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Alguna vez ha tenido un par de botas que le aprieten los pies o le rocen el hueso del tobillo? Unas botas que no quedan bien pueden hacer que el día sea largo y miserable. Necesitamos ser tan conscientes de como nuestra montura y arreos les quedan a nuestros caballos para que no tengan que sufrir por un equipo que no les queda bien.
Cuando evaluó monturas, considero nombres de buena marca. Las monturas más nuevas están hechas para nuestros caballos más robustos de hoy. Cuanto más vieja sea la montura o más duro la montamos, puede hacer que el fuste se amplié, lo que permite que la montura caiga sobre la cruz del caballo. Esto puede crear heridas en la cruz y los omóplatos. Si cree que su fuste está quebrado, coloque su montura sobre una superficie dura y presione hacia abajo en ambas esquinas del borrén trasero. Si la montura cede, lo más probable es que el fuste este quebrado. También es importante mantener la montura limpia y en buenas condiciones. Yo enaceito mis monturas dos veces al año.
La cruz de cada caballo es diferente. Tenemos que tener cuidado de poner las caronas adecuadas en cada caballo. Los caballos de cruz mas alta necesitan acolchado adicional. Los caballos de cruz baja necesitan menos acolchado. Los sudaderos de la marca Navajo tienden a quitar pelo de la zona de los riñones en el invierno, pero no en los meses de verano. Yo personalmente uso una carona de fieltro muy buena en mis caballos.

El cincho delantero es de mohair o una mezcla de mohair. Hay un poco de estiramiento para mantener al caballo más cómodo. Un cincho de mohair requiere algo de mantenimiento para mantenerlo limpio de suciedad que podría rozar a su caballo. Un cincho de goma es fácil de mantener limpio. Sin embargo, debemos tener cuidado cuando comenzamos a utilizarlo, ya que puede irritar la piel de un caballo.
Yo prefiero los látigos de cuero. Los látigos de cuero tienen más cede, lo que permite que las costillas de su caballo se abran para que puedan respirar más fácilmente, en comparación con un látigo de nailon. El nailon no tiene cede ni se estira. Si un caballo gira en corto, el nailon no permitirá que su caja torácica se expanda. Si su látigo de cuero comienza a tirar con fuerza, trátelo con talco para bebe. Nunca enaceite un látigo de cuero, ya que se engomará y no se deslizará fácilmente al apretar la montura.
Sin embargo, si enaceitamos el cincho trasero de cuero, el guarda correa de los cinchos y el latiguillo del cincho trasero. El guarda correa de los cinchos debe estar en buen estado, ya que evita que el cincho trasero se deslice hacia el flanco del caballo. El cincho trasero esta diseñado para mantener la montura más plana sobre el lomo del caballo. Por ejemplo, cuando nos inclinamos para abrir una puerta, la parte trasera de la montura no se levanta y evita que la parte delantera de la montura pellizque la cruz de nuestro caballo. En las mañanas, no aprieto el cincho trasero hasta que haya montado un rato. Una vez que mi caballo se siente cómodo, aprieto el cincho trasero para que quede ajustado contra el abdomen de mi caballo.
Al considerar una pechera, prefiero una de cuero de tres piezas para un mejor ajuste. Es importante mantenerla enaceitada y ajustada correctamente para que le quede bien a mi caballo. La pechera mantiene la montura en su lugar. Debe quedar por encima de las puntas de los hombros del caballo. El anillo en D debe estar centrado entre las patas delanteras del caballo para que no roce el interior de ninguna de las patas. Hay muchos diferentes tipos de equipos para la cabeza de nuestro caballo. En los corrales de engorda, una cabezada con frontalera y ahogadero es más segura ya que un caballo no puede quitársela. La barbada de cuero solo debe estar lo suficientemente ajustada como para meter dos dedos entre la mandíbula y la barbada. El bocado debe ajustarse en la cabezada hasta que apenas aparezca una arruga en cada esquina de la boca de nuestro caballo.
Recuerde, nuestro caballo es nuestro compañero y queremos que esté lo más cómodo posible. Si su montura y arreos quedan correctamente, su caballo no estará adolorido o frustrado y su día será más tranquilo. ¡Al igual que si sus botas no le rozan o le aprietan los pies!
La vida de Ted Howard siempre ha girado en torno al caballo. Tiene un profundo respeto por el caballo y siempre se ha ganado la vida con uno. Doce años montando en corrales de engorda le permitieron reconocer la importancia del caballo en relación con el manejo de ganado. Ted ha sido dueño de un negocio de herraje y entrenamiento de caballos y actualmente es dueño y opera una operación de pie de cría. Correr ganado en pastoreo y en campos ganaderos le permite usar los principios de manejo de ganado en un ambiente diferente a los corrales de engorda. En el 2013, a Ted se le ofreció la oportunidad de hacer consultoría en la división de Animal Stewardship de Production Animal Consultation. Al especializarse en el dominio del caballo, Ted puede ayudar a otros a utilizar el caballo para convertirse en mejores ganaderos en la industria de los corrales de engorda.

Este artículo está disponible en Inglés en la página 10.