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SUSTENTABLE 2023
“Nosedetienenapensarqueestocumpleunrolecológicoquepodemosocupar anuestrofavor”,diceelbiólogocaleranoRodrigoBaeza,quienhoycumpleunaimportante laborenunaempresaenEspaña
Hace ya varias décadas se comenzó a emplear un método de control biológico en invernaderos, con insectos que se comen a las plagas de bichos que merodean entre sus frutos. Sin embargo, en Chile esto no es tan común entre los agricultores ya que aún hay desconocimiento al respecto.
Rodrigo Baeza Morales es calerano y estudió en el liceo San José. Luego biología en la Universidad de Valparaíso, con especialización en entomología, que es la ciencia que estudia los insectos y otros artrópodos de interés sanitario, que pueden provocar enfermedades o bien intervenir, como vectores, en su transmisión.
“Estudié en el Liceo San José de La Calera, pero no tenía bien claro qué estudiar, solo me gustaba la biología y mi lógica siempre era más cercana a las ciencias biológicas que a cualquier otra área. Estudiando ya la carrera me enamoré de ella. Tras doce años trabajando en el estudio, desarrollo y reproducción de insectos para controlar estas plagas estoy radicado en Almería, España.
-¿Cuál fue y en qué consistió tu primera experiencia laboral?
“Estando en la carrera fui ayudante en el departamento de Zoología, hice también ayudantía de vertebrados e invertebrados, módulo de biología para bachillerato en ciencia y colaboraba con los estudiantes que egresaban, de apoyo en sus tesis. Mi práctica fue en una empresa de la zona, “Silema”, hice crianza masiva de insectos benéficos, crianzas masivas in vitro, estuve muchos años desarrollando la tecnología para criarlos en masa y otros años para ver la cantidad que se necesita para cada caso. Luego un compañero de la universidad, Denis Navea, me ofreció trabajo en “Control Best” y estuve como cinco años en crianzas masivas, volví a recibir una oferta laboral de Silema del departamento técnico, en un proyecto con fondos de la Unión Europea, tomé ese trabajo de dos años en proyectos de investigación, me enviaron a Francia, Turquía, y me moví en la Unión Europea en Italia. Fue un crecimiento gigante. Luego me llamaron de Control Best nuevamente para otro proyecto con fondos nacionales, estuve tres años en el FIA desarrollando tecnologías para el control biológico, con buenos resultados desarrollando metodologías y biotecnologías y luego a cargo del área productiva de las dos tecnologías de insectos, además, en terreno en el campo haciendo asistencia técnica”.
-¿Cómo llegaste a trabajar en España?
“Desde 2019 por razones personales quería irme a España y ya llevaba un tiempo conversando con personas que trabajaban allá. En mis vacaciones de ese año me la jugué y fui a España a gestionar un puesto que había conversado, hablé con las personas de la empresa Saniveg, que está ubicada en Almería y luego en 2021 me avisaron que ya tenía listo un puesto de trabajo. En julio de 2022 ya estaba en Europa. Debí antes presentar muchos documentos y cartas de recomendaciones, ellos necesitaban verificar mi experiencia y mis competencias”.
-¿Cuál es tu trabajo en Saniveg?

“Soy jefe de planta, encargado de la producción masiva de insectos benéficos. Cuando llegué estaba a la baja y lo primero que hice fue levantarlo, reordenarlo porque hay que aclarar que cada insecto es para distintos tipos y situaciones de plagas y funcionan de distinta manera en distin- tas etapas de la planta y había que ordenar todo eso”.
-¿Cuál es la importancia de esta labor?
“Los insectos no son ni buenos ni malos cumplen roles ecológicos. Cuando se hacen mono cultivos por ejemplo hortalizas, lechugas etc, al hacerlo se produce una intervención en el medio que provoca condiciones muy buenas para que insectos proliferen, se forma una plaga entonces y no hay otras faunas que se coman a esta plaga. Esto, bajo nuestro criterio, es un concepto no benéfico. Con el avance de la tecnología se desarrolló este proceso de reproducir insectos benéficos que son depredadores o parasitoides que, de forma natural o artificial, se han usado exitosamente para controlar a otros insectos que son plagas en diversos cultivos. En España esto está muy instalado en el agricultor, ellos saben perfectamente qué deben comprar, en cuánta cantidad y cuántas veces intervenir sus plantas. Acá está prácticamente prohibido el uso de insecticidas químicos”.
-¿Qué diferencia ve en el trabajo que se hace en España, con respecto al de Chile en el control de plagas?
“En Chile a diferencia de España hay desinformación, muchos agricultores creen que no tiene sustento científico y además, no hay nada que regule el uso de insecticidas químicos. En España es fundamental este modelo de negocio que ya está instalado hace muchos años, es tan común que casi todos lo saben. En Chile los bichos son malos, dice la gente, pero no se detienen a pensar que cumplen un rol ecológico que podemos ocupar a nuestro favor. Hay empresas grandes acá. Hay venta de millones de bichos en temporada fuerte”.
-¿Cree que en Chile existe interés entre los agricultores para implementarlo?
“No sabría decirlo, en Chile se ignora mucho este sistema entonces no se pueden interesar porque no lo conocen, el primer paso es comunicar que existe ya que sólo lo saben personas que tienen acceso a conferencias, webinar, seminarios, etc. el campesino común no conoce bien el sistema. Hay que abrirse a este cambio de paradigma ya que en un tiempo no muy lejano también se prohibirán ciertos insecticidas como en España”.
-¿Tiene opciones de transformarse en un modelo de negocio exitoso, con mejores efectos que el que se hace con el uso de pesticidas?
“Por supuesto, todos los años se tiene que ocupar esto que se pensaba que no era viable, el bicho es extremadamente dinámico, se sabe que el insecto que liberamos es por metro cuadrado, primero una carga y a los 15 días otra liberación en una temporada y así cada año. Es rentable este negocio, tiene precio competitivo y además acorde con el cuidado al medio ambiente. En Chile nada obliga a los agricultores a usarlo, no hay legislación dura que diga que los cultivos deben respetar esa norma. Acá en España sí, no quieren más venenos en sus comidas. Hay muchas empresas que han visto en Chile un espacio atractivo para hacer negocio en cuanto al control biológico y con ayuda de las nuevas generaciones que prefieren el cuidado del medio ambiente”.
La vida en España
“Vivo tranquilo, no pienso en volver a Chile todavía, solo de visita. Mi objetivo es en lo posible, pensionarme acá. Estoy contento y conforme, he ido conociendo gente y hago hartas cosas. Echo de menos a mi familia, sin duda, mi mamá vino a visitarme y yo pienso ir a fin de año. Vivo cerca de la playa, con agua de 25 grados. Almería es una ciudad tranquila y tiene de todo.
“Llevo muchos años tocando guitarra. Estudio guitarra vía zoon con un profesor de Chile, me armé una banda musical de rock instrumental. Junto con eso en La Calera hacía artes marciales, kungfu, en la escuela “Puño de Shaolin”, donde estuve 10 años y acá en Almería entre a Muay-thai, arte marcial tailandés”.
“Además, encontré gente con quien comparto un pasatiempo que tengo que es un juego de cartas que se llama Mayi y me propusieron ser parte de un equipo. Así que estoy bastante bien, aprendiendo, desarrollándome como persona y profesional y creciendo en todo sentido”.
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