LA FLOR EN QUE AMANECES
SERIE ASTEROIDE
LA FLOR EN QUE AMANECES / ANTOLOGÍA POESÍA ©SERIE ASTEROIDE VENEZUELA / 2020 ISBN: MI20200001567
©EDICIONES AZALEA COMPLICES: ©EDITORIAL LETRANCHA ©COBIJO LABORATORIO CREADOR CULPABLES: FLORIMAN BELLO FORJONELL MARIO PANYAGUA EDGAR SÁNCHEZ ANTONIO VARGAS LUIS IGNACIO CÁRDENAS CORRECCIÓN: MARÍA GABRIELA LOVERA DISEÑO EDITORIAL LUIS IGNACIO CÁRDENAS PARA SUGERENCIAS O QUEJAS ESCRÍBANOS A EDITORIALAZALEA@GMAIL.COM
ÍNDICE Indira Carpio Olivo / Venezuela
P/10
José Miguel Navas / Venezuela
P/14
Xel-Ha López Méndez / México
P/20
Abelardo Baldizón / Alemania
P/26
Marlene Bohle / Chile
P/34
María Gabriela Lovera / Venezuela
P/40
Roberto Morán / Venezuela
P/44
Antonella Ibánez Vulcano / Argentina
P/48
Noel Alonso Ginoris / Cuba
P/52
Wafi Salih / Venezuela
P/56
Nilton Santiago / Perú
P/60
María Jesús Mena / España
P/66
Juan Carlos Sotillo / Venezuela
P/70
Floriman Bello Forjonell / Venezuela
P/74
Albeiro Montoya Guiral / Colombia
P/78
Julio Jiménez / Venezuela
P/84
María José Escobar / Venezuela
P/88
Mario Panyagua / México
P/92
Ender Rodríguez / Venezuela
P/98
Ray Veiro / Cuba
P/104
Fadir Delgado Acosta / Colombia
P/110
Edgar Sánchez / Venezuela
P/114
Antonio Vargas / Venezuela
P/118
Yuliana Ortiz Ruano / Ecuador
P/122
Juan Pablo Saénz / Venezuela
P/126
Samary Polo / Colombia
P/130
Luis Ignacio Cárdenas / Venezuela
P/134
NOTA DE PRESENTACIÓN El mundo va a acabarse antes que la poesía y la poesía continuará afirmando su devoción a lo perdido, con el replanteo de la experiencia que supone escribir y leer en estos momentos. Además de ser una manera de felicidad, es un blindaje, una forma de amparo; ahora que ya sabemos que la vida es comer con un amigo, ir a las librerías, tomar el sol, ver una película en un cine, perdernos por una calle desconocida, tener sexo o no tenerlo, besarnos, tenernos cerca, abrazarnos cada vez que deseemos. Por eso, cuando la vida regrese, le pediremos menos cosas, aunque sepamos que el mundo va a acabarse antes que la poesía. Todo pasa, lo único que permanece es la poesía: la creación levantando sus barricadas frente a la muerte, esa empresa condenada al fracaso. Es la potencia del verbo frente al acto de existir, un abismo puesto de cabeza sin persuasión, sin engranaje lógico, sólo mostrando que las cosas son frágiles cuando la muerte pasa. En eso radica su sentido, eso las vuelve bellas, las hace vibrar. Es la potencia del verbo frente al acto de existir. Intentar hallarle nombre, significado y modo a lo que aún no nace, a algo que no tiene todavía forma y siempre muta. Es el misterio acechando en lo oscuro, una manera de permanecer sin ser, esa que nos difumina para formar parte de otros, vivir en otros, ecos remotos, voces que se encadenan a otras voces; por eso todos los poemas son el mismo poema, ese que soñó el primer mortal. Tal vez sea un poco osado decir que este libro es una antología, y más cuando no tiene esa intención. Ante este confinamiento obligatorio (y algo perverso por parte de los poderosos en su reorganización de un nuevo orden mundial, o es eso al menos lo que pensamos nosotros, los que redactamos esta nota) aprovechamos para diseñar y reunir aquí varios corazones, manos, dientes, pieles, cabellos, lenguas y pies de distintos lugares de este platillo incendiario, para el noble y ridículo oficio de escribir poemas y promover la lectura, tan necesaria en estos tiempos, mañana y pasado y siempre, en esa necia terquedad de invocar la poesía como único culto, como única alquimia.
10 Indira Carpio Olivo Periodista y escritora venezolana. Nació en los ascensores de la Maternidad Concepción Palacios del Oeste caraqueño. En la TV anunciaban la muerte de Indira Gandhi. El intercambio fue obvio. Era pálida como si le faltase sangre, de ojos grandes y pelusa roja sobre el cuero cabelludo. Lloraba y dormía poco. Su segundo nacimiento ocurrió a los tres años, cuando aprendió a leer. Ha escrito un tríptico de poemarios, un libro de Mujerícolas, un par de canciones y dos obras de teatro. Come lo que cocina. Gusta caminar sobre el lomo de las montañas y seguir las curvas del agua.
Venusiana Tetas y nalgas de Willendorf también vulva y rodillas mujer caliza / tierra madre Nadie te recuerda nítidamente y nítida rotunda esférica curvas la grasa y tu gracia fecunda Cuando te bajan de los altares los altares reposan Las ondulaciones te nombran mujer de tristezas antiguas viajera sola desnuda sin pies sin manos sin garras ¿Quién te descubre? Quien te descubre trilla fuego alza sus huesos los huesos del fuego
al vidrio de los cielos Es clave la clave para ser mujer Toda mujer la sabe y la olvida Del libro Diario venusiano, editado por Liberoamerica, EspaĂąa (2020)
Comunidades inuit que cazan focas, caribúes, morsas, comen carne cruda de ballena y pescan salmón, sienten el cáncer bajar por las tetas, porque los animales que matan y mastican, tragan la excrecencia del desarrollo. Aprendieron a sembrar fresas, fresas en la nieve, cuando lo único rojo que brillaba sobre los bloques de hielo era sangre de presa muerta. El «esquimal», el buen salvaje, también se suicida. Antes, si el inuit se convertía en carga para su comunidad, podía obtener asistencia del clan para matarse. Ahora se matan adolescentes en noches blancas, cuando sus ritmos circadianos se ven afectados por claridad, insomnio, alcohol, recuerdos. Poco a poco, los colonos daneses mataron pureza y poesía. Civilizaron. Plantaron fresas. Los inuit beben jugo de fruta, donde antes tomaron sangre y alma de oso. ¿Quién se bebe la sangre del animal que se mata a sí mismo? Del libro Cartas de agua, editado por Índigo Editoras (2020)
14 josé miguel navas Venezuela, 1992. Poeta y periodista. Ha publicado los poemarios La próxima textura (2014 y 2019), La rosa abstracta (2015) y Esteban corre (2017). Su poemario Fany fue publicado en Chile por LP5 Editora en 2019. Es antologista de la edición crítica Poetas danzantes, pendiente de publicación por Amargord Ediciones de Madrid (2020). Con su poemario Fany obtuvo el premio de poesía «Descubriendo poetas» en su tercera edición (Puerto Ordaz, Venezuela, 2018); y en 2019, el premio nacional de poesía «Hugo Fernández Oviol». En 2020 comenzó un taller de poesía con Malú Urriola.
Torso fragmentado I No llegaban los nietos pero sí las lluvias de abril el anhelo no era mío sino de los míos mi herencia fallaría y mi padre lo supo el día que mi odio se volvió hombre faltaban los años y me sentía muerto la gente me hablaba de esposas de mujeres que jamás besé me encerraba temía que la pregunta se hiciera desdicha un día pregunté a los amigos de mi padre si mis hijos podrían ser libros a los poetas les gusta a veces ser celebrados por los mortales porque fuera de uno la injusticia del habla me deja mudo y mi verdad solo sale a medio labio
II me he vuelto inmune a los deseos de mi Padre a la ética de los vecinos que mi verdad sea mi mentira que me tomen por trepador que el amor sea una fábula, mi cuerpo es la desdicha de las mujeres los hijos que tuve serán el polvo de los estantes mar que habito sin conocer su fin
III la noche ya no es el lugar del silencio sino de todos los ruidos en ella soy todos los hombres aparecen dibujados en mi pared los gritos de mi Padre mi esperanza es la taza de té mis pies me atan permanezco perenne a la terquedad es un falso sol el que me alumbra aparecen los signos de la paradoja es el día el silencio más contundente de mi vida la gente es silencio, me calmo el ruido está lleno de silencio le temo al aire, pero más le temo a quien lo respira llega la noche y con ella el ruido los hombres aparecen con espadas hechos de recuerdos de culpas parecen muchos padres intento huir, pero intuyo salidas en falso esta vez la salida no es la puerta de la casa sino uno mismo
IV mi sangre es la quimera de los pรกjaros los รกngeles son hombres que habitan mi noche ellos molestan mi ser la mujer que soy son tus hombres esos malditos sabios que son todos los cuerpos
Quiero ser agua derramarme ser el desastre que corte toda contenciรณn en un piso mojado ser mar y correrme adentro
20 Xel-Ha Ló p e z Méndez Guadalajara, 1991. Hace poesía, arte y a veces traducción. Publicó Crónicas de un nuevo siglo (Quinqué cooperativa editorial, 2016) disponible en PDF en línea; así como Cartas de amor para mi amigo cerdo (Letour1987, 2015). Ha ganado algunos certámenes literarios nacionales e internacionales. Algo de su obra ha sido traducida al portugués, italiano e inglés. Es cofundadora de los proyectos La Cigarra, La jardineraguarrior y En Esta Esquina Fanzine. Con Traducción y entendimiento obtuvo la beca «Jóvenes Creadores FONCA 2017-2018», en la categoría de medios alternativos; fue becaria de la Fundación para las Letras Mexicanas, generación 2018-2019, en la categoría de poesía. Tiene una gatita.
Oda a mi gato Mi gato es hermoso dan las doce del mediodĂa y mi gato es hermoso dan una hostia en una iglesia y mi gato dan y dan y dan y mi gato juega a la maldad con los muebles suenan campanas de una iglesia y lo hipnotizan todo dentro de la sala y mi gato que es hermoso por sobre todas las cosas se queda tambiĂŠn hipnotizado y quieto como un mueble bello y bondadoso entonces las esporas venenosas de la iglesia se disipan y todo vuelve a la maravilla de antes Se afila las uĂąas el padre sobre la carne de otros y mi gato es hermoso y bueno con los sillones de la sala.
acariciando a Charly Miau después del trabajo Mi gato y yo odiamos la riqueza escribimos una nota para que se mueran los ricos para que se les reviente la mano bajo la máquina textil de unos chinos bajo la máquina infernal de una marca bonita odiamos a los ricos porque viven en los bosques como los lobos como las princesas y se comen los frutos buenos y el aire bueno no queremos defender a nadie nosotros también odiamos a los pobres que se comen la sombra del fruto malo y el aire malo y siempre enseñan una mano sucia y nadie los entiende mi gato y yo velamos por nuestro tazón lleno he dicho lleno para que quede claro ni desbordado ni vacío he dicho velamos porque los pobres se roban la tranquilidad del gato y los ricos nos roban por las noches algo más que el sueño odiamos la miseria pedimos que a los ricos se los coman los gusanos desde las tripas vivas
pedimos a los ricos que se acerquen y que les duela algo que jamรกs se les quite pedimos que a los ricos les duela algo alguna cosa distinta en el cuerpo alguna vez.
guión para un breve telegrama [Un papel se levanta como un Dios cansado. Entre los pies de la gente un dinamismo invisible revuelve el polvo] avanzan los coches pateando el asfalto berrinche de tráfico, hora pico. Dentro de la casa dice una madre: Me duelen todos los corazones dice al mundo o a su hijo o al caos [Futura tumba abren las flores de su pecho] Seguirá ahí, dice la madre, la ciudad, la muerte Nadie va a mencionar la palabra hospital se dirán muchas otras cuando lleguen los niños: rehiletes sorprendidos de las ráfagas de viento, rehiletes, flores que hace la mano de un hombre triste, flor que se hace flor en la mano de un niño.
La madre escondiรณ la palabra indecible en su lugar miles de cosas nacen y la aplastan.
26 abelardo baldizón
Nació en Berlín en1980 de padres nicaragüenses. En 1998 aparecen sus primeros poemas en el suplemento literario La prensa literaria, del diario La Prensa y se involucra activamente en el consejo editorial de la revista literaria 400 Elefantes. En el 2000 se publica su primer libro de poesía titulado Del matadero, del cual una selección de poemas ha sido traducida al inglés. En el 2002 fue parte del libro colectivo titulado El sinónimo antónimo. Se le ha incluido en varias antologías dedicadas a la poesía nicaragüense y centroamericana contemporánea. Su poesía ha sido traducida al alemán y publicada en la revista austriaca Lichtungen. En enero de 2018, apareció su segundo poemario El quiroptero desplumado publicado por 400 Elefantes.
el extranjero se es y no de aquí. se está y no aquí. venís a quedarte y te vas. te vas quedando. abrazas lo perdido. pierdes lo abrazado. sin ser sin pretender se es eso una y otra vez pero menos.
de repente una gallina i de repente, imaginé: un tipo con una gallina bajo el abrigo. salgo así asustado del tranvía al frío húmedo de la calle, en una medianoche invernal, el cielo negro tragándonos lapidalmente, me tiembla la mirada. es un día menos de vida y uno más en berlín. ii no me deja en paz: la gallina tranquila, suavemente inhalando,expirando los aires glaciales, entre el abrir y cerrar mecánico de la puerta. — que hijueputa tranquilidad, la de esta tía maeee—. y se me sale un tico criollo, que no soy. pero ahí está, serena, parpadeando suavemente, bajo el manto protector del abrigo negro: armani. ¿será que no le va a manchar la camisa rojicuadriculada? al rato, la muy gallus gallus de su pink floyd, le va a tirar una ristra de guano: chorro de propulsión contra el six-pack-abdomen.
radiografía social a nicaragua y sus vástagos el ocio del amo es la pena del esclavo quien no creyera estas palabras o amo implacable o esclavo inconsciente de la procedencia de su pena, de su lugar en el destajo es. dirán simplemente: —no entiendo que querés decir con estas suculentas palabras—. voltearán sus caras impávidas llenas de gestos embebidos de generoso y estridente placer a gozar sin más reparo su buena posición. entonces, ante tan habitual suceso, en estas espeluznantes tierras ¿qué haremos?
decodificación de managua «Managua de Nicaragua de Centroamérica no es una ciudad ni un clima. Es la sucursal del infierno. Limita al norte con su lago, sumidero de excrementos. Al sur, […] la dictadura. Este y oeste, miseria. Temperatura media: 39 grados de aguardiente». Mario Cajina Vega Regresé a managua a los vientos violentos de managua al humo seco bordeando la atmósfera enmallándose en su membrana escuálida de aire insolado y ruina al puño de la piedra y la patada los múltiples buses harapientos el des-traje los trastes sarrosos desvencijados de «multicolor fashion».
ii la amo así también la desprecio vivo detestando su candor de nada vivo observando siendo suyo en ella sin querer quererla sin poder más me arrepiento y festejo mi tonto descreer el creerme dichoso viendo su desventura la ceguera esclava trastocándola con bochorno, gula salivosa atorada en las encías del obeso de psicopática figura complacido en el mar de huesos y fetidez.
34 Marlene Bohle
Chile, Puerto Montt. Profesora y Magíster en Educación, especializada en escritura creativa. Desde 1998 realiza talleres literarios en la Escuela de Cultura y Difusión Artística de Puerto Montt. Su trabajo ha aparecido en Perfil Poético de Puerto Montt, J. Loncon y V. Caico (1984); Poetas Regionales, J. Venegas (1997); Voces de Mujer, Bohle, Burgos y Pérez (1999); Raigambre y 21º Arcoiris de poesía, N.Navarro y M. Bohle (2002); Rostros de la palabra y Paisajes de la memoria, Historia de la Goleta (2001); Registro (2010). Ha escrito dramaturgia y varias de sus obras han sido llevadas a escena: Paisaje de la memoria, en homenaje de los 150 años de Puerto Montt; El tren nuestro de cada día y Mujeres de carne y verso. Trabajó por años en radio y televisión, en el ámbito de la cultura.
LA SOLEDAD Y SU DIESTRA MORDEDURA Hay días cuando la soledad muerde como loba madre. Su mordedura es extrema su zarpazo ciego rompe el mapa del aire. Su afilada dentadura penetra sin miramientos la carne y se asila en el hueso vencido y lo quema y lo desarma. La soledad se allega silenciosa como la lluvia veraniega. Se solapa en el velo de las tardes en las horas largas cuando se disuelven las aves en el paisaje del cielo. La soledad es un camino sin señales una frazada de neblina y cenizas que nos cae encima. A veces logramos esquivar sus balas A medias nos agazapamos detrás de las paredes que nos prodigan un manojo de recuerdos alegres. A medias el cuerpo se defiende invocando la magia de un amor antiguo de otros días cuando no era invierno de otras horas cuando no había puñales detrás de las ventanas y se podía oír las campanas risueñas de una mañana cargadas de promesas. Otras, sin embargo, nos vence el látigo insensible.
Nos atrapa la loba madre con su boca hambrienta. Después, se va como vino, sin pedir perdón dejándonos a oscuras y encadenados hasta una próxima visita… Lo lamentable es saber que volverá siempre que pueda
y que otra vez, nos hallará desarmados.
LAS PALABRAS Se nos vino la palabra escondida en las células, alojada en las glándulas hermanada con la sangre y su vertiente. Venía desde la lejanía con los abuelos errantes sazonada de olores, de colores y formas venía con baúles y martillos con sombreros y retratos antiguos. A ellas, las palabras, debemos el crepúsculo y la amanecida, la definición de montaña y patria el trazo del rayo y el colorido paño del arcoíris. Con las palabras nombramos el pan, los cuchillos y la asfixia, Palabras que cruzan el aire con su carga de relámpagos. Palabras que doblan el odio que se tornan balines desafiando el viento que viajan como dardos en el espinazo del silencio que hienden el costado con sus cuchillas aceradas que alegran, que duermen y se levantan que desafían y muerden que constriñen y abarcan. Que vuelan y se hacen dueñas del tiempo Que tienen su propia esencia y su sino. Las palabras se dan vida a sí mismas.
Fábula Si yo pudiera ser adolescente. Mover piedras azules en el río. Cantar con pájaros. Si la piedra del cielo me diera con la cara sobre la piedra mía y se abriera la noche con espantos y todo y lloviera. Pepe Barroeta Venezuela (1942 / 2006)
40 María Gabriela Lovera Caracas, Venezuela, 1972. Licenciada en Comunicación Social por la Universidad Católica Andrés Bello con Máster en Edición de la Universidad de Alcalá de Henares. Participó en dos talleres anuales de escritura creativa, de poesía y de narrativa, del Centro de Estudios Latinoamericanos Rómulo Gallegos. Entre sus publicaciones figuran: Duendes caseros, EDAF, Madrid, 2016; Desvelos, Amargord Ediciones, Madrid, 2012; Sabia Vida Savia: manual de irrealismo pragmático, Amargord Ediciones, Madrid, 2008; Y de la noche tanto, Editorial 50 de 50, Caracas, 2004; Por debajo del viento, Taller Editorial El Pez Soluble, Caracas, 2000. Ha sido incluida en varias antologías de poesía venezolana y algunos de sus poemas han aparecido en revistas electrónicas y en papel tanto de Venezuela como de España. Actualmente vive y trabaja en Madrid como editora y maquetadora.
El pan y la ternura Pocas manos te tocan como eres. Si acaso, te tocan como son, ensimismadas, sin saber cรณmo adoptar el gesto de la entrega. Han olvidado amasar la paciencia. Han olvidado cรณmo hacer el pan y la ternura.
Caracas Maze Ya no hay hilos, ni mendrugos que indiquen el camino de vuelta. Ahora son balas las que fabrican la salida brutal del laberinto.
PosologĂa del encuentro Levante el pĂĄrpado, pulse la mirada hasta el fondo y espere.
44 roberto moran
Venezuela, 1990. Estudia en la Escuela de Artes Plásticas Julio Arraga de Maracaibo, Venezuela, así como teatro en la Escuela de Teatro de la Alcaldía de Maracaibo y con el grupo Fusionarte. Actualmente es formador de actores y payasos en dichos espacios. Su interés por la poesía y la narrativa lo han llevado a desarrollar la escritura, publicando los siguientes títulos: No lo quise escribir, América y Memorias de un ser alado. Es fotógrafo y artista visual. Vive en Cali, Colombia, donde continúa su exploración de las artes escénicas y visuales.
A.P. Mis labios reclaman tu ausencia Mil desiertos se posan en mi pecho en busca de un oasis Han renacido todas mis vidas al momento de verte llegar América eres una niña para mis canas Mil noches han pasado esperándote pero los días llegaron tarde Pintados de rojos El deseo se respira en nuestra distancia Pero la tierra aún no está preparada para nuestros frutos Tal vez te ame en un futuro inconcluso Y nos pintemos de blanco los cuerpos Danzando en una lluvia incandescente Con la intensión de florecer Tu piel joven quiere ser arada en esta incertidumbre de ser o no Pero Shakespeare ha muerto Y ya los telones no cumplen la función de siempre Nuestros besos sabrán amargo Pero en algún momento De mi vida viviré por ellos.
Pequeña América La suavidad de tu piel se posa en mis manos Recordando la niñez perdida tras las ventanas del bar La lluvia me baña y cada gota es un deseo por reprimir Mientras mi mirada se pierde en la brisa que hace volar tu cabello repleto de sueños Sueños desnudos Con las tetas al aire esperando ser aradas por la punta de mi lengua Pero solo puedo verte Bajo ese farol Con tu vestido blanco y tu preñez prematura a la orilla del lago Como esperando todo el amor que quiero darte Pero no puedo levantarme todavía de esta cama Soy un cuerpo inerte que trata de explorar tus tierras Pequeña América te he amado desde tu encuentro Desde que choqué contra tus ojos que tratan de entender la unión entre la vida y la muerte Entre nosotros no existe cielo e infierno Solo una calle que cruzar Para llegar a nuestra desnudez Y ser una flor blanca en busca de rojo Una tierra en busca de su nueva independencia.
48 Antonella Ibánez Vulcano Vive en Buenos Aires (Hurlingham). Estudia Letras en la Universidad Nacional de General Sarmiento (UNGS). Publicó de manera independiente los fanzines Sobre Buenos Aires y otros barullos (2016), A dónde van las hormigas (2017), Tu cara no se parece a las cosas que nacen de día (2017) y Acuarelas (2017). Publicó en formato digital una selección de ocho poemas de Tu cara no se parece a las cosas que nacen de día (Editorial El perro y la rana, 2017) y Microdisidencias (2019). En el año 2020 publicó su primer poemario Años de casa (Editorial Santos Locos Poesía). Es parte de la dirección de la Revista Descolonizadx, de la cual es también editora.
Voy a la casa de mamá como si estuviese subiendo al árbol que me fue negado durante la niñez voy a la casa de mamá y cruzo las mismas calles que caminé cuando no existía este retroceso este volver al punto de tensión. Voy a la casa de mamá: no soy la visita ni el estropajo llevo este cuerpo nuevo o mutilado por la abrasión.
Podría prender el fuego de la vela recorrer la calle mansa con la cera quemándome los dedos en el pueblo se secan como sangre la cara de los niños artrópodos yo dejo en el camino tu marca violeta para que puedas encontrarme durmiendo entre hijos de arañas que no matan. Lo sabes y siempre lo supiste: esta casa es terrible. Me adorné la piel con la marca de tus patas e invité a las polillas a comerse este imperio conmigo
52 Noel Alonso Ginoris Cuba, 1995. Escritor, editor y traductor. Obtuvo la beca de escritura Can Serrat (Barcelona, otoño 2020), por su obra de teatro Antífona o la terrible repetición. Ha publicado, entre otros, los libros Como un monte que derrumba (KDP Amazon ediciones, 2020), Ética a garrotevil (El Taller Blanco Ediciones, Bogotá, Colombia, 2020); Este es el lugar de ti (Ediciones 3k, México, 2020, en proceso de edición). Actualmente trabaja en la traducción al español de la poeta griega Kiké Démula. Varios de sus estudios literarios y poemas han sido publicados dentro y fuera de Cuba. Actualmente vive en el centro de La Habana y el calor le parece demasiado. Cuida los corazones de la hiedra, le teme a las islas y, si ves a Garrotevil, cuídalo del infinito.
I lluvia que mal conozco tu nombre mientras de la herida sale la niebla lluvia quĂŠ raro el gesto sobre el hogar cĂłmo recuerdo ahora que tengo la lengua de los extranjeros lluvia yo he cuidado el peligroso corazĂłn de la hiedra lluvia nos separan los caminos y una sola despedida.
II la plaza se ha llenado de nísperos y en tu sencillo paso te distraes por el jugo que brota de las antiguas piedras giratorias todo lo que has olvidado estará en algún confuso recuerdo feliz una plaza triste unas palabras un hombre sin aire un país de caminantes hoy la plaza se ha llenado de nísperos y los caminos son angostos. Del libro inédito Los Caminantes, que pertenece a la Trilogía del país que ya no existe
56 Wafi Salih
Valera, Venezuela, 1965. Profesora de Literatura, Magíster en Literatura Latinoamericana, egresada de la Universidad de los Andes; en proyecto doctoral en Historia. Posee diecisiete libros publicados entre ensayo, poesía, cuento; así como una veintena de textos inéditos. Uno de sus aportes más valorados es el legado a las letras de nuevas voces, a través del taller «José Antonio Ramos Sucre». Su tesis sobre género Las imágenes de la ausente es una reflexión que abre una interrogante en torno al modo de producción cultural y sus efectos sobre el ser social; fue publicada por Monte Ávila Editores en Caracas en 2007. Parcialmente traducida al árabe, francés, inglés y, próximamente, al italiano, Salih es objeto de crítica literaria en cátedras de literatura de diferentes latitudes.
EL DIOS DE LAS DUNAS ¿Quién me llama con el índice de una lágrima? Fuego desgranado deletrea el Líbano devuelto en la sangre de Dios En las raíces entre muros de tierra dolorida En inaudible abrazo Masacrado. Del libro Con el índice de una lágrima
En el cielo esa nube sigue sigilosa mis pasos.
Granos de arroz el mendigo los mira perlas pequeĂąas.
Cerrando los ojos se juntan todas las noches.
Sobre el poema una mancha de tinta, ÂĄAhora es perfecto! Del libro de haiku Serena en la plenitud. LP5 Editora, 2020
60 Nilton Santiago
Lima, 1979. Es autor de El libro de los espejos (2003), La oscuridad de los gatos era nuestra oscuridad (2012), El equipaje del ángel (Visor Libros, 2014), Las musas se han ido de copas (Visor Libros, 2015) y, finalmente, de Historia universal del etcétera (Valparaíso Ediciones 2019). Ha obtenido, entre otros premios, el «Tiflos de Poesía», «Casa de América de Poesía Americana» y el «Premio Internacional de Poesía Vicente Huidobro».
LA CENIZAS DE ULISES Ahora lo sabemos, tu país era la sonrisa de Ulises, la frontera más allá de la frontera, donde las vacas y los cangrejos escapan de algún Chagall y donde los autobuses, como hospicios para dramaturgos, son misteriosos escarabajos atrapados en las autovías. Sí, nuestro país es una nena de veintipocos que aún piensa que los chicos creen en el matrimonio, en esa luz que se parece demasiado al sexo de los ángeles. Deberíamos dejar de hablar de nosotros, del New York Times envolviendo los anónimos recuerdos de los campos de guerra, como si fuesen pescado fresco, allí donde los cascos azules caen como moscas (total, por la cuenta que les trae a los banqueros y a los gorriones) Por esos lares, los honorarios de las estrellas son los mismos que el de los pájaros que brotaban de tu sonrisa cuando éramos pequeños y los árboles recogían los frutos graves de la noche, la frágil materia de las aves migratorias (que también era la nuestra y la de las enfermeras de guerra). Hoy he vuelto a casa, a la frontera más allá de la frontera
y tengo que decirte que los árboles son apenas un puñado de otoño brotando de las chimeneas de los autobuses (los árboles, que para nosotros eran mucho más que los sindicalistas de los bosques) que Chagall está en paro, que las columnas de rebeldes han firmado una tregua con los murciélagos de traje y corbata y que ya nadie me conoce, a pesar de que he preguntado por ti. Déjame contarte que la clase media ha sido embotellada y arrojada por el retrete, que nuestro amigo, el pescador, el que hablaba el dialecto de las estrellas de mar, ha dejado de beber, de colocarse y de hacer chistes sobre los conservadores, y ahora lo ves deambular repitiendo una y otra vez aquellas palabras de Céline: «El amor es el infinito puesto al alcance de los caniches» y lo entiendo, me pongo la chaqueta y, qué demonios, voy por cigarrillos y una botella de ginebra. Le hago otro flaco favor a mi soledad.
TODOS DESCENDEMOS DE LA MIRADA DE UN GORILA «Envían a rehabilitación a un mono alcohólico en Rusia» (Fuente: Reuters) Como Cioran, no somos más que un puñado de intersticios, oh gorila mío, dos soledades metódicas, como dos colillas en un cenicero. Es cierto, compartimos la melancolía de los pájaros congelados la rara costumbre de amar sobre los árboles, de llorar y defecar leyendo a Mallarmé o de salir con dos copas de más de cada incendio interior. También jugamos cada día con la pureza de ser impuros, con la estrella que navega en nuestra sangre, desviada de su curso, cansada de balbucear luz sobre la sonrisa de los jubilados y de las putas, esos bellos mamíferos exiliados. Ya lo sabes, buscamos el mismo empleo y lloramos al mismo animal desde el que cada día nos despertamos. Oh, gorila mío, también tu mirada es la ventana por donde Dios espía al mundo ese otro mamífero fúnebre que nada sabe de nosotros.
SOBRE EL FALSO ETIQUETADO DE MERLUZA PROCEDENTE DE ÁFRICA (QUE SE VENDE COMO EUROPEA O AMERICANA) Ahora lo sabes, también los peces tienen que pasar las fronteras, llorar todas sus afonías, pedirle impuestos a la luna llena que cada noche se disuelve en sus lágrimas cuando se ha roto «la cadena de frío» en sus maltrechos corazones marinos. Pero así es la soledad en el agua cuando se sabe de antemano que compartirás el envase (con otro solitario) en algún frigorífico, así son los falsos pasaportes para los que no saben llorar bajo el agua y terminan en los supermercados con la carne limpia y sin escamas, lista para meter al horno.
66 maría jesús mena Nacida en Madrid, España. Estudió Trabajo Social y Ciencias del Trabajo en la Universidad Complutense de Madrid y, además, cuenta con formación especializada en mediación y resolución de conflictos, así como en inmigración y cooperación internacional. Trabajadora Social vocacional ha desempeñado esta labor en diversos ámbitos, entre los que se incluyen la violencia de género, la trata de seres humanos, los refugiados, la inmigración, los menores y, atualmente, la discapacidad. Su relación con la literatura empezó pronto como lectora y, desde hace unos años, ha continuado a través de la escritura. Ha participado en varios talleres literarios en su país. Algunos de sus relatos y poemas han sido editados o difundidos en diversos medios. Publicó con Olé Libros Poemas Ciegos (2019) y, en breve, publicará con esta misma editorial el libro de narrativa breve Relatos Monocromáticos (2020).
Amor onírico Indolencia que se tornó vapor entres sus manos, y desnudó a la mujer en núcleos rotos, dando pábulo al vano de la ausencia y al abandono de fieles caricias encubiertas. Hembra estéril, agrietada y ruina, omitidos pasos en corros infinitos, ahítos de escarcha y bruma disidente. Rojo enjambre resquebrajado y yermo, meretriz en un baile sin credos, tan solo un acorde de rocío y niebla y un corazón en un alma bisiesta.
Canción de Juana la Loca Bailemos a pesar de las mareas y lo incierto, de las tormentas y las palabras huecas, de la vida emparedada y sin adornos, del miedo al vacío y al incendio. Hasta que un viento suave nos levante de nuevo la ternura y arrase de nuestros pensares la metralla de esta inhabitada y fatua guerra inoportuna. Extraño tu risa y todas las batallas en las que tan solo tú eras mi contienda, mi enemigo a batir, mi hermoso encierro y ansío regresar y amarte cada noche, dejando anegados por entero alma, cabeza, corazón y cuerpo.
70 Juan Carlos Sotillo Aparezco en este mundo en un valle de cañaverales del Oriente de Venezuela, Cumanacoa, Estado Sucre. Crecí en las sabanas dulces y amarillas de la Mesa de Guanipa, en Anzoátegui y me tocó hacerme adulto en Caracas, capital y apurada ciudad de mi patria. Allí estudié matemáticas y también formas de aprender de otras esquinas de la vida, mismas que me llevaron, en el cuarto año del nuevo siglo, al Occidente lacustre y hermosamente cálido: Maracaibo. Por 16 años seguí haciendo crecer a unos cuantos que querían graduarse de algo en la vida, y, en esa misma piragua, me embarqué para seguir aprendiendo cosas para decir. Los mosaicos de números, fotografías, poemas y música, puedo decirlo ya sin miedos ni arrepentimientos, arman la vida de la que quiero dejar testimonio escrito, a donde sea que me vaya llevando la sabrosa aventura de vivir, siempre inquieto por las cosas que pasan, por cómo pasan y a quiénes les pasan.
POR SI ACASO Cuídate del miedo al acto de amor cuídate del temor a verte en un espejo desnudo cuídate de la necedad que opaca amaneceres y de lo escrito sobre piedra caliza y corroída cuídate del terror sin fondo a cuidarte de todo a tener miedo de los miedos dale su buen coñazo a lo que niega la sonrisa colectiva
ANDAN POR AHÍ Andan por ahí, queriéndonos encontrar andan por ahí, pisando pasito, con su mirar artero su maléfico diente hincado en la barbarie andan por ahí buscando lo que no han perdido tratando de sembrar filos de cuchillo en los caminos intentan enhebrar con astillas ardientes los bancos de las plazas se les vio en una rotativa, mordiendo púrpura tinta el hocico brillante del deseo fatídico corrían, dijeron los que saben, tras la corbata roja del que volteaba al norte y al este, perdido en sus páginas privatizadas. andan buscando argumentos para armar su mosaico rebuscando el trozo de idea desadaptada que embellezca su mundo viven en el pregón de un existir de píldoras del sueño adoquinado a punta de aparatos fatuidad convertida en ídolo y fetiche. me han dicho que los vieron desarmados, yermos, viejas calaveras con cavidades inútiles
sus dientes astillados del uso miserable los vieron por ahí rasguñando las paredes donde habita la consigna anónima tratando de borrar con sus uñas lo que ya es parte del paisaje empeñadas en maquillar de gris las alegrías ataviando de putas a sus recién nacidas desvistiendo a quienes jamás comprendieron (no fuese que la tierra prometida se les llenara de negros, de hijas desdentadas, de fétidos harapos, de gente sin jabón, de un lápiz magullado, de la tribu marchita, de un chamo sin antifaz, de la sirvienta emancipada) Por ahí se les ha visto esperando la salvación que tanto les pintaron esperando, no más esperando.
74 Floriman Bello Forjonell Nacida en Venezuela. Poeta, cuentacuentos, crítica literaria, investigadora y productora cultural. Magíster en Literatura Latinoamericana, docente en la Universidad Pedagógica Experimental Libertador y en el Instituto Pedagógico de Barquisimeto, Venezuela (UPEL - IPB). Ha realizado Estudios Avanzados en Crítica de Arte, es promotora de la lectura e investigadora cultural, así como integrante del Movimiento Poético Latinoamericano. Dirige talleres permanentes de PERFOPOESÍA, es articulista, correctora y editora independiente. Participa activamente en recitales y encuentros poéticos. Ha publicado los siguientes títulos: Escriturar de ti (Editorial El perro y la rana, 2018), Sin cuento (Editorial Negro sobre Blanco, 2016) y La formación lectora a través de los Lecto-juegos (Editorial Académica Española, 2013). Actualmente reside en Chile.
se tiene la impresión en los amantes de que una mirada y otra se entretejen en antiguo ritual de oniromantes una argucia de apetencias en celo se tiene la visión en los amantes de que un torso y otro se eslabonan en urgencia felina de contacto una expansión febril de la caricia se tiene la ilusión en los amantes de que una boca y otra se entrelazan en festín de humedad y liviandades un ademán terreno del delirio se tiene la ficción en los amantes de que un cuerpo y otro se enclavijan en busca sicalíptica de agua un pretexto vital para la muerte pero algo se oficia entre los amantes algo con su relámpago se alquimia que ojos y torsos bocas y cuerpos renuncian a sus formas habituales
y adquieren la iconoclasia del fuego dejan asĂ de mirarse los ojos dejan asĂ de tocarse las carnes dejan asĂ los disfraces de amantes y aprenden a mirarse las estrellas a besarse los soles y las lunas a tocarse la luz que los incendia y bajo la alborada resultante se miran correctamente desnudos admiran sus nuevos cuerpos de aurora y entienden por fin la palabra vida.
De cómo el viento tuvo a bien preferir la vida Abrir la vida con los párpados en flor entregados a la luz sin preguntar nada, inspirar la rebelión del aire y llenar de polen los pulmones, saber el tiempo prisionero del tiempo y sentir al hombre libre para el hombre, excusar la historia por lo que es, un diario de ciegos soñando la luz, lavar las carnes como la lluvia lava las copas de los árboles y las piedras, hundir la mirada en uno mismo y en el mundo como en la tierra el árbol sus raíces, celebrar la sonrisa como el vientre celebra al hijo, entregar sin miedo la arcilla al fuego y a la luz el alma sin retorno, heredar al viento las aves del delirio y delirar con la herencia de las aves del viento, unirme a ti como al mar la sal y ser la perfección de la entrega, amarnos con el sol y con la entraña y contemplar, hechos galaxia, el renacer del infinito.
78 Albeiro Montoya Guiral Nació en Santa Rosa de Cabal, Colombia. Es Licenciado en Español y Literatura por la Universidad Tecnológica de Pereira y Magíster en Escrituras Creativas de la Universidad Nacional de Colombia. Ha publicado los siguientes títulos: Una vida en una noche (Buenos Aires Poetry, 2018) con prólogo de Juan Manuel Roca y Celebraciones (Casa de Asterión Ediciones, 2017). Fue uno de los poetas compilados en la Antología de la poesía colombiana del siglo XXI, cuya edición bilingüe fue publicada en París por la Editorial L’Oreille du Loup en el marco de celebración del Año Colombia-Francia 2017. Es fundador y editor de la revista Literariedad e integrante, por Colombia, del comité editorial de la revista argentina Buenos Aires Poetry. Escribe sobre poesía y literatura en su blog El Peatón en el diario El Espectador.
Libros apilados Escribir para sostener el mundo, el cerrado, frágil mundo en que apenas respiramos. Escribir que hay pan. Escribir la lluvia matutina. Pintarnos día a día con palabras. Retratar lo inevitable. No quedaremos nosotros, quedarán libros que acaso ocupen la más pequeña sección de una biblioteca desigual. Penoso álbum —la poesía es la fotografía de lo que no queda en la fotografía— donde se acercan a mirarnos para saber cómo nos desvanecemos. La tinta de la memoria no es indeleble. De Celebraciones, Casa de Asterión Ediciones, 2017
Eres hijo de ti mismo y te muerdes Padre, tu único hijo ha muerto para que mis manos nazcan, tu único silencio fue invadido por guaduales y lámparas. Tristes caballos miran la llovizna de la infancia caer en la ciudad lejana. Eres padre de ti mismo, infortunio. Eres hijo de ti mismo y te muerdes. Padre, tu único hijo ha muerto y está habitando los zapatos del olvido. De Una vida en una noche, Buenos Aires Poetry, 2018
La casa nuestra casa hoy es un libro una flor un bosque un río un saludo música ligera en soledades invernales y es tu mano en la mía juntos tu cuerpo y yo. María Emilia Cornejo Perú (1949/1972)
84 Julio Jiménez
Ciudad Ojeda, Venezuela, 1951. Escritor, traductor y artista escénico. Poeta de la renovación universitaria de los años setenta, cofundador del grupo y de la revista Guillo (1972), en la cual se publicó su afamado poema «Ay, amor no fumes en la cama». Estudió cuatro semestres en la Escuela de Letras de la Universidad del Zulia (1970-1972) y fue integrante de su grupo de teatro (1971). Vivió en Europa, fundamentalmente en París, donde realizó estudios de cine y teatro en la Universidad París VIII (1974-1978), fue actor y percusionista en el café-teatro latinoamericano Le Petit Odeón (1974-76), así como cofundador del Grupo Internacional de Arte Transmigrationiste (1978). Ha sido actor invitado de los grupos de teatro La Casa del Sol (1987) y Mambrú con el cual participó en el II Festival de Directores del Nuevo Teatro (Caracas, 1989). Publicaciones: Peticiones osadas (Dirección de Cultura de la Universidad del Zulia, 1990); Donde la boca que te busca. Antología en femenino, en coautoría con María Eugenia Bravo y Emérita Fuenmayor (Dirección de Cultura de la Universidad del Zulia, 1994).
Ese espejo puede ser un ojo que nos mira Si deseas la mujer de tu prójimo cuidado con tu prójimo el caballero puede «ponerse mosca» usurpado creerse en sus dominios; decir en la tertulia, delante de la amada, que la historia de su vida se publicó hace años en «El gallo pelón» Puede incluso el rival llegar más lejos; hacer expediciones hasta ríos extraños, regresar con diamantes, ponerle uno en la frente a su mujer dormida, si la piedra da un giro significa: «la mujer es infiel» la magia es cierta; y si el prójimo eres tú harás lo mismo en calma, un espejo puede ser un ojo que nos mira; y si te encuentras un circo en esas calles, dile a su dueño que te cambie esas carpas, por favor, que hoy viene ella; dilúviate en la música.
Bienvenido gato Ese gato y ese otro que maúlla cuando digo ese gato; ese gato que no se quiere ir y el otro que entró no sé cómo Los vecinos de al lado son peores, tienen gatos fuera de sus apartamentos en invierno. Yo le tiro un periódico encima para no sentirme desaseado; ese gato aquí guerrea conmigo, su amo me dejó unas monedas para comprarle comida de gato pero mis bolsillos no son la plenitud… gato, gatico, comeremos pescado; ese gato no parece un niño como dice su sueño más bien parece una mujer común: salta sobre las piernas del más… ese gato está solo, es una gata y su dueño está solo también: esa gata absorbe una vida de hombre y pierde la suya; gata, la puerta puede abrirse; hombre, abre los ojos. Esa gata no es una mujer común:
ahora llega su dueĂąo, la acaricia y ella sigue indiferente. Esa gata es como un pueblo hambriento y prisionero. Del libro Peticiones osadas, DirecciĂłn de Cultura de La Universidad del Zulia, 1990
88 María josé Escobar Caracas, 1986. Poeta. Licenciada en Letras por la Universidad Central de Venezuela (2011), con estudios en Literatura Comparada. Autora de los libros Poemas de insomnio y lluvia (2011); La casa en el espejo (2016), con el cual obtuvo una mención honorífica del Premio Luis Brito García (2016); y Verbeldía. Locura del verbo (2019). Ganadora del premio Metro Relatos con su cuento «Gestación» (2014). Miembro del colectivo Las Fulanas Esas. Poemas suyos han sido publicados en varias antologías y revistas digitales e impresas.
Ella II Ella salía de la espesura de lo que es humedad y contingencia movía la rueca y se arrastraba en silencio Ella salía del barro mismo Latente de la savia Viene sin aún despertar pero reconoce la tierra que pisa Nace larval nocturna viscosa Se arrastra surge Cuando llega se alza luego se diluye y vuelve a ser agua. Del libro La casa en el espejo (2016)
Ella IV Plegaria Ella entró en la ducha apoyó la cabeza contra la pared Finas gotas surcaron su espalda humedecieron sus cabellos acariciaron su pubis Ella se dobló hacia adentro envolvió sus rodillas con sus brazos se meció hacia adelante y hacia atrás Pidió en silencio al agua aquello que no puede ser pronunciado y que sólo el agua sabe escuchar. Del libro La casa en el espejo (2016)
92 Mario Panyagua
Ciudad de México, 1982. Cursó la Licenciatura de Creación Literaria en la Universidad Autónoma de Ciudad de México (UACM). Formó parte de la Compañía del Teatro Popular Universitario (TPU). Fue becario del FONCA (Jóvenes Creadores 2015-2016, en la categoría de poesía). Ha participado en diversos encuentros y recitales poéticos y ha publicado en revistas y suplementos culturales. Ha escrito Pueblerío (Malpaís Ediciones) y Los cisnes no cantan cuando mueren (inédito). Es cronista de la revista Metrópoli Ficción desde 2014 y colabora como docente en el Programa de Educación Superior para Centros de Readaptación (PESCER) de la UACM, coordinando cursos de literatura en centros penitenciarios de Ciudad de México. Ganó menciones honoríficas en el Cuarto y Quinto Gran Premio Nacional de Periodismo Gonzo de 2018 y 2019, respectivamente. Este año se publica su libro El doctor Jekyll no fuma piedra, crónicas de un pícaro en sabático (Producciones El Salario del Miedo).
Un largo rato Sabrán silenciar las calles cuando el trueno crepite Conviene en todo caso recoger las cosechas para que no arda el hambre • No apersonarse y morir de rayo Cuando hay tormenta eléctrica los vidrios se mojan antes de caer la lluvia tiritan los espejos en la hueste de sombras escondidas y lágrima diluvia en el cautivo Saldrá más tarde • cuando cese ese dantesco rumor que prolifera • luego de que el relámpago ilumine el cuadro de terror que se propaga Oye un silencio que se multiplica ‘lambiéndole’ los ruidos del cerebro Medita que no hay nada en la sombra sólo el desierto del reloj.
Serendipia El mundo es un gran accidente Los demรกs somos quienes nos alejamos del cadรกver.
Detrás de una cumbre hay otra cumbre Puedes caer • vayas de subida o de regreso • Tienes que estar atento a cada paso • Frágil la vida es La montaña ofrece las mejores vistas • y detrás de ella hay muchas más montañas Es la ley transparente del vacío La creación es un vilo neutro Inmólate y revuela tu ceniza luego de haber decapitado al tiempo Al tocar cima • lanza su testa al negro abismo señorea a la nada • dale gracias al vértigo niega el en medio y ríe • Cúspide locura es Vivir es recorrer un cardiograma • traspasar el repetido espejo • Detrás de una cumbre hay otra cumbre • y otra cumbre • y otra…
Rezongo de los muertos Se estrujan los peldaĂąos / uno cruje como una suela de zapato / otro levanta voz de jubilado Primero vinieron las hormigas y los yuyos / despuĂŠs del terremoto: el dulce nunca olvido / (todo es memoria y tiempo) / fantasmas que rondan los pasillos / quejas de los cimientos / penar de puertas y ventanas
Un invisible toca el piano / otro cierra una trampilla con violencia / otro rompe a correr por las habitaciones de arriba Escucho la resonancia de las voces / los lamentos del tiempo que el viento trae y lleva / rodando en la boca de las sombras / esas que me acosan / me cercan / llenan de oscuridad y miedo a los espacios / mientras desaparezco en sus entraĂąas.
98 Ender Rodríguez
San Cristóbal, Venezuela, 1972. Escritor y artista multidisciplinario. Licenciado en Educación Integral. Ha publicado: Cantos del origen (2001, CONAC); El sofá de Beatrice (2006, CENAL); Primavera cero (IPASME, 2007); Creactivo I (BARIQUÍA , 2007); Rabo de Pez, nuevos idiomas en la creación, en formato e-book (FEUNET, 2014); Entrecruzamientos (EAE Editorial Académica Española, 2015); Ex sesos y asa res borrones para textos no tan perversos (CENAL, 2016); El blues de la parca, cuentos grotescos (AMAZON, 2017); Creactivo II (AMAZON, 2017); Poemas absurdos (LP5 Chile, 2020); y VISO Poesía visual, objetual y collages en Venezuela (SABERULA, 2020); entre otros títulos publicados en Internet y en físico como coautor. Su Web: http://enderodrigueznomeempoeme.blogspot.com/
SR. TIM
A Luis Glod
Es una gonorrea Papá Pitufo y el sexo cruel de un principito tampoco es azul en su planeta allá lejos… Y por tan lejos aburrido y poco azul. Tengo hambre prendo la TV veo que lanzan Napalm en polvillo a Bart Simpsons todos ríen como si fueran «Miss Universo Nerd» en TNT
El mundo ya no es igual que el mundo La TV en blanco y negro nos enseñó hace mucho que morir no era morir No os preocupéis hermanos hoy se televisa todo se cabronea todo hasta el orgasmo fingido al morir.
Des-escribir III A José Miguel Navas Soñé que mi maestra me dijo a los 6: —¿Quién dice que sabes escribir algo que valga la pena?— Grité a Carrington hacia adentro de uno de sus laberintos pintados: —¡Ohhh, cuánta literaturalidad. ufff, cuánta poiesología, ahh, cuánta gastro-sintaxis!— Y me dije como quien habla consigo mismo sin saberlo: —He enviado poemas impertinentes a sofisticadas revistas como si fueran vísceras de asno y no me han querido publicar ni pagar una de vodka— Luego me respondí para alivianarme: —No importa, Ender, cuando caiga la bomba caerá primero en los editores—
Poema para Naca y José Ríes como cuchillo de melancolía lloras como destajando un cadillo del sol hablas como lamiendo las violetas hueles a sal cadáver lees a Pizarnik, Plath y Carson, vacías enseguida todo lo hallado lo indivisible y ríes sabes que no desaparecer es estar a solas bebiéndote cada sabia de verbo cada llamarada ebria Miras un «Leonora Carrington» y descubres que existe el sueño del portal donde no volveremos más porque ya fuimos su origen Desde un más allá tu padre no ha vuelto José se orea Tu madre tampoco Naca solo arde
en su aguja de Jesucristo Los infiernos roban al cielo lo que sabemos Solo hay que esperar el inicio del inicio otra vez.
104 Ray Veiro
Seibabo, Cuba, 1998. Escritor. Obtuvo la Beca Can Serrat de Teatro (Barcelona, otoño 2020); resultó finalista de la Beca de Creación Casa Seoane en cuento (2019); fue merecedor de la Primera Mención en el Concurso de Narrativa La Gaveta (2019) y finalista del I Premio de Poesía Editorial Hypermedia (2019). Actualmente cursa su tercer año de Licenciatura de Historia del Arte en la Universidad de La Habana. Quiere saber quién mató a Ana Mendieta y cómo puede ocurrir la Kénosis. Vive y escribe en un viejo edificio del centro de La Habana.
CUBRIR RESTOS DE LOS ROSTROS SIN MIEDO AL CONTAGIO
¿Cómo alguien olvida que el dolor del otro es la ictericia nuestra? Cuándo las uñas supurando en tu boca… Cuándo las miasmas cubriendo tus ojos para siempre ciegos… ¿Cómo alguien puede comer luego de los gusanos en la perra arrastrando a la perra hasta la tierra / en gusanos? Gente hablando de hambre muriendo de hambre gente de al(h)ambre Pero siempre tratarán las perras de proteger, sobre todo, su amor de perras. No hablarán las perras perras del sabor de la porcelana. Ni de morder el plástico. Es que no han experimentado la sequía de los pozos y de las tetas lecheras. Las perras perras solo te pueden hablar de su amor de perras y de la hambruna babéala / méala / ámala / tómala / refréscala / muérdela / inyéctala Si le hablas de lo líquido: Tal vez no muera la perra. Tal vez pueda imaginarse sus tetas flacas alimentando a la gente. Hasta que quede solo una armadura hueca. Con estas costillas abiertas podría la perra abrazar un nuevo cuerpo que le hable del amor del mundo. Háblale del amor del mundo ahora que puedes.
SOSTENER EN EL DOLOR COMO DEUS EX MACHINA Psiconautas: volar con los pies cementados debería ser un crimen de lesa humanidad ¿a qué estado ha llegado el hombre cuando se inventa su propia mierda? toda una vida de ladrillos rotos construyen la terrible arquitectura de esta mentira Estoy cansado del polvo en los calcañales cuarteados en las chancletas plásticas dañando el juanete de mi madre Estoy cansado de los bloques cargados para construir insomnios y las AKM que ampollaron mis manos Estoy cansado del hierro oxidado comiéndonos vivos y de los pueblos fabricantes de balas para seguir comiéndonos vivos entre nosotros. Estas maniobras agotan: de un lugar oculto a otro más oculto. ¿Hasta dónde más lejos llegará este enjambre de cucarachas?
Estoy cansado de escuchar historias, una cada vez peor que la anterior. Y no saber si me llamo julio o agosto. ¿Cuándo sucederá el gran juicio? Estoy cansado de los viernes de ron y los sábados de diarreas que inundan la casa hasta el próximo viernes de ron Estoy cansado de visitar lugares, sin vida, sin alma: me invento blancos porque el verde devoró todos los tonos en este paisaje Estoy cansado de escribir panfletarias y tartamudas palabras que nadie escucha. Aquí en este edificio en ruinas escribo mientras los travestis cantan aleluya y las ratas roban el único muslo de pollo que queda. Todo lo que queda lo escribo cuidadosamente, por eso no es mucho. Fragmentos de Imponderabilia
Conocido por el descolor Lluevo en llovizna conocido por todos no amado y tenebroso. Gelindo Casasola Italia (1956 / 1980)
110 Fadir Delgado Acosta Nació en Colombia y reside en Costa Rica. Autora de los poemarios La casa de hierro, El último gesto del pez, Lo que diga está lleno de polvo (Ecuador), Sangre seca en el espejo (Costa Rica) y La tierra que se tragó el cuerpo (España). Ha escrito un libro de cuentos publicado en Colombia bajo el título No es el agua que hierve y ha resultado ganadora de distintos premios tanto en Colombia como en el extranjero. Profesional en Comunicación Social y Magíster en Creación Literaria, sus textos han sido publicados en diversas revistas literarias nacionales e internacionales y ha sido invitada a distintos festivales y encuentros culturales en Europa, Latinoamérica, Canadá y Egipto. Sus textos han sido traducidos parcialmente al inglés, árabe, francés, italiano y portugués. Se desempeña como tallerista literaria y es coordinadora de la Fundación Artística Casa de Hierro de Barranquilla.
La carne examina sus espinas Tengo un nudo de arrugas secas Una cuerda de crisálidas atada al cuello Extiendo los brazos como alas resquebrajadas Hay un olor agrio que me cubre Abro los ojos en el agua que hierve en la cocina —Es lo único que puedo hacer— Nada podrá con la jauría que me reventará los párpados Dejo que las bestias se cuelguen de mis ojos.
Cielo de soldadura Jugamos a parir hijos de relámpagos Los contábamos como insectos blancos Desaparecían y se pegaban hasta volverse babas Hasta ser luciérnagas sin cristales Hasta darnos cuenta que sólo habíamos parido cráneos de antiguos miedos Aún así dejamos atrás las escamas de la ciudad La podredumbre de los mares que se le han muerto El camino lo abrimos Fue una filosa herida que nos cortó las manos cuando decidimos reventarlo sacarle las entrañas y sembrarle una raíz con gusanos de luz Jugamos a comernos nuestros hijos a cortar alas y tragarlas como cadáveres de hielo Nos hicimos desperdicios de animales Niños muertos
Perros aguardando un cielo de soldadura Nos hicimos eternidad ĂĄrboles en un charco de luciĂŠrnagas. Dos textos del libro Lo que diga estĂĄ lleno de polvo
114 Edgar Sánchez
Maracaibo, Venezuela. Profesor de literatura y editor. Ha publicado los libros Verbos de calle y piel (Ediciones Todos Cultura, 2010), Días intensos tatuados en papel (Editorial El perro y la rana, 2011), Tu sensual cadencia (En Voz Alta Ediciones, 2013), Un poema de 20 páginas (Ediciones del Movimiento, 2014) y Breve antología poética (Revista Descolonizadx, Argentina, 2016). Actualmente reside en Chile.
Analogías Un amor fantástico es lo mismo que un poema perfecto La nostalgia te hace más sabio de forma semejante la rabia, más ciego Si el gusto por la ciencia te hace lógico y realista de igual manera, el gusto por las artes te hace rebelde pero sublime Los memes son como la nueva filosofía moderna Las civilizaciones donde todos se matan por algo es tal cual el reflejo de nuestra naturaleza Decir “La libertad nos hace débiles La adversidad fuerte Y la tiranía esclavos” es casi lo mismo que decir “historia” El comunista con su Rolex es como un sacerdote pedófilo
La doble moral es tal, como rezarle a Dios estando de rodillas ante el diablo. Ahora Estamos en una nueva guerra fría, donde el pensamiento se compra con pocos argumentos Y las personas se desinforman, para tratar de salvar el mundo Pero… La esperanza es un bien necesario Y aunque finita Es como ser amado por quien amas Entonces Cuando las ideas se den la mano Y haya un pacto universal En ese momento Cesará la rabia Mientras tanto Continuaremos en la apología del despecho.
118 Antonio Vargas
Venezuela, 1981. Creador audiovisual, poeta y artista gráfico. Transita entre el arte digital y la fotografía. Ha participado en movimientos políticos, colectivos artísticos y literarios. Se ha desempeñado como vocero y colaborador en el area cultural, así como formador en talleres de dibujo y desarrollo de habilidades creativas en niños y adolescentes de comunidades en estado de vulnerabilidad social. Su labor artística está compuesta por un amplio número de obras inéditas con marcada temática social. Ha sido publicado en compilados antológicos, publicaciones periódicas alternativas y ha participado en diversas muestras y exposiciones colectivas.
Delgado el filamento asciende maniobra quien lo enhebra encaramado quiere alcanzar tendidos sinuosos planos sucesivos rítmica vertical articulares transitorios en fila curvas de mercado doblan la esquina formados lamidos al sol en casa otredad sin consuelo por tanta decepción electricista «pobre, pobre de uno en la oscurana…» reiría el loco entre las colas con esta escasez de luz
Niebla estática siluetea al perro susurrando sobre un cuaderno en la mesa abierta pomarrosa florecía bajo las cajas humeantes amarillas y trastísimos aullaban los metales de la mañana a la noche pasacalle frenético movimientos de aguardiente fragmentario balanceándose al paso de las estaciones ferroviarias, cruce de camino pavimentado con sólidas baldosas redondeadas a pulso de tamboras y comparsas dislocadas más de madrugada sonriente que de insomnio hojarasca a vuelo de pájaros divisa los diálogos de las esferas capsulares transportadoras orbitan palpitantes astros acorazados rompiendo el aire, el vacío, la espuma a esperanza en disposiciones de ejes carta abierta a los artilugios de navegación caja sonora modulando los chasquidos parranda doliente cadenciosa galaxia clandestina brindis de meteoros bulliciosos cerrando y abriendo los balcones de las casas viejas al final de la calle en el patio del Congreso se celebran los dolores de una lengua naciente crisálida abierta descarga torrentosa en las arterias por donde circulan blancos erizos a velocidad mántrica reluciente giroscopio en la atmósfera donde se condensan los nimbos y los altoestratos derramándose en regadíos a disolver la sal de los caracoles que yacen espichados secos rodando por los patios donde se recogen las prendas tras la llegada de un viento de agua.
122 Yuliana Ortiz Ruano Esmeraldas, 1992. Editora y antologista en la revista digital de poesía y traducción Cráneo de Pangea. Consta en Antología Harawiq, muestra de poesía ecuatoriana y boliviana (Murcielagario Kartonera, 2015); Memorias del recital Paralelo 0 (El Ángel, Ecuador, 2017), Antología Enero en la palabra (Cuzco, 2018), Nubes: poesía hispanoamericana (Pre–textos, Madrid, 2019); Liberoamericanas, 80 poetas contemporáneas (Liberoamérica, Buenos Aires, 2018). Ha participado en diversos eventos: Festival Internacional de Poesía Enero en la Palabra (Cuzco, 2016); octava edición de Poesía en Paralelo 0 (Ecuador, 2016); y FIRAL Encuentro Literario (Rancagua, Chile, 2016). Obtuvo la Mención de Honor del Concurso Paralelo 0 de 2017 y el primer lugar en el Concurso Nacional de Literatura, categoría poesía Libre Libro de 2019. Ha publicado dos libros de poesía: Sovoz (Hanan Harawi, Lima, 2016) y Canciones desde el fin del mundo (Amauta & Yaguar, Buenos Aires, 2018).
Canto VII Hemos vuelto a ser niños. La Tierra está habitada por huérfanos que se mueren de hambre. Una mujer construye un tambor en su vientre, apacigua el sonido del rin gong. Esto es el fin. Que alguien venga y nos mire temblar. Con el corazón envuelto en una manta: veo el rostro de mi padre sobre el cielo, al lado de él una serpiente que me mira a los ojos.
Canto VI Quiero escribir sobre mi cuerpo las notas de las canciones del final de los tiempos. Quiero escribir sobre mi cuerpo las notas de las canciones del final de los tiempos. Quiero escribir sobre mi cuerpo las notas de las canciones del final de los tiempos. Necesito escribir sobre mi cuerpo las notas de las canciones del final de los tiempos. Tejer en mi cabello una trenza que sirva de oboe y nos haga esperar la muerte dormidos como en las cunas movidas por manos indiferentes.
126 juan pablo sáenz Zulia, Venezuela, 1988. Licenciado en Comunicación Social. En la actualidad es profesor de Expresión y Comunicación en la Universidad Rafael María Baralt. Fue activista social del colectivo literario y audiovisual Palabracera. Escribe en la revista literaria La Muela. Poemas, su primer libro, ha sido publicado en 2016 por la Editorial El perro y la rana.
Cada dedo nos muestra lo que somos en un presente y cada idea nos hace en un presente continuo.
No importa perderlo todo contigo y no resolverlo en tres puntos suspensivo sin dejarlo entre la palma y la suerte en una novela de ficción o en un retrato hablado en teóricos teoremas teocráticos transatlánticos y terroríficos mas si en la simplicidad de un verso que ponga en boca un hoy simple en tus labios jugar pensar en la sencilla vida como respirar y ver como acariciar y ser como morir y olvidar…
130 Samarys Polo Colombia, 1970. Reside en Francia y ha dedicado la mayor parte de su obra al público infantil. Licenciada en Lenguas Modernas de la Universidad del Magdalena, obtuvo el Diploma Universitario DU de Estudios de Profundización de la Lengua Francesa en la Universidad Lumiere de Lyon, así como un Diplomado en Gestión Cultural y una Maestría en Lingüística Hispánica. Obtuvo el segundo lugar en el Concurso Nal. de Literatura Infantil Parker de 2003 y el primer premio en el Festival Internacional El Caribe Cuenta. Ha sido conferencista en el Hay Festival de Cartagena y en el X Parlamento Internacional de Escritores. Entre sus libros: El País de las ventanas; Antología del Concurso Nal de Literatura Infantil Parker 2003; Rina a la caza de una mosca: Kuchiklín Kuchiklán adivinanzas y algo más; Camarón que se duerme...; Escritura creativa técnicas y Artilugios (con Fabio Silva); Estrellas en las manos de Lucía; Triqui trueque cajita de ensueño; todos publicados por Editorial Panamericana.
ESTRATEGIA —Dicen que las jirafas nacen de los besos largos. —¿De los besos largos ? ...Qué fácil es hacer jirafas... ¿Un beso largo y ya ? —Sí, un beso largo y ya... —¿Y salen con las manchitas y todo? —Sí, pero por si acaso, hay que comerse una barrita de ajonjolí ... yo tengo una aquí. —¿Una jirafa? —No, una barrita de ajonjolí... ¿Quieres una? —¿Una barra de ajonjolí? —No, una jirafa.
COSAS DE GRANDES Me dicen mentiroso porque digo lo que veo. Yo no tengo culpa si los grandes no pueden ver los barcos de papel cuando, cada mañana, vuelan recogiendo las gotitas de rocío del jardín para llevarlas a donde nace el mar. Tomado de Triqui trueque cajita de ensueño, Editorial Panamericana, Bogotá, 2001
134 luis ignacio cárdenas Rubio, Venezuela. Diseñador gráfico y editor. Licenciado en Educación, Mención Lengua y Literatura (UNICA). Perteneció al colectivo literario y audiovisual Palabracera. Trabajó como diseñador y diagramador en la Fundación Editorial Escuela El perro y la rana, Capítulo Zulia. Actualmente diseña para Ediciones Azalea, así como para el proyecto de ilustradores digitales AJOPORROSTUDIO. Autor de los poemarios Varios arrebatos (2012) y Un amor de color galaxia debajo de un amanecer agridulce (2013), editado por el Movimiento Poético de Maracaibo. Algunos de sus poemas han sido incluídos en revistas literarias venezolanas y extranjeras. Es un incansable promotor de la lectura en escuelas, comunidades, cárceles y otros espacios.
FOTOGRAFÍA Un barquito hecho con papel de cuaderno bajando por un río que se forma al costado de una calle después que la lluvia ha mojado la ciudad es un epitafio.
SALARIO MÍNIMO Las cucarachas de mi casa ya perdieron algún tipo de vergüenza duermen acurrucadas en mis zapatos cuando presienten la noche con tormenta usan la nevera como escenario para cantar canciones de su otra amiga la cucaracha y les da por llorar porque dicen ser muy frágiles Vuelan en el día en la noche leen a Albert Camus esperan conmigo hasta la madrugada a que llegue el agua y la electricidad hacen pinig en los platos sucios y dicen —bien gracias y usted— así no haya visitas Unas parecen más sensibles que otras y otras ya caminan domesticadas como haciéndole publicidad a mi pobreza.
Cantan los nuevos césares Nosotros seguimos construyendo el Imperio Es difícil construir un imperio cuando se anhela toda la inocencia del mundo. Pero da gusto construirlo con esta lealtad y esta unidad política con que lo estamos construyendo nosotros. Hemos abierto casas para los dictadores y para sus ministros, avenidas para llenarlas de fanfarrias en las noches de las celebraciones, establos para las bestias de carga, y promulgamos leyes más espontáneas que verdugos, y ya nos conmueve ese sonido que hace la campanilla de la puerta donde vino a instalarse el prestamista. Todavía lo estamos construyendo con todas las de la ley con su obispo y su puta y por supuesto muchos policías.
Heberto Padilla Cuba (1932 / 2000)
Este libro se terminó de diseñar el 27 de mayo de 2020. El mismo día, pero en 1977, llega al primer lugar del chart británico el grupo Sex Pistols con su primer simple «God Save The Queen».