La VERDADERA MAGIA de los auténticos Reyes Magos Como habréis podido ver en nuestras redes sociales, este año 2020 nuestra empresa cumple 25 Años, pero realmente nuestra historia comenzó 10 años antes. Dejadme que os cuente una pequeña historia de cómo La MAGIA de la Navidad y los AUTÉNTICOS Reyes Magos pueden cambiar tu vida.... El 6 de enero de 1985, hace hoy exactamente 35 años, llego a mis manos, prácticamente sin pedirlo, algo que cambiaría mi vida para siempre: El Sinclair ZX Spectrum 48K Ese regalo de Reyes para mí y mis hermanos, fue un esfuerzo titánico de mis padres, un regalo de 41.900 pesetas de entonces (lo que hoy serian aproximadamente 250 €) no era un regalo nada habitual para unos niños en esa epoca, pero gracias a la insistencia de un tío mío y la visión de futuro de mis padres que creyeron que aquello podía ser bueno para nosotros, y aunque no sabían muy bien que era exactamente, el día 6 de Enero nos encontramos con este regalo al lado de nuestros zapatos. Tras un buen rato para conectarlo a la TV y al radiocasete, procedimos a poner la primera de las cintas que venían con el Spectrum, y a escribir según indicaba en las instrucciones el famoso Load “”, entonces comenzó un ruido rarísimo y aparecieron unas rayas feísimas en la pantalla de la TV pero del videojuego nada de nada, y la cinta aunque seguía haciendo ruido, que no música, estaba a punto de acabarse. Viendo que allí solo salían rayas, procedimos a quitar esa cinta y probar con otra y luego con otra, y lo único que obteníamos era más de lo mismo, rayas y ruido. Tras muchas pruebas, casi desesperados de leer y releer las instrucciones y a punto de tirar la toalla, en una de esas veces dejamos que la cinta llegara al final y como por arte de magia, la pantalla inicial del videojuego apareció en la TV, en ese momento entendimos que el juego había que cargarlo previamente dejando que la cinta se reprodujera hasta el final, y no que el juego funcionaria mientras sonara la cinta como creímos en un principio, al imaginar que el funcionamiento era como las cintas de música, cosas de la tecnología y el desconocimiento…. Aquel extraño cacharro, que estuvimos a punto de devolver a Meyca (la tienda donde se había comprado) pensando que no funcionaba, se convertiría desde entonces en mi compañero durante muchísimas horas, solo hay que ver la foto del susodicho, para hacerse una idea de la “tralla” que se le dio.