Características de María, la madre de Jesús Dios escogió a una joven extraordinaria para ser la madre de Jesús. ¿Qué podemos aprender de esta mujer de fe?
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i sólo le quedaran pocos momentos de vida, ¿con quién le gustaría hablar? ¿Qué le diría? ¿Qué cabos sueltos le gustaría atar? A menudo es en el crisol de las situaciones extremas que se revelan nuestras prioridades. Durante la intensa agonía de su crucifixión, Jesucristo utilizó algunas de sus últimas palabras para expresar una tierna preocupación por su madre, María. Al ver que estaba cerca, Cristo dirigió la atención de María hacia su discípulo Juan y le dijo: “Mujer, he ahí tu hijo” (Juan 19:26). Luego miró a Juan y le dijo: “He ahí tu madre” (v. 27). Incluso en ese momento de gran sufrimiento, Jesús se preocupó por el bienestar físico de su madre. ¿Quién fue esta excepcional mujer a quien se le encomendó criar, estar al tanto de sus necesidades y cuidar del Hijo de Dios? Lamentablemente, todo lo que muchos saben acerca de María se resume en una oración muy repetida, pero en la que pocos reflexionan, el “Ave María” católico: “Dios te salve, María, llena eres de gracia; el Señor es contigo. Bendita Tú eres entre todas las mujeres y bendito es el fruto de tu vientre”. Para descubrir más acerca de las incogruencias de orarle a María, lea nuestro artículo “¿Deberíamos orarle a María?”.
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DISCERNIR
Enero/Febrero 2022