La flor en que amaneces

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LA FLOR EN QUE AMANECES número cinco


serie asteroide


©La flor en que amaneces / antologÍa poesÍa quinta edición ©serie asteroide venezuela / 2021 depósito legal: ZU2021000284


©Ediciones azalea cómplices: ©Editorial letrancha ©cobijo Laboratorio creador culpables: Alejandra Olson Edgar Sánchez Mario Panyagua floriman bello forjonel Jhensy Lucena Castillo / verso.lidio antonio vargas Livia Vargas González Luis Ignacio Cárdenas Colaboradores: francisco trejo María josé escobar José miguel navaz Armando salgado CUALQUIER PARTE DE ESTa antología PUEDE SER REPRODUCIDA CON PERMISOs DEL AUTOR y del EDITOR, siempre citando LA FUENTE y autorías.

para sugerencias o quejas, escríbanos a editorialazalea@gmail.com


Índice Caneo Arguinzones / Venezuela Marc J. Mellado / España Guisela López / Guatemala Barbara Mol / Brasil Yenys Laura Prieto / Cuba Israel López Solano / México Johana casanova / Colombia Adrián Arias Pomontty / Venezuela Ivonne Sánchez - Barea / Colombo-Española Francisco Martínez Real / España Andrea Juliana Enciso / Colombia Fabricio Gutiérrez / México Giordana García Sojo / Venezuela Ingrid Bringas / México

P/10 P/16 P/20 P/26 P/30 P/34 P/40 P/44 P/52 P/56 P/60 P/64 P/68 P/72


Daniel Arella / Venezuela Solange Páez / Ecuador Juan Esteban Londono / Colombia Rebeca Bolaños Cubillo / Costa Rica León Kaminski / Brasil Lenyan Veka / Perú Daniel Alejandro Morales Machado / Colombia Iveth Vega / Honduras Andrea Paster / Uruguay Emilio Paz Panana / Perú Amanda Pazmiño Torres / Ecuador Néstor Mendoza / Venezuela Estephani Granda Lamadrid / México

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Nota editorial

a la pasión por vivir se une la ausencia un corazón a la deriva. Marta Cwielong Argentina - 1952 / 2021.


10 Caneo Arguinzones

Caracas, 17 de abril de 1987 – 17 de octubre de 2014. Cursó estudios de Letras en la Universidad Central de Venezuela (UCV). Fundadora del colectivo de poetas “Las Fulanas esas”. Premio de Autores Inéditos de Monte Ávila Editores, mención poesía, con el libro Zoo: anatomía del insecto (2011). Sus poemas han sido publicados en diversas antologías: Voces nuevas, 2004-2005; La mujer rota, (Literalia Editores 2008); Nueva poesía hispanoamericana, (Lord Byron Editores 2009); Antología de cartón. Antología Cartonera de Las Fulanas Esas. (2011); Rosa Caribe Poesía de Venezuela y Cuba (La Mancha 2011), Las chicas van al baile, (Casa del Poeta Peruano 2012). Representó a Venezuela en distintos eventos internacionales como: La Mujer Rota en Guadalajara, México; el Noveno Encuentro Internacional de Poetas El turno del Ofendido, en San Salvador; y en el Festival Internacional de Poesía de Puerto Rico 2012. En 2019 Fundarte publica una antología poética de su obra titulada Crisálida.


02 Agost. 2013 Aquí adentro se concentra el arrebato del mundo. Un minucioso desencanto donde el terror es la marca. Aquí la cordura es otra y está en préstamo. La rabia se devora a sí misma como un insecto a su crisálida. Hay noches donde el llanto es común y la furia un coro. Lejano se perfila el horizonte, posible descanso donde el sol entibia nuestros párpados. Pude enjaular las múltiples patas que pendían de un hilo. Traspasan los barrotes e inmensas abarcan a todo cuerpo tibio que se le acerca.


No existe mayor abismo que asirse a un ave emplumada de negro que vela tus ojos. Soy un cráneo que voltea una luz en pendiente el fin de la sombra.


13.10.2014 d.C. Sé mirar desde abajo. Sé alzar la mandíbula y y entenderme rastrera. De nada sirve tener hombros la carga los hace doblarse, de nada sirvo si al alzar la vista el sol quema mis pestañas. A veces sueño con multiplicarme como las moscas de Quiroga. Luego viene una bota hacia mí y me escurro. Si supiera cavar un hoyo y silbar un hedor que las atraiga… si ellas pudieran intuir que desde mi nimiedad deseo esparcirme entre sus alas tornasoladas ¿Cuánta vida olerán en mí que las repele?


Frasco #2 Caneo no lo sabe. Caneo se ha vuelto bicho. Pero el bicho está alojado. No se sabe quién ella quién él. Caneo desconoce. Tengo asilo, aquí, en un rostro amable con pechos dulces que se ofrecen. Parásito o no, soy bienvenido. Mientras… las cucarachas se hacen oír esta noche. Ellas se agitan, proyectan mudas la advertencia pero Caneo nada escucha. Bajo la cama, en la pared, sobre la madera todas somos testigo, ella se desvela. Nuestros ojos y sus ojos, el insomnio. La luz se enciende y ella no escucha el murmullo de nuestro aleteo.



16 Marc J. Mellado

Nació en 1990 en la ciudad de Barcelona / España, en cuyo extrarradio reside y trabaja actualmente. En mayo de 2021 se publicó su primer poemario Que empiece la tarde, por Valparaíso Ediciones.


Tributo al exilio Me persigue el silencio. donde antes habitaba la necesidad de desquitarme, ahora sólo existe una pequeña ausencia. un mal presentimiento, una tarde entera lloviendo llenan los huecos de la nueva soledad: la tuya, que es tu medalla. yo me quedo con el premio de no acordarme de todo.


Ejercicios de tiro La vida la hacen ciertas tardes en las que ocurren los hechos más improbables. en aquélla, se acercaba el silencio desde muy pronto, cada vez más incisivo hasta la orilla, arrastrando los últimos vestigios de una enfermedad transparente. lo que nos esperaba, no por increíble era menos sabido, y todos se ponían de acuerdo en destacar el desastre. lo único que me calmaría en un futuro próximo sería avanzar veinte años o retroceder diez, tan de golpe que la sangre que en otro tiempo pretendiera desbordarse no alcanzase a inundar mi juventud.


ahora es reconfortante disparar contra una pared desgastada, saber que no me dio para pasar hambre, que no podré poner de mi bolsillo la velocidad y la hora exacta, y para cuando lo que no puede ocurrir me cambie estaré despierto, guardando en la garganta el miedo y su fuente.


20 Guisela López

Escritora, académica y crítica literaria. Doctora en Estudios de Género por la Universidad Internacional de Andalucía, estudios de Maestría en la Facultad de Ciencias Jurídicas y Sociales de la Universidad de San Carlos de Guatemala (USAC) y Licenciada en Ciencias de la Comunicación por la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM). Fundadora y coordinadora de espacios de formación literaria: Cátedra AlaídeFoppa, la Colectiva de Mujeres en las Artes y el Seminario de Literatura Feminista y Ciudadanía. Integrante de la Asociación de Mujeres periodistas y Escritoras de Guatemala (AMPEG), de la Red de Investigación en la Historia de la Literatura Escrita por Mujeres en Centroamérica.Coordinadora de 12 libros académicos y autora de 9 poemarios, entre ellos: En busca del amanecer, Canto nuevo, Brujas, Voces urgentes.


Anti Penélope I Una vez roto el mito de Penélope, desataré la luna y zarparé el alba entre los dedos, a construir un nuevo país, sin matrimonios, sin esperas, donde la soledad no duela. II He cambiado la espera… por búsqueda de mar.


Metáforas de viento Siempre han querido: acallar nuestra voz, confinar nuestros sueños, encadenar nuestro corazón al desaliento.

I

Nos quitaron las tierras. Erigieron fronteras. Nos quemaron los bosques. Levantaron murallas. Nos robaron los ríos. Construyeron represas.


II Pero nos resistimos como los vientos. Y poco a poco… vamos juntándonos. Niñas y niños con cielos de cenefa, Mujeres que forjan vientos, hombres que enhebran caracolas. Ancianos voladores de nubes, ancianas rutilantes de estrellas.


Poco a poco… vamos juntándonos. Trenzando la memoria: con luciérnagas, con pedernales, con relámpagos… Hilo, tras hijo, - fuego que nace desde adentro hasta inundar de luz la obscuridad. Hasta inundar la obscuridad. Hasta inundar de luz la obscuridad.



26 bárbara mol

Ouro Preto - Minas Gerais / 1986. Vive y trabaja en la ciudad histórica de Ouro Preto, Brasil. Artista visual e investigadora en arte independiente, desarrolla proyectos autorales que dialogan con el pensamiento filosófico, sociológico y literario, en especial los realizados por mujeres. Se dedica a la creación plástica, reflexiva, crítica y sensible de imágenes y palabras, especialmente la escritura de cuentos y poemas sobre lo que resta de sus experiencias. Actualmente investiga sobre las relaciones entre la cultura barroca ouropretana y el bioma cerrado en sus campos rupestres.


Atlánticas no sé porqué estoy pero estou je suis lá breathing sureada por todas las voces que me hablan ao mesmo tempo atlánticamente Atlânticas não sei porque estou mas estoy je suis lá breathing sulada por todas as vozes que me falam al mismo tempo atlanticamente Traducción / Livia Vargas González - Venezuela.


Ai Ai América ay ay América esa es la rima tú y yo los ojos más negros dicen eres tan linde thisis américa no te ilusiones no están entendiendo nada de lo que digo Ai Ai América Eres tan gentil tus ojos son tan azules this is américa no me odies Odara me dijo Amada esa es América sueños asaltos de espino los ojos más negros esa es la rima tú y yo


AyAy América ai ai América essa é a rima eu e você os olhos mais negros dissem você é tão linde this is américa não se iluda não estão entendendo nada do que eu digo Ay Ay América você é tão gentil seus olhos são tãos azuis thisis américa não me odeie Odara me disse Amada essa é a América sonhos assaltos farpados os olhos mais pretos essa é a rima eu e você Traducción / Livia Vargas González - Venezuela.


30 Yenys Laura Prieto Sancti Spíritus / 1989. Poeta y periodista cubana. Es egresada de la Facultad de Comunicación de la Universidad de La Habana. Ha sido guionista, presentadora y reportera en varios programas televisivos de perfil cultural. Actualmente forma parte del equipo de la revista de periodismo narrativo El Caimán Barbudo. Ha publicado los libros de poesía Secuencia de baile popular (Ediciones Unión) con el cual obtuvo el Premio David de Poesía 2018 y La ciencia de la conservación (Letras Cubanas), reconocido con el Premio Pinos Nuevos 2019. Su cuaderno La gran fuga (2019) pertenece a la serie Narciso de la Colección Sur Editores. Participó en la redacción del volumen de crónicas periodísticas Rosario, una ciudad anfibia, publicado por la Editorial Mansalva. Su obra forma parte de varias antologías poéticas y revistas literarias en Argentina, Brasil, Chile, Colombia, México, España y Puerto Rico.


Busco el lenguaje para pagar las ruinas adquiridas. Quiero amortiguar la intensidad de un sonido que punza, y no ser yo quien se esconde en la corteza de la sangre al espantar la violencia de la caza. Vengo para producir asfixia y negar un tratado histórico de la depredación. He invertido muy poco en los indicios, en el ruido confuso de la voces que me penetran con silencio quirúrgico. Por eso trazo imágenes en la vastedad del solo y mi palabra arde con su lustre, sobre el sigilo incógnito del mundo. Traigo este objeto portátil que fluctúa y anuncia el vértigo, la imposibilidad de la fijeza. Las palabras no me liberan de ese lazo que se cierra sobre nuestros días pero puedo posarme en la superficie de las formas y confrontar el mismo eje que otro cuerpo, cambiar de esencia hasta aniquilarme, mudar de líquido sin ver nunca el fondo. El lenguaje no me salvará de ser parte de la roca, no impedirá que me macere en porciones iguales. A veces sólo queda deleitarse con la disolución y aún así sentir gratitud.




34 Israel López Solano México - León, Guanajuato / 1986. Estudió Historia en la Universidad de Guanajuato. Prepara la tesis “Desollamiento humano entre los mexicas durante el Posclásico tardío (1200-1520 d. C.)”. Tiene una pequeña galería para fumadores. Trabaja en la edición del fanzine Ratas con pelo de hongo. Es integrante del taller de poesía de grafógrafxs. Recientemente publicó el libro Galería para fumadores, en la colección de poesía Pasavante del proyecto editorial Grafógrafxs UAEMEX..


Okapi — ¿Cómo sueñas eso? Yo soñaba algo parecido. Lo soñaba sin una mano, entre mucha basura y perros callejeros. Nunca me responde, no me mira, es decir, intento comunicarme con él pero él no lo sabe ¿me explico? — yo a él ¿sabes por qué me lo tatué? porque una vez lo soñé sin rostro y me dio miedo que se me olvidara su cara. Veía todo su cuerpo pero no le veía la cara; nada, no había nada, donde estaba su cara había una mancha negra. En una ocasión metí el brazo ahí en la mancha, hasta el codo, y sentí cómo llovía muy fuerte del otro lado ¿Te gustan las series? ¿has visto una que se llama Twin Peaks? — no, ¿está en Netflix? — No tengo idea, la vi hace mucho. Hay unos cuates ahí que se quitan el rostro. — mensajito, para que me la pases. — En mi casa le decían “bombón”; por el cabello. Lo tenía chino y esponjado; no se peinaba. Se la pasaba haciendo bombas molotov, no sé para qué, y siempre que venía a mi casa las traía. Tenía muchos stickers de astronautas, los pegaba en todos lados, de cabeza, como si se estuvieran cayendo ¿ves los que están en la puerta? él los puso ahí ¿Has visto una película que se llama Pieles? Me gusta la paleta de colores, y Carmen Machi. — No, recuérdame verla, y escuchar la canción. Él trabajaba en un taller mecánico. —Oye ¿Has visto un Okapi? Es una cebra que al mismo tiempo es una jirafa, muy bonita.


Historiografía mexicana —Yo soy el señor diablo de esta pandilla ¿señor diablo?¿y qué quiere decir? — Pues quiere decir que soy diabólicamente bueno arrancando cabelleras” Quiero tener una navaja curva, de las que usan los mutiladores mexicanos Extraordinariamente afilada Que la empuñadura tenga forma de rinoceronte Quiero con ella rasurarte la cabeza a las seis de la mañana Lavarla antes con un jabón natural, de miel, sin parabenos Esta manera tiene el amor para mí El sonido marítimo de millones de gaviotas esquizofrénicas degolladas en la playa Puedo ver las tráqueas en alta resolución, floreadas y nítidas Puedo escuchar la vocal agonizante y estridente, una i gigante, gutural Me gusta pensar que algunas lloran, que les veo las lágrimas; En el degollador, y en la morfología facial de su éxtasis


Quiero que vengas a mi casa un sábado Morderé compulsivamente tus pantorrillas y tus tobillos Con las marcas de mi dentadura deforme [de las mordeduras] haré un cortometraje en ocho milímetros En un columpio en un parque público abandonado secuestrado [tomado-invadido] por grafiteros Llevarás un vestido de primavera adornado hasta el exceso con telescopios azules y amarillos [de plástico] La colorimetría [el diseño visual] [será las bombas en las paredes [negro y cromo] El argumento tus piernas marcadas balanceándose Sucias y descalzas Lo nombraré “volcán” Reduciré el diseño sonoro a los ruidos que salgan de ti mientras te balanceas Junto al rechinido metálico de la cadena Todo a las cuatro de la tarde Sin rebotadores La ternura es así para mí Una multitud desquiciada de perros despeñándose


[se asoman al vacío][se despeñan] con la expectativa de una caricia [en la persecución de una caricia] [se hacen pedazos mientras caen] Bajo un puente hay catorce niños adormecidos inhalando pegamento Alucinan con lactar [ser amamantados] y con pistolas de oro Cuando creen que descienden limpian parabrisas Algunos de ellos escupen sangre al toser Se limpian la boca con la mano Les quedan manchadas las comisuras Palabras vacías en su cartografía vital [Foucault][Kristeva][Derrida][Duby][Butler][Lipovetsky][Deleuze] Sus cerebros son amarillos Su casa es una alcantarilla Bajo las luces de un semáforo Cuando mueras tejeré una trenza con tu cabello La convertiré en pulsera Quizá la presuma [la use] [la lleve] como [una] reliquia



40 Johana casanova

Nace en Armenia Quindío en el año 1991. Su seudónimo es Gaia es tecnóloga en control ambiental, gestora cultural, poeta, actriz de teatro y practicante del espoken Word, es integrante del colectivo poético Nuevas Voces y directora de la línea performatica Arvak del colectivo Nuevas Voces de Medellín Antioquia, ha publicado Ecos en formato audio libro 2017, detrás de las piedras. sus poemas han sido traducidos al inglés y francés, ha participado en encuentros poéticos y festivales nacionales e internacionales, Festival Internacional de poesía de Medellín año, 2018, 2019, Festival Internacional de Poesía de la Habana, Cuba, 2018, Festival Internacional de Poesía de Pachuca, México 2019. Sus poemas han sido publicados en diferentes revistas digitales. Es ganadora de la beca de poesía en formato audio libro de la gobernación de Antioquia 2017, Ganadora de las becas de circulación de la secretaría de Medellín 2018, Ganadora de los estímulos de bello (poética del espacio) 2020.


Alineamiento En tus manos reposan los astros Por lo más hondo del cielo Una luminosa trama tejida de los planetas, alcanza la herida de la luz a dónde un aire antiguo invoca el mundo Y los hombres buscan alguna fábula en su memoria.


Alondra Tráeme el alba del verano para volar sin ataduras ante el asombro de los valles. Quiero abrir en el alcázar un nuevo Reino dónde tu vuelo sea música. la fuente prometedora de vida y canto Lejos de la ceniza que cae de las sombras. Solo en el valle, bajo los cerezos podré ver el tapiz de la esperanza una tierra llena de alondras que reúna como un espejo la constelación de un zafiro diminuto al caer en la súplica del cielo.



44 Adrián Arias Pomontty. Maracay /1989. Estudió Ingeniería Eléctrica. Actualmente cursa estudios en la Maestría de Literatura Latinoamericana de la Universidad Simón Bolívar.


Carta del gobernador de la provincia de nagua-nagua a Tamerlan. Externa es la mano que niega las prestidigitaciones de la maquina destino. Claro misma claro de todos los supuestos anaerobicos de la respiración textual, surgen las dudas acaloradas del intercambio termodinámico que se genera cuando borramos las letras del viejo libro de la muerte. Un supuesto: “la vida sólo se origina en la vida” y cuatros amaneceres cayendo sobre el güiro generan un sonido irreversible. Esto es, como dicen por ahí: una descripción de los supuestos del mundo/ la vida es la descripción de un clasicismo cosmogonico/ pequeño puntico azul/ pequeño ínfimo puntico azul de la burguesía estelar. Clasismo/ plasismo/ pran-sismo/ las categorias del texto que se escribe en cielo (nubes nubes nubes nubes y un sol arrechisimo) decirse o usted dice o se cise como siempre: las interacciones de todas las palabras que se interceptan desde un conjunto a otro subconjunto desde la entropía del grito azucarado de 400 abejas muertas por la variación magnética de la realidad no son planificadas. Cuando se duerme y una mosca se posa sobre tú nariz se puede deducir Todo fenómeno requiere tan poca cosa, dos entes, A es un conjunto cerrado, B es una luz


TODO FENOMENO REQUIERE TAN POCA COSA TODOFENOMENO RQUIERE TAN POCA COSA. TODO FENOMENO REQUIERE TAN POCA COSA TODOFENOMENO RQUIERE TAN POCA COSA.TODO FENOMENO REQUIERE TAN POCA COSA TODOFENOMENO RQUIERE TAN POCA COSA.TODO FENOMENO REQUIERE TAN POCACOSATODOFENOMENO RQUIERETAN POCACOSA. Profundo es la ocurana del invierno FENOMENO REQUIERE A rremangado es el olor a flor de muerto TAN POCA COSA El aire no tiene fondo TODOFENOMENO REQUIERE TAN POCACOSA.TODO FENOMENO REQUIERE TAN POCA COSA TODOFENOMENO RQUIERE TAN POCA COSA.TODO FENOMENO REQUIERE TAN POCA COSA TODOFENOMENO RQUIERE TAN POCA COSA.TODO FENOMENO REQUIERE TAN POCA COSA TODOFENOMENO RQUIERE TAN POCA COSA.TODO FENOMENO REQUIERE TAN POCA COSA TODOFENOMENO RQUIERE TAN POCA COSA. abierta en cinco dedos. Todo A es la inversa del sueño de B: Vértebras de miedo encima de la mano que cuida, aparece la falange atónita/ Aparece a tientas la cavidad de un cuello milagroso, distorsión de los 90° frente a la página. 1 - Panzanius C. es el gobernador de la provincia de nagua-nagua, matemático, músico, místico y poeta, 3m sobre p. Escribió cuatro cartas estelares, vivió en el extremo sur del sur anaranjado. En su cabello creció un tordo. Defendió la madraza de Barbu-lá, de las invaciones Feonicas y Lacavasticas. Hombre sencillo y ojos sobrios. Tradujo la obra Id Labrin y Shaslum Omasaran. Esta carta fue escrita desde su solar en la madraza en el año de 1300 del calendario de Maria Lionza (reina de reina) 2 - ¿Tan solo una ilusión? Ila Pringogine


Vértebras de miedo encima de la mano que cuida, aparece la falange atónita/ Aparece a tientas la cavidad de un cuello milagroso, distorsión de los 90° frente a la página blanca: a) escribes dos frases b) respiras centro c) te piensas como hijita triturada c) ya eres un objetivo monista. La geodésica es la distancia más corta entre el sueño y la muerte, uno se pierde en los mapas de los números, escuchando sub escudándose en los espejismos del frío. Rojo opaco contra las /disloca siones/ del tiempo. Susurrar es la regla para traducir la noche. Una ecuación es una lupa para leer los micropasos de dios. Decir: el lenguaje es la notación del relámpago, Dilema: el obelisco rojo de los sueños es tu cráneo rodando mundo abajo, aderezado de mierda y barro. Las armas del mundo se disparan contra el sol y la plata que genera signo no recibe los estancamientos Las armas del mundo se disparan contra el sol la plata que genera signo no recibe los estancamientos tú el signo en el Signo te verás volando tú temblado de felicidad tú apagandote tú solo tú extinto.


Telares de Samarcanda. entre sus ojos, hilaba… Andrés Eloy Blanco

1) ↑ La ferocidad es la posibilidad de colocar los bosques en la ceniza del cuchillo. Se escribe para ejercer el ritmo de dios. Esa boca presume una algarabía algebraica, media parte resuelta y la otra crepitar de monte alto. Interprete de átomos juntos, desde nuestras piernas escuchamos el mundo. Ordenarse para el soplo y el eructo, que es una palabra estancada, que es el cupón de una noche semi-uniforme. Estoy aquí, inclinada para que las águilas inmensas batallen con todo lo que hay, de las estrías y las sombras nos queda el vuelo vigilante de un tiempo niño. 2) ↓ El fuego tejido en plena mano turbaba en los cuatro estados de la materia, había sangre y ese arbusto que llamamos tempestad no se mece ni con los flecos ni con las pestañas y como una palabra que no se busca y que se adhiere y que se estremece como la punta de un fuego muy pequeño. Se es uno y sin mentira (_____________) como la muerte con el hielo de la derecha convulsión de la quietud que no es un instante que cuelga de dos correas suicidas fantástica la idea de no emerger como un hilo en dos pajares.


A

...

...

. 3) ∞ .. Pirámide celeste mereces tener dos lenguas. No hay paciencia, ni rodeo cuando la belleza esquiva los minutos, se teje para vivir -------- a la realidad se le puya con determinación pero sin espanto pero con silencio ¿Qué hay de las manos que no rozan el poema? Suspendido como el bien bramar citado de hombres naturales con penes mecánicos que no dominan el fuego anochecido, se teje para no estar a solas con la muerte o que es lo mismo a la página en blanco. Pirámide celeste mereces tener dos lenguas y dos ombligos y el par completo de quejarte y no con el lenguaje que es insuficiente como el caos de un corazón dividido que lucha poco y se hace hielo granizado de pinta colita y anaranjada fragancia.


4) ↔↕ Una lógica del mundo y luego el pliegue, el roce, las capaz infinitas de la melancolía. Un hombre sabe que de sus ojos se construye un laberinto, una libertad de gastar los errores que la maquina destino le entrega. El desastre y el poema están separados por colores, la certeza general de que uno se está muriendo, es una cifra que se repite en los amaneceres y en las orillas de los anti-momentos. La inversión, la manera de pensarnos como pipotes llenos de vísceras y sangre, con líquidos primordiales sin ánimos, estáticos, basales. Todo está invertido, como lo sagrado, pero se escribe para evitar la ausencia de los números. Hay un pájaro muerto y el sufrimiento no termina. El frío llega sin imágenes. La boca con el plexo solar da más y más vueltas mientras se navega con el aire por todos lados. El poema ya está viniendo, son las venas de un rayo rojo.



52 Ivonne Sánchez -Barea

1955. Nueva York/EUA - España (origen colombo-española). Dra.H.C. Representa Movimientos e instituciones Culturales, Literarias y Medio Ambientales. Pertenece a Comités Científicos, Literarios, Asociaciones Culturales, Movimientos y Asociaciones Ecológicas. Conferencista en Hispanoamérica y España. Sus poemas han sido traducidos a siete idiomas. Artículos y ensayos incluidos en revistas académicas, culturales, literarias y científicas. Premiada y finalista de diversos certámenes de arte, poesía, medio ambiente y relaciones internacionales.


Burbuja Soy burbuja, aliento, y cristal de fuego. Copa al rojo vivo, en tu boca, temple, cántaro de arena, oro de mi sangre, girando mi talle, blanda luz y prisma, aristas de cuarzo, rosa del desierto, mano suave y fuerte, un soplo y exhalo.


Suspiro Escapado suspiro que exhalo en visión atemporal de mis recuerdos y me veo aun arrastrando hojas secas en colección de añoranzas pretéritas. Mis blancas sienes erigen siglos, hijos y amores prendidos como alfileres negros al tejido de la rugosa piel que me recubre. Un símbolo pende de la túnica envuelto alambre y hierro forjado sobre el grafito imito destellos luminarios y en un arco invisible ato al verbo. Del libro - 111 Signos, huellas de una Aquera.



56 Francisco Martínez Real Nació en Madrid en 1990. Ha sido finalista del certamen Poesía Viva #LdeLírica organizada por Ámbito Cultural de El Corte Inglés y sus poemas han sido recogidos en la antología de dicho premio. Ha publicado obra lírica en revistas como Cuadernos del Hipogrifo, y se ha desempeñado como crítico literario en Diario16 y Ocultalit. Anteriormente ha enseñado español en University of Hull e IES Abroad Buenos Aires, y en la actualidad es profesor de Lengua Castellana y literatura en el IES Los Rosales (Móstoles, Madrid).


Firmeza No soy firme Porque no he dicho Que sí ni que no A algún polvo oscuro. Simplemente los picaportes De una casa se han movido Y se han superpuesto Hombres en las gargantas De un río que sigue haciendo sal.



Soy una forja Que lame los hierros de abajo. La que cuando se siente cansada Con los pelos hirsutos Desciende todas las colinas de cadmio Para ver dentro de tus ojos O de tu sable candente una justicia nueva. Soy la que no sabe callarse Y abre siempre nuevas fábricas para Una equidad que se dice siempre innovadora, Soy la que abre bien el puño Cuando hay que recibir metales en la mano, La que cuando hiere hondo el aburrimiento No siente más la pena por quien no supo Herrar bien a las yeguas y sus sementales. Exigimos menos terrorismo de Estado.


60 Andrea Juliana Enciso Bogotá / 1979. Escritora y critica literaria radicada en el Caribe colombiano. PhD en Lengua y Literatura Hispánica de la Universidad de Pittsburgh. Ha publicado Derivas de la Piel (2020), Panóptico Pabellón para tercos y fantasmas (2005) y Laberíntica (2000). Ensayos, artículos y poemas suyos se han publicado en revistas especializadas y varias antologías nacionales e internacionales. Su poesía ha sido traducida al alemán. En el 2008 fue una de las ganadoras del concurso Quiero Ser Escritora del Colectivo La Lupe en el marco de Bogotá capital del libro. Como directora de Aluvión (proyecto de critica literaria de autores y autoras del Caribe colombiano) ha sido ganadora de la Beca de Critica y periodismo cultural del Ministerio de Cultura de Colombia en el 2020 y 2021. Aparte de escribir y trabajar para Aluvión, es la editora de la sección queer de la revista argentina Abisinia Review.


Disforia de domicilio Costado abierto, grueso contra la reja. Las cortinas rotas las paredes sucias el sudor de vodka en el ámbar de la puerta. Hogar dulce hogar me miraba el piso esos pies de viudo no eran míos. Me fui con un titulo de propiedad y un par de llaves inservibles. Las heridas familiares pagan impuestos de renta.

Inédito.


Espiando a la pantera onca de los bosques tropicales Lento y seguro lo veo salir de la espesura con sus ojos verdes incandescentes postrarse bajo la majestad de una fruta roja y goteante lista para florecer en la profundidad de su boca. Observo la apertura de sus labios la ternura de su lengua su espalda casi vegetal anudándose al árbol del que desconoce su nombre.


Exhausto el felino retoza con el brillo dulce del ámbar en su cara ¡Qué bello se entrega al placer! El deseo cultiva estalactitas en su barba. Del libro Derivas de la piel / Barranquilla, 2020.


64 Fabricio Gutiérrez

CDMX - México / 1985. Ha estudiado Filosofía y Letras en la UNAM. Es autor de Escuela de levitación (2020) y Las cartas de amor que no alcanzaron a escribir mis muertos (2021). Su libro Rastrillar la zona fue el ganador de la cuarta edición del Premio de poesía Centrifugados Pueblo de San Gil (Cáceres, España).


Ese hoyito en la pared es la bandera de mi país, cada día viene alguien y rasca con las uñas hasta hacerlo más grande. Alguien más viene y se pone a hablar con la boca contra ese hoyo, piensa que del otro lado alguien lo escucha. Que alguien lo reconforta. Lo que no sabe es que no hay nadie del otro lado. Que no hay nadie del otro lado de este país. Por eso alguien que está harto de todo esto viene y tira la pared y entonces, sí, en la polvareda que se levanta y e irrita los ojos alguien empieza a escucharlo.



Alguien que no nos quiere nos dió este país 1 Una de dos: un tráiler en la carretera lleva fruta o muertos. Los políticos de mi país tienen una pala en vez de madre. Mi hermana usa gorra para que los hombres no vean lo hermosos que son sus ojos y la levanten. El cuerpo de mi amigo arrojado al lago tardó en llegar a la orilla. Siempre lo supe: algún día los cuerpos de mis amigos estarían rodeados de flores de agua. Otra cosa más: cuando volvimos a casa, ésta era más pequeña, del tamaño de una balacera. Dormimos a la intemperie, pero las hojas de los árboles no logran caer en nuestro sueño.


68 Giordana García Sojo Caracas / Venezuela. Escritora, editora, investigadora social y promotora cultural. Licenciada en Letras por la Universidad de Los Andes (ULA). Cursó la maestría en Antropología Social de la Universidad de Buenos Aires (UBA) y el diplomado en Gestión y Promoción de los Derechos Culturales por la misma casa de estudios. Se ha dedicado a la edición en distintos formatos. Entre 2013 y 2017 dirigió la Fundación editorial El perro y la rana. Actualmente forma parte del Centro Estratégico Latinoamericano de Geopolítica (Celag), es profesora de Literatura Venezolana en la Universidad Central de Venezuela (UCV) y lleva adelante el espacio transmedia de poesía #PoesíaEnCasa. Ha publicado en antologías, compilaciones, portales web y revistas de América Latina. Ha representado a Venezuela en las Ferias del Libro de Buenos Aires y de La Habana. Coguionista de los proyectos de video danza A.L.M.A (Amaká - El Horno colectivo, 2020) e Ínsula (en edición). Es autora y co-compiladora del libro Venezuela, vórtice de la guerra del silgo XXI (La Fogata, El Colectivo, 2020).


Partida La niña ahuyenta audacias de muerte en los ojos absortos de su madre sumerge la bestia en posillo pequeño Leve golpea su ombligo la hunde con naturalidad convoca el universo de las grietas soplan telarañas delicados veleros con voces de sirena todo lo vivo bulle en su juego la pesada lámpara vuelca bandada revuelo de pluma caída de luz para ver ahora sí ver el hilo de cáscaras sobre hormigas hacia la absurda camada de vida.

Del libro Lengua materna (Inédito).


Al menos Al menos comienzo el declive Comienzo es verbo transitivo Sucedo digo dentro Por tanto pienso Por tanto sueño Morir no es soñar ni es verbo transitivo Sé del foso de la mente engarzada en anzuelo de muelle ardido He subido escalinatas de ciudad arrasada bajo el tifón de tres civilizaciones Morir se parece no al sueño Camino la vigilia con vestido lunar cuidando el almíbar de todas las hormigas porque las hormigas son la prueba de la inteligencia excesiva de la naturaleza La gula vital El asombro capital Al menos asombro de la noche en el rostro de Nila memoria de escama rota sujeta al brillo de su herida me persiguen incontables rombos incontables me persiguen


diminutos me persiguen en reflejo exponencial como ventanas sonoras de ciudadela sitiada !Ay mi ciudadela! espanto moscas de su centro vienen a los hongos naranja de mi pecho labio de hoja al menos orar versos nuevos regurgitar semillas de jabillo a pichones hambrientos deglutir veneno con benevolencia para al menos dejar el nombre de la muerte dentro del vientre Mirar arriba ojo ceniza diciendo “comienzo” Con la lengua lamiéndose a sí misma como decir “mírame mamá” como decir miedo y hastío Sin claudicar Sin dormir Tal vez Al menos Del libro Lengua materna (inédito).


72 Ingrid Bringas

Monterrey, N.L - México / 1985. Poeta, autora de La Edad de los Salvajes (Editorial Montea, 2015) Jardín Botánico (Abismos Casa editorial, 2016) Nostalgia de la luz (UANL, 2016) 1000 watts de amor electrónico (Yerba mala Cartonera, 2016) Objetos imaginarios (Pinos Alados, 2017) Flechas que atraviesan la espesura de la noche (Liberoamérica, 2020). Libro con el que obtuvo una mención en el XII Premio Internacional de poesía Gastón Baquero 2019. Su obra está incluida en diversas antologías nacionales e internacionales. En 2020 fue Becaria del Centro de Escritores de Nuevo León (CONARTE). Obtuvo el Premio Internacional de Poesía Gilberto Owen Estrada, 2021 con su obra Frontera Cuir. Actualmente es miembro del consejo consultivo de la Fundación Internacional de Derechos Humanos en el área de Igualdad, inclusión y diversidad.


Espejos Éramos las ventanas que resuenan con furiosa calma en algún lugar. Éramos apenas las palabras, lo que amábamos era apenas el reflejo del agua recuerdo un paisaje dócil entre tus manos, una música. Los pies danzando a nuestra manera para demostrar que estamos vivos cerramos los ojos y a los lejos, olía a lluvia; Éramos un lugar inhabitable el sonido de tu nombre, la luz entre la sábana el ángelus de tu cuerpo Donde éramos apenas silencio.


Retrato de una mujer en llamas Un cuerpo a media noche cuerpo de quién una mujer se dibuja como una figura que sonríe en la niebla y su cuerpo el hueco: la cueva un animal detenido en el tiempo una mujer se dibuja para otros donde no hay nada todo mundo se detiene en su retrato la mujer posa con alfileres en los ojos una luz irregular lo ilumina todo en la sala su carne inerte su vasto color sueño una mujer se dibuja entre cuatro paredes cubiertas con terciopelo.



76 Daniel arella

Caracas / 1988. Licenciado en Letras mención Lengua y literatura Hispanoamericana y Venezolana por la Universidad de Los Andes. Magister de Filosofía por la misma casa de estudios. Ha sido merecedor en dos oportunidades (2009 y 2016) del Primer lugar del Premio DAES de literatura en la mención cuento (Universidad de Los Andes). Obtuvo una mención honorífica en el Concurso Venezolano de literatura fantástica y ciencia ficción, 2017. En el 2015 recibió el XIX Premio Latinoamericano de Poesía por Concurso “Ciro Mendía” (Casa Municipal de la Cultura del Municipio de Caldas Departamento de Antioquia, Colombia) con su poemario Anatomía del grito. Es Premio de Ensayo del Goethe Institut, 2020, por la Pontificia Universidad Católica del Perú. Ha publicado el poemario Al fondo de la transparencia (Editorial el perro y la rana, 2009); El loco de Ejido (plaquette Colección de poesía naciente venezolana Ojos de videotape lospoetasdelcinco editora, Santiago de Chile, diciembre, 2013); El andrógino ebrio en el Haitón. (Nuevos Clásicos, Bolivia, 2017); Anatomía del grito (Fox Island, LP5, 2020, disponible en Amazon). Igualmente, su poema Plegaria de las metamorfosis fue seleccionado en el III Premio de Poesía Joven “Rafael Cadenas” 2018.


El libro desaparecido de Mallarmé

a Víctor Manuel Pinto Vivir la masacre sin saber por qué. Los tres

Su boca se hunde con el placer de las grietas y cosecha las oscuridades del mantra con la súplica y el silencio No resisto los díaslas noches alumbrando y apagando lo vivo Recuerdo el camino a fuerza de cielo/ a fuerza de infierno Un poema para sonreír antes que la sombra decapite No encuentro pensar-siempre-vivo Me voy con la espuma y la fuga en sílaba Deseo amar el silencio de los otros en el fondo de la vasija El juramento del árbol en mi cáliz Sólo así resisto Por ella me he vuelto invencible Me empuja al coraje de la soledad inmaculada La soledad que revienta los cráneos del sonido (Me dicen que si insisto atravesaré la página) Que un mar de ausencia detrás de la palabra levita en lo profundo Mis ojos cierran las aguas de la luz El olvido capaz de ausentar el color de los cielos El trazo de la nada sobre el efluvio anterior


A la transparencia Es verídico el ardor y su invasión declarada Bajo la máscara La piel es levantada hacia sus manos Dentro del sentido puede llover Puede andar el vértigo de la libélula sin piedad hasta hacer de la altura el costado del volcán su abertura delgada línea de la boca sangrienta donde reventaron pasos de asesinatos (Disecadas para entrar) En las casas ocultas del padre Que sí guardaron con creces lo que buscaba allí en la intemperie de la biblioteca Pudo suicidarse cualquiera bajo grande disminuyendo Hasta el punto en donde tomé el libro que estaba esperando por mí a que se me hiciera igual a una Letra pequeña para desaparecer por los recodos de los dedos [Abel Casariego. Pasaremos por las manos de todos, 2: 22 a.m., 6 de octubre del 2028/ Venecia]


La belleza afilada en la garganta de la puerta No olvido tu rostro, nunca Mi persona se santifica, creo en el negro de tus manos, siempre Yo vine oscuro a que me vieras, a ver si no fui yo el que mató al hombre Mi miedo es la medida de las cosas Yo sufrimiento no, acaba, la palabra no puede ser sangre Yo necesito acabar esto Necesito que este grito acabe No sé acabar; las estrellas me dicen que no Que si es posible Les creo Los árboles me dicen que les crea, que las estrellas son mi madre La locura es tener muchas madres La locura es la belleza afilada en la garganta de la puerta “Mide” –“Tú no sabes medir” La oscuridad puede ser un cerebro Un cerebro de balas incorpóreas, de rosarios de bala Mi pensamiento tiene la forma de una bala en tu cerebro Yo nací atravesando tu cuerpo al cruzar la calle Yo te miraba desde el ojo rojo del semáforo pensar en tu hermano Te vi pasar desde el gato solitario por la avenida Montparnasse pensando en tu hermano


Yo soy tu hermano Yo soy la calle mojada que pisas Me enamoré una vez y era agua y no quisieron recibirme en un cántaro En un ánfora, o en una bolsa como un pececito naranja Me dejaron caer al suelo Soy un charco que refleja los árboles de la calle Soy un charco Soy un charco como un muerto en la calle. [Salomón Lirio. Alma obesa; 1:37 a.m., 1 de marzo del 2045/ New York] De Anatomía del grito (2020).



82 Solange Páez

Egresada de Lengua y Literatura de la UTPL de Ecuador, escritora inédita.


Tacto El ápice final de nuestras horas, la línea curva de nuestros suspiros, las puntas de nuestras lágrimas parecen estirarse: se buscan entre sí.


Naufragio Nos buscábamos en otros ojos, en otros cuerpos naufragamos en otros labios nos amamos en tantos otros sexos nos encontramos en ese solitario mar vertical de los espejos



86 i

Juan Esteban Londono Medellín - Colombia / 1982. Es escritor, docente e investigador en las áreas de hermenéutica, literatura y religiones. Doctor en Teología en la Universidad de Hamburgo (Alemania). Estudió Filosofía y Maestría en Filosofía en la Universidad de Antioquia (Colombia). Tiene además una Licenciatura y una Maestría en Ciencias Bíblicas en la Universidad Bíblica Latinoamericana (Costa Rica). Es autor de la novela Evangelio de arena (Colombia, 2018), del libro de ensayo Hugo Mujica: el pensamiento de un poeta en la poesía de un pensador (Argentina, 2018) y del poemario El país de las palabras rotas (Nueva York, 2019). Ha escrito diversos artículos científicos sobre filosofía, literatura y religiones. Sus cuentos y poemas han sido publicados en diferentes revistas y traducidos al inglés y al ruso. También ha participado en diversos proyectos musicales como vocalista y compositor.


Ranzhasi El ocelote escapa cuando oye los disparos. El Guatapurí se arruga y un vapor me guía. El manantial burbujea en la caverna, yaces boca arriba en el pantano. Un águila te saquea el vientre y deposita en él casquillos de bala. El pájaro grita un nombre casi humano, luego desaparece y ríe. Yo corto mi trenza y la ofrendo en el altar de las inundaciones: ¿Qué dedos esparcieron el veneno en tu garganta? ¿Cuál fue la última vocal que alcanzó a tocar tu lengua? ¿Cómo decir que la muerte no respira si ha trepado a la Sierra de ojo blanco? Quiero creer que la alhucema nace, a pesar de que haya miedo.


Poemas de El país de las palabras rotas 1

Golpea el cuervo mi puerta con su pico, trae el sabor de un mensaje: La noche en que te devoró el pantano, tu hijo, asomado al agua, tocaba la flauta de los desaparecidos. 2 Escribo sobre el agua en el reino de la lluvia. 3 Durante largos años hablé solo con las paredes acerca de las ruinas de la palabra. El dolor me golpeó la lengua y olvidé mi nombre.


Cuando se descongeló la gota suspendida en el marco de la puerta, ya no tenía rostro. En este nacer, desaparezco y danzo. 4 Llega la mañana después de los truenos; afuera hay troncos partidos y vidrios quebrados. Mi perro se escapó asustado, nadie tiene noticia de su color marrón. Un enano en el mercado sabe de él, me dicen. Es un saltimbanqui montado en una mesa. Me pide algunas monedas para confesar: esos animales hacen parte de otros animales, explica tras la máscara. Pero él, le reparo, es del tamaño de un caballo. ¡Ah! ¿Ese?, me contesta, y me muestra el fondo de una olla, restos de una sopa que acaba de comerse.


5 Las polillas juegan dentro de la chimenea ardiendo. Los libros que una vez leí me interpelan desde otra lengua. Las tropas se agitan afuera, un soldado me toma del brazo; quiero quedarme. 6 Un pájaro muerto sobre una sábana de hojas amarillas. A su lado, unos zapatos viejos abandonados al frío. Parece que me hubieran invitado a morir aquí, a cantar desde el fondo una serenidad intraducible.


7 La metralla quiebra los cristales del templo. Una estatua cae y se parte. La niña se tira al piso y la cubro con mi cuerpo. Confío en que mi susurro pueda salvarnos de esta lluvia. Mas soy incapaz de hablarle: mi lengua siente en otra lengua. 8 Una huella se congela sobre la nieve roja. Su garra ha caído en la trampa. Aúlla, ha quedado atrás, y se hunde en el fango. Su hermano se echa a su lado, esperan que pase la ventisca


y puedan continuar la huida. 9 Dos jóvenes bailan desnudas una canción pagana. Se toman de gancho y giran. Sus pechos tambalean. La ley de la aldea decreta que nadie puede mirar la ceremonia. Yo, sin embargo, me amparo detrás de un abedul y observo. El Danubio lleva la música. Mis palmas hacen el ritmo. Las mujeres me descubren, sonríen y danzan. A pesar de mi voto me consagro a este ardor.



94 i

Rebeca Bolanos Cubillo San José - Costa Rica / 1973. productora y gestora social, artística y cultural. Graduada en Relaciones Públicas y Comunicación, en Bellas Artes (pendiente el TCU) y egresada del Programa Thunderbird–Universidad de Arizona en Gestión de Negocios. Inició su producción poética en el año 2014 y publicó su primer libro 41 meses en pausa en el año 2018 con la Editorial Nueva York PoetryPress. En el 2019 publica la plaqueta Reporte del tiempo con poemas inéditos, con el Proyecto Editorial La Chifurnia. En este momento se encuentran pendientes de publicación su tercer poemario y una novela juvenil corta. En enero del 2017 lanza la plataforma literaria Palabra y PUNTO (www.palabraypunto.com) En el año 2020 obtiene una certificación como facilitadora de escritura terapéutica y reflexiva otorgada por el Fondo @TrustedWords y produce Memorias desde la Burbuja con una Beca Creativa del Ministerio de Cultura durante el COVID-19.


Derecho de respuesta Se le olvida al poeta que el resto del mundo también tiene derecho a sentirse rancio. Que no es territorio exclusivo del poeta el infierno, la mala noche, el amor podrido, la mujer que lo manda a la mierda, la orina de rata, ni el azufre que se mete en los órganos internos.


Silencio forzado Un montón de palabras se me atora en la garganta, como si el puño de un camionero, se metiera por la fuerza en mi boca. Necesito vomitarlo, sacarlo de mí para que no me ahogue, deshacerme de los fonemas que se me atascan cuando quiero decirlo todo. O tragarlo y desaparecer los ojos asustados que me miran. De todas formas, ya hasta digerí mi propia sangre coagulada.


Linda Lee Cherkovski tal vez tenga razón: Linda zanganea por la vida sin Hank. No vive, pinta poemas en los lienzos, rastrea palabras en el fondo de las botellas, se acomoda la nariz como si se tratara de un corazón. Le bailó, puso su cabeza en un pedestal. Sin saberlo le autografió una mortaja en blanco.


98 León Kaminski

Porto Alegre - Brasil / 1981. Historiador, bohemio y poeta bisexto. Realizó estudios de grado y postgrado en la Universidad Federal de Ouro Preto, la Universidad Federal Fluminense y la Universidad Federal de Río Grande del Sur. Actualmente vive en la pequeña ciudad de Campaña, en Minas Gerais, donde se desempeña como profesor en la Universidad del Estado de Minas Gerais. Organizó el libro Contracultura no Brasil, anos 70 (2019) y es autor de A Revolução das Mochilas:contracultura e viagens no Brasil ditatorial (en imprenta).


Libertad palabra afilada hecho cuchillo hecho hoja que corta la lengua verso con sabor de beso mordido pasión de la madrugada en la política del día. Liberdade palavra afiada feito faca feito folha que corta a língua verso com sabor de beijo mordido paixão da madrugada na política do dia. Traducción / Livia Vargas González - Venezuela.


Los días A la memoria del poeta Adriano Menezes Entre tontos, declamábamos orgías. Entretanto, solo hacíamos poesía. Cigarros baratos, Besos extraños Escupitajos, gargajos. Brahma, chicharrón, pan con ajo, Traseros pasando con meneos, Menezes buscando sus medios, Kaminski en la cachaza de campo. Os Dias Em memória ao poeta Adriano Menezes Entre tontos, declamávamos orgias. Entretanto, só fazíamos poesia. Cigarros baratos, Beijos bizarros, Cuspes, escarros. Brahma, torresmo, paçoca, Traseiros passando em meneios, Menezes procurando seus meios, Kaminski na pinga da roça. Traducción / Livia Vargas González - Venezuela.


Huelga general En cinelandia me llama para el acto bailamos en pleno paseo público entre los autobuses en llamas silueta luminosa quemándose en la dulce melodía de las protestas lágrimas y besos picantes ocultos en gas neblina corremos por los callejones bebemos de los mejores cocteles molotovs chispa fuego explosión nos amamos hechos llamaradas orgasmos como piedras en la vitrina Greve Geral Na cinelândia me chama para o ato bailamosem pleno passeio público por entre os ônibus em chamas silhueta luminosa a queimar na doce melodia dos protestos lágrimas e beijos picantes ocultos em gás neblina corremos pelos becos bebemos dos melhores coquetéis molotovs faísca fogo explosão nos amamos feito labaredas orgasmos como pedras na vidraça


102 Lenyan Veka

Cusco / Perú. Docente de Arte, artista visual, actriz, performer y gestora cultural. Miembro- directora en Nina Warmikuna, gestora directora creativa en Guíame Sur, Organización Cultural Arequipa, Cuéntame Poesía-En la voz del poeta. Ha sido antologada dentro y fuera de Perú y participado en diferentes festivales de poesía y encuentros culturalesio virtualesen Perú, Bolivia, México, España y Chile. Ganadora del primer lugar del Concurso Literario La Copa de Doce Ángulos en la categoría de Poesía (Arequipa jul. 2016), organizadora del XXIV Festival de poesía del Sur Andino “Enero en la palabra”, mención honrosa categoría poesía en el Festival de Arte Qosqo Tikarinanpaq- Municipalidad del Cusco (2020).


Figura en verso Ven, acércate, camina a mi costado o encima. Estás en el poema figura en verso estás trazado en un pasaje calado, tobogán donde resbala tu erotismo para que el mar reciba el ígneo destello.


Amanece Tras el sedoso vuelo En rara hermosura Dormida en un bosquejo Amanece del astro un murmuro erótico Pasan por las aguas pétalos y plumas La boca es un punto ciego Inerme Nenúfares clavan un lirio adormecido en casi muerte, Un suspiro se mastica de lado izquierdo hasta dislocar en sueño Trémula desnudez.


Sobre el cuerpo Torso lento sediendo en espumas Reflejo sobre la plata blanda Copio tus costumbres en rojas iniciales Brillas sobre las sombras en vórtices de eternos y callados latidos Cuerpo cenceño Obedece, triunfa y muere Sobre las olas donde trepan cristales En infinitos mapas Tendidos sobre nuestra suerte.


106 Daniel Alejandro Morales Machado Nació en Bucaramanga, Colombia, en el año 1999. Actualmente adelanta estudios de Licenciatura en Literatura y Lengua Castellana en la Universidad Industrial de Santander. Algunos de sus textos han sido publicados en la revista virtual de Águilas y Moscas y Alter Vox Media. A inicios del año 2020 publicó su primer libro, titulado, Otro cielo, con el sello editorial Ediciones Exilio de Bogotá.


Guardo un ruido en la mitad de las cejas Treinta y tres atardeceres en las pupilas Un par de besos de despedida en los dientes y un dolor añejo más parecido a una canción de Oasis Don’t look back in anger No paro de escribir, de fumar, de jugar en el parque con fantasmas que ya se hicieron cicatrices en los tallos de los árboles Piso esta colilla, una y otra vez, piso la memoria pero no se apaga No se apaga, Don’t look back in anger Esta colilla es mi corazón


Algo nos sobrevuela cuando nos irreconocemos mirando el cielo Creo que es una cosquilla un relámpago una herida hecha rampla Entonces, te sientas en esa banca en donde suelo contar mis fracasos para decirme, al oído que lo dejemos todo atrás Y te haces nube en ese ritual sagrado de dejarme pasmado en la atmósfera Me detengo a ver las ballenas deslizándose bajo la carretera mientras todas las palabras


aprisionadas se preparan para estremecerlo todo El amor, me digo es un desplazamiento que el lenguaje no puede retener


110 Iveth Vega

Santa Bárbara - Honduras /1991. Poeta y correctora de textos. Ha publicado: Elementos sucesivos (2021). Ha sido publicada en la antología: Existe un lugar… o eso pienso (UNAH- TEC Aguán, 2018). Ganadora del primer lugar en el Concurso de Poesía Narrativa en el marco del XVI Encuentro de Arte Estudiantil (UNAH, 2019).


Vidente Leyendo un nombre circular sobre este espejo humeante me encuentro ensordecida y abismada. El sabio que me entiende, el que es mi copia me ha dado la espalda. Pliega sus brazos y es oscura la noche; los extiende y se ilumina el cielo. Vago perdida en el universo caótico. Mi sensatez no tiene barreras altas. La nebulosa se filtra, cambia de color; con su ojo de jaguar ha visto mis pensamientos, con su mano invisible los ha tocado; con su voz azul y despiadada, repite: Mi rostro se refleja en los trescientos sesenta grados de tu nombre, de tu nombre floral y sangriento.


Sigo temiendo el mismo sueño, caigo desde una altura incalculable al mar. Mis zapatos color pastel siguen sin mojarse. Sigo siendo la niña sentada en un bote viendo migrar a las aves. Me diluyo y me vuelvo a integrar, pero no alcanzo a enhebrar el sol con mi voz. Sigo recorriendo los estantes buscando al hombre que sueña con un pájaro hecho de once mil pájaros rosa. Avanzo, crezco, me escondo y bailo el vals de las advertencias: « If you’re on the water, water, water, water, water beware If you’re on the water, water, water, water, water take care» Teme a las aguas, pero no te ahogues. *Versos de la canción “If you’re on the water” de The Saxophones, que traducidos serían: “Si estás en el agua, agua, agua, agua, agua ten cuidado/ Si estás en el agua, agua, agua, agua, agua cuídate”



114 Andrea Paster

Paysandú / Uruguay. Poeta y Licenciada en Ciencias de la Salud de la Universidad de la República (Montevideo). Andrea nació sobre un río de pájaros pintados; bajo la influencia de grandes poetas hispanoamericanas comenzó a encontrar la belleza en el oscuro vuelo de un ave sin voz y en la palabra que grita. Ha formado parte de diversas actividades literarias; fue fundadora de la Asociación de escritores Hispanos y revista digital Litterae. Entre sus libros se destacan dos participaciones en antologías poéticas en la que se incluyeron diversos escritores hispanoamericanos: Amamos la poesía (España, 2019), Metamorfosis Emocional (España, 2020). En 2020 publica su primer poemario, junto al poeta chileno Julián Püdwe, Antrocampo (Madrid, 2020) en editorial Hilatura Ediciones. Actualmente está trabajando en diversos proyectos literarios.


Verbos, ideas, flores No, las palabras nunca son lo que uno quiere decir; si digo oscuridad aciaga, no se cae la noche, si arrullo entre versos un poema, no vuela la pluma hasta el oído, si pronuncio tu nombre, no vienes tú. Si acaso pienso, enjaulo en mi boca sin cuerdas ni lengua, verbos, ideas, flores azules reptando la tarde, es la palabra deshabitada, la forma, el objeto entre corredores oscuros, procurando decir.


Más allá del vestido. Todo lo que pasaba en el mundo tenía una desnudez macabra, era un exilio en el seno promiscuo del lenguaje, una veta de madera húmeda, amojosada. En el fondo, los ruidos, la casa, el murmullo sin dientes ni lengua, una dulce palabra que arremetía más allá del vestido cuando la tristeza se nos iba a otra parte, a otro dulce crepúsculo bajo la languidez de la noche.


Yo creo. Me gusta pensar que más allá de los árboles no hay nada... Más allá de esa silla que cruje mientras el viento la mece esperando volver, al otro lado del lirio, de la espina..., no hay nada. No están el hombre y su muerte, la mujer y su querencia. Más allá..., ni la solemne melodía del ruiseñor malherido, ni el agreste consuelo de un viudo y pobre señor. Más allá de mis pozos de agua dulce y serena no hay ni un pez asfixiado reclamando vivir. Del libro Antrocampo / 2020


118 Emilio Paz Panana Lima / 1990. Profesor de filosofía y religión egresado por la UCSS. Ha publicado en el Perú y el extranjero, siendo traducido a diversos idiomas. Investiga sobre la relación entre estética, educación y poesía. Ha participado en diversos congresos y recitales. Dirige la revista peruana Kametsa.


Muñeca de trapo Augurio. Palabra extraña para aguantar las penas o las angustias. Una sensación fría que desciende por los poros, penetrando en la esencia ósea de uno. Augurio. Como si algo viniera. Un arco iris, posiblemente. De ser así, todos los colores te voy a regalar. La esencia de cada nota, el sexo de cada mezcla, la pasión de cada secreto guardado. Como una fobia de marioneta, las aves abren sus vientres y dejan escapar los trocitos de papel anotados con los sueños de los niños sobrevivientes de Palestina. Augurio. Una palabra sencilla de emplear mientras los demás cuerpos se descomponen. Una bomba molotov que explota lejos, asesinando el silencio, ese es un augurio de que no estás muerto: escuchas la guerra una noche más.


Desconocidos Somos / no somos, un lobo hambriento que vaga en el bosque durante las noches de invierno. Somos / no somos la palabra rezada al Espíritu Santo y encerrada en algún libro sagrado de bolsillo. Minuto a solas. Las termitas acaban con las bancas de la iglesia. El fuego termina con los hombres de Dios. Punto final. Mentiras que se desatan sobre el sofá rojo de la sala y que dejan caer las cenizas lacrimosas de los ángeles que sufren de abandono fraternal. ¿Dónde está Dios cuando un niño muere?


Se preguntan las rocas que cubren los cadáveres desconocidos. Un gusano tendrá alimento para el invierno. Somos / no somos el amargo llanto de una mariposa ni el entretejido de una araña que espera por Ulises. Somos / no somos padres / hijos de Dios. Somos / no somos los vestigios de la muerte.


122 i

Amanda Pazmino Torres Quito -Ecuador / 1993. Escritora y docente de literatura e inglés. Realizó su maestría en Estudios de la Cultura (UASB, Quito). Es directora del taller de escritura poética “Camino hacia el equilibrio: palabras que sanan”. Sus publicaciones digitales se aprecian en: El Ciudadano (Chile), La Ubre Amarga (Bolivia), La raíz invertida (Colombia) y Revista Eantabus (México). Ha participado en varios encuentros literarios nacionales e internacionales. Obtuvo el Premio Único Nacional del Festival de poesía “Ileana Espinel” en el 2019. Su primer poemario, al igual que el conjunto de sus poemas galardonados, se titula Les hablaré de ti a todos los mares que fragüen un hogar en mis ojos.


XL La sencillez de la mirada y del tacto reverdece lo que creímos oculto. Nunca te abandones, hija de las mareas, ven y canta en tu sol y en designio de tu fortaleza. Nunca te abandones, hija de las estrellas, ¿acaso en un día se creó el universo? Nunca dilates tu tiempo en el sinsentido y en el miedo. Hay mucho por labrar y cosechar, incluso, en el silencio.



XLI Al despertar aquella madrugada le entregué mis palabras a mi hermana mayor. Retoma tus sueños como tus manos retoman el corazón de la aurora, le dije. Me quedé a vivir en esos fonemas: había comprendido mi vida. Acto seguido, junto a mi hermana menor hallamos el follaje que advertía nuestro legado. Las tres tejimos juntas un camino elemental. Agradecimos nuestras vidas y las vidas de nuestros padres. Sobrevolamos los desiertos sin pena ni miedo. Del libro Les hablaré de ti a todos los mares que fragüen un hogar en mis ojos.


126 Néstor Mendoza

Mariara - Venezuela / 1985. Poeta, ensayista y editor. Licenciado en Educación, en la especialidad de Lengua y Literatura (Universidad de Carabobo). Cursó estudios de posgrado en la Maestría en Literatura Latinoamericana (UPEL). Editor de El Taller Blanco Ediciones. Ha publicado, hasta ahora, cuatro poemarios: Andamios (2012), merecedor del IV Premio Nacional Universitario de Literatura 2011; Pasajero (2015); Ojiva (2019), libro que cuenta con una edición alemana: Sprengkopf (Hochroth Heidelberg, 2019), con traducción de Michael Ebmeyer; y Dípticos (2020). Finalista del I Concurso Nacional de Poesía Joven «Rafael Cadenas» 2016. Finalista del XL Premio Internacional de Poesía «Juan Alcaide» (Ciudad Real, España, 2021).Compilador de la antología de poesía colombiana Nos siguen pegando abajo (LP5 Editora, Chile, 2020).


Simulacro I Pasífae Dédalo, apresúrate. En ti confío. En ti reside mi seducción. Necesito cuero y ubres: hocico y orificio conveniente para su embestida. Madera y carne. No puede fallar el simulacro. Me urge, Dédalo; siento que mis piernas se endurecen y en mis pies resuena ese sonido áspero de cascos. Anatomía salvaje para él, olor de su familia para él. Mis dedos se acomodan a estos pares de pezuñas. Entro en la vestidura. Calzo. Nadie diría que no soy animal. Lo he engañado. Allí viene. Siento el trote en mi quietud inclinada. Me huele, Dédalo. El toro me huele. Sus cuadro patas, bajan; su testa erguida, sube. La unión sucede. II Dédalo Las piezas están dispuestas. He tallado cada hueso. Aquí la tienes: la superficie de vaca, casi de vaca. Se ve como vaca. Sacrifiqué a un animal para retirar su piel. Fino tallado, clavos. Un golpe de martillo te acerca al órgano del toro. Entrarás en esta ropa hecha para la confusión y el acople. Yo comprendo el secreto de la bestia. Tan perfecta es mi creación que casi trota y pasta en el paisaje. Tanto se asemeja a la vaca que un pastor la confundiría en su rebaño. Una vaca sin tripas ni estómagos. Tú serás las entrañas; tu desnudez blanca, disimulada en esa ropa, lo recibirá. De Dípticos (2020)


Sextina Nuestro único país es esta tabla rústica para sostener el pecho. No debemos abandonar el monte de la niñez, diseminar el centro, borrarlo o anularlo con los dedos, fundar un territorio con las uñas. He mordido suficiente las uñas en un acto de fe sobre mi tabla. Quizá para saber que tengo dedos semejantes a mi padre y su pecho. No pretendo distanciarme del centro, de nuestra pequeña región, del monte. Me cansé de pisar el mismo monte, amarlo, odiarlo, sobarlo: mis uñas van más allá del predecible centro. No sé, a lo mejor buscan otra tabla que festeje, con nuevo tacto, el pecho. Por eso ofrezco la arena en mis dedos. Que se acabe el límite de los dedos o que muera de lejos este monte. Así será más placentero el pecho, siempre dócil al tacto y a las uñas.


Lo descubro: aunque me arrime y mi tabla sea mansa, siempre ocultas tu centro. Lo que amo y admiro tiene su centro en otra república, en otros dedos, en una isla noble, con una tabla áspera en la que escribo un nuevo monte: es mujer de manos humildes y uñas que me sostienen firmes en su pecho. Volvería a la tibieza del pecho materno (beber su leche del centro más hermoso); libre, sobrio, sin uñas, volvería a dividir con los dedos. Derrotado no partiré del monte: Mi herencia, mi país, será esta tabla. Quien robe la tabla verá mi pecho, y nacerá un monte más verde, centro de mi amor; tendrá dedos y otras uñas. De Pasajero (2015)


130 Estephani Granda Lamadrid Puebla / 1985. Poeta, editora y artista gráfica. Ha obtenido diversos reconocimientos, entre ellos el Primer Lugar en el Premio Filosofía y Letras BUAP 2013 (Poesía) y Segundo Lugar en Premio Nacional al Estudiante Universitario 2020, categoría José Emilio Pacheco (Poesía). Autora de los libros Casa de navajas (VO, 2009), Silencios de agua (IMC, 2009), Pasíphae (HondaNómada, 2013), Amarga y otros retratos (Sikore, 2015) y Catastro [Cuerpo en debandada] (LCE, 2015).


Una mujer como Marah I Ella despierta Yo sólo puedo mirar nuestras manos bordando el cálido muelle de nuestro pecho Y como relámpago negro nuestros corazones abren senderos de espinas sobre la piel esculpida de noche - Ella despierta entre nosotros- me aseguran -Ella es la llovizna que hemos invocado -Ella caminando en nuestras mujeresElla y su frágil marea ante nosotros Nadie puede romper su desnudez Así te recibo Así te pruebo Así encomiendo mi cuerpo a Marah Con mis manos sosteniendo un cuenco de agua negro abrazo para calmar la sed


II Cómo cantar su andar de hembra Cómo decir que Marah baja sola hasta el pie del río mientras una ciudad se extiende desde las raíces de nuestras ceibas Cómo describir tantas mórulas de silencio que germinan en mi pecho tratando de recordar el sonido de tu cuerpo creciendo sobre mi cadera No hay espejos que puedan dibujarte No hay miradas que puedan contenerte Entonces cómo decir que Marah baja sola hasta el pie del río -Semilla de tus hijas, sus fuertes piernas soy - alcanza a decir en mi boca Y se hunde entre los manglares


III Descubro a Marah sobre las piedras y los húmedos frutos Descubro sobre nuestro hombro desnudo su mordida que es quemadura Una mujer como Marah sólo se puede hablar con el tacto de tibias lenguas Una mujer como ella sólo se puede tocar con nuevas palabras que giren sobre su espalda que es muralla de oscura madera palabras que escarben dentro de la turbia marea que son sus venas que describan la belleza que se encuentra en una rama caída en la anchura del río y su amarga agua en la sed apagada de un caminante como yo dentro de los cuencos que ella inserta en mis ojos para entender su fortaleza de hembra dulce su sabor de sol ardiente sombrío aguaje de tibia agua de fibrosa carne que enciende la oscuridad


IV Ojalá que nadie espere tu belleza como yo pero sé que otros te amaron antes también que no soy amargo cuenco que contiene oscura piel -Marah - te digo muy despaciotengo miedo de claudicar de mis huesos crepitando en tu relámpago Sobreviviente a la herida de los días me ahogo en lo espejos de un río crecido donde puedo contemplarte


V Que nunca se cierre Marah esta lucerna de amarga marca Que contenga todo el dolor de tu cuerpo mi lengua que conoce la textura del enfurecido mar Que deslices amorosamente tu mirada en mí hasta palidecer esta tromba de torrentes lluvias porque nunca han limpiado tanto sobre la piel Para que me conozcas esta noche Marah te escribo estas pocas sombras en que cierro los ojos y te descubro sumergida en la profunda claridad del agua que te recibe cálida dentro de sus pliegues Para que me conozcas esta noche Marah finjo ser la sombra de una ceiba que te captura con oscuro vientre para besarte con húmeda boca para conocerte mientras toco el fondo de un amargo abismo que me conduce a ti


Desamor Me vio como se mira al través de un cristal o del aire o de nada. Y entonces supe: yo no estaba allí ni en ninguna otra parte ni había estado nunca ni estaría. Y fui como el que muere en la epidemia, sin identificar, y es arrojado a la fosa común. Rosario Castellanos. México / Israel. 1925 – 1974




< Esta edición se terminó de diseñar el 02 de noviembre del 2021. El mismo día, pero en 1999 es el Lanzamiento del disco < The Battle of Los Angeles > de la banda Rage Against the Machine >


poesía


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