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Chef Dayanny de la Cruz

Una dominicana que eleva la gastronomía

Fue responsable de administrar los servicios de alimentos durante el Super Bowl LIV, y la primera mujer en ocupar ese puesto

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Dayanny de la Cruz es una reconocida chef dominicana, quien se ha encargado de llevar el sazón típico al Super Bowl LIV, donde más de 60,000 personas disfrutaron de sus exquisitos platos. Además, tiene el título de ser la primera mujer en ocupar este puesto.

Llegó a Estados Unidos hace unos 25 años, con sus sueños en “el bolsillo de atrás”. Ser madre soltera fue lo que le impulsó a dejar Quisqueya, buscando mejores oportunidades de vida para ella y su hijo.

“Al llegar a este país siempre tuve claro una cosa, que era también una de las cosas que tenía en la parte de atrás de mi bolsillo: mi educación”, precisa, al rememorar que estudió inglés y trabajó en una tienda.

“Pienso que siempre ha estado ahí”, afirma, al ser cuestionada sobre cuándo surgió su amor por la cocina.

“Vengo de un mercado hermoso, pienso que conectamos en la cocina, creamos sueños en la cocina, libera- mos nuestras batallas en la cocina; nos entendemos y a veces no nos entendemos en la cocina”.

Para ella, estudiar gastronomía no estaba en su radar. Sin embargo, su abuela siempre le motivó a ser curiosa y buscar otros mundos. “Viene de esa energía que mi abuela, mi mamá, mis tías, todo pasa alrededor de la mesa, es una parte muy importante de nosotros”.

La cocina tiene mucho que ver con cómo somos, cómo crecemos y quiénes somos

De su abuela aprendió la clave para cocinar un arroz blanco perfecto, cuya técnica, asegura, es la que sigue utilizando en la actualidad.

Estudió Hotelería y Turismo, lo que le permitió trabajar varios años en este sector. Sin embargo, estuvo alejada de la cocina por un tiempo. “Muy detrás de mi cerebro, sentía que me ataba a un mundo que no quería. O sea, siempre he dicho ‘soy un unicornio’”.

“Al llegar a este país, como digo yo, me pasó la vida, como a todos, me pasaron los momentos, me pasó la oscuridad, me pasaron los cambios, me pasó el renacimiento, me pasó el Ave Fénix que todos pasamos, por eso nos quemamos y para arriba”, recuerda.

En el proceso para resurgir nacieron sus famosas empanadas, “tal vez no por amor, pero sí por necesidad”. Estuvieron hechas de pollo con coco. Destaca que pasaba por un momento “oscuro”, pero “a la hora donde estás más perdida, te vas a lo que más amas. Entendí que mis calderos eran la forma de salir a la luz”.

Gracias a esto, resurgió su pasión por la gastronomía, junto con sus empanadas y su creatividad. Pasó de poner ropa en un estante de una tienda a un referente mundial. Esto lo logró porque “una de las cosas que tenía cla- ro era que mi educación era vital para donde iba”. Estudió arte culinario y tiene un Máster en Negocios.

“La primera paradita fue decidirme a tomar una decisión clara, primero, cuando fui a la universidad, me enamoré de mis calderos, de mis sartenes y encontré un centro. Encontré un ancla de vida, además de mis hijos, la cocina es mi ancla”, afirma.

Señala que en el proceso encontró mentores que le guiaron por el camino correcto. “Creo en tres cosas: tienes que encontrar patrocinadores, mentores y tienes que convertirte en una aliada de los demás”.

“Cuando la gente me pregunta por qué he crecido en este mundo, la respuesta es porque traje una visión diferente a este mundo”, precisa. Además del Super Bowl, también tuvo la oportunidad de trabajar en Fórmula 1, entre otros.

Asegura que el Super Bowl era algo que sabía que en algún momento pasaría. Se mudó a Miami para trabajar con los Miami Heats, luego pasó a ser jefa corporativa para un grupo que tenía unos 60 pequeños hoteles boutique. Una recomendación le permitió entrar al Super Bowl. “Al llegar al Hard Rock Stadium, me enamoré del estadio, pero el estadio se enamoró de mí también”, precisa, al agregar que “al pasar eso crecimos juntos y entendimos que había tantas posibilidades. Lo que terminó siendo el anillo fue el Super Bowl, porque a la hora de que yo terminé la conversación, alguien me dijo ‘vamos a tener el Super Bowl en dos años’ y para mí era también otra estrellita para mi cinturón”.

Actualmente, es la vicepresidenta corporativa culinaria para una importante empresa. “Me ha dado un portafolio y me ha amplificado el propósito ciento por ciento”.

“Soy una cocinera de alianza. Me empodero desde el lugar donde todos venimos, donde todos dejamos nuestra energía, las lágrimas, las alegrías, las decisiones. Vengo y me empoderó desde el lugar más sagrado que tenemos: la cocina”, afirma Dayanny.

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