o historiador todavía no ha sido escrito, ni se escribirá nunca, porque la perfección es un sueño y una aspiración, porque somos humanos y perfectibles, porque las ideas y el pensamiento evolucionan constantemente. ¡Y qué bueno que así sea!

mu-kiensang@pucmm.edu.do sangbemukien@gmail.com @MuKienAdriana

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AREÍTO

Sábado 27 de julio de 2013

De Señal a Señal

HOY

DELIA BLANCO

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GLORIA Y HONOR A

MANDELA M

andela levanta en estos días sentimientos internacionales que nos llaman a reflexionar sobre la democracia en el mundo, desde la perspectiva del valor de la convivencia, tolerancia y perdón. Recordamos los años del apartheid y de la segregación en África del Sur, Europa todavía en los setenta no lograba llevar una política exterior coherente frente a los abusos del sistema político racial más radical de toda África: las luchas, las movilizaciones se hacían clamor de solidaridad en Francia, Italia, Inglaterra, pero no eran suficientes para definitivamente erradicar para siempre el sistema apartheid. Se hacían conciertos de solidaridad y denuncia con el carisma de Miriam Makeba, Nina Simone, Johnny Gregg, y todas las voces que se unían para denunciar los abusos en los townchips de Johannesburgo. Todo esto fue necesario, justo, digno y ayudó a la toma de conciencia internacional. Pero quien liberó África del Sur fue Mandela, hombre de una visión humana y política excepcionales, capaz de seguir el transcurso de la historia implicándose de lleno en el futuro fundado sobre el diálogo, la paz y el perdón. Es increíble y grande pensar que un hombre que pasó dieciocho años en una celda penitenciaria, apartado del mundo y de la vida, sea capaz de volver con la sonrisa de la esperanza y los ojos de una inteligencia negociadora inigualable. Los suyos lo esperaban con la exaltación y las emociones en vivo y sus verdugos acechaban el mínimo pliegue en lo previsto para entorpecer el proceso. Mandela se manejó con cautela y la habilidad de un gran estadista, como si desde su celda nunca hubiese cesado de batallar con los suyos. Durante su condena nunca dejó de leer, y de creer y creer en su liberación y en el triunfo de sus ideas, porque creía en su pueblo. Mandela lo supo y lo siguió sabiendo durante todos los años de sus gobiernos. Pero también sabía que era inevitable el diálogo con el presidente De Clerk, que respondía a los intereses de los blancos, con los que había que sentarse para evitar la guerra civil racial. Inteligente y astuto, tuvo la sabiduría necesaria para esos momentos, dirigiéndose a su pueblo con la voz de la esperanza,y la firmeza del compromiso, evitando siempre que cualquier desacuerdo dentro de la A.N.C. llevara su proyecto de reconciliación al fracaso. Hoy estamos en sus últimos suspiros de paz y sabemos que su partida se acerca, la noticia conmovió el mundo. Las movilizaciones en las puertas de la clínica, las concentraciones, los rezos, los cantos, los aplausos y las lágrimas de su pueblo, nos dicen que el Padre de África del Sur está en sus instantes de partida. Pero lo que nos dice este salmo internacional de homenajes y respeto es que el mundo entero está viendo que probablemente el más grande de los africanos del siglo veinte nos regaló la dignidad de la reconciliación y del perdón. Con el perdón, pero no con el olvido, Mandela construyó la paz, con el perdón y sin violencia Mandela les dio la oportunidad a los blancos segregacionistas de revisarse, cuestionarse y obligarse a aceptar esta lección universal de democracia que la comunidad negra de África del Sur, conducida con honor, medida e inteligencia, supo ofrecer al mundo. Debemos preservar de Mandela su fuerza intelectual y espiritual, así como su determinación y compromiso. Todos sabemos que muchos problemas no están resueltos en África del Sur, pues el país conoce que el paro laboral está muy señalado dentro de la comunidad negra. Los suburbios de Johannesburgo están arrebatados por la drogadicción, la prostitución, el Sida, la violencia delincuencial, pero dentro de todos estos fenómenos que se manifiestan en toda África y el planeta, los sudafricanos pueden organizarse en sindicatos, pueden protestar, condenar, criticar, reivindicar y ejercer sus derechos ciudadanos y sus responsabilidades.

Los artistas, los intelectuales y la juventud de las diversas etnias negras se expresan con libertad de expresión. Mandela y sus gobiernos pusieron de pie el honor nacional. Desde la liberación de Mandela han pasado casi treinta años, el mundo ha cambiado no solamente para los sudafricanos. Pero para todos, las crisis económicas, generadas por los derrumbes financieros, nos llevan a crisis sociales que impulsan la xenofobia, el rechazo, la intolerancia y el racismo. Los nacionalismos suben y matan, los inmigrantes son la carnada de todos los extremos nacionalistas y patrioteros. Los tiempos nos indican que tenemos que mantenernos alertas y manejarnos con una cultura de paz y convivencia que nos permita que el mundo se divida entre los que viven gracias a un trabajo y los que sobreviven de la ayuda pública o humanitaria. La segregación moral y cultural no se ha detenido, Mandela nos dio el camino de la negociación insoslayable, del perdón sin olvido y de la esperanza responsable. Mandela abrió una ventana enorme, nos toca llenar el horizonte de mucha paz. Pero necesitamos muchos Mandela, muchos Martin Luther King, muchos Gandhi que nos sigan ayudando a crecer y a ir cada día más lejos con los demás y con nosotros mismos. El clamor mundial que acompaña los últimos momentos de Mandela demuestra la

necesidad que tiene el mundo entero de poder contar con hombres y mujeres de lucha y de paz, dos sustantivos que pueden convivir en las acciones de timoneros como Madiba. Mandela nos señala un nuevo humanismo para el siglo veintiuno, forzado en la convivencia y en el perdón, es un llamado a luchar contra todas las ideologías que nos encierren en la exclusión y el racismo, ya no se trata de dividir el mundo, se trata de unirlo en sus diferencias, y crear los equilibrios entre divergencias y convergencias en un concierto donde triunfe la diversidad. La grandeza de Mandela consistió y sigue consistiendo en haber sabido llevar al plano político y a la acción cultural y social los ideales de Martin Luther King, y decimos con firmeza que el sueño del Reverendo se materializó con Mandela. Ahora nos queda por mantener viva y activa esa llama de justicia y esa fuerza del perdón sin olvido.


Aporte

AREÍTO

Sábado 27 de julio de 2013

HOY

Las raíces de nuestros males

¡Téngase miedo, Leonel Fernández! (Un diálogo ficticio)

DIÓGENES CÉSPEDES/ DCESPEDES@CLARO.NET.DO

D

C: Dr. Hernández, le he tomado en préstamo la mitad del título de este artículo para ilustrar hasta dónde puede conducir a un gobernante la máxima concentración de todos los poderes de un país y lo peligrosa que resulta tal concentración, pues, aunque el poder sea expansivo e ilimitado, los grandes poderes fácticos recelan y temen siempre cualquier tipo de avasallamiento que ponga en peligro su vida y sus intereses. Dr. JRH: Señalé tal peligro. Nunca me hicieron caso, pero usted sabe en qué terminaron Rodríguez Echavarría, Bosch, el Triunvirato y Unachosín. DC: De sobra. Pero el Dr. Marañón al estudiar el ciclo del poder personal en su libro “El conde-duque de Olivares. La pasión de mandar”, no establece diferencia alguna entre dictador, tirano o valido. Dr. JRH: Cierto. Fíjese que el sujeto gramatical es “todo gobernante absoluto”. Luego aclara que tal especie puede ser dictador, tirano o valido. La advertencia del título de su artículo no está dirigida a ningún dictador, tirano o valido. Está dirigida a un gobernante absoluto. DC: En efecto, Balaguer, elegido mediante procedimientos cuestionados en sus tres primeros mandatos, y Leonel Fernández, se dedicaron en cuerpo y alma a construir un poder absoluto amparados en la corrupción generalizada como una forma de continuar indefinidamente en el poder. Incluso ausente del poder durante dos períodos consecutivos, Balaguer siguió gravitando, al controlar el Senado, y por ende la justicia en el primer período, mientras que Fernández lo ha estado en dos ocasiones, pero con intermitencia, y sin embargo cuando ambos volvieron al poder pareció como si fueran Trujillo redivivos que estaban de vacaciones y regresaron a tomar lo que era suyo. Dr. JRH: Eso sucedió así porque ni Balaguer ni Fernández habían completado las tres fases que, sin excepción, debe agotar todo gobernante absoluto. En nuestro caso, esas tres fases están unidas a un apoyo masivo de un amplio sector de la sociedad sin el cual es imposible construir un poder absoluto. En el caso de Balaguer, la clase media y el campesinado, excluidos durante la dictadura de Trujillo del disfrute del poder que otorga un sistema social fundado en el clientelismo y el patrimonialismo. En el caso de los dos gobiernos del PRD, subió un amplio sector de clase media urbana que estuvo excluido de ese mismo disfrute durante la Era de Trujillo y los doce años de Balaguer, cuyo impulso fue frustrado por el golpe de Estado en contra de Bosch. En el caso del PLD, subió al poder otro amplio espectro de la clase media urbana profesional y provincial que no había disfrutado nunca de las mieles del poder y, aunque estuvo fuera del gobierno durante el mandato de Hipólito Mejía, de 2000 a 2004, la voluntad ferviente de ese sector de continuar en el poder le permitió a Fernández, dotado de las características definidas por el Dr. Marañón para este tipo de gobernante, iniciar la segunda fase de la construcción del ciclo de su poder personal. DC: Claro, en la primera etapa –del 1996 al 2000– Fernández, como nuevo jefe, “carece aún de fuerza propia y organizada, pero se la da el pueblo, que acoge siempre toda novedad política con alegría y esperanza”, y sobre todo, en el caso del dictador, cuya característica es la capacidad de sugestión, el magnetismo de su gesto; sin lo cual no hay dictador posible. Fernández no es un dictador, pero heredó, del aliado número uno, es decir, de Balaguer y su equipo, la inmensa capacidad de acumular riquezas, de generalizar la corrupción y de construirse, a partir de 2004 hasta 2012, el mecanismo de control de los poderes públicos. A esto le ayudó enormemente la incapacidad de la oposi-

ción, carente de discurso nuevo, de propuestas anticlientelistas y antipatrimonialistas, es decir, de un PRD que siempre se caracterizó por la falta de estrategia, por el emocionalismo, los acuerdos de aposentos y una gran propensión al disparate político. Dr. JRH: Observe que al no ser Fernández un dictador o tirano, la construcción de su poder absoluto, en gran parte herencia de lo construido por Balaguer, los tecnócratas y la burocracia reformista socialcristiana, él ha debido ceñirse, de mala gana, pues siempre ha intentado quedarse consecutivamente en el mando, a los dictados de la alternabilidad en el poder, según los cánones de la democracia representativa y su poder de demostración, que son las elecciones. En esto nos apartamos un poco de la teoría del Dr. Marañón. DC: Pero observe que la construcción del poder absoluto por parte de Fernández es similar, con matices, a la de Balaguer. En su primer mandato, ninguno controló totalmente el Poder Legislativo, tampoco el poder municipal. Pero en el segundo y tercer mandatos, Balaguer tenía un control tan absoluto del poder que la oposición se retiró y no participó en las elecciones de 1970 y 1974. Fernández recibió como traspaso todo el poder de Balaguer y se dedicó a sustituir una burocracia vieja por la suya, pues encontró en 1996 un país pacificado por Balaguer. La pacificación es una de las características de la tercera fase del ciclo del poder personal. Dr. JRH: Observe que de 2004 a 2012 Fernández se consagró en cuerpo y alma a construir su poder absoluto. Controló las cámaras legislativas aplicando la misma receta que usó el ex presidente Mejía para reformar la Constitución y tener una mayoría abrumadora en el Senado y relativa en la Cámara de Diputados, pero con todo ese poder no

hizo absolutamente nada a favor de la clase media y los pobres. En su tercer mandato, Fernández controló el Consejo de la Magistratura y a su través la Suprema Corte de Justicia, el Tribunal Constitucional y el Tribunal Superior Electoral. Pero controla también la Junta Central Electoral, la Liga Municipal Dominicana, los jueces y los fiscales, el principal partido de oposición y los partiditos aliados al gobierno a través del presupuesto “nacional” y para cerrar con broche de oro controla el comité político y el comité central de su propio partido. Y, además, luego de una larga espera, controla la Defensoría del Pueblo, donde colocó en ese cargo a la reformista Zoila Martínez. DC: No diga nada del control de la burocracia pública y de las fuerzas armadas y policiales, sino también del control indirecto que ejerce en el empresariado cuya conducta fluctúa siempre entre el miedo a los inspectores de Impuestos Internos, la exposición pública de sus actos de corrupción a través de las aduanas o de privilegios contractuales con el Estado, aunque el CONEP trató de sacudírsele a Fernández cuando mostró su apetencia desmedida de continuar en el mando en 2012. Tampoco hable del apoyo de la totalidad de la cúpula eclesiástica altamente satisfecha de que el joven triunfador haya constitucionalizado la prohibición del aborto; su dominio de la prensa en general; de los programas de panel que dependen de los anuncios oficiales; de los ágiles sensores que detectan en las imprentas las publicaciones contrarias al joven dominador, de los propietarios de los sindicatos de transporte y de una parte importante de miembros de las redes sociales que repiten las bondades del amo absoluto del poder. (Continuará).

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AREÍTO

Sábado 27 de julio de 2013

Arte Contemporáneo

HOY

AMABLE LÓPEZ MELÉNDEZ

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FRANK LUNA ¡El arte como bandera del amor y la fraternidad!

U

na práctica política del amor y la fraternidad a través del arte se me revela como fértil dimensión de lo inminente. Espíritu fraternal y acción artística se combinarían para desbordar y transbordar los aislamientos, fronteras, mitologías, rituales y entrecruces culturales del caos globalizante, así como los deslumbrantes e inefables caudales del absurdo cotidiano que proclama el folclore de la posmodernidad. Desde esta visión proliferante y despejada, podríamos advertir, no sólo la apertura del proceso de “liquidación” de las cartografías identitarias nacionales y regionales del siglo XXI, sino también los implicantes ensayos de nuevas prácticas políticas y nuevos sistemas de derechos, deberes y relaciones de los seres humanos con las otras especies de la Tierra, con los distintos ecosistemas y recursos vitales de la naturaleza y hasta con las diversas formas del tiempo. Asimismo, la acción solidaria a través del empoderamiento de la imaginación se torna efectiva como vitalidad emocional y sanación espiritual; como proyecto poético-operativo-eminentemente existencial y como ejercicio íntimo de libertad creativa. Esta acción es única y totalizadora. Es expansiva, como una reacción en cadena. Contamina el ambiente con el energético ejercicio de pensamiento e imaginación. En este contexto, y especialmente desde el Caribe y Centroamérica, se torna cada vez más urgente la promoción y el fortalecimiento de los vínculos o intercambios artísticos y culturales como ejercicios revitalizadores de las grandes utopías espirituales; como sublimaciones de la sensibilidad a través de las cuales los individuos, los artistas, los pueblos y las naciones, llegarían a materializar las profecías de la fraternidad: el reconocimiento de que los “otros” son nuestros hermanos y de que, ante todo, no puede haber razón válida para imponerle, a nadie ni a cualquiera, nada de lo que cada uno no estaría dispuesto a aceptar. “Cultivemos el amor y pongamos en práctica ese amor, porque todos los problemas que aquejan a la humanidad en general, se deben sencillamente a falta de amor”… Junto a esta declaración tan objetiva y estremecedora como igualmente lúcida y comprometida, Frank Luna, carismático y polifacético artista romanense que se distingue por una entusiasta, consistente y fructífera labor, nos avanza una selección de las 5,000 imágenes que integran su proyecto expositivo titulado “Mi Bandera es tu Bandera”, sin duda, una de las propuestas artísticas y culturales más ambiciosas y significativas que hayamos registrado recientemente en Santo Domingo. Frank Luna sostiene que “Mi Bandera es tu Bandera” es un proyecto que consiste en varias exposiciones itinerantes con las cuales se propone la materialización de un “gesto de amor y armonía”, tanto para los dominicanos como para los distintos pueblos del Caribe, América Latina y el resto del mundo, con el deseo de concienciar en torno al significado de los colores de la Bandera Nacional, así como sobre la importancia de los símbolos patrios, de la diversidad cultural y de las riquezas naturales de la República Dominicana. Se trata de un inspirado y amoroso reconocimiento de Frank Luna a la magia consubstancial y a la extraordinaria fuente de signos que contiene en sí misma la dominicanidad como imagen. El principal objetivo del artista con “Mi Bandera es tu Bandera” consiste en la posibilidad de llevar estas exposiciones fotográficas itinerantes “por todo el planeta y dondequiera que se pueda”, soportadas siempre por una conferencia sobre el historial de la Bandera Nacional y aprovechando el contexto de la celebración del Bicentenario del natalicio de Juan Pablo Duarte. Y sucede que es casi imposible que las dimensiones esenciales de la dominicanidad no hayan sido “frisadas” de manera hermosa y magistral por la cámara de Frank Luna. La magia de la naturaleza. El paisaje marino y los alucinantes crespúsculos del Este de la isla. Los rostros adolescentes, viriles, azorados, tiernos y esperanzados del batey. Las comparsas y personajes del Carnaval. Los

Mi Bandera es tu Bandera.

FRANK LUNA

Mi Bandera.

guloyas inmortales. Las ardientes resolanas de los caminos y cañaverales. Las grandes figuras de la música culta y popular dominicana. Las tradiciones religiosas populares. Los monumentos y vestigios coloniales. El absurdo y las delicias del delirio cotidiano. Imágenes claves de un ser polisintético, aglutinador, consumador y transmutador. Ser desbocado en la fuga, en su melancolía y en sus dorados espejismos. Cifras del amor, de la esperanza y de la belleza como persistencia de la espiritualidad materializada. Cifras de los niveles de transparencia que llega a adquirir la elaboración simbólica de nuestra consciencia en los mejores hallazgos de la práctica fotográfica de Frank Luna y en la producción simbólica dominicana contemporánea.

Nace en La Romana, el 1ro. de noviembre de 1950. Desde la niñez, muestra inclinación por la música, la fotografía, la cocina y la religión. A los 14 años, integra el conjunto “Los Magnéticos”, junto a Wilo Zauno, Pedro Rymer, Enrique Baret y Ramón Sepúlveda (Fausto Rey). En 1968, se dedica a cantar como solista en escuelas, colegios, clubes y fiestas patronales. En 1970, se presenta por primera vez en la televisión nacional, en el programa “Gente” que producían Freddy Ginebra y Héctor Herrera. 1972, forma parte de “Los Chicos 26”. De la mano de Frank Micheli, se presentan en escuelas, clubes, centros de diversión y emisoras. Más adelante, retorna como solista con su guitarra y sus propias canciones románticas y de mensajes sociales. Se presenta en Casa de Teatro. Graba su primer disco sencillo con canciones propias, arreglos y dirección de Bertico Sosa. Abre su primer restaurante vegetariano. Presenta merengues suyos en “Apoyo a lo nacional” en el “Gordo de la semana”. Funda la Sociedad de Autores y Compositores Dominicanos, junto a Manuel Jiménez, Alicia Baroni, Benjamín Bujosa, Oscar Mendoza Camino, Confesor Rosario y Joseph Santos, entre otros. Entre sus premios y reconocimientos, destacan: Mención honorífica “Premio Nacional de Fotografía del Inposdom (1998). Mención honorífica “Concurso Nacional del Carnaval (2006). Selección del XXII Concurso de Arte Eduardo León Jimenes. Selección del Concurso de Fotografía “Rally 2008”, del Centro Cultural de España. Recientemente, tres fotografías suyas han sido seleccionadas en el Concurso Internacional de Fotografía Wifredo García de Casa de Teatro (2013). Contacto: Frank Luna, 809-761-8912 franklunart@hotmail.com / franklunart@gmail.com


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