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1.1. Contexto histórico y social

interesa por las conductas antisociales, que atentan contra el bien común —la

ley que rige a la comunidad y es bien para todos— y todo aquello que provocan

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delitos (Rodríguez Manzanera, 1981/1979, p. 21). Por eso, prevalece una

recurrencia imprescindible en el Derecho Penal de poseer un conjunto de

normas y disposiciones jurídicas que cataliza el ejercicio del poder sancionador

y preventivo del Gobierno (Jiménez de Azua, 2005, p. 18).

1.1. Contexto histórico y social5

El espacio geográfico donde se desarrollaron los hechos de Noticia de un

secuestro se ubica en Colombia. Estos eventos están registrados en los

primeros años del último decenio del siglo XX (Delgado Del Aguila, 2019b, p.

82)6. No obstante, en ese lapso, se nota la presencia del narcoterrorista y jefe

del Cartel de Medellín, Pablo Escobar. Este personaje es determinante para

realizar el abordaje a toda esta etapa macrocriminal, merced a que las riquezas

generadas por el tráfico de la marihuana y la cocaína producían homicidios7 ,

violaciones a los derechos humanos, inestabilidad en los servicios públicos y

privados, junto con los déficits en las organizaciones militares, políticas y

policiales (CEC y CIES-Safe World, 2009, p. 19). Pablo Escobar no solo desea

introducir estas particularidades degradables de manera ilegal, sino que

procura que se anule un tratado de extradición que se firmó entre los

Gobiernos colombiano y norteamericano en 1979. La finalidad es que sus

allegados no sean sentenciados y juzgados por las leyes condensadas en

5 El apartado 1.1 subyace a mi artículo «Referentes histórico, ideológico y literario de Noticia de un secuestro (1996)» (2019b), publicado en Alhucema, n.° 39, pp. 82-84. 6 Los presidentes nacionales que se mencionan en la obra son Julio César Turbay Ayala (19781982), Belisario Antonio Betancur Cuartas (1982-1986), Virgilio Barco Vargas (1986-1990) y César Augusto Gaviria Trujillo (1990-1994). 7 Se calcula que el Cartel de Medellín mató a más de 4000 personas (CEC y CIES -Safe World, 2009, p. 19).

Estados Unidos contra el comercio de drogas (Delgado Del Aguila, 2019b, p.

83).

Pablo Escobar8 hizo distintos «lavados de dinero» por la numerosa

cantidad acarreada por el narcotráfico. Eso explica por qué socorrió a tantos

pueblos vecinos de Medellín, casi 800 viviendas. Además, reconstruyó

ciudades para los más necesitados. Quienes recibieron estos beneficios fueron

denominados comunas. Con la ayuda que les brindó, buscaba alcanzar

aceptación y popularidad entre los colombianos. Anhelaba incorporarse al

poder con premura. Él lo comprobaría en las elecciones municipales. Y así

sucedió. Alcanzó el rol de teniente de alcalde en 1982, luego asumió el acta de

diputado. Sin embargo, su reputación de narcoterrorista y asesino era colosal

paralelamente. Ordenaba matar a reporteros, políticos y gendarmes entre 1984

y 1991. Además, pretendió exterminar a muchos de sus objetivos principales.

Eso se apreció en múltiples ocasiones con el general Maza Márquez. Por

querer liquidarlo, fenecieron 40 personas inocentes y hubo un total de 812

heridos en el edificio del Departamento Administrativo de la Seguridad.

Igualmente, murieron 110 pasajeros en el avión Avianca por otro atentado

(Delgado Del Aguila, 2019b, p. 84).

En una oportunidad, Pablo Escobar negoció su entrega con el Gobierno

colombiano para evitar su extradición a Estados Unidos, pero luego procedió a

fugarse. Ante ello, la Policía dejó de tener expectativas de llegar a un armisticio

con él o capturarlo. En su reemplazo, se ocupó en organizar una estrategia

8 Gran parte de la información histórica fue obtenida del video «Pablo Escobar. ¿Ángel o demonio?» (2007), de los productores Jorge Granier y Miguel Sierralta. Este material audiovisual contiene entrevistas hechas a Pablo Escobar y muchos de los personajes que aparecen en Noticia de un secuestro (1996). Entre ellos, está el general Miguel Maza Márquez, quien padeció amenazas constantes del líder del Cartel de Medellín.

para fulminarlo. Esa tarea se ejecutará en 1993 (Delgado Del Aguila, 2019b, p.

84).

El presidente César Gaviria, líder del Partido Liberal, fue quien

contrarrestó el poder narcoterrorista durante su mandato: 1990-1994. Él logró

capturar al jefe del Cartel de Medellín con apoyo de Norteamérica. Sus

recursos fueron eficaces para hallar su paradero y matarlo. No obstante, no se

trató de una tarea fácil. Es necesario recordar que muchas personas resultaron

damnificadas; incluso, los parientes de quienes se involucraron en la

arriesgada campaña de perseguirlo. La inseguridad nacional fue una constante

en ese periodo de Gobierno, que se evidenció por medio de represalias al

Estado y la ciudad. Ese malestar colectivo se expuso de forma subrepticia. Hoy

en día, la muerte de Pablo Escobar ha significado la aniquilación del culpable

de diversas catástrofes que se produjeron en la historia de Colombia, pe ro los

actos criminales y de contrabando aún perviven (Delgado Del Aguila, 2019b, p.

84).

1.2. Ideologías política y filosófica9

De lo expuesto con anterioridad, se infiere una temática estribada en el

conflicto de las fuerzas del orden contra las agrupaciones subversivas. Esas

disputas se generaban para controlar el enriquecimiento desmedido e ilegal de

los transgresores de la ley. Por otro lado, los insurgentes anhelaban su

popularidad en los medios de comunicación, con la expectativa de establecer

un límite dentro de las estructuras sociales tradicionales. Estas se compusieron

de la diferencia existente entre los buenos y los malos; en especial, el Estado y

9 El apartado 1.2 pertenece a mi artículo «Referentes histórico, ideológico y literario de Noticia de un secuestro (1996)» (2019b), publicado en Alhucema, n.° 39, pp. 84-85.

la ciudadanía en oposición a los narcotraficantes. De allí, se originaban las

grandes disputas de clases (Delgado Del Aguila, 2019b, pp. 84-85). Esos

enfrentamientos desiguales se percibieron en los países latinoamericanos. A

ello, se agregaron los problemas inminentes que padecieron por intentar

preservar la democracia. Cabe destacar que esa tarea era muy peligrosa.

Muchas personas tuvieron que incentivarse de la ideología marxista-leninista

para asumir ese contexto macrocriminal (Rodríguez Manzanera, 1981/1979, p.

327). Esa doctrina política será latente en Colombia. Se valdrán de sus

argumentos para justificar la forma de abastecerse del factor socioeconómico.

Se adscribieron a la noción de que el dinero era adquirido de distintas maneras

y con falta de reciprocidad. Conocieron que los que trabajaban para el

Gobierno ganaban grandes sumas de dinero, pero mucho más quienes

infringían las leyes con el comercio ilícito de drogas y los homicidios (Delgado

Del Aguila, 2019b, p. 85). Ese panorama convencional reveló cómo la justicia

penal se encontraba en déficit, sin que se constriñan los derechos humanos

primordiales. Por el contrario, esta situación muestra el dinamismo y la

mutabilidad de la historia, la ciencia, lo material y la cultura. Estos elementos se

supeditarán a una dialéctica materialista que procurará ser avalada por la ética.

En ese empecinamiento, el crimen deseará la aceptación. Esto es lo que se

aprecia en Noticia de un secuestro. Los Extraditables y los integrantes del

Cartel de Medellín brindan respaldo a gente de escasos recursos, aunque

habrá una condición. Todos esos beneficios serán suministrados mientras que

ellos sigan obteniendo acceso al dinero producido por el negocio de narcóticos.

Además, se les pedirá una retribución en cualquier momento, así sea

procediendo con ilegalidad.

La división y la convivencia de diversas clases sociales son

consecuencias de la presencia del crimen. Su naturaleza es dinámica y

permanente. Tendrá en cuenta la coexistencia de los seres humanos para

aprehender su caracterización social. Ese conocimiento dificulta la labor de las

fuerzas del orden para que puedan identificar a los culpables. Sus

investigaciones se obstruirán, pero les permitirá que se empeñen en mejorar

sus funciones. De ese modo, el mal sería un elemento indispensable para la

estabilidad de una sociedad10, sin importar las clases constituyentes. Esas

mismas repercusiones también las provocaría la violencia, que está implícita en

todas las sociedades. Por lo tanto, las controversias serán notorias en cualquier

cargo asumido. Solo resta extraer un aprendizaje en medio de la oscilación de

estas entidades en conflicto, sin descuidar que el buen desempeño sea lo

utópico. Las irregularidades se presentarán con frecuencia, y dependerá de

cada miembro hallar una forma para resolverlas. No siempre se obtendrán los

mismos resultados. Por ejemplo, un revolucionario será castigado por sus

manifestaciones desmesuradas o su proceder ilegítimo. No servirá de nada que

tenga razón en acusar los malestares de la sociedad. Podrá ser hábil en

detectar la burocracia impuesta por el Gobierno o las inconsistencias de las

organizaciones del Estado. Sin embargo, sus reclamos serán desacreditados,

mientras posea un antecedente para ser criticado o sancionado (Delgado Del

Aguila, 2019b, p. 85).

10 Para Marx (Rodríguez Manzanera, 1981/1979, pp. 327-328), el crimen es una de las patologías del sistema capitalista y forma parte del materialismo histórico.

1.3. Influencia literaria del posboom11

Las ideologías marxistas-leninistas revelaron un interés por representar la

realidad coetánea. Estas doctrinas políticas se han incluido por largos años en

las obras literarias. Su incorporación destaca uno de los rasgos del posboom,

que pretende propiciar una narrativa literaria latinoamericana (Delgado Del

Aguila, 2019b, p. 86). Este y otros elementos adicionales permiten la

configuración de cualquier contexto que se abarca desde lo literario. Con ese

lineamiento, es asequible detectar la construcción del periodo colombiano del

siglo XX finisecular, que se constata en Noticia de un secuestro. Para Daniel

Blaustein (2009), este tipo de narrativa tendría otro objetivo. Se enfocaría en la

percepción del escritor sobre la realidad, junto a su capacidad con el lenguaje

de transmitir su universo artístico. Eso explica por qué no se supeditaban solo

al contenido semántico que pudiera reconocer el lector, sino que se

empecinaban en producir discursos de índole experimental. Su recalcitrante

innovación técnica suscitó concretar ese proyecto, tal como se pudo corroborar

en libros como los de Manuel Puig, Alfredo Bryce Echenique, Isabel Allende.

En estos, se aprecia el empleo frecuente de una metaliteratura particular. Ese

estilo de narración eclosionó por influencia de escritores como Mario Vargas

Llosa, Gabriel García Márquez, Carlos Fuentes o Julio Cortázar, quienes

pertenecieron al boom. Sin embargo, lo que diferencia a las novelas del

posboom es su tratamiento más directo, simple e intrascendente12, con

respecto a la realidad política y sociocultural de Latinoamérica (Blaustein, 2009,

11 El apartado 1.3 es propio de mi artículo «Referentes histórico, ideológico y literario de Noticia de un secuestro (1996)» (2019b), publicado en Alhucema, n.° 39, pp. 86-89. 12 En la obra literaria de García Márquez, se fija un periodo de tiempo exacto y verosímil en Colombia, en el que los personajes como Pablo Escobar, Julio César Turbay, César Gaviria, Diana Turbay o Maruja Pachón de Villamizar son identificables. Ese reconocimiento no solo se produce por su existencia histórica, sino por los hechos que acontecieron a su alrededor y que se describieron en la novela: atentados criminales, ajustes de cuentas, homicidios y manipulación de los Extraditables al Gobierno.

p. 179). En términos históricos, estas nuevas propuestas facilitaron la

consolidación manipulada de cosmovisiones, a partir de los contextos

plasmados en las obras literarias. Con todo ese abordaje, el lector estará apto

para hallar rasgos importantes de la trama e inferirá con rapidez el final de la

historia. En el caso de Noticia de un secuestro, se sabe que la captura y la

muerte de Pablo Escobar se harán efectivas en cualquier momento. Asimismo,

se conoce que algunos personajes que fueron secuestrados resultarán

asesinados, como sucedió con Marina Montoya y Diana Turbay. Otro

desenlace que se percata en el libro de García Márquez es la liberación de los

afectados. Eso ocurrió con los aliados al Gobierno de César Gaviria, tales

como Maruja Pachón de Villamizar, Francisco Santos, Richard Becerra,

Orlando Acevedo y Hero Buss. De ese modo, este tipo de producciones

artísticas se irá configurando con autonomía y sin obstáculos. Recurrirán a la

representación directa de lo latinoamericano. Esto no será igual en el boom,

que se enfocó más en la extracción de patrones específicos del cosmopolitismo

y la universalidad (Delgado Del Aguila, 2019b, p. 86).

La narrativa del posboom cuenta con dos peculiaridades que se

desarrollan en sus discursos y que son notorias en Noticia de un secuestro. La

primera se basa en el abordaje legítimo y protagónico de la mujer. Y la

segunda consiste en el realismo crítico, que permite la indagación acerca de

una ideología política de la sociedad (Delgado Del Aguila, 2019b, p. 86).

La primera propuesta trata sobre la forma inusitada de aludir a la mujer.

Esta modalidad surgirá luego de la integración de otros géneros, que son

denominados por la exégesis como «nuevos» o «marginales» (Blaustein, 2009,

p. 180)13 . Esta variación auténtica cultural de abarcar lo femenino desde lo

literario no está excluida en Noticia de un secuestro. No obstante, no se

apreciará como un movimiento social de protesta, sino como una reacción

frente a la realidad latinoamericana. Esta se constatará a través de lo

emocional y lo familiar de las mujeres. Aparte de esos sentimientos, se debe

tomar en cuenta el contexto en el cual se desenvuelven. Estarán obligadas a

comprometerse con su entorno sociopolítico, caracterizado por el desbarajuste

entre los conflictos del Estado con los grupos subversivos, junto con la

ineficacia de las fuerzas militares y policiales. Maruja Pachón manifestó

muchas veces ese panorama. Ella fue testigo de las matanzas de conocidos y

estaba impedida de libertad (Delgado Del Aguila, 2019b, p. 87). Por ende,

incurrirá con constante en la desesperación. Estos personajes particulares

adoptarán rasgos de nostalgia y suspenso, que se expondrán en los

fragmentos del libro para destacar la criminalidad. Uno de sus objetivos

consistió en buscar la manera de reivindicar la concepción del amor con

inminencia14. Acerca de la novela, Maruja tendrá la expectativa de retornar al

hogar en medio de todo. Anhela unirse a su cónyuge y su hijo.

La segunda propuesta es planteada por Donald Shaw (1999, pp. 268-

269). Esta se enfoca en dilucidar uno de los factores indispensables hallado en

la narrativa del posboom. Este elemento se basa en identificar el desarrollo de

un realismo crítico, que ya no le proporciona relevancia al lenguaje (Delgado

13 Los géneros «nuevos» o «marginales» se conforman por la literatura femenina, el realismo crítico urbano, el regionalismo cultural judío, el retorno a la historia, la narrativa testimonial o documental, lo latino literature (narrativa escrita en español, inglés o spanglish en los Estados Unidos), la novela gay-lesbiana, la literatura afrohispánica y la cultura juvenil (la funculture, que trata de temas como la droga, el sexo y la diversidad cultural, como el cine, la moda, el teatro, la música, los deportes y la televisión). 14 El concepto de amor es insoslayable y distintivo, merced a que desde el boom se muestra una figura femenina en degradación, como la típica liberal (representada por la Maga de Rayuela), las mujeres infieles y las prostitutas (diversificadas en la narrativa de Mario Vargas Llosa, como la Pies Dorados de La ciudad y los perros).

Del Aguila, 2019b, p. 87). Ese talante sí era patente en el boom. Por ejemplo,

Rayuela (1963) de Julio Cortázar contaba con múltiples dimensiones y formas

de lectura. Además, poseyó una cualidad experimental en la representación

lingüística con su sintaxis y su semántica. En el caso del posboom, hubo un

mayor esfuerzo por plasmar el realismo crítico. Esta temática fue trabajada por

Donald Shaw para referirse a los hechos verosímiles e históricos. Para que se

lograse su efecto, se requería mucha investigación sobre la época y el lugar en

cuestión. Su consideración se observa desde el inicio de Noticia de un

secuestro (1996). Se mencionan a personas que fueron neurálgicas en la

historia de Colombia, como Pablo Escobar. Asimismo, se alude a implicados

existentes durante ese periodo, como Maruja Pachón de Villamizar en su

condición de raptada. A pesar de eso, no bastará conocer la historia del país

con sus respectivos protagonistas, sino saber cuáles fueron las funciones de

las diferentes organizaciones del Estado, como las del Ejército de Liberación

Nacional (ELN)15, las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia

(FARC)16 , el grupo Muerte a Secuestradores (MAS)17 , el Departamento

Administrativo de Seguridad (DAS)18, el Movimiento 19 de abril (M-19)19 , el

15 El ELN eclosiona en 1965. Sus ideologías son reconocibles por su adscripción al pensamiento intelectual cubano (Acevedo, 1995, p. 472). Su propósito es luchar contra el Ejército, al igual que como lo hacen las FARC (La Rosa y Mejía, 2013, p. 120). También, su doctrina es semejante a la del Ejército Popular de Liberación (EPL), que aparece como un grupo con ideología revolucionaria (Bello Montes, 2008, p. 78). Asimismo, recurre a la guerra popular, patrocinada por los comunistas chinos y a cargo de Mao Tse-tung. 16 Las FARC surgen como grupo organizado en 1966 por la existencia de guerrillas campesinas (Benítez Ballesteros, 2009, p. 24). Se respaldaron del comunismo prosoviético, puesto que se dejaron influenciar por el pensamiento cubano (el liberalismo) (Acevedo, 1995, p. 472). Sus disputas se produjeron por cuestiones políticas al querer abastecerse del dinero obtenido por el tráfico de drogas, con armamento del Ejército y la Policía. Durante los ochenta, su objetivo fue integrarse en la ciudad (Bello Montes, 2008, p. 78). 17 El MAS fue un grupo paramilitar de extrema derecha. Estuvo dirigido por Pablo Escobar. 18 El DAS desempeñó el rol de policía secreta de Colombia. Tuvo una participación neurálgica para el hallazgo del líder narcoterrorista. 19 El M-19 fue un grupo de guerrilla financiado por Pablo Escobar, de índole socialista y nacionalista. Empleó el marxismo. Su fin fue la adhesión a la izquierda liberal y la difusión de la lucha desde los espacios urbanos hasta las ciudades, además de homogeneizar el resto de

Cartel de Medellín20 y el Cartel de Cali21 . Estas asociaciones se hallan

expuestas con frecuencia en toda la novela (Delgado Del Aguila, 2019b, p. 88).

Además, se ausculta su predilección política por la izquierda política, en tanto

historia y veracidad. Son múltiples las denuncias sociales y las luchas políticas

por alcanzar un orden gubernamental. Es más, se desea preservar, fomentar y

recuperar la identidad nacional latinoamericana, sin importar que se concrete

desde el orden regional, local o continental (Delgado Del Aguila, 2019b, p. 89).

Esas características revelarán la afiliación con el realismo, y ya no tanto con el

existencialismo, que fue un rasgo del boom22 . La delimitación de ese interés

permitirá percibir el contexto propiciado por la lucha ideológica y política entre

el Estado y los grupos guerrilleros administrados por Pablo Escobar. Esa

disputa se justificará por la incapacidad de asentar las bases de la extradición.

Esa realidad será plasmada y polemizada en Noticia de un secuestro (1996).

Asimismo, se le añadirá la narración de la persecución del líder del Cartel de

Medellín y los Extraditables. Ellos serán acechados por valerse de la lucha

armada para conseguir la modificación de los Decretos 2047/1990 y

3030/1990, que autorizaban la deportación de los narcoterroristas a Estados

Unidos. Su extradición significaba la aplicación de la sentencia más severa y

justa por sus macrodelitos, con la expectativa de que se contrarresten las

grupos guerrilleros (Sixirei, 2011, p. 87). Más adelante, se afiliarán a las FARC, tal como lo revela Myriam Rodríguez (Morris, 2012c). 20 El Cartel de Medellín fue la organización criminal más poderosa del mundo. Se conformó por Pablo Escobar, Gonzalo Rodríguez Gacha (el Mexicano), los hermanos Ochoa (Fabio, Jorge Luis y Juan David) y Carlos Lehder (Granier y Sierralta, 2007). 21 El Cartel de Cali se enfoca solo en el terrorismo; no en el narcotráfico. Los hermanos Gilberto y Miguel Rodríguez Orejuela fueron unos de sus miembros. Ellos no reclutaron personas de bajos recursos, a diferencia de los del Cartel de Medellín (Atehortúa y Rojas, 2008, p. 10). Más adelante, se asociará con las fuerzas del orden de Colombia para la captura de Pablo Escobar (Wetzel, 2001). 22 El boom tuvo mucho interés por representar personajes que se sometieran a un criterio existencialista. Ellos se indagaban sobre la volición de su vida. Este rasgo se aprecia en el personaje el Jaguar de La ciudad y los perros. Él atraviesa por situaciones violentas que van formando su complexión. La configuración que obtiene hace que realice acciones que van en contra de la ley. Ese proceder le permitirá que cuestione su identidad y su proyecto de vida.

catástrofes en la sociedad. No obstante, no fue una labor fácil para las fuerzas

militares. La custodia a los insurgentes tendrá que ser permanente (Delgado

Del Aguila, 2019b, p. 89).

1.4. Recepción crítica de Noticia de un secuestro (1996)23

Gabriel García Márquez fue un escritor colombiano que recibió la máxima

distinción que se les otorga a los escritores: el Premio Nobel de Literatura. Él

incursionó en los géneros del cuento, la novela, el reportaje y la crónica.

Además, desarrolló discursos con autonomía estilística (Delgado Del Aguila,

2019a, p. 29). Su condición como narrador evidencia su adscripción a la

Literatura y el Periodismo. Ese repertorio resultó posible por la influencia de la

narrativa norteamericana y europea, con exponentes como William Faulkner,

Ernest Hemingway, James Joyce y Franz Kafka. Estos autores tuvieron la

peculiaridad de dominar un estilo vanguardista, basado en una prosa auténtica

que optaba por la variedad de técnicas. Aparte de estos recursos estilísticos,

Gabriel García Márquez usó y elaboró la noción de realismo mágico,

constreñida a la narración fantástica y mitificada de sucesos verosímiles. Entre

su producción literaria, se hallaron La hojarasca (1955), El coronel no tiene

quien le escriba (1961), Cien años de soledad (1967) y Noticia de un secuestro

(1996). Su reconocimiento fue colosal por aportar y subyacer al boom

latinoamericano. Ese fenómeno mercantil surgió a mediados del siglo XX y

consistió en la difusión mundial que las editoriales hicieron de trabajos

literarios. Estos se caracterizaron por su innovación y su calidad artísticas.

Hubo autores que destacaron en ese contexto, tales como el peruano Mario

23 El contenido de la sección 1.4 es parte de mi artículo «Estudios críticos de Noticia de un secuestro (1996): fundamentos sobre la novela como alegoría, género e interpretación literaria» (2019a), publicado en (Pensamiento), (palabra) y obra, n.° 21, pp. 29-30.

Vargas Llosa, el argentino Julio Cortázar y el mexicano Carlos Fuentes. Sin

embargo, las exigencias de los lectores se alteraron en el decurso del tiempo.

Ellos preferían una obra más directa y de fácil comprensión. Algunos de los

escritores ya mencionados pudieron adaptar su estilo y su destreza a estas

condiciones inusitadas. No importó que se incorporasen múltiples enclaves de

diversas disciplinas. Todo esto fue transcurriendo y condensándose en la

nueva corriente denominada posboom.

Una variante que se articuló en el género novelístico se corroboró en

una de las producciones de Gabriel García Márquez. Esta se ceñía a una línea

monotemática, que ya se había trabajado a cabalidad en el boom

latinoamericano (Delgado Del Aguila, 2019a, p. 29). Esa confrontación con el

fenómeno precedente ocurrió con Noticia de un secuestro (1996).

El libro se basó en lo acontecido en los dos últimos decenios de

Colombia; en especial, se recapitularon las irregularidades de la política y la

inseguridad ciudadana que se originaba. En ese periodo, los raptos y la

extorsión fueron estrategias indispensables para delinquir y amenazar al

Gobierno. Quienes se responsabilizan de estas fechorías eran los miembros

del Cartel de Medellín. Ellos eran respaldados por su líder Pablo Escobar y

fueron denominados como los Extraditables. Su propósito era reformular las

leyes a su conveniencia, considerando su estado de reclusos, convictos y

transgresores del orden. Su forma de actuar fue posible, debido a que el

sistema político se hallaba en una etapa de deficiencias, caracterizada por

desórdenes intrínsecos y administrativos. La corrupción y las pésimas

condiciones impedían que se contrarrestara el narcoterrorismo. En esta novela

periodística, el lector se mantendrá informado de ese desempeño arbitrario de

las entidades del orden y las interacciones desaforadas que tienen con los

criminales. Ese contexto de la realidad colombiana será narrado con

coherencia y documentación hasta concluir con la mención de la muerte del

organizador primordial de estas catástrofes (Delgado Del Aguila, 2019a, p. 29).

Tomando en cuenta ese panorama, he decidido ahondar en cómo ha

sido abarcado Noticia de un secuestro. Para ello, me basaré en los estudios de

la crítica literaria. Y los presentaré de forma pertinente y cronológica. Los temas

referidos facilitarán la fragmentación de ideas y el análisis de un determinado

exégeta, para que estos sean catalogados dependiendo d el área de

investigación que profesen. Por ese motivo, se notará que un mismo crítico

abordará los tópicos divergentes de recepción propuestos. Cotejar con los

múltiples postulados permitirá que se desarrolle con autenticidad la hipótesis de

este trabajo, que consiste en demostrar y fundamentar la ausencia del Estado

nación, a partir del soporte interdisciplinario que brinda la novela de García

Márquez.

Para esta sección, he compilado investigaciones que arguyen con

exclusividad Noticia de un secuestro (1996). Esta delimitación ha sido

imprescindible, a causa de la opulencia de información que prevalece en torno

a la hermenéutica de su obra en general, sobre todo de Cien años de soledad

(1967), así como de sus demás novelas y cuentos. Otra precisión más es que

he elaborado un balance crítico con respecto al material bibliográfico que se

encontraba a mi disposición: en la mayoría de los casos, cuento con textos que

son accesibles desde internet. Considerando esta premisa, he clasificado de

manera conveniente los siguientes temas de investigación: la exposición

intencionada de la violencia social en Colombia, el fomento del compromiso

político y la participación de la ciudadanía, además de la exigencia autoral para

representar la historia con fidelidad, esta novela como alegoría de su país, la

necesidad de designarle un género y los estudios realizados con la articulación

de recursos epistemológicos literarios. Para terminar, la quinta división

consolida los vínculos fundamentales para escudriñar Noticia de un secuestro;

es decir, se demostrará la conexión interdisciplinaria entre Literatura y

Criminología, con el propósito de hallar referentes sociológicos que faciliten la

interpretación impelida a justificar la inexistencia de un Estado nación en esa

etapa macrocriminal.

Antes, es prioritario explicar cómo se abarca esta investigación desde el

método hermenéutico, tal como lo adopta Hans-Georg Gadamer en su libro

Verdad y método (1960). Él lo define como el acto de interpretar los textos y los

postulados que se han desarrollado acerca de un objeto de estudio. Este puede

ser un concepto, una obra literaria o una ideología. Su fin es lograr la

comprensión y la elaboración de esquematizaciones que se adecúen a las

exigencias convencionales del intérprete (Delgado Del Aguila, 2019a, p. 30). En

torno a ello, el autor expresa esa noción del siguiente modo:

«El intérprete que se confronta con una tradición intenta aplicársela a sí mismo. Pero esto tampoco significa que el texto trasmitido sea para él algo general que pudiera ser empleado posteriormente para una aplicación particular. Por el contrario, el intérprete no pretende otra cosa que comprender este asunto general, el texto, esto es, comprender lo que dice la tradición y lo que hace el sentido y el significado del texto. Y para comprender esto no le es dado querer ignorarse a sí mismo y a la situación hermenéutica concreta en la que se encuentra. Está obligado a relacionar el texto con esta situación, si es que quiere entender algo en él» (Gadamer, 1993/1960, p. 201).

En ese sentido, lo que el intérprete realiza es una nueva percepción del