Correo del Maestro Núm. 132 - Mayo de 2007

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Enemigos íntimos Ignacio Carrera

ISSN 1405-3616

Reflexiones en torno a una vejez anunciada

La cognición animal Natalia Estramil

Adolfo Hernández Muñoz (†)

Los cambios de actitud de la educadora al ser madre Manuel Medina

Las cajas de descubrimiento Alejandra Alvarado Carlos Jesús Balderas Carmina Madrid

De la prolífera raíz indeuropea wer-2 Tercera parte Arte para chiquitos Pintura con los dedos I1

Arrigo Coen Anitúa (†)

Guadalupe Rosas Francisco Antonio Ledesma

9!BLF?E@:RUPUOV!

México, D. F. Mayo 2007. Año 11 Número 132


Publicado en asociación con la National Gallery,

Detective de fraudes artísticos es un libro que cautivará a cada niño, proporcionando información fascinante acerca de las pinturas, datos sobre las técnicas de los grandes maestros y un glosario de términos artísticos

El guardia de seguridad de la Town Gallery tiene un problema… un gran problema. Algunas de las invaluables obras maestras de la galería han sido robadas y reemplazadas por ingeniosas falsificaciones. Por eso, necesita la ayuda de un par de ojos sagaces para encontrar las copias. ¿Estás listo para el trabajo? Eso esperamos, porque el futuro de la galería ¡está en tus manos!

Contiene más de 35 pinturas de la colección de la National Gallery ¡Una fantástica forma de conocer las grandes obras del arte universal!

Informes y ventas: 01 800 713 4663 www.correodelmaestro.com


Revista mensual, Año 11 Núm. 132, mayo 2007.

Directora Virginia Ferrari Subdirección María Jesús Arbiza Asistente editorial Celina Orozco Correa Consejo editorial Valentina Cantón Arjona María Esther Aguirre Mario Aguirre Beltrán Santos Arbiza Gerardo Cirianni Julieta Fierro Adolfo Hernández Muñoz (†) Roberto Markarian Ramón Mier María Teresa Yurén Josefina Tomé Méndez María de Lourdes Santiago Colaboradores Alejandra Alvarado Citlalli Álvarez Stella Araújo Nora Brie Verónica Bunge María Isabel Carles Leticia Chávez Luci Cruz Consuelo Doddoli Alejandra González Norma Oviedo Jacqueline Rocha Pilar Rodríguez Concepción Ruiz Ana María Sánchez Editor responsable Nelson Uribe de Barros Administración y finanzas Ana Lilia Estrella Producción editorial Rosa Elena González Diseño gráfico y formación Sandra Lilia Díaz Hurtado C.

CORREO del MAESTRO es una publicación mensual, independiente, cuya finalidad fundamental es abrir un espacio de difusión e intercambio de experiencias docentes y propuestas educativas entre los maestros de educación básica. Asimismo, CORREO del MAESTRO tiene el propósito de ofrecer lecturas y materiales que puedan servir de apoyo a su formación y a su labor diaria en el aula. Los autores Los autores de CORREO del MAESTRO son los profesores de educación preescolar, primaria y secundaria, interesados en compartir su experiencia docente y sus propuestas educativas con sus colegas. También se publican textos de profesionales e investigadores cuyo campo de trabajo se relacione directamente con la formación y actualización de los maestros, en las diversas áreas del contenido programático. Los temas Los temas que se abordan son tan diversos como los múltiples aspectos que abarca la práctica docente en los tres niveles de educación básica. Los cuentos y poemas que se presenten deben estar relacionados con una actividad de clase. Los textos Los textos deben ser inéditos (no se aceptan traducciones). No deben exceder las 12 cuartillas. El autor es el único responsable del contenido de su trabajo. El Consejo Editorial dictamina los artículos que se publican. Los originales de los trabajos no publicados se devuelven, únicamente, a solicitud escrita del autor. En lo posible, los textos deben presentarse a máquina. De ser a mano, deben ser totalmente legibles. Deben tener título y los datos generales del autor: nombre, dirección, teléfono, centro de adscripción. En caso de que los trabajos vayan acompañados de fotografías, gráficas o ilustraciones, el autor debe indicar el lugar del texto en el que irán ubicadas e incluir la referencia correspondiente. Las citas textuales deben acompañarse de la nota bibliográfica. Se autoriza la reproducción de los artículos siempre que se haga con fines no lucrativos, se mencione la fuente y se solicite permiso por escrito. Derechos de autor Los autores de los artículos publicados reciben un pago por derecho de autor el cual se acuerda en cada caso.

© CORREO del MAESTRO es una publicación mensual editada por Uribe y Ferrari Editores S.A. de C.V., con domicilio en Av. Reforma No.7, Ofc. 403, Cd. Brisa, Naucalpan, Edo. de México, C.P. 53280. Tel. (0155) 53 64 56 70, 53 64 56 95, lada sin costo al 01 800 31 222 00. Fax (0155) 53 64 56 82, Correo electrónico: correo@correodelmaestro.com. Dirección en internet: www.correodelmaestro.com. ISSN 1405-3616. Certificado de Licitud de Título Número 9200. Número de Certificado de Licitud de Contenido de la Comisión Calificadora de Publicaciones y Revistas Ilustradas, S.G. 6751 expediente 1/432 “95”/12433. Reserva de la Dirección General de Derechos de Autor 04-1995-000000003396-102. Registro No. 2817 de la Cámara Nacional de la Industria Editorial Mexicana. RFC: UFE950825-AMA. Editor responsable: Nelson Uribe de Barros. Edición computarizada: Uribe y Ferrari Editores S.A. de C.V. Preprensa e impresión: Editorial Progreso, S.A., Naranjo No. 248, Col. Santa María la Ribera, C.P. 06400, México, D.F. Distribución: Uribe y Ferrari Editores S.A. de C.V. Tiraje de esta edición: 14,500 ejemplares. $40.00.

Circulación certificada por el Instituto Verificador de Medios. Registro No. 282/06.

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Editorial

El respeto, la conservación y el uso adecuado de la biodiversidad es responsabilidad de todos; sin embargo, los maestros nos encontramos en una posición privilegiada para formar a generaciones de individuos que sientan, piensen, quieran y obren con conocimiento de su entorno. En este número de Correo del Maestro presentamos algunos artículos que buscan ser un aporte en este esfuerzo. Si bien poseemos características en común con el resto de los animales, las diferencias hacen muy difícil nuestro intento de entender cómo ven el mundo. No obstante, muchos investigadores persisten en su propósito por comprenderlos. La especialista Natalia Estramil nos habla de este tema en su artículo La cognición animal. El empleo de material didáctico novedoso y variado que propicia la participación de los niños es una característica del Museo de las Ciencias Universum. En la Sala Biodiversidad se presenta la Caja de descubrimiento de pieles, una actividad que puede servir de modelo a los profesores para hablar de los mamíferos. Alejandra Alvarado, Carlos Balderas y Carmina Madrid nos explican en qué consiste esta dinámica. Con su particular estilo, nuestro colaborador Ignacio Carrera nos trae esta ocasión un texto sobre las tribulaciones de los hombres por defenderse de las bacterias, que pueden ser sus “amigos o enemigos más íntimos”. Veremos cómo la lucha de algunos seres vivos por dominar el medio y la de otros por defender la vida es dilema no sólo de la ciencia. Para no pasar por alto un festejo de gran tradición y arraigo en México como es el día de las madres, el maestro Manuel Medina nos da un motivo de reflexión más allá de los estereotipos femeninos, y trae para nuestros lectores los resultados de una investigación sobre Los cambios de actitud de la educadora al ser madre. Continuamos con la publicación de la serie De la prolífera raíz indeuropea wer-2, que don Arrigo Coen dejó preparada para sus lectores. Asimismo, presentamos el consecutivo de la serie Arte para chiquitos, de Guadalupe Rosas y Antonio Ledesma, quienes proponen a los docentes seguir explorando la técnica de la dactilopintura con sus alumnos preescolares. Hijo del exilio español, don Adolfo Hernández Muñoz llegó a las costas de esta revista desde su fundación, hace ya 11 años. Desde entonces ejerció una incansable labor de divulgación que se tradujo en decenas de artículos sobre asuntos tan diversos como profundos y por demás interesantes. Temas como la lengua española, la historia de las ideas, el arte, la ciencia, el hombre… en suma, la vida, fueron siempre la materia de sus debates y sus textos. Un verdadero hombre del Renacimiento fue don Adolfo Hernández, a quien rememoramos, a dos meses de su sentido fallecimiento, con la publicación de sus Reflexiones en torno a una vejez anunciada. Correo del Maestro

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Correo del Maestro. Núm. 132, mayo 2007.


Entre nosotros

Las cajas de descubrimiento. Una herramienta para divulgar la biología en primaria. Alejandra Alvarado Zink, Carlos Jesús Balderas Valdivia y Carmina Madrid Luna

Pág. 5

Antes del aula

Enemigos íntimos. Ignacio Carrera Garese La cognición animal. Natalia Estramil

Pág. 11 Pág. 19

Certidumbres e incertidumbres

Los cambios de actitud de la educadora al ser madre Manuel Medina Carballo

Pág. 39

Artistas y artesanos

Arte para chiquitos. Pintura con los dedos II Guadalupe Rosas y Francisco Antonio Ledesma

Pág. 46

Reflexiones en torno a una vejez anunciada Adolfo Hernández Muñoz

Pág. 48

(†)

Sentidos y significados

De la prolífera raíz indeuropea wer-2. Tercera parte. Arrigo Coen Anitúa (†)

Pág. 51

Problemas sin número

El diario de Delia. Claudia Hernández García y Daniel Juárez Melchor

Pág. 53

Abriendo libros

El mundo secreto de los arrecifes, los desiertos y las selvas. Alejandro García

Pág. 55

Maestros en red

Pág. 57

Índice anual de Correo del Maestro, año 11

Pág. 58

Páginas a color: Enemigos íntimos, pp. 25-26, La cognición animal, pp. 27-28, Pintura con los dedos II, pp. 29-32, Mundos pequeños, pp. 33-36.

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Entre nosotros

Las cajas de descubrimiento Una herramienta para divulgar la biología en primaria

Foto: Alejandra Alvarado Zink.

Alejandra Alvarado Zink* Carlos Jesús Balderas Valdivia Carmina Madrid Luna

Pieles de diferentes mamíferos.

Introducción

Las cajas de descubrimiento, implementadas en la Sala Biodiversidad del Museo de las Ciencias Universum, son actividades dirigidas en el contexto de la educación no formal con las cuales se pretende estimular el interés y desarrollar las habilidades cognoscitivas de los participantes. En ellas se proponen dinámicas para reconocer y reforzar los conocimientos previos, y se promueve la participación activa para llegar a una información determinada. Estas herramientas se proponen como una alternativa para la divulgación de la biología, pues logran poner al alcance de cualquier persona temas fundamentales en el estudio de las ciencias. En este artículo nos enfocaremos a la caja de descubrimiento de pieles, actividad que busca resaltar aspectos biológicos generales y fundamentales de los mamíferos, así como dar una muestra de su gran diversidad. Es un caso particular de la divulgación de la biodiversidad, tarea de vital importancia por su función informativa, y que pretende verse reflejado, entre otras cosas, en una actitud de respeto, conservación y uso adecuado de la diversidad biológica como consecuencia de la adquisición de información. La actividad utiliza material didáctico novedoso y variado para capturar la atención y propiciar la participación de niños. * Agradecemos a la

DGDC-UNAM

el apoyo para la realización de este artículo.

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Las cajas de descubrimiento

Descripción

Objetivos

La caja de descubrimiento de pieles de mamíferos es un depósito de pieles de diferentes animales, principalmente mamíferos, con material didáctico de apoyo para que el usuario descubra a qué animal corresponde cada una de las pieles.

Que el alumno: • Descubra y reconozca el animal al que corresponde cada piel (identificación), con ayuda de material didáctico complementario. • Confirme (por observación y deducción propia) que el pelo es característica distintiva de los mamíferos. • Deduzca cuál es la función biológica del pelaje o piel de los mamíferos. • Reconozca la existencia de dos tipos generales de mamíferos: domésticos y silvestres.

Material

Además de la piel de ocho especies de mamíferos y una de reptil, la caja de descubrimiento incluye: tarjetas con la impresión en tamaño real de las huellas de los animales; figuras de madera con la silueta de cada animal; fotografías de las especies, y fichas con breves notas informativas que funcionan como “pistas” para conducir al conocimiento de las diferentes especies (ver Cuadro 1 y Tarjetero de pistas).

Cuadro 1. Contenido de la caja de descubrimiento de pieles

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Pieles de mamíferos

• • • • • • • •

Piel de reptil

• Iguana

Material didáctico de apoyo

• Tarjetas circulares con la impresión de la huella del animal, lo más aproximado a su tamaño real. • “Galletas” de madera con la silueta del animal. • Fotografía o imagen real de la especie a la que corresponde la piel. • Tarjetas con “pistas” que pueden ir desde breves notas de la biología del animal o características físicas del mismo, hasta adivinanzas o acertijos que conduzcan al reconocimiento de la especie.

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Oso hormiguero Martucha Tigrillo Coatí Conejo Gato Perro Hámster

Tamandua mexicana Potos flavus Leopardus wiedii Nasua narica Sylvilagus sp. Felis sp. Canis familiaris Cricetus cricetus Iguana iguana


Tarjetero de pistas

Oso hormiguero

Martucha

Tigrillo

De peluche no es, un juguete tampoco, adivina quién es si de hormigas se alimenta y de termitas también.

Con el nombre de una dama se conoce a este animal; no es María ni Mariana, pero con la letra “M” su nombre ha de iniciar.

De chico, chiquillo, de zorro, zorrillo de barco, barquillo ¿y de tigre, ...?

Coatí

¡Ojo!, ¡pongan atención al principio!: • • • • •

C olor pardo O mnívoro A sustadizo T ravieso I nteligente

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Las cajas de descubrimiento

Conejo

Gato

Perro

Hámster

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Con sus grandes orejas está siempre atento y brinca asustado ante cualquier movimiento.

Mascota consentida que ronronea si la acaricias.

Noble y juguetón, por “mejor amigo del hombre” es que este animalito se ha ganado el nombre.

Del tamaño de un ratón, este curioso animalito es travieso y cachetón.


Foto: Alejandra Alvarado Zink.

Anaquel donde se guardan los materiales de las cajas de descubrimiento.

Guía de uso

La manera en que se sugiere el aprovechamiento de esta actividad es la siguiente: 1. Mostrar a los participantes cada una de las pieles, destacando las características del pelaje y la dimensión de cada una para sugerir la forma y talla del animal. 2. Disponer el material de apoyo (siluetas y huellas) al centro del grupo. 3. Formar equipos con los participantes y asignarles una o más pieles (dependiendo del tamaño del grupo y del número de equipos formados). 4. Pedir a los equipos que, a partir de la piel que se les asignó, elijan y agrupen los elementos que consideren asociados a dicho material; por ejemplo, el equipo que tiene la piel de conejo deberá seleccionar la silueta del conejo y la huella que crean que puede corresponder a la pata de un conejo. Esta asociación de elementos deberá basarse en observación del material que los usuarios tienen disponible, así como en información derivada de experiencias previas en la vida cotidiana de los integrantes del equipo. 5. Leer al grupo las tarjetas de las pistas y conforme cada equipo reconozca la correspondiente a la piel que posee, mostrar la fotografía del animal en cuestión, mencionando el nombre del animal, si es que ellos mismos aún no lo descubren. 6. Si el promotor de la actividad cuenta con información complementaria respecto a la biología de las especies que se manejan en la caja, ha de proporcionarla al público con el fin de enriquecer los conocimientos adquiridos con la actividad. Temas que se pueden abordar • Diferencias entre los mamíferos y otros vertebrados* • El pelaje y su función*

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Las cajas de descubrimiento

• Tipos de mamíferos: domésticos y silvestres* • Información biológica de los ejemplares de la caja* * • Problemática: especies amenazadas y en peligro de extinción, tráfico de especies, transformación del hábitat, ¿cómo puedo contribuir a su conservación?* * 7. El promotor deberá hacer notar al grupo que las pieles que observa tienen una característica especial: no tienen plumas como las aves, ni escamas como los reptiles o los peces, tienen pelo, y sólo los animales mamíferos poseen pelo; para ello puede apoyarse mostrando la piel de iguana contenida en la caja y señalar que pertenece a un reptil. Asimismo, puede mencionar que la cubierta de pelo del animal, a la que se denomina pelaje, sirve principalmente como aislante térmico, pues retrasa la disipación del calor de la superficie cutánea hacia el entorno y la absorción de calor ambiental hacia el organismo.También puede cuestionar al grupo para que los estudiantes mismos deduzcan la función del pelaje, así como conducir a la diferenciación entre los mamíferos silvestres de aquellos que son domésticos y la razón por la que así se les clasifica.

Sugerencias

• El desarrollo de la actividad puede variar entre 20 y 50 minutos. • Aunque niños de cualquier edad pueden hacer uso del material de la caja de descubrimiento, se recomienda para usuarios de 7 años en adelante. • Por experiencia personal, no se aconseja saturar con la carga de información a niños menores de esta edad, debido a que en su mayoría no cuentan con experiencias y conocimientos previos que les sirvan de referente.

* De manera obligatoria para cubrir los objetivos de la actividad. * * De manera opcional, en función de la disponibilidad de tiempo y respuesta de los participantes.

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Antes del aula

Enemigos íntimos

es.wikipedia.org

Ignacio Carrera Garese

Figura 1. Bacterias cilíndricas. Micrografía electrónica.

N

o me refiero a sus adversarios económicos, ni a sus contrincantes políticos, ni a sus dispares ideológicos. Me estoy refiriendo a aquellos enemigos cuya presencia nos es imperceptible en nuestra vida diaria. Silenciosamente, y de una manera que envidiaría cualquier estratega de guerra, son capaces de alterar nuestros pulmones, lesionar nuestra piel, destruir nuestro sistema fisiológico de defensa y hacernos aumentar nuestro ritmo de defecación hasta deshidratarnos. Nos rodean todo el tiempo, en el aire, en el agua, en nuestro cuerpo, y logran estar presentes hasta en nuestros momentos más íntimos, desde el baño hasta la cama. Me refiero a los conocidos vulgarmente como microbios (micro = pequeño, bio = vida), pequeñas formas de vida, y otras ni siquiera tan elaboradas como para ser seres vivos, que nos han desafiado a una guerra interminable. Viruela, tétanos, tuberculosis, malaria, varicela, diarrea, sida, sífilis, gonorrea, hepatitis, peste negra, salmonelosis son tan sólo algunos de los nombres de las enfermedades que estos pequeños pueden causarnos. ¿Qué intereses persiguen? ¿Es su objetivo destruir a la humanidad? ¿Quién empezó este problema? ¿Qué armas tenemos contra ellos? Les propongo estudiarlos para situarnos debidamente en el conflicto, conocer sus debilidades y fortalezas,

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Enemigos íntimos

Coco

Espiral

Bastoncillo

Espiral belicoidea (espiroquetas)

suponer y prever sus nuevas estrategias, e investigar sus intereses. Luego empezaremos a descubrir cómo la humanidad se ha defendido contra ellos. Anticipándome, debo establecer que en esta guerra no hay intereses en propagar ideologías, religiones, destruir “imperios” económicos ni culturales, ni la búsqueda del deseado petróleo, así que no utilizaremos la forma clásica y contemporánea del pensamiento bélico humano. En lugar de ello, les propongo utilizar la ciencia. ¿Qué son los microbios?

La palabra microbio se utiliza en el lenguaje común para denominar al conjunto de microorganismos que abarca las bacterias, los hongos y los virus. Ojos, oídos, boca y piel, los preciados órganos que nos permiten ver, oír, gustar y tocar, no nos sirven de nada por sí solos para identificar a nuestros enemigos. Éstos son demasiado pequeños para ser visualizados, tocados o degustados, y no emiten ningún tipo de ruido descifrable por nuestros oídos. Empezamos la guerra en desventaja y nos damos cuenta de que el tamaño sí importa y que no necesariamente lo más grande es lo mejor.

Figura 2. Formas de las bacterias.

Bacterias Las bacterias son seres unicelulares, es decir, células únicas capaces de vivir individualmente. En la figura 1 se muestra la imagen de algunas bacterias obtenida a través de un microscopio. Al fin observamos a uno de los temibles enemigos. Mide entre 0.1 μm y 5 μm (μm = micrómetro es una milésima de milímetro) de diámetro. Pueden presentar formas variables, algunas son cilíndricas (bastoncillos o bacilos), otras esféricas (cocos) y unas más tienen forma de espiral (figura 2). Se encuentran en todas partes. Sobre nuestra piel, dentro de nuestro esófago, estómago, intestinos, en todos los rincones de nuestra casa, en los alimentos, hasta en nuestros comprimidos medicinales. Hay miles de tipos de bacterias. Es muy complicado diferenciarlas por su aspecto, pero podemos hacerlo por sus hábitos alimenticios, por sus condiciones de vida y, fundamentalmente, por la estructura de una sustancia que contienen dentro, el ácido desoxirribonucleico (ADN). Esta sustancia, presente en todos los seres vivos, tiene una distribución diferente de los bloques moleculares que la componen en cada uno de éstos. Por lo tanto, distintos tipos de bacterias poseen ADN con ciertas diferencias.

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Investigando, nos damos cuenta de que esta diversidad impresionante de bacterias realiza diferentes funciones en la Tierra. Cuando un organismo muere, por ejemplo un animal, las bacterias lo degradan, permitiendo de esta forma reciclar las sustancias que lo componen. Hay bacterias que son fundamentales para que las plantas puedan absorber nutrientes, y existen otras en nuestros intestinos que nos permiten digerir los alimentos. ¿Pero no estábamos tratando con nuestros más temibles enemigos? Al parecer necesitamos de ellos para nuestra supervivencia. Resulta que no todos los diferentes tipos de bacterias son “malos”; vamos perdiendo los prejuicios (algo fundamental para encarar un conflicto) y nos damos cuenta de que destruir a todas las bacterias significa terminar con la vida en la Tierra y con la especie humana. Nuestro objetivo se complica porque debemos hallar los tipos de bacterias causantes de enfermedades, estudiarlos y conocer de qué forma atacarlos. Empezaremos repasando las armas que la humanidad ha desarrollado contra ellos en esta lucha por la supervivencia. Preparen, apunten… ¡fuego! Estas armas no utilizan pólvora, balas o misiles, sino que son simplemente sustancias que deben tener la peculiaridad de poder matar a las bacterias dentro de nosotros, sin perjudicar a nuestro organismo. El desafío es bastante complejo; sin embargo, ya hemos aprendido que podemos empezar a buscar esas sustancias en los seres vivos como las plantas, o crearlas nosotros mismos mediante la síntesis química. Veamos cómo el hombre, a lo largo de la historia, se las ha ingeniado para no morir de las infecciones causadas por estos pequeños. Un arsenal de ataque: las sulfonamidas Alrededor de 1930, en la fábrica alemana I. G. Farbenindustrie se descubrió un nuevo grupo de colorantes que generaban un proceso más eficiente para colorear el cuero. Un par de años más tarde, Domagk encontró que uno de estos colorantes, el “prontosil” tenía otra peculiaridad, la de defender a los ratones y conejos frente a las infecciones por bacterias. Sin embargo, concluir que estas sustancias fueran antibacterianos potentes era un poco prematuro. Se presentaba la siguiente contradicción: aparentemente el prontosil lograba matar las bacterias cuando éstas se encontraban dentro de un animal, pero no si estaba en contacto directo con ellas. Era necesario seguir profundizando en las investigaciones sobre la actividad biológica que estas sustancias podrían generar. En ese mismo año, la hija de Domagk, Hildegarde, luego de un pinchazo con un alfiler, comenzó a sentirse mal y a desarrollar una infección generalizada que

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Enemigos íntimos

NH2

=

=

la tuvo entre la vida y la muerte. Frente a esta horrible situación, Domagk decidió arriesgarse y administrar prontosil a su hija como NH2 la única esperanza para su supervivencia. Hildegarde logró recuN=N perarse de la infección, y con esto demostró que el prontosil era capaz de combatir infecciones bacterianas en humanos. Así coO menzó la historia de las sulfas antibacterianas. S NH2 O La figura 3 muestra un dibujo de las moléculas que componen el prontosil. Cada átomo está representado por su símbolo químico: N = nitrógeno, S = azufre, O = oxígeno, H = hidrógeno, Figura 3. Fórmula del prontosil. y cada vértice representa un átomo de carbono (algunos hidrógenos se omitieron para simplificar el dibujo). Al quedar confirmada su eficacia clínica, las investigaciones sobre este tipo de sustancias y su actividad antibacteriana comenzaron a extenderse. Se demostró que una vez dentro del cuerpo humano el prontosil se descompone como se muestra en la figura 4. Las moléculas que componen el prontosil se escinden en los dos fragmentos señalados en la figura. El fragmento resultante, denominado sulfonamida, es la sustancia capaz de eliminar las bacterias. De esta forma se explica cómo el prontosil no posee acción frente a las bacterias por sí mismo, pero una vez dentro del cuerpo de los animales, gracias a este cambio químico, se transforma en la sulfonamida, que es la molécula con acción biológica (antimicrobiana). Mediante la síntesis química se desarrollaron cientos de diferentes tipos de sulfonamidas, con pequeños cambios en sus estructuras químicas. Se logró un buen “arsenal de ataque” de sulfas para varios tipos de bacterias. Y no fue sino casi 10 años después, en 1940, que se descubrió cuál es el mecanismo de acción en las bacterias y por qué son selectivas para ellas y no nos hacen daño a los humanos. Como vemos, al principio bastó saber que estas sustancias servían para curar a los humanos de las infecciones y sólo mucho tiempo después se logró elucidar el mecanismo de acción. Actualmente las sulfas siguen siendo una opción eficaz en ciertas circunstancias para atacar a las bacterias (figuras 5 y 6). Hongos vs. bacterias En 1928, Alexander Fleming estudiaba una variante de estafilococos (un género determinado de bacterias) en el hospital Saint Mary en Londres. Para ello generaba cultivos de bacterias, es decir, una placa con nutrientes donde ellas crecen con el aspecto que se muestra en la figura 7. Los puntos claros no son más que colonias de bacterias (miles y miles de bacterias juntas); si tomamos una muestra y la colocamos en un microscopio electrónico, las bacterias se verán como en la figura 1.

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NH2 NH2

Metabolismo

+

H2N S

NH2

O

=

SULFONAMIDA

O

N H

H2N

O O

=

=

= =

S

Figura 5. Sulfacetamida. Se utiliza para las infecciones de los ojos. Su aplicación es local sobre el ojo dañado.

S

=

O

O

Figura 4. Descomposición del prontosil dentro de un organismo.

O

O

H2N

NH2

NH2

=

S

O

=

N=N

NH2

=

NH2

O

N H

N

Figura 6. Sulfametoxazol. Se utiliza para infecciones sistémicas y urinarias. Se administra por vía oral.

Al volver de sus vacaciones, Fleming se dio cuenta de que algunas de sus placas habían sido contaminadas con un hongo que crecía entre las bacterias. Este hecho tal vez lo hubiera pasado por alto algún experimentador apresurado, pero Fleming observó que las bacterias que estaban alrededor del moho habían muerto. Este moho secretaba una sustancia capaz de matar a las bacterias que estuvieran a su alrededor. Con otros experimentos, Fleming comprobó que dicha sustancia eliminaba gran variedad de microorganismos y la llamó penicilina, ya que el género del hongo era Penicillinium. Un grupo de la Universidad de Oxford comenzó investigaciones para obtener penicilina a partir de este hongo (1940). Éste se hacía crecer en caldos de cultivo y se extraía por métodos químicos. Al principio se necesitaban 100 litros de caldo para extraer la cantidad de penicilina requerida para tratar a un paciente por 24 horas. Esta dificultad en la obtención hizo necesario recoger la orina de los pacientes tratados para recuperar la penicilina que éstos eliminaban. En esa época, un profesor de la Universidad de Oxford bromeaba diciendo que la penicilina era una sustancia milagrosa que crecía en los orinales de los hospitales. En la actualidad existe un método efectivo para obtener la penicilina del hongo en cantidades suficientes. El descubrimiento de la penicilina fue un hecho clave en nuestra lucha contra los microorganismos. El tratamiento a pacientes infectados por una gran diversidad

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Enemigos íntimos

o Th

m a sD .B roc k, M i

ll, crobi ol ogía, 6a ., Prentic e Ha . ed 1 199

.

de bacterias era exitoso y superaba ampliamente los tratamientos anteriores. Una vez más se confirma la gran fuente de sustancias que son los seres vivos. Sorprende darnos cuenta cómo los hongos han desarrollado sustancias que les permiten protegerse de las bacterias en su lucha por dominar el medio, y que nosotros podamos hacer usufructo de las mismas. Como estrategas en desventaja en esta guerra milenaria hacemos un poco de trampa y le robamos las armas a un tercero. Figura 7. Cultivo de bacterias. Luego del descubrimiento de la penicilina, las investigaciones sobre hongos que produjeran sustancias antimicrobianas aumentaron. De éstas se descubrieron los antibióticos denominados aminoglucósidos, como la estreptomicina (1944), aislada a partir de actinomicetos (un tipo de hongos de la Tierra), que fue una de nuestras principales armas contra el bacilo tuberculoso. Hacia 1952 también se aisló la eritromicina, un “macrólido” de una cepa de Streptomyces erythreus. A lo largo de la historia hemos logrado encontrar y crear nuevas sustancias para utilizar contra estos microorganismos. Muchas de ellas han persistido dentro de nuestro arsenal de ataque y muchas otras han sido descartadas por tener demasiados efectos adversos sobre nuestro propio organismo. La “resistencia”

Las tropas de la humanidad se tranquilizaron con el descubrimiento de la penicilina. Este antibiótico era increíblemente eficaz frente a una gran diversidad de bacterias nocivas para nuestra salud, y nos hizo creer que la ventaja que habíamos logrado contra los microorganismos era inmensa. Sin embargo, se presentó la siguiente situación: comenzó a ocurrir que frente a infecciones para las que la penicilina siempre había sido eficaz, ésta ahora carecía de efecto. Enfermedades que se creía que iban a ser erradicadas por el uso de este antibiótico no mostraO ban ya ninguna debilidad frente a él. ¿Qué había sucedido? ¿Qué nuevas armas desarroS llaron las bacterias contra estas sustancias? DefinitiN vamente estos seres microscópicos, que no poseen una O COOH estructura anatómica como el cerebro que les permita pensar, no son tan tontos como parecen. Figura 8. Dibujo de las moléculas que componen la peniIntentaré esbozar una posible explicación de lo que cilina. El anillo de cuatro carbonos se denomina anillo β‚ sucedió. Supongamos que somos invadidos por exlactámico y es la zona de la molécula responsable de la actividad antibacteriana. traterrestres que amenazan con destruir la humanidad.

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Figura 9. Conjugación entre bacterias. Dos bacterias se acercan y una extiende una suerte de “puente” al que llamamos pili o pelo hacia la otra. A través de él se realiza el intercambio de ADN que quizá poseerá la forma de conseguir resistencia frente a un antibiótico. Thomas D. Brock, Microbiología, 6a. ed., Prentice Hall, 1991.

Desde sus naves espaciales comienzan a dispararnos con armas letales para los humanos, que pueden matar a todos, excepto a aquellos que nacieron con pelo rojo. Luego de atacar a todos los países, el número de humanos habrá descendido tanto que parecerá que la humanidad se ha extinguido. Sin embargo, quedará aquella porción de los que nacieron con pelo rojo. Durante unos años parecerá que no habrá humanos en el mundo, pero tiempo después tendremos una nueva población de mujeres y hombres con pelo rojo que son resistentes a las armas de los extraterrestres, y lograrán nuevamente la conquista de la Tierra (eso si no aprendieron a coexistir con los extraterrestres). Luego de este ejemplo de ficción debo decirles que es exactamente esto lo que pasó con las bacterias y con la penicilina. De los millones de bacterias que coexisten dentro de nosotros cuando estamos infectados, hay quizá dos o tres que son resistentes al antibiótico que estamos utilizando. Decir que son resistentes implica que poseen información dentro del ADN que las compone para generar sustancias que destruyan al antibiótico. Frente a una primera aplicación de la penicilina habremos erradicado la infección, pero permanecerán las bacterias resistentes, y ante nuevas aplicaciones de penicilina seguirán subsistiendo. El resultado es que un tiempo después sólo existirán bacterias resistentes a la penicilina, pues ya hemos destruido a las que eran susceptibles. Estos pequeños tienen otras formas de defenderse. Son capaces de intercambiar ADN entre ellos, lo que les permite ir pasándose la información genética necesaria para destruir el antibiótico. A uno de esos procesos mediante los cuales las bacterias intercambian ADN les llamamos conjugación y podemos observar a dos de estas bacterias “espías” intercambiando información en la figura 9. ¿Qué hacer frente a esta situación, en la cual nuestra preciada penicilina ya no sirve? Las soluciones que se plantean son varias. Podemos tirar la penicilina a la

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Enemigos íntimos

OMe

O

basura y empezar desesperadamente a buscar nuevas sustancias; podemos intentar revivir a Fleming y obligarlo a S OMe que busque otra sustancia eficiente, o podemos tranquiliN zarnos y pensar un poco más. O COOH Recordemos la fórmula de la penicilina. La humanidad optó por seguir buscando sustancias activas, pero no Figura 10. Se muestra la fórmula de la meticilina; se iba a descartar la potencialidad que la penicilina había observa que a la penicilina se le han introducido dos grupos químicos llamados metoxilos (OMe). mostrado en cierto momento. Por lo tanto, si las bacterias eran resistentes a esta sustancia compuesta por moléculas representadas en la figura, vamos a intentar engañarlas. Se comenzó a transformar químicamente la penicilina para generar pequeños cambios en su estructura, que hicieran que las bacterias no la “reconocieran” como tal. Un ejemplo de una de estas sustancias se muestra en la figura 10. A pesar de que nuevas sustancias han sido activas frente a los microorganismos y que algunos de estos derivados de la penicilina también han sido eficaces, no debemos cantar victoria. Sabemos que en cualquier momento las bacterias pueden volverse resistentes contra nuestras armas de ataque. Para evitar esto, debemos administrar antibióticos únicamente cuando un médico nos asegure que tenemos una infección bacteriana, y que la elección del tipo de antibiótico para nuestra enfermedad sea la adecuada. Cuanto más disminuyamos la necesidad de utilizar antibióticos y guardemos los más eficaces para situaciones de emergencia, daremos menos oportunidades a las bacterias para que se hagan resistentes frente a ellos y puedan destruirlos. Hemos dado un vistazo general a esta guerra y descubierto cuáles son las armas que los humanos tenemos para defendernos de estos organismos. Sin duda no es más que un ejemplo de las formas que encontramos para mantener y defender nuestra vida frente a otros seres que quieren dominar el medio. Sin embargo, no sólo los microbios nos han desafiado a una guerra para sobrevivir. La humanidad está enfrente de una amenaza que cuestiona su supervivencia en el planeta Tierra. Una amenaza que en las décadas de 1910, 1940 y 1990 ocasionó millones de muertos, y que recientemente, en el 2000, generó terror en Estados Unidos, luego en Afganistán y más tarde en Irak: el propio ser humano. Parece curioso que después de todo, nosotros mismos sigamos siendo nuestros más temibles enemigos íntimos. Bibliografía ALBERTS, Bruce, La célula, 2a. ed., Omega, Barcelona, 1992. BROCK,Thomas D., Microbiología, 6a. ed., Prentice Hall, 1991. GOODMAN y GILMAN, Las bases farmacológicas de la terapéutica, 9a. ed., McGraw-Hill, 1996.

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La cognición animal

hypatia.morelos.gob.

Natalia Estramil*

Murciélago frugívoro.

E

n un artículo anterior vimos las líneas generales del aprendizaje en los animales.1 En el presente trabajo, basado principalmente en el libro titulado Comportamiento animal. Un enfoque evolutivo y ecológico, de Richard Maier (2001), consideraremos tanto la capacidad de aprender un lenguaje como también otras capacidades vinculadas con los procesos cerebrales en los animales. Para ello, debemos tener en cuenta que si bien poseemos características en común con el resto de los animales, las diferencias que nos separan hacen muy difícil nuestro intento de entender cómo ven el mundo. Incluso si pudiéramos simular sus estilos de vida y poseer sus capacidades o habilidades particulares, existe siempre

implícita una visión antropomórfica; así, por ejemplo, podríamos llegar a sentir como humanos lo que es ser un murciélago, pero no sentir como murciélago lo que es ser un murciélago. El filósofo Thomas Nagel se pregunta: “¿qué es ser un murciélago?” Casi todos los murciélagos, además de poseer otras características biológicas, utilizan la ecolocación para percibir el mundo externo. Se trata de un sistema en el cual ellos emiten y perciben ultrasonidos, es decir, sonidos por encima de nuestra percepción acústica normal. De esta forma, por más que sepamos mucho sobre su biología y debido a que el mundo sensorial de los murciélagos es tan diferente del nuestro, Nagel en esencia concluye que “nunca

* Mi agradecimiento a Macarena González por su lectura y comentarios. 1 Natalia Estramil, “Aprendiendo sobre el aprendizaje”, Correo del Maestro, año 11, núm. 127, diciembre de 2006, pp. 38-43.

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lo sabremos”.2 Sin embargo, que no podamos sentir lo que es ser otro animal como si fuéramos ese animal no implica que no podamos intentar valorar de algún modo si existen o no estados de conciencia o, de forma más general, “capacidades cognitivas”3 en otros animales.

¿Qué pasa por la “mente” de un animal? Dentro de su medio natural, muchos animales se comportan como si reconocieran parientes, valoraran el nivel de agresividad y el tamaño de sus oponentes, y recordaran las interacciones sociales que ocurrieron en el pasado. Además, aparentemente resuelven de forma eficiente problemas relacionados con la localización y cosecha del alimento. Debido a que dan evidencia de “conocer” de una forma bastante sofisticada algunos aspectos de su ambiente y de sus compañeros sociales, uno podría preguntarse: ¿qué es lo que pasa por la “mente” de un animal? ¿Los animales son capaces de formar conceptos, de aprender el lenguaje, de tener noción de cantidades? ¿Poseen memoria y percepción de los hechos? ¿Presentan acaso procesos cognitivos complejos al igual que los humanos? Éstas son algunas de las preguntas que están en debate dentro de la comunidad científica y sobre las cuales centraremos nuestra atención.

A tener en cuenta Cuando se trata de comparar las capacidades de aprendizaje o de “inteligencia” que poseen los diferentes animales, puede cometerse una

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serie de errores de interpretación. Diferentes especies son sometidas a un mismo tipo de experimento, y ciertas especies generalmente aprenden a resolver el problema planteado con mayor dificultad que otras. Este resultado debe evaluarse con cuidado, ya que puede ser consecuencia de que el animal no se encuentra motivado o que no “entiende” el problema planteado. No hay que olvidar que cada especie evolucionó en un ambiente ecológico y social diferente, y quizás el animal no se encuentre familiarizado con el problema o situación al que es expuesto en los experimentos. Sin embargo, aun si estuviera familiarizado, podría no resultar importante para la historia natural de la especie. De estos hechos deriva, en parte, el cuidado que se toma al valorar cuán “inteligente” o cuánta capacidad de aprendizaje tienen los diferentes animales.

¿Pueden formar conceptos? Conceptos de objeto Al presentarle varias fotografías a un animal cuando sólo algunas de ellas muestran ejemplos de una determinada categoría de objeto, como por ejemplo personas, podemos evaluar su capacidad de formación de conceptos. Para ello se debe recompensar al animal cada vez que emita una respuesta correcta; por ejemplo, cada vez que una paloma picoteara una tecla en respuesta a la aparición de una o varias personas en la fotografía. Si la paloma sólo picotea consistentemente cuando observa fotografías con personas, entonces podemos asumir que formó el concepto “humano” o “persona”. Aunque podría argumentarse que las palomas estarían respondiendo a

Esta visión, cabe mencionar, se puede extender al resto de los animales si nos hacemos la misma pregunta para cada uno de ellos. La cognición, según Markl (1985), es la habilidad de relacionar piezas de información diferentes, que no estaban conectadas, con nuevas formas, y aplicar los resultados adaptativamente.

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Conceptos abstractos Para formar estos conceptos, el animal debe ser capaz de extraer un principio que se aplique a una gran variedad de circunstancias. Se ha estudiado la formación del concepto de similitud tanto en aves como en mamíferos. Para ello, se presentan tres estímulos, dos de los cuales son similares, y se recompensa al animal cada vez que elija cada uno de los dos estímulos. Una vez aprendida la respuesta correcta, se presenta un nuevo trío de estímulos en el que también dos de ellos son similares. Si el animal mejora su aprendizaje, es decir, si elige cualquiera de estos dos estímulos más rápidamente, se puede suponer que ha formado el concepto de similitud o igualdad. De forma análoga, se puede generar el concepto de disimilitud si se recompensa al animal cuando elige el estímulo diferente. Los estudios demuestran que varias especies de aves así como mamíferos poseen la capacidad de formar conceptos abstractos tanto de similitud como de disimilitud. 4

Enciclopedia de los animales, v. 6, Anesa, Noguer, Rizzoli y Larousse, B.A., 1972.

otros aspectos de la fotografía como su brillo, cuando éstos se regulan las palomas todavía son capaces de formar conceptos como “humano”, “árbol” y “agua”.4 La importancia biológica de esta capacidad en las palomas radica en que interactúan con dichos conceptos en condiciones naturales. Los primates, en cierto modo, poseen la capacidad todavía más desarrollada de formar conceptos que las palomas. Así, los macacos rhesus (Macaca mulatta) aprenden a distinguir diapositivas con individuos de su misma especie de otras con individuos de macacos japoneses (Macaca fuscata) que presentan un aspecto similar. Esto les permite tomar las “estrategias sociales correctas”. Se ha visto que las palomas tienen la capacidad de estimar cantidades.

¿Poseen la capacidad de aprender un lenguaje? Como ya hemos visto, ciertos animales diferentes al hombre poseen la capacidad de formar conceptos. Por otra parte, sabemos que los conceptos pueden ser representados a través de símbolos o palabras, entonces, ¿podrán también estos animales aprender el significado de los símbolos o las palabras? Un caballo llamado Hans el Listo y su dueño despertaron las primeras controversias en lo que respecta al lenguaje. Cuando su dueño le hacía preguntas matemáticas, Hans el Listo respondía correctamente golpeando con sus cascos el suelo. Hans parecía entender lo que su dueño le preguntaba. Sin embargo, experimentos posteriores demostraron que de manera inconsciente su dueño realizaba movimientos sutiles de su cabeza y rostro, indicándole a Hans que dejara de golpear el suelo una vez que lo hubiera hecho el número de veces suficiente.

Las palomas también tienen la capacidad de formar otro concepto, el concepto “pez”.

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La cognición animal

El hecho de que un humano transmita pistas para que un animal emita “respuestas aparentemente inteligentes” se ha popularizado con el nombre de “fenómeno de Hans el Listo” y ha llevado a que los investigadores extremen los cuidados al realizar experimentos complejos como los de comprensión lingüística.

Algunos ejemplos de lenguaje animal Si bien pueden existir grandes controversias como en el caso de Hans, en general se ha visto que algunos animales diferentes al hombre poseen la capacidad de aprender un lenguaje rudimentario.5 Los grandes simios, por ejemplo, después de ser instruidos por mucho tiempo, pueden comunicarse usando símbolos que representen objetos y acciones. No obstante, aunque la distancia que nos separa no es tan larga, no son capaces de aprender el lenguaje sin la ayuda del hombre, y el domino de la sintaxis que llegan a desarrollar es muy limitado. Si al parecer el abismo que existe entre grandes simios y humanos en lo que respecta al lenguaje no es tan grande, ¿por qué los grandes simios no han desarrollado de forma natural el lenguaje? La respuesta probablemente se encuentre más relacionada con problemas en la producción de sonidos (debido a que poseen un aparato fonador distinto) que en la comprensión del habla. La postura bípeda quizá favoreció a que se desarrollara sólo en humanos un aparato fonador anatómicamente adecuado para la producción de sonidos como las consonantes, vitales en el desarrollo del lenguaje oral.6 Además de los grandes simios, algunos estudios sugieren la existencia de un potencial rudi5 6

mentario para aprender algún tipo de lenguaje en muchos mamíferos marinos. En las aves, por otra parte, se ha visto que, además de formar conceptos, en algunos casos también pueden expresarlos vocalmente. Así lo demostró Alex, un loro gris (Psittacus erithacus) que aparentemente entendía los conceptos igual y distinto, y además era capaz de expresarlos vocalmente. Este loro aprendió a discriminar entre 80 objetos diferentes, así como a responder correctamente si dos objetos nuevos diferían en color o en forma.

¿Poseen la capacidad de estimar algún tipo de cantidades? Si bien las capacidades cuantitativas de los animales distintos al hombre son limitadas, algunos animales, entre ellos ciertas aves y mamíferos, poseen la capacidad de estimar algún tipo de cantidades. Si el alimento es abundante y está bien distribuido, las probabilidades de que un animal lo encuentre son muchas. Sin embargo, cuando el alimento se encuentra en mayor medida en ciertas zonas, el animal deberá buscar formas para encontrarlas e identificarlas. Así pues, cuando se expuso a carboneros comunes (Parus major) ante parcelas de distinta densidad de alimentación, durante los primeros minutos estas aves buscaban el alimento de forma aleatoria en varias parcelas, pero luego de un breve periodo pasaron la mayor parte del tiempo alimentándose en la parcela con mayor cantidad de comida. Al parecer, durante los primeros minutos los carboneros obtuvieron información sobre la densidad de alimento que existía en cada parcela de alimentación, es decir,

Cabe mencionar que los animales aprenden a comprender el lenguaje antes de poder expresarlo. Ésta es una de las principales explicaciones que existen sobre por qué no surgió de manera natural algún tipo de lenguaje articulado en los grandes simios.

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Enciclopedia de los animales, v. 4, Anesa, Noguer, Rizzoli y Larousse, B. A., 1972.

En un experimento, algunos carboneros palustres, como el de la imagen, demostraron que las aves tienen la capacidad de recordar.

evaluaron la calidad de cada una. Esto último era justamente lo que les permitía elegir la mejor parcela para alimentarse, y permanecieron en ella por más tiempo. La capacidad de estimar algún tipo de cantidades no sólo puede servir para abandonar la parcela en el momento más adecuado, sino para definir el momento en el cual existe una cantidad de alimento dado (u otros recursos) como para defenderla de los intrusos. Para finalizar, mencionemos que se ha visto que también las palomas tienen la capacidad de estimar algún tipo de cantidades, ya que en un experimento se demostró que son capaces de distinguir si se ha producido mayor cantidad de destellos de luces azules que rojas o si se ha producido lo contrario. La capacidad de estimar una cantidad mayor o una cantidad menor también se ha visto en primates como los chimpancés y los macacos rhesus.

Memoria y percepción Indudablemente los animales diferentes al hombre han de tener sistemas para organizar y almacenar la información. Desde la década de 1980, por ejemplo, varias pruebas señalan que al menos algunas especies de aves poseen la capacidad de recordar en qué lugar escondieron las provisiones, sin embargo, el recuerdo es más específico de lo que se pensaba, por lo menos en algunos casos. Los carboneros palustres (Parus palustris) ejemplifican este hecho: en un experimento se dejó a estas aves esconder dos tipos de semillas, uno de ellos era el preferido. A continuación se sacaron las semillas de los escondites para evitar cualquier pista. Los investigadores observaron que cuando estos carboneros palustres tuvieron la posibilidad de recuperar sus semillas, se dirigieron primero a los escondites

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Enciclopedia de los animales, volumen 6, Editorial Anesa, Noguer, Rizzoli y Larousse, Buenos Aires, 1972.

La cognición animal

En animales como los primates, las imágenes de búsqueda también ayudan al reconocimiento individual de sus compañeros de grupo.

que antes contenían sus semillas predilectas. Además, los carboneros palustres demuestran que las aves pueden tener la capacidad de recordar si el alimento almacenado ha sido recuperado o no, pues tienden a buscar semillas sólo en los escondites que no han sido visitados. Si hablamos de percepción en los animales, no debemos dejar de mencionar dos puntos: 1) Las imágenes de búsqueda: cuando uno sabe con exactitud lo que busca, probablemente es más fácil que lo encuentre, de esto se tratan las “imágenes de búsqueda”. Lo mismo sucede en 7

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el resto de los animales, esto les facilita tanto la obtención de alimento como la identificación de potenciales predadores. En animales como los primates, las imágenes de búsqueda también ayudan al reconocimiento individual de sus compañeros de grupo, y en algunos casos incluso se perciben relaciones familiares.7 2) La permanencia de objeto: es otro fenómeno relacionado con la percepción, que también facilita la obtención de alimento además de otras actividades relacionadas. El concepto de “permanencia de objeto” trata de la capacidad de percibir que un objeto existe de forma continua aunque no esté a la vista. Aunque una gran variedad de animales posee este concepto desarrollado a un nivel simple,8 perros y primates terrestres aparentan poseer un nivel más complejo del mismo.9 Hasta aquí hemos tenido en cuenta algunos aspectos básicos de la cognición animal; para finalizar consideraremos otros procesos cognitivos que son todavía más complejos y que hasta hace relativamente poco eran considerados sólo en los humanos.

Los procesos cognitivos complejos La intencionalidad y la planificación Permiten preparar al animal para los sucesos que enfrentará en el futuro. Un trabajo bastante convincente que da indicios de su posible existencia es el realizado en condiciones naturales con chimpancés: en el medio natural, las madres

En el momento en que un mono vervet (Cercopithecus aethiops) observa que una cría es agredida por otro mono, generalmente busca con la mirada a la madre de dicha cría. Requiere la capacidad de recordar eventos recientes, así pues, cuando se esconde un objeto delante del animal, lo buscará en el área en que acaba de desaparecer. Cuando se esconde el objeto en dos lugares posibles y el experimentador da evidencia de que no se encuentra en uno de ellos, el animal busca de forma sistemática en el otro, entonces se puede pensar en procesos más complejos que la memoria.

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Robert Snedden, ADN e Ingeniería Genética, Correo del Maestro y Ediciones La Vasija, México, 2005.

Enemigos íntimos

Microfotografía de bacterias Escherichia coli, de forma cilíndrica. Magnificación aproximada x 5000.


Robert Snedden, ADN e Ingeniería Genética, Correo del Maestro y Ediciones La Vasija, México, 2005.

Estas bacterias Bacillus subtilis se modificaron genéticamente para producir una vacuna. Las áreas rojas y moradas indican la presencia de la vacuna. Magnificación aproximada x 50000.


Enciclopedia de animales, v. 1, Anesa, Noguer, Rizzoli y Larousse, B. A., 1972.

La cognición animal

El orangután vive en las selvas más húmedas de Sumatra y Borneo. Abandona sus lugares predilectos sólo a falta de alimento.


Los chimpancés jóvenes, como los de esta imagen, son vivaces, activos, amistosos y dispuestos a aceptar la compañía de otros animales y del hombre.

Enciclopedia de animales, v. 1, Anesa, Noguer, Rizzoli y Larousse, B. A., 1972.


Foto: Guadalupe Rosas y Francisco Antonio Ledesma.

Pintura con los dedos II

De manera natural, el niño tiene un acercamiento a las artes. Instintivamente empieza a dibujar, a manchar y a generar piezas cargadas de belleza. Dibujo hecho mediante la técnica de engrudo coloreado y marcas.


Foto: Guadalupe Rosas y Francisco Antonio Ledesma. Foto: Guadalupe Rosas y Francisco Antonio Ledesma.

Los niños pueden usar cualquier tipo de apoyo didáctico para las actividades de dibujo como peines, tenedores, palitos, plumas de guajolote, cepillos de dientes y muchas cosas más.

El niño no concibe el significado estético, simplemente expresa, experimenta y con ello madura intelectualmente.


Foto: Guadalupe Rosas y Francisco Antonio Ledesma.

Al paso del tiempo la apreciación estética del niño se irá conformando con información y entonces abordará el arte con otro sentido.


Dibujo hecho mediante la técnica de engrudo coloreado y marcas sobre papel húmedo. La edad del autor oscila entre los 4 y 6 años.

Foto: Guadalupe Rosas y Francisco Antonio Ledesma.


Jen Green, Un arrecife de coral, Correo del Maestro y Ediciones La Vasija, México, 2005.

Mundos pequeños

La mayor parte de los arrecifes de coral se hallan en los trópicos, zonas cálidas del planeta cercanos al Ecuador. En México, los hay en el océano Pacífico, el Golfo de México y en el Mar Caribe, en la Península de Yucatán.


Lorien Kite, Un árbol de la selva, Correo del Maestro y Ediciones La Vasija, México, 2005.

Las alas de la mariposa “alas de cristal” tienen una transparencia tal, que vuelven al animal casi invisible en la sombra de los árboles.


Jen Green, Un cacto saguaro, Correo del Maestro y Ediciones La Vasija, México, 2005.

Los colores y patrones del caparazón de esta tortuga se confunden con el desierto y la ocultan de la vista de los depredadores.


La tarántula del desierto caza de noche y se oculta de día bajo una piedra. Jen Green, Un cacto saguaro, Correo del Maestro y Ediciones La Vasija, México, 2005.


Enciclopedia de los animales, volumen 2, Editorial Anesa, Noguer, Rizzoli y Larousse, Buenos Aires, 1972.

Perro adiestrado para guiar a los ciegos.

de estos primates dejan objetos que podrán ser utilizados como yunques o martillos cerca de nueces, o a veces depositan nueces sobre la piedra que actúa como yunque (hembras sin crías no presentan estos comportamientos). Y aún más, las madres, en general, no hacen caso al pedido de sus crías para obtener nueces ya cascadas, así ayudan a que las crías aprendan a cascar las nueces por sí solas; de esta forma las madres promueven el aprendizaje del uso de instrumentos en sus crías. Aunque puede atribuirse a otras causas, este hecho puede ser tomado como una posible evidencia de intencionalidad o planificación. El autorreconocimiento10 ¿Acaso los animales se ven a sí mismos como algo distinto del medio y del resto de los ani10

males? Considerando el conjunto de investigaciones que se han realizado, se puede decir que hay suficientes pruebas que indican la existencia de autorreconocimiento en ciertas especies no humanas. Al respecto, Gordon G. Gallup Jr. observó cómo reaccionaban los chimpancés al presentarles un espejo. Si bien al principio se mostraban como si estuvieran observando a otro chimpancé, luego de unos días comenzaban a explorarse partes del cuerpo que no podían verse sin la ayuda de un espejo. Para saber si esto podía estar indicando algún tipo de autorreconocimiento, se anestesió y pintó a cada chimpancé en orejas y frente con pintura no irritante e inodora. Posteriormente, al ver que no notaban la pintura, pues rara vez se tocaban las manchas, se les presentaba un espejo. Al verse reflejados, los chimpancés tocaban

Hacemos en este artículo referencia al “autorreconocimiento” como sinónimo de “autoimagen”, es decir, poder reconocer la propia imagen corporal ya sea en espejos, fotografías, filmaciones, etcétera.

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La cognición animal

con mayor frecuencia sus manchas de pintura. Este tipo de autorreconocimiento también ha sido observado en orangutanes. La teoría de la mente Esta teoría hace referencia a la posible capacidad de atribuir intenciones, estados de conocimiento y sentimientos a otros individuos. El estudio de autorreconocimiento en chimpancés mencionado anteriormente permite pensar que en ellos por lo menos existe el primer paso para su desarrollo: el concepto del “yo”. Las pruebas que existen hasta hoy proponen que al menos algunos simios poseen rudimentos de esta teoría aunque se diferencien del grado de sofisticación alcanzado en los humanos. No sabemos si este resultado es consecuencia del escepticismo en la interpretación de los datos o si realmente se han evaluado de forma correcta las diferencias que poseemos al respecto. Aún faltan numerosos estudios para evaluar esta teoría; la tarea, claro está, no es sencilla. La conciencia Según el psicólogo Donald Griffin, no podemos rechazar la posibilidad de que algunos animales posean “conciencia”. De cualquier forma, si fueran conscientes, no significaría que, en comparación con nosotros, tuvieran la misma conciencia de sí mismos y de su existencia. La tarea

de evaluar los indicios de existencia de conciencia es también difícil, incluso en humanos que pueden expresarse mediante el lenguaje. ¿Puede uno afirmar que lo que experimenta una persona de forma consciente es comparable a lo vivido por otra? O por decirlo de otra forma, ¿puede uno afirmar que el sabor de un caramelo de vainilla es el mismo en diferentes personas?

Para cerrar conceptos Animales distintos del hombre son capaces de formar conceptos y están capacitados para evaluar algunos aspectos cuantitativos. Asimismo, pueden llegar a aprender un lenguaje para comunicarse, aunque sea de forma rudimentaria. Sin embargo, necesitan de los humanos para lograrlo y están limitados por la anatomía de su aparato fonador. Ciertos animales, además, aparentemente poseen cogniciones complejas, principalmente los grandes simios. No podemos responder con los métodos científicos de hoy en día si los animales distintos del hombre poseen conciencia. De todas formas, no tenemos por qué descartar en principio la posibilidad de su existencia. La creciente necesidad de saber cuánto se acerca el resto de los animales a nosotros, por lo menos a este respecto, seguirá nutriendo el avance en el conocimiento de la cognición animal.

Bibliografía CARRANZA, J. (ed.), Etología. Introducción a la ciencia del comportamiento, Universidad de Extremadura, Cáceres,1994. CHENEY, D. L. y R. M. Seyfarth, How Monkeys See the World. Inside the Mind of Another Species, University of Chicago Press, Chicago, 1990. MAIER R., Comportamiento animal. Un enfoque evolutivo y ecológico, McGraw-Hill-Interamericana de España, SAU, Madrid, 2001. MANNING, A. y M. S. Dawkins, An Introduction to Animal Behaviour, 4a edición, Cambridge University Press, Gran Bretaña, 1995. VARGAS-PÉREZ, H. y J. L. Díaz, “El enigma de la mente animal”, Elementos, ciencia y cultura, "http://www.elementos.buap.mx/num36/htm/19.htm" www.elementos.buap.mx/num36/htm/19.htm

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Certidumbres e incertidumbres

Los cambios de actitud de la educadora al ser madre

Foto: Archivo.

Manuel Medina Carballo

Los factores sociales influyen en la percepción de la práctica docente de la educadora.

E

ste artículo, resultado de una investigación, trata de entender las actitudes que asume la educadora en cuatro diferentes momentos: antes de ser madre, cuando está embarazada, al ser madre (soltera o casada) y cuando sus hijos ingresan a la escuela. Estas actitudes se relacionan con la feminización y la profesionalización del trabajo docente, así como con las condiciones de trabajo en el aula, específicamente el tiempo productivo e inerte. Al mismo tiempo, se analizan el papel de esposa y el papel de madre de la educadora.

Feminización del trabajo docente La feminidad, dice Elizondo,1 es como un orden conformado por la convivencia de prácticas y 1

señalizaciones con determinada asignación valorativa que se atribuye a una diferencia presente en lo real, a una diferencia sexual-biológica que existe como referente universal. De otra manera, lo femenino tiene una serie de experiencias, actitudes, ritos, símbolos, esquemas de pensamiento y de relación, etc., que constituyen el imaginario de lo femenino que la hacen diferente de lo masculino, pero además de esto, están las diferencias sexuales primarias y secundarias. Esta diferenciación entre lo femenino y lo masculino ha variado a través de las diversas culturas y es parte del proceso socio-histórico de la humanidad. Entender la diferencia entre los conceptos femenino y masculino es indispensable para retomar el problema de la dominación de la mujer,

Aurora Elizondo, Básica, núm. 6, julio-agosto de 1995, p. 7.

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Los cambios de actitud de la educadora al ser madre

debido a la división sexual del trabajo que plantea Namo de Mello,2 que sirve a intereses económicos. La dominación sexual se da por el ejercicio del poder por parte del hombre; tal dominación establece una condición de subvaluación de la mujer que se extiende hacia su desempeño profesional. Estas relaciones de desigualdad: inferioridad/superioridad3 reflejan el lugar que ocupa la mujer en la división social del trabajo en nuestra sociedad; son relaciones que favorecen una retribución desigual de salario y prestigio para las profesiones masculinas y femeninas. Papel profesional de la educadora Los intereses de las educadoras están determinados por la situación de trabajo y se pueden clasificar, según Pollard,4 en primarios y secundarios. Los intereses primarios (necesidades básicas), que son los que interesan para este trabajo, son los que se definen por la “supervivencia” personal de la educadora: imagen de sí misma, carga de trabajo, salud y tensión, goce del trabajo, autonomía. La imagen de sí misma incluye la identidad y sus convicciones, puede ser ideal respecto a lo que debe ser la práctica docente, pero se confronta con la imagen pragmática que se adapta a las necesidades reales de la situación de trabajo que está viviendo. Relacionado con estas imágenes de sí misma, está lo que la profesora cree que debe hacer y lo que de hecho puede hacer, puesto que tiene que dosificar la carga de trabajo para mantenerse activa toda la semana, incluso todo el año lectivo. El tercer interés de la educadora es evitar la tensión para conservar la salud y, por lo mismo, conservar su trabajo. En consecuencia, si puede 2 3 4 5

hacer que estas experiencias de enseñanza-aprendizaje sean placenteras, podrá disfrutar de su trabajo y más si controla la propia situación en el diálogo con los alumnos, con las autoridades y los padres de familia. De esta manera logrará el sentimiento de independencia y autonomía. Condiciones de trabajo en el aula Por otro lado, las docentes trabajan con personas bajo condiciones especiales, según nos plantea Lortie:5 primero, la relación maestro-alumno no es una relación, la profesora puede escoger la zona escolar, la escuela y el grupo, pero no tiene derecho formal de elegir a sus alumnos. En segundo lugar y como consecuencia de esta relación no voluntaria, la preceptora debe crear las condiciones que aseguren el esfuerzo e interés de los estudiantes, a los que Lortie llama “trabajadores” del maestro, en el proceso de aprender a trabajar. Por último, la educadora debe asegurar que las metas (programa) se alcancen y que las relaciones se manejen dentro del grupo. Las actividades y el tiempo en el aula La relación en que el docente da prioridad a las actividades de los alumnos sucede en el tiempo y en el espacio. Lortie nos menciona dos tipos de tiempo con que cuenta el maestro: el tiempo potencialmente productivo y el tiempo inerte. El tiempo potencialmente productivo es el que se dedica a la enseñanza directa o a actividades relacionadas íntimamente con ella, por ejemplo, la preparación de clases; la enseñanza directa corresponde a la jornada laboral del maestro, pero generalmente esta jornada continúa en su casa, a diferencia de otros profesionistas o empleados asalariados; sin embargo, estas horas

Guiomar Namo de Mello, Ser maestro, 1985, p. 58. Agnes Heller, Sociología de la vida cotidiana, 1987, p. 360. Andrew Pollard, Ser maestro, 1985, pp. 131-134. Dan C. Lortie, Ser maestro, estudios sobre el trabajo docente, 1985, pp. 93-97.

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de trabajo en el hogar no son reclamadas como tiempo extra.6 El tiempo inerte es el no dedicado a la enseñanza y no es benéfico para el maestro ni para los estudiantes, por ejemplo, el papeleo administrativo, las interrupciones y las presiones de tiempo, y los trabajos adicionales. El tiempo realmente libre del maestro depende de la cantidad de trabajo que se lleve a casa. La profesión de la docencia en sus inicios es una praxis que estuvo regida casi exclusivamente por el hombre; aun así, se ha considerado como una profesión devaluada, pero con la feminización del trabajo docente esta subvaloración se agudiza. Un factor que interviene en este proceso histórico puede ser el aumento significativo de la participación de la mujer en el mercado de trabajo, con las repercusiones consiguientes. Hasta hace algunas décadas, en la educación preescolar predominaban las mujeres de familias económicamente estables, quienes realizaban una labor asistencial antes de casarse. La relación de la educadora (mujer/madre) con los niños, a los cuales hay que proporcionar amor y cariño, se identifica con la entrega y vocación, y su consecuente vaciamiento, de considerar la profesión de enseñar como profesión asalariada.7 En los últimos años se han integrado al servicio de este nivel educativo jóvenes con estudios de secundaria y de bachillerato para atender zonas rurales de condición marginal en general. La participación de la mujer en la práctica docente en nuestro país se remonta al siglo XVIII con las escuelas de la “Amiga”.8 Dichas instituciones eran presididas por mujeres ancianas que se encargaban de impartir las nociones elementales de religión, lectura, escritura y labores 6 7 8 9 10

manuales. Estas escuelas debían tener un permiso para poder funcionar. En 1877,9 se funda la primera escuela de párvulos en la ciudad de México; a partir de este momento se inicia la educación preescolar y a cargo de ella están las mujeres. Sin embargo, éste ha sido un espacio ganado por las primeras educadoras porque consideraban específico de la mujer el cuidado de los niños.

Roles de la educadora Papel de esposa La madre educadora generalmente es esposa, aunque puede ser madre soltera, y en este caso su salario es el único ingreso para el sustento de la familia. En el caso primero, se puede decir que el salario es parte importante para el mantenimiento de la familia conjuntamente con los ingresos del esposo. Papel de la madre La madre es, según Elizondo,10 el significante central con base en el que se estructuran las funciones y el papel del docente de preescolar. Esta tesis de que la mujer cuenta con un saber intuitivo, derivado del amor maternal, se opone al saber masculino que necesita una legitimación social que implica niveles superiores de abstracción y comprensión de la realidad. Esta situación tiende a desvalorizar profesionalmente al magisterio preescolar. Por otro lado, la imagen infantil, de inocencia, de belleza y de amor se asocia con la madre-virgen que debe proyectar toda educadora. Ambas imágenes son parte del imaginario social, que todavía persiste, y es necesario

Deolidia Martínez, El riesgo de enseñar, 1992, p. 36. Guiomar Namo de Mello, Ser maestro, 1985, pp. 55-56. Francisco Larroyo, Historia comparada de la educación en México, 1981, p. 120. SEE, Historia del jardín de niños en el estado de Michoacán, 1982, p. 27. Aurora Elizondo, Básica, no. 6, 1995, pp. 7-9.

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Los cambios de actitud de la educadora al ser madre

diferenciarlas para entender cuál es la función docente y cuál es el instinto maternal de la educadora, con el fin de transformar y fomentar la profesionalización del ejercicio docente en preescolar.

Diseño metodológico de la investigación Los antecedentes teóricos son necesarios para enmarcar el papel de la educadora en nuestro país, y específicamente en Morelia, Michoacán, además de justificar el reporte de investigación que surge del proceso de trabajo de la asignatura Análisis de la práctica docente propia con el grupo de 2o semestre “A” de la Licenciatura en Educación Elemental, Plan 94 de la Universidad Pedagógica Nacional, Unidad 161. El grupo está conformado totalmente por educadoras con formación normalista y de bachillerato, quienes se plantearon las siguientes preguntas: • “¿Cómo repercuten las relaciones dentro de mi familia en mi trabajo cotidiano?” • “¿Se tiene mayor conciencia o sensibilidad para tratar al niño preescolar cuando se es madre?” • “Al ser mamá, ¿cómo cambia la relación alumno-maestro en la práctica docente?” Tales preguntas aparecen cuando las educadoras se cuestionan su papel de docentes, pero hay duda específicamente sobre los cambios de actitud que se asumen cuando se es madre. La segunda pregunta: “¿se tiene mayor conciencia o sensibilidad para tratar al niño preescolar cuando se es madre?”, obtuvo una gran aceptación por la mayor parte del grupo, fue considerada como la mejor pregunta de las tres. Posteriormente se generó la discusión para reelaborar la pregunta, en donde se consideró que los conceptos centrales que se problematizarían serían: cambio de conciencia y sensibilidad, práctica

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docente y madre-educadora. Por último, la pregunta quedó redactada de la siguiente forma: • ¿Cómo cambia la conciencia y la sensibilidad de una educadora cuando es madre y qué repercusiones tiene en su práctica docente?

Procedimientos de obtención de datos A petición del asesor, las educadoras-estudiantes aplicaron la pregunta a una educadora que fuera madre en el jardín de niños donde trabajaban. La respuesta al cuestionamiento debería presentarse por escrito. Las educadoras presentaron sus escritos, los pegaron en la pared del salón de clases para que todas y cada una los leyeran. Se integraron en equipos para poder encontrar respuestas, regularidades o conceptos que se estaban manejando en la información obtenida y poder elaborar un solo escrito por equipo. Las preguntas que se plantearon en la entrevista fueron construidas sintácticamente de manera diferente, sin embargo, su contenido conceptual es el mismo. 1. “¿Cómo cambia la conciencia y la sensibilidad, al ser la educadora madre, en su relación maestro-alumno en su práctica docente?” 2. “¿Cómo fue el cambio de la relación maestroalumno en cuanto a la conciencia y sensibilidad, al momento que la educadora fue madre dentro de su práctica docente?” 3. “¿Al ser madre-educadora, cómo cambia tu conciencia y sensibilidad, en la relación maestroalumno dentro de la práctica docente?” 4. “¿Cómo cambia la conciencia y sensibilidad de una educadora cuando es madre, en su relación maestro-alumno, en su práctica docente?” 5. “¿Hubo algún cambio en tu práctica docente, en relación con mayor sensibilidad o conciencia, al ser madre?”


6. “Al ser madre, ¿qué cambio de actitud observaste en la relación con los niños en tu práctica docente?” 7. “¿Cómo cambia la conciencia y la sensibilidad para tratar al preescolar cuando se es madre?” En el proceso de la recolección de la información se observó que, en algunos casos, las profesoras aplicadoras de la pregunta lo hicieron verbalmente y, en otros, se escribió la pregunta y se le entregó a la persona investigada. La intención fue demostrar cómo las explicaciones de las educadoras a la pregunta objeto de indagación, acerca de lo que ellas piensan de sus actuaciones, crean una realidad que puede ser investigada. Los significados que las educadoras construyeron respecto de su realidad educativa y social fueron objeto de interpretación para el investigador, pero también fueron objeto de reflexión para las educadoras investigadas. El investigador puso por escrito el análisis de manera que lo pudieran reflexionar los sujetos de la investigación, se les entregó y se registraron sus reacciones frente al contenido del documento. Este procedimiento de validación de respuesta11 permitió entender si las interpretaciones que asignaban el investigador y sus alumnas fueron los significados que las educadoras investigadas les asignaron. Motivo de investigación en este trabajo son las actitudes que tienen los sujetos investigados respecto al proceso, quienes viven de ser educadoras solteras, luego esposas y posteriormente madres, al mismo tiempo que desarrollan su trabajo docente. La actitud12 es una predisposición que incluye elementos cognitivos y afectivos referentes a un sector de la realidad. Esta predisposición es relativamente estable, en la medida que facilita la relación con los demás 11 12

sujetos de la sociedad. Sin embargo, las actitudes son dinámicas porque pueden ser modificadas por los sujetos. Estas modificaciones o cambios pueden deberse a cambios en la vida sociocultural en la que se desarrolla el sujeto, cambios en el grupo social de pertenencia, cambios en los procesos de enseñanza-aprendizaje en donde se desenvuelven, etcétera.

Análisis e interpretación de resultados Las actitudes de la educadora hacia los niños El objetivo de la investigación fue observar si desde la perspectiva de las educadoras existe un cambio de actitud respecto a los niños cuando ellas son madres. Por tanto, el concepto de actitud o actitudes es dividido cronológicamente para entender si existió cambio o no: primero, antes de ser madre, estando soltera y ejerciendo la docencia; segundo, durante el embarazo; tercero, después de ser madre, constructo que se dividió en madre soltera y madre casada, y cuarto, cuando sus hijos ingresan a la escuela. 1. Antes de ser madre (soltera) La actitud de la educadora en su relación con niños antes de ser madre y siendo soltera es de tratar a los alumnos con cariño, respetar sus iniciativas y dedicarles el tiempo necesario. Respecto a la organización de su trabajo, dedica más tiempo a la preparación de materiales y documentos. En general, la conciencia y la sensibilidad están centradas en el grupo de preescolar; por lo mismo, las madres de familia prefieren a las educadoras solteras porque no están abrumadas por los conflictos familiares. Esta valoración positiva de las madres de familia no es extensiva a las otras categorías.

Robert McCormick y Mary James, Evaluación del currículum en los centros escolares, 1996, p. 184. Santillana, Diccionario de ciencias de la educación, 1987, pp. 36-37.

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Los cambios de actitud de la educadora al ser madre

2. Durante el embarazo La educadora que está embarazada cambia su actitud por varias razones: primero, adquiere conciencia de la responsabilidad que va a asumir como madre ante las nuevas situaciones de vida, al mismo tiempo que su cuerpo va cambiando; en segundo lugar, en su relación con los niños pone límites a causa de su situación fisiológica y para que no la lastimen; además, las labores hogareñas le restringen el tiempo que dedica a la preparación de las clases. Hay rechazo de las madres de familia porque una maestra embarazada puede no dar continuidad a todo el ciclo lectivo, además de que puede tener complicaciones durante su embarazo. 3. Después de ser madre La información que se obtuvo de las educadoras permitió dividir este constructo en las actitudes que asume la madre casada educadora y las actitudes que asume la madre soltera educadora. a) Madre casada La madre educadora comprende mejor las situaciones, reacciones y problemas de los niños debido a sus experiencias como madre, lo que se refleja en las siguientes situaciones: trata a los niños con atención y paciencia, crea un ambiente de confianza y dialoga con ellos, los deja participar en el proceso de enseñanza-aprendizaje, se interesa por las actividades que están realizando o los motiva a realizarlas, percibe y entiende mejor sus sentimientos y necesidades afectivas. Como dijo una educadora: “Proyecto mis sentimientos de madre con los niños de preescolar”. Hubo un caso de una educadora madre que decía que ahora tenía menos paciencia con los niños. Si antes como soltera dedicaba más tiempo a la preparación de los materiales y organización 13

Carl R. Rogers, Análisis de la práctica docente propia, 1991, p. 80.

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de las clases, ahora como madre y esposa dosifica sus tiempos de tal manera que “no elabora nada de la escuela en su casa”. El tiempo y la calidad de la relación son mayores con sus hijos que la relación establecida con sus alumnos durante un ciclo escolar; esta diferencia es notoria en relación con la educadora soltera. Dedicar menos tiempo a los alumnos, no tener el tiempo suficiente para preparar los materiales y llevar a efecto la organización de las clases, como en la soltería, es una fuente de conflictos para la educadora en relación con su desempeño profesional. Otra fuente de conflicto es no poder atender todo el tiempo necesario a sus hijos por sus actividades como educadora. Cuando los hijos de la madre educadora ingresan a la escuela, se acentúa esta actitud de cambio porque ella desea que traten a sus hijos como ella trata a sus alumnos. Si su hijo es un niño problema, esta situación es más notoria en la madre educadora. Sin embargo, darse cuenta del cambio de actitudes de la educadora al ser madre y su proyección en su práctica docente no ha sido motivo de reflexión de las educadoras, y dar cuenta de este proceso permitiría un crecimiento de la persona como mujer, como esposa, como madre y como docente. Al entender la problemática de los niños, la educadora asume su rol de madre y puede establecer una relación de comprensión empática13 con las madres de familia; esta actitud de ponerse en el lugar del otro, de ver el mundo desde el punto de vista de la madre de familia, posibilita una mejor comunicación. Esto mismo hace la educadora: al comprender empáticamente a sus hijos, comprende a los niños de preescolar. Todo esto implica un rico intercambio de experiencias entre la casa de la educadora, la escuela y las casas de las madres de familia.


b) Madre soltera Las actitudes de la madre soltera educadora son negativas, aunque contradictoriamente, “hay el deseo de superarse como madre y como educadora”. Respecto de su situación personal no existe apoyo ni de la ex pareja ni de la familia, por lo mismo, su hijo absorbe la parte más importante del tiempo y cuando está enfermo, tiene que faltar a la escuela. En relación con su práctica docente y como consecuencia de su situación personal, dedica menos tiempo a los niños de preescolar y a la preparación de las clases. Por último, hubo madres educadoras que no notaron ningún cambio de actitud.

Conclusiones La mayoría de las entrevistadas registraron un cambio de actitud a partir de su maternidad. Estos cambios fueron: comprensión de las actitudes y necesidades afectivas de los niños, así como un mejor trato hacia ellos, igual al que desean para sus hijos; comprensión empática de las actitudes y problemáticas de las madres de familia. Existe una mayor conciencia y respon-

sabilidad para el trabajo y su relación con los niños de preescolar y sus padres; sin embargo, el compromiso familiar (ser esposa, ser madre, etc.) resta tiempo para atender la labor educativa al mismo nivel que cuando estaban solteras. El sentimiento maternal de las educadoras corrobora la aseveración de Namo de Mello, quien dice que la profesión del magisterio es una carrera femenina porque identifica la práctica docente como una especie de trueque afectivo de la relación mujer-madre-educadora con los niños. Más que un cambio de actitud, puede decirse que el paso de educadora soltera a educadora madre es un proceso en el que la educadora es consciente en muchos de los casos, aunque algunas educadoras no reflexionan sobre estos cambios. Los factores sociales influyen en la percepción de la práctica docente de la educadora, por ejemplo, ser madre soltera, las relaciones familiares positivas o negativas, la relación con los padres de familia, etc. Algo importante durante el proceso de revisión de las respuestas de las entrevistadas, fue que las educadoras encuestadas tomaron conciencia de los cambios que han sufrido en su práctica docente al ser madres.

Bibliografía ELIZONDO, Aurora,“Maternaje y educación preescolar: la desprofesionalización de la función docente”, Básica, núm. 6, julio-agosto de 1995. HELLER, Agnes, Sociología de la vida cotidiana, trad. Francisco Yvars y Enric Pérez Nadal, Península, Barcelona, 1987. LARROYO, Francisco, Historia comparada de la educación en México, Porrúa, México, 1981. LORTIE, Dan C., “Las condiciones de trabajo en el aula”, en Elsie Rockwell (comp.), Ser maestro, estudios sobre el trabajo docente, El Caballito/SEP, México, 1985. MARTÍNEZ, Deolidia, El riesgo de enseñar, Fundación SNTE para la Cultura del Maestro Mexicano, México, 1992. MCCORMICK, Robert y Mary James, Evaluación del currículum en los centros escolares, trad. Pablo Manzano, Morata, Madrid, 1996. NAMO DE MELLO, Guiomar, “Mujer y profesionista”, en E. Rockwell (comp.), Ser maestro, El Caballito/SEP, México, 1985. POLLARD, Andrew,“Los intereses del maestro y la supervivencia en el aula”, en E. Rockwell (comp.), Ser maestro, El Caballito/SEP, México, 1985. ROGERS, Carl R., “La relación interpersonal en la facilitación del aprendizaje”, en Análisis de la práctica docente propia, Universidad Pedagógica Nacional/SEP, México, 1994. SANTILLANA, Diccionario de ciencias de la educación, Ediciones Nuevas Técnicas Educativas, México, 1987. SEE, Historia del jardín de niños en el estado de Michoacán, Departamento de Educación Preescolar, SEE, Morelia (México), 1982. SNTE, Preescolar. Los cambios en la educación básica, Fundación SNTE para la Cultura del Maestro Mexicano, México, 1994. WOODS, Peter, La escuela por dentro. La etnografía en la investigación educativa, trad. Marco Aurelio Galmarini, Paidós Ibérica, Barcelona, 1988.

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Artistas y artesanos

Arte para chiquitos Pintura con los dedos I1*

Foto: Guadalupe Rosas y Francisco Antonio Ledesma.

Guadalupe Rosas Francisco Antonio Ledesma

La mancha es un elemento de expresión visual que se aplica en la dactilopintura.

D

e manera natural, el niño tiene un acercamiento a las artes. Instintivamente empieza a dibujar, a manchar, a generar piezas cargadas de belleza; sin embargo, el niño no concibe el significado estético, simplemente expresa, experimenta y con ello madura intelectualmente, organiza ideas, descubre formas, aprende a controlar sus movimientos y descubre el poder de la comunicación con otras personas a través de las imágenes que genera. Con el paso del tiempo su apreciación estética se irá conformando con información y entonces abordará el arte con otro sentido.

Material • Pigmentos: pinturas vinílicas en los colores básicos: amarillo medio, rojo medio, azul ultramar, blanco y negro, disueltas en engrudo. • Soporte: cartulina bristol, cartoncillo, marquilla o similar en medidas de 40 x 70 cm.

Instrumentos y herramientas • Utensilios: recipientes para pintura y agua, brocha de 10 cm de ancho.

* En las páginas centrales de la revista se muestran algunos ejemplos de pinturas realizadas con esta técnica.

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Foto: Guadalupe Rosas y Francisco Antonio Ledesma.

Técnica de engrudo coloreado y marcas sobre papel húmedo.

• De apoyo didáctico: peines de diferentes tamaños, tenedores de plástico, palitos de madera (con punta y sin punta), plumas de guajolote, cepillos dentales, portavasos cuadrados.

Engrudo coloreado y marcas Actividad A Los niños podrán tomar los colores como lo deseen, dibujarán con los dedos y las palmas de sus manos y combinarán los colores sobre el papel. Posteriormente, se les invitará a utilizar los diferentes materiales que usarán como herramientas para dejar marcas sobre el engrudo que está untado en el papel, es decir, con el peine “peinarán dibujando” sobre el engrudo coloreado; de igual manera emplearán los palitos de madera, las plumas, los tenedores, y observarán que tales instrumentos retiran el engrudo, dejan canales limpios y así marcan el dibujo.

Engrudo coloreado sobre papel húmedo Actividad B El profesor entregará los papeles previa y ligeramente humedecidos con una brocha o esponja. Los niños trabajarán de la misma manera que en la actividad anterior. Al finalizar se les invitará a que comenten lo que hicieron, qué sucedió cuando usaron los materiales para dejar marcas y qué diferencias hubo con el uso del papel húmedo.

Observaciones Es importante motivar al niño a que experimente y que verbalice lo que va sucediendo, que lo comente con sus compañeros. Las expresiones empleadas durante la actividad son la plástica y la oral; y los elementos de expresión visual son la mancha, el manchón y el grafismo.

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Reflexiones en torno a una vejez anunciada Adolfo Hernández Muñoz

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“Cuando la memoria se apaga, la vida no existe. Por eso hay que pugnar porque la vida sea una crónica palpitante durante muchos años, una crónica rica, henchida de grandes sueños e ideas”, son palabras de un hombre cuya vida fue plena tanto en experiencias como en reflexiones, y parte de cuya memoria ha quedado impresa en las páginas de esta revista. Como un sentido homenaje a uno de los fundadores de Correo del Maestro, colaborador y miembro de nuestro consejo editorial, a continuación ofrecemos un ensayo que se antoja una estampa viva del generoso y prolífico escritor que fue don Adolfo Hernández Muñoz.

A

lcanzar una edad avanzada es como ascender a una cúspide y desde ella ver panoramas jamás vistos antes, despojarte de algunas vanidades y enfrentar el cercano final. No sé si nos hará más lúcidos, pero lo cierto es que vemos las cosas un poco descarnadamente, casi como son. Por otro lado, la belleza nos roza más íntimamente y todo lo que rodea al arte es captado, si podemos, con nitidez. En suma, nuestros sueños nos pueden hablar de angustias, pero también de compasión. De esta guisa, cuando surge un amor casi inmediatamente te cerca un sentido de soledad, pero hay algo peor: las metas anheladas no conseguidas.

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El tiempo se acorta y falta mucho por hacer. El inventario a estas alturas es atroz: hay tantos libros que no hemos leído; tanta música no escuchada; tantas llamadas no contestadas y que eran vitales; tantas películas por ver o volver a ver, en fin, tantas preguntas de las que no obtendremos respuesta y que eran importantes porque se refieren a nuestro minúsculo papel en este planeta, cada vez más pequeño. La Tierra es como una pecera y somos peces que tiemblan porque el agua puede agotarse y con ella el aire. Pero, ante todo, somos memoria; el hombre es una crónica en marcha, pero inacabada. El hombre es una historia y la historia llena al hom-


bre, pues lo que valga depende de cuánta historia tenga; esa historia puede ser una crónica de desventuras, pero también de grandezas. La suma de totales y el decantamiento respectivo nos darán el resultado. La edad, asimismo, nos hace testigos de muertes, nacimientos, conflictos, revoluciones cuyo resultado es una suerte de película, llena de nostalgias, que se proyecta en nuestra mente cada vez que se requiere. Con el paso de los años, esa película empieza a velarse –como ciertos negativos– y pronto –si las medidas que se toman no surten efecto– todas esas vivencias que atesora nuestra mente serán nada. En suma, cuando la memoria se apaga, la vida no existe. Por eso hay que pugnar porque la vida sea una crónica palpitante durante muchos años, una crónica rica, henchida de grandes sueños e ideas. Solamente así podremos formar parte del río que va a la ancha mar. No sabemos si, en este eterno navegar que es la vida, preside nuestras vidas la verdad y viene a cuento. ¿Existe la verdad? Para mí, en cierta forma desconfiado, a través de muchos años estoy cierto de que algo, a lo mejor, fue incierto. Es decir, a mi entender, bogamos no con la verdad, sino con “nuestra verdad”. Hay que decirlo, es una forma de ser honesto. Y todo depende de una formación normalmente trabajosa; cada uno tenemos a un Pigmalión secreto que va creando nuestro criterio, en resumen, nuestra sensibilidad e ideas. A lo mejor todas nuestras verdades a medias forman la gran verdad a que aspiramos. Entre todos va surgiendo la idea perceptible de ser ampliada, la suma de aportaciones nos dará el exacto concepto social. Creo que fue Gracián quien encontró la fórmula al decir acerca de los hombres: No de repente se hallan hechos. Vanse cada día perfeccionando, al paso que en lo natural, en lo moral, hasta llegar al deseado complemento de la

sindéresis, a la sazón del gusto y a la perfección de una consumada virilidad. (El Discreto.)

La permanencia de Gracián a través de los siglos se debe a que se trata de un pensamiento que no se encajona, que tiene aura de porvenir. A cada uno su formación, a cada uno su verdad, que es una suerte de perfección y más si se consigue con humildad. Así llegamos a la vejez, que es cuando habremos de tener un concepto de la verdad más depurado. Eso creían los griegos que solían aproximarse a los linderos de la vejez con la mayor sabiduría posible, es decir, con una noción más clara de la realidad que nos rodea. Hace tiempo cayó en mis manos un libro del escritor español Juan Eduardo Zúñiga: El coral y las aguas. Este escritor, casi misterioso pero muy completo ha dicho: Para mí la perfección de la realidad no es totalmente diáfana, transparente. Todos estamos abrazando una especie de camino dificultoso, de niebla, que va poco a poco abriéndose según progresa el hombre, con gran esfuerzo intelectual e incluso científico.

Volvemos, pues, a Gracián y al hombre por hacer. A estas alturas creo que cultivamos –todavía– un espíritu y suponemos con sano juicio; en suma, no hay desatino en nuestra conducta, como preveía prudente Lucrecio, y escribimos con estas ventajas. A ellas aludió Michel de Montaigne en sus Ensayos cuando, respecto a la edad avanzada, en forma contenida pero positiva nos dice: Por ello, opino que debemos de considerar que la edad que hemos alcanzado es edad que poca gente alcanza. Puesto que según la marcha ordinaria, los hombres no llegan hasta aquí, señal de que estamos por delante. Y puesto que hemos traspasado los límites acostumbrados que constituyen

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Reflexiones en torno a una vejez anunciada

la verdadera medida de nuestra vida, no debemos esperar que vayamos más allá habiendo escapado de tantas ocasiones de morir en las que vemos tropezar a los demás, hemos de reconocer que fortuna extraordinaria como ésta que nos mantiene, y tan inusual, apenas si puede durarnos…

Y sí que es cierto. He enfrentado muchos contratiempos, entre ellos una guerra civil, y puedo decir sin mentir que he visto la muerte muy de cerca. En esos acaeceres lo irremediable me rozó e hirió en la persona de seres muy entrañables, de seres muy queridos. Pero, como dice Montaigne, a fin de cuentas, aquí estoy. Por cierto, es el propio Montaigne quien establece un balance de precedencias; así, dice: Ora es el cuerpo el que primero se entrega a la vejez; ora es el alma; también hay veces, y he visto a bastantes, en los que se ha debilitado el cerebro antes que el estómago y las piernas.

En suma, la crónica tiene que ser redactada, si sirve de algo, con la mente razonablemente sana. Y cuando contemplamos nuestra lucha –de toda la vida– por ideales de redención se ve, tomo la expresión del poeta Machado, “lleno de niebla ingrávida, en su mano…” Todo, a nuestro alrededor, se derrite –ideas y amores– vana herencia de grandezas dominadas por las miserias. Todo es circular pues al acabar vuelve. Lo dice el gaucho inmortal, Martín Fierro, de José Hernández, en las noches estrelladas de las pampas: Moreno, voy a decir según mi saber alcanza; el tiempo es sólo tardanza de lo que está por venir; no tuvo nunca principio ni jamás acabará, porque el tiempo es una rueda y rueda es eternidad y si el hombre lo divide

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sólo lo hace, en mi sentir, por saber lo que ha vivido o le resta por vivir.

En esta rueda ando yo y tengo para mí que esta particular rueda está acabando de dar la vuelta a mi existencia. Ante nosotros, la gran puerta del misterio que, quizá, sean nuevos conjuntos de color, llenos de luces y belleza, un eterno retoñar. Un olvidarse de lobregueces. Un descubrir lo que está hecho. Un asombrarse, puesto que el hombre ha nacido para ser asombrado en medio del silencio de las esferas. Me sobrecoge pensar que esas terribles tempestades de polvo en Marte y esas hornazas venusinas no tendrán oídos humanos que las capten en vivo. Aunque, quizá, si nos lo proponemos, podamos oír como solemos hacerlo con el bramido de las olas y la potencia del viento. Hablamos de dos tipos de vejez, la anunciada (intuida y sentida) y la vejez plena ya de las dificultades que asedian al ser humano; una, la anunciada, está llena de asechanzas: reflejos lentos, cierto comedimiento, y la anulación de ciertas independencias (puesto que el ser humano se rebela, hasta el final, a sujeciones). Pero todavía hay un cintilar de experiencia. Antonio Tabucchi, el escritor italiano, ha indicado, a propósito de su exitosa novela Sostiene Pereira: “En mi opinión las neuronas del alma siguen viviendo cuando somos ancianos, lo que quiere decir que hay esperanza para todos”. Y de esta suerte, en breve, doblaremos el Cabo de las Tormentas hacia el Mar de la Tranquilidad. Y pronto estaremos en una tierra extraña, vagamente intuida, donde todo se disuelve y donde todo vuelve a empezar. Julio de 1995.


Sentidos y significados

De la prolífera raíz indeuropea wer-2 Tercera parte Arrigo Coen Anitúa

(†)

S

ellar (del latín sigillare) ‘imprimir el sello’, sea para advertir confidencialidad del contenido de un sobre, o bien para autentizar un documento. El DRAE dedica columna y media a los términos de la subfamilia morfosintáctica encabezada por la voz seña, signa en latín, plural de signum, ‘signo’ (que veremos más adelante). De seña nos dice el DRAE: “Nota, indicio o gesto para dar a entender algo o venir en conocimiento de ello. // 2. Lo que de concierto está determinado entre dos o más personas para entenderse. // 3. Signo o medio que se usa para luego acordarse de algo. // 4. Vestigio que queda de algo y lo recuerda. // 5. En milicia, palabra convenida que, con el santo, servía para reconocer fuerzas como amigas o enemigas. // 6. Señal en el sentido de parte del precio que se adelanta en algunos contratos (lo que en México llamamos ‘enganche’). // 7. Con nota de anticuado, estandarte o bandera militar. // 8. En plural, señas, indicación del lugar y el domicilio de alguien.” Agrega el susodicho lexicón las explicaciones de expresiones en que interviene la voz seña. Señal, del latín tardío signalis, y éste de signum, ‘signo’, ‘indicio’; ‘marca o nota que se pone o ya está en las cosas para darlas a conocer, o bien para distinguirlas de otras’; ‘mojón o hito con que se marca un límite o una distancia’; ‘signo o medio que se emplea para acordarse de algo’; ‘distintivo que sirve para identificar a alguien o algo’; ‘sinónimo de signo’; ‘muestra inmaterial de algo’; seña, en cuanto a indicio o gesto’; ‘vestigio o huella que algo deja, por lo que se deduce como causa’; ‘cicatriz que queda de una herida en el cuerpo o de un daño en la mente’; ‘imagen de cualquiera cosa’; ‘prodigio, hecho fuera de lo ordinario’; ‘convocación a un acto’; en física, ‘variación de una corriente eléctrica u otra magnitud, que se usa para trasmitir información’; en medicina, ‘mutación que afecta al diagnóstico o al pronóstico de una enfermedad’; ‘sinónimo de insignia o estandarte o bandera, en vexilografía’; en blasonomía, ‘sello’ o ‘escudo de armas’. Señalar vale ‘poner o estampar señal en una cosa, sea para darla a conocer o bien para distinguirla de otra, o para recordar algo más

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De la prolífera raíz indeuropea wer-2

tarde’. // 2. ‘Llamar la atención sobre alguien o algo, apuntándolo con el dedo o de otra manera’. // 3. ‘Firmar’, ‘rubricar’. // 4. ‘Determinar persona, lugar, fecha y hora para una cita’. // 5. ‘Fijar el precio de cierto artículo o de un determinado servicio’. // 6. ‘Dejar cicatriz permanente en alguna parte del cuerpo, de preferencia en el rostro, que cause defecto visible’. // 7. ‘Amagar o hacer finta de algo y no ejecutarlo’. // 8. ‘Hacer ademán o gesto para dar a conocer algo’. // 9. En construcción pronominal, ‘singularizarse o sobresalir, particularmente en distinción, crédito y reputación’. // 10. ‘Crearse fama en alguna habilidad’. Señaladamente: adverbio que significa ‘con singularidad o especialidad’, o ‘con determinada expresión’. Señalizar: ‘colocar en las vías de comunicación indicadores de estaciones, desviaciones, pasos a nivel y otros que orienten a los viajeros’. Señuelo: ‘atractivo que sirve para persuadir o inducir con cierta falacia’. Sigilo (del latín sigillum, ‘figurita’, sea dibujada o bien esculpida): en primera acepción es sinónimo de ‘sello’, en el sentido de ‘utensilio para estampar los signos que tiene grabados’. // 2. ‘La impresión que queda estampada’. // 3. ‘Secreto que se guarda de algún conocimiento’. // 4. ‘Silencio cauteloso’. De ahí los derivados sigilación, sigilar, sigiloso, sa y sigilosamente. Sigilografía: ‘estudio de los sellos históricamente empleados para autorizar documentos o cerrar pliegos’. Sigla (del latín sigla, ‘cifras’, ‘abreviaturas’): ‘palabra formada por el conjunto de letras iniciales de cualquier enunciado’. // 2. ‘Cada una de las letras que componen una sigla en su primera acepción’. // 3. ‘Cualquier signo que sirva para ahorrar letras o espacio en la escritura’. (Academia); de ahí siglario, ‘catálogo ordenado de siglas con indicación de lo que abreviadamente expresan’.

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Problemas sin número

El diario de Delia Claudia Hernández García Daniel Juárez Melchor

Se oye hablar tan a menudo de programas de matemática, a tal o cual nivel, que lo primero que se le viene a uno a la cabeza es la idea de definir la matemática por su contenido. Sin embargo, tal definición no resiste el examen. En primer lugar, el contenido de la matemática ha ido cambiando a lo largo del tiempo. Para los griegos, la matemática comprendía la geometría y la aritmética. Para los hombres de la segunda mitad del siglo XIX comprendía el análisis y sus aplicaciones geométricas y mecánicas. Para un matemático de nuestros días es un edificio cuyos pilares son el álgebra y la topología. Pero este contenido varía también según los diversos individuos. Para los puristas, casi no hay nada aparte del álgebra y de la topología. En cambio, otros consideran que se deben incluir la lógica formal, la lingüística matemática, la programación, la contabilidad y la econometría. Otros protestarán porque no se haya incluido la mecánica […]. Una definición de la matemática por su método es mucho más estable y no ha cambiado desde la antigüedad griega hasta nuestros días. La matemática desarrolla, a partir de nociones fundamentales, teorías que se valen únicamente del razonamiento lógico. El grado de lucidez de esta manera de obrar tal vez haya variado en el transcurso del tiempo, o según los diversos individuos, pero su naturaleza no se ha alterado. El objeto sobre el cual versa el razonamiento matemático es por sí mismo arbitrario. Basta con que un determinado sujeto de estudio permita el tratamiento matemático, que le interese a un matemático, o a aquellos en beneficio de los cuales trabaja, para que nazca un nuevo capítulo de la matemática.* Jean Kuntzmann** En este número de Correo del Maestro proponemos una actividad dirigida a alumnos de preescolar en adelante. El reto de la actividad es que los niños ordenen las imágenes de acuerdo con la historia que presentamos a continuación. Para los

alumnos más pequeños sugerimos recortar las imágenes de manera que ellos las puedan manipular; para los más grandes, que vayan rotulando las imágenes con números. También recomendamos leerles la historia en voz alta.

* Tomado de ¿Adónde va la matemática? Problemas de la enseñanza y la investigación futuras, de Jean Kuntzmann, Siglo XXI, México, 1978, pp. 11-13. ** Jean Kuntzmann (1912-1992) es uno de los pioneros de las ciencias de la computación en Grenoble, Francia. En la década de 1950 instauró la computación como parte de los programas de estudio de la licenciatura en matemáticas y de las ingenierías. Para continuar con su labor, en enero de 2007 se inauguró en esta ciudad francesa el Laboratorio Jean Kuntzmann, dedicado a la computación científica y sus aplicaciones.

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El diario de Delia

Actividad:

Un día común Delia es una niña que estudia el primer año de primaria. (1) Su mamá la despierta a las 7:00 de la mañana para que se bañe. (2) Al terminar se pone su uniforme y desayuna un plato de cereal con leche. (3) Camino a la escuela pasa por la avenida principal donde hay una panadería, un cine y una tienda. (4) Cuando llega a la escuela, entra a su salón y toma sus clases. (5) A las 11:00 de la mañana sale al recreo y se come un sándwich. A la 1:30 de la tarde sale de la escuela y su mamá la recoge. Camino a casa pasan a la tienda a comprar las cosas necesarias para preparar la comida. (6) A las 3:00 de la tarde come y después hace su tarea. (7) Ve televisión o sale a jugar con sus vecinas hasta las 6:30 de la tarde. (8) Merienda a las 8:00 de la noche un vaso de leche y un pan, y se acuesta a dormir.

Solución:

La numeración de izquierda a derecha y de arriba abajo es la siguiente: 1, 7, 6, 5, 8, 4, 3, 2. Es importante discutir con los alumnos por qué esta secuencia es correcta y si es posible que haya una diferente. También les recomendamos que les sugieran que ellos propongan otra secuencia para las imágenes y escriban la historia de acuerdo con el orden que ellos hayan escogido.

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Abriendo libros

El mundo secreto de los arrecifes, los desiertos y las selvas* Alejandro García

E

l desarrollo de la vida resulta siempre un tema fascinante para los lectores jóvenes. Los hábitos y las conductas de las diversas especies y sus relaciones con el medio ambiente son temas que naturalmente atraen a los niños. Orientada a la explicación de tres ecosistemas singulares: el arrecife de coral, el cacto saguaro y el árbol selvático, la colección Mundos pequeños describe la convivencia de animales y plantas que cumplen su ciclo vital en estos maravillosos entornos. La existencia de los organismos no puede comprenderse de forma aislada, sino sólo por sus relaciones con los demás y por su adaptación al medio físico. Mundos pequeños retrata el hábitat

marino de los hipocampos, la selva de las orquídeas y el desierto de los correcaminos, y expone su funcionamiento como mundos dinámicos relativamente autónomos, de manera que un pequeño ecosistema es capaz de mostrar lo que ocurre en el resto de los biomas.

Tesoros sumergidos Las cristalinas aguas azules de muchos mares tibios y poco profundos, entre el trópico de Cáncer y el trópico de Capricornio, albergan una maravilla natural: los arrecifes de coral. Desde los peces loro, que trituran coral, hasta las lentas

* Reseña de la colección “Mundos pequeños” (3 volúmenes): Un arrecife de coral y Un cacto saguaro, de Jen Green, Uribe y Ferrari Editores, México, 2005, 32 pp. Un árbol de la selva, de Loren Kite, Uribe y Ferrari Editores, México, 2005, 32 pp.

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El mundo secreto de los arrecifes, los desiertos y las selvas

estrellas de mar, pasando por los gráciles hipocampos y las venenosas anémonas, el volumen Un arrecife de coral muestra la increíble diversidad de organismos que habita en las barreras coralinas –se sabe que en ellas o en sus inmediaciones vive casi una cuarta parte del total de las especies marinas. Por su biodiversidad, los arrecifes guardan semejanza con las selvas tropicales. Con sorprendentes imágenes y textos sencillos, el libro expone cómo se conforma un arrecife de coral y acerca al lector al universo de los peces más bellos y coloridos de los océanos.

Árboles generosos Las selvas tropicales albergan más especies de flora y fauna que cualquier otro bioma de la Tierra. Un árbol de la selva explora la vida que se desenvuelve en los distintos niveles de este exuberante ecosistema. En el dosel o techo de follaje habitan aves fantásticas, insectos de formas insólitas, diversas especies de mariposas y ágiles monos que saltan de rama en rama en busca de alimento. El nivel medio, sombreado por el dosel, se compone de troncos rectos y sin ramas donde crecen orquídeas y helechos, y da abrigo a serpientes, felinos trepadores, osos hormigueros y muchas otras especies. Finalmente, el húmedo y oscuro piso de la selva, ideal para la proliferación de insectos y hongos, es el hogar de mamíferos, roedores y humanos. El volumen también explica la cadena alimenticia, imprescindible para el equilibrio natural, y nos permitirá descubrir cómo un solo árbol puede generar tanta vida a su alrededor.

El gigante del desierto El saguaro, originario de las regiones desérticas de México y del suroeste de Estados Unidos, es el cacto más grande del mundo. En sus inmediaciones vive una gran variedad de animales adaptados al difícil medio. Desde la brillante avispa joya hasta los mortales crótalo y escorpión, la poderosa hormiga león, el pequeño tecolote duende y el rápido correcaminos, el volumen Un cacto saguaro muestra cómo, a diferencia de la imagen que tenemos de los desiertos, la vida en estos ecosistemas es abundante y los organismos logran ajustarse a su medio de formas asombrosas. Los cactos, por ejemplo, almacenan en sus gruesos tallos la humedad que logran captar, y animales como la lechuza minera o el monstruo de Gila cavan madrigueras en el suelo para protegerse del calor del día.

Para el aula Mundos pequeños es una guía que llevará de la mano a nuestros alumnos por la diversidad y la riqueza de estos tres importantes ecosistemas. Por su estructura, los libros pueden funcionar como libros de consulta, o bien, leerse de principio a fin. Cada tomo contiene al final una sección de sugerencias didácticas y actividades para acercar a los niños a su entorno y sensibilizarlos en cuanto al cuidado y respeto por la naturaleza. Mediante espléndidas fotografías, viñetas, ilustraciones a todo color, esquemas, textos concisos, mapas detallados y útiles glosarios, los maestros tienen un valioso material para aprovechar en el aula.

Para adquirir esta colección llame a los teléfonos: Lada sin costo: 01 800 713 4663 • 01 800 001 53 37 o consulte la página www.clublectores.com

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Maestros en red

Maestros en red

De: Gabriel Benítez L. Para: correo@correodelmaestro.com Dirección: Tlajomulco, Jalisco Asunto: Sugerencia

Di con su página en internet y de verdad que esta revista representa mucha ayuda para los maestros que enseñamos ciencia en nuestra escuela. Sugiero que todo este material se recopile en un CD (igual que hizo el Fondo de Cultura Económica con su serie La ciencia para todos) y que se ponga a la venta, para aquellos que necesitamos tener a la mano tan importante material. Gracias

Estimado profesor Gabriel Benítez: Agradecemos sus palabras, es para nosotros muy satisfactorio cumplir con la misión fundamental de esta publicación: ser un apoyo en la labor docente. Todas las sugerencias que recibimos nos permiten implementar nuevas herramientas para divulgar el conocimiento, así como compartir con nuestros lectores las experiencias docentes que tan amablemente recibimos en nuestra dirección electrónica: correo@correodelmaestro.com Su petición ha sido enviada al departamento de producción y esperamos darle una pronta respuesta. Saludos cordiales. Correo del Maestro

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Índice anual de Correo del Maestro, año 11 Título Matemáticas y papiroflexia Las nuevas tecnologías de la información y la comunicación. Segunda parte Microenseñanza y formación docente Navegación poética En torno al concepto de crear No sólo en tiempos de comicios... Échale coco Biodiversidad: un increíble árbol de vida Maestros en red Lectura en voz alta en espacios públicos. Durango, ciudad de la lectura Diarios, memorias y crónica Miradas, tiempo, memoria y enseñanza de la historia. Notas para una reflexión Tras la sombra de Rembrandt. Aventura por un pequeño gabinete de estampas De constitución y política Todos caben, si los sabes acomodar Aprender de los otros Maestros en red El bordado: más que una labor manual Animales en peligro de extinción La comunicación biológica El estudio de la evolución en sexto grado de educación primaria El arte como parte de la formación integral del niño ¿Qué se entiende por nacionalismo? ¿Cuál es diferente? Escuchemos a los animales

Autor

Revista

Ramón Hernández Acosta Adrián de la Rosa Nolasco

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Alejandra González Dávila Gabriela Turner Saad Adolfo Hernández Muñoz Arrigo Coen Anitúa Claudia Hernández García Daniel Juárez Melchor Alejandra Alvarado Zink

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Amílcar Saavedra Rosas

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Verónica Luna Nelisahuel Nava Ana Buriano Ma. de los Ángeles Moreno M. Mónica Szurmuk Natalia Ferreiro Rebeca Kraselsky Arrigo Coen Anitúa Claudia Hernández García Daniel Juárez Melchor Ana Pi Murugó

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Socorro N. Luna Marín Alejandra Alvarado Zink Annelies Alvarado Zink Natalia Estramil Julián Maldonado Luis Antonio Ledesma Guadalupe Rosas Arrigo Coen Anitúa Claudia Hernández García Daniel Juárez Melchor Raúl Valadez Azúa Leonor Valadez Téllez

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Maestros en red Educación patrimonial: una experiencia en el proyecto escolar Las constituciones de Cádiz y Apatzingán Animales mexicanos del desierto en peligro de extinción La educación liberadora de Paulo Freire Tres regalos ¿Qué idea tenemos de la ciudad, su ámbito y sus ocupantes? Una familia, un reloj y un dado Políticas culturales Maestros en red

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Federico Colín Arámbula María de Lourdes Becerra Z. Natalia Ferreiro Alejandra Alvarado Zink Annelies Alvarado Zink Ana Villalba Rebeca Montserrat Ortiz E. Arrigo Coen Anitúa Claudia Hernández García Daniel Juárez Melchor María Esther Aguirre Lora

No.

Fecha


Autor

Título Integración de los niños sordos al aula. Intervención y estrategias para el maestro Animales mexicanos de la selva seca en peligro de extinción El ruido como fórmula de poder El legado de Mozart La ópera ¡Cuidado! No lea usted este artículo... Tres llaves nada más ¿Qué es el sonido? Maestros en red De la bitácora de vida La ciencia de los muertos. Espiritismo en México en el siglo XIX Animales mexicanos de la selva húmeda en peligro de extinción Las condiciones escolares y el aprendizaje Notas sobre la muerte en la pintura mexicana del siglo XIX Del verbo decir Miscelánea para contar Ocho Venado. Héroe mixteco de varios códices Maestros en red Organizar las clases: una experiencia con Enciclomedia Animales mexicanos del bosque de coníferas y encinos en peligro de extinción Aprendiendo sobre el aprendizaje ¿Puede ser la imagen más que un apoyo en la enseñanza? Mientras el tiempo sigue su marcha Voces del mercado Rumbo al torneo Mi infancia en todos los lugares Maestros en red Aceleración gravitacional Isaac Newton (1642-1727) Animales mexicanos del bosque de niebla en peligro de extinción El programa de Filosofía para niños en la enseñanza de las matemáticas La cábala en Borges De la prolífera raíz indeuropea wer-2 Dominó de palabras Cómo enseñar la geometría

Fecha

No.

Deheni Rubio C.

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octubre 2006

Alejandra Alvarado Zink Annelies Alvarado Zink Ana María Mata Pérez Rubén Heredia Vázquez Gabriel G. Jolly Arrigo Coen Anitúa Claudia Hernández García Daniel Juárez Melchor Dania Mejía

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octubre 2006 octubre 2006

Amílcar Saavedra Rosas José Mariano Leyva Alejandra Alvarado Zink Annelies Alvarado Zink Raúl Vázquez Chagoyán Rebeca Kraselsky Arrigo Coen Anitúa Claudia Hernández García Daniel Juárez Melchor Rebeca Orozco Mora

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Rubén Altamirano Contreras Alejandra Alvarado Zink Annelies Alvarado Zink Natalia Estramil José Antonio Espinosa L. Adolfo Hernández Muñoz Arrigo Coen Anitúa Claudia Hernández García Daniel Juárez Melchor Alejandro García

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diciembre 2006 diciembre 2006 diciembre 2006 diciembre 2006 diciembre 2006

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Helber Baptista de Souza Héctor Domínguez Julieta Fierro Alejandra Alvarado Zink Annelies Alvarado Zink María del Carmen Oliver P.

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enero 2007 enero 2007

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Daniel Nicolás Rodríguez L. Arrigo Coen Anitúa Claudia Hernández García Daniel Juárez Melchor Roberto Markarian Nelson Möller

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Maestros en red Danza, poesía y más

Revista

Julieta Fierro Alejandro Misquez

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Título Entonces, ¿te lo comes o no? Necesidades sociales de educación física La imagen goyesca en ochenta asuntos Arrigo Coen, orfebre de la palabra Figuras al bisturí Células trabajando Maestros en red El mapa conceptual Recuerdos inolvidables El parque arqueológico Luis G. Urbina El museo escolar como práctica educativa. Influencias y reflexiones para la actualidad El gran teatro del mundo de Pedro Calderón de la Barca ¿Qué se entiende por identidad nacional? Tiro al blanco Museos: exhibir para educar Maestros en red Psicomotricidad en preescolar Problemas de lenguaje: detección y canalización La construcción conjunta del conocimiento Caligrafía y legibilidad Arte para chiquitos. Pintura con los dedos I De la prolífera raíz indeuropea wer-2. Segunda parte Agua para todos Guía para maestros y promotores de la lectura y la escritura Maestros en red Las cajas de descubrimiento. Una herramienta para divulgar la biología a nivel primaria Enemigos íntimos La cognición animal Los cambios de actitud de la educadora al ser madre Arte para chiquitos. Pintura con los dedos II Reflexiones en torno a una vejez anunciada De la prolífera raíz indeuropea wer-2. Tercera parte El diario de Delia El mundo secreto de los arrecifes, los desiertos y las selvas Maestros en red

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Correo del Maestro. Núm. 132, mayo 2007.

Autor

Revista

Bianni Xthuxu Campos R. Darío Timoteo D. Espinosa Q. Rebeca Kraselsky Manuel Munguía Castillo Claudia Hernández García Daniel Juárez Melchor María Jesús Arbiza

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febrero 2007 febrero 2007 febrero 2007 febrero 2007 febrero 2007

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Alicia Migliano Ariosto Uriel Hernández José Luis Juárez López Luisa Fernanda Rico Mansard

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Francisco Emilio de la Guerra Arrigo Coen Anitúa Claudia Hernández García Daniel Juárez Melchor María Esther Aguirre Lora

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Martha Alicia Medina Z. Deheni Rubio Javier González García Luis Felipe Gómez Guadalupe Rosas Francisco Antonio Ledesma Arrigo Coen Anitúa Claudia Hernández García Daniel Juárez Melchor Graciela Solache

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abril 2007 abril 2007 abril 2007 abril 2007 abril 2007

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Alejandra Alvarado Zink Carlos Jesús Balderas V. Carmina Madrid Luna Ignacio Carrera Garese Natalia Estramil Manuel Medina Carballo Guadalupe Rosas Francisco Antonio Ledesma Adolfo Hernández Muñoz Arrigo Coen Anitúa Claudia Hernández García Daniel Juárez Melchor Alejandro García

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