certidumbres E INCERTIDUMBRES
José Pedro Varela* Segunda parte Jesualdo
Varela tenía 24 años cuando regresó de Europa y Estados Unidos a su natal Montevideo en 1869. Fervientemente convencido de su misión educativa, junto con Carlos Ma. Ramírez, Elbio Fernández y algunos otros, fundó la Sociedad de Amigos de la Educación Popular, que sería su base política. Sus obras La educación del pueblo (1874) y Legislación escolar (1876) condensan el pensamiento de Varela sobre la reforma escolar que dirigió siendo ministro de Instrucción Pública durante el gobierno del coronel Lorenzo Latorre. A pesar de su antagonismo político con este dictador, Varela desempeñó el cargo al frente del ministerio de educación hasta su muerte en 1879, cuando contaba con apenas 34 años. Gracias a su proyecto y las reformas que impulsó, la Ley de Educación Común, promulgada en 1877, convirtió en laica, gratuita y obligatoria a la educación básica en Uruguay.
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n agosto de 1868, Varela abandona Estados Unidos. Regresa en compañía de Sarmiento, electo presidente de la República Argentina, de cuya mesa es a menudo contertulio. El revuelo de la correspondencia de Varela publicada en Montevideo por El Siglo había preparado el ambiente para atacar de firme y popularizar la enseñanza. El problema de la educación, a través de su entusiasmo revelado en su correspondencia y que le había inyectado a su amigo Carlos María Ramírez, era
* El presente texto fue tomado de la antología, inédita en México, 17 educadores de América. Los constructores, los reformadores (Ediciones Pueblos Unidos, Montevideo, 1945) del escritor y pedagogo José Aldo Sosa (1905-1983), llamado Jesualdo. En este número de nuestra revista continuamos con la segunda parte del artículo.
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ahora la brújula de la juventud estudiosa montevideana, que analizaba el estado social como si recién lo empezara a conocer. En el campo del país, más que privar la influencia de una escuela existente, privaban como maestros los caudillos y los gauchos; la escuela respetada era la experiencia revolucionaria; el contenido de su conocimiento eran las proezas de matreros y revolucionarios, los hechos de la guerra y los cuentos de brujas, y el maestro de escuela, en definitiva, no era más que un vago, considerado como enemigo público número uno. Cuando Varela llega al Uruguay, acaba de triunfar una revolución más. El descrédito del país en el exterior era tal que un diputado norteamericano dijo que eso era cualquier cosa menos una república… Los aventureros de las
CORREO del MAESTRO
núm. 207 agosto 2013